Gota a gota

06 de Abril. Cerca del "toque de queda", 20:30 horas.


—¡Ay! —Brian soltó el cuchillo con el que cortaba sus verduras de un tirón. Estaba tan distraído pensando en todo lo que pasaba y había pasado que no supo cuando éste dejó de cortar un trozo de zanahoria para arremeter filoso contra su dedo índice. Unas gotas de caliente sangre roja comenzaron a brotar rápidamente, tiñendo así su plato.

Miró a Marie que comía a su lado, mientras tomaba su servilleta de papel y la envolvía rápido en la herida. El papel estaba sediento, parecía ser. Se tiñó de rojo en segundos pero fue suficiente para detener la leve hemorragia.

—Ya regreso, iré al baño a lavarme, y si hace falta pasaré por la enfermería, no me tardo —se levantó de su silla y añadió: —Espero no haberte sacado el apetito, Marie.

Dio unos pasos más hacia la puerta de salida, tan rápido que no notó que su compañera le seguía detrás.

Publicado por Brian Downer Lun Jul 25, 2016 10:12 pm

¡Sorpresa! Arrojó los cubiertos hacia atrás cuando Brian soltó aquel "¡Ay!", y con ellos voló también algún que otro trozo de su alimento. Lo miró estupefacta, primero a su rostro, luego al plato ensagrentado, y de inmediato lamentó haberse comido aquel trozo de vaca. No comería carne por un mes, después de esto. Si bien no le solía producir asco la sangre, quizá la misma sumada a la sorpresa y exclamación que interrumpieron tan abruptamente la tranquilidad en que ambos estaban sumidos previamente, habían hecho que no se lo pudiera tomar de la mejor manera; o, al menos, como se esperaría en una "situación normal".

Mordió un trozo de pan, para comprobar que su garganta no estuviera cargada de sustancias sospechosas, al mismo tiempo que sintió la mirada de su colega en su rostro; ella, por su parte, volvía lentamente la suya hacia el dedo malherido, y observaba masticando lentamente cómo el castaño envolvía su dedo en una servilleta...y cómo esta se teñía. De sangre.

Oh, no.

Se vio en la obligación de tomar rápidamente una servilleta y de la forma más educada que pudo, quitarse el pan de la boca. ¡Qué demonios! Ahora él le hablaba, no le entendía mucho, hasta que oyó la última frase. "Ay, rayos... Se dio cuenta", resopló para sí.

— Espera, aguarda... —miró de reojo los cubiertos caídos en el suelo, con todo y alimentos más los restos de comida en ambos platos, la sangre y el paquetito poco decoroso... Ya tendría tiempo con ellos luego. Tomó su bolso y mientras se acercaba hacia la puerta, rebuscó al mismo tiempo en su interior eso— No entiendo porqué demonios las mujeres organizamos tan mal estas cosas —refunfuñó, mientras intentaba alcanzarle. El tipo era rápido— ¡Aquí está! ¡Brian, espera! —por fin le alcanzó, y se puso casi enfrente a él, para cortarle el paso. Le extendió una pequeña botellita de cristal con una etiqueta llena de abreviaturas, y otro paquete repleto de venditas— Te acompaño, y si quieres luego me dejas jugar a la enfermera —le guiñó un ojo pícaramente, al mismo tiempo que le mostraba una amplia sonrisa.

Publicado por Marie Abney Sáb Jul 30, 2016 12:41 am

¿Que por qué Mark estaba desmontando e inspeccionando las cisternas de todos los baños del internado? Era una buena pregunta, una tan bien formulada, con tantas implicaciones y absurdez implícita que darle una respuesta casi parecería un desperdicio. Pero al final es lo que hay que hacer, así que Mark lo estaba haciendo por pura rutina. Era el lugar perfecto para esconder cosas, desde sustancias prohibidas a incluso un arma. Normalmente la gente cuando va a usar el retrete, está demasiado ocupado como para ponerse a pensar en esas cosas. Para eso estaba Mark, le sobraba tiempo para todos lados. Lo malo de ser un profesor de literatura con la velocidad de lectura de él es que rápidamente te quedabas sin libros que leer. Y él tenía 40 años ya, había tenido muuuucho tiempo para leer. Así que la biblioteca del internado en su gran mayoría se dividía o en cosas que no le interesaba leer o cosas que ya había leído.

