Día de los inocentes (Todos)

Recuerdo del primer mensaje :

Día de los Inocentes

En la entrada del internado Víctor espera con las manos entrelazadas a la espalda, muchas cosas habían pasado esa mañana, muchas otras cosas pasarían. Las órdenes eran claras, todos debían presentarse en el comedor de manera inmediata para recibir las respectivas indicaciones sobre el procedimiento a seguir. Con las clases ya suspendidas, el vicedirector estaba esperando que llegaran las personas que se encontraban en el exterior.

Reglas:
— Recuerden intentar que las respuestas sean menos de 20 líneas de manera que la trama sea más fluida.
— En caso de notar metarol, la administración anulara el mensaje hasta que sea editando.
— Cualquier personaje puede participar, no necesariamente tuvieron que participar en la trama.

Nota: Este tema será el cierre de la trama, habrá solo un par de intervenciones de Whispers, por lo tanto lo que se avance en la misma depende de los personajes.

Publicado por Whispers Jue Jun 23, 2016 12:03 am

Marina alzó una ceja cuando el profesor de historia comenzó a farfullar contra su trabajo, pero no dijo nada. No era la primera vez que se topaba con gente que creía saber más de su trabajo que ella, y aunque Donald tenía algo de razón, lo que estaba diciendo no eran más que pasos a seguir extraídos de manuales de medicina. La experiencia contaba cosas muy distintas.

¿Cómo quería que taponase la hemorragia con un paño limpio si tenía que extraer la bala? Las gomas no eran la mejor solución, pero sí la más rápida para aplicar un torniquete, y no iba a tenerla el tiempo suficiente como para provocar una pérdida de sensibilidad, pues una vez extraída la bala la quitaría y procedería a hacer lo que él tan bien había explicado. Pero Marina se dedicó a sonreír, sin apartar los ojos de su trabajo..

—Agradezco sus consejos, señor Wells, pero sé hacer mi trabajo. Me parece que está usted asustando al chico más que yo porque, para empezar, la pregunta no iba ni siquiera dirigida a él. Usted va ahora a ir al comedor y obtendrá respuestas, pero yo me tengo que quedar con Gareth aquí, supervisando que la herida no se le infecte y vaya a peor, así que no puede culparme por querer saber qué ha pasado en el resto del internado, porque ni siquiera sabe lo que yo he visto ahí fuera.

Mientras hablaba dio con la bala y la extrajo con cuidado. Ross estaba conteniendo casi cualquier queja, lo que era realmente digno de admirar, pero Marina extendió el brazo y le pasó un paño, pidiéndole que lo mordiese. Si seguía apretando la mandíbula de esa forma iba a terminar dislocándosela o rompiéndose los dientes, y sólo añadiría un problema más. Una vez esa parte estuvo cubierta procedió a extraer la bala por completo y a aplicar el método amablemente proporcionado por el profesor de historia antes de ir a por hilo y aguja.

Publicado por Invitado Sáb Jun 25, 2016 5:33 am

¿Cómo entender todo lo que estaba pasando? Debía tener al menos cinco minutos de tranquilidad para poder acomodar todas las fichas de nuevo.

El empuje y el susurro de Victor en cierta manera le tranquilizó. Asintió con la cabeza y añadió entre sus palabras: — Debes tener en cuenta algo... no es sencillo, a veces, actuar normal cuando hace pocos minutos en quién creías confiar resulta un traídor, espero que logres entender por qué ahora estoy algo aturdido —se excusó. Después de todo era cierto, no sabía ni donde estaba parado. Temía que si hablaba de más, haría algo malo, pero confió como siempre en el vicerector que tenía al lado. — Ophelia está junto a Mark, muer.. muerta —titubeó. — Amh.. Yvette le ha disparado y... —el nudo en la garganta impedía relatar con facilidad. — Mark la está cuidado, él la está cuidado.. afuera... algo alejado, no queremos que los jóvenes la vean, no quiero imaginar el horror que les puede causar... —lo miró, con los ojos humedecidos. —Deben deterla, creo que está haciendo todo esto ella, junto a más personas... el problema es que no sé quiénes.. son —lo miró, buscando en sus ojos la respuesta. Pero calló.

