Blue Monday — Lyanna y Luka

Cerró los ojos e inspiró profundo, llenando sus pulmones con el aire helado y limpio, mientras la inmensidad del silencio acariciaba sus oídos. Era un silencio compacto, esponjoso, lleno viento y molinos, el sol acariciaba el campo de trigo y arroyos susurraban entre las piedras. Exhaló lentamente y abrió los ojos, alrededor, las blancas paredes del salón de clases se materializaron, y con ellas el sonido permanente de los murmullos de adolescentes revoltosos.

Es innegable el efecto hipnótico que tiene el antiguo reloj de pared colgado simétricamente sobre el pizarrón. Las seis o siete personas que se encontraban en el castigo no quitaban la mirada del artilugio, contando los minutos y segundos que faltaban para su libertad. Cuchicheaban entre sí, refunfuñando y maldiciendo al profesor en voz baja. Afuera hacía una tarde excepcionalmente soleada y no podían aprovecharla, no hasta hora y media cuando el castigo terminara.

Mathias aún no entendía qué hacía allí, puesto a que su único pecado era estar en el lugar equivocado en el momento equivocado. Pero eso era lo que todos los presentes dirían para defender su inocencia. Un profesor arraigado a su fe no le hizo ni pizca de gracias que el de cabellos rizados anduviera por el internado con aquel satánico mazo de cartas. El hombre en cuestión le había dicho que la adivinación no era más que un instrumento del mismísimo Lucifer y que el muchacho no hacia más que ir en contra de la voluntad de Dios.

Tirón de orejas y un par de reproches más, el pobre chico terminó en la sala de castigos no sin antes arrastrarse a su mejor amiga con él. Ambos estaban tan entusiasmados con estrenar el mazo de cartas que había llegado por correo hacía poco y ahora tendrían que contentarse con mirarse las caras mutuamente, porque encima el profesor había confiscado las cartas.

-  Esto es t-totalmente injusto.  - Refunfuñó Mathias mientras pegaba su espalda con el respaldar de la silla y se cruzaba de brazos para demostrar su descontento. -  No entiendo por qué nos trajeron aquí. N-no hicimos nada malo ¿Verdad?  - Buscó con la mirada a Lyanna en búsqueda de un poco de apoyo moral, alguna palabra que le impidiera echarse a llorar ahí mismo, porque el tibio carácter del chico no soportaba tanta humillación junta. Sentía la sangre trepar por sus mejillas y las orejas arder. Trepaba la sangre y era incendio. La curva exacta de su labio inferior se estremece y trata de contener el llanto como puede.

Publicado por Mathias Rottjer Jue Ago 18, 2016 12:54 pm

El moreno soltó un bufido que fue consumido por el ruido reinante a su alrededor causado por adolescentes molestos y ruidosos, estaba completamente molesto y frustrado, su perfecto historial estudiantil, o bueno el que llevaba allí en ese internado quedaba manchador por ese inútil castigo – Si inútil porque no estaba haciendo más nada que mirarse las caras y perder el tiempo –. No que en internado suizo no hubiera tenido uno que otro castigo, pero había querido permanecer el mayor tiempo posible libre de ello en este nuevo lugar y no había durado ni el año completo allí antes de terminar metido en uno nuevo.

También parte de su molestia era el motivo del castigo, el idiota profesor de historia que tenían en ese lugar debía ser despedido o por lo menos debería leer más, el hombre en cuestión les había estado dando una clase sobre las guerras otomanas, cuando salió Hungría en la misma, el mismo había comenzado a hablar de su país natal despectivamente y había cambiado muchos hechos históricos de dichas guerras sin fundamento alguno, Luka no había podido evitarlo, lo había corregido un par de veces, tranquilo y sin levantar la voz, pero molestándose cada vez más cuando era ignorado y seguía equivocándose el hombre. Primero se metía con su nación y luego lo ignoraba, el hombre se había sentido insultado y había terminado mandándolo a la dirección por irrespetuoso, que Luka supiera más que él sobre ese tema no era su culpa, su ego dañado había hablado y el ojimarrón había terminado castigado con el resto de los chicos ruidosos que lo rodeaban.

