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Power [Benjamin & Mathias]
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26 de Mayo
Si tuviese la oportunidad, Asher se encontraría en los jardines, tomando todo el aire con el que pudiese llenar sus pulmones. Finalmente le había trastocado la realidad del internado y se sentía encerrado en cada uno de los pasillos. Las esquinas representaban un potencial giro de vida, sin saber si en alguna de ellas, al girar de pasillo, te encontrarías con alguien que acabaría con todo lo que tenías planeado. Lo sucedido en el baño no se le había quitado de la cabeza y cada vez que cerraba los ojos repetía el escenario, el infernal bucle se llevaba lo mejor de él, lo cual no era bueno para el resto de sus compañeros, quienes ya sufrían la peor parte de su personalidad.
Su actitud se había vuelto más violenta durante los últimos días y había transformado su habitación en un fuerte impenetrable. Ni siquiera Annabelle podía entrar, temía que pudiese descubrir lo que yacía en la comoda junto a su cama, temía que el pasado volviera a actuar en el presente.
Como parte de una de sus tantas acciones negativas, el castaño se encontraba en el aula recreativa, dificultando el buen rato a más de un compañero, entre ellos Benjamin Lewis y Mathias Rottjer. No tenía nada contra ellos. Bueno, sí, le parecían un par de perdedores que pasaban demasiado tiempo jugando a las “manitas”, el trío en particular que conformaban le desagradaba y confundía al mismo tiempo, y no era la clase de confusión que ellos mismos sentían entre sí.
— Ahora que vamos a volver a clases, ¿a quién le toca llevar la faldita para el uniforme? —preguntó con un tono jocoso antes de apuntar con su mano a Mathias.— Supongo que a ti, tienes toda la pinta, oye, seguro que hasta te gusta y todo, muy tu problema, ¿no? Yo respeto, man. —y la manera en que pronunció aquella última palabra fue burlesca, dejando ver que veía de todo en Mathias, menos hombría.
Publicado por Asher G. Arenberg Vie Sep 16, 2016 12:49 am
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Money is not the most important thing in the world. love is. fortunately, i love money.
Seguía dándole muchas vueltas a la resolución que había salido hacía tres días, con todos los cambios que iba a haber de aquí en adelante. Ni siquiera tenía muy claro si me apetecía volver a las clases, aunque tampoco me gustaba estar sin hacer nada, como ahora. Claro que eso me había permitido pasar más tiempo con mis amigos quienes conseguían que me olvidara de todo lo malo que estaba sucediendo, y es que daba un poco de miedo saber que había alguien secuestrando y asesinando en el internado, tampoco sabía hasta qué punto era bueno que nos distrajéramos, cualquier paso en falso podía ponernos en peligro. Nadie decía mucho más sobre lo que iba a pasar a final de curso, apenas quedaban unas semanas y de continuar aquel encierro pasaríamos el verano allí dentro, perspectiva de la que tampoco era muy fan.
Bufé mientras enredaba mis manos en la telaraña de hilo que sostenía Mathias frente a mí para así crear otro enredo con mis dedos, un juego simple y, para algunos, estúpido pero que terminaba siendo un tanto adictivo. — Odiaría un poco tener que pasar el verano aquí, ¿sabes? Ya me había hecho a la idea de pasarlo con mi madre — comenté con expresión rendida, aunque sonreí al notar por enésima vez sus dedos rozar los míos cuando fue su turno de recuperar la telaraña — Menos mal que estaréis Xav y tú, casi odiaría más pasar el verano sin vosotros — confesé mirándole a los ojos antes de regresar a mirar los hilos.
Sin embargo, parecía que alguien más quería unirse a nuestra conversación. Rodé los ojos al identificar la voz del capullo de Asher y giré el rostro para verle. Sentí verdadera rabia al escuchar cómo se burlaba de Mathias y no pude evitar cerrar los puños, gesto que provocó que todos los hilos se vinieran abajo y nada quedara ya del enredo que habíamos creado. — Vete un poquito a la mierda, Asher, nadie quiere oírte. Solo dices eso para demostrar lo machote que eres, cosa que, permíteme que lo dude, no serás nunca — hablé sin poder controlarme — ¿Sabes que el 90% de los homófobos son gays reprimidos? Quizá eres tú el que se pone una faldita para dormir.
