Día de los Inocentes (Grupo 1)

Publicado por Whispers Jue Jun 09, 2016 10:00 pm

La mañana del “Día de los inocentes” no podía haberse despertado más gris. O yo no podía haberme levantado con el pie derecho, para variar. Antes de vestirme ya me había golpeado con la puerta del armario en el pie derecho y perdido entre mis sábanas el gorro de lana gris que usaba para taparme la cabeza. Cuando me llevé a la boca por inercia un bolígrafo, confundiéndolo sin querer con un cigarro -bendita necesidad de calmar mis ansias de nicotina-, terminé de convencerme de que aquel no sería un buen día.
Y cuando abrí la puerta y vi la graciosa notita del bromista de turno mi mal humor creció más aún. Como encontrase al simpático se la iba a hacer tragar enterita.

En verdad me sentía ofendido por más cosas. Un cúmulo de elementos negativos, siendo claro. Me había tocado cubrir las espaldas de personas que me caían fatal si decidían, finalmente, huir del internado. Sí, esa era su idea. Ridícula sin ayuda o un coche, ¿no?
Mentir se me daba de vicio y últimamente ya no sentía ni siquiera remordimientos -nadie me regañaría al final del día-, pero, ¿quiénes se creían ellos para pedirme a mí que mintiese por ellos? ¿Eva Green? ¿Christina Hendricks? Por ellas lo hubiera hecho. Por tres idiotas que entre todos no formaban un cerebro, lo siento, pero no.

Una vez que encontré mi gorrito y pude colocármelo para disimular que parecía un pasajero del Titanic, abandoné mi dormitorio. Mi cara de enfado habitual y yo teníamos hambre.

En el pasillo de la quinta planta me encontré el acostumbrado atasco de cada mañana, así que me vi obligado a parar hasta que se descongestionó. Con las manos dentro de los bolsillos empecé a rechinar los dientes y a mirar el reloj del chaval que tenía al lado. Sigo sin entender por qué todos salían de sus dormitorios a la misma puta hora. ¡Uno no podía ni quedarse más adormilado un día o lo dejaban esperando cerca de diez minutos a que la gente se dispersase del pasillo!

Publicado por Jack A. Hudson Jue Jun 09, 2016 10:41 pm

El día de los inocentes no era uno de sus favoritos, en su juventud se tuvo que cuidar mucho ese día y en el internado habían tenido que parar una que otra broma que se les había pasado de la mano a los estudiantes, sin contar a aquellos que también terminaban metiéndose con los profesores. Se levantó ya hastiada desde el principio, cosa que no era nada buena para su ánimo, además la nada divertida notita que había recibido esa mañana no ayudaba mucho. Trato de no tardar mucho arreglándose, queriendo comenzar rápidamente el día, de esta manera terminaría más rápido o por lo menos en el desayuno su humor cambiaría.

Se dirigía al comedor, caminando hacia el aula en donde convivían con el resto de los jóvenes cuando recordó que torpemente el día anterior había dejado uno de los libros que había sacado de la biblioteca y que había estado leyendo en la azotea, debía cuidarlo y devolverlo pronto, o el bibliotecario mínimo le vetaría la entrada a la biblioteca. La azotea era un buen lugar para leer y alejarse de todos, cosa que a pesar de no gustarle demasiado en grandes cantidades a veces era necesario par recapitular todo y seguir la semana. Cambió de rumbo un poco más hastiada que antes y comenzó a subir hacia el quinto piso, pero al parecer su suerte ese día no era buena, en el pasillo de dicho piso había un atasco de alumnos medios dormidos que se dirigían a desayunar, nunca había estado a esa hora de la mañana en ese piso, pero al estar por allí las habitaciones de los mayores suponía que era común, suspiró nuevamente y se puso a un lado, esperando que todos se movieran un poco y así poder buscar el libro y largarse a desayunar. Viendo que no era la única con esa idea. También aprovecharía de vigilar que no pasara nada.

Publicado por Sophia E. Thurkell Vie Jun 10, 2016 1:50 am

Tras leer la nota, la dejó encima de la mesa y procedió a vestirse y peinarse intentando quitarle importancia al contenido de ésta. Bien podría ser una broma, sería lo más lógico siendo el día de los inocente; pero en ese internado la lógica parecía que no funcionaba como en la mayoría de sitios, o eso había estado comprobando ella con sus propios ojos y oídos el poco tiempo que llevaba allí. Tenía muchas sospechas, algunas quizás eran un disparate absoluto pero Gia no lo descartaba ni lo más mínimo, allí pasaba algo extraño e iba a averiguar de que se trataba, total, no tenía nada que perder, estaba sola en el mundo.

