Here.

Dos golpes se escucharon contra la pared. La noche era fría, y la lluvia no cesaba de caer. El viento golpeaba con fuerza contra las ventanas y la oscuridad le impedía dormir. Golpeó nuevamente los nudillos contra la pared mientras una lagrima caía por su mejilla. Cassie no contestaría, la capitana quería que eso pasara, pero no ocurría. Cass ya no estaba al otro lado de la habitación, ya no la tenía ni para protegerla ni para sentirse segura. La había perdido, y su corazón se hacía trizas cada vez que pensaba en eso. Limpió la lagrima de su mejilla, con el nudo en su garganta y los dientes apretados para no llorar. No iba a poder dormir, pero tenía que hacer algo más que estar con la espalda apoyada contra la pared y sus brazos abrazando sus piernas.

Lentamente la joven se puso de pie, tomando un suéter que le había robado a Nate y que le gustaba porque era grande y abrigado. Lo primero que pensó fue en ir a su habitación, pero se arrepintió ni bien se encontró frente a la misma. Nate ya había pasado con ella todo el tiempo desde que su hermana había desaparecido, había estado ahí presenciando como su miedo la carcomía por dentro, no quería molestarlo nuevamente para alguno de sus problemas. Se alejó mordiendo la uña del dedo pulgar, sin tocar la puerta, sin llamar la atención. No fue a su habitación, tenía intenciones de ir a algún lugar. No importaba donde, tenía que hacer algo y correr no era una opción por la lluvia.

Su sorpresa se notó cuando vio que se encontraba frente a la habitación de Rose, no se había dado cuenta de que se dirigía allí hasta que sus nudillos golpearon la puerta. Fueron golpes pequeños, pero en el silencio se sintió como un estruendo. Miro a ambos lados del pasillo y luego agachó la cabeza hacia sus pies, solo tenía puestas unas medias, sus dedos comenzaban a quejarse del frío. ¿En qué estaba pensando cuando salió de su dormitorio? En nada, eso estaba claro, no estaba pensando en nada, porque se sentía perdida. No sabía que hacer, que decir, no sabía que pensar. Su hermana siempre había sido su mayor debilidad, y ahora, sin ella, Callie se había vuelto débil por completo.

Publicado por Calliope C. Rohmer Sáb Mar 19, 2016 10:43 pm

La pequeña luz que alguna vez prometió llenar su vida de alegría ahora titilaba más débil de lo normal. Rose creyó que podría nacer en su pecho la esperanza de que su vida tal vez fuese mejor de lo que pensaba y que el futuro que la vida le deparaba no era precisamente un vacío donde ella y Wes carecerían de sustento. Cole le enseñó la magia en su sentido más humano y ella a su lado era feliz, solo que después de los últimos acontecimientos consideraba que aquella alegría estaba muy lejos de ser. Aún podía recordarlo y nada más el asomo de ese pensamiento hacía que la chica se removiera en su cama y perdiera el sueño que tanto se esmeraba por mantener los últimos días.

Empezaba soñando con el chico, con su perfil delicado, sus brazos fuertes y su sonrisa tímida que la iluminaba, imaginaba un futuro a su lado que teñía de color cada sueño y que la invitaba a ir de la mano con él a los lugares que Rose nunca tuvo la suerte de conocer. Todos los escenarios eran buenos y todos estaban fuera del internado, quizás porque Rosie cometió la estupidez de ilusionarse con la idea de que ambos estarían juntos más allá de lo que pensaban. Todo era colorido, todo era un sueño, pero siempre llegaba un haz oscuro de pensamiento que se encargaba de enseñarle a la chica que las cosas no eran tan sencillas y que lo sucedido en el auditorio los perseguiría de por vida. En ese momento, Rose se levantaba de golpe, su frente estaba perlada de sudor y su pecho subía y bajaba sin cesar. Tenía que mirar por la ventana para darse cuenta que no había dormido nada y que aún era de noche.

