Sullivan, Marjorie Perziske

▲ Edad: 18 años.
▲ Grupo: Estudiantes.
▲ Rango: Quinto curso.
▲ Played by: Ashley Moore.
▲ Deporte: Atletismo.
▲ Actividad Extra: Jardinería.


▲ Fecha de Nacimiento: 17-08-1998
▲ Lugar de Nacimiento: Nueva York, EEUU.

Nació en uno de los barrios de Brooklyn, en una familia de no mucho poder adquisitivo; a pesar que no tenían mucho dinero, Maryo recuerda su infancia con cariño. Su madre trabajaba como mucama en uno de los hoteles cercanos y su padre era un mecánico de poca fama; dos hermanos mayores, ambos varones. Ella se encontraba más cómoda con el primogénito de la familia, Samuel. Él era todo lo que los padres pueden querer en un hijo: siendo obediente y servicial. Martin, el segundo, él era rebelde... demasiado, quizás. El dolor de cabeza de mamá y papá. Maryo era demasiado inquieta, correteaba de un lado al otro con una sonrisa y aquellos cabellos rizados que rebotaban de manera bastante graciosa.

En el vecindario había un chico al que Maryo llamaba "El mono". Éste chico era una auténtica pesadilla, era un año menor que Samuel, pero un año mayor que Martin, a quien convenció de unirse a su pandilla de monos cuando tenía doce años en vista que Samuel no se prestaba a esa clase de cuestiones, pues tenía cosas más importantes de las cuáles debía hacerse cargo. No obstante, Martin se metió en problemas junto con el otro chico a tal punto que llegó a sus expedientes, teniendo advertencias... Era la primera advertencia de Martin, nada demasiado grave, pero el Mono no podía decir lo mismo. Así que el Mono, siendo tan descarado como podía serlo, convenció a Maryo que su queridísimo hermano estaba metido en problemas y en lugar de preguntar o buscar alguna otra explicación por parte de éste, Maryo decidió tomar medidas por su propia mano escabulléndose en el despacho de la directora y encontrar los expedientes. Eliminó por completo aquel incidente. ¿Que cómo lo hizo? De la manera más simple que se le ocurrió: quemándolos.

Maryo no se creía que eso hubiese sido tan fácil, pero la escuela no era una que tuviera muchos recursos y todos los expedientes se mantenían en una estantería a papel y pluma, sin copia, porque la directora era lo suficientemente tacaña como para quererlo así. Lamentablemente para Marjorie, ese era el inicio de un circulo interminable de favores y chantaje. Oh, sí... El Mono la chantajeó de ese momento en adelante, pues había descubierto los dotes de la morena para robar cosillas. Nadie sabía de ésto, ni siquiera Martin, pues cuando la niña de diez años comenzó a juntarse con ese sujeto, le hizo jurar que dejaría a su hermano en paz, que haría lo que fuera para que éste dejara de meterse en problemas. El Mono así lo hizo. Poco a poco, Marjorie se sentía cada vez más perdida... acudía cada vez que el chico le tiraba piedrecitas al cristal de su ventana o le llamaba, iba de un lado al otro con él con tal que no contase nada... Cada favor que cobraba se acumulaba sobre su espalda, hundiéndola más y más. Y cuando pensó que las cosas no podían ir peor, su padre murió.

No era nuevo que en el vecindario desaparecieran personas, o llegaran las noticias que alguien había muerto cerca, pues no era el sitio más bonito de la ciudad, pero Marjorie no esperaba a la policía frente a su casa, menos aún después que aquella tarde hubiera cometido un altercado en una casa al término de la calle. Cuál sería su sorpresa al escuchar la fatídica noticia...

Tras la muerte de su esposo, la Sra. Sullivan tuvo que conseguirse alguna forma de ganarse más dinero; aumentando las jornadas laborales, consiguiendo un segundo empleo, pero nada parecía que podría ayudar lo suficiente, pues cada vez que lograba pagar una cuenta, dos más se le venían encima.. Fue cuando Samuel dejó la escuela y comenzó a trabajar en el taller donde su padre había trabajado hasta el día de su muerte. Martin no hizo caso alguno, y como El Mono parecía que le había dejado desamparado, fue en busca de nuevas amistades... que no por eso eran mejores. Incluso Marjorie colaboraba, pero como ella no podía trabajar mantenía la casa lo más limpia que podía, cocinaba y realizaba sus deberes escolares... aunque su promedio bajó considerablemente por ésto y porque por las noches, se salía a hurtadillas de casa para reunirse con el Mono, quien había decidido cambiar sus horarios para que la más joven pudiera mantener la cara frente a su madre. No sabía si eso era decencia o si solamente continuaba buscando joderla.

No fue hasta sus trece años que una misteriosa carta llegó hasta su puerta, invitándole a asistir a un internado lejos... Dunkelheit. Su madre, en una extraña mezcla entre tristeza y felicidad, incitó a su pequeña a que asistiera a dicho lugar, pues era un sitio al que, con sus escasos recursos, era imposible que pudiera ingresar de otra forma. En un principio, la niña no quería ir, pues no se le hacía justo que ella fuera a un lugar como ese mientras el resto de su familia continuaba viviendo de aquella forma tan difícil, sin contar que tenía cuentas pendientes con su pesadilla personal. Sobra decir que Martin no le dirigió la palabra por las siguientes dos semanas, en las cuales Samuel se las arregló para convencerla de ir a Dunkelheit. Marjorie se sentía mal, demasiado... en aquella casa el único que ella sabía que realmente aprovecharía algo como eso era, irónicamente, el hermano que justamente había botado todos sus estudios para mantener una familia a tan temprana edad.

