Whispers in the Dark
¿Quieres reaccionar a este mensaje? Regístrate en el foro con unos pocos clics o inicia sesión para continuar.
Últimos temas
» ▲ Inscripciones a la TGF
Royals EmptyDom Nov 06, 2016 9:33 pm por J. Nate Seeber

» More than Blood —PRIV. Elliot Rhodes
Royals EmptyDom Nov 06, 2016 4:23 am por Elliot Rhodes

» Noche sin estrellas.
Royals EmptySáb Nov 05, 2016 8:51 pm por Brian Downer

» Friendly fires — Isak
Royals EmptyLun Oct 24, 2016 12:05 am por Isak T. Bruhn

» ▲ Petición de rol
Royals EmptySáb Oct 22, 2016 11:27 am por Brian Downer

» Darling, SO IT GOES (BRIAN)
Royals EmptySáb Oct 22, 2016 10:56 am por Brian Downer

» Pared Pintarrajeada [MT#3]
Royals EmptyJue Oct 20, 2016 12:08 pm por M. Yvette Gunnhild

» 2 – 9 – 8 – 3 – 2 [MT#3]
Royals EmptyMiér Oct 19, 2016 9:46 am por M. Yvette Gunnhild

» Something happened [Xavier R.]
Royals EmptyMar Oct 18, 2016 9:15 am por Benjamin Lewis

» Power [Benjamin & Mathias]
Royals EmptyLun Oct 17, 2016 6:43 pm por Benjamin Lewis

» ▲ Desbloqueo de tramas
Royals EmptyLun Oct 17, 2016 10:03 am por M. Yvette Gunnhild

» Wildfire
Royals EmptyDom Oct 16, 2016 11:09 pm por Xavier D. Rhodes

Afiliados del Foro
Afiliados Hermanos - 6/6
Directorio - 6/6
Afiliados Elite - 33/33 - Última Limpieza: 24 de septiembre - Cerrado
Royals SH3v5Xc

Royals

Royals A7vEd3c

"She looks like a cool drink of water
But she's candy-coated misery"

El frío en los últimos meses ha sido violento, abusador, por ello tus labios se te resecaban con frecuencia, humeándote serenamente con un bálsamo labial de aloe y aumentando el uso inevitable de cremas para manos. No es por exagerar. Los agentes atmosféricos y las bajas temperaturas sobre una piel voluminosa, necesita ser hidratada, aún así, deslumbra bajo los efectos de un astro rey y adquiere un tono llamativo, sensual al ojo. En tanto, una elegancia parsimoniosa, envidiable y graciosamente practicada desde la niñez, es desplazada entre los pasillos del internado, sin mirar a nadie, alzando la barbilla altivamente y despreciando a las alimañas durante el paseo vespertino.

Llevas la cuota justa de maquillaje y las uñas despintadas, con el propósito de arreglártelas junto a tu exuberante amiga blonda: Grace Edwinson. Quieres probar un color nuevo, ¡algo exótico! Por ello llevas un bolsito con esmaltes y juego de manicura, mientras un plebeyo que te sigue desde atrás —ya que siempre te las arreglas para mangonear sobre algún hormonal muchacho—, trae una bandeja con tarta de naranja y dos vasos de yogur de sabor fresa. Una cortesía que preparaste audazmente para la hora de la merienda.

El varón, de castaños cabellos, no omite queja alguna, te admira en silencio. Sus ojos se agrandan embobados cada vez que le miras sobre el rabillo, apurándole sin que se diera cuenta. Él podrá pensar: “¿Creerá que soy guapo?”, cuando en realidad, tú estás pensando: “Si se te llega a caer la bandeja, el infierno te parecerá un paraíso comparado conmigo.” Sí. Muchas personas son instrumentos para ti, peones que poseen alguna ventaja provechosa, conveniente. Entonces, la relación es frívola —por tu parte—, basada en capsulas y reglas. ¿Por qué? Porque eres caprichosa y tirana. Se te ha dado siempre lo que querías debido a una madre ausente, una torcedura que no volverá a ser enderezada.

¿Y Grace? ¿Qué es ella para ti? No lo sabes describir a ciencia cierta. No has tenido una verdadera confidente, una amiga de verdad durante mucho tiempo. Quizás puedas sumar aquella niña que tenías por vecina y mantenían buen contacto por las tardes, cuando ambas abuelas se juntaban a tomar el té para hablar de política. Luego crecieron y tomaron rutas distintas.