La chica había decidido dejarse llevar por el sueño de nuevo, estaba acostada en su cama viendo al techo, pero resultaba más complicado de lo que pensaba, se giró un par de veces, se estaba esforzando tanto que tenía ganas de llorar de solo imaginar que no lo lograría. Rosie cierra sus ojos justo cuando alguien toca su puerta, ¿sería él? La castaña se levanta como si tuviese un resorte en la espalda y camina rápido hacia la puerta, al abrirla su rostro se llena de confusión, no era Cole, pero esta vez se trataba de Callie y la chica no se veía muy bien.

—Callie, ¿qué haces aquí? Ven, pasa—. Sabía lo de Cassie, sabía lo destruida que debía estar, pero siempre la veía con Nate y ahora había recurrido a ella, algo estaba pasando. Rose cierra la puerta y se acerca a su amiga preocupada. —No puedes dormir—. Asegura usando uno de los pocos recursos que tenía, ella tampoco podría dormir si se tratara de Wes.

Publicado por M. Rose Wood Miér Mar 23, 2016 12:27 pm

Un hermano es esa persona que sigue a tu lado,
luego de que haber mostrado que era mejor mantenerse lejos.

¿Qué se siente tener un hermano? ¿Es como tener una sombra de la que no te puedes deshacer? ¿Es como una luz que no deja de alumbrar? ¿Existen palabras para responder? Callie no las conocía. Toda la vida había estado con Cassie a su lado. Podían discutir, estar en desacuerdo, protestar de las acciones de la otra, podían estar de acuerdo, podían hablar hasta sentir que la garganta se había quedado seca, podían reír hasta llorar. Todo era una opción a su lado. No importaba lo que pasara o la manera en que cada una lo tomará, siempre estaban ahí para la otra y en eso se basaba la amistad, en esa confianza que no debía ganarse, en esa comodidad donde podían ser exactamente como eran porque ninguna se juzgaría.

Cassie era un certeza, una promesa. Era el siempre estaré a tu lado, que nunca se podía romper, pero que se había roto a la fuerza. Las dos habían hablado una vez, cuando hablaban de carreras a seguir, lugares a donde ir, aquellas cosas de las que charlaban cuando ninguna de las dos era capaz de dormir. Sabían que, en algún momento cada cual tendría su casa, su barrio, su ciudad; sabían que podían ser distintos o podían ser lo mismo, pero en medio de todas esas charlas Cassie levantó el dedo meñique y se lo mostró a ella, le dijo que no importara a donde llevara el destino cada una de sus almas, siempre estarían de acuerdo que las decisiones que tomara una, le pertenecían a ella y no se podía contradecir. Le había parecido justo, no la idea de estar separadas, sino que surja de las decisiones tomadas. Eso no había sido una decisión, había sido una estafa.

Paralelo a eso, Callie había creído que los hermanos solo eran hermanos cuando tenían la misma madre y/o el mismo padre. Hacía cinco años había conocido a Brennan y lo había tomado como un amigo. Un par de años más tarde ya lo tomaba como un hermano. Era una relación que no podía ser rota con palabras o con acciones, esa clase de alianzas donde solo quedaba que algo muy grave pasara para que tomaran distancia. Tomó aquello como una señal, no todos los hermanos tenían que compartir padres para ser hermanos, algunos simplemente tenían que aparecer en la vida de uno. En aquel tiempo que había compartido con Rose, había llegado a aquella conclusión nuevamente. Sentía una increíble confianza en la joven, porque la misma no la juzgaba nunca. Al principio había pensado que solo estaba para recibir ayuda, para hacer amigos con los cuales compartir historias que contar luego, pero ya había notado que la ayuda venía de ambas partes, porque la joven había estado en los momentos más difíciles.

La puerta se abrió y Rose, preocupada la invitó a pasar, preguntando qué estaba ocurriendo. Los ojos de Callie se llenaron de lágrimas al instante.

