Fly away

Corre, corre fuerte, corre rápido, corre como solo el atletismo que alguna vez consideró tan inútil la obliga a hacerlo. Necesitaba verlo, necesitaba palpar su rostro entre sus manos, necesitaba saber que él estaba bien, porque si Cole desaparecía la vida de Rose se vendría abajo por completo y ella necesitaba saber que él aún estaba ahí para sostenerla, no podía perder a alguien más, no sabía hasta qué límite llegaría su fuerza. Las lágrimas se acumulaban en sus ojos claros, aún podía ver, pero si parpadeaba seguramente las pequeñas gotas se derramarían por sus mejillas y perdería el sentido, aún no podía creerlo; Gru, Nate... no necesitó hablar con ellos para dar por sentado lo que estaba pasando y le dolía, le ardía el pecho, le dolía la cabeza, no, no podía estar pasando lo que tantos habían considerado como el peor de los escenarios; Callie, Cassie... no, si seguía pensando caería rendida antes de llegar a la habitación del chico.

Rose sube los peldaños de dos en dos, sus músculos reclaman, pero ella se aferra a la baranda de las escaleras para no caer y seguir su camino. Los pasillos estaban desiertos, se supone que todos habían bajado por el simulacro y ahora debían de estar en el peor estado de desesperación. Rose podía entenderlo, incluso era un poco negligente de su parte estar sola, pero tenía que comprobar que Cole Green estaba bien, que se había quedado dormido o que había dado por sentado que era un mero simulacro. La castaña se había alzado de puntas, había buscado en su camino su rostro, pero no lo había visto. Al principio no tuvo problemas, pero todo cambió cuando los cadáveres aparecieron y vio a sus amigos sufrir por sus respectivas chicas, ahí Rose supo que tenía que correr o quizás acabara con la misma suerte que Nathaniel y Brennan.

Llegó al pasillo de las habitaciones de su curso y el de Cole, tuvo una pequeña confusión con el número, pero terminó por acordarse y corrió a su puerta. Al principio tocó dos veces; fuerte y estruendoso, se hizo daño en el puño, pero finalmente decidió entrar haciendo que la puerta diera contra la pared. —Cole, Victor y el Doctor Motka... Callie, Cassie...—. Fue un alivio encontrarlo, ella no podía hablar, tenía muchas ideas en su cerebro, muchas cosas que contarle. No tuvo tiempo de sentirse aliviada por el hecho de que él estaba sano y salvo ya que lo que vio la desconcertó por completo. —¿Qué estás haciendo...?—. Inquiere con su último aliento.

Publicado por M. Rose Wood Jue Ago 18, 2016 11:18 am

Se había despertado antes de que la alarma comenzara a sonar. Ya estaba cambiado cuando eso ocurrió, pero solo se asomó por la ventana para ver como en el jardín comenzaban a agruparse las personas. Un simulacro, pensó, y siguió con lo que estaba haciendo. Era, posiblemente, los pensamientos que hacían que los estudiantes se volvieran carbón en un incendió real, pero, esta vez, Cole tenía razón. Era un simulacro. La alarma se apagó y no pasó nada más, posiblemente todos los estudiantes habrían marchado a desayunar, preparándose para un nuevo día. Por otro lado, Cole tenía puesto el uniforme, pero en la mochila no estaba guardando los libros, más bien estaba guardando un par de remeras, un pantalón extra, y unas botellas de agua que había logrado conservar completas de agua. Al parecer a las de limpieza no le habían parecido sospechosas. El mapa que había trazado estaba en la cama, al lado de la mochila, junto a un par de recetas como: “Como armar una brújula”. Tendría que saquear el laboratorio en busca de un par de cosas para poder hacer de las suyas, pero aún no estaba decidido cuando se iría, solo se estaba preparando, para que cuando la oportunidad se presente, tomarla. Ezra debería estar haciendo lo mismo si decidía irse con él.