En una íntima complacencia, evocas una sonrisa chispeante y cándida, golpeando escrutadora  para llamar a quién está al otro lado.

¿Y si no está? —pregunta aquél, sonrojado por su inoportuno comentario. Los ojos se incrustan en los suyos, como estacas inquisitivas que desean desgarrarle el pecho y destriparle hasta dejarlo vacío.

El pensamiento pesimista no lo compartes, por ende, contestar disconforme:
Con ésos miserables pensamientos, imagino que no te va muy bien con las mujeres —hablas educada, a pesar de ello, el veneno se germina en tu lengua y se inyecta letal. Lo peor es cuando sonríes pérfida, exponiendo una fila de dientes parejos.
Publicado por Giannina I. Visconti Dom Abr 03, 2016 2:18 am
Giannina I. Visconti
séptimo curso
Nina
Royals BFDkOBH
74
143
Emily Didonato
Querido, soy un animal anfibio; todo lo amo, todo me divierte, quiero unir todos los génereos.
séptimo curso
https://whispersinthedark.forosactivos.net/t525-visconti-isabel-g
El vaho se escapó de sus labios al abrir los ojos. Se había quedado dormida con la ventana abierta y el viento se colaba violentamente por la misma revolviendo las hojas del libro que estaba abierto en su regazo. Había bajado el sol, quien, cubierto de nubes hacía parecer que era más tarde de lo que era en realidad. Grace no tarda en ponerse de pie y cerrar la ventana para luego frotar sus brazos con un quejido. Sin pensarlo dos veces se mete dentro de la cama, incluso cuando aún llevaba el uniforme, suspira mientras observa aquel sector de su cuarto. No se parecía en nada a la Grace que había sido unas semanas atrás, con cada pedazo de piel pintado, con vestimentas que llamaban la atención de los hombres, con su cabello suelto y brillante que parecía estar siempre iluminado por el sol. Grace se había vuelto opaca, un intento de no llamar la atención.

Después del encuentro con Jack en el bosque, algo había cambiado dentro de ella. Si antes había tenido miedo dentro del internado, ahora esta aterrada. No había salido a correr, no había salido a mostrar lo hermosa que era. Iba a clases, salía, entraba y se encerraba en su habitación, y dado que no había nada por hacer, había comenzado a hacer los deberes. Definitivamente, no era la Grace que todos conocían y creían ver.

Se abrazó a la almohada, aún sin llorar. No había llorado desde ese día, aunque razones no le faltaban, no lloraría días después. Unos golpes en la puerta llamaron su atención. Observó la misma meditando las posibilidades de fingir que dentro de su habitación no había nadie. Aún necesitaba recuperarse, y ya bastante era que la hayan visto en clase sin maquillaje, con el cabello recogido, el uniforme como correspondía ser llevado y la mirada perdida. Pensó en las personas que podían interesarse por ella, pensó en si estaban en lo correcto en ir a buscarla, luego pensó en que quizá eso la alegraría, y se levantó para abrir la puerta de un tirón, no sin antes acomodar la falda del uniforme y encender la luz.

Tras la puerta se encontró con Nina, y por instinto mostró una pequeña sonrisa, su amiga llevaba comida, Grace no comía hacía días, y algo más que no podía descifrar a esa distancia. Pero aquella pequeña sonrisa que se encontró en los labios de la rubia, duró lo que tardó en notar que su amiga no la miraba a ella, sino a alguien más. Siguió su línea de la mirada hasta dar con un joven, al que también le sonrió, solo que esta vez había malicia en su sonrisa.  —¿Tu qué miras? ¿Se te perdió algo o es que no sabes que debes ayudar a una mujer cuando lleva algo en sus manos?

—¿Quieres pasar?— Preguntó tras poner los ojos en blanco dada la falta de caballerosidad de aquel joven, y abriendo un poco más la puerta para que la joven pueda ingresar. —¿Te ayudo con eso?

Agregó extendiendo su mano a la bandeja. Se veía rico, y eso que la joven no era de las que moría por tartas y esas cosas. De igual manera agradecía que Giannina haya sido quien se encontraba en la puerta, no estaba muy deseosa de insultar a alguien e incluso sabía que lo que le había dicho al joven no llegaba ni a la décima parte de lo inferior que era capaz de hacerlo sentir. Esos días le había faltado practica y ganas, más de lo último que cualquier otra cosa.