—Cassie no esta— Lo dijo de tal forma que sonó como si recién se diera cuenta de ello, no era cierto, pero era la primera vez que se dejaba sentir lastima por si misma, era la primera vez que dejaba que su cuerpo acariciara el dolor que había estado contenido dentro de si. Rompió a llorar en el momento en que terminó de decir esas palabras, y tuvo que hacer un gran esfuerzo para poder agregar algo más. —Le había prometido que no dejaría que nada malo le pasara, y rompí mi promesa. La rompí.

Publicado por Calliope C. Rohmer Sáb Abr 02, 2016 11:22 pm

La escucho derrumbarse, la vio caer ante sus peores pesadillas y en fondo deseó no haberlo hecho. Le dolía ver a Callie de esa manera porque desde que empezaron a ser amigas la castaña siempre simbolizó fuerza y poderosas decisiones para Rose y ahora estaba ahí, vencida ante el dolor, llorando como una niña y suplicando quizás que todo se tratara de una pesadilla. Rose la ve como si se tratara de ella misma, como si hubiesen cambiado los papeles por un minuto y las cosas de pronto hubieran cambiado. Rosie se apresura a cerrar la puerta a sus espaldas, no le interesaba que los demás presenciaran lo que estaba pasando, tenía que ayudarla, era lo único que sabía.

Rose se acerca y rodea los hombros de su amiga con uno de sus brazos, empieza a caminar hacia su cama que aún no estaba distendida del todo, la chica no podía dormir, no como quería. —Ven, vamos a sentarnos—. Afirma con una voz serena mientras la acompaña y se sienta dejando espacio para que ella lo haga. Le causaba dolor verla así, Rose tenía un hermano, quizás no de sangre, pero aplicaba las mismas condiciones si lo fuera, no imaginaba su vida sin Wes, mucho menos estar entre la incertidumbre si el chico estaba desaparecido; si regresaba o estaba vivo, si volvía o no, su corazón se aceleraba de solo pensarlo, quizás por eso Rose se concentró en ayudar a Calliope.

—Escucha, Callie, no rompiste ninguna promesa, ¿entiendes? Lo primero que tienes que saber es eso, no rompiste ninguna promesa y seguramente Cassie sabe que es así, eres una gran hermana, si hubiera estado en tus manos evitar que esto pasara lo habrías hecho hasta el último aliento—. Comienza a hablar mientras pone una de sus manos sobre la de su amiga y la ve tratando de ser lo más optimista posible, no podía darle respuestas, pero si podía intentar que reaccionara y que buscara resolver aquella telaraña en la que estaba metida y en la que todos, de cierto modo, participaban. —Ahora no lo vas a ver y lo entiendo, en serio lo entiendo, yo estaría igual. Todos estamos en un punto que no sabemos que hacer porque no esperábamos que nada de esto pasara. ¿Crees que de saberlo antes habría traído a mi hermano a este lugar? Todo nos está tomando por sorpresa, la cabaña, Yvette, todo... tú lo sabes, Callie, no puedes culparte por algo que no conocíamos y que nos tomó por sorpresa, llego a nosotros antes de que pudiéramos darnos cuenta. Tenemos miedo, yo tengo miedo, ¿crees que no quiero buscar a mi hermano y perseguirlo a cada rato? No te culpes, Call, no es tu culpa.

Pero antes de que la chica refute, Rose se apresura y aprieta sus manos como si quisiera confirmar sus palabras. —Quizás no soy la más indicada para decir estas cosas, no soy fuerte ni valiente, pero creo que lo más sabio sería que usaras todas las fuerzas que tienes para encontrarla, porque ella va a estar bien, la vamos a encontrar. Cassie no querría verte así, seguro si fuera otra persona desaparecida ella te dijera que usaras todo tu ingenio para encontrarla. Ahora debe ser el doble, el triple, no te puedes dejar vencer, Callie.

