En busca de los desaparecidos (Evento)

Recuerdo del primer mensaje :

En busca de los desaparecidos

Día: 26 de Marzo por la madrugada.
Clima: Temperaturas bajas.

Las cuentas narrativas a usar en este evento serán las cuentas de Víctor E. Hempstead, vicedirector, y Whispers. En la versión oficial salieron después de la cena a buscar a los estudiantes desaparecidos: Isak Bruhn y Nate Seeber, quienes desaparecieron la tarde del 25 de Marzo. El evento se ambientara en las primeras horas del día 26, directamente en la cabaña donde se encuentran los jóvenes desaparecidos.

Se recuerda que la ubicación de dicha cabaña es desconocida para todos los personajes que no participaron en las dos primeras mini tramas, por lo tanto, si la encuentran por casualidad, debe estar informado en la respuesta. Así mismo, también se recuerda que en dicha cabaña fue encontrado el cuerpo de Alina Hampton.

Tenemos intenciones que el evento sea fluido, por lo tanto, la primera persona en postear ya puede comentar que ve la cabaña o incluso ingresar y encontrar a los desaparecidos.

Dentro de la cabaña se encontraran tres desaparecidos. La cuenta de Whispers indicará el estado de cada uno a medida que transcurran los hechos, por el momento los estados son los siguientes:

- Ezra J. Harrison: Inconsciente.
- Isak T. Bruhn: Inconsciente.
- J. Nate Seeber: Inconsciente.

Publicado por Whispers Mar Mayo 17, 2016 1:20 pm

Mantuvo su espalda derecha, su frente en alta y la barbilla alzada todo el tiempo desde el momento en que Nate e Isak habían sido dados por desaparecidos. Sus dientes superiores pegados a los inferiores con fuerza, intentando respirar de una manera normal, desde afuera, Callie seguía siendo Callie, la joven fuerte, segura, aquella que creía que podía llevarse el mundo por delante. En el interior, todo comenzaba a derrumbarse mientras los escalofríos recorrían su cuerpo. No quería pensar, su mente estaba focalizada en no pensar. Siquiera se atrevía a repetir en su mente que ambos jóvenes iban a estar bien, pensar no era una buena opción. Tanto se concentró en eso que siguió a las demás personas de manera automática. Por suerte Bee se había quedado a su lado, le alertaría si se perdía o si se alejaba demasiado. Seguía las órdenes. Seguía los pasos de Ophelia.

Después de lo que pareció ser un siglo y medio, alguien aviso que habían sido encontrados. Callie no se movió, no quería avanzar, ¿qué pasaba si…? Brennan fue más rápido que ella, tomó su mano y echo a correr al lugar donde debían estar. Se dejó llevar hasta la cabaña, y al mirar a Gru vio lo mismo que sentía ella. No estaba segura de querer avanzar, podía esperar afuera y que alguien le dijera que estaba pasando, pero no quería ver que Nate haya sufrido el mismo destino que la pelirroja que habían encontrado a principios del año. Nuevamente fue su amigo quien la arrastró hasta el interior, mientras ella solo se aferraba de su brazo.

Brennan preguntó algo mientras Callie observaba. Isak estaba abriendo los ojos, el profesor de literatura estaba sobre Nate tomando su pulso, no hizo ningún comentario, sino que intentó despertarlo. Era todo lo que la joven necesitaba para respirar: ambos estaban vivos. Toda la tensión, nervios y miedo quedo reducido en la nada misma. Estaban bien, y no solo eso, Ezra también estaba ahí. La mirada marrón de la joven recorrió la cabaña con ayuda de la linterna, pero no había nadie más. Solo eran ellos tres. Una mueca en sus labios decoró su rostro, una mueca entre la tristeza y la alegría, porque Cass podía estar viva, pero no recuperaría a su hermana ese día.

