It means something that you can't break, ever.

"No tengas miedo" Se había dicho ese día antes de dormir, pero no era tan fácil, le asustaba la idea de dormir y que la gente mala de aquel lugar fuese a por ella, desaparecer... Le aterraba desaparecer, como les había pasado a los otros en el internado, lo sabía, sabía también que había muerto gente, sus propios profesores, algunos de ellos ya estaban muertos y otros eran el asesino. Era una niña... ¿Porqué tenía que sentir aquel terror de nuevo? Sentirse desprotegida era una sensación que conocía bien, toda su vida la sintió, pero lo que aquel internado le hacía sentir era diferente, realmente diferente. Algunas noches pensaba en ir a dormir con sus hermanos, pero claramente, unos no la dejarían y otros simplemente estaban demasiado ocupados como para darse cuenta de lo que ella necesitaba, como siempre. Si su padre estuviese allí... Una punzada de dolor ante la pérdida de su padre hizo que tragase saliva con un nudo en la garganta, le echaba de menos, mucho más de lo que había echado de menos a nadie. Recordó lo mucho que disfrutó, sobretodo los primeros días después de su adopción, cuando fueron de compras para que tuviese algo que ponerse más allá de la ropa rota del internado.

Los vestidos, su padre adoraba cuando usaba vestidos, así que se levantó de la cama para ponerse uno de los que tenía en el armario, su pelo, corto y revuelto, parecía tener un mal día, realmente echaba de menos su pelo largo en aquellas ocasiones, era más fácil de solucionar ya que podía ser atado, o hacer una trenza... Quizás era por esos días más en particular, por los que Ellie disfrutaba la posibilidad de poder ponerse aquella peluca que tan divertida le parecía. No fue hasta que llegó al hall del internado, cuando se paró de nuevo ante un espejo para pensar un poco más detenidamente, porqué quería usar una peluca cuando le gustaba tanto tener el pelo corto, además de que la que había elegido era de un color rubio bastante claro, su pelo natural era más oscuro, un castaño brillante... Pero no sabía porqué le atraía tanto tener la posibilidad de ver como le quedaría el pelo rubio, se preguntaba si quizás su madre biológica lo habría tenido de ese color, a lo mejor era un recuerdo que inconscientemente seguía allí con ella. Suspiró, mientras se miraba en el espejo con un poco más de atención ¿Se parecería a ella? Si la viese por la calle... ¿La reconocería? Fue entonces cuando se dio cuenta de que no estaba sola, su corazón dio un vuelco y desvió la mirada de su reflejo para encontrarse con el de otra persona, a una distancia razonable tras ella. La sorpresa se dibujó en su rostro lentamente, abriendo los ojos de una forma tan expresiva que casi parecía que iba a desmayarse de la sensación que ver aquel rostro en concreto le provocaba.

Publicado por Ellie S. Arenberg Miér Sep 07, 2016 12:50 pm

Malek Weaver no tenía prisa por nada, excepto de sus comidas favoritas al ser engullidas por él mismo, pero no por levantarse. Había podido conciliar el sueño siete horas atrás y le habían costado otras dos poderse dormir ante el miedo irrefutable de su imaginación a ser asesinado como el resto de compañeros, que aunque no los conocía sentía que podía ser el siguiente y no le gustaba nada. Como valiente que decía ser, estuvo dándole vueltas a alguna historia en la cabeza hasta que se cansó de auto contarse cuentos y cayó rendido.

Al abrir los ojos solo pudo pensar que se había salvado aquella noche, pero nadie sabía quién era el asesino y a quien atacaría. Había muchas cosas que no entendía bien pero no podía dejar de hacer teorías mentales. Tenía bastantes problemas desde que llegó pues no pudo evitar ver a su amiga del orfanato, o a quien dijo ser su amiga años atrás. Del enfado no quiso ir a hablarla y ella nunca lo vio. Malek trataba de esconderse y evitarla todo lo posible pero sabiendo que podía desaparecer gente o morir, el chico tenía claro que alguna vez debía hablar con ella. La veía un poco más cambiada, sobre todo si la veía con vestidos y esas cosas, la primera vez lo sorprendió bastante.

