Just Talk

Martes, 10 de diciembre de 2015

Como odiaba las sesiones con Motka, le tenía pánico al hombre y no podía evitar ir a las mismas por lo que siempre salía completamente mal de ellas, se sentía analizada como si de una rata de laboratorios se tratara, pues al entrar en el despacho del hombre sentía que comenzaba a leerle de inmediato la mente y a predecir todas sus acciones gracias a sus gestos, y claro lo detestaba ya que no solía ser una persona que le gustara contarle sus problemas a aquellos con los que no tenía confianza. Así que esa sesión había sido particularmente problemática, ya que la castaña tenía muchos problemas en la cabeza por esos días y no tenía la menor intención de contárselos al hombre. Suspiró acomodando su falda la cual se le había rodado un poco al pararse apresuradamente del asiento dado por el Doc para hablar cuando le dio permiso de irse, permiso que aceptó rápidamente largándose de allí lo más rápido que podía, de verdad no entendía como había aceptado tener clase de psicología con el hombre.

Es que están todos locos, una voz en su cabeza que nunca había oído le respondió, ella solo volteo a su alrededor esperando encontrarse a alguien detrás de ella, pero no había nadie, negó con la cabeza como quitándose esas ideas, ¿Las pesadillas ya le estaban dañando el cerebro? Esperaba que no, ya tenía suficientes problemas. Bueno dejaría esos pensamientos para después, quería tomar algo antes de irse a hacer sus deberes a su habitación, últimamente se sentía una ermitaña ya que no podía ni reunirse con sus amigos o su hermana para distraerse un rato, solo los lograba ver en clases o para comer y poco era lo que podían hacer en esos momentos. Se dirigió al comedor el cual solía estar abierto también a esas horas para esos pequeños ratos libres de los alumnos y al entrar en el mismo había algunos estudiantes allí, se dirigió a pedirle a la señora que atendía en ese momento que le diera un chocolate caliente, la mujer con una sonrisa se lo dio y agradeciéndole lo tomo para buscar donde sentarse y relajarse. Miro alrededor, no reconociendo a ninguno de los presentes o solo de vista, pero una cabellera rubia le llamó la atención y fue rápidamente hacía allí, extrañaba a su amiga, ya que, aunque veía a Carol en clase, en soccer y en los clubes, donde muchas veces compartían asiento, no era lo mismo que sentarse tranquilamente a hablar de naderías, cosa que no habían hecho en meses.

Publicado por Cassiopeia I. Rohmer Miér Mayo 11, 2016 10:49 am

Malditas costumbres inglesas. Ahí estaba, sentada, después de haber renegado su apellido y todo lo que era, Carol se encontraba en el comedor tomando su acostumbrada taza de té con leche tibia y un terrón de azúcar, eso sin omitir el característico hilo de miel que tan buen sabor le daba a la mezcla, había sido una suerte encontrar en el internado un té decente al menos, era una costumbre que había adquirido desde que era muy pequeña antes de ir a dormir o en cualquier momento del día. Los ingleses eran reconocidos por ello, pero Carol siempre buscaba darle su toque particular a cualquier situación y salirse del molde que conocía desde que era una niña.

La rubia tenía sus piernas cruzadas sobre el asiento, a veces estaba más cómoda así. Con todo el esfuerzo del mundo intentaba leer y concentrarse en el libro de historia, pero la verdad es que era en vano, no se sentía preparada para aprenderse fechas ni mucho menos causas, consecuencias y posibles soluciones a las batallas más importantes de los últimos siglos. La rubia bufa viendo a todas partes y luego da un sorbo a su té, se había prometido no irse a menos que fuera una emergencia, era una manera de obligarse a estudiar, solo que su mente estaba maquinando ciertas emergencias para salir corriendo lo antes posible. Carol prefería ese tipo de entornos, el comedor resultaba más atractivo con las voces de quienes pasaban hacia él. La biblioteca, de lo contrario, la enloquecía con su silencio permanente.

