Explain this

30 de marzo por la tarde

Ese día, Mark no tenía un aspecto demasiado bueno. Llevaba un par de días donde tenía unas ganas de romperle la nariz a alguien que no eran ni medio normales. Entre su pasado persiguiéndole, lo de la cabaña, lo del cementerio, lo de la pistola... No era una persona que aguantara bien durante largos periodos de tiempo el estrés sin liberarlo. Tenía que acostarse con alguien, pegarle un tiro a alguien, romper algo que hiciese mucho ruido, beber el alcohol del laboratorio a ver si se quedaba ciego, algo. En ese sentido, al igual que necesitaba estímulos constantes para mantenerse interesado en alguien, necesitaba liberaciones de la tensión constantes. Por eso nunca hubiese funcionado como soldado normal nunca, tirarse meses o semanas sin hacer nada más que vigilar un sitio, necesitaba hacer algo.

Pero hoy no iba a tocar nada de eso. Hoy tocaba algo que había retrasado hasta que había encontrado el día perfecto. Había escogido específicamente la hora a la que estaba la gente con los deportes, así que nadie entraría al despacho de manera inoportuna en principio. Le había dado una justificación para que se saltara la clase de lacrosse, había costado un poco porque era la capitana pero se había inventado que el examen le había salido fatal y que quería hablar muy seriamente con ella. Estaba sentado en la mesa aburrido, jugando una partida de solitario con su baraja de cartas. Cuando la chica llamó y la hizo entrar, las guardó con un gesto experto otra vez en un taco.

-Primero, no te preocupes, tienes un 8. Debes hacer más hincapié en las sintaxis pero la sintaxis no le gusta a nadie, así que nada. Segundo, preocúpate, quiero que me hables de esto -dijo colocando sobre la mesa un relicario de oro blanco, con una rosa grabada por fuera y por dentro con dos fotos, a un lado la propia Calliope y al otro una pareja de desconocidos (para él) abrazados. Había supuesto que serían sus padres, pero a saber.

Publicado por Mark Pratchett Sáb Mayo 28, 2016 5:51 pm

En el momento no lo podía creer. Ser citada por un profesor por un examen en el que le había ido mal, y que encima ese encuentro incluía perder el entrenamiento, no la hacía la persona más feliz del mundo. Sus ganas de hablar eran nulas, y masticó la comida con enfado. Estaba por entrar en cólera, el examen solo estaba haciendo de detonante. Callie aceptaba no haber sido la brillante alumna que le gustaba ser en clase, pero en lengua, una de sus materias favoritas, no le podía haber ido tan terrible, o al menos no lo suficientemente mal para tener que renunciar a un entrenamiento por un examen endemoniado. Era basura, debía haber sido un error y cuando lo demostrara, porque lo pensaba demostrar, regresaría lo antes posible al entrenamiento. Seguía sin creerlo. A ella nunca le iba mal en un examen, se rompía la espalda estudiando para que eso no pasara. Ni se despidió de sus amigos cuando se retiró antes de la mesa, no dispuesta a ver como ellos podían ir a la práctica y ella no, y como en su frente tenía escrito “humor de perros no me hables”, nadie la molestó.

Respiró llenando sus pulmones de aire varias veces antes de enfrentarse al profesor. Estaba enojada, pero no era la mejor manera de comenzar una conversación. Espero en el pasillo hasta que creyó estar lista para sonar como una alumna que respetaba a los profesores, y entonces golpeó la puerta. Tras escuchar que podía ingresar, lo hizo con una expresión neutral. Tenía que ser rápido para poder irse del lugar. Dejó la mochila en la silla y ni siquiera se molestó en tomar asiento, era capaz de dar un oral sobre el tema si era necesario probar sus conocimientos sobre el tema, pero nada de eso fue necesario.

Las palabras del profesor no eran las que esperaba escuchar, y no solo porque esa nota estaba debajo de su promedio habitual, sino porque la estaba haciendo perder un entrenamiento ¿para qué? Si no se hubiera tratado de un profesor posiblemente ya habría escuchado la parva de insultos que pasó por su mente en ese momento, pero como lo era, tragó a los mismos con fuerza, dispuesta a escuchar la verdadera razón de ese encuentro. Y más le valía al profesor tener una buena razón. Y la misma llegó con un objeto sobre el escritorio. Cualquier pensamiento en la joven se desvaneció en el acto, como huellas en la arena llevadas por la corriente. No necesitaba tomarlo entre sus manos, ni revisarlo para saber que se trataba del colgante de su hermana, pero lo hizo, y cuando el peso del relicario estuvo en su palma, la mano comenzó a temblar sin que ella se diera cuenta.