—¿Qué te trae por aquí?— Pregunta con gentileza, moviendose por su habitación hasta llegar a la cama, donde mueve el cuaderno y el libro de historia. —Siento el desorden, estaba con los deberes de historia, aunque deberían poner a alguien que se encargara de la limpieza en todo momento, comenzaré a extrañar a la persona que limpiaba en mi casa, cuyo nombre no recuerdo.
Publicado por Grace L. Edwinson Jue Abr 14, 2016 10:16 am
Grace L. Edwinson
séptimo curso
Grace
Royals SoEbZOKl
164
258
katherin mcnamara
And there will come a time, you'll see, with no more tears. And love will not break your heart, but dismiss your fears.
séptimo curso
https://whispersinthedark.forosactivos.net/t197-grace-edwinson-id
                      —¿Tu qué miras? ¿Se te perdió algo o es que no sabes que debes ayudar a una mujer cuando lleva algo en sus manos?

    —Yo, éste… —balbucea y agacha la cabeza como si estuviera dispuesto a convertirse en el cordero de sarificio ante las dos brujas. No se atreve a mirar a ninguna, ni desea esforzarse en entender la locura de Grace, cómo era bien visto, él carga casi todo. No dices nada, divirtiéndote. En alguna ocasión durante la subida en las escaleras, casi realizó malabares de circo, pero tu melódica voz sonaba amenazadora en cada oportunidad. Presionando, obligándole sudar la gota gorda. Fue útil en su momento, es hora de desecharlo.

    Hacerlos sentir inferiores no es suficiente, hay que estudiarlos como monos de laboratorio y probar, tanto su resistencia psicológica como sus aptitudes. Tratándose de algo mucho mejor que simplemente dedicarles unas míseras palabras, contra sus flaquezas y defectos. ¿No es esto lo que llaman una selección natural? Sucede todos los días en el mundo animal, en la naturaleza… ¿Por qué no ha de pasar entre los humanos? Deberían agradecer a Charles Darwin por su gran aporte a la biología.

    Una vez eres convidada para entrar, te encargas tu misma de despedirte del alumno, por ello regalas un besito en su mejilla, un mero roce de labio y sin que éste se diera cuenta —ya que se frota la mejilla bobamente, absorto en sí—, le cierras estrepitosamente la puerta en las narices. Te deslizas aún más por el interior del aposento, levitando en pasos graciosos que te llevan a dejar el bolsito sobre la cama. Pasado un segundo, admiras a la damisela con una fila de dientes blancos que se exponen en una sonrisa ladina.

     —¿Qué te trae por aquí?

    —¿No es ésa una pregunta un poco tonta, querida? Obviamente estoy aquí por ti, que algo no está bien contigo. Incluso sentí un molesto vacío sin tu presencia, ¿sabes? —le arreglas un mechón a tu compañera, dedicándole después una caricia breve a su cabello. Hay algo de sinceridad en lo que afirmas. Te es irritante no tener a alguien que suplante tus retorcidos pensamientos, pese a que a veces, te encuentras abrigada en un aura de parsimonia y mutis escalofriante mientras, el otro no sabría como desenvolverse contigo por miedo a quedar como un idiota.

    —Siento el desorden, estaba con los deberes de historia, aunque deberían poner a alguien que se encargara de la limpieza en todo momento, comenzaré a extrañar a la persona que limpiaba en mi casa, cuyo nombre no recuerdo.

    —No preocupes, vine para ser tu heroína y rescatarte de tu… —echas un vistazo panorámico a la pieza: Las ventanas cerradas, las cortinas, tapan la poca luz del sol que existe en el exterior del internado; la cama desaliñada, los cuadernos abultados uno encima del otro sobre el escritorio. Zapatos revolcados por todo el alfombrado suelo, y, un pilar extra de ropa usada sin doblar. Sí, por supuesto, aquello es horripilante a la vista, tanto que te rascaste sutilmente la barbilla al atraparte una ansiedad trastornada por la limpieza—: Cueva primitiva —ruedas los ojos, soltando al poco rato una risilla que podría o no contagiar, la intención es catalogar aquello como una taberna pirata, grotesca y sucia—: Te ayudaré a limpiar, una dama no debe vivir en un chiquero. Y santo cielos, Grace, necesitas una sesión de belleza urgentemente. Por éso he traído también mi botiquín de primeros auxilios... —añades divertida, entonces, la tomas de la mano, invitándole cariñosamente a sentarse.

