Thinking Out Loud

No había nada peor que despertarse con dolor de cabeza sabiendo que quedaba toda una mañana de clases. Ya entrar al comedor supuesto una tortura para mi, pero puse la mejor cara con tal de simular mi dolor. A mitad de la mañana el constante dolor ya era parte de mi sistema. Me concentre en no quedarme quieta y tener siempre algo por hacer. Cuando al final las clases se dieron por terminadas, el dolor era leve. Tomé mi tiempo en el almuerzo observando a los estudiantes que hacían tareas a las apuradas, charlaban, reían e incluso tenían discusiones amigables. Grupos iban desapareciendo mientras se acercaba la hora de que asistieran a los deportes. Muchos profesores también se marcharon, y yo espere, tomando una taza de té que había ido a buscar a las cocinas.

Sabía a donde iría después de comer, era mi horario favorito para ir a la biblioteca, sin alumnos aquel lugar no se llenaba ni que todos los profesores optaran por asistir al mismo tiempo. La calma del lugar, el olor a libro y a estanterías de madera, era el lugar perfecto, a la hora perfecta. Mis pasos sonaron en el pasillo mientras caminaba a destino, y no importara las veces que estuviera afuera mientras los alumnos estaban en clase, siempre me costaba imaginarme el lugar sin los estudiantes y el revuelo que generaban a su paso. Sonríe al escritorio al entrar, dispuesta a saludar a Brian, pero no estaba allí, borrando mi sonrisa con disimulo busque al mismo con la mirada. Sin saber donde podría estar me adentre en las estanterías buscando un libro en particular. Rojo y Negro. La cantidad de lecturas que tenía el libro debían contar a mi nombre, dudaba que los estudiantes tomaran el mismo, siquiera por azar.

Publicado por Ophelia E. Westerberg Mar Dic 08, 2015 3:35 am

Ya había almorzado una gran porción de fideos con salsa de tomate y estaba complemente lleno y feliz. Era una bella mañana, fresca, y el clima poco a poco iba desmejorando. Las comidas calientes levantaban el ánimo a todo el mundo, como bien podía apreciar en las caras de los alumnos y compañeros de trabajo, quienes comentaban lo rico que estaban aquellos fideos.

Dejé mis cosas para lavar y regresé a mi cuarto de donde tomé mis auriculares, el libro que estaba leyendo y salí a caminar por el parque. Aún no debía regresar a mi trabajo y era viernes, día en que casi ningún estudiante pisaba mis aposentos.

Con los auriculares puestos, a un volumen considerable recorrí el camino desde los parques hasta la biblioteca mayor, tarareando las diferentes canciones del reproductor antiguo que colgaba de mis pantalones. Abrí la biblioteca con llave y cerré la puerta -sin llave- tras mi paso. Sabía que no entraría nadie y por eso seguí mi rutina de esparcimiento con completa relajación. No noté que mi voz cada vez se hacía más y más audible, y no era ningún cantante de ópera o siquiera de pop, pero cantaba fuerte y claro, una melodía pegajosa de los últimos días. Total... ¿quién podría escucharme?


Al salir de los estantes escondidos del fondo, me detuve en un instante, quitándome los auriculares de un manotazo. ¿Me habría escuchado? Me acerqué lentamente y reconocí a la joven profesora de química. — Ophelia, buenas tardes... disculpa que yo.. eh. — la miré sonriente con un dejo de vergüenza. — ¿Cómo has estado? Es un bello día, ¿verdad?

Publicado por Brian Downer Miér Dic 09, 2015 1:10 pm

Abrí el libro en una de mis partes favoritas. "Además de un alma de fuego, Julián tenía una de esas sorprendentes memorias que tan a menudo van unidas a la necedad", sonreí por ser tan hermoso ese libro y alcé la mirada al escuchar una voz que cantaba una canción que no pude descifrar. Reí con ganas al ver la reacción de Brian y acomode mi cabello mientras cerraba el libro y lo regresaba a su respectivo lugar. —Esta bien, no pasa nada— Respondí con una risita baja. —Yo he dejado de cantar desde que uno de mis hermanos me dijo que por favor no lo hiciera más— Reconocí con las mejillas sonrojadas. El canto no era mi fuerte, tampoco lo era la música, me gustaba, pero era de madera para aquella materia, y prefería enfocarme en otras cosas que centrarme en aquello que solo lograría frustrarme.

