Gambito y enroque

Recuerdo del primer mensaje :

5 de abril por la noche

Nada podía salir mal, se había puesto su camiseta de la suerte. Era una camiseta negra sin nada en especial, salvo unas letras en blanco que decían "I am a bomb technician. If you see me running, try to keep up!". Se la habían regalado unos técnicos de explosivos de verdad tras un incidente cerca de Kabul que el recordaba especialmente gracioso. Circunstancias de la vida, había acabado él y toda su unidad en el sótano de un edificio que se había derrumbado sobre ellos y había un Artefacto Explosivo Improvisado junto a ellos. La cuenta atrás decía que quedaba un minuto para que explotara, no podían escapar y no había ningún técnico disponible para decirles como desactivarlo. Así que cuando quedaban cinco segundos y parecía todo perdido, Mark sacó su tomahawk táctico y le endiñó un hachazo a los cables.

Total, si no hubiese hecho nada hubieran muerto igualmente ¿No? Pero por un milagro, eso desactivó la bomba. Le dieron una medalla no muy importante por eso y lo que de verdad le hizo ilusión: La camiseta. Según Iris, un imbécil con tanta suerte como para hacer eso y no morir en el intento, lo sobrevivía todo. Había sido funestamente acertado cuando lo del helicóptero. Esperaba que también lo fuese esa noche.

Llevaba en la mochila lo que había podido conseguir. Tendría que haber ido a buscar más cosas pero tras lo de Ophelia y demás, algunas llamarían demasiado la atención y había sido un fracaso de aprovisionamiento. En vez de cuerdas, en la mochila llevaba todos sus cinturones. Siempre comprados de cuero bueno, pueden ser útiles en situaciones como esta. Si tienen una buena hebilla metálica, mejor que mejor. De linterna tenía pues bueno, la linterna para las patrullas que le había dado el internado. Y de arma tenía una capacidad de improvisación bastante desarrollada y poco más. Tampoco le importaba mucho eso último, la adaptabilidad era lo primero en operaciones especiales.

Dio dos toques en la puerta de Gail y esperó a que le abriera. Ojalá alguien impresionable se pasara por allí y pudiera soltar la excusa que había creado para ello, era tronchante. Hasta los cinturones tenían un uso bastante gráfico en la explicación y lo que presuntamente tenía pensado hacer con ellos. Ah, hacer sentir incómoda a la gente con el sexo. En ese internado de mojigatos era un plan infalible.

Publicado por Mark Pratchett Miér Jul 13, 2016 4:00 pm

-Si han limpiado el sitio por completo, al menos lo sabremos -dijo haciendo un gesto vago con la mano. Recopilar información es algo que debe ser hecho sin medida: Toda debe ser recogida y analizada. El paso siguiente, más importante y que más experiencia requiere es aprender a distinguir entre la información que no te dice nada útil y la que no. Pero es algo que debe hacerse a posteriori, no puedes ir con ideas preconcebidas de lo que vas buscando si no simplemente, buscando cosas. Se encogió de hombros ante lo de nadar en el lago. Estaba acostumbrado a nadar en aguas frías para entrenar pero la verdad, no tenía las más mínimas ganas de arriesgarse a sufrir hipotermia. Había sido en cierta manera un alivio que el trabajo sucio de averiguar que había allí hubiese sido hecho por otros.

Observó a Gail con detenimiento mientras miraba en su reloj de pulsera, quería comprobar exactamente cuando tardaba en caer roque. Yvette sería como... ¿Diez centímetros más alta que ella? ¿Algo más corpulenta? Añadiría un par de pastillas más aunque a decir verdad, ya empezaban a notarse síntomas claro antes de lo que esperaba.

-Nah, sigue haciendo tanto frío como en el culo de un pingüino, es que te he drogado. En mi defensa, no dijiste que dieran calor -comentó con toda la naturalidad del mundo mientras apartaba la cantimplora de su camino y le ofrecía en cambio una botella de agua sin adulterar en absoluto. Tras eso, con todo el morro del mundo se puso a sacar cosas de la mochila de Gail para meterlas en la suya propia.

-Yo de ti me metería en la camita y ya me echaría la bronca cuando no tuviera problemas para mantener las babas dentro de mi boca -dijo mientras cerraba su mochila. Bien, eso ya estaba preparado.
-Intenta soñar en cosas bonitas como no sé.. ¿Yo? ¿Sophia, la profesora de biología? No sé, lo que te guste.

Publicado por Mark Pratchett Jue Jul 28, 2016 9:01 pm

"Es que te he drogado" Oh, vale, genial.

Tardé unos cuantos segundos en procesar sus palabras y el significado de las mismas, pero cuando lo hice, mi cara de susto tuvo que ser un auténtico poema. Mark me había engañado completamente y ahora mismo me tenía a su merced. ¿Así iba a terminar todo? ¿Con él siendo otro cómplice más de Yvette? ¿Porque qué otra explicación razonable podía existir para esto?

Él seguía hablando, seguramente burlándose, aunque a cada minuto que pasaba su voz se iba escuchando como más lejana y distorsionada, mientras que a mí me iba resultando más y más difícil centrarme en más de dos cosas al mismo tiempo. Y desde luego, lo que tuviera que decirme empezaba a perder importancia frente a otro objetivo; me eché las manos a la espalda, a la cintura del pantalón concretamente, hasta que mi diestra se cerró alrededor de la empuñadura de cierto amiguito que me había acompañado durante los últimos días.
La puñalada estaba bien dirigida, pero por desgracia para mí, ya había pasado el suficiente tiempo como para que mis movimientos resultasen demasiado ruidosos, y sobre todo, demasiado lentos. No le costó mucho detenerme y desarmarme.

