Whispers in the Dark
¿Quieres reaccionar a este mensaje? Regístrate en el foro con unos pocos clics o inicia sesión para continuar.
Últimos temas
» ▲ Inscripciones a la TGF
Maneater  EmptyDom Nov 06, 2016 9:33 pm por J. Nate Seeber

» More than Blood —PRIV. Elliot Rhodes
Maneater  EmptyDom Nov 06, 2016 4:23 am por Elliot Rhodes

» Noche sin estrellas.
Maneater  EmptySáb Nov 05, 2016 8:51 pm por Brian Downer

» Friendly fires — Isak
Maneater  EmptyLun Oct 24, 2016 12:05 am por Isak T. Bruhn

» ▲ Petición de rol
Maneater  EmptySáb Oct 22, 2016 11:27 am por Brian Downer

» Darling, SO IT GOES (BRIAN)
Maneater  EmptySáb Oct 22, 2016 10:56 am por Brian Downer

» Pared Pintarrajeada [MT#3]
Maneater  EmptyJue Oct 20, 2016 12:08 pm por M. Yvette Gunnhild

» 2 – 9 – 8 – 3 – 2 [MT#3]
Maneater  EmptyMiér Oct 19, 2016 9:46 am por M. Yvette Gunnhild

» Something happened [Xavier R.]
Maneater  EmptyMar Oct 18, 2016 9:15 am por Benjamin Lewis

» Power [Benjamin & Mathias]
Maneater  EmptyLun Oct 17, 2016 6:43 pm por Benjamin Lewis

» ▲ Desbloqueo de tramas
Maneater  EmptyLun Oct 17, 2016 10:03 am por M. Yvette Gunnhild

» Wildfire
Maneater  EmptyDom Oct 16, 2016 11:09 pm por Xavier D. Rhodes

Afiliados del Foro
Afiliados Hermanos - 6/6
Directorio - 6/6
Afiliados Elite - 33/33 - Última Limpieza: 24 de septiembre - Cerrado
Maneater  SH3v5Xc

Maneater

Página 1 de 2. 1, 2  Siguiente


MANEATER

«She's deadly man, and
She could really rip your world apart
Mind over matter
Ooh, the beauty is there but a beast is in the heart»


      Las tardes tertulianas pueden ser una tortura, una muy exhausta para quién tenga una facilidad de aburrirse y crisparse los nervios, sin embargo, la italiana sencillamente no perdía los estribos de su estabilidad emocional cómo muchos pueden creer. Bellamente dotada de una mente brillante, capacitada para enfrentarse a ciertas situaciones con una espléndida y sagaz calma, volviéndose una calamidad e infortunio para otro que hubiera deseado hacerla estallar en cólera sin advertir antes que su madurez de femme fatale, no le permite expresar ciertas actitudes de niña mal. ¡Oh no!

    Ella es sobresaliente, la mejor en sus tareas y la envidia sana de otras compañeras que puedan refregarle en el rostro que ser rubia es mejor que ser castaña. Ridiculeces, por supuesto, nimiedades que a ella no le importan en absoluto, tomando la batuta de la orquesta y manipulándola más tarde a su favor. A popa y estribor, —si esto se tratará de una novela pirata—. Pero, más allá de su envidiable serenidad, esconde mucho más de lo que piensas.

   Y precisamente aquella tarde es algo caótica, abundando estudiantes en los pasillos, sometiéndose a charlas juveniles y avispadas. Ella parece buscar algo, lo hacía desde hace media hora. Se frustra. ÉL no se encontraba en los últimos pisos, así que verifico tras sus pasos dónde rayos pudiera estar… ¿Quién? Preguntarás. Bueno: ÉL es un hombre que la deja muda cuando le ve pasar, le hace cambiar el ritmo de sus pulsaciones, le agita el alma y el pecho a un nivel que nadie más ha podido hacerlo —exceptuando su tío—. Despertando en ella una posesión sobre éste indescifrable caballero que siempre se mueve por el internado a su voluntad, lustrando los pisos o simplemente batallando con algunos alumnos castigados para qué limpien a su lado.