Miró la hora, se guardó la nota en el bolsillo trasero del pantalón y salió a paso tranquilo en dirección al quinto piso. Le gustaba empezar a limpiar por allí, era el piso que quedaba vacío toda la mañana ya que los alumnos estaban en clase, así que podía sacar brillo con tranquilidad, a demás, allí estaba uno de los armarios donde guardaban los utensilios. Llegó al pasillo central y para su sorpresa aún estaba colapsado de adolescentes. Volvió a comprobar la hora y apretó los labios dibujando una fina línea, no le gustaba empezar tarde la faena y menos si no era por su culpa. Se apoyó en la pared y se mordió la yema del dedo gordo de manera distraída, mientras observaba las caras de mal humor que tenían algunos alumnos de buena mañana, lo cual le hizo sonreír tímidamente.

Publicado por Invitado Vie Jun 10, 2016 10:01 am

Tres meses. Doce semanas. Podía con eso. Grace podía con eso. Podía terminar el semestre antes de volverse loca. Solo tres meses. Con esa motivación se puso de pie para colocarse su uniforme y acomodarlo de manera tal que quedara perfecta. No lo podía cambiar, pero al menos podía cambiar la camisa blanca por otra, solo que de tela de calidad, y las medias las había cambiado por unas del mismo color, pero que le quedaban por arriba de las rodillas. Un par de colgantes, pulseras, aros, perfume. Pasó los siguientes cinco minutos peinando su cabello. Se miró en el espejo una última vez antes de salir como la diva que mostraba ser, con un bolso de color morado donde guardaba todo sus útiles.

Caminó ignorando a todo el mundo hasta que encontró la escalera con el alboroto normal de gente. Una vez allí levantó la vista para ver si veía a Ez, así fue que notó a Jack, en realidad lo había visto antes, pero no lo había reconocido. Se acercó intentando contener la risa. Tenía que hacer algo para perder el tiempo mientras estaban allí esperando, y la falta de teléfonos móviles le impedía poder enviar un texto a su amigo para preguntar dónde estaba.

—¿Temporada de esquilación?— Preguntó sin poder contener la risa un segundo más, pero en su defensa, no había maldad en su risa. Si hubiera querido ser malvada, se hubiera notado y posiblemente todo el internado se hubiera dado cuenta. —Al menos dime que fue la venganza de alguien. Dime ¿lloraste? — Bueno, eso sí había sido un poquito malvado, pero era la manera en la que se llevaban. No se podía esperar otra cosa. —Al menos deberías haber esperado al verano.

Publicado por Grace L. Edwinson Vie Jun 10, 2016 4:35 pm

Publicado por Whispers Vie Jun 10, 2016 8:43 pm

Frunció el ceño casi imperceptiblemente cuando escuchó el estruendo y empezó a ver el humo violáceo saliendo de una de las habitaciones. A pesar de limpiarlas a diario, no sabía de quien era cada una de ellas, así que le fue de ayuda que algunos de los alumnos que empezaron a corretear por el pasillo dijeran que se trataba de la habitación de Carol Harrison. Observó nuevamente la hora y al ver que muchos de los adolescentes habían decidido marcharse del lugar, Gia decidió acercarse hacia la habitación, debía limpiar ese desastre. Faena extra, quién se lo iba a decir.

Cuando llegó a la habitación, el humo era mucho más espeso, concentrado, pero parecía que ya había dejado de salir. Había personas curioseando en el marco de la puerta. Lo primero que necesitaba hacer era saber si la chica a la cual pertenecía la habitación estaba dentro o fuera. Clavó la mirada al interior de la habitación, Gia no solía tener miedo, no sientes miedo cuando no tienes nada que perder. -Permiso– pronunció serenamente mientras apartaba delicadamente con la mano a un par de alumnos y entraba en la habitación. Abrió rápidamente la cristalera para que saliera el humo y localizó las bombas de humo pero no prestó atención al paquete del suelo. Ni rastro de la chica, menos mal, no le deseaba ese susto a nadie. Miró hacia la puerta en busca de algún adulto al que pudiera informar del incidente mientras su cabeza no paraba de dar vueltas a la nota y a lo que acababa de pasar. Interesante, realmente interesante.

Publicado por Invitado Sáb Jun 11, 2016 12:31 pm

¿Cuándo he llegado a mi habitación? Lo último que recuerdo es ver a Wes tirado en el suelo y a su hermana llorando como una loca por la pérdida de su hermano. Obviamente yo me estuve riendo como si mi vida dependiera de ello, aunque no estoy seguro si fue por esa situación o porque mi mente estaba en otro lado. Preferiblemente la primera, ya que eso significa que tengo humor negro. ¡Uy! ¿Se imaginan si hubiera nacido negro? Siempre lo he pensado ya que no me parezco en nada a los otros blanquitos como yo. Dicen que los negros la tienen más grande, así que mejor. Aunque pobre Bo, que ya le cuesta con lo que tengo. Aunque... ¿y por qué no todos los chicos del internado? Los pongo en fila y voy uno a uno dándoles lo que se merecen. Vamos, no me miren así, soy un loco sin sentido en la vida en estos momentos, y como mi cuerpo no quiere levantarse algo tengo que hacer para entretenerme.