Terror. ¿Dónde estaba su hermana? ¿Estaba bien? ¿Estaba herida? ¿De dónde lo había sacado? La castaña lentamente tomó asiento en la punta de la silla, con la mochila quedando a su espalda, todo sin apartar la mirada de aquel objeto que tantas veces había mirado. Tuvo que aclararse la garganta antes de poder hablar, ya que la sentía seca y con un nudo inmenso en el medio.

—Es de mi hermana, ella está desaparecida, alguien se la llevó en algún momento, pero no sabría decir quién, cómo o cuándo— Respondió abriendo el colgante para ver la foto de sus padres. La acarició añorando su antiguo hogar y la familia hermosa que eran antes de que el accidente pasara. Por otro lado había que tener en cuenta de que la joven, por más de que haya sido en un tono bajo y cerrado, había respondido la pregunta, cuando bien podría haber pedido una explicación al profesor pidiendo saber cómo era que había dado con el objeto. —Los de la fotografía son mis padres, supongo que me llamó porque reconoció mi rostro, pero tengo que preguntar, ¿por qué me muestra esto? ¿Está…? ¿Cassie está bien? ¿Se sabe algo de ella? ¿De su paradero? —

No había que explicar que no era la misma joven que había ingresado al aula minutos atrás. Deseosa de poder llevarse el mundo por delante. Cassie era todo en su vida, no podía vivir sin ella y se la habían sacado. Las posibilidades de encontrarla de la manera en la que habían encontrado a Wesley, le aterraba por más de no haber visto el correspondiente cuerpo. Por primera vez desde que le había mostrado el relicario levanto la mirada, dejando reflejar el miedo que tenía de escuchar que su hermana ya no podía estar con ella.

Publicado por Calliope C. Rohmer Dom Mayo 29, 2016 1:56 am

Mark no llevaba demasiado tiempo en el internado así que era en verdad el primer examen que había puesto a los de la clase de Calliope. Había sido de las mejores de las mejores de la clase y eso ya lo comprobaría ella cuando repartiera los resultados el día siguiente, su media había sido claramente más baja que la del profesor Victor. Se había pasado sin querer en la dificultad pero eso no era el tema para tratar hoy. La chica había cambiado completamente cuando el tema del relicario salió en la conversación. Ya no tenía miedo de que fuera a saltar por encima de la mesa e intentara arrancarle los ojos, era una mejora. Él mantenía una actitud tranquila con el asunto, como solía decir ''No tengo tiempo para estar estresado mientras hago algo importante''. Anotó mentalmente lo que decía la chica, es cierto, tenía una hermana. Se le había olvidado porque había desaparecido antes de que él llegara y de hecho, era un simple tachón en las listas de alumnos que le habían dado.

-No tienes entonces ninguna información -dijo chasqueando la lengua mientras pensaba en cómo seguir la conversación. Alguno de los otros profesores le habían advertido sobre que Calliope podía ser... ehm... dejémoslo en valiente. Y en esos momentos hacía falta más mantener la cabeza fría que ir a meterse al cementerio como un loco para acabar atrapado.
-Te muestro esto porque me lo encontré y sales en él. Y porque quiero que me respondas a esta pregunta ¿Es su letra? ¿Es algo que tenga sentido para ti? -preguntó sacando del bolsillo el papel doblado que había encontrado dentro del relicario. Ponía “Todo agua, agua, agua. Todo agua alrededor. Son pequeños y grandes. Muchos, muchos son.”.

-Quiero que haya sinceridad entre nosotros, Calliope, así podremos solucionar esto. Quiero que me digas lo que sabes o lo que sospeches, o lo que te imagines que puede significar ese mensaje y cómo lo conecta con tu hermana. Yo a cambio te contaré lo que sé: Lo tenía Olenna cuando me la encontré, pero estaba (Y está) en un estado en el que es difícil que nos responda nada.  

La voz de Mark sonaba sincera pero había algo... artificial en su forma de hablar. No es que estuviese mintiendo, pero en una situación como esa, no podía evitar que sonase ligeramente como una interrogación. Deformación personal.

Publicado por Mark Pratchett Dom Mayo 29, 2016 8:22 am

Sus ojos se alzaron flameantes, rebosantes de energía, dejando detrás la aquella triste mirada nostálgica que nadaba en el marrón de sus ojos. Observó por un segundo al profesor antes de hacer una pregunta que salió de sus labios con la misma perplejidad que estaba sintiendo.