Apenas llegó a atinar a mover algo cuando la puerta sonó. Ni siquiera llegó a pedir un momento que la puerta se abrió de par en par, golpeando y haciendo un estruendo. Rose apareció en la misma, agitada, nerviosa, pálida como una hoja de calcar e hizo una pregunta que Cole no esperaba.

— ¿Qué ha pasado con ellos? ¿Estás bien? Ven, necesitas tomar un poco de aire, —le pidió mientras se acercaba a ella y comenzaba a jalarla para ir a la azotea. Había dos buenas razones, la principal, Rose parecía necesitar aire, la segunda, así no podría husmear en sus cosas que lo que menos necesitaba era una ataque de su parte. También se daba cuenta, por el comentario de la joven, que había sido lo suficiente tonto como para creer que en ese lugar hasta un simulacro podía aparentar ser normal. Algo había pasado, y contrario a la curiosidad que lo rodeaba, no quería saber qué había pasado esa vez. La última vez que había pasado algo fuera de lo esperado había sido un balazo directo a la cabeza de Ophelia, imagen que nunca lograría borrar de su mente— ¿Qué ha pasado?

Publicado por J. Cole Green Vie Ago 19, 2016 9:33 am

Estaba bien, estaba vivo, lo segundo era lo que más la tranquilizaba porque el hecho de saber que Cole respiraba era suficiente para seguir. Él estaba ahí, frente a sus ojos, no como Callie, no como Cassie... Rose no podía imaginar el dolor de sus amigos al sentir que no verían más a las chicas que tanto querían, ella no podría vivir tranquila si sabía que más nunca vería a Cole. Pero no, había llegado a tiempo y el chico estaba bien, él estaba bien, hasta ese momento Rose no había perdido nada y eso era un milagro en todas sus letras.

Él parece darse cuenta de su mal estado y es que no era para menos, Rose estaba pálida, sudorosa, pero muy fría y sus ojos abiertos como platos expresaban terror, puro terror de lo que acababa de vivir. Él la toma para llevarla a otra parte, pero Rose se zafa de su agarre en un movimiento brusco. —Espera—. No era por mal, en medio de su carrera se había caído y su rodilla había dado con el borde de una escalera, le dolía, le dolía mucho el efecto del impacto. Ahora que su cuerpo había despertado de la preocupación era capaz de sentir los diversos malestares que la alerta física no le dio tiempo de experimentar; el mareo, el recuerdo de las voces y el dolor de cabeza posterior. Rose se queda de pie y toma un respiro, lo ve, tenía que explicarle. —Victor y Alfred están muertos... vimos sus cadáveres al entrar al internado, todos pensamos que era un simulacro—. Empieza a contar. —Luego... no lo sé, te estaba buscando, también a Nate, Isak, incluso a Jack. Pero recuerdo ver a Gru corriendo, se fue del internado y Nate... gritaba, tenían unos papeles en mano, Cole. Creo que... creo que Callie y Cassie ya no estan—. Y sus ojos se nublaron, las lágrimas no brotaron, pero ahí estaban, cerca de derramarse. Rose frota sus ojos con la muñeca. —No me quedé porque no te veía entre la gente y... no quería pensar que en medio del caos algo te podría pasar—. Admite, en ese momento se da cuenta de que necesitaba sentarse, sus piernas temblaban. Entonces Caroline Harrison, Bo… ¿todos habían tenido el mismo fin?

Rose se gira, debía reposar, sí, necesitaba aire, pero su cuerpo estaba tullido quizás más por el esfuerzo mental que físico. Iba a sentarse en la cama cuando ve un bolso preparado, ahora recordaba que el chico estaba ocupado cuando ella llegó, solo que estaba tan aturdida en mentalizarse que él estaba bien y en narrar su historia que lo había olvidado. ¿Una mochilla?, ¿para qué? Rose frunce el ceño levemente y se gira a Cole. —¿Para qué es ese bolso?—. Inquiere sin entender ni un poco lo que estaba pasando.