Publicado por M. Rose Wood Lun Abr 04, 2016 6:43 pm

Había mantenido la compostura todo el tiempo que había sido capaz. Había mostrado su preocupación, pero no había dejado escapar como se sentía en verdad. Y se sentía como si cada pedazo de su cuerpo se hubiera quebrado, y como en el domino, una a una fueron cayendo. Cassie por mucho tiempo había sido el pilar que la mantenía a flote, aquella en quien se sostenía cuando tenía que seguir adelante. Cuando por las mañanas, luego de no dormir toda la noche, una sonrisa de su hermana era como haber dormido una siesta. Era la calma que la rodeaba, la prudencia cuando esta escaseaba en ella. Era una parte de ella y lo era todo. ¿Cómo podía seguir de pie sin ella? ¿Cómo podía despertar todas las mañanas sin saber dónde se encontraba su hermana? ¿Cómo podría seguir con una rutina que ya no tenía sentido?

Sus pensamientos cada vez la tiraban más hacia abajo. Las preguntas simplemente apresaban su mente dejando a la joven sin opciones, además de sin preguntas. La joven, que siempre tenía un plan, se encontraba sin uno, y no solo eso, no tenía ninguna idea al respecto, no tenía nada.

Acompaña a su amiga dentro de la habitación, y toma lugar a su lado. Tarde, estaba dejando todo lo que había pasado por ella cuando supo que había posibilidades de nunca volverla a ver. No se verían en la cena, no intercambiarían las comidas que no les gustaban. No se harían compañía cuando una no fuera capaz de dormir. —Si le he roto promesas, lo he hecho, la he abandonado.

Sube las piernas a la cama y abrazó su cuerpo notando el frío que hacía en la sala, al igual que en todos lados. No podía ir todo tan mal, y era notable que Rose no veía lo mismo que ella. Iba a explicarse, pero antes de eso, la deja terminar de hablar. Aunque solo capta pedazos de las palabras, era incapaz de prestar mucha atención. Había declinado a esa habilidad cuando dejó de prestar atención a los detalles y creyó que su vida estaba solucionada dentro de las paredes del internado. Por un momento había pensado que allí podía ser feliz, y no había sido otra cosa más que una ilusa, una ingenua.

—No lo entiendes, yo debí haber estado allí, debí haber estado con ella, pero… estaba más pendiente de otras cosas. Estaba más pendiente de Nate, de los ataques de fobia que tengo, de lo que había pasado en el internado. Debí prestar atención a ella, sin embargo, estaba pensando en mí. Si es mi culpa, debí haber pensado en ella también— Explica haciendo una versión resumida de todos los hechos. Primero el cuerpo de la pelirroja, luego Georgia, la historia de Yvette, sus ataques que había evitado desde el primer año. Ya no podía, no era lo suficientemente fuerte. Se sobresaltaba cada vez que se cerraba una puerta, era incapaz de mantener la mirada fija en un punto cuando se encontraba a un lugar a oscuras. Incluso se llegaba a balancearse mientras se repetía que todo estaba bien, como en ese momento. Los recuerdos habían regresado con más fuerza, cansados de ser prisioneros, cansados de estar atrapados. —No debí haberla dejado sola, Rose. Sí es mi culpa. Yo debí haber estado allí.

Publicado por Calliope C. Rohmer Jue Abr 28, 2016 12:59 pm

No era la hermana perfecta, nunca lo había sido y dudaba serlo en un futuro. En un principio, cuando la castaña se embarcó en la aventura de tener un hermano pequeño, dudaba de todo, de lo que podía hacer y lo que no, de si lo cuidaría lo suficiente o lo abandonaría... Rose no sabía cuidar a nadie, a duras penas se cuidaba ella y era un fenómeno que no podía ser tocado, ¿cómo cuidaría a un niño como Wes? Todas esas preguntas cruzaron su mente, pero noche tras noche el infante la convenció aún así sin querer hacerlo. Sus noches durmiendo juntos, sus historias, sus conversaciones, su sola compañía hizo que Rose se convenciera completamente de que quería estar a su lado y que, aún cuando no era la mejor persona de todas, haría hasta lo imposible por evitar que el chico sintiera tristeza o dolor. Desde ese día tuvo un hermano, uno incluso más importante que cualquier lazo familiar.