- Eres un traidor... - reproché, tras el forcejeo. Mi cuerpo cada vez se asemejaba más a un peso muerto (que en mi defensa hay que decir que tampoco era precisamente pesado), así que pocos minutos más me quedaban antes de perder la consciencia por completo.

Publicado por Gail Abernathy Lun Ago 01, 2016 7:36 am

Él no tenía ningún problema con que la gente lo odiara. Tenía un problema bastante mayor en cambio con que la gente muriera así que si tenía que escoger que poner en cada lado de la balanza, no dudaba en preferir lo primero. Al fin y al cabo, la muerte era definitiva, no tenía remedio. En cambio, quitando mutilaciones y esas cosas, hay pocas cosas en esta vida que no tengan remedio.
-Gail, por favor, no nos avergüences a los dos. Aunque hubieses estado en perfecto estado y yo el drogado, sabes que eso no hubiese funcionado -dijo jugueteando con el cuchillo ya en su mano. Estaba claro que exageraba  pero era inquietante pensar que no estaba claro hasta que punto. Gail era mejor seguramente en miles de campos sobre Mark, desde la medicina a la cocina, pero ese no era uno de ellos. Con un elegante e innecesariamente pomposo giro, guardó finalmente el arma en su propio pantalón. No le vendría mal.

-No, no lo soy. Simplemente necesito a alguien que sepa a donde me he ido y por la disposición de los pasillos que vi, más de una persona es inútil. Además, necesitaba que me consiguieras la medicación. Si te hubiese dicho esto del principio, hubieses montado una escena, hubieses discutido... -dijo haciendo un gesto vago con la mano. No tenía una personalidad muy dada a discutir, prefería evitar esos problemas. Drogar por ejemplo era una solución para eso.

-Así que si no vuelvo, reza a la Virgen por mi regreso, porque la cosa estará jodida ¿Eh? -dijo mientras la iba tapando con la manta de su cama. Puede que estuviese acalorada pero la habitación estaba algo fría. No fuera a coger un resfriado.
-Venga, sueña con los angelitos.

Publicado por Mark Pratchett Lun Ago 01, 2016 8:40 am

En cualquier otra situación ya me habría echado a llorar. Era una cualidad mía desde niña, el desahogar la rabia por esa vía, por lo que el enfado y el llanto siempre solían ir asociados sin que pudiera hacer nada por evitarlo. Sin embargo, en un intento por salvar la poca dignidad que me quedaba ahora mismo, me tragué las lágrimas y opté por soltar unos cuantos insultos en un idioma desconocido, porque ya no podía ni vocalizar en condiciones. Al final, terminé cayendo de nuevo sobre la cama.

Con lo que alcancé a escuchar de su última explicación, empecé a dudar si la sobredosis estaba empezando a hacer que sufriera alucinaciones auditivas, ya que no me podía creer que su justificación para hacer lo que estaba haciendo fuese que no quería discutir conmigo. ¿¡NO QUIERES DISCUTIR Y SE TE OCURRIÓ QUE DROGARME IBA A SER MEJOR ALTERNATIVA!? Ahora sí que quería llorar. Y dormir. Y matarle lentamente. Pero sobre todo dormir.

Me arropó como si fuera una niña pequeña, mándandome a la cama como si nada. ¿De verdad iba a marcharse él solo? Le agarré de la manga, queriendo detenerle, queriendo decirle en una mirada: Mark, estás chalado, no lo hagas. Y ni se te ocurra dejarme aquí sola y completamente vulnerable. Pero segundos más tarde, empecé a llegar a mi límite y me empezó a resultar imposible enfocar su rostro. La habitación empezó a darme vueltas, y tras murmurar una serie de cosas sin sentido, mi cerebro se desconectó del todo.

Zzzzzzzz...

Publicado por Gail Abernathy Lun Ago 01, 2016 6:49 pm

Una vez por fin la enfermera acabó completamente roque, buscó con calma por la habitación buscando la llave de la misma. Una vez la encontró, se la guardó en el bolsillo. Revisó que lo tenía todo: Suministros en la mochila con los cinturones, vendas, droga y demás. El cuchillo en su pantalón, no era exactamente su estilo (De hecho, su estilo ni siquiera eran los cuchillos: Los tomahawk eran el futuro del combate cuerpo a cuerpo. Nunca le saquéis ese tema a Mark porque se puede poner muy aburrido y a la vez muy inquietante explicándote todas las ventajas a la hora de compararlo con el clásico cuchillo combate) pero bueno, tendría que bastar. Al fin y al cabo, un mal cuchillo seguía siendo mucho mejor que cualquier puño desnudo.

Apagó las luces y se dispuso a salir. Antes de irse, metió la llave en la cerradura por la parte de dentro. Ya está, no era para tanto, no es como si estuviese dejándola indefensa. Una vez cerró la puerta ya estando por fuera, esa cerradura no se podía forzar desde fuera, solo se podría abrir desde dentro. Tendrías que echarla abajo o hacer trabajo de cerrajero auténtico para entrar, lo cual sin duda haría bastante ruido. Una vez todo estuvo como consideraba aceptable, se fue rumbo al cementerio. Iba a ser una noche muy larga.

Publicado por Mark Pratchett Lun Ago 01, 2016 7:11 pm

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