     No se iba a mentir a sí misma, lo ha visto en sus sueños más húmedos. Tal vez muchos podrían sospechar, pero su adecuada forma para dirigirse a éste es inconfundiblemente cortesa. No hay tantas muestras de fogosidad más que su mirada ardiente, encendida como llamas suplicantes para que ÉL apague el fuego. Admira su desempeño en la limpieza, pero más adora a los hombres que al menos sepan lavar un plato o limpiar en profundidad la basura de los demás sin perder el machismo canónico e ideal. Ninguna lo tenía en la mira —por fortuna sino tendría que eliminar competencia—, lo había observado incontables veces en silencio, tanto, que sus ojos habían ya calculado las medidas de su cuerpo.

     Su cabellera limpia y ondeada, libre de coletas, la rodea hasta los hombros, marchando conforme descubría a su obsesión en su propio mundo. Necesitaba verle siempre, era una mala adicción, un mal hábito. Una droga.
    —¿Señor Erizalde? —Preguntas inmaculada, posando tus pozos claros sobre su persona—. Que grato encontrarlo por aquí. ¿Ya ha comido? Me preocupa que se esmere tanto en su trabajo y se olvide de algo tan sencillo como las comidas diarias. Tenía una pregunta para hacerle "¿podría empotrarme?"—, ¿podría prestarme alguno de los productos de limpieza del internado?    

Publicado por Giannina I. Visconti Lun Ene 11, 2016 1:47 am
Giannina I. Visconti
séptimo curso
Nina
Maneater  BFDkOBH
74
143
Emily Didonato
Querido, soy un animal anfibio; todo lo amo, todo me divierte, quiero unir todos los génereos.
séptimo curso
https://whispersinthedark.forosactivos.net/t525-visconti-isabel-g
Como hacía a diario recorrí los pasillos limpiándolos con no muy forzado esmero. Aquello que pisaba tenía que estar limpio, si yo mismo era el encargado de hacerlo, y pese a que a veces les encargaba a burros limpiar una cosa u otra, yo mismo repasaba todo aquello que ellos no veían. Podría llamarse que era como el Don Limpio, solo que calvo no era. Ni tampoco quise tener un cubo de la limpieza en mi más tierna infancia.

Tomando mi arma con la diestra, o sea se la escoba, y el escudo con la zurda, el cubo con productos de la limpieza dentro, me dispuse a entrar a una de las aulas con el manojo de llaves colgando de mi boca. Pero alguien se interpuso en mi camino, y tuve que parar. Una alumna, de ojos zarcos y de melena castaña me observaba de cierta forma que me producía cierta incomodidad. Una mirada demasiado intensa para lo que estoy acostumbrado.

No, aún no he podido tomarme nada. No te preocupes por mi salud, que no me dará ningún hamakuko por limpiar un aula más. ─respondí dejando el cubo en el suelo para coger las llaves. Si era sincero, ni siquiera me había fijado en la hora que era. Siempre por las mañanas hacía el trabajo rápido sin ver siquiera si eran las doce, las dos o hasta las cuatro. Había días que no llegaba a la hora de comer, absorto que me hallaba al intentar acabar mi jornada cuanto antes. ─Y respecto a tu pregunta, el centro no permite prestar productos de limpieza a los alumnos. Ya por el hecho de que luego desaparecen mágicamente. ─sentencié sin ni siquiera darle una disculpa, aunque un sencillo cabeceo sí que le dediqué, para despedirme de ella y volverme a meter el aro que sujetaba todas las llaves en la boca. Agarré el cubo de nuevo y me dirigí hacia la clase dando por hecho que la chica ya se habría ido. Pero no, me la encontré a mi lado, apareciendo sin más como si de un fantasma se tratara. Siempre parece estar ahí, y eso provocó un escalofrío que me recorrió toda la columna.
Publicado por Invitado Lun Ene 11, 2016 1:23 pm
Anonymous
Invitado