Caminó, ya vestido, por el pasillo al lado un grupo más mayor que bajaba a la entrada como él. No tenía planeado buscarla pero en cuanto la vio allí para en frente de un espejo no dudó en dar algunos pasos, pero a medida que se acercaba y la miraba se quedó paralizado por momentos. Agarró los bolsillos del pantalón y esbozó una mueca para empezar a hablar con la confianza y valor suficientes.
-¿Qué haces aquí?-sonó demasiado bajito así que lo repitió mucho más alto. -¿Qué haces aquí? Quiero decir… ¿Qué HACES aquí?- tenía ganas de preguntárselo desde que la vio al empezar el curso pero las cosas se habían complicado en pocos meses y no quiso acercarse a la amiga que lo decepcionó cuando más la necesitaba.
Recordó todo de repente, como vino asustado al orfanato y no la vio cuando la buscaba con la mirada entre la multitud. Como todos sus amigos lo abrazaron del susto, menos ella. Tragó saliva mientras la contemplaba con  ese cabello rubio artificial y aquel vestido mirándolo en el espejo sorprendida. Había cambiado mucho, era todo lo que podía pensar el muchacho, aunque solo por fuera. Al menos vio que seguía siendo unos centímetros más alto. Cogió aire como si este se le hubiera acabado del todo y frunció el ceño dispuesto a hablar pero su reacción al verlo lo dejó pasmado.

Publicado por Malek Weaver Miér Sep 07, 2016 6:45 pm

Una vez vio una serie sobre una chica que cazaba vampiros, en esa serie, en un capítulo en concreto ocurrían ciertas cosas cuya moraleja era "No puedes enterrar las cosas sin enfrentarte a ellas, o volverán a por ti", no supo porqué, pero pensó en esa frase cuando sus ojos se encontraron por primera vez con los de aquel niño tras años. Nunca se imaginó que volvería a verle, mucho menos allí, se dio la vuelta despacio para asegurarse de que no era un sueño o una imaginación, que solamente era un reflejo que desaparecería al darse la vuelta, y no lo hizo, era real, totalmente real. Pestañeó varias veces, confusa, estaba diferente, por supuesto, había crecido, su pelo era más largo, era mucho más alto pero no había cambiado en aquella cara de ratón.

-Ma...- Empezó a pronunciar, no había pronunciado aquel nombre en años, alguna vez, cuando tenía pesadillas, o recuerdos se escapaban de ella en voz alta, pero no pudo terminar la palabra pues el niño habló primero, obligándola a retroceder unos pasos hasta que se topó con la pared, totalmente extrañada porque justo él preguntase justo "eso".- ¿Yo? - Preguntó ella a su vez, no entendía bien como era posible ¿Cómo era posible que él estuviese allí? ¿Cuánto tiempo llevaba allí? -¿Qué haces tú aquí? ¿Cómo es que...?- Dio un par de pasos hacia él, quería tocarle, comprobar que no desaparecería si lo hacía, que realmente estaba allí. - ¿Eres real?- Quizás se había vuelto loca... Pero no lo parecía, aquello parecía de verdad, real. No pudo evitarlo y alzó la mano despacio, con un único dedo, tocó una de las mejillas del joven y el contacto casi se sintió como electricidad, porque de verdad esperaba por unos segundos que desapareciera como humo en el aire, pero no, era cálido, tal y como lo recordaba, no pudo evitar sonreír.- ¡Malek! ¡De verdad estás aquí!- Quiso abrazarle, pero algo en la energía que desprendía el chico la detuvo, no entendía como era posible que él estuviese allí, pero en aquel momento estaba tan feliz de volver a verle que poco importaba.

Publicado por Ellie S. Arenberg Miér Sep 07, 2016 7:47 pm

El chico no se podía creer que hacía ella en ese lugar. Sentía que el sentimiento de decepción y el de traición se habían juntado haciendo una bola que no podía contener al estar empezando una conversación con ella. No entendía cómo podía estar allí preguntándole lo mismo y frunció más el ceño. Le apartó la mano cuando sintió su dedo en la mejilla y se pasó la mano como si le hubiera pegado algo.
-Pues claro que soy real. No soy un espectro.-respondió en un tono molesto, aún con el entrecejo arrugado y mala cara. -Yo he preguntado primero. ¿Qué haces tú aquí?-insistió pero no la dejó hablar, tan solo mirarla y ver que parecía actuar como si él fuera un fantasma. ¿Acaso se creyó que había muerto cuando lo habían secuestrado? ¿Dónde estaba ella entonces? Se tensó un poco más al pensar en los peligros sin nombre y sin cara que rondaban por el internado.