—¿No tengo más información? ¿Qué esta insinuando?— La segunda pregunta dejó escapar un poco del horror que le causaba imaginar los pensamientos del profesor. Callie incapaz de cerrar sus labios por la sorpresa, continúo hablando por un par de segundos más. —¿Creyó que sabría algo sobre el paradero de mi hermana? ¿Algo que explique porque el collar está en sus manos y no en su cuello como correspondería? ¿Pretendía que yo supiera dónde se encuentra y porque no asiste a clases o duerme en su habitación cómo corresponde?

Su hermana era una de las cosas más importantes para Callie, y era una de sus mayores prioridades. Si hubiera sabido algo sobre el tema la habría socorrido sin detenerse a pensar las consecuencias que eso podría traer. Si supiera algo más estaría haciendo algo más al respecto que estar sentada frente a un docente que no tenía idea de lo preocupada que se encontraba por el paradero de su hermana, y lo poco que dormía pensando qué podía hacer para ayudarla, dónde debía estar y lo más importante si estaba viva. Uno de los desaparecidos había aparecido muerto, su mente no tardaba en unir posibles situaciones que el destino tenía pensadas para su hermana.

Rígida en la silla tomó la nota para leerla. Solo necesitó una lectura para saber que era una adivinanza y lo más importante, que era la letra de Cass*. Su mentón se alzó de manera imperceptible, tragando con fuerza e intentando que las lágrimas quedaran dentro de su cuerpo y no salieran al exterior. Ni ella se podía entender. Su humor cambiaba demasiado rápido para ser seguido. Tenía miedo y quería encontrar a su hermana, y el tema de Nate estaba ahí también, y ella solo tenía 17 años. Ella quería cuidar a su hermana y quería ser la responsable de ambas, quería ser la responsable de ella, pero la había perdido y ahora no la podía cuidar, y había dos personas con las que sentía confianza para hablar y una se drogaba y la charla que iban a tener no iba a ser nada agradable, y la otra estaba deprimida porque su novia había desaparecido y Callie había visto por primera vez como le pegaba a otra persona.

Trató de respirar de manera calmada antes de mirar a Mark. Ella podía. Ella era fuerte. Ella era lo suficientemente madura como para reaccionar de una manera adecuada y no como una niña llorona.

—Lo que sé es que usted es un profesor nuevo que llega justo después de que una noticia hiciera de bomba nuclear en nuestras cabezas. Después de eso ciertos estudiantes comienzan a desaparecer, y ahora comienzan a aparecer y no todos están vivos— Expone con tono duro, critico, frío. —Y no termina allí. Me cita, mintiendo sobre la razón por la que debería encontrarme en este lugar y me muestra el collar de mi hermana, quien está desaparecida. Bien podría estar mintiendo, bien podría estar diciendo la verdad. Es un cincuenta-cincuenta. ¿Por qué debería confiar en usted, profesor?

¿Era mejor tomar aquel riesgo o simplemente confiar? Callie no sabía esa respuesta, pero podía garantizar que no eran fechas para confiar en todas las personas, y era mejor desconfiar a que ser traicionado luego. Intentó mantener la mirada del profesor, por más de que en su interior quisiera pedir disculpas y abrazar sus piernas para poder llorar por todo lo que estaba pasando. En definitiva solo era una joven, una joven aterrada, desolada, una joven quien había perdido a la persona más importante en su vida.

Publicado por Calliope C. Rohmer Mar Mayo 31, 2016 2:31 pm

Mark se mantuvo imperturbable ante la chica. Le habían echado la bronca tantas veces en su vida y no siempre siendo adolescentes castañas, no, a veces sargentos abusones de dos metros, que simplemente estaba inmunizado. Las podía aguantar con su cara estándar de esperar a que el otro se calle durante todo el tiempo del mundo. Golpeó de manera rítmica la mesa con los dedos de una mano mientras la otra la utilizaba para apoyar su barbilla. Si tuviese que describirse su expresión en ese momento sería... aburrida.
-No insinuaba nada. Simplemente me sonaba raro que no supieras cuando desapareció y me lamentaba de que no pudieses ayudarme. Si pensara que tenías algo que ver con todo esto, te aseguro que la conversación no estaría siendo en estos términos -contestó con una voz inusitadamente fría para cualquiera del internado. Siempre mantenía una actitud alegre y confiada y era raro verlo así. Respetaba que la chica fuese tan enérgica pero estaba cruzando líneas rojas entre la relación alumno-profesor desde su punto de vista.