¿Un hombre en el ejército sigiloso? Recordó el día junto al lago congelado, cuando el profesor Pratchett lo tomó por sorpresa, y justo hoy había pasado lo mismo.

— ¿Un hombre sigiloso? Yo... claro que hace bien en confiar en mi, señor. Claro que si, no puede dudar de mis intenciones, sólo que... ya no sé en quién confiar —susurró, por lo bajo, su cuerpo temblaba ligeramente. —Ophelia está con el profesor... ¡Ophelia! ¿Cree usted que... —sus ojos grandes y punzante desbordaban dolor y miedo. ¿Qué le pasaría al cuerpo de Ophelia si lo que decía Victor era cierto? Se movió nervioso y añadió, por último: —Debemos ir a buscarla, debemos ir... ¿Verdad?

La interección continúa en la minitrama aquí.

Publicado por Brian Downer Sáb Jun 25, 2016 11:39 am

Desde el primer disparo, todo había sucedido muy deprisa, aunque en la mente de Ezra todo se reproducía una y otra vez a cámara lenta. Incluso la voz del walkie sonaba distorsionada en su recuerdo. Había ayudado a Brian a llevar a Gareth hasta el internado, pero cuando el profesor Wells se les echó encima, Ezra se apartó para dejarlos que se ocuparan de su compañero. Permaneció cerca del bibliotecario, lo cual le permitió escuchar la pregunta que le hizo Hempstead. Eso hizo que la imagen de la profesora cayendo contra el suelo del bosque, ya sin vida, se reprodujera en su mente otra vez. De todos los profesores, ¿por qué preguntaba por Ophelia? En esos momentos, las ganas de enfrentarse contra el hombre aumentaron. Incluso le dieron ganas de contestar a la pregunta él mismo, pero sabía que no era lo más sentado en aquel momento. Debía dejarlo en manos de Brian. Ya no confiaba en nadie, pero confiaba en que si estaba en el bando correcto, no haría ninguna estupidez. Por ello, acatando la orden de ir al comedor, lentamente y con la cabeza gacha entró dentro del edificio.

Mientras caminaba intentaba encajar cada pieza del puzle en su lugar. Cuántas posibilidades había de que Ophelia saliera elegida en el sorteo… Que el profesor Pratchett y Gareth los siguieran… Yvette y Ophelia, la voz del walkie… Sin duda había alguien más trabajando con la exdirectora. En ese momento recordó las palabras del profesor de lengua: tenían que ir a la habitación de Ophelia tras dejar a Ross en la enfermería. Pero ahora todos se estaban dirigiendo hacia el comedor. Buscó a Nate, Cole y Rose con la mirada, pero los había perdido entre la multitud. Quizás ellos se habían adelantado, o quizás no. Tampoco podía ir él solo, pues no sabría qué buscar exactamente. Desistió ante la idea y siguió caminando junto al resto hacia el comedor.

Publicado por Ezra V. Padmore Sáb Jun 25, 2016 12:05 pm

No. No, cariño. Eres una pelotuda. ¿Usar un torniquete cuando puedes presionar con tus manos y extraer la bala con más sencillez? ¿Quién es enfermero aquí? ¿Tú o yo?

—El paño te hubiera facilitado la tarea de extraer la bala como un grano de la cara, sin necesidad de torniquetes. ¿Y quiere saber algo más? Los chicos aquí están igual de traumados que él, será mejor que no diga ni una palabra más porque no estoy de humor para sus tonterías, ¿quiere? Y no me de órdenes, bastante tengo con la dirección diciendo que van a intentar arreglar ésta mierda.

Ladeé el rostro, la única que no me está escuchando aquí era ella, porque yo me iba a ir por buenos términos, pero, se esmero en tocarme los cojones la colorada ésta. Se iba a ganar un puñetazo en la cara, que pierdo lo nervios muy rápido—. Usted tampoco sabe que he visto. Una muerte por otra muerte… Ahí se queda. Le aconsejaría yo a usted que guarde respeto, todos estamos en las mismas condiciones. —Si, tremenda estúpida. Me volteé—. Vámonos. —Y me fui.