Asintió ante los profesores, y le señaló a Gru que fuera con Is, que ayudara a Ophelia a liberar el agarre que tenía en la silla. Soltó la mano del chico finalmente, agradeciendo con la mirada. Por su parte se acercó al rubio imitando los movimientos del profesor Pratchett. Dedos en la yugular, para comprobar si había puso. Existía. Callie no podía decir si el corazón del joven latía rápido o lento, pero latía. Lo mismo ocurría con su respiración. El pecho del muchacho subía y bajaba, y eso era todo lo que se necesitaba para saber si estaba vivo. Se retiró su propio abrigo y lo puso sobre los hombros del muchacho, estaba helado, como el clima del exterior. —¿Profesores? Harrison lleva desaparecido más tiempo— No sabía ni ella que quería decir, pero si eso era un regalo, entonces algo malo tenía que pasar para compensar lo que había ocurrido. —¿Qué creen que signifique esto? y ¿en qué puedo ayudar?

Publicado por Calliope C. Rohmer Mar Mayo 17, 2016 6:47 pm

Narración

▲ La táctica de Mark P, también funciona. Nate es despertado.

- Ezra J. Harrison: Inconsciente, a la espera de que alguien lo reanime.
- J. Nate Seeber: Ya puede despertar, presenta fuertes dolores de cabeza y musculares.

▲ Por otro lado, la cabaña se presenta vacía más allá de los jóvenes encontrados. Y presenta el mismo panorama que cuando fue visitada en un tiempo atrás, salvo por las marcas en el suelo. La capa de polvo que cubría todo objeto de la sala, no presentaba el mismo patrón en el suelo. Eliminando las huellas de docentes y estudiantes, desde el pasillo hasta la habitación que permanecía cerrada, había marcas de que alguien había estado arrastrando algo que era demasiado pesado.

▲ Nota: J. Nate Seeber ya puede participar en la trama.

Publicado por Whispers Mar Mayo 17, 2016 6:53 pm

El silencio mortuorio me comió desde la expedición. Abrigado hasta la coronilla ¿Qué te puedo contar, hermano? Éramos trescientos —casualmente, cómo la película espartana—. En busca de... ¿tres? ¿Cinco? ¿Dos?, venga, cien para cada uno. Alumbré los árboles sin que el terror me cale las entrañas —like a Slenderman Game—, y simplemente, con astucia, seguí a la manada cuando la cabaña “de la abuela” se nos presenta terroríficamente entre tanta neblina.

Pero lo que verdaderamente me eriza los pelos, es el asunto de las desapariciones, como un simple juego psicológico del que el culpable se regodea en las sombras…

Sentía a mis espaldas una mirada oculta. Miré a mis lados paranoico y fruncí el entrecejo, dispuesto a saltar como un gallito de riña. ¡Eh! En mi defensa tengo buenos derechazos. El primero en despertar: El alumno Bruhn, me dijeron desde la puerta... O más bien, lo escuché con sus típicas charadas. Y entré. Soy un maldito curioso, ¿vale? Observé al pobre rubio aún en el limbo del sueño, ¿por qué todos le ignoraban? Me dio pena. Di un paso hacia él, no usaría la táctica de la bofetada como hicieron Mark y Ophelia. Ni lo haría aunque lo deseará, eso jamás se hace con desmayados. Comprobé sus signos vitales, aflojé su ropa, principalmente el cuello. Y miré si el ambiente proporciona suficiente frescura—: ¿Quieren ayudar? Abran las ventanas, no me interesa si hace frío, el olor a encierro les será insoportable al despertar. Y procuren no hablar a la vez como cotorras, sino les producirán más jaqueca de la que ya tienen.

Más o menos.

De mis bolsillos busqué mis chicles de menta, un olor así de fuerte serviría para reanimar. Abrí entonces el envoltorio, aireándoselo por delante de sus narices. No sé si es buena idea, apenas y poco, he leído sobre primeros auxilios.
—Vamos, Blancanieves. Los enanitos te esperan. —¿Qué? Sólo quería ser popular.