De repente un ruido nuevo atrapa mi interés, este parece ser una explosión. ¿Nos están atacando la fuerza militar o-? Ah no, espera, que si fuera eso estaría en el mismo lugar al que Wes se fue. Aunque no llegara a tocarle, fue una bonita experiencia tenerlo a mi lado durante el tiempo desaparecido. Intento levantarme pero mi cuerpo se niega a responder. Ya que mis ojos si funcionan, los cierro y me concentro en mover mi cuerpo poco a poco. Empiezo por los dedos de las manos y voy pasando por las demás partes hasta llegar a mi cuerpo. Uff... no saben lo que cansa levantar mi torso para quedarme sentado. No estoy seguro si son los tranquilizantes o simplemente mi cuerpo es tonto, pero vayamos por la primera.

Cuando llego a la puerta pierdo el equilibrio y casi me caigo, pero mis manos fueron rápidas y se agarraron a la puerta para no caer del todo. Por alguna extraña razón llevo una sonrisa en mi cara que no puedo quitarme. Solo me falta maquillarme, pintarme el cabello de verde y voy a ser el Joker. Aunque creo que estoy más loco que él. Si en alguna oportunidad me lo encuentro, le preguntaré. Capaz y hacemos varias pruebas a ver quién es el más loco. De seguro termino ganando yo porque siempre gano.

De alguna forma mi muñeca encuentra la manera de girar para abrir la puerta de mi habitación y salgo de una. Intento no soltarme de la manilla mientras la cierro para no caerme, siento como si mi cuerpo pesara una tonelada. ¿Tanto he engordado? Joder, que eso luego no pone y me complica más el trabajo. Lo que si no me espero es mucha gente a mi alrededor, parece que algo ha pasado donde mi hermana. ¡Mi hermana! Se llama Carol, super buena gente. ¿La conocen? Seguro que sí, es toda una perra... Igual que yo, aunque supongo que yo más ya que, cuando miro hacia abajo, estoy solo en bóxers negros y nada más. ¿Frío? Ni un poco. ¿Vergüenza? Ni un pelo. ¿Triste? Sin lágrimas, pero sí.

Mi vida no tiene ni puto sentido.

Publicado por Ezra J. Harrison Sáb Jun 11, 2016 5:04 pm

Por si esperar en un pasillo a que la aglomeración se disperse resulta un fastidio a primeras horas de la mañana, la aparición de una risilla chulesca y su impertinente dueña terminaron de sacar mi mal humor a relucir. En cuanto escuché a la barbie de Todo a cien soltar una de sus inoportunas frases justo a mi lado rodé los ojos hasta ponerlos en blanco. Tedio inmediato. Sé que unos días atrás había hablado con ella rozando los límites de la amabilidad pero en mi defensa he de decir que estaba enfermo. Una vez en mis cabales me sentía incapaz —y tampoco me apetecía— de compartir con ella ni siquiera oxígeno. Atentaba contra mi imagen estar a su lado. Jack Hudson luchaba día tras día para mostrar que su mente era de las más brillantes del internado—no voy a pecar de engreído y reconocer que me sentía el mejor—. ¿Cómo iba a arriesgarme a que su tontería fuese contagiosa?

—Ni es temporada de esquilación, ni lloré, ni es de tu incumbencia. —gruñí lo suficientemente claro para que me escuchase, aunque sin detenerme siquiera a mirarla. Mientras me metía las manos en los bolsillos del pantalón traté de abrirme paso entre la gente usando mis hombros. Quería alejarme cuanto antes de ella y de cualquiera que pudiera reírse de mi nuevo peinado. Suficiente me dolía llevarlo corto para aguantar que alguien me lo recordase a cada momento.

Estaba apartando a unos chavales a base de empujones cuando nos sorprendió el desagradable estruendo de una explosión. Alcé la mirada de mis propios pies en busca del foco del ruido, decidido a encararme con el gilipollas que hubiera decidido que llenar el pasillo de humo era una gran broma. Cuando estoy de humor pierdo las formas y soy capaz de enfrentarme a cualquiera con tal de sentirme mejor.

Conseguí abrirme paso hasta la habitación de la que provenía el ruido por inercia, aunque en el último momento dudé y me quedé en la puerta. Mi mirada divagaba entre el marco y el pasillo, por el que ya se alejaban muchas cabezas. ¿Prefería pelearme con alguien o bajar a desayunar?

Todo un dilema moral. Maldito mal humor. ¡Hubiera sido mejor que siguiese mi camino!

Publicado por Jack A. Hudson Sáb Jun 11, 2016 5:27 pm

Publicado por Whispers Sáb Jun 11, 2016 9:25 pm

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