El caso de la doncella perfecta

Publicado por Giannina I. Visconti Mar Ene 12, 2016 6:32 pm

Gwendolyn no había estudiado demasiado sobre astrología, le gustaba bastante, sí, pero no lo suficiente como para saber a que distancia exacta viajaban los rayos solares para que, a pesar de ser invierno y a penas tener luz solar, el astro rey siempre encontraba con puntería certera sus ojos. La luz que entraba por la ventana le indicaba que ya era bastante tarde y el reloj fue lo que corroboró que ya era la hora de ir a almorzar directamente. Sobre su cama habían algunas fotografías y dibujos mal hechos, los culpables de que se acostase mucho más tarde de lo normal y acabase despertando a aquellas horas. No tardó demasiado en llegar a comedor, no disfrutaba demasiado sus estancias allí, demasiada gente observando, no había lugar para un simple error, todos podían ser un posible cazador que iría a por ella como a un animal, como un caníbal. Así era la gente en aquel lugar, pensó ella mientras tomaba una bandeja que llenaba de comida en silencio, se despedazaban entre ellos como depredadores de la parte más baja de la cadena alimenticia...

No todo el mundo era así, por supuesto, pero aquel día la muchacha no había dormido bien, cuando uno está de mal humor, cualquier persona es un molesto enemigo que debía ser aplastado rápidamente, y justo aquel día, fue el que había decidido aquella joven, que aparentaba unos años más que ella, para preguntarle aquello. Gwendolyn alzó la mirada para toparse mirar bien a la joven.

-Claro.- Asintió de forma educada, haciendo un aspaviento con la mano, como si la muchacha no tuviera ni siquiera la necesidad de preguntar. Se preguntó quién sería aquella chica, y la curiosidad brilló en sus ojos, como un gato que ha visto algo nuevo.- Mi nombre es Gwendolyn.- Se presentó la joven sin cortar el contacto visual.- Nunca te había visto antes.

Publicado por Gwendolyn P. Murdoch Mar Ene 12, 2016 7:41 pm

Publicado por Giannina I. Visconti Mar Ene 12, 2016 8:22 pm

Las dotes sociales de Gwendolyn variaban en muchos casos, sus padres se habían esforzado en pulirlas, en que fuese siempre admirada por su elocuencia y saber estar. Pero la naturaleza de la chica era diferente, quizás fue eso, el que había tenido que aprender gran parte de su personalidad, en lugar de desarrollarla, lo que le hizo empezar a sospechar de la chica, parecía usar las mismas pautas que ella. Decir lo que la otra persona quería escuchar, mezclandolo con algunos datos que dejaban clara un mínimo de inteligencia. Quizás se equivocaba, quizás aquella mujer no era como ella, quizás ya había llegado un punto en donde las mentiras eran tan altas que ya no lograba diferenciar lo real de lo que falso. Tomó aire, y con este aspiró un poco del perfume que desprendía la muchacha, no reconoció del todo los olores al principio, aún tenía demasiado arraigado el olor de la comida que había elegido.

-Tú también tienes un nombre bonito.- Murmuró Gwen, mientras apartaba la mirada, la verdad, para ella, el tema de su nombre era algo delicado, no solamente por el hecho de que el suyo lo había recibido por su hermano, si no que además, lo que había mencionado Giannina sobre el significado de los nombres, era algo en lo que la joven no creía demasiado, siempre pensó que el destino no existía, que uno es quien es por las cosas que vive, que no por tener un nombre, estás sentenciada a ser lo que este significa. Pero claro, no podía decir eso con total libertad, ya que ella misma se había puesto un nombre únicamente por su significado en futuros movimientos.- Suena muy interesante. Siempre es agradable conocer a alguien que disfrute de la literatura.- Aquella conversación era tan frívola, que Gwen se sentía en casa, antes su estómago se habría revuelto, pero ahora era su día a día. Sonrió a Giannina, intentando debatir si esta le caía bien o no, mientras comía un poco, masticando pequeños bocados antes de mojarse los labios tras beber un poco más de agua.