MANEATER
      Lo ves actuar. Respiras en cada palpitar, la distancia es tan cerca que te conecta en una exaltación muy, muy secreta. Oírle es agraciado, mágico, cómo si su crudeza y su indiferencia matadora provocaran conexiones pasionales. Sabes que no ha comido, lo sabes, porque tenías escrita su rutina en un papel mental. Te paras erguida, una señorita pomposa que apenas lo dejaba claro en palabras sino con la presencia porque la diferencia entre creerse superior y ser superior, es que no necesitas recordárselo a nadie. Lo haces, lo muestras.

    Las facciones de su rostro variaban en la medida que habla, dotado de una energía oscura que te fascina. Ladeas el rostro, amagando a sostenerle la conversación en una proeza sagaz:
    —¿Quiere decir que ningún alumno puede limpiar su propio espacio, y de paso, ahorrar al personal de limpieza un poco de trabajo? Creo, señor Erizalde —te encanta llamarlo, acreditar su apellido con un afecto tenebroso que sólo tú entiendes—, que cada uno debería poner de su parte algunas veces. De ésta forma, usted se ahorraría mucho dolor de cabeza… y no estaría tan cansado de aquellos que hacen desorden.

    Sonaba lógico, hacías que todo sonase razonable. “Yo no soy cómo esos inmundos”, eres lo que querías aclarar,  y no puedes evitar morderte el labio cuando él se pone en la boca aquellas llaves. Apresadas en sus blancos dientes. Caminas unos pasos, depredadora nata al seguirle en silencio, hasta lograste percibir su delicioso aroma a hombre. Aroma que persiste y te llena de gracia.

   —Entonces, ¿debo esperar a qué termine aquí para que luego limpie mi cuarto? No quiero darle más trabajo, prefiero hacerlo yo. —El tono es suave, pausado, sin timbre de enfado porque a ti no te sale. La mirada es suplicante, suplicas para que en aquél momento te agarre en brazos y te colme de besos sedientos. Poco a poco te acercas a él sin que lo presienta, apenas tocándole el hombro con tu mano inmaculada—: Me gustaría ayudarlo, si es que usted lo permite. —Lo encaras voluntaria con un deje de sumisión y respeto. Aún no te ibas a precipitar a acorrararlo, no ahora...
Publicado por Giannina I. Visconti Mar Ene 12, 2016 4:37 pm
Giannina I. Visconti
séptimo curso
Nina
Maneater  BFDkOBH
74
143
Emily Didonato
Querido, soy un animal anfibio; todo lo amo, todo me divierte, quiero unir todos los génereos.
séptimo curso
https://whispersinthedark.forosactivos.net/t525-visconti-isabel-g
Veo que las pillas al vuelo. ─añadí en cuanto ella repitió en otras palabras un poco más certeras ─en cuanto se referían mis pensamientos al respecto con el tema─, sin esperar a que ella me diera paso a la palabra. ¿Por qué insistía? Era la normativa, y yo no la incumplo a menos que sea una necesidad. Y esa no era una de esas.

Ignoré sus palabras, volviéndome a recordar que le sugiriera a la directora de nuevo la idea de predisponer a los alumnos de un equipo de limpieza para que se hagan ellos mismos la habitación. En mi caso mi trabajo no se centraba en ser el chacho de los estudiantes, por suerte, por lo que no me concernía ningún tema al respecto de lo que sacaba la morena. Para eso se iba a molestar al personal que se ocupaba al respecto, no al pobre limpia-retretes que ocupa sus horas paseando por los pasillos con una fregona en la mano.