Entendía a Callie, quizás Rose no apoyara nada de lo que su amiga decía, pero la entendía porque a veces ella misma sentía que le fallaba a Wes y que no podía hacer nada por evitarlo, pero cuando se daba cuenta trataba de hacer todo por ayudarlo y por revertir sus errores, eso era precisamente lo que le quería transmitir a su amiga, nada más. Calliope siempre había sido tan fuerte, tan valiente, que verla de ese modo le costaba. Ahora Rose tenía que ser esa especie de soporte que Callie alguna vez fue para ella.

Rose abraza a la chica y frota sus brazos con una de sus manos, entendía el frío que hacía, a veces incluso la castaña tenía que dormir con varias mantas para sentir que estaba abrigada, el aire se colaba por toda la habitación sin que pudiese evitarlo. —Esta bien, Callie. Entiendo tus razones, entiendo tus argumentos, entiendo que te sientas mal y que eso no se vaya tan fácil como lo estoy diciendo. No puedo darte una máquina del tiempo aunque quiera. Solo su sabes cómo cuidabas a tu hermana y sabes tus fallos, no creo que pueda convencerte de lo contrario, pero lo cierto es que hay algo de lo que estoy segura. ¿Ahora que sigue?

Rose deja la pregunta al aire como una reflexión, se separa un poco de su amiga para poder verla a los ojos. —Quiero saber si te vas a culpar hasta que terminemos el curso o en verdad vas a encontrar a la Callie que yo conozco y la vas a armar de valor para conseguir a su hermana, en este momento yo no encuentro a esa chica en ti—. Admite, no quería ser dura en el proceso, pero tampoco quería ablandarse y no servir de nada. —Llora todo lo que quieras, Callie, pero en algún momento vas a tener que levantarte y armarte de fuerza para buscar a tu hermana, porque esa sí creo que sería la reacción que ella esperaría de ti. Eso es lo único que puede ayudarte a sentir que estás haciendo algo por ella, nada más, ¿entiendes?—. Alza sus cejas y la ve a los ojos. —No es solo tu búsqueda, es la de muchos, por ejemplo yo no voy a abandonarte, puedes tenerlo por seguro.

Publicado por M. Rose Wood Mar Mayo 03, 2016 8:48 pm

No sabía. Hacía mucho tiempo que Callie no se sentía tan perdida como en ese mismo momento. Sin saber cuál era la respuesta correcta, sin saber qué era lo que tenía que hacer. Escuchaba a Rose, y una parte de ella decía que su amiga tenía razón, pero la otra parte le recordaba que la castaña no sabía lo que era perder a un hermano, pero no tenía intenciones de que lo supiera. Se sentía culpable y miserable, sabiendo que podría haber hecho más para proteger a su hermana, pero no lo había hecho, y eso era lo que la devastaba. No haber podido ser de utilidad en el momento donde más había sido necesaria. ¿Habría gritado? ¿Habría dado pelea? ¿Habría pedido qué alguien la ayudara? ¿La habría llamado? Cada vez que se imaginaba el momento, pensaba en que su hermana debió de querer que estuviera cerca, pero ella no lo estaba. Estaba muy lejos y llegó demasiado tarde.

Pero Rose tenía una pregunta que era más importante, ¿qué pasaría ahora? ¿Qué haría? Callie era cualquier cosa con tal de encontrar a su hermana. Cualquier cosa por aquella joven con la que se había criado. Si se lo proponía, no se detendría de buscar hasta encontrar algo. Si se lo proponía, nunca se rendiría, pero ese no era el problema. El problema era que no se sentía lo suficientemente fuerte para luchar aquella pelea que todos esperaban que luchara, aquella en la que todos esperaban que diera batalla.

