Nadando en la suciedad

Y otro día más mis pies se dirigieron hacia las aulas de arte. A pesar de que todo me diese un poco de igual el hecho de trabajar más o menos. Pero las veces que me había encontrado yo el aula patas arriba era para arrancarse los pelos. Las picas de los lavabos totalmente manchadas, el material alguno tirado por el suelo, o mal limpiado. Era realmente exasperante. Era como intentar limpiar un vertedero. Siempre acababan tirando más y más basura. ¿Entonces, para qué limpiarlo? Pero el equipo estábamos obligados a ello, no quedaba otra.

Cuando abrí la puerta, la cara que se me debió de quedar sería un poema, porque ver a los críos recogiendo la clase no era normal. Y mucho menos fuera de los horarios escolares. ¿Qué narices estaban haciendo? ¿Y qué habían hecho además? Cuando vi la que habían montado no pude ni soltar un suspiro cansado. Se me atragantó en la garganta. ¿Qué cojones habían hecho con la clase? Cuando mis ojos cayeron sobre una personita que se acercó a mí con pasitos ligeros, fruncí el ceño. Aquella era una profesora aunque no lo pareciera. Por suerte el atuendo de profesor que llevaba la reconocía como tal, sino la hubiera confundido por una alumna.

─Perdone, ¿pero puedo saber qué ha ocurrido aquí? ─mi tono de voz podría haber sido indignada, pero en vez de eso, intenté ir con meras formalidades para no acabar allí en una pelea. No sabía cómo era aquella profesora, y pese a ser esta una mujer de pequeña estatura, a lo mejor era una matona de cuidado.

Publicado por Invitado Miér Sep 16, 2015 3:31 pm

—Profesora Westerberg, ¿Puedo salir a enfermería? Es que me corte— Comentó una niña de perfectos rizos marrones que dedico una mirada a su mano ensangrentada. Gesto que imite y mis ojos se abrieron como platos al notar semejante corte. ¿Cómo se lo había hecho? y ¿Qué había pasado? Junto con otro montón de preguntas, se las formule mientras la jalaba a planta baja rumbo a la enfermería. Tal vez tuviera suerte y Daniel se encontrará liberado como para atender a la pequeña de segundo año. Cuando la deje en buenas manos casi que subí corriendo para poder retomar la clase, pero para mi sorpresa, esa parecía haber sido interrumpida de forma permanente, pues, al entrar, me di cuenta de que habían optado por hacer mejor uso a los instrumentos que había dado.

—¿Qué esta pasando aquí?— Pregunté enojada, pero los estudiantes optaron por ignorarme, eso o mi voz aguda no había logrado superar el grito que ellos mismos provocaban en aquella guerra que había puesto al aula designada al taller como campo de batalla. Era mas probable que simplemente no me hubieran escuchado llegar. Mi altura nunca ayudaba en nada, mucho menos mi voz. Tomo aire mientras pensaba diez razones por las cuales no matarlos, y me subí al primer asiento que encontré. Lleve mis manos a los labios y solté un silbido que retumbo por toda la sala y que dejo a los estudiantes mudos tal estatuas. —Ustedes cuatro, bajen de las mesas y de los asientos— Indique señalando a aquellos que estaban parados para que me dejaran ser la mas alta y todos prestaran atención. —Ustedes, puedes retirarse, esta claro que no tuvieron nada que ver— Exclame a los alumnos que se escondían para no ser blancos de los que parecían haber desenlazado todo el evento. —En cuanto a ustedes, se van a poner a limpiar ya mismo este desastre, no me importa quien empezó, se ponen a trabajar y tampoco me interesa si por esto se pierden la cena— Dicho eso, yo misma tomé uno de los trapos que nos proporcionaban desde el equipo de limpieza para poder colaborar con el orden.