La contempló con los ojos desorbitados, no sabía dónde mirar pues ella lo miraba como si hubiera visto un ángel en ese momento pero Malek se llevó la idea equivocada ya que se había quedado con la cara de sorpresa del principio y no podía quitársela de la cabeza (tal vez porque fue la primera vez que la miró a la cara desde que la vio en el internado.).
-No puedo creer que me mires como si fuera un fantasma. ¿Creías que me había muerto o algo así? Pues soy real. MUY real.- Los nervios lo hicieron hablar rápido y dando las cosas por supuestas. Iba a continuar pero entonces ella exclamó su nombre y su corazón padeció una pequeña presión, esbozó una mueca y sacudió la cabeza. No podía dejarse llevar por el reencuentro, tenía que decirle las cosas claras tal y como había ensayado las primeras semanas, el resto de días simplemente la evitaba.
-SÍ. ¡Sí, estoy aquí! ¿Y dónde estabas TÚ, HUH? ¿¿Dónde??-casi la gritó, elevó la voz soltando algún que otro gallo. Hinchó pecho, soltó el aire y apartó la cabeza hacia atrás estirando el cuello poniéndose recto de forma inconsciente. No podía dejarse llevar por la sonrisa de Ellie…-¿¿Dónde estabas cuando te necesitaba?? ¿¿Comprando v-vestidos??-la miró de arriba abajo moviendo la cabeza con nerviosismo por ello tartamudeó sin querer, nunca le había pasado algo así por lo que siguió hablando como si no hubiera pasado nada.-¡No estuviste allí! ¡No te enteraste de nada! ¿¿A qué no?? No te.... No te enteraste de que...-por un lado se estaba sintiendo terriblemente mal por recordar lo que había pasado, las pesadillas que ahora a veces se repetían, las horas atado, la tristeza que sintió al ver que ella no estaba allí cuando lo salvaron… Había pensado varias veces en la conversación que estaba teniendo pero nunca pensó que se sintiera así. Sintió que iba a destrozar la sonrisa de su vieja amiga, sin embargo, no se arrepentía de soltarlo todo, lo había estado necesitando desde que la vio pero no creyó que lo mereciera. Necesitaba ser sincero como lo fueron siempre el uno con el otro. Ahora las cosas se complicaban y no sabía cómo controlar la situación sin encender su enfado hacia ella debido a la falta de su mejor amiga cuando más la había necesitado.

Apretó los puños con fuerza, los había sacado de sus bolsillos, y la miró directamente a los ojos tragando saliva.
-¿Dónde estabas, El?...-su voz se rompió. No iba a llorar eso por descontado, era todo un hombre y su orgullo masculino de machote le impedía que ella lo viera llorar. Antes era algo distinto, pero ahora había "crecido"...

Publicado por Malek Weaver Jue Sep 08, 2016 3:36 pm

De todos los amigos que tenía en el internado, Malek era uno de los mejores, él y algunos de los chicos se habían sentido como su familia a lo largo de los años, mientras crecían juntos. Quizás por eso se sintió tan dolida con él cuando la última vez que le había visto se había enfadado con ella al comentarle que una familia quería adoptarla y llevarla a Los Ángeles, Malek probablemente sintió celos, como otros de los niños, muchos de ellos se enfadaron con ella, ahora sería una niña "rica", la adoptarían personas con mucho dinero... Pero ella no quería que las cosas cambiasen y sin embargo... Lo hicieron, nunca más volvió a ver a Malek después de que él se fuera enfadado cuando le dijo que se iría. Nunca más pudo volver al orfanato de visita, porque estaba demasiado lejos y "no entraba en los planes" cuando estaban de vacaciones... Por ello Ellie estaba algo enfadada con Malek, por fin le volvía a ver de nuevo y él actuaba como si ella tuviese que ser la que se sentía mal por algo. Si perdieron el contacto fue por culpa de él, no pudo darle su nueva dirección o un número de teléfono al que llamar antes de que él se fuera. Ella era la que debía estar enfadada, hasta que...