La chica Harrison pasa la página y alza la mirada de nuevo, justo ahí se da cuenta que una melena oscura se acerca a ella, por un momento pensó que era Rohmer 1, la chica que siempre se la pasaba con Nathaniel, su capitán, pero contrario a lo que esperaba era Cassie Rohmer a la que sí conocía y la que se había convertido en una gran amiga para ella, una buena amiga que soportaba lo poco expresiva que Carol podía llegar a ser. La rubia sonríe cuando la ve sentarse y aparta el libro por inercia. —Estaba por pensar que te habías perdido en los arbustos, Rohmer—. Comenta a modo de saludo. —¿Estás bien?—. Le parecía extraño todo aquello, pero era preferible preguntar como si nada.

Publicado por P. Carol Harrison Miér Mayo 11, 2016 9:44 pm

Observa distraídamente el libro que la rubia está leyendo por mera curiosidad como siempre hace cuando se consigue a alguien con algún tipo de lectura en las manos, era una pequeña mala costumbre que tenía ya que buscaba saber si conocía el libro o si podría anotarlo para leerlo luego. Tomo un sorbo de su bebida suspirando de placer cuando el sabor del chocolate llegó a su lengua antes de responderle a su amiga. — Ojalá me hubiera perdido en alguno, por lo menos en ellos podría descansar un poco — No era raro que siempre estuviera cansada, no por nada el internado Dunkelheit tenía el nivel que decía tener, los explotaban con los estudios — Vengo de una sesión con Motka, ya sabes, en serio debería ser ilegal mirar así a las personas — Todos sus allegados más cercanos sabían el mal talante que tenía la morena cuando salía de una de dichas sesiones, y entre ellos estaba la ojiazul. Su amistad no había surgido tan fácilmente como la que tenía con Gru o Nate, se había formado poco a poco con esfuerzo, el hecho de haberse visto siempre en las mismas clases y clubes y haber tenido que convivir a juro por ello había ayudado, luego la morena como solo sabía ella había logrado pasar esa coraza de la rubia y lograr construir una amistad con la chica, con quien no había fallado al pensar que si podían ser buenas amigas.

Volvió su mirada al libro de su amiga logrando por fin leer la portada reconociéndolo, era uno de los libros que debían estudiar en esos días los de quinto — ¿Problemas con historia? — Ella podría ayudarla, dependiendo de la parte de la historia que estuvieran estudiando la morena podía ser muy buena pues tenía un pequeño amor por la historia de su país natal y los nórdicos, pero si le hablaban de otros lugares allí si debía ponerse a estudiar bien para no mezclar todo, pero podría ayudarla con lo que le tocara y ponerse así ambas a día. Le dio otro sorbo a su bebida, le había hecho falta la chica frente a ella, siempre le daba un aire diferente a su vida al no parecerse a ninguno de sus otros amigos y sabía que sus opiniones siempre serian sinceras así no le gustaran.

Publicado por Cassiopeia I. Rohmer Vie Mayo 13, 2016 11:56 pm

Carol no consideraba legal aquellas visitas al despacho del Doctor Motka, sabía que podían ser de ayuda y muchos estudiantes atestiguaban a su favor, pero el hecho de que un hombre mayor de ojos punzantes la tuviera sentada frente a su escritorio por horas dejando que contara los traumas de su vida para luego darle su punto de vista le parecía sumamente aterrador. No, ella no contaba su historia a menos que quisiera, no relataba sus traumas si no pensaba que era necesario, no confesaba sus secretos, por lo menos no sin unas cuantas copas encima y solo había sido una vez en Londres. Para Caroline la opción de ir a alguna de esas consultas estaba prohibida, no le veía la necesidad ni mucho menos la ayuda que eso pudiera prestarle. Inmediatamente la rubia adquiere una expresión de asco que contrarresta con un trago a su té, aún estaba caliente y debía terminar antes de que se enfriara, frío perdía todo el encanto. —Cassie, no sé cómo vas a esas cosas, en serio. No toleraría que las arrugas de Motka me estuvieran viendo mientras cuento mi triste historia. No creo que lo que tenga que decirme sea tan trascendental, por lo menos no creo que sea algo que ya no haya escuchado—. Pone los ojos en blanco y deja la taza de nuevo sobre mesa. —No lo sé, menos cuando todos salen como si les hubiesen arrancado el corazón del pecho.

