Do I wanna know?

Recuerdo del primer mensaje :

Agua, el agua solía calmarme. Fui hasta al baño con la visión borrosa, con lagunas que me impedían pensar cómo había llegado a ciertas partes del internado. Me metía al agua con la ropa puesta, con dificultad para respirar, con ganas de golpear algo más. Golpeé los cerámicos, no con tanta fuerza para terminar de romperme los nudillos, pero si con la suficiente para recordar que le había pegado a la pared de la habitación de Callie hacía unos minutos. El agua fría no me ayudaba con la respiración, pero si me calmaba. Puse mis manos bajo el agua observando como la sangre se lavaba lentamente de las mismas. Las mire sin reconocerlas, ese no solía ser yo, yo no hacía esas cosas. Yo no… No podía terminar mis pensamientos, porque había algo que estaba mal, y tratar de recordarlo era recordar aquel momento en que abrí los ojos y me di cuenta de que mi amiga había desaparecido, una de mis mejores amigas. Estaba cerca de mí, estaba ahí y no la pude ayudar. Respiré antes de golpear algo nuevamente, porque, últimamente, los golpes eran lo único que me permitían liberar toda la rabia que tenía dentro.

Salí del baño quitándome las prendas mojadas y regresando a mi habitación con ropa seca, el cabello mojado y mis manos con los nudillos rojos. Me senté en la cama, pero allí duré unos segundos antes de ponerme de pie. No podía parar de pensar y no hacer nada no ayudaba al bienestar mío o de otras personas. Tomé las ropas mojadas para llevarlas a la lavandería y luego subí a la sala de música, pero no toque nada, solo me senté en una silla observando mi guitarra sin siquiera tocarla. Antes solía hacer eso todo el tiempo, cantar, hacer música, ahora las ganas me faltaban. No había podido mirar a Nate en el momento en que regreso, y me sentí horrible por eso, debería haber dado la cara, pero no podía, simplemente no podía. ¿Por qué todas las personas cercanas a mí terminaban muertas o desaparecidas? ¿Cómo la gente podía decir que existía un Dios cuando esas cosas pasaban? Nunca había deseado mal a nadie, nunca había hecho mal a nadie (sacando el puñetazo que le había dado a Cole en su momento), era travieso, no era malvado. Cassie y Callie tampoco lo eran, ¿cómo alguien podía pensar que se lo merecían? ¿Cómo alguien podía arrebatarlas?

Lo siguiente que supe fue que la guitarra golpeó contra el piso y la madera crujió al romperse. Tomé mi diario lleno de canciones para poder arrancar sus hojas y romperlas, de nada servían, solo eran basura que nunca lograrían salvar a nadie.

Publicado por Brennan F. Grunwald Sáb Jul 02, 2016 8:38 am

—No tienes idea cuanto —respondí ante la mención del Karma. En lo que a mi respectaba comenzaba a creer que el Karma solo buscaba hacer nuestras vidas imposible, hacernos sufrir más de lo que habíamos sufrido en la vida, y lo peor era que hacía aparentar que eso era lo que necesitábamos, que era lo que nosotros estábamos buscando, como si no hubiéramos tenido suficiente. Callie en una reunión había mencionado que todos estábamos en ese lugar, en el internado, porque escapábamos de algo, quizá esa era la razón por la que habían logrado atraparnos de una manera tan fácil y sencilla, nos habían encerrado y a cada paso que dábamos nos recordaban a quienes habíamos dejado atrás, todos los errores que se habían cometido.

Quizá Nate tenía razón, en la organización me habían votado por una razón que no lograba ver, pero yo sabía más que ellos, yo sabía mis propios secretos, los conocía y los escondía, pero quizá la razón por la que me habían votado era porque, después de todo, seguía esperando lo mejor. Se sentía tonto mencionarlo y pensar que el destino había traicionado la confianza que tenía en él. Quizá por razones como esa me habían votado. Negué internamente, no me podían haber votado porque sabían que en el fondo creería que Ophelia tenía un punto, un motivo que la libraba de la culpa, me habían votado porque no había nadie más para votar. Estaba Nate, pero por una extraña razón me habían elegido sobre él. Sería una noche muy larga con todo lo que tenía para pensar. Era suficiente para pasar la noche en vela.