    Tomas los dos vasos de yogur, y con cuidado, sirves las porciones de tarta.
    —Espero te guste, lo he hecho yo —comentas persuasiva, los postres te salen excelsos pero, la gastronomía cotidiana, mejor ni intentarlo. Sólo invitarías al fuego a quemar los cimientos—: Olvídate por ahora de los deberes, el profesor comprenderá que nosotras las señoritas merecemos un momento de tertulia.

Publicado por Giannina I. Visconti Lun Abr 18, 2016 9:36 pm
Giannina I. Visconti
séptimo curso
Nina
Royals BFDkOBH
74
143
Emily Didonato
Querido, soy un animal anfibio; todo lo amo, todo me divierte, quiero unir todos los génereos.
séptimo curso
https://whispersinthedark.forosactivos.net/t525-visconti-isabel-g
¿Alguien podría haber sido más adorable? Giannina no hizo preguntas, no esperaba que las hiciera, nosotras no éramos así, no nos preocupábamos por las demás personas, no nos sentábamos a escuchar los problemas. Nosotras éramos actrices que cumplían perfectamente con un papel, salvo por el tiempo que Grace se había tomado libre. La visita de Nina era como una patada que la regresaba a la realidad, donde ella era una joven que no podía verse derrumbada, quebrada y golpeada. En su mundo, todo siempre tenía que estar bien. «Levanta el mentón, finge ser normal», su lema personal.

Grace tampoco preguntó quién era el chico o porque la castaña se tomó su tiempo para ingresar a la habitación. Seguramente sería uno de esos juegos con los que tanto disfrutaba, mostrando quien era la reina, quien siempre tendría el poder. Ambas tenían la misma clase de poder, el de la seducción, era lo que las había unido en un principio. Eran personas de la misma clase. Ambas sabían lo que querían y lo obtenían. Tenía que volver a ser esa persona, y una limpieza sonaba completamente bien.

—Siento haber estado perdida, no era mi intención— Explica con tono elegante. —El encierro, en algún momento tenía que tener una decaída, ¿no?

Justifica sus acciones de esa manera levantando las palmas en señal de inocencia, y se levanta de la cama un segundo. Tenía que comenzar la renovación cuando antes. Necesitaba recordar quién era, el poder que tenía, tenía que recordar cómo debía moverse ante las demás personas. Regresar a su papel. Podía ser eso, quien sea que haya sido esa persona, no le arrebataría su propia vida, no podía dejar que la misma sea consumida solo por un susto.

Nuevamente la idea de tener que hablar con Jack zumbó en su cabeza. Lo haría, pero cuando estuviera dispuesta a entablar una conversación donde fuera capaz de dominar el miedo que había sentido ese día, y dejar en claro que ya no lo sentía más.

—Entonces, super Nina. Manos a la obra, tenemos tiempo hasta la cena, el cuarto no está tan desordenado, solo hay que acomodar la ropa y hacer la cama. Me puedo encargar de ambas cosas, tu termina de comer la comida que has traído, solo será un momento, lo prometo— Comentó tomando uno de sus jeans favoritos, lo dobló y colocó sobre un espacio libre del escritorio. La silla tenía un poco de ropa acumulada, pero no era tan grave. En cuanto a la cama, era cuestión de un minuto. —Lo que necesito, y para eso me ayudarás, es la parte de belleza. Nos ayudaremos mutuamente, y repetiremos una y otra vez que a éste internado le hace falta un buen spa.

Dejó una playera doblada sobre el jean, y le dedicó un guiño a su amiga. Esa noche las dos terminarían renovadas, como nuevas, y eso era lo que Grace necesitaba, volverse a sentir la muñeca que era y que podía cumplir con ese papel.

Probó la comida, haciendo una corta pausa, antes de responder a su pregunta indirecta. —Honestamente, esto está excelente. Gracias. En cuanto a los momentos femeninos, puede que siempre exagere un poco con respecto a lo que necesitamos, pero vamos, hoy es noche de chicas.