Un par de minutos mas tarde, una nueva persona ingreso a la sala. Tarde un rato en darme cuenta de que se trataba de una persona de limpieza, y cuando lo hice me apresuré a su lado. Intente sonreír ante aquella pregunta, pero no estaba de tan buen humor para eso, solo que no era culpa de aquel muchacho. —Los alumnos creyeron que era una buena idea mantener una guerra con cualquier "arma" que encontraron disponible como recurso.— Explique avergonzada de no haber podido estar presente para impedirlo, pero no lo había pensado en el momento. Solté el aire haciendo una mueca de disgusto. —Si quiere puede sentarse a observar y decir que estuvo trabajando, no debería hacerse cargo de este desastre, yo puedo cubrirlo de ser necesario.— Ofrecí observando como hasta la puerta estaba manchada de pintura. Tuve que cerrar los ojos unos segundos para no darme vuelta y volver a pegarles un grito. —No se de donde sacan estas ideas— Comenté con cierto aire de resignación.

Publicado por Ophelia E. Westerberg Miér Sep 16, 2015 6:56 pm

La repuesta que me dio la pequeña profesora me dejó ligeramente perplejo. No por el hecho de que los alumnos hubiesen hecho de aquella aula un completo caos, si no que me dijera que me sentase a observar o me fuese si quería. Nunca había oído decir aquello, y lo cierto es que en aquellos momentos me sentí el hombre más afortunado, y solo faltaba arrodillarme ante aquellos malditos alumnos que hicieron aquella travesura y agradecerles aquello. Evidentemente no iba a hacer tal cosa, porque ni se la merecían. Eran críos que solo habían querido torear a su profesora aprovechando cuando no está en clase, que es lo normal. Pero, ¿una profesora que me quita parte del trabajo? Aquello parecía ser mi día de suerte.

─De acuerdo…─asentí con la cabeza con el ceño fruncido. Aunque en parte… era mi trabajo. Me pagan por limpiar lo que me mandan… por lo que, al menos, iba a hacer algo. ─puedo organizar a sus alumnos para que limpien bien el aula. Por mí no es problema. ─me encogí de hombros cruzándome de brazos. Estaba claro que ellos no iban a estar mucho por la labor de dejar el aula impecable para el día siguiente, por lo que yo tendría que vigilarles para que no hicieran ninguna tontería. ─Mujer… sacan estas ideas porque son adolescentes. No creo que les saque muchas décadas a estos chicos para que se cuestione esas ideas... ─esbocé una sonrisita, y cuando me fijé en uno de los muchachos que estaba barriendo, le obligué a que levantara los taburetes para que barriera bien el suelo. No les iba a quitar el ojo de encima, y ya se podían dar prisa, porque debían tenerlo todo listo en menos de media hora. Yo tardaba como mucho una hora siendo uno. Ellos tendrían que tardar menos siendo más gente.

Publicado por Invitado Dom Sep 20, 2015 2:33 pm

Solía estar acostumbrada a los desastres que se encontraban después de clase, pero había admitir que por esa sala parecía haber pasado un huracán. Digamos, era profesora de química, las clases en el laboratorio siempre terminaban con cosas para ordenar, sino era que también se sumaban cosas que se habían roto en el proceso de ser usadas. Los recipientes que nunca eran bien limpiados y las mesas que solían quedar llenas de químicos. En arte, era otra cuestión. Cuando el timbre indicaba el final de hora, simplemente quedaba la opción de tratar de ordenar por lo menos lo mas bruto para que no sea tanto trabajo para los estudiantes. Me gustaba y no lo iba a negar, observar como la creatividad fluía a través de los orbes de los estudiantes. Como plagaban sus pensamientos en una pieza, y como tintaban todo con colores. Era hermoso, pero siempre dejaba alguna muestra y las mesas que jamás acaban de estar limpias eran una muestra de eso, dado que en ellas estaban todas las huellas de pintura indicando que por allí había pasado un alumno.

—Eso sería de gran ayuda. Seguro que sabe organizarlos mejor que yo— Confesé cruzando mis manos al frente, y sonriendo de manera ladina al escuchar su siguiente comentario. Mis ojos se entrecerraron de manera inconsciente. —Dudo que me saques muchos años como para hacer comentarios como esos— Comento con un toque de picardía en mi voz. —Pero, esta en lo cierto a medias, si bien no le saco muchos años, en mi juventud, jamás hubiera pasado por mi cabeza hacer semejante cosa. Se podría decir que no me divertí como ellos, pero mis ocurrencias eran mucho mas sanas— Me recordé a mi misma sentada en el primer pupitre de todas las clases, donde ocultaba saber las respuestas que el profesor pedía y a veces imploraba. —Puede que unos años si hagan la diferencia en estos temas— Finalizo con un suspiro cansino, cada vez que observaba a la juventud, no podía evitar notar la falta de valores que se perdían con cada generación, como si ya no fueran útiles.