Bufé mientras enredaba mis manos en la telaraña de hilo que sostenía Mathias frente a mí para así crear otro enredo con mis dedos, un juego simple y, para algunos, estúpido pero que terminaba siendo un tanto adictivo. — Odiaría un poco tener que pasar el verano aquí, ¿sabes? Ya me había hecho a la idea de pasarlo con mi madre — comenté con expresión rendida, aunque sonreí al notar por enésima vez sus dedos rozar los míos cuando fue su turno de recuperar la telaraña — Menos mal que estaréis Xav y tú, casi odiaría más pasar el verano sin vosotros — confesé mirándole a los ojos antes de regresar a mirar los hilos.
Sin embargo, parecía que alguien más quería unirse a nuestra conversación. Rodé los ojos al identificar la voz del capullo de Asher y giré el rostro para verle. Sentí verdadera rabia al escuchar cómo se burlaba de Mathias y no pude evitar cerrar los puños, gesto que provocó que todos los hilos se vinieran abajo y nada quedara ya del enredo que habíamos creado. — Vete un poquito a la mierda, Asher, nadie quiere oírte. Solo dices eso para demostrar lo machote que eres, cosa que, permíteme que lo dude, no serás nunca — hablé sin poder controlarme — ¿Sabes que el 90% de los homófobos son gays reprimidos? Quizá eres tú el que se pone una faldita para dormir.
Publicado por Benjamin Lewis Sáb Sep 17, 2016 1:19 pm
Mathias despertó sobresaltado otra vez, como todas las noches. Sus pesadillas no dejaban de atormentarlo y siempre a la misma hora: 04:00 AM, siempre puntuales. Su contextura escuálida se volvió a esconder debajo de las frazadas que dispersó durante su sueño, intentando en vano volver a los brazos de Morfeo. No hay caso, no pudo volver a dormir. Quizás, si Xavier y Benny estuvieran allí para acompañarlo como la otra noche, la historia sería diferente. Pero sabía que aquello era imposible, y sin dejar pasar más de veinte minutos se levantó de la cama con los vellos casi erizados y sus rizos de duende más revueltos que de costumbre. Su pijama estaba completamente sudado, transpiraba hielo, pero no podía seguir durmiendo, no en paz. Y aunque intentó arreglarse lo más que pudo, las ojeras sobre sus orbes oscuras le pasaban factura: No estaba descansando. Algo estaba fallando.
Afortunadamente, los días de vagar por los pasillos del internado sin un rumbo fijo habían terminado. La actividad empezaba a retomarse y, para Mathias, aquello era un pequeño paso para que todo vuelva a la normalidad. O al menos eso era lo que quería creer.
— Tranquilo, Benny, estoy seguro de que todo esto se solucionará pronto. — Intentó consolar a su amigo al mismo tiempo que recuperaba la telaraña de hilo que su amigo había formado. Si bien Mathias no tenía mucho apego con su familia, empezaba a extrañar un poco el calor de Los Ángeles, pero sobre todo, el hecho de ser libres. — Estoy seguro que pasarás el verano junto a tu madre, y si no es así, Xav y yo estamos para hacernos mutua compañía.
De certezas no tenía ninguna, pero ¿Qué otra cosa podía decirle? Aunque fuera difícil y el panorama no sea alentador, debían mantenerse optimistas. La esperanza era lo último que se perdía.
Algo sacó a Mathias de sus pensamientos y no fue hasta que escuchó la respuesta de Benjamin cuando terminó de procesar lo que acababa de ocurrir. La sangre no tardó en trepar a su rostro, mostrándose visiblemente humillado. — B-benny déjalo. — Tartamudeó mientras luchaba con aquel nudo que tan rápido se le hizo en la garganta. La mano del moreno se posó sobre la rodilla de su amigo, en un afán por tranquilizarlo.
Asher, aquel chico que compartía el nombre con su hermano, nada tenía de parecido con el espíritu bonachón del mayor de los Rottjer. Asher Aremberg era parecido a Chloe. Cruel, de lengua filosa y con la constante necesidad de levantar su ego a costa de la autoestima de otros. No era la primera vez que Mathias era víctima de sus comentarios ponzoñosos. — No vale la pena...
Afortunadamente, los días de vagar por los pasillos del internado sin un rumbo fijo habían terminado. La actividad empezaba a retomarse y, para Mathias, aquello era un pequeño paso para que todo vuelva a la normalidad. O al menos eso era lo que quería creer.