Estaba hasta el final del salón con un par de alumnos más que le eran desconocidos, desde allí no sentía tanto el ruido, pero no dejaba de ser molesto. Tenía consigo un lápiz y su cuaderno de dibujo donde estaba boceteando cosas sin sentido mientras esperaba poder largarse de allí, en eso hizo un movimiento más fuerte de lo pensado con el lápiz y el mismo salió volando de su mano, terminando debajo de un pupitre ocupado más allá de donde él estaba. Bufó por lo bajo levantándose para ir a buscarlo — Permiso — Le dijo a ambos, un chico de cabellos ensortijados y una chica más bajita — ¿Puedes pasarme el lápiz que acaba de caer por allí? — Le preguntó al chico ya que el lápiz estaba debajo del mismo, esperando que su tono hubiera sonado lo más normal y neutro posible y que su molestia no se hubiera filtrado en el mismo, ellos no tenían la culpa de que estuviera allí encerrado.

Publicado por Luka V. Császár Vie Ago 19, 2016 4:49 pm

A pesar de llevar allí varios años, la vida en el internado siempre tenía algo para emocionar a Lyanna, lentamente, y sin entender como, aquel chico llamado Mathias se había convertido en alguien tan cercano para ella que le era extraño situarlo emocionalmente en su vida. ¿Amigos? ¿Familia? ¿Cuál era la diferencia? Le era complicado saber si él realmente era su amigo o si era simplemente amable con ella.

Lo que no se esperaba, era que aquella vez, su relación con el chico le costase un castigo, normalmente no le importaba verse arrastrada con su amigo, al contrario, si él tenía que cumplir algo, ella quería ayudarlo en lo que pudiese, pero la palabra "castigo" hizo que le recorriese un escalofrío, los castigos que ella conocía con anterioridad le aterraban, pero por suerte para ella, esa vez fue simplemente estar sentada con más personas en un aula. Se había pasado ya varios instantes mirando a su alrededor o escribiendo, como solía hacer cuando estaba encerrada, si había algo en lo que Lyanna era realmente una profesional era matando el tiempo. Miró a Mathias cuando este habló.

-No, no hicimos nada malo.- Aseguró ella, tardó un rato en darse cuenta de la situación, las emociones del chico podrían ser claras para otras personas, pero como siempre, Lyanna tuvo problemas para desentrañarlas.- ¿Estás enfadado? ¿O estás triste?- Se sintió algo culpable por no poder diferenciar esas emociones, le era realmente complicado distinguir una de la otra. Puso su mano sobre el hombro de Mathias, esperando que ese gesto tan robótico, aprendido de alguna serie, le ayudase a comprender mejor porqué su amigo reaccionaba de esa manera. Fue entonces cuando otro muchacho se unió a ellos de forma inesperada.- ¿Qué lápiz?- Lyanna no se había dado cuenta de que ningún objeto hubiese caído cerca de ellos, estaba demasiado centrada en Mathias. Realmente era cercana a aquel chico, no le gustaba verlo sintiendo cosas que ella no podía entender.

Lyanna buscó con la mirada el artilugio del que el otro muchacho hablaba, lo encontró justo debajo de Mathias y se agachó para recogerlo, se lo acercó al chico desconocido para luego centrar la atención de nuevo en su mejor amigo unos instantes, aún confusa, antes de hablar de nuevo con el muchacho moreno que les había hablado.

-¿Tú también estás aquí por usar cosas del diablo?- Preguntó Lyanna confusa.- Creo que ese profesor lee muchas cosas raras. No me gusta.- Dijo susurrando, mientras miraba de nuevo a Mathias.- ¿Estás mejor?- Susurró de nuevo, como si aquellos golpecitos que daba con su mano en el hombro del joven fueran el equivalente a dos años de terapia.

Publicado por Lyanna Hope Lun Ago 22, 2016 7:19 pm

El vínculo que los unía con Lyanna era poco común, pero no por ello menos especial. Tal vez la necesidad de mutua compañía los juntó, o quizás de tanto compartir silencios se entendieron sin decirse ni una sola palabra. Ambos no sabían de amistades verdaderas ni tampoco el cómo expresar sus sentimientos de manera correcta, pero Mathias confiaba en que aprenderían juntos. La chica en tan poco tiempo se había convertido en alguien tan importante para el moreno que éste no concebía la idea de su vida diaria en el internado sin estar a su lado.

–  No sé, ambas cosas supongo... – Respondió en un suspiro, agradeciendo silenciosamente que su amiga intente reconfortarlo. Lyanna intentaba desenmarañar las emociones de Mathias, tan confusas y entrecruzadas como su propio cabello. Cómo le gustaría poner en palabras lo mucho que la quería. Hizo fuerzas para no echarse a llorar ahí mismo, sobre todo porque no soportaría ponerse en ridículo frente a un montón de desconocidos. Su corazón no tenía fuerzas como para soportar una humillación de tal forma. Sintió la mano de Lyanna, torpe pero reconfortante, como un bálsamo que le ayudaba a sobrellevar la angustia de su situación.