- Es cierto, no hay demasiados nombres que empiecen por G.- Asintió la rubia, aquella joven se mostraba muy amable, demasiado amable quizás. O quizás Gwen no estaba acostumbrada a la amabilidad gratuita, sus pupilas se agrandaron un poco cuando desvió la mirada hacia la parte más luminosa del lugar, para comprobar si aún brillaba el Sol, sin embargo este ya se había escondido entre las nubes, seguramente, pues por las ventanas del lugar ya solamente entraba aquella luz gris de los días nublados.- ¿Demasiado frío quizás?He escuchado que el invierno escocés puede ser realmente cruel para gente que proviene de lugares más cálidos. - Preguntó, volviendo a mirar a la muchacha, esperando que le dijera si quizás venía de otro lugar más caluroso, pues no veía otra razón por la que el invierno pudiese impedir a alguien caminar por los pasillos.

Publicado por Gwendolyn P. Murdoch Mar Ene 12, 2016 9:55 pm

Publicado por Giannina I. Visconti Mar Ene 12, 2016 10:57 pm

Gwendolyn pestañeó varias veces ante aquella frase que dijo Giannina, con tanta soltura que no cabía lugar a error. ¿La había tratado de usted? ¿A ella? No era posible que hubiese pensado que era mayor que la morena, después de todo, una de las maldiciones que Gwen tenía encima era que su cara aniñada lograba que incluso pareciera más joven de lo que ya era. Pero no quiso correr el riesgo de equivocarse y de haberla malinterpretado, así que decidió pasar aquella información por alto. Devolvió su atención al plato, que ya empezaba a vaciarse mientras comía al tiempo que la otra joven continuaba hablando, por lo visto, no eran las estaciones, era la gente lo que le molestaba. Gwendolyn podía entenderla, ella tampoco era el tipo de persona que disfrutase estar rodeada de gente, observaba a Giannina mientras hablaba, preguntándose que clase de persona podía no gustarle estar con gente, pero luego se sentaba con una desconocida a comer, seguramente no quedaban sitios libres, pero eso no era algo que Gwendolyn fuese a comprobar en aquel momento.

-Una causa tan válida como otra cualquiera. Esta institución no es que sea famosa por el coeficiente intelectual de su "selecto" alumnado, siempre me he preguntado que clase de parámetros siguen para elegir a gente tan... Diferente.- La muchacha parecía ser del tipo de personas que quería escuchar ese tipo de cosas, el tipo de chica que observaba detenidamente cada movimiento de los demás, con ansia, con hambre, esperando el momento de debilidad exacto para abalanzarse sobre su presa. Giannina tenía ese tipo de luz en sus ojos, esa que hacía sentir a Gwendolyn que estaba ante alguien que era exactamente todo lo que ella debía de ser: Precisa, perfecta, letal y todo azucarado con un papel amable.

Estaba bien, Gwen prefería ese tipo de gente. Las personas que tienen demonios en su interior se reconocen entre ellas con facilidad, el problema era cuando las personas nacían enfermas, ahí es cuando era difícil debatir si lo que albergaba sus corazones eran simples demonios, o se trataban de monstruos, era uno de sus proyectos en psicología.

¿Los monstruos nacen o se hacen?

-Sin duda, eres una chica compleja, Giannina, lo digo como un halago, por supuesto, no todo el mundo por aquí parece ser alguien tan...- Gwendolyn se detuvo, manteniendo la palabra en la punta de la lengua, para luego ahogarla con un trago más de agua, notó como esta raspaba su garganta al retroceder, como si realmente hubiese deseado ser escupida, pero no podía, Giannina no era una mala persona a primera vista y Gwen no podía descargar su enfado con el mundo cada vez que deseaba, muchísimo menos en una persona que desconocía y que podría ser mucho mejor que ella en cualquier campo que no sospechara.- Selecto.- Finalizó, dejando el vaso de agua sobre la mesa, y sonrió, era interesante, realmente interesante.- En realidad, pareces el tipo de persona del que siempre viene bien aprender algo.- Era difícil, para Gwen, manenter la compostura cuando se portaba de aquella forma, era tan agotador, que siempre había cosas que la delataban, forzar la postura siempre era algo que delataba su incomodidad, no porque odiase a la chica, no porque no disfrutase de su compañía, si no por la presión que suponía mostrar cada movimiento y expresión que debía, como recitado de memoria.