¿Y seguía insistiendo? Fruncí el ceño, echándole una mirada de soslayo mientras la llave entraba en la cerradura y giraba para abrir con el pomo de la puerta. ─ ¿Por qué esa fijación con limpiar tu habitación? ─me olía algo, y ya me esperaba ese “sólo es por entretenimiento”, o “me gusta tenerlo organizado”. De haber sido una chica perfeccionista y organizada la hubiese visto más de una vez dando la vara para conseguir material y utensilios para limpiar ella misma su habitación. Pero seguía, y seguía insistiendo; su tono de voz sonaba tranquilo y educado, pero mis oídos captaban un retintín, un toque de burla que podría ─ o no─ haberlo añadido mi subconsciente. Seria por la falta de educación que había visto estos años en el internado. ─No hace falta que me ayudes, y puedes llamarme Edu. No tengo tantos años como para que se refieran a mí como señor. ─no me gustaba que me pusieran años de más.

Entré en la habitación, dejando el cubo en el suelo y apoyando la escoba en la pared para empezar a el ritual de cada día: primero levantar las sillas del aula, luego ya lo barro.
Publicado por Invitado Mar Ene 12, 2016 6:55 pm
Anonymous
Invitado

MANEATER
       Las emociones pueden estallar. Desbordarse. Un detalle que no pasabas por alto a la hora de enfrentar la realidad, y no es que temas su posible rechazo, tu cuerpo es fisiológicamente de mujer. Atractivo y apetecible, de lo contrario, él es homosexual. No hay otra. Entonces, cómo señorita se te hincharía el corazón de furia y tristeza.

     Muestras una pequeña sonrisa, brillante y morbosa, si te trataba de retardada no podías más esperar de él. Te conmueve tanta franqueza, alardeando en la expresión que te puede mandar al cuerno sí así lo desea. Pero no lo hace. ¿Por qué no? Te lo preguntas con firmeza, ¿estará bien así? No quieres irte. Insistes, predispones tu valioso tiempo pudiendo usarlo en proyectos en vez de gastarlo para la fijación obscena de un forajido limpiador. La verdad, tienes una aterradora manera de conseguir las cosas… Con tiempo y persistencia, planificando maquiavélica.

    "Un error puede ser perjudicial, amor mío."  

    —Debo confesar que soy alérgica al polvo y los ácaros“me encanta que te preocupes por una nimiedad, ¿tanto le intereso?”—, tengo que limpiar constantemente para que no se acumule en los rincones. Mover siempre los muebles, cambiarlos de lugar para que la habitación reciba otro tipo de energía... El internado es de una arquitectura no tan moderna, lleva su tiempo limpiar sin ningún tipo de apoyo, y con ésta humedad de estación, hace irritar mi nariz —arqueas las cejas, calmada preguntas: —¿Es todo lo qué necesitaba saber?  

    Permaneces a sus espaldas, estudiando atentamente ésos anchos hombros, sus brazos fuertes y sobretodo su culo dotado. ¡Santos y pecadores! Tenía la forma perfecta, y si cabe, eras capaz de acariciarlo de poder ser más descarada. Anuncias en la expresión solemnidad, sin perder el toque para no titubear en los movimientos. ¡Qué fácil te descontrolaba!

    —Está bien —dices luego de entrar—, pero no prometo llamarlo por su nombre. Sería un uso excesivo de confianza para mí, y aún no tenemos la suficiente relación para considerarnos…“amantes”—, amigos. Disculpe —cruzas los brazos, apoyándote tiernamente en la pared mientras lo admiras moverse. ¡Qué hombre tan eficiente! Se te antoja como a un vaso de agua fresca, rociado de feromonas tortuosas que enloquece tus sentidos. Duele mirarlo.
    —¿Seguro qué no necesita ayuda? —otra vez, ésa persistente manera de ser retorcidamente servicial para propósitos aún mayores. Actúas conforme tu mala consciencia te guía, tomas la escoba, y a medida que él levantaba las sillas, barrías empecinada en la labor.