Cassiopeia era como una niña pequeña a los ojos de Caroline, si, tenían la misma edad y, aunque eran diferentes en lo que al físico se refería, las chicas eran casi de la misma estatura y Carol había aprendido a quererla a su manera, era una de las pocas personas con las que se llevó bien a su llegada al internado y era algo que no quería cambiar, por lo menos no mientras estuviese atrapada dentro de las paredes de Dunkelheit.

Carol alterna su mirada entre la chica y el libro. —Siempre los he tenido, pero no creo que quiera encargarme de eso ahora—. La rubia cierra el libro de un solo movimiento y apoya su brazo en él de manera de que pueda apoyar su rostro en la mano correspondiente, porque conocía a Cass podía dar por sentado que algo estaba pasando. —Prefiero hablar contigo y... como dicen los sentimentales, recobrar el tiempo perdido, ¿es así, no?—. Esboza una sonrisa y la ve con cierta familiaridad. —Tienes algo, ¿no?—. Aún así no podía dejar de ser tan directa.

Publicado por P. Carol Harrison Miér Mayo 25, 2016 10:20 pm

Otro sorbo de chocolate y más disfrute para su cuerpo, el chocolate era su droga, podía comerlo en cualquier versión en que viniera por días y no se cansaba o empalagaba, pero lastimosamente no podía simplemente comer el oscuro dulce por lo que disfrutaba en demasía cuando podía incorporarlo a su dieta. Escuchó la pregunta de la rubia y hace una mueca, tampoco sabía cómo terminaba yendo siempre, una de las cosas por la que iba era por Calliope, quien terminaba diciéndole siempre que no debían temer a los directivos que estos las habían ayudado muchísimo, y ella se mordía la lengua y le daba la razón. — En parte no tengo opción dedo ir, ya sabes por el trauma que tuvimos Callie y yo de niña, nos tiene en seguimiento o algo así, pero ya no tenemos que ir tan seguido gracias a dios o al que este allá arriba — Dijo sintiendo el alivio realmente, ella como muchos de los que estudiaban en el internado tenía algún trauma en su pasado y el simple hecho de que aún tuvieran pesadillas en las noches y debieran compartir habitación para dormir era un indicio para el Doc de que aún debían ir a terapia, no que lograra mucho, ella en las del último año no había dicho nada interesante, aunque el hombre debía sacar algo de ella porque no paraba de escribir en su irritante cuadernito.

Caroline tenía la apariencia de una chica linda y dulce, pero su personalidad por lo menos para Cassie no tenía nada que ver con su aparencia, a ella le gustaba eso de la rubia, lograba que las personas se hicieran una idea diferente de ella y por lo tanto solo los que habían hablado con ella sabrían cómo es en realidad la joven, como si descubrieran algún tipo de secreto, tan diferente a sí misma quien su apariencia iba con su sonrisa, la cual identificaba parte de su personalidad fácilmente.

Sonrió divertida al escucharla, vale Carol no era muy dada a los estudios por lo que se encogió de hombros, de necesitar su ayuda se lo pediría ella estaría disponible. Suspiró al oírla, era demasiado transparente para sus allegados, o solo Carol la conocía demasiado bien, fuera lo que fuera la ojiazul ya sabía que le pasaba algo y no podría negárselo, y hablar con alguien que no tuviera amistad con ninguno de los implicados lograba que todo fuera más objetivo. — No sé si te diste cuenta como estaba actuando Gru con Rose en la salida al patinar que tuvimos ayer — Carol era una de las pocas personas a las que no le podía negar que sentía algo por el castaño — Estaban todos cariñosos y demás, o bueno tal vez estoy exagerando, pero él no suele trata así a Rosie, y ahora me siento estúpida por tener celos, pero no puedo evitarlos en este momento ni dejar de pensar si este cambio de relación significa algo — Terminó explicándole recostándose en la mesa luego de poner la bebida a un lado, ella no solía deprimirse por tonterías, pero tampoco nunca había sentido eso, así que estaba en ese momento totalmente llena de contradicciones.