Bien, los baños de ese piso estaban en apariencia vacíos. Lo único que había en las cisternas era agua, lo cual estaba bien. Estaba con la tapadera de una de las cisternas bajo el brazo, estando remangado y algo mojado, cuando oyó una conversación terriblemente poco apropiada en un ambiente profesional al otro lado de la puerta. Y lo peor, él no estaba siendo parte de la misma. Abrió de golpe sin importarle las pintas que tuviera en ese momento. Al fin y al cabo había reconocido las voces.
-Señorita Abney, seguro que le queda genial uno de esos trajes de enfermera antiguos con falda, pero si me permite... -dijo con una sonrisa de confianza mientras agarraba la mano de Brian sin demasiadas ceremonias con su brazo libre. La inspeccionó con una mirada seria que duró el instante en el que inspeccionaba la herida.

-No te vas a morir. Venga, pasa -dijo haciéndose a un lado para darle acceso al cuarto de baño y dirigiéndose a colocar la tapadera donde correspondía.

Publicado por Mark Pratchett Dom Jul 31, 2016 9:13 am

Brian observó los utensilio que Marie sacaba de su bolso de forma algo torpe. Le sonrió un poco y negó con la cabeza. No creía que fuese gran cosa el asunto del dedo, pero nunca estaba de más, una venda, suponía.

La broma de Marie le avergonzó un poco, no solía pensar en nadie de esa manera pero por una fracción de segundo se la imaginó. ¿Se veía bien? No, no podía darse el lujo de pensar eso de ella, era su compañera y por lo tanto debía respetarla. Fue Mark quién lo sacó del pensamiento, haciendo que pusiera una mueca, mitad risa mitad timidez. —Ay Mark...

Se dejó tomar la mano (no tuvo otra opción) y observó como le veían la herida. —Lo sé, lo sé, solo me quería quitar la sangre de la mano y Marie ha corrido detrás para ayudarme, eso es todo, pero no debía preocuparse, debe seguir comiendo, señorita Abney —le echó una miradita de reto y enseguida abrió el grifo del agua.

Ésta empezó a correr, el agua caliente aún no llegaba y Brian esperó unos segundos antes de poner su dedo. La sangre inundó la bacha, y poco a poco se fue diluyendo hasta mostrar al descubierto la herida. Era un corte semi-profundo, rojo, de unos seis milímetros. Vaya despistado.

De pronto, giró para ver a Mark: —¿Interrumpimos algo? ¿Es tu turno hoy para montar guardia? Ya casi es el toque de queda, no deberíamos retrasarnos demasiado.

Publicado por Brian Downer Miér Ago 03, 2016 6:41 pm

— Pratchett, qué raro tú y tu imaginación prolífica, ¿eh? —le respondió con una sonrisa y el rostro un tanto enrojecido. Hombres. Por otra parte, Brian parecía pretender que continuara comiendo después de... No. En absoluto. Negó con la cabeza ante la mirada algo reprobatoria de él, y se encaminó al interior del baño, para colocarse finalmente junto a la bacha donde se encontraba— Vaya, qué bonito corte te has hecho, mi amigo... —observó la herida, haciendo una pequeña mueca de asco con sus labios. Aprovechó que se dirigía a Mark y tomó rápidamente la mano ajena, procediendo luego a echarle el líquido previamente destapado (a escondidas), y sin ningún tipo de aviso— Arderá un poco, pero eres hombre, aguanta —conocía perfectamente la hermosa sensación de un desinfectante antibiótico tocando una piel herida. Crecer entre varones no venía solo— ¡Vendita, y listo! —sonrió triunfante, mientras la herida se tornaba de un color anaranjado-rojizo, gracias al medicamento.

Miró sus manos, también manchadas, y abrió el grifo de la bacha conjunta para enjuagarlas. Pensó en la pregunta previa de Brian, y miró el reloj que llevaba en la muñeca para comprobar la hora; era cierto, no faltaba mucho para el dichoso "toque de queda", y recordó la cocina vuelta un desastre. Secó sus manos, tomó una vendita y se acercó otra vez a Brian; esperaba que aquella imprevista reunión no durara demasiado, o al menos lo suficiente como para tener cierto tiempo de volver y ordenar un poco el lío, antes de la hora.

Publicado por Marie Abney Miér Ago 03, 2016 9:22 pm

-Eres tú la que has generado esa imagen en mi mente. Y ya sabes lo que dicen, la imaginación es lo que hace que estemos entre el ángel que cae y el simio que se alza -comentó alegremente mientras dejaba la cisterna como si nada hubiese pasado allí. Nada de micrófonos, nada de armas, nada de droga. Nada de nada. No creía que fuese a funcionar pero era mejor ir descartando esas cosas. Revisó rápidamente que todos los retretes estuviesen perfectamente y asintió satisfecho para sí mismo.
-Pero si jugar a la enfermera es una nueva postura que no conozco porque me he quedado viejo y anticuado, lo retiraré sin problemas.