Publicado por Donald F. Wells Sáb Jun 25, 2016 1:22 pm

Siguiendo las instrucciones de la enfermera, Isak junto a los otros dos pone a Gareth sobre la camilla. Lleva ya unos minutos sin decir una palabra, todavía traumado por los últimos acontecimientos. El sonido sigue retumbando en su cabeza, si no fuera porque no quiere avergonzarse más de lo que ya se averguenza, estaría llorando en ese momento. Isak mantiene sus manos en los hombros de Gareth por si acaso, nunca se sabe la manera que pueden reaccionar las personas.

Pero después de tantos sucesos, Isak se niega a aguantar la manera de responder del profesor, lo quiera o no. Y seamos sinceros, él tiene parte de la culpa que la pequeña se haya tirado desde la azotea, o al menos eso piensa el moreno—. ¿Puede cerrar la boca? La mujer está haciendo su trabajo, no es el de usted. Además, el punto es que Gareth mejore, da igual la forma. —¿podían por una vez pensar en la salud de los demás y no en sus egocéntricos objetivos? Vamos, la gota que colma el vaso—. ¿Quiere responsabilizarse de otra muerte, profesor Wells? —Isak podía tener miedo a destacar y a las historias de fantasmas, pero no a un profesor con una reacción tan atorrante. Así que esas palabras son las más honestas que pueden salir de su boca.

Piensa en irse, pero el profesor les hace el favor a todos. Cuando Isak baja su mirada, se fija que su mano está cerrada en un puño. Gracias a Dios que se fue. Y ahora, esperar a que Gareth se mejore. Si les soy sincero, es mejor que Isak no vaya al comedor pues es obvio que lo único que van a dar son malas noticias.

Publicado por Isak T. Bruhn Sáb Jun 25, 2016 8:48 pm

Pues así había acabado, sentado bajo un árbol con un cadáver todavía caliente al lado con la cara tapada con su sudadera. Ve al internado, se decía a sí mismo. Será divertido y conocerás un montón de gente, se decía mientras se hacía la maleta. Bueno, en cierta manera, era como el viejo dicho del ejército. ''¡Alístate! Viaja por todo el mundo, conoce gente interesante ¡Y luego, mátala!''. Chasqueó la lengua mientras se frotaba los brazos. Se sentía doblemente desnudo: Primero porque no llevaba nada holgado por encima de su cuerpo, segundo porque diablos, hacía frío e iba de manga corta. Esa sudadera no se la iba a poner hasta que pasara dos veces por la lavadora.

Se asomó para ver por qué tardaban tanto. Brian parecía estar hablando con Víctor y la gente iba avanzando a trompicones hacia dentro. Bueno, al menos de aquí no te vas a mover ¿Eh Ophelia? pensó de manera algo tétrica mientras apoyaba la barbilla en la palma de su mano, dejando la mirada perdida hacia el bosque. Estaba tratando de hacer memoria, algo que era por naturaleza difícil para él ¿Cuándo había empezado a darle tan igual ver gente morir o tener cadáveres cerca? Recordaba que en Kosovo le daba miedo, asco y pena. Luego, asco y pena en Sierra Leona. Un tiempo en el que ya solo asco en Irak. Y finalmente... nada.

Publicado por Mark Pratchett Sáb Jun 25, 2016 8:58 pm

—¿Puede cerrar la boca? —No, jamás puedo cerrarla, y nunca ha podido. Es mecánica. Actúa y no piensa. Se mueve arrítmica y eufórica—. La mujer está haciendo su trabajo —Uno muy malo, de hecho. ¿Quién la manda hacer torniquetes innecesarios cuando tiene qué extraer una bala? ¿Dónde coño se ha visto? Me enoja porque si me preocupo por el alumnado. Me cabrea porque estoy en crisis. Me da impotencia porque no me entienden y toman todo a malas. Me hierve el alma, por el bendito día en que acepte venir aquí. Podría seguir con la lista y sentirme aún más mediocre de lo que mi hermano y mi padre pudieron alguna vez hacerme sentir, ¿pero tú hacerme sentir mediocre? No, no puedes—, no es el de usted. —¿Y preocuparme no es mi trabajo también? ¿O sea que intentar refutar un método ahora no es sinónimo de inquietud sino de arrogancia? Madre mía. Váyanse a la mierda. Por cierto, te recuerdo que el verdadero antagonista sigue ahí afuera, ¿vale?

