More than Blood —PRIV. Elliot Rhodes

6 de Junio

Podía escuchar la voz de Elliot de fondo, adornando la cacofonía del comedor a esas horas de la mañana. La actividad constante ya era parte del internado de nuevo y podías observar a todas las personas, tanto alumnos como empleados, moviéndose de un lado a otro para realizar su próxima actividad, tal como sucedía antes. Se aparentaba felicidad, facilidad, tranquilidad, nada de eso había, menos para mí, que me sentía cada vez más consternado por los momentos a solas que quería alejar del todo. Los sueños se volvían más confusos, los gritos más potentes, los quiebres en la rutina de mi día a día no eran normales, pero se sentían familiares.

Sí, sentía que no era ajeno a lo que sucedía, a esas extrañas pesadillas que me despertaban en mitad de la noche, o al eco que producía algún sonido de una voz que identificaba como la de mamá, la de Wyatt, o papá. Esa noche, aquella noche… algo había ocurrido más allá de lo que los reportes habían anunciado y yo parecía ser el que menos sabía sobre esto.

Y dios, fastidiaba demasiado no saber sobre mi propio pasado.

¿Cómo podía escuchar a Elliot hablar cuando tenía cosas más importantes en mi cabeza ahora mismo? Sabía lo que debía estar diciendo, seguro se quejaba de nuevo del internado, de los profesores, de nuestros compañeros, de querer preocuparme por ellos, de querer velar por el bien común. Había comenzado a entender que para Elliot seguro era alguien débil, un tonto chico que se preocupaba demasiado por los demás y no estaba analizando bien la situación. Oh sí, él era el que analizaba todo, casi con frialdad, ¿cómo podía portarse así? No lo entendería nunca, tampoco quería entenderlo, ni sus decisiones ni a él, me estaba colmando la paciencia.

Asentí al escuchar que me repetía si había prestado atención, levanté la mirada, apartándola de la comida en mi plato y lo observé, pasando mi mano por mi barbilla. — No, lo siento, no te escuché. — pero por favor no lo repitas. Eso quería decirle, tal vez también me faltaba algo de valor. — Creo que he perdido el apetito. — era cierto, prefería tirar la comida e irme de ahí antes de tener que tolerar otro momento de charla donde yo era el que debía de ver las cosas de otra manera, nunca él, por supuesto que él no podía estar equivocado.

Publicado por Xavier D. Rhodes Vie Sep 30, 2016 8:22 pm

Xavier no había entendido su mensaje, estaba claro, pues desde aquel día en el que ambos fueron llamados por Él, el venezolano se encontraba demasiado ausente y ajeno a cualquier interés que en el pasado pudieran haber compartido los hermanos Rhodes. ¿Por qué? ¿Qué le sucedía? Por primera vez, Elliot estaba verdaderamente angustiado por el moreno, pero eso no quitó que se mostrara firme en sus intenciones y se diera a la tarea de perseguir al muchacho sin mostrar ni un ápice del sentir que lo consumía para así poder continuar con el plan que habían trazado desde hace tiempo en el cuarto de aseo. Lastimosamente, a pesar de que el americano procuraba mantener la calma como nunca antes para no llamar la atención de los superiores, su hermanastro no se lo dejaba nada fácil; en más de una ocasión había terminado abandonándolo en el lugar en el que se reunían para evitar romperle la cara: algo sumamente extraordinario en el amargado castaño, pero quizá el amago de esperanza que se resistía a abandonar su alma era lo que provocaba que fuera tolerante con quien tenía en su poder los mismos conocimientos que él respecto a un tema de peso en específico.