Publicado por M. Rose Wood Vie Ago 19, 2016 10:54 am

Se detuvo en el momento, mirando a la muchacha con la alarma en sus ojos. Alfred y Víctor estaban muertos. No podía diferenciar si eso era una pregunta o una afirmación en su mente, pero necesitaba unos minutos para procesar esa información. Dejó que la joven pasara, aun mirando un punto vacío delante de él. ¿Muertos? ¿Más cadáveres? Era una pesadilla, se tenía que volver a acostar y despertaría y todo estaría bien. Por primera vez deseo que ese sueño, esa utopía se hiciera realidad porque sin los directivos, todos estaban desprotegidos. Cole apostaba que los mismos tenían más información de la que revelaban, pero nunca pensó que estarían muertos y no revelarían esa información. Ahora, ¿qué harían? ¿Qué pasaría?

—Rose, sé que estás aturdida aún, pero tenemos que bajar para saber qué decisión toman, ¿me escuchas? Tenemos que saber qué va a pasar de ahora en adelante. — ¿Quiénes pasarían a estar a cargo? ¿Quiénes darían las órdenes? ¿Quién intentaría detener a Yvette? De pronto, la idea de marcharse y dejarla sola en ese lugar le resultó repugnante, no la podía dejar sola con todo ese desastre que se desataba día tras día. Corría demasiado peligro estando sola. No. Cole no podía dejarla. Se acercó para abrazarla y poder acogerla en sus brazos. Tendría que hablar con Ezra, no podían irse en ese momento, no sin tener en claro que pasaría en ese lugar, o al menos él no podía irse sin saber qué tan segura estaría Rose en aquellas paredes. Cualquier cosa podía pasar de un momento a otro. Cualquier cosa, incluso que los directivos estuvieran muertos. Sin autoridades, el internado sería un descontrol y no le sorprendería que abajo las cosas estuvieran más agitadas de lo que uno podía llegar a imaginar.

—No es nada importante, lo prometo —susurró moviendo las cosas a un lado para sentarse con ella en la cama. Ahora no importaba a dónde quería ir, importaba que ella estuviera bien y si sus amigos habían muerto, entonces lo necesitaba más que nunca. La abrazó con más fuerza—. Todo va a estar bien. Todo va a estar bien. Siento lo de tu amiga, supongo que no se merecía morir como lo hizo, nadie lo merece. Nadie debería sufrir lo que han sufrido. Tú no mereces sufrir como lo estás haciendo. Lo siento, ¿sí? Perdón por no haber estado allí para ti.

Mucha información Cole metía dentro de su cabeza, entre ella cosas curiosas sobre los animales. Los zorros eran engatusadores por naturaleza, lo había leído aquella expresión millones de veces, por algo alguien podía decir ‘te zorrearon’ cuando atrapaban a alguien engatusándolo. Se sintió como un zorro en ese momento, diciendo la verdad, pero no toda, mintiendo en algunas cosas, porque cuando Rose estaba lejos, volvía a creer que su hermano era lo más importante y era ahí cuando tomaba las iniciativas que creía que eran correctas. Sentía que la estaba engañando porque le daba la respuesta que creía que ella necesitaba escuchar y no las respuestas que había pedido. Todo era un engaño.

Publicado por J. Cole Green Vie Ago 19, 2016 12:16 pm

¿Qué pasaría ahora?, ¿quiénes serían los directivos?, ¿dónde quedarían los profesores? La rutina escolar, incluso la deportiva, todo se veía tan lejos que Rose se aturdía nada más de pensarlo, estaba en un vacío psicológico que no sabía resolver porque no tenía siquiera un punto para empezar. Los misterios se le veían encima y cada vez más se sumaban desgracias a la lista, desgracias que ellos querían resolver, pero apenas estaban avanzando cuando algo más sucedía y Rose no estaba segura de cuánto tiempo pudiera seguir en pie soportando golpe tras golpe.