Estaba claro que el profesor era la clase de persona que prefería no involucrarse personalmente cuando había vidas en juego o algo importante para él. Eso te hacía pensar con poca claridad y eso le hacía actuar de manera violenta. ¿La última vez que mezcló trabajo con vida privada? Eso le valió una medalla, diecisiete bajas confirmadas y trastorno de Estrés Post-traumático durante un año. Y no tenía ganas de repetir los mismos errores. En cierta manera, eso es lo que significa madurar.

Soltó un largo suspiro cuando la chica volvió a la carga. De verdad que no tenía gana de ello, quería resolver el problema y tener que convencer a todo el mundo de ello no era para nada en lo que quería gastar sus energías. Por eso siempre se había sentido cómodo haciendo operaciones encubiertas. Mientras tú sepas que lo que haces está bien, debería importarte poco lo que el resto opine. Pero aquí no podía jugar bajo esas reglas. Cuando empezó a hablar, parecía que su mirada estuviese taladrando la de Calliope con esos ojos azules que en esos momentos parecían hielo.
-No tienes ninguna razón aparte de mi buena fe para confiar en mí. Haga lo que le plazca, señorita Rohmer. Desconfíe y acabe sola, como un animal herido que aúlla y muerde a aquel que quiere vendarle la herida con la mejor de sus disposiciones. Porque le aseguro que a mí eso me da igual. Pero aunque ahora mismo me están dando muchas ganas de hacer las maletas y volver por donde he venido y mandar a la mierda todo esto, me voy a tragar mi orgullo frente a tu insolencia y estate segura que no es por ti en absoluto, si no por tu hermana y el resto de desaparecidos.

Se llevó la mano a la cara y suspiró. Era más fácil que los civiles confiaran en ti cuando podías identificarte como lo que eras, no así. Sacó tres balas de calibre .38 y las colocó encima de la mesa. Su mirada se ablandó profundamente, abrió los brazos en el típico gesto que dice ''No tengo nada que ocultar''.
-Me gustaría que confiaras en mí, pero estás en lo cierto, no tienes por qué hacerlo. Y seguramente, cualquier cosa que te dijera podría ser una mentira o una trampa a tus ojos, así que ya está. Por supuesto puedes llevarte el relicario y siento lo de tu hermana. Como ya he dicho, puedes quedarte y colaborar o largarte y desconfiar. Yo seguiré por mi parte intentando que tu hermana vuelva sana y salva.

Publicado por Mark Pratchett Mar Mayo 31, 2016 4:58 pm

Apenas había un par de arrugas entre ceja y ceja de la joven que miraba con suma atención una de las hojas que estaba sobre el escritorio, pero incapaz de leer algo que hubiera en la misma. Estaba mirando a su interior, tratando de barajar las preguntas para que no se presentaran todas a la vez en su mente. La confianza en otras personas nunca había sido su fuerte, pero si reconocía que cuando se trataba de algo importante, los equipos funcionaban mejor que los solitarios. Por eso era capitana. No confiaba en todos sus compañeros para contar sus miedos e inseguridades, pero si contaba con ellos para que puedan dar el mejor de los entrenamientos. Su problema estaba en que Mark era un signo gigante de pregunta. Podía contar con él como profesor, pero podría contar con él para encontrar a su hermana. ¿Tenía que confiar tanto? Lentamente colocaba las opciones en la mesa. Si contaba todo lo que sabía, que era poco y nada, ¿qué podía pasar? ¿Podría alguien salir lastimado? Y si no contaba nada, ¿se arrepentiría? Riesgos. Todo se resumía a si aceptaría a tomar el riesgo o no.

El siguiente movimiento del profesor la sorprendió. Las balas rodaron un poco en la mesa hasta detenerse. La joven no podía decir mucho de ellas, solo podía definir su color, pero su mandíbula se tensó en el acto. Primero el relicario, luego la nota, ahora las balas. Alzó una ceja mirando el profesor, ¿algo más tenía para mostrarle? Estiró la mano para tomar el relicario y lo giro en sus dedos. Estaba frío. ¿Cass hubiera confiado en ese hombre?

—Desapareció el veinte de enero— Dijo antes de arrepentirse. Quizá de paso podía averiguar algo sobre la muerte del hermano de su mejor amiga. Algo que fuera útil. La joven había quedado destrozada tras la muerte de Wes, no había nada que pudiera levantarle el espíritu, salvo pensar que quizá saber la verdad, toda la verdad ayudaría. —Mi hermana desapareció el veinte de enero. Me habían castigado por responder mal a otro estudiante, no había sido mi culpa, si no leían el material que se daba para las clases era su problema, pero no es el punto. El punto es que ese día baje al armario de escobas. Tuve suerte de que una chica pasará por ese lugar, alguien había trabado la puerta con una silla. Cuando logré calmarme, me sacó afuera y luego me mostro una nota: “Buena suerte encontrado a la otra”. No volví a ver a mi hermana después de ese día. En cuanto a su collar, siempre lo llevaba puesto, no la he visto si él ni una sola vez.