Escuchó a alguien hablarles cerca de ellos, y su primer impulso fue agachar la cabeza, como si temiese un reto, una amenaza. Pero la voz neutra de un chico que le hablaba directamente le hizo levantar la mirada, para escrutarlo con sus orbes oscuros sin tener ni idea a qué se refería. Miró cómo su mejor amiga se apuraba a alcanzarle el objeto, no sin antes hacerle una pregunta que desencajaba con la situación, tanto como la risita ahogada que se le escapó a Mathias al escucharla usando las mismas palabras del profesor. –  ¡Lyanna! – Le intentó reprochar, aunque el moreno no podía mantener la cara seria. Asintió dos veces en dirección a su amiga, respondiéndole su pregunta.

–  Perdona, no queríamos molestarte. – Se apresuró a disculparse por el ambos con el desconocido, sin intención de hacerle perder más el tiempo ni meterse en más problemas.

Publicado por Mathias Rottjer Vie Ago 26, 2016 12:28 pm

El ruido de la habitación no había disminuido, de hecho parecía haber aumentado, pero al ir a esa parte del salón le pareció que podía ignorar mejor al resto, o tal vez era el aura de soledad que emanaban ambos jóvenes quienes parecían estar en su propio mundo sin importarles el resto, y envidió un poco aquello, queriendo poder hacer lo mismo sin terminar estresado además de molesto por toda la situación. Los detalló bien, no los reconocía de nada, no estaban ni en su grupo deportivo ni en el de arte, ni en ninguno de los clubes… Además de no compartir año con el moreno, así que si apenas recordaba con quienes compartía esos grupos, menos recordaría a quienes solo veía en los pasillos o en las comidas de reojo.

Vio a la joven pasarle el lápiz en vez del muchacho de cabellos ensortijados, recibiéndolo con un asentimiento, revisando distraídamente si con la caída no se le había roto la punta, lo cual sería una verdadera molestia ya que no podría seguir dibujando por ello, cuando la ojiazul le preguntó del porqué de estar allí, alzó una ceja sorprendido por la pregunta, ¿Cosas del diablo? El regaño del otro joven le sacó una media sonrisa, más que todo por lo raro de la situación, nunca se hubiera imaginado encontrarse con ese tipo de cosas en el Dunkelheit.

— Amm, no… Corregí a un profesor en un par de temas en los que se equivocaba en clase y se ofendió — Ahora historia sería un verdadero martirio para el moreno, ya que no pensaba sentarse atrás, por lo menos le gustaba leer y podría ponerse al día, no podían bajarle notas si sus trabajos eran correctos, pelearía en dirección si le reprobaban por dicha riña, sus notas no sufrirían por ello. — Y no me molesta… De hecho ¿Cosas del diablo? — Preguntó recostándose de uno de los pupitres cercanos quedando frente a ellos, ese tema sonaba más entretenido que quedarse al otro lado del salón sin hacer nada, con ese ruido no podría concentrarse ni dibujar nada.

Publicado por Luka V. Császár Dom Ago 28, 2016 12:37 am

-Lo siento.- Se disculpó la chica automáticamente sin saber bien porqué cuando Mathias exclamó su nombre, no sabía que había hecho o dicho, ni mucho menos la gravedad de lo que había dicho, se habría preocupado más de la cuenta si no hubiese sido porque Mathias estaba sonriendo. Las primeras veces que eso le había pasado, Lyanna lo había visto como algo terriblemente contradictorio, una muestra de reprimenda o enfado, con una sonrisa ¿Eso significaba que lo que había hecho estaba bien o mal? Con el tiempo empezó a aprender que muchas veces las emociones de la gente se mezclaban, o que no querían decir literalmente lo que decían, pero esos solamente le hacía sentir mucho más confusa así que simplemente se disculpaba y esperaba que con eso bastase.

-Vaya, eso es malo... -Dijo cuando escuchó la razón por la que el muchacho había sido castigado.- Los profesores en este lugar son realmente extraños, y para que alguien tan extraña como yo crea eso, me refiero a que deben de ser raros, raros de verdad.- Lyanna susurró inclinándose un poco hacia el joven desconocido, para que solamente él y Mathias pudiesen oírla. Luego volvió a su posición original para mirar a su amigo, aún algo preocupada de que estuviese afectado por algo, o enfadado por lo que ella había dicho, fuese lo que fuese.- No son cosas del diablo en realidad, son...- Se detuvo, la verdad, no sabía si Mathias quería que otras personas supieran aquello, después de todo, era la vida de Mathias y ya había aprendido bien a no contar cosas de los demás a nadie.- Cosas.- Lyanna se encogió de hombros, sintiéndose como si protegiese a su amigo.