—Gwen, ¿Cómo me voy a enojar contigo por esto? No está mal no estar listos para algo, solo necesitamos un poco más de tiempo para procesar la información, todo ha sido demasiado reciente, todo está demasiado fresco y quizá tienes que esperar a calmar las aguas antes de salir adelante. No me voy a enojar, ya sé que soy el que tiene tontas ideas que a veces pueden funcionar y a veces no. Solo que, cuando estés lista, ya sabes a dónde venir. Y no es necesario echar las culpas a alguien aún, Ophelia te traicionó, pero la vida de todos los que estamos aquí no ha sido perfecta, ¿cierto? Quizá necesitamos más tiempo y un poco de investigación para descubrir por qué hizo lo que hizo. Ella no nos dará la respuesta, pero la podemos investigar, y yo te ayudaré si es lo que necesitas —prometí seguro de que podía cumplir esa promesa. No podía prometer el cielo y las estrellas, pero si podía prometer que la ayudaría en todo lo que estuviera en mis manos para saber por qué Ophelia había hecho lo que hizo y también la ayudaría a encontrar a su hermano y a Alec, creo que ese era el nombre del chico. La ayudaría.

Mis cejas se juntaron ante la pregunta. Una promesa, aceptarla incluso antes de saber qué era. Extraño.

—Si no implica asesinar a alguien, puedes contar conmigo —pregunta extraña, pero respuesta simple. Podía hacer lo que estuviera en mis manos y un poco más, pero le quería agregar un poco de humor para ver si lograba sacar una sonrisita en ese rostro angelical—. Puedes decirme Wendy, en realidad no me importa lo que me pidas, para eso están los amigos. Haría cualquier cosa que me pidas. Y no pongas esa cara porque no estás sola en este mundo, yo estoy con vos. Recuerda eso y quiero que me llames si necesitas cualquier cosa, porque te quiero ayudar, en lo que sea, ¿vale? ¿Me prometes que vas a confiar en mí para pedirme lo que sea que necesites?

Una propuesta a cambio de otra. Me gustaba estar rodeado de gente, tener amigos que pudieran confiar en mí, aquellos a los que pudiera ayudar. No me molestaba, me hacía creer que en ningún momento estaría solo, porque odiaba estar solo, la tristeza, para mí, se representaba en la soledad.

Publicado por Brennan F. Grunwald Vie Ago 19, 2016 11:45 am

-No...- Murmuró, negando varias cosas de las que hablaba Gru, no pensaba que fuesen ideas tontas, no pensaba muchas cosas que él decía, pero había algo que sentía que necesitaba decir en voz alta.- No culpo a Ophelia, estoy enfadada con ella, por mentirme, por sentir que pudo hacer algo y no lo hizo, pero no la culpo de lo que me pasó, lo que le pasó a Austin, a Alec... Yo sabía...- No, no podía, no podía contarle a Brennan lo que había escuchado con Austin sin ponerle el peligro ¿O sí? - Escuché algo, algo que no debía, algo sobre Ophelia, sobre Edu... Antes de que mi hermano desapareciera sabía que algo no estaba bien con ellos. Y no hice nada... Y siento que se llevaron a Austin por eso, creo que lo hicieron por eso y... Y yo debería...- Las palabras salían de su boca de forma atropellada. Tomó aire, no podía perder el control de nuevo, no delante de Gru.- No sé si me importan las razones por las que Ophelia hizo lo que hizo, pero averiguar eso nos ayuda a llegar hasta los desaparecidos, haré lo que sea, lo sabes.

No había alzado la mirada hacia el chico en todo el rato desde que había empezado a hablar, y sentía que había dicho demasiado, demasiadas cosas escapaban de ella cuando estaba con Brennan, demasiadas confesiones que no tenía el derecho de liberar, que debían quedarse allí, devorándola por dentro como castigo, por no haber sabido proteger a las personas que más le importaban. El muchacho intentó aliviar un poco la tensión, y ella lo agradeció, lo necesitaba, sentía como sus piernas, todo su cuerpo en realidad, temblaba, podría decir que debido al frío, pero ella sabía que no era eso.