¿Me vas a putear? Perfecto, hazlo. Descárgate como hice con la colorada.
—¿Quiere responsabilizarse de otra muerte, profesor Wells? —Encima me acusas de algo en que no tiene mi nombre. La niña se suicidó por voluntad propia, yo quería protegerla tanto como tú. Si me defiendo, van a seguir creyendo lo que les salga del culo. ¡Oh! Claro, no puedo defenderme porque parece que no tengo sentimientos ni palabra. Chiquillo, fui el primero en darte un aliento de fuerza y el primero en no querer obligarte a recordar lo que ha sucedido. ¿Pretendes ser ahora un perro mordedor? ¿Así me lo agradeces? Una palabra: Decepción. Nadie se preocupó en cargar el cadaver de la niña. ¿Y me culpas de su muerte? Debo aplaudir tu hipocresía.

Bufé frustrado, alejándome de la enfermería. Quise buscar a Brian, pero me vi montado en la turbia inquieta del alumnado, salí ileso. ¿Debería ir a por el cuerpo antes de que más traumados se multiplicasen cómo conejos? ¿Dejarla sin más? Me quedé postrado a una distancia considerada de la puerta del comedor, cruzándome de brazos en la espera de que todos se metieran allí, para poder salir.

Publicado por Donald F. Wells Sáb Jun 25, 2016 10:54 pm

Día de los Inocentes

El comedor ya estaba bastante concurrido cuando Alfred apareció. En lugar de entrar por la puerta principal, la que usaban los alumnos durante las horas de la comida, eligió una en el otro extremo de la estancia que solían atravesar únicamente los profesores. Debido al bastón y a su torpe caminar abrirse paso entre la marabunta de jóvenes asustados hubiera sido una tarea casi imposible. Se colocó al frente de todos ellos y carraspeó para aclarar su voz, además de hacerse notar. Aquellos que no lo vieron entrar recibieron un codazo de sus compañeros para que volviesen sus rostros hacia el estrado. El silencio general se estableció casi de inmediato. Ni siquiera los estudiantes más jóvenes tenían ganas de cuchichear e ignorar el que, según ellos, solamente sería otro discurso aburrido del director.

Su rostro reflejaba la preocupación extrema que sentía. Por costumbre era un hombre agradable que sonreía y hablaba con un tono calmado y agradable, pero en ese momento su ceño estaba tan fruncido que parecía otra persona distinta al director que todos conocían; alguien más mayor, más cansado y, sobre todo, infinitamente más triste.

—Ha llegado la hora de que alguien hable claramente con todos vosotros. Quisimos hacerlo antes pero estuvimos atados de pies y manos. —empezó a decir, esforzándose en sonar firme. No iba a permitirse flaquear delante de tanta gente que necesitaba a una figura de autoridad que lo guiase. Ahogó un suspiro y, pasados unos segundos, retomó su discurso sin realizar más parones. Así resultaría más sencillo. Su mirada se paseaba por la habitación sin rumbo fijo, parándose a cada segundo en un alumno distinto. —La directiva ha estado recibiendo amenazas de muerte de alguien desconocido. No pudimos avisaros hasta hoy porque nos decían que los desaparecidos aparecerían muertos. Lo que menos queríamos era que cumpliesen esas promesas. No obstante, los últimos acontecimientos nos obligan a informaros para que estéis alerta. No queremos que cunda el pánico, trabajamos cuanto podemos en devolver la seguridad a Dunkelheit y lo llevamos haciendo desde que empezamos a encontrar las amenazas, pero necesitamos que vosotros también cooperéis. Las clases y las actividades extraescolares quedarán suspendidas por el momento. El personal del internado ampliará sus guardias desde hoy y recomendamos que los alumnos tratéis de permanecer cerca de ellos y en grupos concurridos. Si cualquier persona detecta actividad sospechosa o necesita comentar algo que haya visto, mi despacho y el de Víctor están abiertos. Toda información que pueda ayudar en la investigación será bien recibida. Queremos que esta tensión termine. Estamos aquí para enseñar y aprender juntos, y es lo que deseamos seguir haciendo.