    Al menos mantenía tu mente ocupada en otra cosa que no sea ÉL.
Publicado por Giannina I. Visconti Mar Ene 12, 2016 7:52 pm
Giannina I. Visconti
séptimo curso
Nina
Maneater  BFDkOBH
74
143
Emily Didonato
Querido, soy un animal anfibio; todo lo amo, todo me divierte, quiero unir todos los génereos.
séptimo curso
https://whispersinthedark.forosactivos.net/t525-visconti-isabel-g
¿De dónde había caído esa niña tozuda? Tan cría no era, pero mientras llevase ese uniforme encima, para mí lo seguiría siendo. Todos lo seguirían siendo.

Vaya, perdona. No lo sabía. ─sorprendido, giré la cabeza para mirarla antes de entrar al aula, viendo que podría haber sido demasiado ácido respondiendo a la muchacha. ¿Pero de qué otra forma podía decir que se fuese? A tanto nivel como para decirle que se marchara no quería llegar, pero la muchacha era como un chicle en el zapato. Se te pega en la suela de una forma inesperada y molesta, y no se te quitará a menos que vayas a hacerlo tú mismo. Pero supuse que podría aguantar, porque tenía una cara de “a mí nadie me torea” que no se la aguantaba. Me recordaba vagamente a una pija del centro que más que llamar la atención por su belleza, lo hacía por su patética actitud.

¿Tantas formalidades porque no éramos…amigos? La miré incrédulo. Una mirada de soslayo que duró unos instantes cuando me dirigió aquellas palabras. Vaya la educación de la niña, menudo trofeo era ─muy pocas veces me había topado con joyas como esas─.

No… no hace falta…─dije mientras iba cogiendo las sillas para colocarlas sobre las mesas. En cuanto le di la espalda me encontré a la muchacha barriendo el suelo, siguiendo mis pasos. ¿Pero  qué cojones? Paré el vaivén de su escoba, agarrando el palo para que cesara. Y mi mirada no dudó en clavarse en la suya. ¿Era normal que aquello siguiera oliéndome a chamusquina? En compensación por los modales de la muchacha ─algo ganabas si eras educado conmigo─ intenté ser amable a la hora de intentar quitarle la escoba. ─Gracias… pero no hace falta que me ayudes, repito. Y aún menos para que puedas tener una reacción alérgica barriendo el polvo. ¿Y pretendes limpiar tu habitación? ─tomé la escoba con suavidad, evitando usar mi fuerza con mano dura. Me quedé unos momentos cruzando nuestras miradas, y mis ojos quedaron entrecerrados. ─ ¿No tienes que ir a comer? ¿A estudiar? ¿A hacer algo? Algo que no sea limpiar la habitación. Además de que siendo alérgica al polvo, no deberías hacerlo. ─aquella chica aspiraba una bola de pelo de detrás del armario y se quedaba ahí. Esperé respuesta, cruzado de brazos y con una ceja levantada. Hasta que la chica no se fuera, no me sentiría cómodo para trabajar. Sus ojos me miraban de una forma extraña, que parecían intentar penetrarme. Realmente incómodo.
Publicado por Invitado Miér Ene 13, 2016 4:38 pm
Anonymous
Invitado

MANEATER
       Reflejaste en los ojos braveza, para luego teñirlos de asombro.

     —Gracias… pero no hace falta que me ayudes, repito. Y aún menos para que puedas tener una reacción alérgica barriendo el polvo. ¿Y pretendes limpiar tu habitación?

    “¿Por qué tiene la manía de impedir que le ayude?”, meditas, bajando la cabeza, sintiéndote intimidada por su viva imagen y entregándole la escoba con un tinte de refunfuño que en la cara no se enseña, pero en los ojos sí.
   —Me disculpo por mi osadía, no pretendí molestarle. ¿Y por qué se preocupa por mi alergia?“¿por qué me haces sentir más confundida?”—, he notado que me está tomando como molestia sin ningún tipo de razón. ¿Es siempre así o es qué le disgusta ser ayudado? —preguntas suave, elevando tus ojos hacia su mentón, hacía su boca cincelada y apetitosa. Te gustaba que fuera duro, irresistiblemente amenazador y no supiera realmente dedicarte unas palabras para echarte de una vez.