Ese era el perfecto momento para sacar su móvil, tomar una foto de las dos, subirla a las redes sociales alardeando del momento que pasaban, y luego poner música que haya estrenado ese año. Pero, como no tenía su móvil, solo tomó unos pantalones de la silla y siguió los pasos que con la ropa anterior.
Publicado por Grace L. Edwinson Jue Abr 28, 2016 1:16 am
Grace L. Edwinson
séptimo curso
Grace
Royals SoEbZOKl
164
258
katherin mcnamara
And there will come a time, you'll see, with no more tears. And love will not break your heart, but dismiss your fears.
séptimo curso
https://whispersinthedark.forosactivos.net/t197-grace-edwinson-id
                                      El más prodigioso escultor italiano las hubiera descrito de ángeles divinos, gloriosas en una comedida interacción fresca y grácil actuar, lamentablemente, éstas han sido expulsadas por una soberbia codiciosa, perdiendo el aura celestial que alguna vez tuvieron.
Siento haber estado perdida, no era mi intención“espero no suceda otra vez”, responden tus orbes de hielo, “aunque me encantaría oír tus miserias, una dosis de humor me vendría bien”—. El encierro, en algún momento tenía que tener una decaída, ¿no?

       —Las reinas no tiene permitido desmoronarse —dices, la prueba definitiva que tienes un supremo indiferentismo al dolor propio y ajeno. Desprecias. Humillas en una voz preciosa y sutil. La vanidad raya al delirio de grandeza, muy oculta bajo unos ojos escrutadores que observan a la despampanante compañera—, sino, el imperio caerá como barajas de naipes. —Te retocas invisiblemente el cabello con la punta de las yemas, tirándolo hacia atrás en un gesto coqueto. Tan mortífera como encantadora, no hay duda que podrías destruir a Grace si tu corazón endemoniado, lo dictase. Pelear no tendría sentido alguno. ¿Habría motivos suficientes? No. ¡Sería ridículo!

    La alianza es mucho más fructífera.

    Pestañeaste incrédula, no ibas a permitir que te dejase mirando, movida por el deseo de ser también participe. Tienes la boca ocupada, razón por la cual no contestas; masticas sin prisas, y la mandíbula, contraída en los movimientos constantes, saborea sin repudiar. Sonríes, una pequeña curva de complacencia, Grace está arreando una voz animosa. Una faceta completamente nueva. ¿De eso se trata “apoyar al prójimo”? Junto a tu tía, siempre has acudido a organizaciones de beneficencia, desinteresada en los motivos, pero lo bastante satisfecha para saber que tener a los débiles a favor, se trata de una excelentísima arma a futuro. ¿No es así como los políticos se manejan? Claro, estrategia publicitaria: Completamente sensato para un público liberal.  

    Limpias con el dorso, las migas sobrantes de la boca, actuando severamente a su lado cuando te empecinas en doblar la indumentaria de la rubia.
    —Me alegro que te guste —le has dejado la ropa —muy perfectamente— doblada en un pequeño montón para que lo guardase. En cuanto a la silla, al fin desocupada, limpias polvo inexistente del asiento. Palmeas contra éste, invitándola por fin a sentarse y dando por hecho que el trabajo culminó. Aunque si fuera tu cuarto, limpiarías en profundidad toda la suciedad acumulada de los rincones, repasando dos o tres veces el mismo sitio. Aquello sería descortés para una mera invitada inesperada. Los modales primero.

   Coges un peine, perdida e inmersa en las hebras.
   —El rubio en la mujer siempre lo he detestado, debo confesar. —Perfilas una sonrisa tranquila, deslizando uniforme el objeto sobre aquella cabellera voluminosa—. Déjame explicarte porque: Cuando estaba en la escuela elemental1, tenía una compañera blonda, usaba siempre coletas. Sin embargo, por algún motivo desconocido, buscó oportunidades para humillarme. Naturalmente, no estuvo en mí contestar a una lacra social. Me atormentó una semana. ¿Sabes qué hice? La até a una silla, tomé unas tijeras y le corté el cabello hasta la raíz. —La imagen de una niña suplicando por piedad, provocó una ligera risa—: Desde entonces, he desconfiado de las rubias. —Susurras en su oído, un aliento tibio que acaricia dulcemente. Te apartas—: Contigo hice la excepción. Pues tú y yo, somos como Afrodita y Perséfone... Hasta sería curioso saber si ya has encontrado a tu Ares.