Publicado por Donald F. Wells Mar Mayo 17, 2016 7:52 pm

En cuanto Ezra escuchó que Nate era uno de los desaparecidos de aquella tarde, no dudó en ofrecerse como voluntario para salir a buscarlos. Con linterna en mano y bien abrigado, caminó por el bosque junto a los demás, siguiendo las órdenes que les habían dado e intentando no alejarse de los demás. Su mente vagaba por miles de escenarios posibles, a cada cual peor, imaginándose qué les podría haber pasado a Nate y a Isak; y a la vez preguntándose cómo habían llegado hasta esa situación.

Cuando dieron con la cabaña, dejó que los profesores entraran primero. Un soplo de alivio escapó de los labios del muchacho cuando anunciaron que habían encontrado a tres alumnos y que estaban vivos. Entró en la vieja cabaña para ver si podía ser de alguna utilidad, viendo cómo la profesora Westerberg y el señor Pratchett intentaban despertar a Nate y a Isak. Por un momento, Ezra se quedó paralizado ante la escena. ¿Quién podría hacer algo así? Su cuerpo no fue capaz de reaccionar hasta que escuchó la voz de Pratchett pidiéndoles que se echaran hacia atrás. Obedientemente, Ezra dio un par de pasos hacia atrás hasta dar con la pared más cercana de la habitación. Desde su nueva posición, contempló la escena, siendo testigo de cómo Isak despertaba. Aunque las palabras de Isak le crearon cierta intriga, pues quería saber qué estaba pasando, en su cabeza no tenían ningún sentido. Así que Ezra lo ignoró por completo, dándose por satisfecho de que estuviera consciente.

Viendo que la bofetada también funcionó en Nate, se acercó hasta su tocayo, donde también estaba Callie.– Quizás un guantazo también funcione con él. –Le dijo a la chica. Ez llevaba más tiempo desaparecido y estaba siendo el último en ser atendido, así que Ezra no pudo estarse quieto. Estaba a punto de asestarle un golpe cuando el profesor Wells se acercó. Pensando que sería mejor dejarlo en manos de un adulto con autoridad, Ezra se apartó.

Desde allí, observó la habitación. Desde que había entrado en la sala, una sensación extraña se había apoderado de él. Y no solo por la escena que estaban contemplando, sino por la misma cabaña. Con la de veces que había salido a correr por el bosque en los casi dos años que llevaba allí y jamás la había visto antes. Le inquietaba a la vez que le intrigaba la naturaleza de la misma. Cuando paseaba la luz que producía su linterna, se fijó en el trazo limpio que se dibujaba en el suelo entre el polvo acumulado con el paso del tiempo. Con la propia luz, siguió la trayectoria del trazado, el cual llevaba hasta una puerta.- ... -Con paso lento, mientras ignoraba todo lo que pasaba a su alrededor, Ezra caminó hasta la puerta e intentó abrirla. Cerrada.

Publicado por Ezra V. Padmore Mar Mayo 17, 2016 8:18 pm

La noche avanzaba, lenta y serena. No esperaba que aparecieran los jóvenes en un primer momento, pero luego de un largo caminar, las ansias se hacían más fuertes. Por fin, y con un suspiro de alivio, anunciaron que habían encontrado tres personas desaparecidas. Frunció el ceño, aunque en su mente trataba de aferrarse a la idea de que era un día de suerte. Caminó con paso ligero hasta la cabaña abandonada. Había pasado un tiempo bastante largo como para decir que recordaba cómo eran las cosas allí dentro, pero luego tendría tiempo de hacer las respectivas preguntas o tener una charla con Alfred, quien siempre encontraba la manera de que el mismo se resuelva todas sus dudas.

—Abran paso— Indicó a algunas personas que estaban fuera de la cabaña, a la espera. Al entrar, analizó la situación con ojo crítico. Ophelia y Grunwald estaban al lado de un desaparecido. Mark estaba con Rohmer cerca del otro desaparecido. Donald se encontraba cercano a Padmore, aunque este parecía estar tomando distancia. Dos de los jóvenes ya estaban despiertos, se acercó a Donald para ayudarle con Harrison antes de dar más indicaciones. Sacó la botella de alcohol de la mochila que llevaba puesta, donde había guardado varias cosas para primeros auxilios. —Profesor Wells, intente con esto. Los únicos aromas que pueden despertar a alguien es el alcohol etílico o un buen licor.

