En busca de los desaparecidos (Evento)

Recuerdo del primer mensaje :

En busca de los desaparecidos

Día: 26 de Marzo por la madrugada.
Clima: Temperaturas bajas.

Las cuentas narrativas a usar en este evento serán las cuentas de Víctor E. Hempstead, vicedirector, y Whispers. En la versión oficial salieron después de la cena a buscar a los estudiantes desaparecidos: Isak Bruhn y Nate Seeber, quienes desaparecieron la tarde del 25 de Marzo. El evento se ambientara en las primeras horas del día 26, directamente en la cabaña donde se encuentran los jóvenes desaparecidos.

Se recuerda que la ubicación de dicha cabaña es desconocida para todos los personajes que no participaron en las dos primeras mini tramas, por lo tanto, si la encuentran por casualidad, debe estar informado en la respuesta. Así mismo, también se recuerda que en dicha cabaña fue encontrado el cuerpo de Alina Hampton.

Tenemos intenciones que el evento sea fluido, por lo tanto, la primera persona en postear ya puede comentar que ve la cabaña o incluso ingresar y encontrar a los desaparecidos.

Dentro de la cabaña se encontraran tres desaparecidos. La cuenta de Whispers indicará el estado de cada uno a medida que transcurran los hechos, por el momento los estados son los siguientes:

- Ezra J. Harrison: Inconsciente.
- Isak T. Bruhn: Inconsciente.
- J. Nate Seeber: Inconsciente.

Publicado por Whispers Mar Mayo 17, 2016 1:20 pm

Alfred esperaba que sus órdenes fueran acatadas de inmediato pero eso no pasó. Varios alumnos se acercaron a la habitación, seguramente atraídos por el fuerte ruido que produjo la puerta al abrirse, y se encontraron cara a cara con la imagen del niño ahorcado. Una imagen como esa tardaría mucho tiempo en borrarse de sus retinas, si es que era posible que desapareciese del todo algún día. Sin volver a pronunciar palabra el director miró fijamente a Víctor, quien captó su orden de inmediato y se puso manos a la obra para sacar a los alumnos de la cabaña. Mientras que el vicedirector, ayudado por algunos jóvenes, despejaba la estancia y avisaba a los adultos, Alfred se acercó al cuerpo de Wesley y comenzó a examinarlo minuciosamente. Los rasgos que encontró en él lo dejaron de piedra, aunque su temple permitió que su semblante no se oscureciera más aún.

Una vez que todos los adultos estuvieron dentro de la habitación y la puerta principal cerrada para evitar que chicos curiosos entrasen de nuevo, el director se giró hacia ellos. Aquella aparición suponía un nuevo problema para todos, además de un mar de preocupaciones.

—El muchacho, a pesar de estar ahorcado, tiene un balazo en la parte posterior de la cabeza. —comenzó a relatar a los profesores mientras continuaba caminando alrededor de Wesley. Sus pasos eran lentos y su mirada minuciosa recorría escrupulosamente cada centímetro del niño. Se detuvo frente a él y señaló su brazo derecho para conseguir que los ojos de los presentes se posaran en ese punto. Aún no había dado la orden de descolgarlo porque prefería realizar una primera inspección superficial, en busca de rasgos visibles y evidentes. Agarró el brazo del chico y lo extendió, dejando a la vista una herida con forma de flecha que apuntaba hacia arriba. Parecía haber sido grabada por alguien con pulso inestable debido a que presentaba varios trazos inconexos. Cuando fuese inspeccionado más a fondo se podría comprobar que los cortes no mantenían una profundidad homogénea.—Tiene otra herida justo aquí, además de los dedos manchados de sangre. Mi impresión es que esto se trata de un asesinato. El segundo en poco tiempo. Alina fue encontrada también con un disparo en la cabeza. Se evitó avisar de esto para no causar más preocupación. Este chico no puede haberse colgado a sí mismo, realizado el corte del brazo y luego haberse disparado en la cabeza. El arma estaría en el suelo. No obstante, espero que el personal de enfermería inspeccione más a fondo al chico para tratar de llegar a las suposiciones más acertadas.