-Vaya... ¿Ni siquiera una persona sola?- Preguntó como si se sintiera decepcionada, sonrió débilmente, antes de pensar bien en como situar sus palabras, se maldijo por no llevar encima su mochila, siempre la llevaba, con libretas y algún libro, por si escribía, dibujaba, o se le ocurría algo que no quería olvidar, o simplemente por si necesitaba ponerse a leer para concentrarse en otra cosa. - Espera, ven.- Dijo, tomando por un momento el brazo del chico para guiarle de nuevo dentro del edificio, pocos minutos después llegaron a la puerta de la habitación de ella, entró para salir de nuevo con un pequeño cuaderno desgastado y al que le faltaban varias hojas.- No he encontrado ninguno nuevo... Y ya que tú has roto el tuyo, vas a necesitarlo para poder cumplir la promesa. Lo que quiero que me prometas... Es que intentes escribir algo de nuevo, no importa sobre lo que sea, pero siempre disfrutaste escribiendo canciones... Siempre te ayudaba a expresarte. Austin es igual, cuando no podía hablar con alguien, cuando se sentía furioso, le veía escribir canciones, intentando soltarlo de alguna forma. No me importa si es sobre lo que sientes ahora, sobre los recuerdos, sobre historias inventadas o cosas que no han pasado aún, pero en unos días, prométeme que, por cada vez que quieras romper cosas de nuevo y hacerte daño, antes habrás intentado soltar toda esa frustración ahí.- Señaló al cuaderno, para luego acercárselo.- Es una promesa simple, pero recuerda que una promesa es algo que no se debe romper, jamás. Si vuelvo a verte, y veo que has vuelto a hacer lo de antes, sin ir a avisarme primero, o que estás herido de algún modo, daré esa promesa por rota. - Esperaba que no sonase como una amenaza, aunque lo era en cierta forma, no quería ver a Gru de nuevo como hacía un rato, y si lo hacía, prefería estar con él a que estuviese solo después de todo.- Ya lo has prometido.

Publicado por Gwendolyn P. Murdoch Dom Ago 21, 2016 6:41 am

Le di un nuevo abrazo a Wendy. Tras abandonar el cementerio y regresar al internado, la joven me había dejado frente a la puerta de su habitación mientras buscaba algo dentro. Le había dado el tiempo que necesitaba sin apurarla y sin sentirme impaciente. Solo había esperado. La rubia salió minutos más tarde con un cuaderno nuevo en la mano. Empezar de nuevo, había pensado en mi mente. Era lo que quedaba, llorar en una esquina, limpiarse las lágrimas y comenzar de nuevo, seguir adelante buscando nuevos formas de llegar a los propósitos que nos habíamos impuesto en nuestras vidas. Lo único que me impacientaba era que Gwen había confesado saber algo de Ophelia, un secreto, pero no solo por ella, sino por todos los demás. Cuestioné en mi mente si las personas que habían sido secuestradas habrían tenido una razón, que no habían sido seleccionadas al azar, pero no quería pensar en ello, no ahora, tampoco quería preocupar a Gwen con teorías que podían ser fácilmente descartadas por absurdas.

Deje un beso en su coronilla antes de separarme.

—Gracias —respondí siendo la única palabra que podía liberar. La joven me había dado un pedacito de luz que se sentía como un sol en toda aquella oscuridad—. Prometo que le daré un buen uso, y no lo volveré a romper. Promesa de boy scout.

Llevé mi mano a la frente en el típico saludo militar, aunque no sabía si también pertenecía a ese grupo de niños al que había hecho referencia. Mire de soslayo el cuaderno. Era líder de la organización, no lo usaría para escribir canciones, ya no había canción que pudiera resolver el problema, quizá lograba hacerme sentir mejor, pero eso no traería a los desaparecidos de regreso. Miré el cuaderno y supe que tenía trabajo pendiente. Era hora de arremangarme las mangas de la sudadera y ponerme a trabajar en aquel puesto para el que me habían elegido. No podía asegurar dudar al día siguiente, o al siguiente del siguiente, pero al menos esa noche tenía ganas de hacer un borrón en lo que había sido el pasado y arrancar de nuevo. Poder, esta vez, hacer las cosas bien y como correspondían. Le debía eso, a la joven le debía eso y más, pero buscaría una manera justa de compensarlo y la encontraría para ella. Tenía más luz, fuerza y sensatez de la que ella misma creía, pero decirlo no iba a ayudar a que se diera cuenta. Le sonreí antes de despedirme por los pasillos para regresar a mi habitación.

Publicado por Brennan F. Grunwald Dom Ago 28, 2016 5:59 pm

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