Calló luego de decir aquello, y las indicaciones comenzaron de verdad. A la primera en mirar fue a la señorita White. —April, ¿puedes ir por el doctor Motka? Se encuentra en su despacho. Indíquele que han encontrado a tres muchachos en la cabaña abandonada, él sabrá cómo llegar— Luego cambio a los tres profesores. —En la mochila esta todo lo necesario para primeros auxilios en caso de que sean necesarios. Grunwald, ayuda a la profesora Westeberg en lo que necesite, liberen a Bruhn y llévenlo fuera, que otro estudiante cambie por la profesora para que pueda regresar y lo llevan al internado— Señaló mirando al joven y luego a la profesora. —Rohmer, tu ayudaras a que el profesor Pratchett saqué a Seeber, e imitaras a tu compañero. Lo mismo— Se giró al bibliotecario que también estaba presente en la escena. —Ayuda al profesor Wells.

Dar órdenes, ¿cómo existían personas que amaban eso? Cuando terminó se acercó al joven que estaba frente a la puerta de la habitación, razón por la que no lo había mandado con el profesor de Historia, parecía haber notado algo que otros no. —¿Qué tienes ahí, hijo?

▲ Nota: Ezra ya puede despertar. April puede regresar con el director cuando este venga. Basta con decir que fue y la cuenta de Alfred se encargará de su parte. Los que tienen que mover a los desaparecidos, pueden dejarlos afuera tomando aire y no irse inmediatamente, comprobar lesiones y demás, así están presentes en caso de que lo deseen.

Publicado por Víctor E. Hempstead Miér Mayo 18, 2016 3:46 am

-Normalmente se suelen utilizar sales de amonio para esas cosas -soltó de manera inconsciente al comentario del subdirector sobre el alcohol. Cuando cayó en lo que había dicho, se encogió de hombros con naturalidad- Lo oí una vez en una serie de policias, creo que en esa que tiene un perro. Se echó mentalmente una bronca a sí mismo, tenía que mantener la bocaza callada. Él sabía de esas cosas porque bueno, había secuestrado y liberado de secuestros a un montón de gente así que al final sabes como va el asunto.

Tuvo ganas de inspeccionar lo que habían encontrado de raro en esa puerta pero órdenes son órdenes así que acompañado de esa alumna de la que tampoco sabía demasiado ayudó a Nate a levantarse para llevarlo fuera de la cabaña. No le habían dicho que los llevara inmediatamente al internado así que podría quedarse remoloneando un poco en las afueras de la cabaña por si descubrían algo interesante.
-A ver... Ophy, inspecciona al tuyo por si encuentras alguna marca de que les hayan pinchado algo. A simple vista no les veo ningún chichón o brecha en la cabeza y tampoco tiene marcas de estrangulamiento en el cuello, así que probablemente haya sido o eso o un trapo con cloroformo. En las películas siempre lo hacen así -añadió esta vez de manera mucho más seguida para que sonase menos raro. Se puso a revisar al alumno que le había tocado de manera metódica. Podría haber sido peor, ni siquiera parecía tener síntomas de hipotermia a simple vista, como los labios morados ni nada así.

Miró a Calliope, la alumna que estaba con él. Nadie le había contestado a su pregunta y había dado un buen punto.
-¿Sinceramente? El hecho de que aparezcan juntos personas de distintas desapariciones nos puede decir un par de cosas. Como que es posible que los hayan liberado de manera voluntaria por alguna razón -dijo mientras se rascaba la barba, pensativo. La conversación se estaba tornando demasiado siniestra así que decidió aflojar un poco.
-No te preocupes, luego los pasamos por el microondas por si les han metido un microchip y arreglado -añadió guiñándole un ojo con una media sonrisa. Era una broma pero... no sonaba tan mala idea asegurarse de que no tuviesen nada raro los alumnos dentro.