Publicado por Gwendolyn P. Murdoch Miér Ene 13, 2016 3:26 pm

Publicado por Giannina I. Visconti Jue Ene 14, 2016 2:05 am

No pudo evitarlo, y una sonrisa de satisfacción se dibujó en los labios de la menor. Eso era, ahí estaba, uno no tenía más que sacar el juguete adecuado y el perro que buscas meneará la cola, eso es lo que decía su padre, eso era lo que le habían enseñado a hacer, complacer a la gente, dejar que la menospreciaran, y sacar la información necesaria. Giannina era inteligente, realmente el tipo de persona con la que no se podía jugar, no todo el mundo veía eso con solamente compartir mesa una vez con ella, pero Gwendolyn aún a riesgo de equivocarse, casi pondría su mano en el fuego asegurando que, si por la chica fuera, podría caer una bomba allí, arrasando a todo el que le rodeaba, que Giannina ni siquiera pestañearía de asombro. La única razón por la que Gwen se atrevía a sacar tales conclusiones, no era más que por la pasividad de la muchacha, nada la alteraba, nada la sacaba de aquel estado de "aburrimiento" o tranquilidad, Gwen conocía muy bien ese tipo de sensación, aunque también se podía decir que fue aquella frase, simple y corta respecto a su halago, la que provocó toda aquella tormenta de ideas respecto a como comportarse con la persona que tenía delante. "Me halaga... Pero no tanto.", Giannina lo sabía, era inteligente y sabía el doble filo que habían tenido las palabras de la rubia, Gwen se estaba divirtiendo con aquello, disfrutaba con los juegos, disfrutaba de ver lo que podía llegar a provocar en la gente, sin importar si esto era bueno o malo.

-No he mencionado un modelo a seguir.- Gwen se encogió de hombros, mientras tomaba el pequeño yogurt que había seleccionado como postre, para abrirlo y tomar una cuchara.- Creo que siempre se puede aprender algo de todo el mundo. La gente compleja, si se considera a si misma un ser complejo... Eso lo hace todo mucho más sencillo, son las personas complejas, que no saben que son complejas las que realmente necesitan de un mayor estudio. Amelia Earhart y Mata Hari son figuras de renombre, su complejidad es relativa, ambas tenían un objetivo, o algo por lo que luchar. Y una de las razones por las que se volvieron tan famosas, es que quizás, ninguna de ellas, sabía el efecto que tenían sobre los demás. - Gwen tomó un poco de helado, para luego juguetear un poco con la cuchara, siempre hacía lo mismo cuando tenía algo en las manos, cosa que era constantemente recriminada por sus padres. Aquí venía, una de sus eternos discursos, todos realizados, palabra por palabra, por una razón en concreto, que la morena, tendría que averiguar.

- Creo que no hace falta ser un modelo a seguir para tener algo que enseñarle a los demás, nadie recuerda el nombre de miles de personas que cambiaron la historia, pero eso no implica que no hicieran nada ¿No es así? Quien sabe, quizás eres una mujer que en el futuro, cambia el mundo, y yo podré decir: hey, yo aprendí algo de esa mujer antes que los demás.- Miró a Giannina, pestañeando un poco, como si por un momento, quisiera preveer el futuro y saber que sería aquella chica, si realmente sería la chica educada, inteligente y amable que aparentaba, o si acabaría siendo una diablilla más, cuya existencia era tan innecesaria como la de las demás.- Así que, siempre es interesante conocer a alguien, reconocer potencial en esa persona, tú sabes de sobra lo que tienes y sabes como conseguir de los demás lo que quieres, no pierdes el tiempo con nadie que no te aporte algo, por lo que tengo entendido, así que, quizás aunque no te des cuenta, también has aprendido bastante de los demás, una postura tan elegante como esa...- Señaló a la chica con la cuchara, refiriéndose a su saber estar que no fallaba en ningún milímetro de su cuerpo.- Jamás me atrevería a subestimar a alguien tan... Elegante, sin duda, ya sea en corregir una postura, como en decidir a quien debo dar mi atención, estos 10 minutos contigo me han enseñado más que cuatro días con un ser menos...- Gwen se encogió de hombros de nuevo, sonriendo con amabilidad a la chica.- Complejo.- Nada de aquello le importaba a Giannina lo más mínimo. Es más todo aquel alarde de palabrería, y pensamientos propios, podrían provocar varias reacciones en la joven, desde el aburrimiento hasta el enfado. Pero eso era lo que llamaba la atención de los seres como Giannina, que eran imprevisibles, así que siempre se disfrutaría una respuesta, fuese cual fuese.