Respiró hondo por enésima vez y desvió la mirada hacia su entorno: afortunadamente no había mucha gente a esas horas, pues la mayor parte de los estudiantes se encontraba cediendo al acuerdo de paz que los superiores habían establecido para evitar caer en la demencia, situación que obviamente fastidiaba a Elliot pero hasta hoy había obedecido sólo para no llamar la atención más de lo políticamente correcto.- Pues no comas entonces. Enférmate y jódete si eso quieres, pero antes préstame atención.- exigió demandante, dejando entrever que no le gustaba que Xavier descuidara su salud frente a él, pues no había que ser muy inteligente para notar que los ojos del venezolano reflejaban cansancio y cierto pesar personal.- ¿Por qué no hiciste la revisión que te pedí? Y no mientas, que te conozco lo suficiente como para saber que de haberlo hecho no hubieras demorado en enterarme de la situación.- además de que lo había estado siguiendo precisamente por la extraña actitud que estaba tomando el moreno. Y vamos, no es que a Elliot le fastidiara hacer las cosas por sí solo, ¿pero qué no se supone que estaban juntos en esto? ¿O es que aquel abrazo que recibió por parte del menor de los Rhodes aquel día no fue más que una especie de juramento falso? - Voy por un té.- se puso de pie y dejó sólo al venezolano, tenía que darle un respiro.

No obstante, mientras esperaba a que atendieran su pedido, llevó la mirada hacia la figura de su hermanastro y se dispuso a escrutar su semblante en general. Algo en él era diferente, lo presentía, pero no conseguía atinar en qué momento fue que la visión de ambos formó una grieta que cada vez los alejaba más. ¿O es que estaba siendo demasiado egoísta? No dejaba de darle vueltas al asunto, se sentía un tanto culpable de haber forzado a Xavier a ceder a la propuesta del sujeto, ¿pero cómo descartar la idea? Era lo más cercano que Elliot había tenido de estar cerca de su madre otra vez.- ¿Y bien? - regresó junto al moreno.

Publicado por Elliot Rhodes Jue Oct 06, 2016 4:26 pm

No me lo tomé bien, para nada bien. Mi reacción inicial habría sido la de levantarme y tirarle el plato encima pero me abstuve por alguna extraña razón del destino, tal vez por querer guardar la compostura y necesitar que nadie sospechase del comportamiento insólito que teníamos. No es que fuésemos los hermanos más cercanos, de hecho siempre se había logrado entender las diferencias que Elliot y yo teníamos, sin embargo, pasar de ligeros roces a problemáticas discusiones en mitad del comedor no era lo indicado.

— Sí, claro que eso quiero. —respondí con sarcasmo a mi hermanastro antes de que comenzase su actitud de padre preocupado y exigente, esa figura paternal que pocas veces había visto en el pasado, pues papá, a pesar de todo, siempre me había tratado bien. — Estaba ocupado, Elliot, ¿qué quieres que te diga? Ahora tenemos clases de nuevo y no sé, me he ocupado. — era una excusa pésima, al estar en las mismas clases teníamos las mismas responsabilidades y si él había conseguido realizarlas yo tenía poca excusa para no estar al mismo ritmo.

No dije nada al ver su intención de levantarse. Continué jugando con mis cubiertos sobre la comida, haciendo un desastre cada vez mayor, resultando incluso, en una pasta un tanto desagradable. Ser tratado así se volvía más difícil de soportar y sabía que si no le decía a Elliot la manera en que me sentía solo conseguiría mantenerme en este tóxico ciclo de tratos.

— ¿Y bien? ¿Y bien qué? —mi última palabra cargada en exceso con un resentimiento notable, las expresiones de mi rostro funcionando como un medio para expresar todo lo que se quedaba en simples pensamientos e impulsos fallidos.