Publicado por Mark Pratchett Miér Mayo 18, 2016 1:27 pm

Con todo el respeto a la situación, aquí se está montando una fiesta parda. ¡Falta la música, baby! Una de suspenso, que nos ponga en el ambiente y agite nuestras almas contaminadas de incertidumbre. Desde mi sincera opinión, era previsto que iban a aparecer tarde o temprano. Mis esperanzas, y optimismo palpitante, jamás perecieron en la amargura. Todo lo contrario. Porque tomémoslo como cuando vas a buscar la mitad de tus calcetines, aquél que creíste desaparecido por una semana, pero va tu madre y la encuentra milagrosamente con solo mirar debajo de tu cama. ¡Esto es igual!

—Profesor Wells, intente con esto. —¿Pero qué me estás dando, amigo?—. Los únicos aromas que pueden despertar a alguien son el alcohol etílico o un buen licor. —Ahora me entero que el vicedirector también es médico especialista en desmayos. ¿Cómo se los llaman a éste tipo de hombres? ¿El perfecto esposito? Lamento no tener ni lo uno ni lo otro, oye, que tampoco soy adivino para saber en qué condiciones estarían los desaparecidos. Bueno, la respuesta yace en que en el fondo soy un despreocupado. Tampoco soy bebedor —además de la clara norma sobre la prohibición del alcohol—, y el frasquito de perfume me lo dejé en la habitación. Escuché impaciente las órdenes de Víctor. ¡Los vas a marear, macho! Que los pobrecicos están conmocionados.

Sostengo firmemente la botellita, aireándoselo en la nariz del chiquilín.
—Normalmente se suelen utilizar sales de amonio para esas cosas. —Vale, Señor Pratchett. ¿Y qué pasa? ¿Tienes tú sales de amonio? Pues no. Bien. Un comentario innecesario, un minuto perdido.

—Ayuda al profesor Wells. —Miré a Brian de buena gana, confidente mientras ayudo a levantar a Harrison, esperando que también hiciese lo mismo.

—¿Te duele algo? —No sea que toque al pibe en algún sitio lastimado—: ¿Puedes caminar? —Me está palpitando el corazón, no por nervios, sino por adrenalina. Desde mi rabillo, observé el asunto de "Coraline y la puerta secreta", lo ignoré por el momento. Era más justo certificar la salud del rubio—: ¿Cuántos años tienes? ¿Recuerdas tu nombre? ¿Te gustan los patos? —Vamos, me quiero sentir un héroe… Aunque no haya hecho demasiado—: Yo soy Mr. Sherlock Wells, estás en buenas manos. —Para ponerle caña no más, ¡lo juro!—: Y el es mi asistente Watson Downer.

Publicado por Donald F. Wells Miér Mayo 18, 2016 5:17 pm

Los chicos se estaban despertando poco a poco. Parecían tener algo de dolor, pero según lo que iba oyendo la chica de los profesores, no había ningún caso lo demasiado grave. Hasta uno de los chicos se puso a hablar y bromeó como si nada. Todo aquello era muy raro. April estaba confusa, como llevaba poco tiempo ahí aún no sabía del todo lo que había ocurrido esos últimos meses, había escuchado algo y también le habían contado varias cosas, pero había mucho más por todavía descubrir.
Entre toda la gente que había se abrió paso el señor Hempstead, vicedirector, el cual no tardó en dar indicaciones a todo el mundo. Le pidió a April que fuera a buscar al doctor Motka. Al fin se sentía útil. Asintió con la cabeza y no tardó ni diez segundos en empezar con su objetivo. Empezó a correr inmediatamente para encontrar al director lo más rápido posible para contarle lo ocurrido. Los chicos ya estaban en buenas manos, pero tampoco era en plan de ir caminando con toda la calma del mundo.