-¿Qué?- Se quedó perpleja cuando él empezó a gritarle después de apartar su mano, la apretó en el mismo sitio donde él le había dado para apartarla, como si le hubiese dolido más de la cuenta, pero no lo había hecho, simplemente se sintió sorprendida por el contacto. Ellie retrocedió sorprendida, él nunca le había gritado, o sí, pero no así, era diferente, ahora eran mayores, y Ellie odiaba cuando le gritaban, Malek lo sabía... Siempre lloraba cuando le gritaban en el orfanato, pero esa vez no lloró porque el shock fue mayor ¿De qué estaba hablando? ¿Cómo que dónde estaba ella? Terminó de retroceder, quedándose casi pegada a la pared, intentando entender las palabras del niño. - ¿De qué estás hablando? - Preguntó ella, sintiendo como los ojos ardían, quizás por la confusión, se había imaginado muchas veces un reencuentro cno sus antiguos amigos del internado, pero no así, no que tendría frente a ella a Malek, gritándole, odiándola... - ¿Dónde estaba cuándo? No... No sé de que hablas. Fuiste tú el que... Te fuiste...- Hablaba insegura, sin terminar de entender lo que realmente quería decir, lo más importante para ella en aquel momento era entender a que se refería él.- No es justo... No estás siendo justo, no sé de lo que estás hablando. ¿Qué pasó que no sé? Sabías que me adoptaban y aún así te fuiste, ni siquiera viniste a despedirte y luego no me dejaron volver al orfanato ¿Cómo iba a encontrarte eh? ¿Dónde estabas tú, entonces? Yo soy la que debería estar enfadada ¡No tú!

Publicado por Ellie S. Arenberg Jue Sep 08, 2016 6:47 pm

Malek se fijó en aquella pequeña marca que tenía su amiga Ellie en la frente, él sabía cómo se la había hecho pues había estado presente en el salón de juegos del orfanato cuando su amiga cayó y se dio contra un carrito de chucherías y helado de juguete. Con razón no le gustaba lo dulce. El recuerdo se desvaneció en su cabeza con la voz de su amiga hablándole de aquella forma como si no supiera lo que pasaba. El chico estaba tan al límite que no podía hacer otra cosa que darle las culpas a la que había sido su mejor amiga años atrás.
-Yo no me fui.-su voz volvió a romperse por lo que esperó unos momentos para anteponerse a la situación y volver a restaurar su confianza, o la confianza que creyó tener para dar el paso adelante y hablar a Ellie.

La vio de nuevo contra la pared como si la estuviera asustando, pero Malek no se daba cuenta de ello pues tras lo que había sufrido aquellos años atrás sin ella estaban siendo presentes en aquel preciso momento. Puede que no estuviera siendo “mayor” en ese momento pues no veía que ella no estaba entendiendo nada pues Ellie empezó a hablar del tirón también mientras se sujetaba la mano que él había apartado.
Le costó hablar después de que ella le gritase de vuelta.
-¡No me marché!-sus puños apretados estaban empezando a hacer daño la palma del niño que no podía hacer otra cosa que aguantarse para no lagrimear. -¡No me marché, no me marché! ¡No lo hice!-repitió, buscando las palabras correctas para acabar diciéndole lo que quería decir: que fue secuestrado el día en que la adoptaron. Su mirada no se apartaba de la de ella, como si quisiera decírselo de ese modo, sin palabras. Quería que lo creyera. - ¡Yo no me fui! ¿¿VALE?? ¡NO me fui! ¡Fui secuestrado por un bastardo asqueroso disfrazado de policía que me llevó a un maldito bosque! ¡YO no me fui! ¡TÚ lo hiciste!-gritó de nuevo y gesticuló con una de sus manos mientras se acercaba a la Ellie irreconocible, con peluca y vestidos de niña rica. La había visto vestida así en clase y en los pasillos, a veces, no siempre. Se había dado cuenta del cambio pero no quiso decírselo en ese momento. Su cabeza estaba en la escena donde se lo llevaban, el golpe que se dio (pues aún tenía la cicatriz bajo su cabello largo, por ello lo llevaba así desde hace unos años) y lo mal que lo pasó atado hasta que lo encontraron. Malek quería que Ellie supiera que se había sentido decepcionado y traicionado por haberse ido cuando hubo ocurrido la desgracia, pero no entendía porque no debía culpar a su amiga. No era su culpa, pero él se sentía demasiado mal como para verlo claramente. Al menos por ahora.