Publicado por Xavier D. Rhodes Jue Oct 06, 2016 5:26 pm

Se mordió el interior del labio mientras endurecía su semblante y miraba fijamente a su hermanastro. ¿Qué clase de respuesta era esa? ¿No se supone que el amargado entre los dos era Elliot? ¿Entonces? Sí, algo estaba fuera de lugar ahí, ¿pero qué? El americano estaba deseoso de descubrirlo, sin embargo mantuvo la calma endulzando su té y dando fuertes golpecitos a la taza en cuanto decidió que debía dejar de revolver la sustancia. Tomó un poco de su bebida sin quitar la mirada de la de Xavier, después murmuró con firmeza: - ¿Cuál es tu problema? - preguntó directamente, ¿para qué andarse con rodeos? El castaño no deseaba perder más el tiempo con estupideces, mucho menos quería mostrarse vulnerable ante la posibilidad de que el sujeto u alguien más pudiera ser testigo de esta conversación.- Se supone que estamos juntos en esto, ¿o no? - o eso es lo que el venezolano había dicho la última vez, si no recordaba mal.

Respiró hondo y dejó la taza sobre la mesa, no sin antes maldecirse por lo bajo y apretar los puños dentro de sus posibilidades.- Bien, no debí entregar la nota sin que tú leyeras su contenido, Xavier; pero tampoco me dejaste otra opción, teníamos el tiempo contado, lo sabes.- se disculpó a su manera, haciendo alusión al trato que habían acordado y tenido que firmar antes de que fuera demasiado tarde. Por el momento, Elliot consideraba que eso era lo que tenía tan acomplejado a su hermanastro, pues no podía negar que había sido un acto desconsiderado de su parte aunque seguía sin comprender porqué le afectaba tanto. Vamos, pese a la diferencia de perspectivas, ambos tenían la oportunidad de cumplir sus deseos a gusto y conveniencia gracias a esa decisión, ¿o acaso estaba en un error?

Ahora, si no era eso lo que tenía tan retraído a Xavier en los últimos días, ¿entonces qué estaba pasando? - El punto es que, si vas a seguir así, sólo dilo y yo mismo me encargo de todo. No me pesa trabajar solo.- se encogió de hombros desinteresadamente, repitiendo sin reservas lo que tantas veces había generado tensión entre ambos; después de todo, seguía siendo una realidad el hecho de que Elliot se sintiera más complacido ejerciendo acciones para el beneficio de los suyos y, sobre todo, en pro de sí mismo.

Publicado por Elliot Rhodes Vie Oct 07, 2016 3:35 am

Las acciones de Elliot, aunque pequeñas, eran como grandes movimientos molestos para mí en aquel instante. Los golpecitos de la taza resonaban por toda mi cabeza, chirriaban con potencia hasta que lo único que pudiese quedar en mí era tomar la taza y romperla en pedazos para que dejase de producir aquel sonido casi intencional. Su pregunta provocó mayor dolor en mis oídos y me hizo observarle con recelo notable por cualquiera.— ¿Qué te hace creer que no estamos juntos en esto? ¿Tengo que estar sonriente todo el día? —cuestioné con tono irónico, tratando, al menos por unos momentos, el negarme a decirle cuál era mi verdadero problema, o al menos el que parecía serlo en aquel instante. No era tan difícil de descifrar en realidad, el saber que mi hermano siempre parecía tratarme como si fuese un niño ya se había vuelto un truco aburrido, no solo porque podía llegar a demostrar mi madurez sino porque la clase de niño que parecía considerarme era la de uno tonto, uno al que tenían que repetirle las cosas, al que debían de vigilarlo antes de que pudiese arruinar algo.

Apreté una de mis manos en la silla en la cual estaba sentado, alejando mis dedos del plato de comida que ya no me pondría a esculcar como si tuviese interés por ingerirlo.— No soy un niño, Elliot, no soy un maldito imbécil al que puedas…—tomé aire, debía de mantenerme tranquilo, por mi bien y por el bien de mi hermanastro.— ¿Por qué siempre tienes que ser así? ¿Por qué lo primero que ahora quieres hacer es pensar en trabajar solo? ¿Crees que soy un peso muerto para ti? Probablemente ni se hubiesen interesado en contactar con un frívolo estudiante con cero empatía por las personas afectadas del lugar. —narré con poco tacto, totalmente consciente del poder que mis palabras tendrían en mi hermanastro.