Publicado por Alfred M. Motka Jue Mayo 19, 2016 5:03 pm

La llegada tan repentina del director le sorprendió. Para ser un hombre que necesita la ayuda de un bastón para caminar, había llegado con una gran rapidez hasta la cabaña, y eso tenía mérito. Aún esperaba el permiso de Hempstead cuando vio como el señor Motka sacaba un manojo de llaves. Eso sí que no se lo esperaba. No le extrañaba el hecho de que el director tuviera todas las llaves que abren cada una de las puertas del internado, pero le desconcertó la idea de que conservara la llave de la cabaña, después de todo, estaba “abandonada” y nada vivía allí. Se guardó la pregunta de para sí mismo, ya que la curiosidad por saber qué había al otro lado de la puerta pesaba más que el hecho de por qué Motka tenía la llave.

El solo chirrido producido por las bisagras cuando la puerta se abrió hizo que un escalofrío le recorriera por la espina dorsal. Aquello parecía una película de terror y de repente, se estaba arrepintiendo de estar allí. El horrible olor que salió de la habitación le sentó peor que una bofetada. – Agh. Joder. – Se le escapó e inmediatamente después se cubrió el rostro con el cuello de su abrigo. Cuando Motka pidió que alumbraran la habitación, alzó la luz de su linterna lentamente hasta el interior del cuarto. Por favor, que sea un animal, que sea un animal… Pedía mientras para sus adentros. Lo que vieron sus ojos a continuación sí que era una película de terror hecha realidad. Cuando se ofreció voluntario, sabía que había posibilidades de que, en el peor de los casos, podrían dar con un alguien que yaciera ya sin vida, pero jamás había llegado a pensar en una imagen tan macabra como la que estaba presenciando.

En ese momento mente y cuerpo eran dos entes diferentes. Su cuerpo estaba totalmente petrificado mientras su mente intentaba asimilar lo que sus ojos estaban vislumbrando. Las voces a su alrededor se hacían distantes, pero aun así pudo distinguir la voz de Motka pidiendo que los alumnos regresaran a sus dormitorios. Lo único que le hizo reaccionar fue el grito desolador de Rose, quien estaba en el suelo. Su mente y cuerpo volvían a ser uno. Mientras luchaba contra el empeño que de su cena por abandonar su estómago, obedeció a las órdenes y ayudó al vicerrector a despejar la sala. Una vez fuera, cogió una bocana de aire fresco, intentando descontaminar así sus pulmones y su mente del aire putrefacto que se respiraba allí dentro. Sin decir una palabra, se quedó junto a sus compañeros. Solo quería que esa noche acabara de una vez.

Publicado por Ezra V. Padmore Jue Mayo 19, 2016 5:38 pm

Nunca había sido una persona con el sueño particularmente profundo. No durante mi vida en el ejército, y desde luego, no durante mi vida después de él. Sin embargo, esta noche, precisamente, había optado por recurrir a una pequeña ayuda para deshacerme de las constantes pesadillas. En cuanto las pastillas comenzaron a hacer efecto, logré dormir por primera vez en varios días.

Sin embargo, ni el más potente de los somníferos habría sido suficiente como para mantenerme fuera de combate con el jaleo que había por los pasillos aquella noche. Algunos alumnos comenzaron a regresar del exterior, portando noticias no demasiado alentadoras. En cuanto vi como el señor Motka salía al mencionado lugar, no dudé en ponerme lo primero que vi y salir por patas dispuesta a prestar mi ayuda, alcanzando al hombre unos cuantos minutos después.

Lo que no esperaba al llegar allí, desde luego, era encontrarme a un montón de adultos rodeando el cadaver de un adolescente colgado en el interior de la cabaña. Y al parecer pretendían que lo examinase. Yo. ¿No había nadie más? Luchando contra mis pesadillas y mis recuerdos, tragué y di un par de pasos hacia adelante.

- Por el ángulo que presenta el orificio de la bala es imposible que se haya disparado a sí mismo... - hablé, corroborando lo dicho por el director. A continuación señalé con el dedo al cuerpo - Las marcas del cuello... No soy forense, pero creo que el chico estaba muerto o casi muerto cuando le colgaron - no sabía si realmente serviría de algo, pero mis suposiciones eran que el ahorcamiento había sido el último paso en esta escena.