Publicado por Ophelia E. Westerberg Lun Sep 21, 2015 2:12 pm

Enarqué una ceja con gesto irónico ante su comentario, pero pronto asomó una sonrisa ladina para acompañarlo. Me apoyé en uno de los pupitres del aula mientras les echaba un ojo a los alumnos que andan acatando mis órdenes. Ahora me vendría bien ser bizco para poder observar a la profesora y a la vez a los alumnos. Era uno de las ventajas de tener un ojo a la virule. Tenías más campo de visión.

─ ¿Qué definición le daría sana en ese contexto, profesora? ─pregunté ladeando la cabeza, añadiendo un tono burlón refiriéndome a que nadie se salva cuando eres jovencito. Todo el mundo ha acabado haciendo alguna que otra jugarreta alguna vez. ─Bueno, sí. El paso de los años hace que se modernicen este tipo de… travesuras. Antes una travesura era levantarle la falda a una chica del aula, ahora es… hackearle la cuenta de Facebook, ─me inventé encogiéndome de hombros, ─sin embargo algunas no se pierden. Como llenar de papel higiénico alguna aula… lo que sea. Lo malo de todo es… que nosotros luego tenemos que recogerlo. ─lancé una mirada furtiva a uno de los críos que tenía puesta una oreja en la conversación, y echó unas risitas escondidas ante aquella referencia que hice del año pasado. Era algo realmente molesto que me dieran trabajo extra aquellos mocosos, era lo único que no aguantaba de trabajar en aquel internado. Y también la apariencia que dan de cara al público. La mayoría unos déspotas mentirosos. Aunque a mí en teoría tenía que darme igual.

Le pegué un aviso a uno de los chicos que empezó a picar a uno de sus amigos, y suspiré acomodándome en mi sitio. ─No hace falta que esté aquí, ¿eh? Si usted quiere vaya a tomarse un café o lo que sea. ─dije acompañándolo con un gesto de la mano. El silencio que se creaba entre los dos era un poco incómodo, y prefería estar prestando toda mi atención en los alumnos yo solo que no con aquella mini-profesora al lado. No por desagrado, sino porque me era más cómodo estar solo.

Publicado por Invitado Miér Sep 23, 2015 4:48 pm

Me encontraba abatida y sin poder pensar con claridad, ante la pregunta, solo pude dar el brazo a torcer observando aquel caos que los alumnos habían plantado, y que seguro había comenzado ni bien había puesto un pie fuera del aula. Era cierto, era joven, no era como otros profesores ya cansados de las jugarretas que hacían los estudiantes, que ya habían visto todo, escuchado todo y ya no les importaba mas que dar la clase e ir a dormir, sin importar sin el joven aprendía, des-aprendía, y si mostraba o no signos de querer progresar. Se podía decir que aún tenía sueños de grandeza, de esperar que alguno de esos alumnos tuviera un sueño y lo pudiera cumplir por mas grande que sea, y sentir que yo había ayudado en eso.

Suelto una risa baja sin poder evitarlo. —¿Entonces tengo que suponer que estos son los resultados de una nula conexión con el exterior?— Pregunto, sin apartar la mirada de los estudiantes para que no vayan a cometer alguna de las suyas, pero al observar que a un joven se le cae la caja con los pinceles me acerca a ayudar a levantar. —Y creo que recuerdo haber escuchado algo de eso, me pareció que un profesor me lo comentaba cuando me vio entrar, creo que, como usted, me vio demasiado pequeña— Comento al acercarme con la caja y dejarla sobre el escritorio para luego ponerla en su correspondiente lugar.

—Deje de tomar café hace un tiempo, descubrí que me cansaba mas de lo que me mantenía despierta. Y, sino le molesta, prefiero quedarme presente, ayudar en caso de que sea necesario, al fin y al cabo esto también es mi culpa, de haber estado presente dudo que haya ocurrido algo como esto— Vuelvo a soltar un suspiro. —Creo que cuando opte por ser docente nunca me imagine en una situación como esta— Confieso un poco mas bajo del volumen habitual, con mi mirada perdida en un estudiante que limpiaba las estanterías. Era una pregunta que frecuentaba hacerme cada vez que algo fuera de lo normal ocurría.

