Mini Trama ▲ Elliot, Marjorie y Sophia.

Recuerdo del primer mensaje :

Ambientación

Espacio: sala de ocio.
Tiempo: 30 de abril. Mediodía.

La sala de ocio presenta el mismo aspecto desenfadado que cualquier sábado por la mañana. Algunos alumnos usan las mesas para jugar a las cartas; otros leen en los sofás divertidos cómics de antaño o libros históricos con las tapas muy gastadas. Y el resto simplemente pasa el tiempo como puede.

Un par de chiquillos de tercero están escuchando música en una vieja radio con el volumen demasiado alto. Uno de los alumnos más grandes tira su revista sobre la mesa y se acerca a ellos para gritarles que necesita concentración. Los chicos se asustan y deciden levantarse y salir corriendo de allí. Ni en sueños se meterían en problemas con un muchacho de ese tamaño. Sin querer el más enjuto de los dos golpea el mueble que sostiene la radio, tirando la enorme torre de cassettes antiguos de la que, poco antes, sacaron el que estaban escuchando.
Casi todos ellos tienen una pegatina con el nombre de las canciones que están grabadas en su interior. La mayoría pertenecen a antiguos alumnos, así que puedes encontrar canciones pop y rock de los ochenta en adelante. Sin embargo, debajo de todos ellos, hay uno de color blanco sin ninguna etiqueta en el exterior. No obstante, si la abres dentro verás que alguien ha escrito con un rotulador dorado "escúchame".

El chico que ha espantado a los pequeños sonríe con chulería y vuelve a sentarse en su sofá. La música continúa sonando igual de alto.

Publicado por M. Yvette Gunnhild Lun Ago 01, 2016 3:39 pm

Los chicos comenzaban a darle larga y ya la de cabellos marrones quería escuchar la cinta simplemente por pura curiosidad y saber que tanto escondían, para ella eso de ‘nada importante’ y el resto de sus excusas solo hacían más interesante el dichoso cassette, si no ¿Por qué se esforzaban tanto en impedirle el verlo?. A ella no solía gustarle imponerse sobre los chicos demasiado, hablar con ellos en modo confianza era mucho más fácil y práctico para todos, pero ya que ambos chicos se empeñaban en evadirla simplemente tendría que hacerlo. Alargó la mano y con cuidado sin ser brusca, pero con firmeza le terminó de pedir con un gesto de la mano el cassette a la joven de cabellos rizados. — Entonces no les molestará que le eche un vistazo al mismo ¿Cierto? — Su tono era tranquilo, pero firme, logró sacarle el cassette a la joven y por fin pudo ver la cinta en cuestión, la cual era completamente normal exepto por el hecho de que era completamente blanco. Lo abrió buscando alguna cosa extraña (Vamos que era muy raro que un cassette sin nada estuviera entre el resto, mejor prevenir que lamentar), y pudo leer por dentro que decía ‘escúchame’. Esto la hizo alzar una ceja, si era del joven al parecer no era muy secreto que digamos

— Ya que es suyo y dice que lo escuche, hagámosle caso — Prefería revisar que tenía el cassette adentro y que los jóvenes se molestaran un poco con ella a dejar que la duda se quedara en su mente por semanas. Sacó el cassette de la cajita y lo metió en la radio, sacando el que había estado sonando en volumen bajo, para luego darle ‘play’ y subirle nuevamente el volumen, aunque no tan alto como cuando había llegado al salón.

Publicado por Sophia E. Thurkell Dom Ago 07, 2016 6:35 pm

— Vámos, Elliot. Si para mí eso ya es interesante. — diría la chica, torciendo su boca en una media sonrisa que se le antojaba altamente convincente. Internamente quería lanzarle un puñetazo en el hombro a Rhodes por semejante comentario, pero se contendría por ésta ocasión. Ya verás, Rhodes. Me las pagarás. Pensaría. Estaba un tanto agradecida que el otro le echara una mano, aunque jamás lo iría a admitir. Además, seguramente había alguna otra forma en la que no terminaran por parecer un par de chiquillos, escondiendo algo así de una profesora. Pero entonces, ¿Qué eran? Un par de pubertos que escondían un cassette de la profesora, que podía o no contener información que resultara intrigante. Pero eso ahora no importaba, tenía que seguir el juego. — Profesora, ¿No cree que nos merecemos un poco de privacidad, algo de su comprensión? — diría la chica, no de manera educada, sino de manera exigente. Ella conoce sus derechos, derechos que en Escocia, EE UU o en China son los mismos, pero que parecen pasar desapercibidos entre las paredes de ese ligar; sobretodo desde que se desató esta ola de violencia dentro de Dunkelheit.