Publicado por Gail Abernathy Jue Mayo 19, 2016 7:18 pm

A la vista de que no le contestaban a su pregunta, él mismo inspeccionó la cerradura mientras Alfred le echaba un vistazo al cuerpo. No parecía estar dañada ni nada así, así que el que había hecho eso debía tener una llave... o ser lo suficientemente habilidoso como para forzarla sin cargársela. Tras eso, miró con pena a la chica castaña llorar, debía ser la novia, familiar o amiga o algo así del chico. Algún día se aprendería los nombres y quién era quién en su alumnado pero estaba claro que no iba a suceder a corto plazo. Le gustaría ser el tipo de persona que sabe qué palabras decir en casos así para confortar o tranquilizar, le encantaría. Pero él no era el más adecuado ni por asomo. Así que decidió ayudar donde sería más útil.

-Tiene que haber sido alguien muy fuerte o varios para poder colgarlo de tan arriba. A no ser que hicieran polea de alguna manera, no veo muy bien el techo pero deberían haber marcas en el cuello claras en caso de darse del caso -dijo iluminándolo, rascándose la barba mientras lo hacía. Pensaba mejor así.
-De todas formas, creo que lo mejor para estas cosas sería un médico forense ¿No cree? -preguntó clavando una mirada inquisitiva a Alfred. Ophelia le había dicho que ella sospechaba que no había informado a la policía todavía y Mark era todavía demasiado tonto o ignorante como para tenerle miedo al director.

Cuando Gail terminó la inspección, se acercó a ella y le dio un par de palmaditas en el hombro, no había una cara muy agradable al tener que hacer eso. Desvió la mirada hacia la alumna y apretó un momento los dientes. No era justo, unos críos de esa edad no deberían ver ese tipo de cosas.
-Que alguien con más sensibilidad que yo la aleje de aquí por su propio bien, por favor -murmuró, casi como una súplica.

Publicado por Mark Pratchett Jue Mayo 19, 2016 7:52 pm

Entregué el rubio a su hermana, dejando atrás la idea de su estado por el momento. Miré a Watson Downer en gestos de alarma, que la noche no acabase ahí me pinta fatal… El director nos convocó en la cabaña. ¡Me cago en los muertos! ¡Y en el puto frío congelándome el culo! Entonces regresé, adentrándome por fin a la ansiada puerta que ahora está abierta. Se postra ante nosotros la atrocidad de un asesino serial, una que, no dejé que me afectase pero el aplastante hedor de putrefacción, surcó en toda mi cabeza como un látigo tirano, mientras, el tieso cadáver se halla colgado del techo. No temblé ni desfallecí como una vieja que le da un infarto cardíaco, sino que entrecerré mis ojos, dándole mi más sentido pésame de respeto. Los volví a abrir.

No se enojan si digo que Alfredo en la escena del crimen se parece a Horatio Caine de CSI Miami, ¿verdad? Le faltan los lentes de sol.
—El muchacho, a pesar de estar ahorcado, tiene un balazo en la parte posterior de la cabeza. —Esto nos dice que el asesino no era muy inteligente que digamos. Vamos, técnicamente ha pensado: “Voy a darle un balazo, ¡no se va a notar! Y después lo voy a colgar como si se hubiera suicidado. El mejor plan del mundo”. Oh, por favor… ¡No me seas cutre! ¿En qué cabeza cabe? En una loca, por supuesto. Me mordí la boca, impaciente cuando observo al pobre cuerpecito apaleado. Una vida que se ha ido del más acá al más allá… El aroma me produce nauseas, y la imagen que se adhiere a mis bellos ojazos, mucho más—. […] Mi impresión es que esto se trata de un asesinato. —¿Y después de todas las descripciones te da ésa impresión, Alfredo?

—Creo que con el asunto de las desapariciones, es evidente que existe un involucrado psicópata entre nosotros. —Crudo. Realista sobretodo. ¿Para qué callarme? Observé con desconfianza a los presentes, más paranoico que antes. Tomé por obvio que la persona pudo haber sido la misma que mató a la tal Alina. ¿Y si existen cómplices? Una sola persona no podría con tantas víctimas, o así me parece. Inspiré aire, envolviéndome un aura serio por primera vez en toda la noche. Dado el caso, ¿habría que tomar medidas desesperadas? ¿Revisar cada dormitorio de los muchachos hasta señalar un criminal? Invadir sus intimidades es allanamiento a la privacidad. Me lo callé, quizás sonará demasiado descabellado e injurioso de mi parte—: Ahora yo pregunto: ¿De dónde ha conseguido los recursos para tener un arma? ¿Y las balas? ¿Tendrá más encima? Si es así, no quiero esperar sentado que suceda un nuevo asesinato. —Me moví de un lado a otro, un cabo suelto siempre existe.