Publicado por Ophelia E. Westerberg Jue Sep 24, 2015 1:45 pm

La observé con gesto curioso, viendo como esos grandes ojos observaban a los alumnos como si fuese un búho. La expresión de su rostro, junto con su altura, la hacían confundirse entre los alumnos. Y seguía aún rondándome en la mente aquella idea. No podía evitar reírme de aquello.

─Puede ser. ─sopesé. Aunque más bien, podría haber pasado de igual forma de haber tenido contacto o no. Aunque daba igual ahora pensar en las posibilidades, pues la situación sería la misma aunque sacáramos una conclusión.
La observé con gesto curioso ante su comentario respecto a su altura. Aunque ahora se pusiera plataformas, a lo mejor le seguía sacando más de una cabeza. ─Puedo suponer que en vuestra casa no hubo muchos…petit suisse. ─fruncí el ceño, asomando una sonrisa que mostró una silenciosa carcajada. Era como un hobbit a mi lado. Pero a pesar de su altura, que tampoco era mucho problema para mí, parecía ser una buena persona. Al menos una que respeta y no se pasa de prepotente.

Observé cómo ayudaba a un alumno a recoger una caja, y para cuando fui a ayudarla, ella ya la estaba colocando en su correspondiente lugar. Volví a mi lugar habitual, apoyándome en el pupitre, y cabeceé en un sobrio asentimiento al ver que al final se quedaría. ─No pasa nada…─ahora que caía, no nos habíamos presentado tan siquiera, ─profesora. ─ladeé ligeramente la cabeza al escuchar su pequeña confesión, y eché una rápida miradita a los alumnos antes de comentar alguna cosa. ─bueno. No todo es lo que parece al fin y al cabo. Cada cosa tiene sus pros y sus contras. ─podría decirse que me había visto en más de una situación como la que se encontraba ella ahora mismo. Yo no pensé mucho en cómo sería este trabajo, pero, claramente, me lo imaginé algo mejor de lo que era.─No lleva muchos años en la enseñanza, por lo que se ve. ─le eché un vistazo de arriba abajo acompañando mis palabras, evidenciando su aspecto también como uno de los elementos que me hizo llegar a esa conclusión. ─Es normal que se haga falsas expectativas.

Publicado por Invitado Dom Oct 04, 2015 7:18 am

Su comentario no hizo mas que generar muchas arrugas entre mi ceño al no entender las palabras. Lo mio siempre habían sido los números, eran mis clases favoritas junto con las de diseño; idiomas, era uno de mis karmas junto con economía, por lo tanto, mas allá de unas palabras en alemán, idioma que daban en su escuela, no conocía nada del resto, y dudaba en realidad de que aquellas palabras aún fueran pronunciadas de manera correcta para el significado correspondiente.

—Tengo que suponer que eso fue un comentario respecto a mi estatura, pero para la gracia, mi nivel de... ¿Francés? es tan escaso como la capacidad que tiene el helio de reaccionar— Comento picando en el área donde muchos fallaban, la química, era como el regreso correspondiente a aquellas palabras que no había sido capaz de entender. ¿Una pequeña venganza inofensiva? Probablemente, solo que le mostré una sonrisa sincera y dulce, como la que le mostraba a los estudiantes todo el tiempo para que no lo tome a mal. —Si me dieran una libra cada vez que hacen un chiste con mi altura, yo sería la dueña de este lugar— Agregué para anunciar que en realidad no me molestaba que bromearan con mi estatura, ya estaba mas que acostumbrada.

—Por supuesto que no llevo muchos años, eso se me ve a la distancia, des-afortunadamente, y creo que los estudiantes pueden olerlo— Agregué pronunciando esas palabras mas cerca del personal de limpieza y mucho mas bajo que la anterior para que los estudiantes no se dieran cuenta de que a veces temía empezar cada clase. —A mi me gusta, tengo que decirlo, me gusta enseñar, creo que es el pro mas grande de todos, anula los contras que veo todos el tiempo, los borra de mi mente, probablemente mañana ni me acuerde de este día, salvo por la parte en la que hable con usted— Aclaro señalando al joven con una mano, preguntándome como seria la mejor manera de introducirme, o preguntar como era su nombre. ¿Había una manera para eso? Las personas deberían intentarlo, seguramente un tutorial en youtube estaría bien, por mas que no pudiera verlo mientras estuviera en las instalaciones de Dunkelheit. —Soy Ophelia, a propósito, creo que, salvando a ... olvida eso, no me gusta que me digan profesora, ya creo que convencí a todos de que me dijeran así, por mi nombre—

