Mini Trama ▲ Grace, Ezra H. y Luka.

Publicado por Víctor E. Hempstead Lun Ago 08, 2016 3:30 pm

Ni yo sé de dónde me salieron fuerzas para irrumpir en la habitación de Bo y llevarme de ella su cuaderno con todos su relatos. Lo normal hubiera sido quedarme en mi habitación y leerlos ahí, incluso darme un poco de placer durante la lectura. Sin embargo, tanto mi cuarto como el suyo me recuerdan a él, me recuerdan cosas tan íntimas que no puedo lidiar con ellas ahora. Se preguntan entonces por qué voy a leer sus relatos. Aunque tienen su presencia impregnada en ellos, es sobre otras personas, no sobre ellos, por lo que puede leer sin llorar por su pérdida.

Cuando me doy cuenta, la mañana se ha ido y el sol se está ocultando. No sé si he estado leyendo todo este tiempo o me he dormido pues lo único que recuerdo es haber vivido cada escena que Bo relató en sus cuentos, como si hubiera estado ahí. Weird, right? Al menos no hice ruidos raros en el proceso de estas vivencias.

Como ya es algo tarde, cierro el pequeño cuaderno y me levanto de una. Como si estuviera en peligro y debo cuidarme las espaldas me fijo a mi alrededor por si hay algo extraño. A primeras nada resalta hasta que mis ojos se fijan en un libro oscuro. No soy mucho de ver películas, pero estoy seguro que cuando ves un objeto desamparado y olvidado, debes alejarte pues nada bueno vendrá de él. Pero claro, yo siempre estoy ahí rompiendo los estereotipos, ¿no? Es por eso que empiezo a caminar hacia este, paso a paso.

Publicado por Ezra J. Harrison Lun Ago 08, 2016 7:14 pm

Había amanecido temprano, cansada. Tras mirar la hora había dado la vuelta y había continuado con su sueño hasta que los ruidos externos de su habitación la volvieron a despertar. Buscó a Marina para que le diera más instrucciones de medicina, pero no estaba, considerando la posibilidad de hablar con la enfermera de turno regresó a su habitación para seguir con su trabajo. Después de comer fue a la biblioteca, necesitaba cambiar de aires.

La biblioteca menor era ideal, pequeña, tranquila y no había mucha gente. Distingue a Ezra, pero no lo distrae de sus tareas, se le sienta cerca y recoge su cabello. No lo distrae, no le habla, no le saluda, pero su mente estaba tranquila porque estaba cerca por cualquier cosa que el joven necesitará. No le molestaba estar así, en silencio, tan cerca de su amigo, más de una vez había levantado la mirada considerando decirle que allí estaba, pero lo veía tan concentrado en su lectura que no lo quería molestar. Volvía Grace a su trabajo y escribía algo más en su cuaderno. Se había dado cuenta que muchos contenidos básicos le faltaban, por eso, ese día, había optado por un libro de biología. Era un libro bastante completo, hablaba de los órganos principales, el corazón, los pulmones y pasaba muy por arriba el sistema neurológico, demasiado complejo para alumnos, pero el libro era bastante claro. Según leía en el registro había sido uno de los materiales para sexto en años anteriores, cuando Thurkell no estaba a cargo de dicha asignatura.

Cuando Ezra se puso de pie, la joven lo imitó, cerrando su cuaderno y el libro, apretando ambos en su pecho, lista para retirarse.

— ¿Te apetece ir a comer algo? La nutricionista de mi madre decía que había que comer cada dos horas, creo que se nos han pasado varias, pero podemos ver que encontramos, lastima que no sea fecha de frutas como el melón, ma sandia y el kiwi —comentó como si hubieran estado ambos conscientes de su cercanía y se hubieran mantenido en silencio porque cada uno estaba en sus cosas. Podría bromear luego con el chico por no haberle reconocido sin maquillaje y con libros, pero por el momento solo le sonrió con soltura— ¿Qué es eso?.

Agregó mirando el cuaderno con cierto recelo. Hablar de comida le había dado hambre, y ahora deseaba poder bajar a comer, por lo tanto, aquel cuaderno no le estaba llamando demasiado la atención. Si era de Ezra que lo tomara así podían irse, y, sino, que lo dejara allí que su dueño vendría por él.

Publicado por Grace L. Edwinson Lun Ago 08, 2016 11:32 pm

El estado de constante inactividad que todos los jóvenes del internado llevaban en si lo tenían mal, había comenzado a dibujar, pintar e incluso a practicar los diferentes idiomas en sus escritos simplemente para pasar el tiempo, ya no sabía que inventarse y en estos momentos detestaba el hecho de no poder llamar a casa para que le mandaran algunos de los muchos libros que habían en la biblioteca de su hogar, esa en la que siempre había podido matar el tiempo, por ello simplemente había asaltado la biblioteca más grande del internado para conseguir nuevo material de lectura. Pero, ese día había decidido cambiar de lugar, según tenía entendido Dunkelheit tenía tres bibliotecas, de allí podría sacar suficientes libros como para entretenerse por un par de meses ¿O no?, bueno lo pondría en práctica y ya tendría la respuesta, por lo que se dirigió a la biblioteca menor para buscar un par de libros más.

