Esto ha pasado.

Recuerdo del primer mensaje :

29 de mayo, mañana.


Brian había terminado de organizarse estos días en que su vida había dado un gran giro. El bibliotecario, tímido y callado, era ahora uno de los elegidos democráticamente para llevar adelante el internado del cual todos querían escapar. Y si bien aquello podía resultar halagador, los segundos que transcurrían luego del agrado se tornaban más y más desagradables. Dudas, problemas que resolver, métodos de escape, encontrar desaparecidos, mantener al resto a salvo y lo más difícil: inspirar genuina confianza en su persona.

Él hacía todo lo que estaba en su poder para que aquella vil tarea, pero algunos dedos seguían sobre su cien. No podía vivir tranquilo con ello, porque sabía que los grandes líderes eran aquellos que (para bien o para mal) inspiraban confianza en sus seguidores. Él no tenía esa personalidad, tampoco buscaba aquello, tan solo quería contar con el apoyo del resto, porque entendía que sólo así daría pasos certeros.

Hacía poco la reunión de La Organización había dado a lugar con un final dramático. Sentía que todo le salía mal, o al menos que no tenía espacios en donde el control estuviese a su merced. Si, quería poder sentirse pleno un día, capaz de resolver algo, de ir hacia algún lado que le trajera respuestas, de las buenas. Ya estaba cansado de encontrar problemas, pálidas, malas.

—Una buena.. si tan solo... —susurró, sentado contra un árbol. Hacía meses, un día hermoso, recordó el libro que le cayó en la cabeza, recostado allí mismo, cuando una alumna que leía en las ramas se había quedado dormida. Era todo tan inocente. Tan ridículamente perfecto.

Observó la hora. Marie nunca era puntual, lo había comprobado varias veces. Esperaba, tan sólo que su nota (x) llegase a destino, y finalmente ella apareciera allí, para hablar. Solo hablar.

Publicado por Brian Downer Lun Sep 05, 2016 8:59 pm

Negó con la cabeza sutilmente, ante el pedido de disculpas de su compañera. No debía disculparse, después de todo las cosas eran así ahora. —Debe ser... una de las cosas más difíciles aquí dentro, la cordura se ve flanqueada constantemente, retos día a día nos la debilitan, es por eso que... —tomó su mano, sin siquiera pensarlo. Aún hablaba bajo, casi en un susurro, como si lo que estuviese por confesar fuese prohibido. — ...quería agradecerte por tratar de levantarme el ánimo. No creas que no me doy cuenta, solo que...

Se frenó para ver lo que ella miraba, al suelo, concentrada. Volvió su vista al horizonte donde el sol brillaba y las hojas bailaban con el viento. Sería tan lindo tener libertad.

—Sólo que ahora mi alma entera está devota a mi deber. Sé que la mayor parte del peso que cae sobre mis hombros es solo por mi extremo sentido de la justicia, que nadie me obliga a nada en verdad, y que lo que hago es por motus propio, pero... no puedo evitar involucrarme de más. Estoy en el pozo, hundido junto a todos, y mi único objetivo es intentar salir de aquí.

Los hombres maduraban de formas diferentes. Él nunca había sido de aquellos adolescentes rebeldes u hombres faltos de ley, una parte de su corazón estaba aún contaminado de inocencia infantil, la que lo hacía ser quien era, un hombre fácil de fiar y a veces demás confianzudo. ¿Hasta cuándo perduraría así? ¿Sería capaz de perderla del todo?

—Es hora de volver para el almuerzo, Marie —se levantó y extendió su mano para que la tomase. —Mañana será el comienzo de algo nuevo, y debemos estar preparados para luchar. No me malinterpretes... —se sonrió, mientras caminaba de regreso hacia el interior. — ... pero a veces intento copiar el espíritu valiente de aquellos hombres que viven en nuestros amados libros. Creo que así puedo ver un final favorable en el horizonte —tomó el picaporte y abrió la puerta hacia el interior del recinto.

¿Qué un nuevo horizonte les deparará el destino?

Publicado por Brian Downer Lun Oct 10, 2016 4:10 pm