No se dio cuenta de que dos lágrimas bajaron por sus mejillas. Malek recordaba haberse ido a jugar a futbol con los otros chicos porque Ellie le había dicho que se iba a ir ese día y no tenía ganas de verla, pero entre el juego y lo demás el enfado se le fue pasando hasta que el tipo apareció.
-Quería despedirme de ti…-cogió aire notando algo extraño en el pecho. -…pero cuando volví no estabas allí. Te habías ido…-pudo decir y se calló al escuchar su voz quebrarse como la de un niño pequeño, no quería eso. Sus ojos no se apartaron de los de Ellie por unos segundos y luego notó sus mejillas frías por lo que se limpió en las mangas de su camiseta apartando la mirada de su amiga. Quería darse la vuelta y no hablar más, quería irse de allí pero su cuerpo no le respondía.
A pesar de ello, sabía que la echaba de menos y que siempre lo había hecho.

Publicado por Malek Weaver Jue Sep 08, 2016 7:47 pm

La percepción del mundo de Ellie era algo diferente al resto de las niñas de su edad, lo sabía, probablemente por la forma en la que se había criado y las experiencias vividas su nivel de madurez era diferente al de los demás, su conocimiento del sufrimiento era mayor, pero a su vez, desconocía lo que el mundo realmente podía hacer. No comprendía porqué Malek estaba tan enfadado, después de años sin verse era un desconocido para ella, no iba a mentir, pero aún así, su corazón se encogió y sus ojos se aguaron con rapidez cuando él empezó a gritar, negando que fuese él quien le dio la espalda a ella, como si fuera una verdadera ofensa. Iba a pedirle que no le gritase, que no lograba entenderle, cuando de la boca del que en algún momento en el pasado fue su amigo salió aquella frase que la dejó sin aire.

-¿Secuestrado?- Mentía, claro que mentía ¿Cómo podía mentir con algo tan serio? El Malek que conocía nunca mentiría con algo así, nunca le haría algo así a ella… Pero a su vez, el Malek que conocía tampoco habría simplemente desaparecido como lo hizo, sin decirle adiós. Ellie pestañeó un par de veces confusa, como si él acabase de abofetearla, no quería creerlo, pero se sorprendió a si misma haciéndolo, secuestrado… Un hombre vestido de policía… ¿Qué demonios era todo aquello? Miró detenidamente a los ojos del niño mientras este lloraba, lloraba, provocando que ella sintiese ganas de hacerlo también.- No lo sabía… No me lo dijeron, no lo sabía…- Repitió varias veces, sin terminar de entender realmente la gravedad del asunto, quería preguntar mil cosas ¿Cómo que secuestrado? ¿Qué le habían hecho? ¿Habían sido malos con él? ¿Cómo se salvó? Pero no parecía el momento, en aquel momento, aún cuando sentía que él la odiaba, no podía simplemente dejar las cosas así, una última frase de Malek y Ellie sintió que aquello era demasiada tensión para personas tan pequeñas como ellos, demasiadas emociones juntas. Aún a riesgo de que él la rechazase, no pudo evitarlo y acortó la distancia para abrazar a Malek, odiaba ver a la gente llorar, siempre intentaba reconfortar a alguien si le veía triste, le apretó con fuerza, antes de que él pudiese hacer algún movimiento para apartarla.- Lo siento… Es mi culpa…. Lo siento…- No sabía si había sido su culpa o no, pero se sentía culpable, debió estar allí con él, debió protegerle.

Publicado por Ellie S. Arenberg Sáb Sep 10, 2016 3:01 pm

Por mucho que no lo sintiera físicamente Malek sabía que estaba negando con la cabeza a lo que Ellie estaba repitiendo una y otra vez. ¿Cómo que no lo sabía? Él lo había pensado, durante unos minutos tras volver al orfanato. No la vio allí, creyó que aún estaba enfadada pero cuando le dijeron que se había marchado, que no volvería, que estaba con su nueva familia, automáticamente pensó que eso era más importante para ella que él, que su amistad, que su algo innombrable y especial.
Sin duda crecer estaba siendo complicado.