Publicado por Invitado Miér Mayo 18, 2016 5:42 pm

Al ver que la puerta estaba cerrada, dio un paso hacia atrás para poder observarla mejor, curioso por saber qué había detrás. Fuera lo que fuese, la persona responsable se había tomado la molestia de cerrarla con llave, así que debía ser importante. La puerta era tan vieja como la cabaña misma, por lo que podrían abrirla sin problema si se aplicaba la fuerza suficiente. Pero no quería llamar la atención hasta estar seguro de que sus compañeros estaban bien. Ellos eran la prioridad en ese momento. Hubiera lo que hubiese detrás de la puerta, seguramente podría esperar unos minutos más.

Volvió a centrar su interés en los alumnos que estaban siendo atendidos, viendo cómo Hempstead comenzaba a dar órdenes y todos empezaban a moverse. Dio media vuelta, esperando las suyas, cuando se encontró con la figura del vicerrector.- Nada, está cerrada. –Contestó negando con la cabeza.- Pero… Fíjese en el suelo. Parece que alguien ha arrastrado algo hasta la habitación contigua. –Añadió después, alumbrando el suelo con la linterna para que el señor Hempstead pudiera verlo por sí mismo y siguió el rastro con la luz hasta llegar de nuevo a la puerta. - ¿Cree que podría haber alguien más detrás de esa puerta? – Preguntó con cierta cautela ya que no descartó la idea de que la persona que había hecho todo aquello pudiera estar escondida tras esa misma puerta.- ¿Deberíamos forzar la cerradura o..? –Dejó la pregunta en el aire, mirando de reojo al vicerrector. Al fin y al cabo, la cabaña estaba dentro de la propiedad del internado, y no estaba muy seguro de si romper la cerradura sin permiso le iba a costar un castigo aunque fuese en aquella situación. Mientras, se acercó hasta la puerta dispuesto a hacer los honores en cuanto le diera luz verde.

Publicado por Ezra V. Padmore Miér Mayo 18, 2016 8:08 pm

Las películas suelen ilustrar los sueños, las pesadillas, desmayos y hasta la muerte. En los mismos los seres humanos pasan a otro plano y se encuentran con diversas diatribas que se cruzan en su camino con el propósito de hacer eco y llevarlos hasta sus más profundos recuerdos o darles a entender aquellas cosas que pudieron hacer y nunca hicieron; todo es una mentira. El tiempo que duró inconsciente Nate no tuvo luz divina o recuerdo que lo acompañara, todo era negro, todo era oscuro, era como estar dormido, pero sin ánimos de despertar.

El dolor se había ido, había cedido y Nate en un principio se sintió relajado, era como estar en paz, pero bien es dicho que esos instantes no duran para siempre.

Vio una pequeña luz, minúscula que poco a poco iba creciendo a medida que abría sus ojos, le costaba acoplarse, le ardía la mirada como si lo hubiesen quemado, definitivamente no era una buena idea comenzar por ese punto. Mantiene los ojos cerrados, poco a poco las voces llegan, son tantas que le aturden, son demasiadas para distinguir cual era una y cuál era la otra. Nate intenta moverse, error, todo su cuerpo dolía, dolía mucho, sus músculos y su cabeza reclamaban un esfuerzo que nunca existió, Nathaniel se queja sin saber si podía ser oído. —A... ayuda—. Su garganta estaba seca, muy seca, tenía tanta sed que metería la cabeza en el lago si fuese necesario. Nate empieza a abrir los ojos de nuevo, ¿dónde estaba? Veía árboles y ramas, pero lo último que recordaba era una bebida a la directora y los reclamos de Isak, ¿estaría ella allí? Nate tenía muchas preguntas en la cabeza, pero solo algo concreto sale de sus labios, algo que es la cura a sus dudas. —Call... Callie—. Trata de decir por lo menos con normalidad. Intenta moverse, alzando su espalda, pero se queja, se queja de nuevo, sabe que no va a ser fácil, pero en ese momento solo necesitaba respuestas. —Isak... ¿dónde estás?—. Tose, tenía mucha sed.

Publicado por J. Nate Seeber Miér Mayo 18, 2016 8:31 pm

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