Publicado por Cassiopeia I. Rohmer Mar Mayo 31, 2016 11:18 pm

Sabía la historia de las hermanas Rohmer, por lo menos la parte que Cassiopeia le había contado. No conocía a la otra hermana de la chica ni se moría por hacerlo, se decía que tenía un caracter de los mil demonios y ya Carol tenía suficiente con sus propios arrebatos para juntarse con personas que fuesen iguales o peores que ella.

Cassie era una de las personas que más confianza le despertaban a Caroline y eso era difícil de lograr. No es que la rubia fuese una roca, o quizás sí, pero había que pasar por mucho antes de ganarse su confianza, para Carol lo más importante era la lealtad y ese pequeño detalle de confiar entraba en el paquete, un solo fallo y la rubia no tenía problemas en ignorar a nadie para siempre, ejemplo de ello era su trato básico y cordial con Ezra, con su propio hermano. Con Cassie no había tenido problemas, la consideraba su amiga e incluso la morena sabía por lo que Carol había pasado y unos cuantos detalles del episodio antes de llegar al internado. Asiente, sabe la historia de la que le habla su amiga. —Si, entiendo. Aunque también tengo mis traumas, pero créeme que no aceptaría ir con ese hombre por cuenta propia. A menos que contarle mi desgraciada vía sea un pase a salir de aquí, en ese caso si podría hacerlo, sin ningún problema de hecho—. Carol sonríe mientras rasca su cuello, no podía evitar mostrar desagrado al hablar del internado, aún quería irse del lugar, no podía evitarlo.

Sabía que algo le pasaba a la chica, era muy transparente para ella, aún así Carol tenía la delicadeza de preguntar qué pasaba y aguardar a que ella le contara por su propia elección. Gru, mendigo Gru, Cass llevaba tiempo colada por el chico y él parecía ajeno a la realidad, seguía pensando que era muy niño, pero si esos eran los gustos de su amiga ella lo respetaría. Carol frunce el ceño y la ve sobre la mesa. —¿Brennan y la chica Wood?—. Inquiere, había ido solo un momento a la pista de patinaje, luego se había ido, pero reconocía los rostros y Cassie en particular le hablaba mucho de sus amigos. —¿Estás segura?

Carol no se preocupaba por esos detalles, pero era cierto que tenía que encontrar una manera de ayudar a Cassie, se veía un poco afectada por lo que había visto. —¿Es la primera vez que eso pasa?, ¿los has visto en otro plan no - amistoso antes?—. Pregunta cual detective, tenía que saber todos los detalles de alguna forma. Caroline toma un respiro, necesita pensar bien y no ser tan brusca ya que era evidente que el tema romántico no era su favorito. —Cass... no lo sé, quizás solo tuvieron un acercamiento y ya, son amigos y ya solo que tu viste lo que querías ver porque el chico te gusta mucho aún cuando no entiendo porque—. Finaliza tomando otro poco de té, al terminar vuelve a ver a su amiga. —¿Le has preguntado? Vale, a Gru más que todo. Creo que así podrías salir de dudas. No tienes que decirle "oye, sé que estas saliendo con Rose", pero tengo entendido que ustedes son amigos, se tienen confianza, ¿no? Ese es un gran paso a mi parecer. Si fuera tu le preguntaría, es mejor saberlo por él que llenarte de preguntas que al final del día no tendrán sentido.