Publicado por Gwendolyn P. Murdoch Jue Ene 14, 2016 1:54 pm

Publicado por Giannina I. Visconti Sáb Ene 16, 2016 2:17 am

A veces, Gwendolyn olvidaba su edad, olvidaba que tenía 15 años y que no podía ir pasos por delante en muchas cosas debido a eso, dicen que más sabía el diablo por viejo que por diablo, pero para la joven, eso no era así, uno podía tener 100 años, pero si había sido protegido del dolor, este no tenía ni idea de nada, de la vida, ni de nada en absoluto. Esa fue una de las razones por las que sus ojos brillaron mientras miraba a Giannina. La mayor le había entendido mal, precisamente lo que había dicho la rubia era que siempre se podía aprender algo de todo el mundo, pero estaba claro que Giannina conocía ese terreno, tomaba lo que ella decía y le daba vueltas sin sentido, pues, parecía decirle que se equivocaba, cuando no había más que decirle lo mismo que había dicho ella, pero con otras palabras. Mentiría si dijese que no era una de las reacciones que esperaba, Giannina parecía ser muy parecida a la impresión que había transmitido. Hablaba de cajas, de mentes... Pero no llegaba a ninguna parte, de la misma forma que Gwen.

-Es agradable que por fin decidas tutearme.- Gwendolyn no pensaba hacerlo, tenía su propia política sobre como referirse a la gente.- Creo que no me expresé de forma correcta, pero parece que estamos de acuerdo.- Sonrió con amabilidad, pero algo cambió en su mirada cuando hizo aquella última pregunta, esta se oscureció, nada en su cuerpo se movió, ni un centímetro de su cuerpo demostró ningún tipo de reacción ante lo que había escuchado. Pero los ojos eran conocidos por ser espejos de demonios, si alguien prestaba verdadera atención en alguien que conocía, podría ver en sus ojos más verdades de las que jamás sacaría de sus palabras, pero Gwendolyn ya había recibido alguna vez aquel "halago", de que sus ojos podían volverse realmente fríos e inexpresivos cuando algo doloroso salía a flote, y esa vez fue una de ellas.

-No. No tengo. - Fue todo lo que dijo. Lo dijo de una forma seca, como si le dijese "Cuidado, sé lo que estás haciendo". - Un cambio demasiado brusco de conversación como para no sospechar del interés personal de la respuesta. - Gwendolyn dejó de mirar a la chica, y tomó la última cucharada de yogurt que le quedaba, para luego apartarlo con delicadeza, respetando el silencio. Sonrió por el halago, haciendo un gesto con la cabeza para mostrar agradecimiento.- Creo que ambas sabemos que no es una buena idea hablar de temas familiares con un desconocido, después de todo, uno nunca sabe lo que un desconocido puede estar buscando. No me malinterpretes, no me refiero a tu caso, sé perfectamente que no hay nada en mí que tú estés buscando. - Era curioso, Giannina realmente quería una respuesta, o eso parecía, a lo que Gwendolyn sí que buscaba en ella.- No sé que puedes enseñarme, soy una persona curiosa, que disfruta observando y aprendiendo, lo que te comenté, fue un simple comentario sobre que te veía alguien interesante de observar, no es que sepa lo suficiente de ti como para indicar algo en particular... ¿Hay algo en concreto que creas que pueden enseñarme? - Gwendolyn no le preguntó sobre su familia, ella no era así, no atacaba esa clase de puntos en alguien que no odiara, Giannina no era una amenaza para ella, después de todo, no había nada, en la existencia de la rubia, que provocara a la morena inquietud como para querer atacarla. Pero Gwendolyn era joven, e inexperta, y como toda adolescente, cometía errores, por eso intentaba seguir manteniendo aquella conversación en un entorno que pudiese controlar.

-Aunque si que hay algo que despierta mi curiosidad... ¿Qué parte de mí te ha hecho desear una hermana?

Publicado por Gwendolyn P. Murdoch Sáb Ene 16, 2016 3:54 pm

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