Busqué con la mirada las ventanas, observando como el día cambiaba entorno pasaba el día. Tuve que tomar aire para largar al mismo todo de una. —Si, supongo, creo que lo mejor que puede pasar es que las nevadas se acumulen de manera que se puedan hacer muñecos de nieve en el exterior, solo espero que aquellos que tengan que estar afuera estén bien abrigados— Explique, frotando uno de mis brazos con la mano, me daba frío de solo pensar lo que sería estar afuera. Era de esas personas que no odiaban el inverno, pero si me molestaba tener frío, estar afuera mojarme o lo que fuera implicaba volver para tomar una ducha caliente y desde la primera nevada, me había encerrado dentro del internado para poder mantenerme abrigada. Me encogí de hombros. —Por suerte en las personas de las cocinas saben observar nuestras necesidades, no entiendo como he sobrevivido tanto tiempo sin ellas—

Publicado por Ophelia E. Westerberg Jue Dic 10, 2015 3:08 pm

Para mi suerte, quien me había escuchado cantar era de mi confianza. Habría optado por volver a mi rincón tras algún libro de no ser así.

— ¿Dejado de cantar? ¡Jamás! — la miré, mientras sus mejillas se sonrojaban. Me pareció un gesto bastante tierno, por lo que añadí: — Sabes, la música es propia del ser humano nadie debería de privarse cantar aunque no afine o tenga una voz poco agradable... no sé, cuando canto me libero un poco. — comenté, volviendo mi vista sobre ella y mirando a la ventana, la nieve caía lenta y serena.

— Están todos muy abrigados, creo que todo el personal adulto se encarga de repetir día y noche sobre "el abrigo" y demás. Hasta yo me encuentro diciendo eso y me recuerdo a mi madre. Y si no fueran por las sopas o guisos calientes ya habría pescado algún resfriado fuerte. Las alergias no ayudan mucho, aunque es peor en Primavera. — hice un pausa, puesto que no había dejado de hablar de corrido por unos largos segundos. Se notaba que hacía mucho no tenía contacto con otro ser humano, al menos no uno que me hable no solamente para pedirme el nombre de un libro.

Me acerqué a la cafetera y armario pequeño que se encontraba en un costado y sirviendo un café dije: — ¿Prefieres café o té? Yo estaba vez opto por un café bien fuerte, para sacarme un poco la modorra. Siéntate por favor. — añadí, señalando con la cabeza el sofá a mi lado.

Publicado por Brian Downer Mar Dic 15, 2015 3:49 pm

Me gustaba escuchar música, como si existiera una persona a la que no le gustara, pero prefería más el silencio. Cuando tenía mi propio departamento solía llegar y poner la radio, para apagar el sonido después de un tiempo, tal y como si solo quisiera escuchar voces humanas por un tiempo y luego regresar a mi cueva de soledad absoluta. Me encantaba la música clásica, instrumental, esa donde no se escuchaban voces, paradojicamente. Era la clase de música que más me gustaba escuchar, pero con la entrada al internado lo había terminado de perder. Estar en silencio era la música que escuchaba todo el tiempo y cada tanto era acompañada por las voces de los estudiantes. No quise romperle el corazón a Brian, sabía de muchos que eran apasionados por la música, tampoco quería una discusión por ello, por lo tanto sonreí y reía agachando la cabeza ante sus comentarios.

—Creo que no podemos evitar ponernos un poco paternales con los estudiantes— Confieso siguiendo la conversación, por lo menos para mi era imposible. —Se ven todos tan pequeños e inocentes, no todos, pero la mayoría— Comencé a decir pasando las yemas por los lomos de los libros. —Les falta tanto por ver y por aprender, que es imposible no querer ayudarlos— NO querer marcar los errores que había cometido uno, para que no lo cometan otros. Era profesora y, a pesar de estar frente a una clase, a veces sentía que le estaba enseñando cosas que no eran tan importantes como otras. Y, también creía, que era la única en pensar así.

—Té, gracias, pero déjame ayudarte— Respondí de inmediato acercandome a donde se encontraba mi compañero para poner el agua a hervir.

Publicado por Ophelia E. Westerberg Mar Dic 22, 2015 1:11 pm

— He de confesarte que creo carecer del instinto paternal, si es que acaso también se aplica a nosotros los hombres... — observé como sus dedos se posaban por los libros, y añadí rápidamente: — ... pero sí soy cuidadoso con lo que tenga a mi cargo, perros, libros, alumnos. — sonreí levemente, pretendía ser una especie de chiste, con parte de verdad. — Ayudar es ayudarse... es algo casi involuntario, innato. — mencioné al pasar, como si de frase hecha se tratara.

— ¿Ves? — le dije, cuando puso el agua a hervir, señalándola. — Eres una persona muy... ayudativa... — inventé, al pasar. — ... si es que esa palabra puede entenderse jaja. — tomé las tazas y las coloqué una al lado de otra, en silencio, mientras agarraba la caja de tés y se la alcanzaba. Mi café estaba ya caliente pero esperé a que ella sirviera su agua para poder beber juntos y no a destiempo.