—No entiendo porque colgarlo después de un balazo. ¿Para bailar alrededor del cadáver? Entonces ha de ser un enfermo psiquiátrico... Uno que quiere que le descubran, sino no hubiera dejado aquí el cuerpo. —Miré a Alfredo, con firmeza y fuego en la mirada—: Usted conoce mejor que nadie la salud mental, y el perfil de todos nosotros… ¿De verdad, no tiene una pista? Con algo debemos empezar, ¿no creen? —Admiré a todos, quería también encontrar la llave a todo éste problema. Y si alguien sabía un poco más de los alumnos, es el director—: ¿Qué otra forma sino se les ocurre? —Quería irme a la mierda, sinceramente. Apesta tanto que se me retuerce la boca del estómago.

Publicado por Donald F. Wells Jue Mayo 19, 2016 9:20 pm

Una vez aceptadas las indicaciones del profesor Hempstead, ayude a Ophelia a sacar a Isak al interior, donde permanecí cerca, tanto de la profesora e Is, como de Callie, Nate y el profesor de lengua. Por lo tanto estuve presente cuando Nate acabó por reaccionar y comenzó a llamar por Callie. Sonreí como un tonto feliz por mi amiga. No había estado muy al tanto de la relación entre ambos, pero si lo primero que hacía al despertar era pedir por la chica, entonces debía estar muy enamorado de ella. Ensanché un poco la sonrisa para Call, y luego alcé la mirada a Rose que también estaba presente. —Por suerte fue un pequeño susto y nada más ¿verdad?

Después de todos los nervios y el estrés, me senté en el suelo cercano a mis amigos, esperando que estuvieran listos para ir, le di unas palmadas en el hombro a Is para que sepa que estaba ahí y no me iría a ningún lado sin él, y esperé, que era lo que tocaba hacer. No me importaba si hacía frío o si debería estar dormido, lo importante era que esos dos estaban bien.

El ambiente también estaba relajado, si bien seguían las preguntas y pequeños interrogatorios, se notaba en todos que era un alivio haber encontrado a los dos chicos y también a Harrison. Contemplaba eso cuando el tiempo pareció detenerse como si atravesara una zona de alta densidad. Cole había ido por agua, yo me había parado para ir por ella cuando se ofreció, y no dije nada porque no me quería separar de los chicos, pero al rato regresó, indicando que era hora de irse, que los profesores tenían que ir a la cabaña, pero había algo raro, su mirada decía todo, todo menos que había visto, pero algo había dentro, porque nadie regresaba en ese estado. No fui el único en notarlo, Rose también lo hizo, y mientras preparábamos todo para irnos, se adentró a la cabaña.

No sé cómo Cole la dejó entrar, cómo no la detuvo. Si tanto horror le había causado lo que habían encontrado, por qué la perdió de vista en ese segundo con lo curiosa que era la joven. Fui tras ella sin detenerme un segundo, me lleve puesto a Cole, y no diría que fue un accidente. —Eres un idiota, Green— Ni siquiera llegué a avisar que volvería en un momento, pero cualquiera sea la cosa que hubiera dentro, no quería que Rose estuviera sola. Su grito llegó antes de que llegue a ella. Dentro de la cabaña, Wes yacía colgando sin vida. Las náuseas llegaron a mi boca, pero encontré la forma de contenerme, mientras sentía la mirada de los profesores en ambos.