— Tranquilo, Benny, estoy seguro de que todo esto se solucionará pronto. — Intentó consolar a su amigo al mismo tiempo que recuperaba la telaraña de hilo que su amigo había formado. Si bien Mathias no tenía mucho apego con su familia, empezaba a extrañar un poco el calor de Los Ángeles, pero sobre todo, el hecho de ser libres. — Estoy seguro que pasarás el verano junto a tu madre, y si no es así, Xav y yo estamos para hacernos mutua compañía.
De certezas no tenía ninguna, pero ¿Qué otra cosa podía decirle? Aunque fuera difícil y el panorama no sea alentador, debían mantenerse optimistas. La esperanza era lo último que se perdía.
Algo sacó a Mathias de sus pensamientos y no fue hasta que escuchó la respuesta de Benjamin cuando terminó de procesar lo que acababa de ocurrir. La sangre no tardó en trepar a su rostro, mostrándose visiblemente humillado. — B-benny déjalo. — Tartamudeó mientras luchaba con aquel nudo que tan rápido se le hizo en la garganta. La mano del moreno se posó sobre la rodilla de su amigo, en un afán por tranquilizarlo.
Asher, aquel chico que compartía el nombre con su hermano, nada tenía de parecido con el espíritu bonachón del mayor de los Rottjer. Asher Aremberg era parecido a Chloe. Cruel, de lengua filosa y con la constante necesidad de levantar su ego a costa de la autoestima de otros. No era la primera vez que Mathias era víctima de sus comentarios ponzoñosos. — No vale la pena...
Publicado por Mathias Rottjer Vie Sep 23, 2016 1:07 am
Seriously? ¡La respuesta más cliché de todas! La estupidez de siempre, por supuesto. El castaño no sabía cómo es que las personas en verdad creían que juzgar algo que obviamente estaba mal significaba ser parte de ese “algo”. ¿Ahora por tachar a los dos de mariquitas también era uno? Give me a fucking break.
Mordió su labio asintiendo con la cabeza, mandando muy lejos las teorías que Benny-Boy tenía sobre la sexualidad del mayor.— Puedo apostarte que estás terriblemente equivocado, idiota de turno. Resulta que no tengo ninguna duda sobre mi sexualidad, agradezco el interés, aunque no es como si fueras a tener una oportunidad conmigo. —habló bromista. A pesar de los encuentros en los que se había visto obligado a ser parte de una relación sexual con un hombre, Asher no sentía confusión respecto a sus gustos, el dinero le movía más que la atracción sexual en la mayoría de las ocasiones, tirar un par de billetes por no querer inmiscuirse con un hombre sería un vil desperdicio que no se podía permitir.
Escuchar al otro chico hablar le produce una carcajada, tanto su voz como el método que busca utilizar es algo que para Asher resulta jocoso.— Sí, Benny, déjame, o te puedo partir la cara y dejarte sin un par de dientes. Tampoco los necesitas, ¿no? Solo saca la lengua y lame como un perro, me suena a que los hippies lo hacían. —y ahora solo buscaba molestar más al par, quería ver si Mathias finalmente se levantaba y osaba a darle un golpe, o bien, quería ver al chico bondadoso enfrentándose a él, podía tener su fuerza pero dudaba que tuviera la necesaria para tirarlo abajo.
Mordió su labio asintiendo con la cabeza, mandando muy lejos las teorías que Benny-Boy tenía sobre la sexualidad del mayor.— Puedo apostarte que estás terriblemente equivocado, idiota de turno. Resulta que no tengo ninguna duda sobre mi sexualidad, agradezco el interés, aunque no es como si fueras a tener una oportunidad conmigo. —habló bromista. A pesar de los encuentros en los que se había visto obligado a ser parte de una relación sexual con un hombre, Asher no sentía confusión respecto a sus gustos, el dinero le movía más que la atracción sexual en la mayoría de las ocasiones, tirar un par de billetes por no querer inmiscuirse con un hombre sería un vil desperdicio que no se podía permitir.
Escuchar al otro chico hablar le produce una carcajada, tanto su voz como el método que busca utilizar es algo que para Asher resulta jocoso.— Sí, Benny, déjame, o te puedo partir la cara y dejarte sin un par de dientes. Tampoco los necesitas, ¿no? Solo saca la lengua y lame como un perro, me suena a que los hippies lo hacían. —y ahora solo buscaba molestar más al par, quería ver si Mathias finalmente se levantaba y osaba a darle un golpe, o bien, quería ver al chico bondadoso enfrentándose a él, podía tener su fuerza pero dudaba que tuviera la necesaria para tirarlo abajo.