Lo escuchó, claro que lo escuchó. Aun con sus ojos azules perdidos la chica fue capaz de atender a lo que Cole estaba diciendo. Lo más sensato era bajar, pero ella había huido buscando a su chico y ahora se sentía incapaz de querer saber qué había pasado o si incluso había explotado una bomba en el recibidor con todos, no, no quería saber más malas noticias, no quería enfrentarse al hecho de tener que ver a Gru, a Nate, incluso a Isak... tener que abrazarlos pretendiendo ser fuerte cuando en verdad no lo era, pero tenía que serlo porque de aquel minúsculo grupo era ella la que quedaba. Niega, solo que Cole no puede verlo, Rose iba a caer cuando los brazos de su chico la rodean y es entonces cuando su calidez, su fuerza, su aroma penetrante la invaden y la hacen experimentar esa sensación de estar en casa de nuevo. Rose se aferra a los brazos de su chico y por un segundo cierra sus ojos. Estas bien, estas bien...

Ambos se sentaron en la cama y ella se mantuvo cerca, dependiente de los abrazos del chico y de su cuerpo protector. Sus palabras eran débiles, pero le decía que el asunto de la mochila no era nada importante, Rose podía creerlo, pero aun así el atisbo de curiosidad no se iba.

Cole hablaba rápido, rápido pero seguro, ella lo escuchaba y en su mente solo podía ver a Callie, a Callie el día que se encontraron, a Cassie, a Callie cuando fue a llorar a su habitación por su hermana, a Gru, a Nate. Todos se arremolinaron en su cabeza y fue cuando Rose volvió a fundirse en aquel abrazo de su chico hundiendo su cabeza en su hombro y cerrando sus ojos con fuerza. Las primeras lágrimas empezaron a brotar junto cuando él le pidió disculpas por no estar a su lado, no importaba, ahora lo estaba y ella podía sentirse segura estando ambos juntos. —No quiero pensarlo, Cole... no quiero pensar que ella está muerta. No puedo creer que nos estén haciendo esto, a nosotros... no pueden matar personas como si fueran cualquier cosa... ellas no, ¿por qué?—. Su voz se pierde mientras ella hunde sus manos en la piel del chico. Parecía mentira que hace algunas semanas hubiera pasado la mejor noche de su vida solo para darse cuenta ahora que estaban hundidos en una prisión, en una mucho más peligrosa.

Los ojos de Rose se abren, húmedos y enrojecidos, ella alza su mentón un poco y lo apoya del hombro de Cole. El bolso estaba a sus espaldas, un poco lejos, pero aún aquello le hacía ruido, le hacía mucho ruido, sobre todo porque él se había alterado de cierto modo por dejarla sola. La chica se separa y pasa su muñeca por el espacio entre su nariz y sus ojos limpiando la humedad salina. —Cole....—. Tiene que serenarse y buscar un tono de voz más seguro, no podía hacer ese tipo de preguntas llorando o en el estado en el que estaba. Rosie lo ve a los ojos. —¿Tú estás bien?

Publicado por M. Rose Wood Vie Ago 19, 2016 12:50 pm

Sujetó a la joven con más fuerza, como si en ese abrazo él fuera capaz de quitar todo el dolor y todas las incertidumbres que la joven tenía en ese momento. La escuchó, y solo la abrazó. En su mente intentaba diagramar todas las cosas que habían pasado y que podía ser que predijera el siguiente movimiento que les llevaría a pasar nuevas noches sin dormir. Entendía el sistema de la organización, pero no veía utilidad en el mismo, siempre que esta persona estuviera tantos pasos por delante de ellos, no podrían hacer nada más que llorar por las personas que no podrían contar lo que pasaría mañana.

Con Rose entre sus brazos, le hubiera gustado decirle que de verdad sentía lo de sus amigas y lo de esas personas, pero mientras más lo pensaba, más se daba cuenta que no lo sentía. No por insensible, no completamente, sino porque esas personas ya no tendrían pesadillas, no verían más cadáveres ni buscarían un hombro en el cual ahogar las penas. Eran libres de alguna manera un poco morbosa, pero eran libres de esa vida de tragedias, muertes y misterios. Habían muerto sin saber la verdad, sin ser llamados sobrevivientes, sin otro día para hacer eso que amaban hacer o decir esas palabras que nunca se habían atrevido a decir, pero, para ellos, había terminado. Había terminado la desesperación, los dilemas internos, todo el dolor, todo, había terminado y ya no les quedaba nada. Los muertos no sienten, estarían bien, en un cielo para aquellos que creían en él. Por supuesto que nada de eso lo diría en voz alta hasta que la joven en sus brazos recuperara la compostura o la próxima muerte llevaría su nombre.