—nota:
1. Teniendo en cuenta que Nina es italiana, la educación de allí difiere un poco en cuanto a grados. La escuela elemental, vendría a ser como primaria, la diferencia está en que se subdivide en dos ciclo y es entre seis a once años. La historia podríamos ubicarla cuando ella tenía nueve o diez, en su segundo ciclo.
Publicado por Giannina I. Visconti Miér Mayo 04, 2016 2:16 am
Giannina I. Visconti
séptimo curso
Nina
Royals BFDkOBH
74
143
Emily Didonato
Querido, soy un animal anfibio; todo lo amo, todo me divierte, quiero unir todos los génereos.
séptimo curso
https://whispersinthedark.forosactivos.net/t525-visconti-isabel-g
Era cierto que Nina tenía la habilidad de regresar a la joven al mundo real. Quizá era demasiado dura y fría, pero era lo que la joven necesitaba, recordar que al mundo entero no le importaba que se sintiera mal, y si lo hacía era porque querían buscar una forma de destruir su vida perfecta. Nina era lo opuesto a Gregg, y lo único que esos dos tenían en común, era que lograban llevar a Grace al puesto que querían. Una lograba que regresara a ser la persona distante, la perfecta princesa que no guardaba interés en las otras personas. El otro lograba que recordara que detrás de esa coraza de hielo, había un alma que se podía llegar a preocupar por las demás personas. Dos polos opuestos, uno le recodaba que tenía un alma, la otra hacía que lo olvidara.

Como efecto, una sonrisa de superioridad se formó en sus labios antes de que cualquier otro pensamiento fuera capaz de tirar la idea a cabo. —Lo bueno de ser una Reina es que nadie te tiene que decir qué hacer— Respondió al comentario de la castaña con un encoger de hombros despreocupado.

Dejando el tema de lado, Grace tomó las prendas que habían doblado entre ambas agradeciendo por la ayuda, en cuanto a lo demás, ya buscaría que alguien de limpieza se hiciera cargo, porque no pensaba ponerse a hacer el trabajo que le correspondía a otras personas. Podía hacerse cargo del desorden, pero no más que eso. Era a lo que estaba acostumbrada, y era eso lo que esperaba de un lugar que tenía suficiente dinero para gastar para aceptar personas de todas partes del mundo y enviarles una carta de papel de calidad. Si tenían dinero para eso tendrían dinero para contratar personal capacitado para limpiar una mísera habitación.

La comparación y la historia de Nina la hacen sonreír, propio de ella, aunque le sorprendía que sea la acosada y no la acosadora. Había imaginado los papeles ligeramente invertidos, pero si estaba en lo cierto, ser rubia abría la generalidad de decir que eran hermosas, populares y tenían el control del instituto donde había estudiado. Como la mismísima Grace.

—Bueno, no todas las rubias somos tontas, y eso ya lo sabes. En mi colegio me gustaba molestar a aquellas chicas que llevaban los libros pegados al pecho, dientes torcidos y ropa que no merecía la pena describir, pero que seguro era de segunda marca. Las jóvenes que pensaban que en algún momento un príncipe iba a aparecer para salvarlas de esa pesadilla, pero no me hubiera metido contigo. En el fondo, una persona si sabe con quién meterse. Y si lo que quería era mostrar autoridad, debería haber hecho de ti una amiga, no una enemiga. Es lo que yo hubiera hecho, y fue lo hice. De nada sirve una enemiga que puede jugarte con las mismas cartas, para eso están las personas mediocres cuyo futuro es inexistente y su importancia en el mundo es nula— Explica con naturaleza. Porque si eso para algunas personas era tonto para pensar o la señalarían como un caso de, “mira ella cree que eso es cierto”, era lo que debía demostrar. Lo que era y había hecho por mucho tiempo. Si Gregg había cambiado algo de ella, en ese momento no se notaba para nada, y a eso también apostaba la joven. — Aunque hubiera matado para ver la cara cuando se dio cuenta del error que había cometido.

Encoge un hombro con un guiño, abrazando la idea de ver a su amiga salirse con la suya. —No te preocupes por lo que lo que cupido esté preparando. No hay un chico en un futuro cercano de mi vida. ¿Qué hay de ti?