    Sonríes ligera, eras un desafío y por hoy ya has jugado bastante… A menos qué…

     Apartas la mirada antes de que centellees lujuria—: Siento si le ha molestado en que ofrezca mi ayuda, lo mejor será retirarme —mueves el cuerpo ligeramente hacia un lado, preocupándote en retocar tu cabello y destilar el perfume que emanas, contaminando el aire, un hedor a juventud que a los mocosos del internado lo encontraban exquisito al sentido del olfato. Estiras la mano al pomo de la puerta, y por última vez le enseñas una expresión afable.

    —Quería ayudarlo para que acabe más rápido, la tarde está por caer.  

Publicado por Giannina I. Visconti Miér Ene 13, 2016 5:12 pm
Giannina I. Visconti
séptimo curso
Nina
Maneater  BFDkOBH
74
143
Emily Didonato
Querido, soy un animal anfibio; todo lo amo, todo me divierte, quiero unir todos los génereos.
séptimo curso
https://whispersinthedark.forosactivos.net/t525-visconti-isabel-g
Tan solo quiero estar sin nadie que me distraiga para centrarme en mi trabajo. ─respondí evadiendo la respuesta que podría haberle soltado de haberme pillado de mala uva: “Me molestas tú y todo ser vivo andante. No soy yo, eres tú.”.

Ligeramente traspuesto, observo cómo se retira observando que ocultaba algo tras esa mirada educada y sumisa. En los gestos que efectuaba hacían que me cuestionara varias preguntas que rondaban la mente. Esta no era la típica alumna que suele mostrar un desinterés, solo para llevarse algo en beneficio. ¿O sí y me estaba confundiendo de parecer? Me mordí el labio, sinceramente aliviado de que la muchacha se fuera para dejarme a mí tranquilo.

Las últimas palabras que me dedicó hicieron que me volviera hacia ella, ya mosqueado. ─Venga, fuera. ─sentencié con duras palabras, cansado de repetirme mil veces aquello, y encima añadiendo una cruda verdad que no me iba a gustar nada. Me gustaba comer, ¿por qué tenía que tratar con ella si aún no había catado ni un maldito plato durante toda la mañana, y perder el tiempo? Des del desayuno que no probaba bocado, y mi estómago rugió dándome la razón. Pero no, no estaba ella aquí para ayudarme, y lo tenía claro.

Una vez me quedé solo en el aula, me puse manos a la obra centrándome en aquello, intentando dejar la mente en blanco. Pronto me olvidé de la morena, y después de media hora limpiando como un loco, salí y cerré la clase para irme y guardar todo en el cuarto de la limpieza. Y ya estaba, sólo me quedaba dirigirme a mi habitación para cambiarme de ropa, e irme hacia el comedor para agarrar lo que quedase. Supuse que me habrían guardado algo.
Publicado por Invitado Miér Ene 13, 2016 5:58 pm
Anonymous
Invitado

MANEATER


       Arreglas un mechón de tu frondosa cabellera, las largas uñas sobresalían en una limpia manicura, serena en el caminar. Tus pasos son la última respuesta ante la falta de tacto que tenía éste para con todos. No importa. Así de brusco y hosco, que se infla de odio y miseria banal, lograba extasiarte. Confundida por el reflejo imaginario de una criatura virulenta y feroz, cómo un prepotente tigre que se pavonea silenciosamente por un reinado que no le pertenece. Incluso cualquiera podría desconfiar de tus deseos inmaculados de apoyarle, realmente querías, y más aún por tratarse de limpiar. ¡Una de las verdaderas aficiones que te interesaban!

[...]