Publicado por P. Carol Harrison Miér Jun 08, 2016 10:45 am

Le sonríe divertida, encogiéndose de hombros ante lo dicho por la rubia, ella iba por alguna u otra razón tenía que ir y no dejaría de hacerlo y era un poco difícil explicárselo incluso a sus más allegados, por lo que prefería dejar el tema de lado. Asintió entendiéndola, cada quien manejaba sus traumas de forma diferente, y ella era consiente que muchos en ese internado tenían oscuros secretos que escondían bajo la almohada. También entendía sus ganas de irse de allí, para muchos el Dulkenheit era un lugar donde debían ir por sus padres o demás, muchos de estos al irse tendrían a donde llegar, muchos otros como ella no tenían a donde ir, y por ejemplo la morena, temía en el fondo de su alma, el día que tuvieran que irse de allí y comenzar en el mundo real, tenía tanto tiempo sin salir del internado que temía al mundo real. Por ello le perturbaba tanto todo lo que estaba sucediendo en el colegio, era su lugar seguro, su hogar, y no quería que cambiara por ninguna razón. — Si eso llega a suceder avísame, quiero saber cómo sales de todo eso… Vaticino que no muy bien — Con el carácter de su amiga, es muy mala idea.

— Están en mi grupo de amigos, los vi en ese plan con mis propios ojos, casi al frente de mi — Decirlo así la hacía deprimirse más, definitivamente estaba dramatizando todo más de lo que devía, agradecía que no se le estuviera notando, no para los que de verdad no la conocían, ya se imaginaba que diría Callie si se lo estuviera contando, lo más probable es que le dijera que dejara de ser tan tonta o simplemente fuera ella misma a preguntarle a Brennan para aclarar todo el asunto. — Bueno digamos que su relación es más dulce por decirlo de alguna manera que con Callie o conmigo, en parte es por la personalidad de Rose — Era imposible no ser dulce con la castaña, inspiraba eso por todos los poros y al hablar se incrementaba — Pero en general nunca los había visto tan así — Sentía que se estaba explicando mal, que le estaba dando vueltas al asunto sin tener razón alguna. Escuchó a la rubia con atención, ella tenía razón, le tenía la suficiente confianza a Gru como para irle a preguntar de frente, era su mejor amigo. Solo tenía que dejar de lado sus sentimientos que lograban que le diera pena hablar de esos temas con el castaño — Lo siento, sé que soy una tonta… Pero gracias por escucharme, seguiré tu consejo, necesitaba escucharlo de boca de alguien más — En ocasiones tus amigos tenían que darte ese empujón que te hacía falta para lograr algo, aunque tú supieras que hacer desde antes. — ¿A ti te ha pasado algo en general últimamente? — Preguntó con curiosidad — No sé, tu hermano… El amor… Algo interesante… — Le bromeó, pero con verdadera curiosidad impregnando su voz.

Publicado por Cassiopeia I. Rohmer Dom Jun 12, 2016 6:47 pm

Motka no sería ni el primero ni el último psicólogo al que Caroline asistiría, precisamente porque ya lo había hecho. El cuidado de los pequeños Harrison incluía mensualmente visitas al psicólogo para asegurar que los hermanos estaban bien y estables y que no darían una mala impresión a la sociedad adinerada en la que se desarrollaban, luego vino el accidente, era obvio que Carol tenía que asistir a consultas casi que semanales, sobre todo por la partida de su hermano y el fallo constante de su mano que, para ese momento, era mayor y más exagerado. En ninguno de los casos le fue bien, hasta ese momento Carol no sabía si decir que fueron los médicos o ella misma, pero el punto es que no atinaba con nadie y no le gustaba la dinámica de acostarse en un diván y contarle su vida a un desconocido que solo tomaba notas y le recetaba una que otra medicina. Sabía que Motka venía con el combo del internado, pero era una parte que Caroline no estaba dispuesta a aceptar, por suerte Cassie la conocía bastante bien. —Agradezco que me conozcas tanto, en serio. Así podrás justificar a mi favor si algo sale mal—. Asegura con una sonrisa traviesa y un guiño de ojo que auguraba cualquier travesura que pasara por su mente.