Sorprendentemente, logró mantener la calma mientras daba toda la información y luego señalaba la adivinanza. —Nunca le gustaron las adivinanzas, no sé porque habrá escrito eso, pero si quiere mi opinión, yo creo que se refiere a los peces, por ende no tiene sentido.

Y eso era todo lo que tenía. Con Rose habían revisado el cuarto de la joven, pero no habían encontrado nada relevante en él, se encontraba tal y como la joven lo hubiera dejado cualquier otro día, como si fuera capaz de entrar en cualquier momento excusándose de su desorden. Humedeciendo sus labios, levantó el mentón al profesor, dando una mirada a las balas.

—Propuso un trato, yo le contaba lo que sabía, usted me decía lo que usted sabía— Mostró una corta sonrisa. Era su momento de actualizarse con lo que estaba pasando, ¿sabrían los profesores más información que ellos? Deberían, aunque eso no podía justificar nada. A Ophelia le habían amenazado al hermano, y en la reunión de la organización se mostraba al mismo nivel que todos los demás presentes. No debían saber tanto más, pero lo más mínimo podía funcionar. Por supuesto Callie había callado lo de la organización, antes de hablar con un extraño sobre el tema preferiría hablar con Brian y Jack para tener su opinión al respecto, esperaba que ellos hicieran lo mismo.

Publicado por Calliope C. Rohmer Mar Mayo 31, 2016 6:30 pm

-¿Sabes por qué confío en ti? Por lo mismo por lo es racional  que no confíes en mí -dijo mientras reflexionaba sobre lo que había oído, jugueteando con las balas entre sus dedos. Le había gustado que la chica se quedara, ya no solo porque así no quedaba como un idiota si no porque aceptaba riesgos. Esa era su filosofía de vida, se le había quedado pegada como una lapa. ''Who dares, wins''. Y a él le gustaba mucho arriesgar en la bondad de la gente. Si había una posibilidad de que alguien fuese inocente y pudiese ayudar, él se la iba a jugar y si le salía por la culata, aplastaría a aquel que le hubiese traicionado y ya está. No es que se creyese que no existían los mentirosos y los demás, al revés, los detectaba bien. Simplemente, sabía ver muy fácilmente cuando el beneficio o perjuicio de una persona eran el suyo y creía que las personas eran buenas por naturaleza. Todos son niños confusos fingiendo ser adultos...
-Tienes mucho que perder con todo esto -dijo sonriendo de manera algo triste.

-Bien... Esto va a sonar horrible y lo es ¿Pero hay algún motivo por el que te enviaran esa nota? Suena a lo típico ''Por meter las narices donde no te llaman'', una represalia -dijo tras guardar la balas con un gesto hábil en el bolsillo de su camisa. La postura tan defensiva de la chica le hacía sospechar que aunque no estaba involucrada, sí que sabía más que la mayoría de los estudiantes. No parecía la clase de persona que secuestran a su hermana y no trata de averiguar todo lo que puede y más. Y tampoco era tonta como para que esos esfuerzos fuesen infructíferos.

-Lo otro: Nunca entenderé por qué la gente usa adivinanzas yo tampoco. Peces... hum... -se rascó la barba pensativo. Él había pensado algo así pero sonaba tan obvio que se había empezado a hacer un follón en la cabeza.
-Las balas las encontré junto a otra persona dentro de una pistola en el antiguo despacho de la tal Yvette. El quién tiene la pistola no es secreto mío si no suyo, así que no te lo voy a decir. Y hay otra cosa que quiero decirte pero necesito que me prometes, jures o lo que sea que no vas a hacer una tontería con esa información. Si lo haces, te aseguro que vas a tener algo de lo que preocuparte de verdad en este internado -dijo con un tono de medio en broma medio ''He matado a mucha gente con mis propias manos desnudas. Aunque solía preferir el hacha. Sí, era la clase de tipo que iba con un hacha. No me mientas''.

Esperaba que pudiese resultar difícil adivinar con quién había ido. Mark como persona extremadamente sociable que era, se veía casi el mismo tiempo con cada profesor, era difícil asociarlo a alguien en concreto.