Publicado por Lyanna Hope Miér Ago 31, 2016 6:24 pm

Pocas veces Mathias establecía contacto visual con otra persona, al momento en que el moreno advertía que la mirada de alguien estaba puesta sobre él, no tardaba en agachar la cabeza, y si fuera humanamente posible, desaparecer ahí mismo. Pero había algo en el semblante de aquel chico que le había llamado la atención, y sin querer sus ojos de naturaleza ávida habían quedado prendados del pelinegro. – ¿Corregirle..?  – Repitió sin darse cuenta en voz alta. Los profesores eran raros, sí. El moreno había visto en un par de ocasiones que algunos alumnos se animaban a cuestionarlos, y aquellas situaciones nunca terminaban bien. Una pequeña partecita dentro de Mathias le insistía que haga lo mismo, que se atreviera a levantar su voz y expresar su opinión. Pero la ansiedad no tardaba en aplacar aquelos pensamientos y eliminar todo rastro de valentía que pudiera haber en él.

Observó a Lyanna detenerse a mitad de oración y le dedicó una sonrisa tímida. – ¿Sabes lo que es el Tárot?  – Le preguntó a aquel chico cuyo nombre aún desconocía –  Bueno, hace poco llegó por correo un mazo de cartas, un profesor nos vio practicando con ellas y...  – Mathias hizo una pequeña pausa, mientras enredaba un dedo en uno de sus rizos, gesto que solía hacer cuando estaba algo nervioso. – Nos reprochó diciendo que era un instrumento del diablo y esas cosas. Nos lo quitó y ahora estamos aquí...

Súbitamente el moreno se llamó al silencio, agachando la cabeza ni bien terminó de hablar. – Genial, seguro que ahora piensa que eres un fenómeno y que andas en cosas raras. De todas formas tiene razón, es lo mismo que Chloe solía decirte... – Le dijo aquella voz que vivía en su interior, esa misma que le hacía huír de los espacios concurridos o soltar una lágrima en las situaciones más simples. Apretó fuerte los labios, como temiendo que aquella voz se apoderara también de sus cuerdas vocales y saliera algo que no quería decir.

Publicado por Mathias Rottjer Sáb Sep 10, 2016 8:00 pm

La joven trató de explicarle de que trataba su castigo, disculpándose anteriormente con el otro chico, eso le hizo sonreír un poco más, pero de igual manera, quedó igual de confundido que antes cuando la chica no terminó de explicarle nada por lo que su rostro se giró al chico automáticamente, a ver si él lograba aclararle el asunto, si no les molestaba hacerlo claro. — Si — Asintió a la primera palabra que dijo el chico — Digamos que cuando se meten con mi país natal no puedo evitar hablar y defenderla — Luka estaba muy orgulloso de donde venía, y no dejaba que nadie dijera nada incorrecto sobre los húngaros, no en su presencia.

Volvió a asentir, claro que sabía que eran, Luka era muy abierto de mente y vamos, era fan de Harry Potter y la adivinación se practicaba básicamente con dichas cartas, esa era una de las razones por las que el moreno conocía de que trataba más o menos aquello. Prestó atención al chico cuando continuó con su explicación, vamos era una soberana estupidez, al parecer los profesores de ese internado se ponían de acuerdo para volverse idiotas juntos, capaz eran amigos o algo por el estilo, porque el Tarot no tenía nada que ver con el demonio, vamos estaba muy alejado de aquello, un erudito debería saber aquello, aunque sea por cultura general.

— Mientras más tiempo paso en este internado, más pienso que los profesores no sirven mucho — Dijo bufando en claro desconcierto — Los acompañaré luego a buscar tus cartas, no te las pueden quitar, iremos incluso a buscar a la directora para que intervenga si ese viejo no te lo permite — Luka era muy respetuoso con los mayores, pero cuando perdían su respeto, dejaba de referirse a ellos con respeto, y aunque no conocía al profesor en cuestión, ya había caído bajo en su escala de conocidos, justo al lado del profesor idiota que había dicho cosas incorrectas sobre Hungría.

Publicado por Luka V. Császár Dom Sep 11, 2016 6:16 pm

Por suerte para ella, Mathias no pareció molestarse y él mismo le indicó al nuevo conocido las razones de sus castigos, aunque Lyanna no había hecho nada en particular, simplemente, como siempre, estaba en el momento equivocado en el lugar equivocado, sin embargo, ser castigada con Mathi no le parecía un mal plan, siempre disfrutaba de la compañía del chico.