—Estoy bien —dijo en respuesta de una manera casi inmediata, como un discurso que se había preparado demasiadas veces. Se llevó una mano a la cabeza, sintiendo las puntas de su corto cabello antes de retractarse de las palabras que había dicho—. Es decir, supongo, no lo sé, Rose. Son muchas cosas para asimilar en muy poco tiempo, y todavía no entiendo muchas cosas, pero creo que solo necesito sentarme y procesar toda esta información. Averiguar quién se hará cargo del internado ahora, y cómo nos manejaremos. SI la organización decidirá hacer algo útil. Son muchas cosas y nos lo han dejado en nuestras manos.

Niega, aún sin poder creer lo que la joven le decía, pero después de todo lo que habían pasado, no dudaba de que la joven estuviera diciendo la verdad. ¿Por qué habría de bromear con algo como eso? Rose no haría eso. Solo que sonaba irreal, como de una novela de terror, donde ellos solo eran los protagonistas esperando su respectiva muerte. No le gustaba esa visión, pero era como se sentía.

—Solo es mucho. Y, Rose, no quiero sonar grosero, entiendo tu postura, pero si están muertos, si todos los desaparecidos están muertos, entonces será mejor que lo aceptes rápido, porque mientras más rápido lo aceptes más rápido lograrás sanar. No digo que vaya a ser más fácil, pero va a ser más rápido —aconsejó mostrando la piedra que tenía en lugar de un corazón, pero era el mejor consejo que tenía para darle en ese momento, con todo lo que estaba pasando. Si las muertes seguían a ese ritmo, habría más para aceptar y mientras más rápido, mejor sería.

Publicado por J. Cole Green Dom Ago 21, 2016 6:01 am

Ella podía entenderlo porque lejos del plano emocional, en un rincón muy pequeño de su cabeza, Rose aún pensaba en la parte coherente del asunto, en todo lo que estaba pasando y en cómo la estructura del internado se estaba viniendo abajo con el paso del tiempo y de las horas. Ya no era el lugar regio y ordenado al que alguna vez había llamado hogar, no, ahora todo estaba cambiando y los muros se estaban viniendo sobre ellos sin importar si estaban desprotegidos o no. Rosie sabía que en cualquier momento tendría que enfrentarlo y salir de su dolor para pensar en las cosas coherentes, en lo que debía ser, pero por otro lado era muy pronto, apenas acababa de salir de su trance y tenía que empezar por pasar el trago amargo de que sus amigas ya no estaban. —Sí, lo sé, tienes razón—. Pero su voz débil y cortada le da a entender al chico de que ese era el punto que menos le importaba en ese instante. La mirada de Rose se pierde, aún repasaba los nombres en su cabeza, no, no podía creerlo.

Levanta su mirada a verlo y le cuesta creer lo que dice. Sabía que Cole era frío, orgulloso, que no era precisamente la persona más abierta y cariñosa del internado, pero, aun cuando sabía que el chico lo hacía por su bien, no podía aceptar lo que le estaba diciendo, no porque... no, no podía digerirlo. El solo pensarlo causaba una intensa migraña que Rose no sabía si podría resistir. Niega lentamente con la vista fija en el suelo. —No, no puedo hacer lo que me pides—. Y lo ve de nuevo con la poca seguridad que le queda plasmada en sus expresiones. —Porque no sería yo. En el fondo quiero creer que no están muertos, Cole, que esto solo fue una broma, una broma cruel y sin sentido. No puedo darlos por muertos, no así, sin pruebas—. Afirma, porque sabía que nunca sería suficiente. Pone su mano sobre la del chico. —Es lo único que me sostiene, es un motivo para seguir y averiguar qué pasa.