Asió con más fuerza el bastón y tomó aire, preparado para las posibles preguntas que pudieran realizar los alumnos. Estaba allí para brindar cuanta ayuda quedase en su mano. Desgraciadamente, había demasiados datos que quedaban fuera de su entendimiento. Solo le quedaba esperar que las cosas volviesen a su cauce más pronto que tarde por el bien común.

Publicado por Alfred M. Motka Sáb Jun 25, 2016 11:08 pm

Alcé la mirada cuando escuché que me llamaban por mi apellido. Caminando lento y perdido supuse que sería para que apresurara el paso, pero cuando vi que en realidad estaban señalando a un estudiante herido fui a dar una mano. No estaba seguro de saber qué había pasado, no podía sumar más problemas e historias de terror en mi mente que parecía encontrarse con una espesa niebla dentro, se sentía así, como algo que no me dejaba ver más allá, que no me dejaba pensar. Estaba atado, y sentía que mi cuerpo no respondía como se lo pedía. Una enfermera se puso a trabajar de inmediato cuando dejamos al chico. Presentes estábamos el profesor Wells, Is, la enfermera cuyo nombre había olvidado, creo que era Gail, y Ross, jugaba con nosotros en lacrosse.

—Tranquilo— Dije dando un paso al chico y tomando su mano para darle fuerza, girando mi cabeza para no ver la sangre o cualquier cosa que hiciera la enfermera o iba a acabar desmayado en el suelo o vomitando, cualquiera de las dos cosas era inútil. Lo siguiente que dije requirió todo mi esfuerzo. —Mira el lado positivo, Callie va a dejar de gritarte por una temporada. Podrás sentarte sin recibir reprimendas de su parte.

Era una broma, pero me vi apretando la mano del joven con más fuerza y conteniendo las lágrimas. Era una de mis mejores amigas, ¿cómo había dejado que eso pasara? ¿Cómo lo había permitido? No me atreví a mirar a Is, no quería que leyera lo que ya de por sí mi cara debía expresar bastante bien, nunca había sido muy hábil mintiendo, pero si levante mi mirada al profesor cuando comenzó a cuestionar a la enfermera. El nivel de histeria de todos debía ser bastante, pero tener que escuchar un profesor de historia corrigiendo a una enfermera cuando trataba de salvar la vida de un estudiante, y encima, no hacer absolutamente nada más que parlotear, me dieron ganas de echarle un puñetazo al profesor por arrogante, por suerte Is respondió primero y yo afloje el puño en el que se había vuelto mi mano libre. Lo observé irse.

— ¿Hay algo que pueda hacer para ayudar? — Pregunté a la enfermera, preguntándome qué es lo que dirían en el comedor.

Publicado por Brennan F. Grunwald Dom Jun 26, 2016 3:12 am

Por suerte, Marina tenía de por sí la entereza suficiente como para no responder nada más. A veces se le olvidaba que la gente normal carecía de su frialdad, y que aquellas respuestas impetuosas era posiblemente fruto de los horrores que se habían visto hoy. Todos estaban crispados, y le sorprendió que incluso los alumnos se volviesen contra su profesor. Dukelheit solía ser un sitio muy estricto en ese aspecto, pero muchas cosas habían cambiado.

Cuando el profesor Wells se fue, sin embargo, respiró más tranquila. Todos seguían nerviosos por los acontecimientos recientes, pero su ausencia trajo una pequeña laguna de paz que duró hasta que cerró la herida de bala. El lugar era complicado, pues estaba cerca de la femoral, pero ésta había resultado intacta tanto en el impacto como en la extracción, por lo que el chico debería estar bien si no hacía movimientos bruscos. Suspiró, mirando con una sonrisa a los que los habían acompañado hasta allí.

—No podéis hacer más —les dijo con calma—. Lo mejor será que vayáis al comedor a ver qué está pasando, podrían preocuparse por vosotros. Gareth estará bien, la herida no ha tocado ninguna arteria vital. Ahora sólo tiene que reposar, como todos.

Publicado por Invitado Dom Jun 26, 2016 6:30 am

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