No quería entregarle el cassette a la profesora, pero ésta se las apañó para quitárselo, pues Maryo no planeaba comportarse de manera más sospechosa de la que seguramente ya estaba actuando a ojos de la docente. Simplemente se sentó ahí en el piso, con las manos lánguidas sobre los muslos mientras le dedicaba una mirada a Elliot: Quizás solo estemos exagerando. Quería creer que, efectivamente, solo se trataba de sus mentes tan imaginativas y que aquella cinta no tuviera absolutamente nada de malo, porque de lo contrario, estarían metidos en un embrollo de los buenos.

Publicado por Marjorie P. Sullivan Dom Ago 07, 2016 7:11 pm

La mirada de Elliot se perdió por un instante en la de su joven compañera, pues no pudo evitar sonreír con cierta altanería mientras sus ojos recorrían sutilmente la figura de la chica que le había seguido el juego de una forma tan natural. No obstante, el interés que por un momento imprimió en Sullivan, quedó en el olvido en cuanto la docente se dispuso a poner a prueba la veracidad de las palabras expuestas por los muchachos: porque eso era, ya que en ningún momento los alumnos confesaron que habían encontrado la cinta por simple casualidad, ¿o sí? Rhodes intentó hacer memoria sobre ello antes de responder con simpleza.- Da igual si usted ya ha tenido la cortesía de pedirlo tan amablemente.- replicó sin respeto alguno, un concepto del que solía no hacer alarde en este lugar.

Y sí, obviamente el rostro del americano denotaba su molestia, deseaba incluso soltar uno que otro improperio en contra de la mujer, pero en cambio se dio a la tarea de improvisar algunas cosas dentro de su mente. Vamos, sea lo que sea que estuviera grabado en la cinta, ¿cómo se supone que saldría del embrollo? Podía comprometerse en un asunto verdaderamente absurdo o, esperaba que no fuera así, en algo que pusiera en tela de juicio su estadía dentro del internado.- Con su permiso.- dejó que la profesora hiciera lo que considerara propio, mientras tanto él continuaría con su lectura, aunque en esta ocasión se colocó en una posición que le permitiera mantener en la mira a Sullivan.

Publicado por Elliot Rhodes Dom Ago 07, 2016 11:21 pm

Narración

Mientras que la profesora Sophia y los dos jóvenes estaban enzarzados en una ligera discusión, el resto de los alumnos fueron abandonando poco a poco la sala de ocio hasta dejarlos solos. La hora del almuerzo había llegado. Una vez que Sophia colocó el cassette en la radio, la cinta magnética comienza a correr. Lo que se escucha no es una canción, como todos esperarían. No, se trata de una voz femenina, muy reconocible, la que surge de los altavoces.

“—Me llamo Ophelia Evanna Westerberg y si estás escuchando esto significa que he muerto. Siento no haber hablado con sinceridad antes pero no me quedó más remedio que mantener mi forma de actuar en secreto. Quería que estuvierais a salvo. No me queda mucho tiempo. Sigue escuchando y haz saber a todos la verdad. Por favor, hazlo. Gracias y... Adiós.”

La voz de Ophelia se corta a pesar de que la cinta magnética continúa girando dentro del cassette.

Publicado por Whispers Lun Ago 08, 2016 1:59 am

Cuando Rhodes se levantó de aquella manera después que la docente le quitará el cassette a la morena, ésta siguió los pasos del americano con aquellos ojos oscurecidos, de manera sutil. Y apenas la profesora colocó la cinta en la radio, los rizos de Marjorie rebotaron suavemente cuando giró la cabeza en dirección a la voz de su profesora... Pero no era la Señorita Thurkell quien se había ganado aquella sorpresa delatora en el rostro de Sullivan.

Haberse lanzado al lago en pleno invierno habría sido la única forma en que podría comparar su sentir actual. Escuchar la voz de la profesora Ophelia le hizo recordar sus años más jóvenes en el Instituto, infundiendo de melancolía y angustia su voz que jamás salió de su garganta. Maryo aparentaba no sentir, y eso era exactamente lo que hacía en ese momento, resguardándose detrás de una máscara de apatía e indiferencia que con el tiempo había perfeccionado de forma asombrosa.

Esto no puede ser... no, no puede ser. Esa profesora está más muerta que nada... Pero no terminaba por creerselo, incluso tanto tiempo después. Cerró los puños sobre sus muslos y enderezó la espalda, proyectando una firmeza que en ese momento no tenía, pero que se empeñaba en disimular. Sus ojos fijos en la radio, como si está proyectará una película en lugar de sólo sonido. Podía ver a Ophelia, así como en clases, caminando de un lado al otro con una sonrisa como siempre, era una de las únicas profesoras que había logrado motivarle un poco, de alguna extraña forma. Y esa docente ya no estaba. Sullivan sintió un nudo en el estómagoque se apretó cada vez más, hasta que logró liberarlo en un suspiro bajo justo antes de la despedida de Westerberg.