Volvió a agarrar las manos a los bolsillos, intentando salir de ese torbellino de emociones que no dejaban de repetirse en bucle. Como si ella de alguna manera lo activase, su mente y cuerpo se activaron al sentir su abrazo y dio un respingo. Pestañeó quedándose quieto por unos segundos, escuchando su disculpa y volviendo a aquel flashback pesadilla que lo acosaba cada vez que veía a Ellie y quería evitarla. Quería que las cosas hubieran sido diferentes pero no lo eran. Ya no eran como antes. Ya no podía abrazarlo de esa manera, ¿verdad?
Sacudió y apartó a El. Quizás un poco brusco, pero no demasiado. Nunca había sido un niño demasiado fuerte así que no la tiró al suelo. Además que en esa situación no tenía fuerzas para nada.
-¿¿Pero que está MAL contigo??-frunció el ceño rechazado el abrazo y mirándola como si no tuviera derecho, ya no, a hacer ese tipo de cosas. En ese momento no estaba pensando en si tenía público o no, ahora mismo estaba en una burbuja que contenía a una Ellie confusa y a un Malek enfadado. -Claro que es culpa tuya. Preferiste irte con tu nueva familia que quedarte. ¿¿Y sabes qué?? ¡Eso no se le hace a los amigos! ¡Los amigos se quedan! ¡Y tú no lo hiciste!-los nervios y la tensión del momento hicieron que la respiración de Malek siguiera agitada ante los gritos. La manera en que hablaba en aquel tono molesto y enfadado era la forma que tenía el niño de poder externalizar sus “sentimientos” y el cómo se había sentido sin Ellie en ese momento que tanto la necesitaba.

Había querido a ir a despedirla, claro que lo había querido... Pero no tuvo tiempo. Nunca se hubiera perdonado no ir a decirle adiós o incluso un hasta luego. Ese momento nunca sucedió, ni siquiera sucedía ahora decirse un simple hola.
Apretó los labios y los puños para contener las lágrimas, no iba a llorar más (y menos delante de ella...). Intentó controlarse mientras la miraba serio.
-Solo dime.-hizo una pausa. -Dime porqué te fuiste.-quería saber eso. Necesitaba saber qué era más importante que su amistad. Malek sabía que cuando era pequeño se había enfadado porque no la volvería a ver y luego también porque ella tendría una familia y él no, además de que siempre decía que el orfanato era su familia, no se quería sentir mal por no tener un padre y una madre. Sus amigos en el orfanato eran su familia, sus hermanos de todas las edades, razas y géneros.

Ayuda gráfica:

Publicado por Malek Weaver Dom Sep 11, 2016 10:28 am

Le conocía lo suficiente aún cuando hacía 4 años que no se veían, cuatro años y la primera vez que volvía a ver a su mejor amigo este la apartaba con fuerza, como ella sabía que lo haría, lo que no se esperaba era las duras palabras que él diría después, mucho más dolorosas que cualquier empujón. Ellie sintió que sus ojos ardían mucho más ahora, gritando por liberar lágrimas que no quería dejar ir ¿Él le estaba diciendo todo aquello en serio? Si bien es cierto que la última vez que se habían visto se habían peleado cuando ella le dijo que sería adoptada, era cierto que él se enfadó, pero jamás, jamás pensó que él, si hubiera llegado a estar allí para despedirse, le habría obligado a elegir, elegir entre cumplir el sueño de su vida, tener una familia, saber lo que era tener un padre, una madre, un hogar... O quedarse allí, en un orfanato donde nadie le prestaba atención menos cuando se portaba mal para poder pegarle. Si, Malek estaba allí, sí, Ellie quería llevarle con ella, o al menos ir a visitarle o incluso poder escribirle hasta que tuviese la edad suficiente para ir a verle sola... Pero nada de eso pudo ser, porque nunca más la dejaron volver, porque él ya no estaba cuando ella se iba.