— Si se supone que estamos trabajando juntos en esto… ¿por qué siento que soy tu jodido asistente, Elliot? ¿Por qué siento que hago lo que tú quieres y yo me encargo de cuidar tus espaldas en todo momento? De alguna forma mis sugerencias siempre parecen descabelladas y mi preocupación por las personas parece exagerada. —no era una debilidad querer salvar a todos, no era una puta debilidad querer hacer el bien.

Publicado por Xavier D. Rhodes Dom Oct 16, 2016 11:06 pm

Resopló y entornó los ojos, mas no hizo otra cosa que no fuera dejar la taza de té sobre la mesa con excesiva parsimonia para evitar distraerse de su objetivo principal: saber qué era lo que sucedía con Xavier, entender por qué parecía que éste había olvidado que todo lo que estaban enfrentando ahora formaba parte de sus propias ideas. Y es que es cierto que Elliot daba por hecho muchas cosas acerca de su hermanastro, pero ahora mismo no sabía qué pensar sobre él y por eso es que ante la falta de la peculiar sonrisa que caracterizaba al moreno, era de esperarse que el americano considerara que éste no quería participar activamente en los planes que un ser superior había trazado para ellos luego de estudiarlos a consciencia. No obstante, Alex quería escuchar de la voz del propio venezolano todo aquello que pasaba por su mente, en verdad esperaba llevar razón en sus elucubraciones, sin embargo obtuvo una respuesta bastante alejada de su perspectiva.

Intentó guardar la calma no por Xavier ni por él, sino por los testigos indirectos de aquella escena. ¡Joder!, ¿cómo era posible que el moreno se tomara el atrevimiento de decir tantas tonterías en un lugar público? No es que a Elliot le interesara mucho el qué dirán, pero tampoco estaba dispuesto a llamar la atención más de lo políticamente correcto: ¡se supone que debían actuar a discreción!, por mucho que la reciente conversación diera un giro más personal y factible de llevar a cabo en una afable sesión de comida.- Deja de decir estupideces.- ordenó entre dientes y con una mirada fría, pretendiendo así que su interlocutor se tranquilizara o, por lo menos, moderara sus gestos: éstos lo delataban más que cualquier otra cosa, pero poco consiguió al respecto.

Sonrió mordaz sin siquiera preverlo y posteriormente se recargó sobre el respaldo de la silla mientras se llevaba su té a la boca.- ¿Qué se supone que debo de responder a eso? - replicó entonces, bastante divertido ante la situación que aquejaba a su hermanastro.- O sea, yo no tengo la culpa de que te estés llenando la cabeza con idioteces, Xavier. Claro, no voy a negar que sigo considerando estúpido arriesgar nuestra vida por la de otros, pero independientemente de todo creo que he dejado muy en claro que estoy contigo, ¿o me equivoco? - extendió las manos ante la obviedad, pues caso contrario, Elliot se encontraría regocijándose de alegría con su mejor amiga: la única que parecía comprender bien a bien quién era Elliot Alexander Marshall Doorston.- Y disculpa si soy crudo en mi proceder, no es algo que quiera o pretenda cambiar a tu conveniencia y mucho menos si actúas como una nenita. ¡Mírate! Ni siquiera tú sabes a qué van tus reclamos, ¿y quieres que yo lo sepa? No me jodas.- cortó distancia con su interlocutor nuevamente.- Yo sólo quiero saber si harás lo que te toca. Ya me cansé de seguirte el juego y que al final sea yo el culpable de tus pesares cuando lo único que he hecho desde que llegamos a este puto colegio es cuidarte en nombre de mi madre.- espetó furioso, tanto que no se percató de la manera en la que golpeó la mesa inconscientemente y con bastante fuerza.

Publicado por Elliot Rhodes Dom Nov 06, 2016 4:23 am

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