Carol, por lo general, no se molestaba en temas como aquellos, nunca había tenido un romance y era una persona egoísta y poco constante para pensar en uno, además de que tenía la fiel teoría de que los chicos eran un asco y eso nunca cambiaría. Con Cassie tenía que ser más serena y tratar el tema con delicadeza, por lo visto la morena se estaba enredando en lo que para Caroline era un vaso de agua. —Cass, sé muy poco de Wood, también de tu amigo. Dicen que la chica es un pan y que no haría nada malo ni estando dormida, también dicen que tiene algunos toques y traumas, quizás por eso Brennan se solidariza con ella, no lo veas como lástima, sino que la ve tan... frágil que probablemente solo quiere protegerla, qué se yo. No deberías precipitarte y dejar la cabeza en un tema como ese, mejor pregúntale qué sucede y sales de dudas. El chico es como Pepe Grillo, vive feliz, no confiaría en ese tipo de personas, pero tú sí y esa es la diferencia, él te diría cualquier cosa—. Finaliza encogiéndose de hombros y tomando el restante de su té.

Aún con la taza en los labios, Carol niega, termina y la aparta un poco. Al terminar de digerir la chica habla —No agradezcas, para eso estoy, no soy la mejor terapeuta, pero algo intento—. Finaliza limpiando sus labios con las inevitables costumbres inglesas.

No le gustaba hablar de ella, en ese caso prefería escuchar a otros, pero no podía plantar de ese modo a Cassie. La rubia se acomoda mejor en su asiento y se dispone a contar cualquier cosa que pasara por su cabeza. —Ezra... lo mismo, es extraño estar aquí en el mismo lugar que él, además de que... hablamos y... siento que me perdí muchas cosas y que me cuesta encontrar a mi hermano en ese... chico—. Pone los ojos en blanco, luego su mirada azulada se desvía a la cucharilla con la que removía el té, Carol la toma y juega con ella sobre la mesa. —De resto todo es igual, muy igual, no me termino de adaptar a este sitio y su geste extraña...—. Ve a Cassie como si hubiera recordado algo que tenía que compartir con ella. —Empezando por Bruhn, ese chico que siempre anda contigo y con tu grupo, cada vez que giro él está ahí, es muy extraño.

Publicado por P. Carol Harrison Mar Jul 05, 2016 6:41 pm

No pudo evitar reír un poco imaginándose la situación, ella yendo donde el terrorífico del Doc a dialogar con el hombre, convenciéndolo de que su queridísima amiga era completamente inocente, que ella nunca rompería un plato, inventando alguna excusa para su reacción a la terapia… Tendría que poner mucho esfuerzo para que todo sucediera de buena forma y que la ojiazul terminara saliendo bien parada del asunto, y que ella misma no terminara metida en un embrollo. — Tu solo avísame que iré al rescate — Respondió cuando la risa cesó, aunque la sonrisa divertida no desapareció de su rostro al retomar la conversación. Por ello le gustaba hablar tanto con Carol, su forma de ser no se parecía a la de ninguno del grupo, y por ello se le ocurrían formas muy diferentes de tratar los asuntos, cosa que ella agradecía mucho.

Asintió a la rubia, escuchándola claramente decir todo lo que ella misma ya sabía, todo lo que se había repetido más de mil veces. Ella más que nadie, o bueno ella como todos los del grupo, sabía perfectamente hasta donde llegaban los traumas de Rose, tal vez no había logrado conectar con la castaña igual que lo hizo su hermana o el mismo Gru, pero siempre había pensado que por lo menos podía decir que la chica era una buena amiga, y claro que no le haría nunca daño a nadie, por nada del mundo, era incapaz de hacerlo. Pero como ya había dicho una vez en esa conversación, necesitaba que alguien más se lo dijera, no sabía porque, tal vez para aclararse, que alguien le demostrara que no estaba loca, que sus pensamientos estaban bien y que sus paranoias eran eso, paranoias. No habló más de ello, decidiendo ya dejar el tema de lado, pues prefería mejor aclarar todo con Brennan antes de seguir dándole vueltas al asunto.