Al llegar a la misma se perdió por unos minutos entre los estantes, viendo que libros habían repetidos – Porque los hubiera leído antes o estuvieran en la otra biblioteca – O simplemente que no le llamaran la atención en ese momento, eligió al final un par de ellos, esperando que realmente llamaran su atención. Suspiró y se alejó de los estantes para elegir donde leer o ver si se iba a alguno de los exteriores a hacerlo, cuando divisó la cabellera blanca de Ezra. Miró sus libros y luego al chico, bueno él podría entretenerlo más que ellos por ese día, los libros no se irían del lugar. Se acercó al chico cuando divisó a otra joven acercársele, pudiendo escuchar lo que hablaban, por lo que se acercó más para saludarlos, y también enterarse que pasaba con ese cuaderno — ¡Hey chicos! — Saludo en general con una sonrisa, esperando no interrumpirlos ya que solo recordaba el apellido de la rubia — ¿Es de ustedes? — Preguntó señalando el cuaderno negro, le parecía algo raro que lo dejaran por allí tirado sin referencias.

Publicado por Luka V. Császár Sáb Ago 13, 2016 2:53 pm

Publicado por M. Yvette Gunnhild Sáb Ago 13, 2016 3:20 pm

Las miradas se comparten entre los cercanos. Grace mira a Ezra, luego al chico que se había arrimado, cuyo nombre no estaba en su memoria y tampoco dentro de su interés. Puso los ojos en blanco antes de tomar el cuaderno, suponiendo que de Ezra no era, era su mejor amigo, sabría si tendría un diario, además, no sería negro, demasiado ordinario y obvio. Y tampoco era del chico, sino lo hubiera anunciado.

—Seguro dice de quien es en el portada —dijo restando importancia al asunto y tomando el cuaderno para ver de quien se trataba, pero el libro no se abrió en la parte que la joven esperaba, sino en un día en concreto. Los ojos curiosos de la muchacha pasaron a través de aquella letra, leyendo las palabras sin poder evitarlo. Su ceño se pobló rápidamente de arrugas mientras ella se llenaba de confusión absoluta—. Miren esto, —les dijo colocando el cuaderno sobre la mesa tras leer que aquella extraña persona desconfiaba de Rose—. Alguien está haciendo investigaciones. “Definitivamente no confío en Rose, la niña llorona que va a mí mismo curso. No comprendo por qué me sigue buscando, …”

Grace comenzó a leer las palabras en voz alta, descartando la introducción que no servía de nada, y esperando encontrar pruebas de por qué aquella persona desconfiaba de Wood. No era que lo criticaba, era una niña llorona. La joven leía rápido y lo suficientemente alto para que la escuchen, pero su voz se perdió al darse cuenta que, a continuación hablaban de ella. En silencio leyó las palabras que quedaban.

Había descubierto que era de Jack incluso antes de que él mismo se mencionara en aquella nota diaria. Solo él podría saber lo de la carta, y sobre Gregg. Le había mentido. Le había mentido. Ella le preguntó si tenía algo que ver con Gregg y él le mintió. Le mintió en la cara, sin escrúpulos. Lo iba a matar, pero en ese momento, solo podía sentir vacío, no solo odio, por un segundo se sintió inestable, como si estuviera parada en una soga a miles de metros de altura. Destinada a caer si no actuaba rápido. Quería seguir leyendo y a la vez quedarse allí.

—No entiendo, ¿cómo es que… ? —No pudo terminar su pregunta, y se llevó la mano a la boca. Incrédula, aún, sobre lo que acababa de leer.

Publicado por Grace L. Edwinson Miér Ago 17, 2016 11:37 am

Grace me da un mini-susto cuando empieza a hablar y me empiezo a preguntar si es un fantasma pues no sé de donde ha salido. Sí, tanto he estado metido en la historia de Bo que la realidad hizo desaparecer a todos a mi alrededor para dejarme solo con el chico—. No tengo hambre, gracias. —mi voz está ronca pues hace tiempo que no hablo, tosiendo para aclarar mi garganta. En verdad sí tengo hambre pero no quiero molestarla más de lo que ya he hecho.

Me quedo en un estado de trance mental por unos segundos cuando paso uno de mis dedos por el libro pero es Grace la que lo toma. Luka también aparece de la nada aunque el susto que me provoca es mínimo—. Eso. —digo, dándole la razón a Grace al volver a la realidad. Parpadeo un poco pues a veces me pierdo de lo que está pasando y mi mente se va a otro lado. Y es en ese momento que Grace empieza a recitar lo que dice en el diario.

Mi mente no procesa mucha de las cosas que dice en esas hojas, no solo porque todavía no estoy del todo recuperado pero porque también no tiene sentido. Lo primero que me doy cuenta es que esa persona no es para nada empática, diciendo que le importa poco que la gente haya muerto. ¿Está más loco que yo? Pero eso no es todo, oh no, sino que decide meterse con gente como Rose y Grace, aunque de la última entiendo de poco a nada. ¿Quién es Gregg y cómo que asesina? Ni por un segundo pienso en que Grace pueda tener algo que ver en todo esto, es mi amiga y confío en ella. Además, Jack parece más sospechoso que cualquier otra persona.