Rose traga y toma un respiro apartando el contacto. —¿No crees que es un buen motivo? Quedarnos aquí para luchar por nuestros amigos y saber qué les pasó. Nadie sabe quién sería el siguiente o si habría un siguiente, incluso dos, tres... pero creo que esto... creo que podría ayudarnos a todos para descubrir qué oculta Dunkelheit, ¿verdad?—. Lo ve pidiendo consejo, pidiendo autorización. Entre su temor, Rose necesitaba saber que no estaba tan errada. —Podemos ayudar, podemos salvarlos.

Publicado por M. Rose Wood Lun Ago 22, 2016 11:48 am

¿Cuáles eran las etapas para enfrentar un suceso? Cole ya las había olvidado, aunque estaba seguro que estar a la defensiva y la negación eran unas de esas. No quiso apuntar nada de eso en voz alta, pues, sentía que no sería muy bien recibido, ni tampoco muy amable de su parte decirle a una persona que estaba cambiando de opinión tan rápido que era imposible seguirle. Rose estaba mal porque sus amigas parecían estar muertas, pero no quería aceptar que estaban muertas. De pronto, Cole no le encontró sentido a las lágrimas de su amada. Si estaban muertas, y lo aceptaba, llorar era entendible, sino, no entendía qué estaba haciendo. Aquí es donde una persona comienza a recordar por lo poco apegado a las personas que el joven podía llegar a ser. El egoísmo que le decía que si nadie de sus cercanos, es decir, Rose y Ezra, estaba lastimado, entonces, nada era lo suficientemente grande como para preocuparse. También estaba su hermano, pero a él no era necesario mencionarlo, ya estaba metido en la ecuación antes de que el lápiz tocara el papel.

Pasando una mano por su nuca mostró una comisura elevada que quería aparentar ser una sonrisa, pero no era una muy feliz. El joven no estaba cómodo, no con las cosas que estaban sobre su cama, no con lo que estaba haciendo, pero, haciendo uso de sus habilidades, no miraba aquellos objetos ni trataba de esconderlos, sabía que solo empeoraría y un movimiento en falso podía llegar a delatarlo.

—Claro —respondió sin ninguna luz de emoción o adrenalina en sus ojos. La idea de buscar a los desaparecidos se le antojaba tanto como buscar una aguja en un pajar, pero si era lo que la joven quería entonces podía ayudar. Él ya había perdido a dos amigos, Tommie y Fran, pero tampoco les había tomado tanto cariño para desvivirse por ellos, cuando los dejó de ver los buscó, luego les dio por muertos. Es fácil deshacerse de los recuerdos de una persona cuando no estás ligada emocionalmente con ella. Cole era bueno teniendo gente cerca, pero sin estar cerca en realidad. Rose era una excepción. Nada más. Nuevamente intentó mostrar una sonrisa que no salió, se puso frente a la joven y esperó a que las miradas se cruzasen antes de empezar a hablar—: Nena, entiendo que quieras buscarlos, pero tienes que saber que eso va a ser peligroso, no tanto como estar aquí dentro, pero si tendrá su nivel de peligro. Yo te ayudaré, cuenta con eso, pero creo que nosotros dos no vamos a ser suficientes para abarcar todos los terrenos del internado. Solo quiero que tengas en claro que, por más que los busquemos, no hay garantías de que los vayamos a encontrar ni en el estado en el que los podemos encontrar. No quiero que te hagas ilusiones que luego acabarán por lastimarte. ¿Quieres buscarlos? Vamos, si quieres hasta buscamos un sombrero parecido al de Sherlock, pero quiero que estés segura de que podemos encontrar algo que no sea de tu agrado. Es mejor esperar lo peor en estos casos. Si resulta ser lo contrario bien, sino… ya lo esperabas, ¿entiendes lo que digo, cariño?