Publicado por Ophelia E. Westerberg Dom Oct 11, 2015 9:30 pm

Observé la reacción de mi comentario respecto a los yogures que, de toda la vida, los niños tomaban. Al menos en España. Supuse que donde nació ella no llegó a verlos ni en el mercado.
─Oh, supongo que no los debes conocer. Eran unos yogures que tenían calcio para el crecimiento. ─aclaré para que se entendiera mi comentario, y no tomara a mal mis palabras. Pero aquella chica, según me pareció ver, no se lo tomó de mala manera en absoluto. Puede que no hubiese sido ni necesaria una explicación. Su ceño tan solo se frunció en actitud de cierta confusión, no de molestia. Esbocé una sonrisa, riéndole la pequeña broma en silencio para evitar llamar la atención de los alumnos, que parecían estar centrados en sus nuevos quehaceres.

Y entonces la escuché hablar, y enarqué una ceja cuando comentó que los alumnos podían oler el miedo. Uno no podía admitir aquello. Bueno, podía, sí, pero debía dejar aquellos temores atrás. Debían imponer, pues si no entonces las clases acababan siendo un fracaso. Y aquello lo viví sentado desde mi pupitre, años atrás. Claramente no fui nunca el incitador, solo el espectador.
─Yo me llamo Edu. Y puedes despreocuparte de ese detalle. Te llamaré Ophelia. ─le guiñé el ojo, y desvié mi atención hacia los alumnos. Ya parecían estar acabando la faena, por lo que paseé por el aula para ver que estaba todo totalmente organizado e impecable. Como los chorros del oro. Viendo que todo estaba correcto, calcularía unos cinco minutos para que acabaran al completo todo, y entonces retornaría a mi horario laboral normal. ─Bueno, no falta mucho para que acaben de organizar todo. ─me froté las manos, volviendo al lado de la profesora de mientras. ─tendremos que volver al curro de siempre. ─suspiré, frunciendo el ceño.

Publicado por Invitado Vie Oct 16, 2015 4:12 pm

Sorprendida, así me encontraba al escuchar sobre esa comida que nunca antes había escuchado o si lo había hecho pero sin registrarlo en mi mente. Mis labios se entreabren dejando a la vista una perfecta ''o''. —Tengo que suponer que ya sabes la respuesta de si me dieron mucho de eso o no— Bromeo mostrando una sonrisa que marcaba mis hoyuelos mas de la cuenta, aquellos responsables de que mi expresión pareciera la de una niña. Acto seguido muestro mis dos pulgares arriba en señal de aprobación, y los vuelvo a entrecruzar sobre mi falda.

—Un placer conocerte, lamento que sea en circunstancias tan desastrosas— Aclaro con una sonrisa pequeña observando como los estudiantes ya casi terminaban. Me sentía contenta por ellos, siempre era bueno acabar pronto las tareas que uno tenía pendiente, y era una prueba clara de que el trabajo en equipo siempre era mucho mas eficiente que el individual. Pero mientras yo me alegraba por ellos, a mi lado no parecían tener la misma sensación. —Esta es mi última hora, solo me queda corregir un par de tareas, pero lo haré después de cenar, suelen ser muy buenas para entrar en sueño— Comento sonriendo con ligereza. —¿A usted le queda mucho trabajo después de este? Podría ayudarlo, no tendría ningún problema, como recompensa de lo que paso por aquí— Ofrezco mordiendo mi labio inferior. No tenía nada que hacer después de ese momento, y hasta que la cena llegará aún faltaban varias monedas, parecía buena idea pasarlo ayudando a las demás personas, mas cuando parecían tan amigables como Edu.

—Sino es ninguna molestia, claro. Lo que menos quiero es molestarlo, pero no me supondría ningún problema dar una mano—

Publicado por Ophelia E. Westerberg Dom Oct 18, 2015 12:41 am

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