Run towards your fears — xavier.

— ...El As de Copas suele ser una carta positiva en la mayoría de las veces, ¿Ves el agua que fluye de la copa? Anuncia buenas noticias, un futuro pacífico y agradable. Pero... la carta está invertida. — Mathias tragó saliva, buscando las palabras adecuadas para continuar con su lectura. — Ahora el agua está estancada. Posiblemente te estés sintiendo emocionalmente inestable. Estás tan sensible que respondes a las emociones difíciles de una forma un tanto infantil. Es importante que tengas en cuenta que no tienes control sobre lo que te sucede, pero puedes elegir cómo respond...
 
— Como sea, esto es una completa pérdida de tiempo. No me estás diciendo nada para ayudarme. Eres un puto fraude, Rottjer, mis amigos tenían razón. — Amedrentó Nina, la chica a la que había acudido a los servicios del moreno, evidentemente insatisfecha con la lectura.
 
— P-pero aún no he terminado… — Tartamudeó intentando contener las lágrimas. No era la primera vez que alguien amedrentaba contra las lecturas de Mathias, pero quizás el As de Copas también le hablaba al chico y sus sentimientos estaban a flor de piel.
 
No hubo caso, Nina se levantó sin más y se marchó del lugar dejando a Mathias solo con sus pensamientos.
 
Irónicamente, aunque la chica no creyese en nada de eso, acababa de demostrar lo acertada que era la lectura de Mathias.
 
Suspiró con resignación. Los ánimos estaban caldeados y tantas incertidumbres empezaba por alborotar aún más al cuerpo estudiantil. En un principio las lecturas de Mathias se habían convertido en algo popular, todos querían conocer lo que el futuro les deparaba. Las cartas siempre anunciaron cambios importantes, pero el moreno sabía que eran caprichosas y que el tiempo se manejaba diferente en los otros planos. El corto plazo no existía. Semanas y meses pasaron sin mucha diferencia y la gente empezó a dudar la veracidad de sus lecturas. Habían días en el que el propio Mathias también lo hacía. 

Soltó un largo suspiro mientras recogía sus cartas y demás bártulos para guardarlos en su mochila. Se la cargó a los hombros y decidió echarle un último vistazo al cielo antes de recluirse otra vez en la soledad de su cuarto. Apoyó los codos sobre la barandilla que le guardaba de caer al vacío y dejó escapar otro suspiro. El sol, completo y refulgente hacía unos minutos, ahora se esfumaba en un tenue resplandor dorado que reflejaba en sus rizos ¿En qué momento se había ido? La tarde se extinguía a una velocidad insospechada y esa agonía le resultaba opresiva. Un recordatorio de que nada era para siempre. 

La consciencia de su propia mortalidad le hizo temblar, cualquier persona podía acercarse sigilosamente y lanzarlo al vacío. Cualquier persona podía acecharlo mientras dormía en su cuarto. Cualquiera podía envenenar su comida. Podía ser un número más en el contador de víctimas que se había cobrado ese endemoniado internado. Y cuando aquello suceda, sus alegados le llorarían. Pero más lloraría el propio Mathias, porque apenas estaba empezando a vivir.

Publicado por Mathias Rottjer Dom Oct 09, 2016 4:56 pm

No sabía cuánto podría quedarme con los recuerdos de aquel momento sin hacer algo para resolver los dilemas que se habían formado en mi cabeza. Benny era uno de mis mejores amigos, lo había sido desde que nos dimos cuenta de que nuestras diferencias nos hacían encajar muy bien en una amistad en terreno desconocido. Quería pensar que había una solución fácil para aclarar el suceso que se había desatado pero cualquier alternativa lucía tan desoladora como la decisión de no hablarle. No quería llegar a ese punto, no quería llegar a ese momento en que las cosas fuesen a distorsionarse tanto, a retorcerse hasta el punto en que la ruptura fuese lo más factible.

Negué con mi cabeza ante las ideas más deprimentes que se formaban, Benny no se merecía mi mal trato, pero tampoco se merecía que pretendiese que todo estaba bien y que aquello no me había dejado sumamente confundido, todavía más peligroso en una época en que las cosas se complicaban cada vez más. Sabía, por eso mismo, que si seguía ocultando los sentimientos debajo de una capa de presunta alegría en algún momento explotaría, y arrasaría con todas las personas a mi paso. No podía permitirme ser débil, no podía permitirme ser misterioso, no ahora, no cuando más en riesgo estaba todo, incluso la vida de mi familia.

Resoplé frente a la puerta de su habitación y toqué con mis dedos un par de veces, recargaba mi frente en la madera de la puerta, en un reflejo de mi cansino estilo de vida adoptado desde aquella madrugada en el salón de profesores, donde la realidad de mi pasado se mezclaba con el potencial peligro del presente.— Mathias, ¿estás ahí? —pregunté tras unos momentos de un silencio desesperante, uno que se multiplicaba al pensar que a Benny le había ocurrido algo malo y apenas me lo había contado. ¿Mathias estaría pasando por lo mismo? ¿No se suponía que éramos inseparables? ¿Por qué no nos permitíamos entrar por completo en la vida del otro? Yo, en mi caso, sabía la respuesta, desgraciadamente. Mathy… —susurré, agotado, quería entrar y abrazarlo, quería entrar y contarle, quería desahogarme, quería… tantas cosas, la mayor de ellas la de quedarme a su lado.

Publicado por Xavier D. Rhodes Dom Oct 16, 2016 11:05 pm