Abracé a Rose, tomando sus muñecas entre mis manos, haciendo la menor presión posible. Alguien indicó que liberen el lugar y saquen a los estudiantes. Levanté la cabeza —Ya me la llevo. Rose tenemos que irnos. Lo siento. Lo siento, pero tenemos que irnos— La levanté como pude y la lleve fuera de la cabaña. Fui directo donde estaba Callie y se la dejé. Acababa de ver una escena que podía traerme pesadillas por meses, como lo había hecho Georgia y Alina en su tiempo, pero era incapaz de sentir pena por eso, porque estaba increíblemente enojado. Sentía las venas que se marcaban en mi frente y cuello. No recordaba haber sentido tanto enfado alguna vez en mi vida. Hervía internamente, mi vista se cegaba por momentos y el tiempo, el tiempo aceleraba, se perdía, y de pronto cada segundo duraba minutos. Tenía ganas de golpear a algo, y eso hice. —Call, quédate con Rose.

No pensaba con claridad, pero me dejé llevar. Lo siguiente que supe fue que apenas encontré el rostro de Green estampé un derechazo contra su cara, y el dolor se propagó en mis nudillos.

Publicado por Brennan F. Grunwald Vie Mayo 20, 2016 12:32 am

La respuesta no vino por parte de Brian, vino por parte de un estudiante, cuya expresión facial dejaba en claro que sea lo que sea que estuviera dentro de la cabaña, no era algo que todos los estudiantes debieran ver. Las piernas me temblaron cuando me puse de pie, y aceleré al notar que Rose iba a ver que había dentro. Su hermano estaba desaparecido, dije en mi mente tratando de comprender su accionar. No fui la única en entrar tras ella, un estudiante fue a buscarla, y, tras la mirada de Alfred, no hubo que decir más palabras para que se marcharan. Hubiera ayudado a que la sacaran, a dar una mano, un hombro o un consuelo, pero no podía perderme lo que estaba ocurriendo dentro, porque necesitaba saber todo lo posible para poder ayudar. Mis hombros se fueron hacia atrás, erguidos, mientras me giraba al cuerpo conteniendo la respiración, haciendo mi corazón de piedra para no sucumbir ante el horror o ante la pena que me daba la estudiante que acababa de ver el cadáver de su hermano.

Mi esfuerzo estaba en dejar las emociones a un lado, mi mente trataba de llenarse con los datos que recibíamos para poder armar una idea en mi cabeza. No era la primera vez que escuchaba conversaciones tan frías como esas, mi padre había contado lo suficiente en casa cuando creyó que éramos, mis hermanos y yo, lo suficiente grandes para escuchar cosas tan crueles. Tampoco era el primer cuerpo que veía, el de mi hermano y el de mi madre habían sido los primeros. Después de eso, podía con eso. Podía manejar la situación. Podía hacer eso. Me acerqué un paso más al cuerpo, lento, cauteloso. Di otro paso. Escuchaba lo que mis colegas decían. Un paso más. Si estiraba la mano lo podía tocar. Estaba frío, duro, aunque aún se podía apreciar la suavidad de su piel. Había sido estudiante, de esos que siempre tienen el laboratorio limpio, al menos su parte, su carpeta estaba ordenada, y cumplía con los deberes. Solo se distraía demasiado rápido y, algunas veces no entendía la materia. Nadie merecía terminar así. Me tomé un minuto para sentir pena por el joven, por todos sus amigos, por su hermana, por las personas que lo esperaban en casa cuando saliera de las vacaciones, por esas personas que se despidieron con la seguridad de que lo volverían a ver.

—Fue para nosotros, que lo colgaran. Querían que lo viéramos— Explique a Donald con la voz débil. —No hay sangre en el pasillo, supongo que el cuerpo fue arrastrado, entonces ¿por qué otra razón dejarían un cuerpo al alcance de todos cuando podrían haberlo escondido?— Alcé mi mirada al director. Él era psicólogo debería entender el punto que estaba marcando. Además de que ya había encontrado a otra persona de esa manera. —¿Descubrieron algo? ¿De Alina? ¿La bala que usaron? ¿La altura exacta dónde se realizó el disparo? ¿Si también tenía una flecha o marca en el brazo?— Pregunto sin apartar mi mirada de Alfred. Le temía, pero si tenía algo que ver, no me lastimaría frente a los demás profesores, y, en todo caso, tendría testigos de lo que acababa de decir.