     Ansías recelosa, en la espera de su infame presencia. ¿Cuánto tiempo pasó entonces? Escondida, de vez en cuando sacabas la cabeza para admirar aquella puerta, oyendo únicamente el palpitar de tu corazón demencial. Late frenético; late porque sabe que estás loca. Entrecierras los ojos, y desde allí, sin esperarlo, los pasos rompen la monstruosa monotonía. Los senderos están desérticos, la tarde entregaba despacio sus últimos suspiros por lo que la noche en su velo nocturno caería dentro de poco, sencillamente porque, anochece más temprano en invierno.

    Seguiste felina a aquella obsesión sin presura y apenas verlo salir, lo buscas incansable, procurando mimetizarte como una terrorífica sombra… Inadvertida. Una curva en los labios se asoma, pérfida en una idea de cacería. Lo quieres comer, tienes hambre y el apetito se retuerce en las entrañas. Midas lo convertía todo en oro, tú lo conviertes todo en pecado. Un pecado rojo que siempre se encuentra avispado, que acapara y devora. Entonces se infla de vanagloria y una soberbia atroz.

    Enseguida agilizas tus movimientos para detenerte en cada esquina. La arquitectura es ideal, habiendo oberturas de pequeños callejones sin salida, ocultándote severa y dejándole ser todavía ingenuo. Obviamente no lo es… “A menos que no haya tenido tanto contacto con las mujeres para saber qué tipo de mirada le ofrezco.” Resistes seguirle por otro segundo, sino sospecharía, colmas de aire los pulmones y otra vez desesperada lo buscas por el camino que sigue.

   Además de experimentar una sensación vibrante, frustrante incluso: “Eres inalcanzable… y exquisito. Bendecido por el pensamiento rudo y vehmente, deseando resaltar ante una chusma atolondrada y estúpida. Si te dijera que me gustas, ¿qué harías?”
Publicado por Giannina I. Visconti Jue Ene 14, 2016 2:51 am
Giannina I. Visconti
séptimo curso
Nina
Maneater  BFDkOBH
74
143
Emily Didonato
Querido, soy un animal anfibio; todo lo amo, todo me divierte, quiero unir todos los génereos.
séptimo curso
https://whispersinthedark.forosactivos.net/t525-visconti-isabel-g
Los pasillos estaban totalmente solitarios, un tanto extraño cuando normalmente me encontraba por lo menos uno de mis compañeros repasando su sector, o algún alumno habiéndose citado con algún docente. Pero ni eso. No había ni un alma.
Mis pisadas rompían el silencio, y, pese a ser consciente que allí no había nadie, eché una mirada a mis espaldas, comprobando ─de nuevo─ que estaba totalmente solo. Pero mi instinto me decía otra cosa, el subconsciente ─temeroso de una mirada gélida conocida─ me hablaba, y provocaba que me pusiera los pelos de punta.

Bajé para dirigirme hasta mi habitación, tomando un paso aligerado para llegar cuanto antes a mi guarida. Tan pronto como escuché unos pasos no muy lejos de mí me sentí como la oveja, siendo acechada por el lobo ─o debería mejor decir adolescente hormonada─. Pero, ¿por qué huía? Ni siquiera sabía quién era el que estaba detrás de mí, ni tampoco estaba seguro de si me estaba persiguiendo, o tan solo pasaba por ahí. Me estaba volviendo paranoico, así que paré, y volví a girarme para ver si podía apreciar esa melena de rizos castaños. Nada. Tan solo serían imaginaciones mías.

Bueno, volví a mis andares, y una vez llegué a mi habitación cerré la puerta para empezar a desvestirme, quitándome el peto para luego la camiseta y empezar a rebuscar entre los cajones algo de ropa cómoda.
Publicado por Invitado Jue Ene 14, 2016 4:56 pm
Anonymous
Invitado
Publicado por Contenido patrocinado

Página 1 de 2. 1, 2  Siguiente

Ver el tema anterior Ver el tema siguiente Volver arriba


 
Permisos de este foro:

No puedes responder a temas en este foro.