— ¿Y cómo has estado todo este tiempo? Yo... — volví mi vista a la ventana y su nieve. — ... noto un clima extraño últimamente, ¿tu no? No sé si será mi imaginación alocada a causa de tanta lectura, o simplemente falta de sueño... pero si, algo noto. Tu seguro sabrás más que yo, a veces me paso días enteros encerrado en las bibliotecas, no sé mucho del afuera. — dos cucharitas de azúcar en el café y me dispuse a revolver.

Publicado por Brian Downer Miér Dic 23, 2015 9:21 am

No creía que las personas tuvieran más o menos instinto paternal, mi problema era que me encariñaba demasiado rápido con las personas e instintivamente hacía lo posible para protegerlos. Para mi eso era lo que yo llamaba instinto paternal, lo mismo, pero con personas que eran menores a uno, y al ser profesora del internado, la mayoría eran menores a mi. —Mi padre solía decir que toda comunidad puede avanzar, siempre que haya personas para ayudar al resto— Esbocé una sonrisa cargada de añoranza. Mi padre había sido uno de mis más grandes profesores. Y yo había visto como me cerraba las puertas tras cometer un error. —Mi hermano, por otro lado decía que las personas cometen errores para saber que personas se quedan para ayudar. No era un castigo, decía que equivocarse era dar una oportunidad para conocer a más personas. Solía estar castigado— Aclaré por si llegaba a quedar alguna duda sobre cuantas veces se había metido en problemas.

—Claro que se entiende, es divertido inventar palabras. A veces considero las posibilidades de inventar una palabra en clase y ver si los alumnos la copian— Bromeo soltando una risa. Ser profesor podía ser una gran carga, si cometías un error y no lo aclarabas podías generar una cadena de errores en los estudiantes y mucha confusión al respecto. Yo solía cometer errores, principalmente en las cuentas y cuando estaba nerviosa, pero siempre esperaba que no sea algo demasiado grave, todavía estaba aprendido los gajes del oficio que había elegido y para el cual me habían elegido.

Tomé un té de hierbas verdes y puse el agua en la taza, tres cucharadas de azúcar y me quede un momento en silencio mientras pensaba como responder aquella pregunta. —He estado bien, ya no lo se si soy sincera, todo ha sido demasiado complicado— Explico ocultando mi rostro detrás de la taza por un segundo para dar otro pequeño sorbo. —Creo que lo que paso en Halloween nos ha dejado a todos marcados, no creo que sea fácil de olvidar, en especial para los estudiantes. Todos temen que si a los directivos se le pudo escapar algo como eso, vuelva a ocurrir—

Publicado por Ophelia E. Westerberg Miér Ene 13, 2016 1:50 pm

Oí con atención cada una de sus palabras, era una mujer interesante, porque tenía siempre alguna frase correcta o delicada. Seguramente, aparte de ser producto de una vida social amplia, también lo era por una lectura sedienta. Yo podría quizá ser algo más poético o fino al hablar, pero simplemente no era propio de mi carácter. No era un escritor, ni pretendía serlo, solamente sabía admirar y reconocer quién lo hacía de forma destacada.

Sonreí cuando comentó lo de las palabras, puesto que era cierto. — ¿Copiar palabras inventadas? Interesante... — pregunté curioso, inventar términos no reales me era frecuente, luego de tanta lectura aprendía siempre algo nuevo, que enredaba con conocimientos anteriores. Pensando en dos palabras similares las terminaba por unir al salir de mis labios, produciendo como por arte de magia un nuevo espécimen. En alguna parte de mi cuaderno tenía anotadas algunas de las palabras que había inventado a lo largo de mi vida, pero que, lamentablemente, hacía mucho no retomaba.

— Yo no estuve presente en Halloween, no... simplemente no intervine mucho en sus festejos o demás. Algunas cosas escuché pero... ¿Podrías contarme bien qué sabes? ¿O qué ha pasado?* — tomé también mi taza y di otro sorbo. En verdad quería saber un poco más de lo que se comentaba, estar encerrado tanto detrás de una puerta y cuatro paredes a veces me resultaba poco provechoso. ¿Qué podría enterarme yo de esa forma? Tampoco tenía tantos conocidos, y menos aún amigos, que me pudiesen venir a comentar los rumores que corrían en el instituto. Me acerqué al asiento y me senté, invitando a Ophelia con la mirada. — Siéntate mejor, estimo que esta será una revelación larga y demás interesante, ¿verdad? — acomodé mis lentes, sobre mi nariz. Estaba en verdad intrigado.