Se sentía débil, perdida, había perdido la fe en sus propias habilidades, pero había una respuesta que tenía que ser respondida y quería responder, quería decir lo que sabía tal como siempre había hecho, mostrando sus conocimientos, todo lo que había aprendido. Mira los ojos claros de Rose, y vuelve a buscar su hombro. —Solo déjame llorar porque he perdido a mi hermana, y porque he estado conteniendo las lágrimas desde ese momento y ya no puedo contener toda esa angustia dentro mío. Me ha superado. Es demasiado, los ataques de fobia, Cassie, no puedo con todo.

Todo el dolor que habían soportado, todo lo que había hecho, había llegado a una parte en la que era mucho más grande de lo que podía caber en su cuerpo, y por esa razón se encontraba de esa manera. Librando una batalla interna para poder encontrar una solución, para liberar sus sentimientos, cosa que no hacía tan seguido, y pedir ayuda.

Cada tanto vuelve a susurrar que solo la deje llorar, entre sollozos que necesitaba sacar de su interior. Le toma varios minutos, aunque no tenía buena referencia de la hora. Llora por un tiempo. Llora hasta que se queda sin lágrimas, y poco a poco vuelve a levantarse. Se separa de su amiga y se pone de pie, buscando acercarse a la ventana para poder ver la vista mientras se limpiaba las lágrimas que corrían por su mejilla. Se concentra en respirar mientras aprieta sus manos en puños. Y cuando su respiración esta calmada, ya ha dejado de llorar y siente que su voz saldrá con fuerza, se vuelve a Rose. —Cass no es tonta, si hubiera algo que nos puede haber dejado nos lo habría dejado.

Comenta con cierto orgullo hacía su hermana. —Me preguntaste que haría ahora, Bueno, esto es lo que haré. Buscaré a mi hermana, y tú vas a ayudarme, porque después de quedar atrapada en el armario de limpieza, no tengo muchas intenciones de estar sola en cuartos pequeños y oscuros.— De alguna parte de ella salía la fortaleza, y posiblemente era de la misma persona que podían tomar para quebrarla. De su hermana. Toma aire nuevamente, cerrando los ojos unos segundos. —¿Puedes ayudarme?

Publicado por Calliope C. Rohmer Sáb Mayo 07, 2016 3:31 pm

Rose sabía lo que era llorar hasta quedar sin suficientes lágrimas en los ojos para derramar, sabía lo que era no poder dormir porque el pecho estaba tan lleno de tristeza que no era posible respirar, sabía todo eso y más porque desde pequeña había sido una rutina, una clara y que parecía no tener fin. Su felicidad había llegado con Wes, si, se habían conocido en condiciones precarias y desagradables, pero aquel niño había hecho su vida fácil desde un primer momento, lo amaba tanto como si fuese sangre de su sangre, quizás por eso entendía a Callie, no porque hubiese perdido a su hermano sino porque lo amaba tanto que ya imaginaba lo terrible que fuese vivir sin saber si él estaba bien o no. Llorar era una buena medicina, era lo único que había aprendido en el hospital donde la dejaban llorar hasta que sus ojos se secaran. Cuando amanecía y Rose se levantaba, podía hacerlo con más ganas y fuerza, era otro día y tenía que seguir luchando.

Deja que Calliope llore todo lo que tenía que llorar, deja que las emociones fluyan y que ella sufra todo lo que tiene que sufrir pensando en su hermana desaparecida. Rose le da algunas palmadas en la espalda y aparta su cabello de su rostro, la castaña hace su papel de amiga al estar ahí y no hablar demasiado para aturdirla, quería que Callie tocara fondo para luego alzarse a la luz y darle una solución a todos su problemas. Rosie no la interrumpe y espera el tiempo que la chica se quiera tomar para volver a iniciar aquella conversación. No pasó demasiado tiempo hasta que la capitana alzó su rostro y se fue a la ventana, Rose la siguió con la mirada, si antes no tenía sueño ahora menos que menos estaba cansada.