-¿Cómo te atreves? - Murmuró por lo bajo, llorando de la rabia, y comenzó a darle empujones.- ¿Cómo te atreves? ¿¡Cómo te atreves!?- Preguntó cada vez elevando más la voz, dándole un empujón casi cada dos palabras, hasta que Malek casi llegaba a dar contra la pared. - ¡No eres nadie para exigirme nada! ¡Vuelves aquí, después de 4 años a decirme todas esas cosas horribles! - Se secó las lágrimas con la manga, como hacía desde que era pequeña, casi hipando en medio de sus exclamaciones. - ¿Qué habrías hecho tú? No podíamos negarnos a una adopción, no me dieron una opción, y aunque la tuviese ¿Habrías renunciado a un hogar? ¿A unos padres? ¿Por quedarnos en un lugar en donde nos ignoraban o nos pegaban? Tenía un plan, iba a volver a por ti, iba a... Pero tú no fuiste, desapareciste, y pensé que no me querías volver a ver ¿Sabes cómo me sentí? ¿Sabes lo horrible que fue? Y a pesar de todo eso seguía contenta cuando te recordaba, me aferraba a ese sentimiento y esos recuerdos para no odiarte porque esos recuerdos era lo mejor en todo el mundo para mí y no voy a dejar que estropees esos recuerdos ahora. ¡No te dejaré! - Le dio un último empujón, ninguno de ellos había sido realmente fuerte, eran más empujones que lo movían hacia detrás por cada uno.- ¡Nunca quise hacerte llorar ¿Vale?! Nunca quise que esto pasara. No así, no me fui, fui adoptada, Malek, y tú me echaste de tu vida, enfadándote por algo que no era mi culpa, como haces ahora, y luego te fuiste corriendo sin que pudiera seguirte y ahora apareces, diciendo que todo es mi culpa, que...- Cerró los ojos, estuvo esperándole, horas, horas hasta que sus nuevos padres ya casi molestos le dijeron que no podían perder más tiempo, que su avión iba a salir pronto.- Tenía 9 años, Malek, ¿Qué querías que hiciera? ¿Qué demonios querías que hiciera? Vale, es mi culpa que te secuestraran, es mi culpa que me adoptasen, es mi culpa que te fueses antes de poder planear algo juntos, todo es mi culpa, he aprendido muy bien que todo lo es, ahora todo va mal ¿Te hace eso feliz? ¿Saber que todo va mal? ¿Qué la familia que me adoptó se ha roto? ¿Que mi padre ha muerto? ¿Que tengo unos hermanos que no me quieren y que nunca me dejarán ser de su familia? ¿Qué mi amigo acaba de reaparecer y me odia? ¿Te hace feliz saber que estoy pagando todo lo que te hice? Pues eso es lo que está mal conmigo, todo está mal conmigo, ahora vete de nuevo, a lo mejor tienes suerte y me llevan esta vez a mí.- Estaba enfadada, mucho, y dolida, y la revolución hormonal de la preadolescencia no ayudaba, se dio la vuelta y comenzó a caminar para salir del hall, con los puños cerrados y tratando de no llorar más, no hasta que hubiese llegado a un baño o algún lugar más escondido.

Publicado por Ellie S. Arenberg Dom Sep 11, 2016 7:48 pm

El niño no se esperaba la reacción de ella (tal vez porque hacía cuatro años que no estaba cerca de ella), pues se esperaba que él hiciera lo mismo pero se quedó quieto. Dio un paso hacia atrás sin pegarse a la pared pero casi llegando a esta. Malek pudo ver que no era el único enfadado pero no entendía por qué Ellie lo estaba, por lo que se desconcertó al verla de esa forma.
-¡Hubiera…!-no pudo hablar porque ella siguió. Continuó echando su enfado y confusión sin filtros. Apretó la mandíbula cuando vio como parecía estar volviendo la discusión en su contra y no le gustó nada porque por una vez él tenía la razón (Ellie antes se la había dado ¿Qué había cambiado en la cabeza de la niña?) Malek no entendía nada de nada, sus oídos no podían creer lo que estaba escuchando. Hablaba de padres, de sentimientos, de recuerdos, y encima lo estaba empujando. Explotó de nuevo porque se negaba a si mismo que había llorado. Dio un paso hacia ella, irguiéndose, algo inconsciente. -¡No he llorado! ¡Yo no…!-pero Ellie seguía gritándole, recordándole cada momento anterior al secuestro, la última vez que se vieron hacia cuatro años y Malek no podía pensar en otra cosa que en la culpa que tenía ella por no haberlo ido a buscar. Pero en aquel momento las cosas estaban en tensión y ninguno hizo el primer paso para perdonarse porque la sola idea de no volverla a ver era demasiado dura. Fue duro, de hecho. Aquel momento también estaba siendo duro. -¡Podrías haberme venido a buscar!-recordaba que se había puesto a jugar al balón con los chicos, Ellie podría haberse venido. Malek sabía que pudo haberlo hecho, el juego siempre era la reconciliación perfecta. No se tenía que hablar, simplemente sabías que el otro te perdonaba (que ambos lo hacían) y con gestos genuinos podías volver a la normalidad.