Publicado por Mark Pratchett Mar Mayo 31, 2016 6:57 pm

La respuesta a las primeras palabras del profesor, obtuvieron como respuesta unos ojos entrecerrados y una sonrisa que de feliz tuvo poco y duro solo apenas segundos. Dudaba que el profesor confiara en ella, y si lo hacía era porque sabía que no era capaz de lastimar a su hermana, o a nadie, al menos no de gravedad y fuera del campo de lacrosse. Pero principalmente, ella sabía más de su hermana que cualquier persona en el internado. Negó en silencio después de varios segundos. La organización había venido después, o eso creía, y en caso de que haya sido antes, los únicos que podían saber de ella eran Brian y Jack. Podía encarar al segundo para sacarle la verdad a los golpes si era necesario, pero dudaba de que tuviera a alguien que significara algo para él, su carácter al menos demostraba todo lo contrario. Brian era otro tema, tampoco lo conocía demasiado, pero… ahora que se ponía a pensarlo nunca analizó los pros y los contras de juntarse con esas personas. Y la inquietud de que la reunión sea antes, y haya sido su culpa que su hermana no este entre los estudiantes, se sintió como un cuchillo enterrándose en su pecho, lento y tortuoso.

—Salvo que me hayan tomado bronco por mi participación en clase, calificaciones e interés por el lacrosse. No, nunca he dado una razón a nadie— Explicó sin decir más del tema. La reunión debía haber sido después, no podría haber ocurrido antes. Eso no podía ser su culpa, eso no podía ser una represaría, ¿cómo se explicaría que hubieran tomado a Wes? Él era inocente, Rose no tenía la culpa de ello. Todo había ocurrido antes. No podía ser una venganza. El motivo del encuentro fueron los desaparecidos. No podía ser eso. No podía ser su culpa.

Se encogió de hombros. No iba a estar de acuerdo, las adivinanzas le gustaban cuando no tenía nada más para hacer, prefería los crucigramas o sudokus, pero a veces ayudaban. Su ceño se frunció antes de decir la respuesta que pensó, pero eso implicó que pensara en algo más.

—Las adivinanzas fueron creadas para que la mente pueda encontrar otro sentido a palabras que en sí no dice nada. Querían poner la mente en funcionamiento— Tomó el papel girando al mismo en sus manos. —Alguien pudo estar observando, y quiso decir una cosa escribiendo otra. Pensamiento lateral, pero en este momento no se me ocurre que otra cosa pudo haber intentado decir, porque dudo que esto nos conduzca al lago de manera tan simple, pero debería buscar los apuntes de mi Cass para ver si escribió alguna palabra de manera diferente o algo por el estilo, no podría estar segura de eso. Por ahora, es todo lo que le puedo decir sobre esta nota.

Volvió a dejar la nota sobre el escritorio. Si intentaba decir algo, ¿qué quiso decir? Le había comentado a Rose que su hermana era lista, que buscaría una forma de dar una pista si estaba dentro de sus posibilidades, ¿quizá era esa y ella no la podía ver? Quizá simplemente era eso, una adivinanza que había guardado dentro de un relicario por alguna razón, antes de que todo pase y se estaban haciendo una película por ello. No quiso pensar más en el tema. No por el momento. Que Mark terminara de hablar fue una señal para que levantara la vista antes de asentir.

—Quiere decir que encontraron un arma cargada en la oficina de Víctor, nuestro vicedirector y exprofesor— No era una pregunta, era una afirmación. Alfred se había quedado su despacho, Callie lo creyó obvio dados los muebles especiales con los que contaba para las pláticas con aquellas personas que necesitaban hablar con alguien. —Corríjame si me equivoco, pero espero que la persona que se ha quedado con el arma haya probado que no tiene intenciones de lastimar a ningún estudiante, por ende, debe ser una persona que usted confía, porque sino habría dado una navaja al mono. Si no sabe la respuesta, creo que prefiero no saber, pero si quisiera saber qué piensa sobre el arma de Víctor, ¿defensa personal o…?

Dejó la frase en el aire, no sería la primera en confirmar la obvia sospecha en voz alta.

Publicado por Calliope C. Rohmer Miér Jun 01, 2016 2:09 am

Se cruzó de brazos pensativo ante la respuesta de las castaña. Ella decía que no había hecho nada que pudiese haber provocado el secuestro pero eso no significaba que no lo hubiese hecho. Simplemente, podía no ser consciente, hay gente que se toma afrentas por cosas que ni siquiera te has dado cuenta. No encontraba ningún patrón entre los desaparecidos y eso le ponía algo nervioso. Normalmente lo qué él había hecho frente tenía un objetivo claro, esto era... arbitrario.