Negó con la cabeza ante la pregunta de Brian.
-Yo no hago patrullas. Tal y como están estructuradas, no valen para nada. Estoy revisando todos los cuartos de baño buscando cosas. Ya sabéis, cisternas, alcachofas de ducha, baldosines sueltos... Son sitios perfectos para esconder cosas.
Observó con algo de recelo el desinfectante que usó Marie. Hoy en día ese estaba un poco anticuado, había nuevos que escocían mucho menos. Pero bueno, realmente funcionaban igual de bien y Brian era ya un niño grande así que no pasaba nada.
-Por cierto, quería preguntaros sobre una persona, por lo que sé se tira todo el día en la biblioteca, supongo que lo conoceréis. Jack Hudson ¿Qué sabéis de él?

Publicado por Mark Pratchett Mar Ago 09, 2016 9:06 pm

Cerró los ojos hasta que el profundo ardor se diluyó. ¿Cómo se le ocurrían esas cosas a Marie? Para cuando abrió los ojos nuevamente, Mark había comenzado a hablar. Miró a la joven a su lado de reojo, mientras colocaba una bendita en su dedo. —Gracias —le susurró.

—¿No haces patrullas? Creía que era algo.. obligatorio, más siendo los adultos aquí —cuestionó Brian. Se suponía que los mayores responsables cuidaban de los menores, ¿no? ¿Por qué Mark sería profesor de niños si ni siquiera tenía el impulso o la necesidad de cuidarlos por las noches? Bien sabía que lo de las patrullas podía estar un poco oxidado, o pasado de moda, pero había pescado a más de un alumno afuera, husmeando o simplemente rompiendo el "toque de queda". ¿Y si algo les hubiese pasado de uno ser porque los había vuelto a su habitación?

—¿Y has encontrado algo que valga la pena mencionar? ¿Micrófonos, cámaras ocultas? —preguntó, dado que aquella idea le rondaba la cabeza hacía días. —Y sobre el joven Hudson... si lo conozco, me parece un chico interesante, es muy poco sociable, y creo que cree que no le interesa nadie ni nada. Digo eso porque a su edad todos pensamos que el mundo podía explotar y no nos iba a importar, ¿no? —hizo una mueca, tras una sonrisa. Eso era cierto, la adolescencia a algunos le imponía alguna clase de odio por la humanidad, los padres y las reglas descomunal.

—Es un buen joven, responsable, estudioso, le gusta leer, si pasa seguido por la biblioteca... amh... estuvo en La Organización pero se retiró antes que ambos entraran —lo último lo dijo en susurro. —¿Por qué preguntas por él? ¿Ha ocurrido algo Mark? —se acercó sin notarlo al hombre. Esperaba que la respuesta fuese negativa. Y pensándolo bien, si el profesor estaba interesado en alguien era o porque sabía algo o porque algo sospechaba, y lo averiguaría.

Miró a Mark intrigado. —¿Sospechas algo de él? —dijo, sin temor. Creía tener la suficiente confianza con ambos como para soltar tal pregunta.

Publicado por Brian Downer Jue Ago 11, 2016 10:36 am

-En mi contrato no pone nada de patrullas. Estaría perdiendo el tiempo realizándolas que podría dedicar a cosas como ésta -dijo señalando con el pulgar hacia atrás a los retretes. Mark era leal y fiel a lo que se comprometía hacer, casi como un perro guardián. Pero también tenía tendencia a usar vacíos legales como ese para hacer lo que consideraba correcto si era necesario. Al fin y al cabo, para él era más leal el que te desobedecía por tu bien que el cumple con tus órdenes aunque sepa que son un fracaso. Esa era la principal razón por la que los oficiales de las unidades normales no les gusta que se mezclen con las de fuerzas especiales. El ejército regular necesita que cuando te digan que te retires, lo hagas y que cuando te digan que cargues, lo hagas también. En cambio, la gente como Mark en el ejército tenía otras funciones y podía decidir por sí mismos lo que era mejor. Si los mantenías demasiado tiempo pegados, los soldados normales intentan imitar a los del SAS y derivados lo cual lleva a resultados desastrosos.

-No he encontrado nada -dijo encogiéndose de hombros. Si tuviese permiso, se pondría a cavar con una pala en mitad del internado buscando cosas pero no creía que le fueran a dar permiso para desmantelar el edificio entero. Sabría hacerlo bien, era un experto en demoliciones. Ser experto en demoler cosas implica que también sabes cómo hacer para que no se rompan las cosas.