La escuchó atenta, la situación de ella y su hermano era bastante complicada, a Cass le había costado entenderla al enterarse porque su relación con su hermana era completamente diferente, no se parecían en nada, pero siempre apoyaba a la otra chica en ese asunto, dándole esperanzas para que todo fuera como antes de que todo ocurriera, alguna vez ellos fueron tan cercanos como las mellizas. — Poco a poco Carol, por lo menos ahora están juntos, y claro que ha cambiado, al crecer todos lo hacemos, solo tienes que seguir a su lado y encontraras nuevamente a tu hermano dentro de este chico — Se encogió de hombros, es lo que ella haría de estar en su situación — Tal vez te des cuenta que este nuevo Ezra es tan bueno como el anterior, o mucho mejor. — Solo pudo reír, si todos en Dunkelheit eran extraños, pero uno si terminaba acostumbrándose… O volviéndose tan extraño como el resto. Al nombrar a Isak solo pudo alzar una ceja, ¿El mismo Isak que siempre esta como siamés pegado a la cadera de Gru, riendo y haciendo bromas?, o vamos… — ¿En serio?, bueno para mí él es muy normal… Igual el internado no es muy grande y estudiamos en el mismo curso... — Sabía que sus excusas no tenían fundamento y no se podían creer, pero, que más podía decirle, no tenía ni idea de porque se encontraba en todos lados al castaño — ¿Y haz hablado con él? Es un chico muy divertido una vez lo conoces —.

Publicado por Cassiopeia I. Rohmer Dom Jul 10, 2016 11:27 pm

A pesar de que Cassiopeia sabía gran parte de la historia que había separado a Carol de Ezra, la castaña aún no podría entender, ni aunque quisiera, todos los debates mentales que se ceñían sobre Carol para apartarla de su hermano. Sí, tal vez tenía razon, todos cambiaban, o eso afirmaban que era parte de la madurez, pero Caroline aún dudaba poder encontrar bajo ese chico al hermano al que alguna vez quiso con todo su ser, empezando porque la rubia albergaba mil prejuicios que la separaban de lo que en verdad quería. Su camino hacia Ezra se veía limitado precisamente porque no había encontrado la manera de perdonarlo en medio de toda la incertidumbre que habían vivido. Carol sonríe un poco, que Cassie fuera su amiga era un hecho positivo de cierto modo, ella era la dulzura y amabilidad que tanto necesitaba la chica inglesa en su vida. —Quizás, solo que... es difícil, Cass, tu más que nadie lo sabe. Vine a este lugar de golpe a encontrarme con mi hermano y saber que su vida no había sido tan fantástica como lo imaginé, a veces quiero acercarme, pero mi mente me recuerda que no, que si él no estuvo yo tampoco tengo porque estar, ¿entiendes? No lo sé, ya me aturde el tema—. Confiesa dejando la cucharilla minúscula sobre la mesa.

Sabía que Cassie conocía a Isak, lo veía a su lado en ocasiones, solo que el tema había carecido de importancia para Carol hasta ahora, hasta ahora porque el moreno aparecía en todos lados y cada vez que Carol volteaba sentía su mirada sobre ella lo cual la perturbaba. Quizás estaba exagerando, el punto es que no se acostumbraba y que el chico fuera un completo demente no ayudaba demasiado. —¿Normal? Me encantaría saber qué tiene de normal—. Interrumpe a su amiga hablando un poco más bajo mientras torna sus ojos en blanco, no, no había nada normal en Isak.

Carol hace un gesto de asco repentinamente. —¡Puaj! ¿Estás loca? Tengo suficiente con vivir en este lugar—. Niega, las ideas que pasaban por la mente de su amiga a veces la asustaban. La rubia se levanta y toma sus cosas haciéndole un ademán a la morena de que ya era momento de irse, después de todo no podía escaparse de nuevo de las clases o seguramente la pillarían. —Además, no necesito a Isak Bruhn, ya te tengo a ti, eres la parte bonita y rosa de mi instancia en este lugar—. Confiesa de manera honesta con una sonrisa, sí, eso si era verdad.

Publicado por P. Carol Harrison Mar Jul 19, 2016 11:44 am

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