-Si yo observara a alguien secuestrado escribiendo cosas, tuviesen sentido o no, no lo permitiría. De todas formas, lo de los peces no tiene por qué ir muy desencaminado. Dime ¿No te ha parecido nunca extrañamente específica en las normas la de ''No bañarse en el lago''? Está un poco como un pegote ahí, no sé si ves por donde quiero ir. Como si quisieran mantener por alguna razón importante a la gente alejada de él -dijo mientras movía la mano en plan explicativo. Le había parecido muy raro desde el primer momento ¿Solo un mes para bañarse? Aunque estuviesen en Escocia, no había solo un mes en el que la temperatura fuese agradable para ello. Tal vez no sería mala idea preguntarle a Alfred si se podía bañar un día de estos, a ver cómo reaccionaba. Cuando pudiera, le pediría a un amigo del ejército que le mandase un traje de neopreno para bucear. Una cosa eran las normas y otra el sentido común: No iba a meterse ahí a pelo en marzo.

-Sí, se podría decir con esas palabras. ¿Comprendes ahora por qué esto es una reunión para tus ''decepcionantes resultados en el examen''? -dijo haciendo comillas con los dedos. Estaba claro que no se podían fiar de la dirección, al menos desde su punto de vista.
-Que yo sepa, no tiene ninguna intención. Y aunque la tuviera, una pistola sin balas es menos útil que un simple cuchillo de cocina. Por eso las mantenemos separadas, son inofensivas así -afirmó con la cabeza mientras hablaba, quería quitar de en medio cualquier preocupación de la chica. Ante la última pregunta se puso a girar en su silla unos treinta grados para cada lado, con aire pensativo.
-No te voy a engañar, el calibre es el mismo que el que se usó con los dos estudiantes muertos. Y había sido usada, no tenía el cargador lleno. Pero hay cosas que no cuadran. No me atrevería a decir nada por ahora.

Se quedó ahí mirándola hasta acabar la frase. La chica no le había prometido barra jurado que no iba a hacer tonterías así que él no iba a decir ni mu. Inclinó la silla para atrás mientras pensaba en todo lo que sabía. Había demasiadas cosas que no parecían encajar.
-¿Por qué se fue la anterior directora? Porque no he oído nada bueno de ella pero nunca la razón.

Publicado por Mark Pratchett Miér Jun 01, 2016 11:45 am

Negó de manera lenta como respuesta. Nunca se había planteado la regla, pero tampoco se había tenido que encontrar con alguna razón para eso, es decir, solo un loco intentaría ganarse una neumonía al ingresar al lago en épocas del año en las que no era prudente. Inglaterra quedaba más al norte, y la joven conocía lo heladas que podían ser las aguas, más si provenían de deshielos.

— No es por ofender sus deducciones, pero, creo que razones para que sea regla existan, sobran — Comenzó a decir con aquel tono de niña sabelotodo que solía usar en las clases cuando daba la respuesta, generalmente correcta, en clase. Pero eso era parte de su personalidad, así como era agresiva en el campo de lacrosse, la joven era presumida a la hora de mostrar sus conocimientos. Demasiado creída de sus razones y de todo lo que había leído, podía dudar de muchas cosas, pero cuando estaba segura de algo, lo estaba, no había más vueltas que darle. — Estamos hablando de un lago que estuvo congelado por casi todo un mes, ¿sabe el tiempo que requiere que una capa de hielo sea lo suficientemente consistente para poder soportar a varios estudiantes patinando sobre el mismo? Incluso ese lago no debió descongelarse cuando lo hizo, y estoy segura que hubiera durado hasta febrero de no haber pasado eso, y eso fue el mes pasado, si quiere cuente dos meses dadas las fechas. Y no solo eso, estamos hablando de casi trecientos alumnos que viven en éstas instalaciones buscando hacer algo, sin importar que sea o no legal. Puede que hayan exagerado, pero creo que es con un propósito, si las aguas del lago vienen de deshielo, no podremos ingresar al lago hasta que al menos pase un mes de calor. Puede que un mes sea demasiado corto, pero tampoco creo que quieran tomar riesgos de que algún alumno termine ahogado o algo. Es muy fácil tener problemas cuando hay un lago y muchas personas que no tienen noción de la responsabilidad y se encuentran entre los doce y veinte años. Además, ¿qué es lo que podrías esconder allí adentro? No debe ser demasiado profundo como para que quepa algo que sea de importancia, ¿no lo cree?