Le habló con voz pausada, pero el escepticismo en su tono de voz no podía pasar de ser percibido. Cole no creía que los fueran a encontrar con vida, y, en ese caso, preferiría no sumar otro cadáver a las pesadillas que tenía por las noches. Claro que contaba con las pocas posibilidades que tenían de encontrar algo. Lo que olvido, fue borrar aquella tonada sobradora y arrogante que tanto trataba de ocultar frente a su novia, primero porque sabía que no le gustaba, segundo porque ella no era como ninguna otra chica con la que había estado, sin embargo, la había tratado como tal. “No te hagas ilusiones, no te voy a volver a llamar, no lo esperes”. Diferentes palabras, otro sentido, mismo tono de voz.

Publicado por J. Cole Green Vie Ago 26, 2016 1:01 pm

Cole había logrado cambiar en su interior una infinidad de aspectos que Rosie tenía retenidos por años, iba a la par o incluso a la delantera de Brennan, Cassie, Callie e incluso todos sus amigos porque él se había apoderado de su corazón y no había nada que ella pudiera hacer al respecto. Era su compañía, su mejor amigo, el chico al que le había entregado todo lo que era, claramente no estaba pidiendo permiso, pero necesitaba saber que no estaba errada en su búsqueda incansable de la verdad, que lo que estaba por hacer no era una locura y, lo más importante, que podía contar con él. Ese era su hogar, fuera no tenía nada y quizás por eso mismo se esmeraba en saber que pasaba y en recoger todas las piezas que tenía dentro del internado, porque todo lo que valía para ella estaba ahí dentro.

Por un segundo Rose creyó en su respuesta, a pesar de que Cole no era la persona más expresiva y cálida sobre el planeta, ella estuvo cerca de imaginar que lo que decía era sincero. Pero le bastó con observarlo, con ver aquella sonrisa sarcástica en sus labios para saber que solo buscaba, de alguna manera poco amable, hacerla sentir bien y que lo que decía le llevaba la contraria de lleno a lo que pensaba. Poco a poco el pecho de Rose se fue desgarrando, como si no fuera suficiente ahora el chico también le estaba faltando. Cassie, Callie… ¿ahora Cole? Lo peor es que lo hacía conforme a su voluntad, porque él no estaba muerto, el solo pensamiento hizo que la espina dorsal de Rose se estremeciera, no podía ni imaginarlo y ahora menos que menos quería pensarlo, no le ayudaba. La castaña se negó a ese tipo de pensamientos.

Rose se levanta y cruza sus brazos, los frota un poco, se había olvidado de que seguía en pijama, pero a pesar de la sudadera seguía teniendo frío. La chica se acerca a la ventana con su iris puesto en el exterior, necesitaba tomar aire, claramente no sabía cómo interpretar aquel diálogo sin sentido, mucho menos a donde irían sus acciones si Cole seguía con ese ánimo de “ayudarla”, haciendo todo por acompañarla y nada más, como un títere manejado por un titiritero, sin sentirlo, sin encontrarle un rumbo… en fin, sin quererlo.

No quería iniciar una batalla campal entre los dos que, de ser Callie, habría iniciado sin duda, por un segundo pudo sonreír ante el recuerdo de su amiga, la otra castaña más de una vez habría deseado golpear a Cole y lo habría hecho de estar ahí. Rosie apoya sus brazos en la baranda metálica y ve los terrenos sintiendo el elido aire golpear su rostro y mover un poco sus cabellos. En su mente hilos constantes se movían sin un sentido aparente. Sabía que seguir exponiendo su punto no ayudaría, mucho menos insultar al chico por su sarcasmo. Rose había cumplido su tarea, había ido a verlo, a darse cuenta si seguía con vida o no, ya estaba hecho, antes de causar más daños era mejor retirarse.

—¿Sabes? Es mejor que me vaya. Tengo que pensar muchas cosas y tú... tú ya estás bien y eso es lo único que me alegra de todo esto, es lo que venía a ver, que estuvieras seguro—. Comenta sin verlo a los ojos mientras pasa una mano por su cabello. Rosie se separa de la ventana dispuesta a irse solo que el destino, Dios o cualquier ser superior hace que la chica, por mero instinto, baje la mirada al interior de la mochila que Cole había apartado y que ahora estaba al borde de la cama, cerca de su paradero. Fue un acto que no planeo, no quería hurgar en su privacidad, fue un movimiento de su mirada, algo espontaneo, la gran abertura llamó su atención y es cuando Rose pudo ver varias botellas de agua, mudas de ropa, era como un campamento.