-¡Sí! Podemos ir a buscarlas luego, no está bien robarle las cosas a Mathias, robar es algo que no está socialmente aceptado ¿Verdad? O que solamente se hace cuando no queda otra opción o eso me explicaron cuando yo rababa no sé...Y ese profesor no tiene pinta de necesitar tus cartas...- Lyanna entonces miró al otro joven unos instantes, antes de volver a hablar de nuevo.- Me caes bien... ¿Cómo te llamas? - La chica intentó recordar todo el proceso que una nueva presentación incluía, intentando añadir la información nueva aprendida de últimos conocidos, como Desmond, hizo un repaso mental de cosas que no debía decir, no debía decir que era una asesina, o al menos no así, aunque no había muchas otras palabras para definirla. Aunque acababa de admitir que había robado ¿Eso era de la lista de cosas que no debía decir? Era agotador tener que filtrar la información de su pasado respecto al tipo de persona que conocía, a un tipo de personas podía molestarle, a otras no... ¿Porqué no podía ser todo el mundo igual? Sería mucho más fácil hacer amigos.- Yo soy Lyanna Hope, los dos son mis nombres, así que puedes llamarme por el que quieras... Mathias eligió el de Lyanna, porque es el que me puse yo ¿Verdad, Mat?

Lyanna miró al joven de pelo rizado sonriendo, recordó cuando le había contado a Mathias el hecho de que ella jamás tuvo un apellido, que por eso se tuvo que poner otro nombre para poder ser registrada en el internado, su mejor amigo sabía muchas cosas de su pasado, pero a su vez, aprendía nuevas cada día, eso le gustaba a Lyanna, que él aprendía cosas de ella cada vez más raras y aún así seguía a su lado, eso había despertado un sentimiento de lealtad en ella hacia Mathias, si el chico quería sus cartas de vuelta, ella haría lo que fuese para devolverselas, y si el chico "nuevo" se ofrecía a ayudarles, toda aportación era buena.

Publicado por Lyanna Hope Miér Sep 14, 2016 10:04 am

Sin siquiera darse cuenta, la cuestión había dado un giro de 180 grados y ahora se veía envuelto en toda una aventura para recuperar su mazo de cartas junto a Lyanna y Luka, como les había dicho que se llamaba el chico más adelante. — Yo... — Intentó protestar, pero no pudo, las palabras ni siquiera alcanzaron a salir de su boca. Era injusto que aquel profesor le haya quitado las cartas, y aún más teniendo en cuenta las estrictas normas del internado con respecto a las pertenencias personales. Enredó tanto su dedo dentro de sus rizos que éste terminó por internarse totalmente en su mata de cabello. — Ouch. — Se quejó cuando intentó desenredarlo y sin querer se jaló de un mechón.

— Bueno, no sería robar... — Aclaró en dirección a Lyanna. Estaba consciente del pasado turbulento que su amiga había vivido, y la razón por la cual parecía ver al mundo con los ojos de una niña. Mathias no había vivido ni una pizca que lo que la chica había tenido que pasar. Él tenía una familia, inestable, pero la tenía. Tenía más dinero del que podía contar y probablemente un futuro asegurado en alguna universidad prestigiosa cuando se graduara de Dunkelheit. Y aún así, Mathias hacía el esfuerzo para entenderla, desenredar todos sus secretos y poder acompañarla en todo momento. Solía impresionarse con las historias que la chica le contaba, porque la chica en apenas quince años parecía haber vivido más que Mathias y todas sus previas reencarnaciones juntas.

— No quiero problemas, ni tener que involucrar a la directora. — El moreno se mordió el labio inferior, nervioso de la sola idea de imaginarse a sí mismo en el despacho de Yvette. Ni siquiera tendría fuerzas para alzar la voz y contar su versión de los hechos ante una mujer tan intimidante. No, había que hacerlo de otra forma. — Prefiero que seamos más... — Hizo una pequeña pausa antes de pronunciar lo siguiente. — ...discretos.

— Tiene el mazo en el cajón de su escritorio, lo he visto guardarlo ahí. Alguien deberá distraerlo. — Y en un santiamén el de rizos se puso a organizar un plan para recuperar sus cartas con una seguridad que no era propia de su persona. Tal vez aquello era un hecho insignificante para otros, pero para Mathias sería un gran paso en su evolución. Y lo más importante, la primera de las aventuras que compartiría con sus amigos.

Publicado por Mathias Rottjer Miér Sep 21, 2016 9:37 pm

Publicado por Contenido patrocinado