Después de Gregg, era difícil encontrar alguna persona que cumpliera las mismas cualidades. Mucho menos que la hicieran sentir de mejor manera. Y como tampoco tenía intenciones de mantener una conversación romántica con Nina, porque solían conducir a mentiras y frases que buscaban evitar a toda costa aquel amor que había perdido, y agregando lo ocurrido en el bosque, lo quería ignorar aún con más ganas. Ofreció un plan secundario.

—Extraño eso. Bromas cargadas de maldad pero que se podían curar con un poco de tiempo. Molestar a alguien y hacer que se sienta miserable— Recordar lo que era tener el poder sobre las demás personas y las decisiones que tomaban. —Dime, no tienes a nadie en vista que pagué tenga que pagar el precio de existir, ¿verdad? — Era una posibilidad remota, pero una posibilidad al fin.
Publicado por Grace L. Edwinson Vie Mayo 13, 2016 3:40 pm
Grace L. Edwinson
séptimo curso
Grace
Royals SoEbZOKl
164
258
katherin mcnamara
And there will come a time, you'll see, with no more tears. And love will not break your heart, but dismiss your fears.
séptimo curso
https://whispersinthedark.forosactivos.net/t197-grace-edwinson-id
          —Dime, no tienes a nadie en vista que pagué el precio de existir, ¿verdad?

    —Maquiavelo dijo una vez: “El que es elegido príncipe con el favor popular debe conservar al pueblo como amigo.” No me conviene desprestigiar a los débiles, o no me seguirán como rebaño. ¿Cómo crees qué los políticos compran sus votos? Dando de comer al del eslabón más bajo, son mayoría. En mi opinión, preferiría desterrar a los que se encuentran en una jerarquía mayor, es decir… —relames con la punta de tu rosada lengua, el labio inferior, acomodando después, una sonrisa viperina—: A la competencia. ¿Hay alguien en el internado qué sea competencia para nosotras, Grace?

   Te admiras en el espejo, obligando a tu amiga a hacer lo mismo.
   —Míranos, tenemos la nobleza en la sangre. ¿Para qué gastar nuestras energías en inútiles, pudiendo usarla en planes mejores? Las niñerías y el trabajo sucio, déjaselo a los peones. Haz el caos en las sombras, y luego observa atentamente lo que sucede. ¿No es más divertido así? ¿No? —Sonríes deleitándote. Bellísima como filosa, ¿quién querría meterse con ustedes? ¿Un dúo que se complementa a la perfección? No ignoras del todo lo que sucede en internado, pero tampoco es que te importase demasiado lo que allí dentro pudiera suceder… La civilización es el doble de peor, ¿y quién puede decir lo contrario?

   Todos somos monstruos de alguien.

   —Destruir una amistad desde la raíz, o separar a dos enamorados y salir impune. Oh, no. No voy a hacerles sentir miserables solo con palabras insignificantes, encontremos sus debilidades y mirémoslos como un buen espectáculo teatral. ¿Te parece? —Dices con tranquilidad, apartándote de ella en un movimiento sinuoso. Te peinas a ti misma, desenredando la cabellera castaña, mientras le das la espalda. A veces podías ser todo un enigma para las personas que creen conocerte, y parece que a ella aún le faltaba camino por recorrer para conocer a la verdadera serpiente que se retorcía en tus entrañas. Ni hace falta ser narcisista o superficial, la ambición puede ser tan destructiva como pérfida.

    —Referente a tu pregunta sobre algún chico en cuestión. —Cambias de tema tras palparse la tensión. Acuñaste la pregunta desde hace un buen rato, pero antes de precipitarte, consideraste pensarlo en cautela—: No existe una etiqueta formal a lo que tenemos... —hiciste un mohín, extrañada, confusa... Pérdida—: No sé exactamente que tenemos. Es la primera vez, que alguien juega a mi ritmo.
Publicado por Giannina I. Visconti Vie Jul 01, 2016 3:52 am
Giannina I. Visconti
séptimo curso
Nina
Royals BFDkOBH
74
143
Emily Didonato
Querido, soy un animal anfibio; todo lo amo, todo me divierte, quiero unir todos los génereos.
séptimo curso
https://whispersinthedark.forosactivos.net/t525-visconti-isabel-g
Publicado por Contenido patrocinado

Ver el tema anterior Ver el tema siguiente Volver arriba

- Temas similares

 
Permisos de este foro:

No puedes responder a temas en este foro.