—Mi padre era policía, esas son cosas en las que uno debe fijarse, aunque sería mejor que de eso se hiciera cargo un forense o un detective que me parece que es exactamente lo que necesitamos en este momento. Una persona capacitada para saber qué está pasando. Puedo ver con la señorita Abernathy con qué drogaron a los estudiantes y si falta algo en el laboratorio para saber si lo hicieron aquí o lo trajeron de algún lado, ¿pero no podemos hacer más? Los alumnos están desapareciendo, ahora un alumno aparece muerto después de haber desaparecido. ¿Qué pasa si Alina y Georgia fueron secuestradas el día que se fueron y nadie se dio cuenta? Los estudiantes están aterrados, y tienen todo el derecho de eso. ¿Cómo pudieron permitir que alguien tuviera un arma? ¿Las valijas no se controlan?— Tengo que tomar una pausa porque ya me estaba quedando sin aire. Tenía tantas preguntas, tantas cosas por decir, pero a la vez quería callar todo lo que tenía en mi mente porque eran cosas que venía notando desde la noche de Halloween. —No creo que nadie se encuentre preparado para esto, algún profesional debería venir y ver qué es lo que está pasando. Así también podríamos tranquilizar a los estudiantes. Y sin respuestas lo veo imposible.

Publicado por Ophelia E. Westerberg Sáb Mayo 21, 2016 1:36 pm

Y lo peor fue encontrado bajo su mirada clara y alumbrado bajo las linternas de él y la del joven Padmore. En ese momento le hubiera gustado ser lo suficientemente rápido para poder sacarlo de la cabaña antes de que viera lo que estaba dentro, pero era demasiado tarde. Lo mismo ocurrió con la señorita Baumann, quien también se encontraba en los alrededores de la puerta. Acató rápidamente las indicaciones de su superior, y apoyó con cuidado una mano sobre el brazo de Padmore. —Por aquí, usted también, Jane. Está bien. Encontraremos una solución para esto. Ahora regresen al internado, y pasen por las cocinas, en la heladera siempre hay pastel de chocolate, pueden robar unas porciones que hoy nadie dirá nada— Y le hubiera gustado tener mejores palabras de consuelo, pero era lo que podía decir cuando el mismo se encontraba un poco perdido tras esa escena. Al salir dio las respectivas órdenes y volvió a ingresar acompañado de los profesores.

Minutos más tarde, la señorita Wood ingresó para ver el cuerpo de su hermano. Víctor iba a matar al que se le había ocurrido decir que estaba dentro. La mirada de Alfred fue suficiente para saber que necesitaba sacar a la muchacha, pero otro estudiante vino por ella, y el vicedirector asintió como respuesta. Nuevamente solos, la charla comenzó, y lo peor resultó no ser lo peor.

La opinión de los profesores no se demoró. Ante la mención del arma, Víctor no pudo evitar mirar al director, dado que los dos sabían quién estaba en posesión de una, y dudaba que la respuesta o el conocimiento de la misma ayudaran a alguien. Volvió a mirar el cuerpo, intentando detectar algo más. Algo que se habían saltado. Al menos eso hizo hasta que la aguda voz de la profesora Ophelia reclamó la atención. Las preguntas de la misma no ayudarían esa noche, y eso quiso advertir el rubio ante la primera mirada, pero no pasó nada. La pelirroja continúo hablando.

—Pistas tenemos, que no las hayamos compartido no implican que no existan, Ophelia— Comencé a decir apoyando una mano en su brazo para que alejara la vista de Alfred, prefería ser yo quien respondiera por el momento. —Todos tienen muchas dudas, y es de esperarse. Hasta el momento solo sabemos de una persona que estaba en posesión de un arma, y esa persona era Yvette, revisamos su despacho después de que se fue, no estaba en ninguna parte, por lo tanto estamos suponiendo que es ella quien está detrás de todo esto, solo que queremos intentar saber qué es lo que quiere antes de tomar una medida que puede perjudicar a muchos de los estudiantes. Si el internado cierra, muchos alumnos y profesores quedarán en la calle, y dejarlos en la calle es como dejarlos morir, disculpen si queremos salvar a la mayoría de ellos. Conozco las calles lo suficiente para saber que es duro allí afuera cuando no puedes trabajar— Hacía alusión al hecho de que era huérfano, por supuesto. —Alina fue regresada a sus padres, como corresponde, pero puedo intentar pedir su informe. Por ahora, estos son los recursos que tenemos y los vamos a usar. Así que, si no es mucho pedir, puede acompañar a Gail con los estudiantes, creo que necesitamos saber con qué droga se ha sedado a los estudiantes, y según su expediente, debería poder hacer eso.