Asiente ante el primer argumento, la chica Rohmer no era nada tonta y de seguro alguna pista habría dejado. Tuvo que haber de por medio una estrategia muy limpia, muy perfecta para que nadie supiera de su paradero. Calliope la ve y le pide ayuda, de hecho da por sentado que Rose saldrá a salvar el mundo con ella. La chica Wood duda por unos segundos, ella no tenía la fuerza ni la voluntad de Callie, no podría ayudarla demasiado, pero a la vez le había prometido tenderle la mano en ese momento tan complicado, no podía dejarla sola, eso no estaba en sus planes. Rose toma un respiro largo y asiente varias veces, ya el trato estaba hecho. —Si, te voy a ayudar—. La ve a los ojos y trata de curvar una sonrisa en sus labios. —Tu dime por donde empezamos.

Publicado por M. Rose Wood Miér Mayo 11, 2016 4:19 pm

Si vas a llorar, al menos ten la seguridad de que nunca volverás a llorar por la misma causa. No recordaba quién le había dicho eso. Podía ser que haya sido su madre, o que lo hubiera leído en algún lado, pero estaba presente en su mente en ese momento, porque sabía que no lloraba por su hermana, lloraba por los pequeños errores acumulados que había cometido con ella, y eso era lo que la destruía, pero también sabía que no volvería a llorar por eso, porque una vez que terminará y sus lágrimas se secaran, tenía que pensar una forma de poder encontrar una manera de hallar una solución y eso iba a hacer. Iba a llorar hasta que se detuviera. Y eso hizo. Y Rose estuvo con ella.

Asiente a Rose. Ahora se sentía mejor, y entendía porque las personas solían decir que a veces funcionaba dejar salir afuera los sentimientos, porque toda risa, llanto o toda palabra de aliento que sale con naturalidad, tiene una razón, y a veces solo había que dejarlo ser. Incluso se sentía más liviana, más segura. Todo ese tiempo había estado evitando llorar, evitando mostrar debilidad, y ahora que lo había hecho, ya no sentía ese malestar, porque ya no tenía razones para actuar. Ya podía volver a ser la joven que todos conocían o que todos creían conocer, aquella joven fuerte e inteligente que sabía que podía llegar a ser, más cuando tenía una mente por delante. Ella había logrado ser capitana en un corto periodo de tiempo, se había vuelto una de los mejores jugadores de lacrosse incluso cuando hacía cinco años no sabía nada del deporte. Había unido cabezas con Brian y Jack para poder armar una organización para poder buscar las causas, y si bien habían quedado en juntar todas las pistas que tenían hasta tener algo de qué hablar, sabía que podía contar con ellos. Ahora solo faltaba encontrar una razón, encontrar algo. Meta, encontrar alguna pista de su hermana. En su mente lo encuadro y sonrió con determinación. Rose iría con ella. Eso era bueno.

—Su habitación. Cass tiene un diario, aunque mayoritariamente está lleno de canciones, además conozco su cuarto, si dejó algo allí para que lo note, entonces podre saber algo— Saca de su muñeca, mientras habla, una cinta elástica para sus cabellos, y los ata en un rodete improvisado. Lista para comenzar con la acción. Ni siquiera podía saber qué hora era, y aunque debía ser tarde, no tenía sueño. Incluso aunque sus ojos estuvieran enmarcados de grandes ojeras. No podría dormir por más que quisiera. —Siento robar tus horas de sueño, no tienes que venir si no quieres, es solo que no creo poder ir a dormir hoy— ni en toda la semana —Pero antes tengo que pasar por el baño. Necesito lavarme la cara— Era lo único que le faltaba para poder dejar todo ese momento atrás y comenzar de nuevo. Era como sus manos, para sentirse limpia necesitaba que sus manos estuvieran limpias, mientras que para arrancar de cero y espabilar su mente, necesitaba lavarse la cara.

Publicado por Calliope C. Rohmer Vie Mayo 13, 2016 1:35 pm

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