Paso mis brazos por el estómago de Grace y me apego a ella, quedando yo detrás—. Es un idiota que solo escribe idioteces. ¿Puedo mandarlo a la mierda y pegarle ya? —sé que no soy el más fuerte en este lugar, ni si quiera estoy cerca, pero se merece que alguien le enseñe a mantener la boca cerrada. Para demostrarle a Grace que Rapunzelo no sabe de lo que habla, paso de página para ver qué más ha escrito.

Publicado por Ezra J. Harrison Miér Ago 17, 2016 1:49 pm

Se quedaron quitos unos segundos buscando que hacer, pero la rubia no les dio chance alguno de responder o moverse cuando simplemente agarró el diario buscando ver de quien era, el moreno asintió para sí mismo y se terminó de acercar a los chicos para poder enterarse por fin de quien era el dichoso cuaderno que ya le estaba picando la curiosidad, sin embargo no pudo con la tentación o tal vez fue la manera en que lo abrió (Simplemente al azar) y comenzó a leer por encima y luego en voz alta lo que la página que acababa de abrir decía, haciendo que el moreno alzara la ceja. Pensando de inmediato que el autor de esas palabras era alguien completamente frio, ¿De verdad había gente que no se le moviera ni un poco el corazón al ver una muerte?, Luka ya había visto tres cadáveres y no quería repetir la experiencia, pero no solo por lo horrible y grotesco de la situación.

De inmediato se da cuenta que el autor comienza a hablar de la rubia que está con ellos, al reconocer por fin el nombre de la misma y ver su reacción, al no querer seguir leyendo, ¿Un robo y un asesinato?, vamos que no todos los que estaban en el internado habían tenido historias bonitas antes de llegar, pero no sabía que pensar si dicha situación fuera real. Al escuchar por fin el nombre del dueño del cuaderno solo pudo alzar una ceja, el chico era compañero de curso del moreno y al parecer era un paranoico total, y para no importarle nada de lo que estaba pasando en el internado había estado averiguando bastante.

Al escuchar a Ezra desestimar todo tan fácilmente solo pudo fruncir el ceño, no estando seguro de tener que tomar esa acción de inmediato, con eso esperó a que el ojiazul leyera lo siguiente, pues se había puesto tras la rubia para hacerlo.

Publicado por Luka V. Császár Miér Ago 17, 2016 10:39 pm

Publicado por Víctor E. Hempstead Miér Ago 17, 2016 10:55 pm

¿Cómo lo sabía? ¿Cómo pudo mentirle en la cara? ¿Cómo ella pudo haber confiado en él? ¿Cómo le pudo creer?

No entendía. No entendía qué estaba pasando, cómo sabía tantas cosas, cómo no le preguntó para poder ella explicar la verdad, cómo pudo pensar eso. Nunca habría confiado en Jack de no haber estado con él en aquella noche, pero ahora que lo pensaba, ¿qué hacía Jack en el bosque esa noche? ¿Habría sido todo una mentira? ¿Lo supo, desde el principio? Muchas personas le habían dicho que era una tonta, pero le dolía que ni siquiera tuvieran el cuidado de no tratarla como tal. Algo se quebraba en su interior en cada nueva pregunta, y agradeció que Ezra la abrazara, porque estaba a punto de ponerse a llorar, y no solo por lo que acababa de descubrir, sino porque todas esas palabras le recordaban aquel día. Las ruedas de la camilla deslizándose por las blancas baldosas, la mentira de “todo va a estar bien” que le decían los médicos al pasar, la mirada de una madre llorando la pérdida de un hijo, las acusaciones que había lanzado en su contra, la tristeza propia, el mundo temblando a su alrededor. Recuerdo que generalmente mantenía bien encerrados para que no le jugaran una mala pasada, y que le estaban jugando una mala pasada en ese momento, porque estaba dejando que le afectaran como si hubieran acontecido el día anterior.

Intentó leer lo que seguía en el diario, pero no pudo. No podía hacer otra cosa más que pensar en Gregg y en las mentiras que Jack le había contado cuando preguntó por aquel tema. Estaba mal, estaba triste por los recuerdos y comenzaba a enojarse con el muchacho que había escrito tales crueles palabras. Y en ese enojo cobró fuerzas para seguir leyendo. Tomó el diario y continúo la lectura en voz moderada para que nadie más que sus cercanos la escucharan.

—Aquí habla de ti —le dijo a Ezra señalando la parte en la que lo vinculaba con Cassiopeia, supuso que era una de las que había desaparecido, aunque no estaba muy segura. También había omitido la parte donde llamaba Marica a Ezra, era lo que un idiota como él podía llegar a hacer. Demasiado clásico. Continúo leyendo hasta que terminó lo que quedaba de esa página—. ¿Quién es Luka? ¿Qué demonios significa esto?

Publicado por Grace L. Edwinson Vie Ago 19, 2016 2:54 pm

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