Publicado por Asher G. Arenberg Sáb Sep 24, 2016 3:30 am
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Money is not the most important thing in the world. love is. fortunately, i love money.
No me desagradaba la idea de pasar el verano con Matt y Xavier, aunque prefería mil veces que fuera al otro lado de las puertas del internado, libres y fuera de aquel infierno. Me gustaba pensar que ambos pudieran disfrutar también de la comuna en la que estaba mi madre, estaba seguro que se lo pasarían bien y, la verdad, cada vez tenía más ganas de que ella les conociera, formaban una parte importante de mi vida y quería que mi madre lo supiera. De todas formas habría que esperar todavía un mes, aproximadamente, para saber qué iba a pasar con nosotros y el resto de alumnos; las clases iban a retomarse pero no teníamos ni idea de si iban a compensar el tiempo perdido y aprovechar el mismo verano para ponernos al idea. Ojalá que no fuera así, pues peor que pasar el verano en el internado estaba hacerlo con clases.
Sin embargo, con clases o sin ellas, estaba claro que compartir espacio y tiempo con gente como Asher Arenberg no era agradable en absoluto. Fruncí los labios mientras escuchaba su réplica, controlándome solo porque Mathias me lo pedía. — No te preocupes ni agradezcas nada, payaso, no eres en absoluto mi tipo. Prefiero a la gente que respeta a los demás y no critica para destruir. Bájate el ego — contesté, dejando de mirarle para tomar los hilos que habían caído al suelo y desenredándolos para retomar el juego con Matt. — Lo sé pero me saca de quicio — le susurré a mi amigo, poniendo los ojos en blanco. Por lo menos había conseguido que el otro dejara al moreno en paz y enfocara sus palabras en mí.
Creía tener los nervios controlados pero el último de los comentarios de Asher me terminó sacando de mis casillas. — No tienes ni idea de la cultura hippie. Y aunque estoy a favor de la paz y todo eso podría hacer una excepción contigo y darte hasta ponerte del revés esa raja del culo que tienes en la barbilla — solté, apretando la mandíbula. Cogí aire por la nariz y regresé a mirar a Matt — ¿Quieres que nos vayamos? — le pregunté buscando sus ojos.
Sin embargo, con clases o sin ellas, estaba claro que compartir espacio y tiempo con gente como Asher Arenberg no era agradable en absoluto. Fruncí los labios mientras escuchaba su réplica, controlándome solo porque Mathias me lo pedía. — No te preocupes ni agradezcas nada, payaso, no eres en absoluto mi tipo. Prefiero a la gente que respeta a los demás y no critica para destruir. Bájate el ego — contesté, dejando de mirarle para tomar los hilos que habían caído al suelo y desenredándolos para retomar el juego con Matt. — Lo sé pero me saca de quicio — le susurré a mi amigo, poniendo los ojos en blanco. Por lo menos había conseguido que el otro dejara al moreno en paz y enfocara sus palabras en mí.
Creía tener los nervios controlados pero el último de los comentarios de Asher me terminó sacando de mis casillas. — No tienes ni idea de la cultura hippie. Y aunque estoy a favor de la paz y todo eso podría hacer una excepción contigo y darte hasta ponerte del revés esa raja del culo que tienes en la barbilla — solté, apretando la mandíbula. Cogí aire por la nariz y regresé a mirar a Matt — ¿Quieres que nos vayamos? — le pregunté buscando sus ojos.
Publicado por Benjamin Lewis Jue Sep 29, 2016 10:02 am
Asher era una de las pocas personas que ponía a prueba la naturaleza benigna de Mathias. Y aunque el de rizos se esforzara en entenderlo, el castaño iba más allá de los límites de su empatía. Simplemente no podía entender por qué cosas habrá tenido que pasar para convertirse en quien era actualmente. Arenberg era una de las personas más detestables en todo el internado y aquel no era el primero ni el último encontronazo que tenía con Mathias. El carácter dócil del californiano era un imán de bravucones que necesitaban alimentar su ego a costa de la sanidad de otros.