— Shhh... — mencionaría sutilmente, máspara ella misma que para otra persona.

Publicado por Marjorie P. Sullivan Lun Ago 08, 2016 9:22 am

“Trágame tierra”, fue el primer pensamiento que pasó por la mente de Rhodes en cuanto la voz de una conocida mujer resonó a lo largo y ancho de la estancia. Sin embargo, pronto el muchacho se dio a la tarea de prestar total atención al contenido que se exponía a continuación, sintiendo así cómo sus temores florecían a la par de su incertidumbre que exigía ser saciada con el conocimiento total que pudiera ofrecerle aquella grabación. Pero nada, de repente la voz se convirtió en absoluto silencio, y aunque era su intención justificar su previo comportamiento a través de una excusa recientemente improvisada que le permitiera enfrentar a la profesora Thurkell con dignidad, la petición de Sullivan llegó a sus oídos y atendió en automático: sí, sería mejor seguir callados, por lo menos hasta asegurarse de que ya no había nada más que rescatar en aquella cinta.

Por otro lado, intentó hacer memoria de lo que había escuchado recientemente y, sin rechistar ni un sólo segundo, hizo algunas anotaciones en el trozo de papel con el que había estado jugando hace ya varios minutos, de tal forma que más tarde pudiera recordar todo aquello que debía comunicarle a Xavier tal como habían acordado que lo harían siempre que fuera posible.

Publicado por Elliot Rhodes Miér Ago 10, 2016 7:04 pm

Sophia no había sido cercana a Ophelia, solo habían intercambiado un par de palabras en las comidas, descansos y pasillos, pero realmente no podía considerarse su amiga o que la conocía, más allá de lo que veía cuando se la encontraba o hablaba con ella. Sin embargo, su muerte había sido muy sonada, sobre todo por los sucesos que la rodearon y lo que la mujer pelirroja había dejado escrito en esa carta, si es que en realidad era real lo que allí decía. Desde que había hablado con Brian sobre el tema había querido buscar más pistas sobre ello sin saber por dónde empezar, y el hecho de haber encontrado un cassette que al parecer había grabado ella solo la hacía pensar que parecía cosa de suerte, y eso le daba muy mala espina.

Ve a los chicos estar atentos a la grabación tal y como ella lo está haciendo, otra despedida de la mujer, al parecer si la carta era real no era la única que les iba a dejar, miro a los jóvenes y asintió para sí misma volviendo su mirada a la radio, esperando escuchar el resto de la cinta.

Publicado por Sophia E. Thurkell Sáb Ago 13, 2016 4:01 pm

Narración

Escasos segundos después vuelve a escucharse la voz de la profesora, aunque parece más lejana. Se nota que no está hablando directamente a la grabadora. De vez en cuando la grabación parece cortarse, aunque no tarda en funcionar de nuevo. La calidad del cassette deja mucho que desear, desgraciadamente.

“—Directora... ¿De qué...? ¿De qué quiere hablar? Creía que tendría una reunión con Alfred.”

Otra voz diferente se une a la de Ophelia, también muy reconocible. Es Yvette, con su autoritario tono de siempre.

“—Pasa, pasa. Quiero que me muestres el programa de Química. Los chicos de tercero han vuelto a bajar las calificaciones. —se escucha la puerta cerrarse. Entonces baja el tono hasta convertirlo prácticamente en un susurro. —Ophelia, las notas no son suficientes. Necesitan ver más cuerpos, pasar a la acción. No puedo contenerlos más.

—Son muy jóvenes. No podemos exponerlos a una visión tan escabrosa como la de los cuerpos.

—La verdad es mucho más terrible que ver a unos cuantos chicos muertos. Ophelia, quieren que tome rehenes. Más. Los de primero son débiles y no les parecen suficientes, y yo... No sé qué hacer. Tienen a Halsey. Si seguimos así no estaré capacitada para ayudarte. O actuamos de una vez por todas o tendré que apartarme. Mi hija me necesita.

—Ya, ya... Tienes razón. Sé que la tienes, pero no logro encontrar el camino correcto. Lo único que se me ocurre es... Ya sé. Yvette, revelemos la verdad. Tu verdad. Tendrán miedo y te echarán, así podrás continuar actuando desde las sombras y Halsey no correrá peligro. Es lo único que se me ocurre, que las dos...”