A pesar de todo, Call aún mantenía las esperanzas de que los directivos no tuvieran nada que ver, así podía permanecer en ese lugar junto con su hermana, por más que ahora no estuviera a su lado. Primero la joven no se marcharía sin ella, segundo, si se trataba de un psicópata desconocido, podía arreglarse de diferente manera, pero de ser los directivos entonces tendrían que buscar otro lugar donde vivir. Acabar de patitas en la calle. Pensó en Nate y lo que pasaría si llegaba a ser regresado a la casa de su padre y un escalofrío se hizo notar en su cuerpo. Tenía que haber una posibilidad de que todos salieran ganando.

— Las comillas no son necesarias, el resultado si es decepcionante para mí, planeo que mi promedio se mantenga y esa nota está por debajo del mismo; pero sí, entiendo la razón por la que no le ha dicho a nadie, y solo me lleva a una nueva pregunta, ¿hay personas en las que podamos confiar dentro del internado o llega cacería de brujas donde todos desconfiaremos de todos? — Seguramente no era la mejor pregunta, ni siquiera era la primera pregunta que tenía en su mente, ya de por si estaba comenzando a sospechar de su propia sombra, no necesitaba la certeza de que no podía confiar en su propia sombra, pero claro que lo necesitaba. Quizá una mano no vendría bien, y en caso de que el profesor sospechara de alguien más podía servir en caso de que haya otra reunión de la organización, para saber en quién confiar o en quién prestar más atención. — ¿Cómo por qué la dejaron en un lugar donde cualquier mente curiosa podría entrar? Perdoné si supongo que no la obtuvieron en una cálida charla con el vicedirector, aunque puede corregirme.

Al menos era en lo que estaba pensando. Si lograron entrar al despacho y revisar lo suficiente para encontrar un arma, implicaba que no debía estar tan escondida, y bien se sabía que una mente joven podía ser bastante curiosa. A eso se sumaba una nueva inquietud hacía el docente. ¿Había obtenido el arma de la manera en la que lo decía o solo la estaba poniendo a prueba? ¿Podría confiar en él? Por las dudas al salir del lugar les comentaría a Nate y a Brennan aquella pequeña charla, quizá no con todos los detalles, pero sí que el profesor la había citado para hablar de temas que no tenían nada que ver con la materia. Si algo le pasaba, al menos sabía que no dejaría que sus amigos cayeran en el mismo juego que ella. Y ya que estaba viendo eso como un juego, decidió continuar siguiendo la corriente, intentando revelar lo menos posible, pero la historia de Yvette no era algo que se pudiera resumir con pocas palabras.

— Comenzó en diciembre. La manera en la que nos enteramos no fue la mejor, aunque dudo que haya una buena manera de enterarse de toda la verdad. Se fue semanas después de que la verdad salió a la luz, simplemente tomó sus cosas y desapareció. Desconozco si fue una decisión tomada por los profesores que supuestamente velan por nuestra seguridad o si fue Alfred el responsable, incluso pudo tratarse de su propia decisión, pero no podría ser cualquiera de las mismas. — Se encogió de hombros, no le gustaba tener que aceptar que no tenía ni pista de las razones, incluso el motivo por el que se fue era desconocido para la joven, pero era lo único que se le ocurrió cuando le comentaron, en aquellos meses atrás, que la profesora ya no estaba más a cargo del internado. También había supuesto que era un alivio, pero ahora no estaba segura de eso. Otra cosa más en la que no estaba segura. — El internado había pertenecido a sus padres, pero estaban locos, secuestraron mucha gente y experimentaron con ella. Fueron descubiertos y se suicidaron antes de pasar una vida en prisión. En cuanto a Yvette, era joven, pero era la responsable de matar a aquellas personas cuando no eran útiles. Si quiere saber la cantidad de personas que yacieron en las manos de esa niña, puede salir a contar las lápidas, yo lo he hecho. La tomaron por loca y la encerraron en un loquero, luego escapó y la dieron por muerta tras no encontrar pistas de su paradero después de tanto tiempo. Es obvio que regresó aquí, pero solo conozco a los profesores que han pasado en los últimos cinco años, antes de eso, no podría decir nada, lo que quiere decir que podría haber ingresado como profesora hasta tomar el puesto o no.

Y la segunda opción era causante de pesadillas y dolores de cabeza. Dejó de jugar con el papel que tenía en sus manos para levantar la vista al profesor. — La razón por la que se fue puede deducirla usted mismo, yo tengo dos teorías, la primera es que sintió vergüenza, la segunda es que sintió miedo, y la gente hace cosas estúpidas cuando tiene miedo.

Publicado por Calliope C. Rohmer Mar Jun 07, 2016 5:17 am

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