Volvió a quedarse a cuadros cuando ella le dio la razón de nuevo pero con un tono y unas palabras que lo hicieron pensar que su antigua amiga estaba hablándole como si aún tuviera nueve años y no era así, había crecido. Lo desconcertó cuando habló de su familia, como si se descargase con él, empezó a hablar sobre la adopción. Cosas que no le gustaron nada. Lo único que pudo pensar Malek fue que hubiera sido mejor que se quedase con él en el orfanato y no le bastaron minutos para querer decirle que él tenía razón, que hubiera sido mejor quedarse, y quiso decirle “te lo dije”. Ellie se dio la vuelta y Malek apretó los puños, no se iba a quedar con la última palabra.
-¡Te lo dije! ¡Hubieras estado mejor conmigo! ¡Y tu…!-el dolor que podía imaginar que hubiera sentido su amiga podía ser una pizca de lo que en realidad sintió, de todos modos no le estaba gustando verla así, ni llorando, ni enfadada con el mundo, con su propia vida y con él. No le gustaba estar enfadado con ella pero Malek continuaba pensando que tenía la razón. -¡Te fuiste! ¡Pudiste haber dicho que no…! ¡Pudiste…! ¡Te marchaste, Ellie!-se le escaparon varias cosas que Ellie dijo porque no se podía enterar de toda la conversación en ese estado, si hubiera estado más calmado hubiera podido observar con más atención. Se separó de la pared y avanzó unos pasos hacia la Ellie llorosa. Ella había dicho que él la odiaba. ¿Odiar? No sabía si era eso, solo sabía que lo gritó al árbol que solían trepar en el orfanato pero el sentimiento no era ese. Odiar eran palabras mayores pero sabía que podía confundirlos con lo que sentía. -¡Y lo vuelves a hacer ahora! ¡Te vas! ¡Pues bien, vete! ¡Pero que sepas que... no te odio pero estoy enfadado contigo! ¡Muy enfadado! ¡Te fuiste sin ir a verme, si te hubieras quedado unos momentos más todo hubiera cambiado! ¡Te estuve esperando los años siguientes y no apareciste ni una sola vez! ¡Te olvidaste de mí por esa familia! ¡Esa estúpida familia! ¿¿Quieres que te lleven para qué?? ¡Para marcharte porque es lo que siempre haces! ¡Si te vas no te quiero volver a ver más en la vida!-titubeó esta vez, al exclamar en su dirección. La cosa no estaba yendo bien. Malek ni siquiera sabía que decir, no sabía cómo ordenar su enfado con las cosas que acababa de escuchar, como si ella lo hubiera dejado en shock, además del pavo de la preadolescencia que llevaba encima, su chulería, su orgullo, el ego, llamémoslo como sea. Era mentira que no quería volver a verla, no lo decía en serio, y de ser así no iba a poder evitarla de nuevo ahora que ella sabía de su existencia la miraría seguramente, cruzarían miradas y eso lo atormentaría hasta que el tiempo hiciera lo que tuviera que hacer. Pero en ese momento, en caliente, no podía gritar otra cosa que no fuera para externalizar esa rabia del enfado que llevaba acumulando cuatro años sin verla, sin ella, con el dolor de la traición y la tristeza combinadas.

Las uñas de Malek le habían dañado la palma levemente, ante la agitación no podía sentirlo porque estaba más pendiente de ver la espalda de Ellie irse, como lo dejaba allí en el pasillo derrumbado como cuando estuvo en el orfanato. Habían prometido no separarse.... ¡Ellie lo había prometido! Y como si su enfado mental y conversación interna siguieran en la realidad exclamó:
-¡Lo prometiste…!-no podía permitir que volviera a abandonarlo de esa forma, rompiendo la promesa por segunda vez por cuenta propia, por lo que avanzó a grandes zancadas rápidas con el ceño fruncido. La empujó sin pensar las consecuencias, no demasiado fuerte porque estaba dolido y en ese momento no tenía fuerzas (nunca había sido conocido por su complexión de fuerte, ni de héroe, ni nada por el estilo…). Creía que dándole un último empujón él acabaría la conversación, que él tampoco quería volverla a ver, que él también tomaba la decisión de que ella se marchase pero no era así. Su respiración agitada y su rostro denotaban que no quería hacer lo que estaba haciendo, ni quería ver lo que estaba viendo.
No podía imaginarse que Ellie se fuera, que la matasen por la noche o la secuestrasen. De alguna manera, desde los sucesos, había estado observándola para saber que al menos aún estaba allí.

Publicado por Malek Weaver Jue Sep 15, 2016 11:39 am

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