La grabación se corta de golpe. Las voces de Ophelia e Yvette son sustituidas por la canción Sleeping in my car de Roxette. La profesora empleó una cinta ya utilizada para grabar encima.

Publicado por Víctor E. Hempstead Sáb Ago 13, 2016 4:06 pm

There's strange taste in my mouth.

Marjorie, respira.

Se levantó y acercó al radio despacio, como si esperara que explotara en cualquier segundo tras haber cometido con su propósito de transmitir aquel mensaje. Con manos dubitativas la morena se las arregló para detener el cassette justo a mitad de la canción y extraerlo cuidadosamente, no queriendo que la cinta se enredara y se perdiera por alguno de sus descuidos. Ella no era torpe, para nada, pero en aquel instante sentía que su cuerpo era propenso a cualquier cosa estúpida, pues aunque no se viera a simple vista, estaba temblando. Una vez tuvo el cassette de nuevo entre sus manso y le guardó, apretujó el estuche entre sus delgados dedos y le presionó sobre la boca del estómago. Cerró los ojos, sintiendo que de pronto su cabeza se sentía más ligera, pero lejos de resultar un alivio, sentía que en cualquier momento alguien la atravesaría la cabeza con una bala por haber escuchado a Ophelia e Yvette en aquel cassette.

Se volvió, e instintivamente sus ojos se encontraron con la silueta de Elliot antes de buscar a la docente también.
— Le prometo, que hay una muy buena explicación para ésto, profesora. Y esa explicación es que estamos metidos en un gran problema. — diría la joven, agitando un poco el cassette. Tenía su intención, quien sabe si la lograron entender.

Probablemente lo mejor sería que le entregase el cassette a la profesora, pero Sullivan no estaba segura del todo.Ella lo encontró, ella se lo quedaría y si la mayor o Rhodes se lo quisieran quitar, suerte con ello, pues lo acaba de meter entre las bolsas internas de su campera y cerrarla hasta el cuello.

De ese momento en adelante, probablemente le sería muy difícil a la Neyorquina se sacarse aquella canción de Roxette de la cabeza. Sí, seguro la escuchará hasta dormida. Fastidiada, se frotaría la frente con nerviosismo.

Publicado por Marjorie P. Sullivan Dom Ago 14, 2016 3:41 pm

Dio un gran brinco sobre su lugar en cuanto la cinta retomó su contenido original, maldiciendo por lo bajo la manera abrupta en la que se rompió con el misterio que se había hecho presente con anterioridad, pues era lo que menos esperaba luego de que pareciera que aquella conversación se había registrado aposta. Sin embargo no dijo nada, por lo menos no dentro de los primeros minutos que duró la melodía que hasta hoy nunca le había parecido mala, pero que sin duda la tendría bien grabada en la mente luego de lo ocurrido este día. Y es que Rhodes no pudo evitar mostrarse inquieto en ese instante: su corazón palpitaba con fuerza y su mirada estaba perdida en el horizonte, tratando de asimilar hasta qué punto todo lo que había escuchado tenía un ápice de sentido o, mejor dicho, credibilidad; vamos, la grabación bien podría estar alterada a conveniencia, ¿no?

Pero entonces algo extraño pasó: de nuevo se hizo el silencio y aquello le obligó a regresar la vista hacia el aparato reproductor, enterándose entonces de lo que estaba ocurriendo. ¿Sullivan se había adueñado de la cinta? ¿En serio? Negó con la cabeza.- “Estamos”, me huele a manada.- replicó al instante, sin darse cuenta del momento justo en el que se había puesto de pie. Después de todo, no era él quien se atrevía a esconder el curioso objeto frente a la líder de la actual organización. Por ahora.- Además, en mi defensa queda claro que sólo estaba bromeando cuando hice referencia al contenido de ese cassette.- se encogió de hombros, restándole importancia al asunto.- Por otro lado...- tenía que haber una manera de salirse con la suya sin quedar mal frente a Thurkell.- si bien es cierto que usted tiene voz y voto sobre lo que procede luego de esto, le pediría que nos permitiera conservar la cinta e investigar si contiene algo más...- se acercó a la profesora y bajó un poco su tono al hablar.- Creo que mi compañera está muy conmocionada, justo antes hablábamos de lo ocurrido hace unos días y… tener un poco de conocimiento en su poder, aun cuando sólo sea lo que acabamos de escuchar, le dará seguridad.- al decir esto último, en realidad proyectaba sus propios temores.- Por favor.- suplicó lo más convincente que pudo.

Publicado por Elliot Rhodes Lun Ago 15, 2016 1:35 am

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