Publicado por Brian Downer Lun Ene 18, 2016 3:06 pm

Mi mirada se perdió en algún punto de la sala al escuchar aquella pregunta, propuesta o lo que sea. Había tratado de olvidar toda aquella cadena de sucesos, y esperaba que los alumnos fueran capaces de hacer lo mismo, pero contar lo que había pasado ya era otro tema. Tenía la opción de salir de allí con alguna excusa, pero no tenía intenciones de ser grosera y quizá Brian fuera capa de ayudarme con algo, mejor no, lo metería a él también en problemas. Tenía que dejar de arrastrar personas a un destino atroz, pero aun así sabía que también merecía saber la verdad de lo que había pasado, sólo que no me sentía lista para hacer de fierro el corazón y contar todo como si ningún sentimiento atravesara mi pecho.

Me senté tal y como me lo indicó. —Lo siento, tengo que organizar un poco las ideas para no marearte— Le explicó sintiendo mi garganta seca, y mis manos juguetean con uno de los mechones de mis cabellos rojos. —Fue... es complicado, a veces dudo que haya sido real, a veces deseo que sólo haya sido una pesadilla— Me detengo para poder tomar aire y dar un sorbo al té antes de que su temperatura bajara demasiado. —Una chica apareció muerta, en el bosque, no tenía un brazo, no miré que más le faltaba, había mucha sangre. Era una ex-alumna, una excelente alumna, siempre activa, participativa, siempre mostrando una sonrisa.— Mi voz se quiebra y apuro otro sorbo de té. —Fue horrible, lo que le hicieron, fue terrible. No entiendo cómo puede haber una persona tan cruel en este mundo— Pestañeo varias veces para desaparecer las lágrimas que amenazaban con escaparse, había estado evitando llorar desde la primera noche en la que me encontré sola. —Lo que más me preocupan son los estudiantes, me preocupa que es lo que puedan llegar a pensar, que no se sientan seguros en este lugar. Me preocupan ellos, son tan jóvenes—

Publicado por Ophelia E. Westerberg Mar Ene 19, 2016 11:19 am

"Lo siento, tengo que organizar un poco las ideas para no marearte". Asentí suavemente y recliné mi cuerpo contra el asiento, relajando así un poco mi postura. Mis dedos se aflojaron, mis piernas se descontracturaron, mi mirada perdió un poco el dejo de tensión que reflejaba y finalmente mi respiración adquirió un ritmo pausado, casi de ensueño. Sabía que tarde o temprano llegaría alguna información importante que necesitase de mi la mayor de las calmas. Nervioso no servía para nada, menos para recordar.

"Fue... es complicado, a veces dudo que haya sido real, a veces deseo que sólo haya sido una pesadilla." ¿Pesadilla? Podía entender su miedo, quizá tocarlo con la intuición o verlo reflejado en la comisura de sus labios, pero estaba absorto en su voz, ese dejo inexplicable de terror que solo una persona que había tenido verdadero miedo podía reconocer. Yo lo reconocía, lamentablemente. Claro que no podía esperar tal revelación de manera tan abrupta, aún sabiendo que por "ahí venía el asunto". Pensaba que era solo un rumor, solo eso. Mis labios se abrieron para decir algo, pero no pude interrumpirla, necesitaba saber más.

Al final de su discurso las palabras muerta, brazo, bosque, sonrisa, cruel, este lugar, resonaron en mis pensamientos. No pude decir mucho una vez hubo finalizado aquella confesión, más que mirarla a los ojos y luego desviar mi mirada hacia el suelo. No me sentía lo suficientemente fuerte como para consolarla. — Sabes que... no soy de esos que saben decir las palabras justas en estos momentos pero... deberías haberme contado todo esto antes. No es sano reprimirse este horror. Desde ya yo no sé como hubiese actuado y ahora me re-planteo muchas cosas, sobre todo el hecho de qué... — dejé mi taza apoyada en la mesita. — ... acabo de confirmar la muerte de alguien. Luego de varios días. ¿Qué clase de... adulto en este internado está tan ajeno a todo? No, no entiendo como... esta información pasa a mi lado sin yo poder captarla. Creo que... es mejor que siga estando en las bibliotecas donde la gente va y viene y no se queda, ¿sabes? — mi mirada seguía en el suelo, observando los cordones de mis zapatos, que se encontraban en perfecta sincronía. — No se me da bien esto de cuidar niños, al menos no de manera indirecta, en cambio tú... —la miré de a poco. — ...se nota que te afecta esto. ¿Qué harás ahora? ¿Alguien ha tomado verdaderas cartas en el asunto? ¿O ya ha pasado a términos de "confidencial"? ¿Qué explicación poco satisfactoria te han brindado para que tengas el corazón roto, Ophelia? ¿Cuál...? — mis manos, apoyadas en mis rodillas se apretaron con firmeza. Todo quizá dependía de una simple respuesta. Habían encontrado a alguien muerto, lo que de por sí ya era atroz, pero la razón de su muerte podría ser el verdadero problema aquí.

Publicado por Brian Downer Vie Ene 22, 2016 3:25 pm

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