Rose no pide permiso, al contrario, mete sus manos en el interior y empieza a sacar poco a poco lo que estaba dentro. Su ceño fruncido, sus ojos confusos, todo lo que reflejaba su rostro era duda, una duda cruda y profunda. Rose no tardó en atar cabos, tal contenido solo podía tener un fin y ella lo expresó claramente en una pregunta porque estaba claro que eso era lo que pasaba, no había otra explicación. —¿A dónde ibas a ir, Cole?

Publicado por M. Rose Wood Vie Ago 26, 2016 2:38 pm

Respondió con una mueca, si quería irse Cole no la obligaría a quedarse, nunca la había obligado a hacer nada que no quisiera hacer. Tenía muchas cosas por asumir, y él lo entendía, necesitaba tiempo, y sí, podía ofenderse por el poco entusiasmo que ponía en la busca de los muertos, pero era perder el tiempo. Tarde o temprano Rose lo tendría que entender. Ya casi había pasado un mes, ¿quién sobrevive un mes vaya a saber dónde? No sabían dónde estaban, no por dónde empezar a buscar, no sabían el estado en el que estaban. No sabían nada, retiraba lo pensado, no era buscar una aguja en un pajar, era buscar una aguja en el maldito océano. Era una ilusión, era la mente luchando para no tener que enfrentar lo que se tendría que enfrentar con el tiempo porque no se podía ignorar esa realidad. Cole volvió a optar por quedarse callado, explicar eso sería gastar palabras, sus intenciones nunca llegarían a destino. Rose era una soñadora, ya debería estar acostumbrado a esas cosas.

Estaba mirando el trasero de la joven mientras esta miraba por la ventana cuando se volteó para irse. Cole no la detuvo, fueron las cosas que estaban sobre la cama. Cerró los ojos con lentitud. Genial, ironizó en su mente mientras se acercaba a la muchacha y colocaba una mano en el hombro de Rose.

—Nena —la llamó al ver que seguía sacando todo lo que, con cuidado, él había guardado. Al final lo encaró. Cole sonrió inconscientemente, no había maldad en su sonrisa, pero si un poco de exasperación ante las dramáticas reacciones de la castaña. Colocó ambas manos en sus hombros—. Estás muy alterada por todo lo que acaba de pasar, te voy a pedir que respires y te calmes antes que cualquier otra cosa —pidió con paciencia mientras una voz en su mente le susurraba que mintiera. Miente, miente, miente. Podía hacerlo, sería una mentira piadosa y Rose lo entendería, era una chica lista, le encontraría el sentido que él le daría. Pasado un segundo comenzó su explicación—. He estado reservando algunas cosas en caso de emergencia. En caso de que tengamos que irnos. La otra vez lo de la organización fue muy alborotado, poco organizado, quería tener cosas en caso de que nos tengamos que ir ante una nueva oportunidad. Una eventualidad puede pasar en cualquier momento, tú lo viste abajo hace un rato. Solo quería estar preparado. No tienes nada de qué preocuparte. En serio.

Había perdido la cuenta de cuántas mentiras había dicho en su vida. Tanto que salían con naturalidad y, solo aquellos que lo conocían, sabían dónde mirar para saber si estaba diciendo la verdad o no. Dudaba que Rose lo conociera tanto para mirar como relamía sus labios mientras decía eso. Todo era por ella, y por su hermano. Si fuera por él, la llevaría y no sería un problema, pero podía ser peligroso y no quería poner su vida en peligro. No entendía porque las personas se podían enojar por algo así, pero si lo hacían y Cole no estaba de humor para una discusión, no en ese momento.

Publicado por J. Cole Green Dom Ago 28, 2016 5:02 pm

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