-Si no le importa nadie ni nada, es probable que lo único que le importe sea sí mismo y su pellejo. No me fío de la gente que deja que el miedo personal guíe sus acciones. Si abandonó la Organización por estar aterrado, bien podría vender a su propia madre por salir de aquí con vida -contestó de manera franca, sin guardarse nada para sí. Se cruzó de brazos pensativo. Había cuatro tipos de soldados peligrosos en el ejército y debías saber reconocerlos: Jingoistas, sociópatas, obligados y bien intencionados. Jack le encajaba en el hueco de obligados y eran los segundos más peligrosos. Gente que no quiere estar en mitad del campo de batalla y hace lo que sea para abandonarlo.

Lo más peligrosos eran los últimos, por supuesto. Como Ophelia. Hacen ''lo que tiene que hacerse'' y de esa manera, aunque son los únicos que se sienten mal por sus acciones, llegan más lejos que cualquiera de los otros tres. Porque tienen visión a largo plazo e inteligencia. No hay nada más aterrador en este mundo que una persona que cree que tiene que hacer cosas horribles por un bien mayor.

-Necesito más información, antecedentes familiares, cualquier cosa que me puedas decir.

Publicado por Mark Pratchett Mar Ago 16, 2016 1:13 pm

Se limitó a escuchar en silencio la charla entre los mayores, y la verdad era que ésto y el contenido de la misma la hacían sentir como una niña pequeña, totalmente ignorante de gran parte de lo que hablaban. ¿Micrófonos escondidos, cámaras ocultas? ¿Jack Hudson, qué tendría él? Recordó entonces al joven, volviéndolo a su mente; lo había visto deambular por la biblioteca, leyendo algún que otro libro, pero la verdad era que no recordaba haber entablado conversación con él, más que un mero saludo.

— ¿Sospechan de un adolescente? —indagó, alternando la mirada entre uno y otro, algo consternada. Aquello le había parecido aún más extraño que el tópico anterior, pero si se detenía a pensarlo no parecía tan descabellado tampoco, menos con las cosas que más o menos le había comentado Brian que sucedían allí. Optó entonces por dejar la pregunta en el aire, bajando la mirada y dando un paso hacia atrás; sintió finalmente que no le correspondía meter mucho la cuchara, más por desconocedora que por impertinente.

Caminó unos pasos hacia la puerta, volvió a mirar su reloj— Brian, ya casi es hora y me gustaría ordenar el lío de la cocina antes que nos coma el Coco —susurró a modo de chiste, sin mirarlo directamente. Observó entonces a Mark, e hizo un leve gesto con la cabeza— Los dejo hablar tranquilos, iré a ordenar la cocina. Buenas noches, Mark —acto seguido, desapareció tras la puerta.

Spoiler:

Publicado por Marie Abney Sáb Sep 03, 2016 11:33 pm

Estaba claro que el profesor de lengua era un hombre decidido, eso nadie lo negaba. Parecía ser frío, pero Brian en el fondo creía que su preocupación por el internado era genuina y un hombre completamente liberado de sentimientos no podía interesarse por nada. Por eso, cuando mencionó ese aspecto de Jack, le quedaron sus palabras resonando en el tintero.

—Espera Mark, si bien es cierto lo que dices de Jack, dudo mucho que sea tan así. En un primer momento se unió, eso le da la derecha— Miró a Marie y negó con la cabeza. Él no sospechaba de Jack, casi que no sospechaba de nadie y ahí residía su punto de conflicto.

—No, Marie, no sospechamos... Bien, gracias por ordenar. Por favor, guárdame un panecillo de canela para llevarme al cuarto que con todo esto ni he probado bocado —le sonrió y observó irse, sosteniendo la venda que le había puesto en el dedo. Se veía como la tela había absorbido sangre, sedienta.

Brian dejó que se alejara lo bastante, como para asegurarse que sus palabras no se oyeran más. Se arrimó un poco a la mesada y se reclinó sobre ellas. —¿Datos? Si te soy sincero, no tengo mucho de él. La primera vez que lo conocí fue por un castigo. Pero siempre me pareció correcto y aplicado. Que se retirase de La Organización me pareció extraño, pero en ese momento no le pregunté nada, ni por qués, ni cómos. Era su decisión y por ende la respeté. Claro que me gustaría saberlo pero.. algún día le preguntaré.

Hice una pausa, mirando al profesor y al suelo. —Aunque si en verdad quieres averiguar algo de él, siempre puedes recurrir a los archivos del internado, allí tienen todos los datos que busques. Bien, pero si te refieres a algo más sucio, no. No te voy a negar que es un joven extraño, que parece que esconde algo, pero con él y con la señorita Rohmer fue que La Organización empezó, un día en la biblioteca. Se mostró preocupado, con deseos de averiguar qué ocurría. Quizá, profesor, algo le pasó. Algo que le dio miedo. Algo que descubrió.

Lo miró directo a los ojos. ¿Y si era así?

Publicado por Brian Downer Miér Sep 07, 2016 3:35 pm

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