Tal vez su voz sonó demasiado dura, pero no había tiempo para comportarse de manera infantil.

—Pueden ir ahora— Levantó la mirada a la enfermera y asintió para dejar en claro que también iba para ella. —El resto, bajaremos el cuerpo, se los llevaremos para poder sacar toda la información necesaria del mismo.

Nota: Damos el evento como cerrado. Aquellos que quieran pueden seguir respondiendo en este tema. Esperaremos a que por una semana nadie responda antes de mandar a cerrar.

En cuanto a la información que obtendrán Gail y Ophelia de las muestras de sangre, es la siguiente: Ezra y Nate tienen rastros de morfina y un sedante. Isak solo tiene rastros de sedante.

Publicado por Víctor E. Hempstead Mar Mayo 24, 2016 3:43 pm

El profesor de literatura se había quedado clavando la mirada a los dos directivos mientras el resto hablaba. Si alguien hubiese mirado por el lado contrario de una mirilla hace unos años, probablemente hubiese visto unos ojos muy parecidos. Todo eso estaba... mal. Muy mal. Y aquel que permite que sucedan cosas horribles es casi tan culpable como el que las hace. Ellos dos tenían poder dentro de esa institución y eso te da de manera automática responsabilidad.
-Sí, supongo que es mucho mejor quedar bajo tierra que en la calle -soltó mientras se metía las manos en el bolsillo, encogiéndose de hombros.
-Riesgo de asesinato o ir a dios no lo quiera, un centro de enseñanza pública -añadió mientras sacaba a relucir su acento más snob de Oxford, el cual se había atenuado con los años.

Le echó un último vistazo al cuerpo y negó con la cabeza. La gente tan joven no debería estar expuesta a cosas como esas. Probablemente había una falta de empatía en las palabras de Mark bastante importante, al fin y al cabo él nunca había conocido la pobreza ni nada parecido, es más, si actualmente trabajaba era para mantenerse entretenido. Pero lo que estaba sucediendo aquí... no informar de un asesinato era el tipo de cosas por las que alguien acababa en la cárcel. Y lo peor ¿Habían devuelto el cuerpo de otra chica a sus padres y ellos no habían exigido que la policía entrara allí a ver qué había ocurrido? ¿Qué cojones? ¿Cuánto dinero o influencia o poderes satánicos o lo que fuese manejaban ahí?

Se fue de allí para pastorear a los alumnos rezagados, no pensaba tocar ese cuerpo. No quería tener nada que ver con eso.

Publicado por Mark Pratchett Mar Mayo 24, 2016 5:10 pm

Silencio. Ruido. Silencio. Las imágenes pasaban frente a sus ojos como si estuviese presenciando la vida de alguien más. Podía respirar el olor impregnado a muerto y sentir que todo era un mal sueño, de mal gusto, poco práctico. Nada de lo que escuchase, dijesen o hiciesen haría que Brian en ese momento reaccionara.

Se volteó a observar a Ophelia que otra vez tenía que sufrir una situación similar. Ahora podía entenderla, estaba viviendo lo que una vez entre lágrimas le confesó: ver a un alumno muerto. No era para nada similar lo que pensó sentiría, para nada. La garganta estaba apretada y no pudo emitir opinión, no como el resto de los presentes. Él casi no había dejado la cabaña, más que para llevar al alumno a tomar aire, pero regresó de inmediato, estupefacto.

Un bala en la cabeza, otra vez. Tenía que admitir que aquello no le parecía tan atroz como la soga en el cuello. No tanto. Pero a cada lágrima y grito de dolor de los amigos y familiares, Brian empequeñecía un poco más. La voz de Victor sólo le dio algo más de tranquilidad, sabiendo que tarde o temprano podía encontrarle alguna clase de explicación a todo. Probablemente.

Se dirigió lento hacia el exterior, acarreando lo que tenía que acarrear, con la cabeza en alto y el corazón arrastrado por el suelo. No sabía cómo hacía la gente para superar una situación así, quizá sólo tendría que buscar en sus recuerdos.

Publicado por Brian Downer Mar Mayo 31, 2016 11:12 am

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