Y otro que era víctima del castaño era Benny, quien se mostraba tan enfadado que estaba dispuesto a dejar de lado sus ideales pacifistas para enseñarle una lección al bully. El ambiente se cargó de tensión y malas energías, no hacía falta ser un psíquico como Mathias para darse cuenta de aquello. Exponerse en lugares así o rodearse con personas de aura oscura durante mucho tiempo podía debilitarte y, en el peor de los casos, contagiarte de toda aquella negatividad.
— Asher, ya para. — Voceó Mathias con un tono suave pero firme, animándose después de tantos años de agachar la cabeza a hacerle frente a sus temores. — No te hicimos nada, deja de molestarnos por favor. — Casi se le quiebra la voz al pronunciar las últimas palabras, haciendo fuerza para no quebrarse allí mismo. Odiaba mostrarse como alguien débil, aunque supiera a la perfección que lo era y que todo el mundo lo percibía como tal.
— Vámonos, busquemos un lugar más tranquilo... — Murmuró sólo para Benny cuando sus ojos encontraron los suyos. No le gustaba verlo en ese estado, y estaba genuinamente preocupado que las cosas pasaran a mayores.
Y otro que era víctima del castaño era Benny, quien se mostraba tan enfadado que estaba dispuesto a dejar de lado sus ideales pacifistas para enseñarle una lección al bully. El ambiente se cargó de tensión y malas energías, no hacía falta ser un psíquico como Mathias para darse cuenta de aquello. Exponerse en lugares así o rodearse con personas de aura oscura durante mucho tiempo podía debilitarte y, en el peor de los casos, contagiarte de toda aquella negatividad.
— Asher, ya para. — Voceó Mathias con un tono suave pero firme, animándose después de tantos años de agachar la cabeza a hacerle frente a sus temores. — No te hicimos nada, deja de molestarnos por favor. — Casi se le quiebra la voz al pronunciar las últimas palabras, haciendo fuerza para no quebrarse allí mismo. Odiaba mostrarse como alguien débil, aunque supiera a la perfección que lo era y que todo el mundo lo percibía como tal.
— Vámonos, busquemos un lugar más tranquilo... — Murmuró sólo para Benny cuando sus ojos encontraron los suyos. No le gustaba verlo en ese estado, y estaba genuinamente preocupado que las cosas pasaran a mayores.
Publicado por Mathias Rottjer Vie Oct 07, 2016 1:14 am
A Asher siempre le parecía divertido ver a alguien como Benjamin, quien se creía tener la fuerza necesaria para poder someterlo. Asher giró los ojos con una sonrisa engreída que nunca abandonó su rostro. Le divertía, además, ver cómo Mathias le detenía para que no fuese a inmiscuirse en una pelea, claramente al grupillo de amigos les importaba mucho seguir siendo los perdedores del lugar.— Sabes, Benny voy, cuando alguien tiene el ego alto justificado, como yo, es por algo. Yo no soy tu tipo, no al revés, ¿entiendes? —para el castaño aquello tenía sentido en su cabeza, Benjamin no podía rechazarlo, él sí podía rechazar al idiota hippie, era pura lógica.
No tardó mucho en notar el estado que Mathias adoptaba. Lágrimas parecían querer caer por sus ojos y Asher se habría recargado en algún mueble para analizar por completo la debilidad del idiota que estaba frente a él. ¿Cómo lo haría si terminara secuestrado o frente al asesino? ¿Iba a orinarse? La sonrisa no desaparecía, ni siquiera cuando vio las intenciones de los dos chicos por irse de ahí.— Olvídenlo, yo seré el que desaparezca, sinceramente me parece que personas como ustedes son un gran desperdicio en este lugar, pero bueno, ¿qué puedo decir? A veces los adultos sienten pena ajena por las alimañas. Tal vez los profesores se identifiquen con ustedes, es muy posible. —asintió, continuando con ese pequeño discurso.
Tomó algunas cosas que venían con él y se dedicó en verlas una vez más antes de levantar su dedo medio como burla a los dos. Pronto desapareció del lugar y siguió su camino siendo el idiota que prefería ser, lo hacía todo mucho más sencillo sin duda alguna.
No tardó mucho en notar el estado que Mathias adoptaba. Lágrimas parecían querer caer por sus ojos y Asher se habría recargado en algún mueble para analizar por completo la debilidad del idiota que estaba frente a él. ¿Cómo lo haría si terminara secuestrado o frente al asesino? ¿Iba a orinarse? La sonrisa no desaparecía, ni siquiera cuando vio las intenciones de los dos chicos por irse de ahí.— Olvídenlo, yo seré el que desaparezca, sinceramente me parece que personas como ustedes son un gran desperdicio en este lugar, pero bueno, ¿qué puedo decir? A veces los adultos sienten pena ajena por las alimañas. Tal vez los profesores se identifiquen con ustedes, es muy posible. —asintió, continuando con ese pequeño discurso.
Tomó algunas cosas que venían con él y se dedicó en verlas una vez más antes de levantar su dedo medio como burla a los dos. Pronto desapareció del lugar y siguió su camino siendo el idiota que prefería ser, lo hacía todo mucho más sencillo sin duda alguna.
Publicado por Asher G. Arenberg Dom Oct 16, 2016 10:57 pm
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Connor Hill
Money is not the most important thing in the world. love is. fortunately, i love money.
Si no me había levantado ya y encarado a Asher fue precisamente por Mathias, sabía que trataría de intermediar entre un más que posible enfrentamiento. Poco a poco, esa rabia fue desapareciendo y empezaba a ver al tipo como lo que verdaderamente era, un provocador más que un idiota, y si sacarme de mis casillas era su intención no le iba a dejar que se saliera con la suya. Fijé la mirada en quien de verdad me importaba en aquella sala: Mathias. Envidiaba su templanza, yo me encendía demasiado rápido cuando veía que faltaban el respeto a alguien que conocía, no soportaba ver las injusticias y por encima de todo no aguantaba a los que las perpetraban. Lo único que ahora me fastidiaba es que alguien como Asher hubiera arruinado lo que estaba siendo una genial tarde con uno de mis mejores amigos. Su comentario me hizo volver a mirarlo, ceja alzada esta vez.
— De verdad, has llegado a un punto en que ni entiendo lo que sale de tu boca — puse los ojos en blanco. Era ridículo lo que estaba diciendo, esa superioridad moral me sacaba de quicio, como si tuviera algún poder en lo que a mí me pudiera o no pudiera gustar. Hay personas que te caen mal, hay personas tóxicas y luego estaba Asher, un estereotipo andante de todo lo que aborrecía en la vida, estar cerca de él me afectaba y no para bien. Decidí ignorarlo y centré mis esfuerzos en hacer de su voz ruido ambiente, como decía mi abuela: “no hay mayor desprecio que no hacer aprecio”.
Marcharse era la mejor opción, tarde o temprano se las iba a ingeniar para llamar nuestra atención de nuevo. Acompañé las palabras de Mathi con un asentimiento, y agarré el revoltijo de hilos para meterlo en uno de mis bolsillos. Sin embargo, el que parecía estar a punto de hacernos el favor era el propio Asher. No le miré esa vez cuando habló, de nuevo buscaba una reacción nuestra, estaba seguro. — Menudo imbécil — murmuré solo para mi amigo, viendo de reojo al otro marchar — Perdona por haber saltado así, con Asher me cuesta controlarme — busqué sus ojos — ¿No le puedes echar un mal de ojo o algo así? — pregunté con una sonrisa torcida.
— De verdad, has llegado a un punto en que ni entiendo lo que sale de tu boca — puse los ojos en blanco. Era ridículo lo que estaba diciendo, esa superioridad moral me sacaba de quicio, como si tuviera algún poder en lo que a mí me pudiera o no pudiera gustar. Hay personas que te caen mal, hay personas tóxicas y luego estaba Asher, un estereotipo andante de todo lo que aborrecía en la vida, estar cerca de él me afectaba y no para bien. Decidí ignorarlo y centré mis esfuerzos en hacer de su voz ruido ambiente, como decía mi abuela: “no hay mayor desprecio que no hacer aprecio”.
Marcharse era la mejor opción, tarde o temprano se las iba a ingeniar para llamar nuestra atención de nuevo. Acompañé las palabras de Mathi con un asentimiento, y agarré el revoltijo de hilos para meterlo en uno de mis bolsillos. Sin embargo, el que parecía estar a punto de hacernos el favor era el propio Asher. No le miré esa vez cuando habló, de nuevo buscaba una reacción nuestra, estaba seguro. — Menudo imbécil — murmuré solo para mi amigo, viendo de reojo al otro marchar — Perdona por haber saltado así, con Asher me cuesta controlarme — busqué sus ojos — ¿No le puedes echar un mal de ojo o algo así? — pregunté con una sonrisa torcida.
Publicado por Benjamin Lewis Lun Oct 17, 2016 6:43 pm
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