Habiendo preparado su maleta, la niña se fue al internado y perdió contacto con su familia durante todo el ciclo escolar, para cuando volvió al año siguiente, se llevó la sorpresa que su madre había perdido sus trabajos y como no la contrataban, terminó recurriendo a la prostitución. Y si eso no fuera poco, ahora Marjorie no era la hija menor... tenía un par de hermanitos, aunque no sabia de quiénes eran hijos... y su madre, tampoco.

Ese verano, Marjorie aprendió a cambiar pañales, a preparar biberones y cuidar bebés... dos bebés al mismo tiempo. Pero aunque al primer momento odió esa sensación, para la segunda semana ya les había cogido cariño a los pequeños monstruos, como les llamaría desde ese momento en adelante. Al volver, además, se topó con el Mono, quien no estaba muy complacido con la repentina desaparición de Marjorie por tanto tiempo. Entonces la denunció, dirán, pero no lo hizo. No tenía caso hacerlo si Marjorie no se encontraba en la ciudad, así que esperó para darle un buen susto. Cuando se encontraron, Maryo le explicó la situación que estaba viviendo y el mayor pareció que lo entendió... a medias. Maryo volvió a delinquir y al término del verano regresó al internado. Hasta ese verano, la morena nunca había deseado con tantas fuerza que las clases empezaran, tomándolas como un escape a su vida cotidiana...

Marjorie descubrió en el canto y el baile una forma para desahogarse, además de la percusión, por lo que comenzó a llevar unas baquetas que su hermano Martin le había regalado. Son de buena calidad, Marjorie sigue sin saber de dónde las sacó y cómo es que le grabó su nombre, pues parece un trabajo hecho con fuego, muy profesional.

Años más tarde, cuando atravesó el umbral de su casa con las maletas en mano, se encontró con Tyler Turner desparramado por el sillón. Quizás a ustedes, lectores, no les preocupe tanto como a Marjorie, o quizás les escandalice cuando sepan que Tyler Turner era el nombre con el que "El Mono" había sido registrado. Marjorie, al verlo, se apresuró a querer sacarlo por la ventana antes que su madre se lo encontrase. Él opuso resistencia, obviamente y no la más joven apenas y logró acercarlo al cristal de la ventana para que se dispusiera a bajar por la escalera contra incendios de los departamentos. Su sorpresa vino cuando Dominique entró en la habitación... con una bebé de unos cuántos meses... Marjorie, tenía otra hermanita y ésta era hija del padre de Tyler.

Lo que vino después de eso es historia, Marjorie cuidaba de los más pequeños, Tyler dejó de pedirle que robara, pero en cambio comenzó a pedirle otra clase de favores en casa... sobra decir que la morena jamás se los cumplió.

Este ciclo escolar, Maryo llegó con una actitud aún más distante, más extraña, ya no sonríe tanto y ciertamente hay algo que ronda su mente... más de lo común. Ciertamente esconde algo, pero sabrá Zeus qué es lo que será.



▲ Familiares:
» Samuel Sullivan: Padre (Fallecido) —Eran cercanos cuando vivía, sin embargo cuando comenzó a juntarse con el Mono, ellos se distanciaron. Se siente culpable por su muerte..
» Dominique Sullivan: Madre  (40 años) —Actualmente Marjorie se la vive cabreada con ella, le culpa por haber perdido su trabajo y tener que prostituirse para sobrevivir, además de haberse juntado con alguien de la calaña de Turner.
» Samuel Sullivan Jr.: Hermano mayor (24 años) —Actualmente tienen muchos piques por todo lo que ha pasado, pero no por eso dejan de quererse. Sigue siendo su hermano favorito.
» Martin Sullivan: Hermano mayor (21 años) —Siguen llevándose con la punta del pie, aún así si alguien hiere al otro, se las pagarán. Son hermanos después de todo, y se cuidan.
» Dominick & Jeremy Sullivan: Medios hermanos menores (5 años) —Los pequeños monstruos. Marjorie los quiere mucho y ella les cuida todo el tiempo que está en casa. Son su pequeño dolor de cabeza, pero irónicamente prefiere pasarse la tarde en su compañía. Dominick fue diagnosticado con hiperactividad, pero Marjorie no cree en ésta clase de etiquetas.

» Abbey Turner: Media hermana menor (2 años) —La adora y cuida a pesar que odia a su padre. Junto a los pequeños monstruos, hacen una triáda de desastre después del almuerzo..

» Robert Turner: El "amigo" de mamá y padre de Abbey (47 años)—Le desprecia bastante y no confía en él.
» Tyler "El Mono" Turner: Ése idiota (22 años)—Joder, ¿Realmente tenemos que poner alguna descripción? ¡Háganse la idea!.



Es tan reservada, o cerrada, que no expresa sus sentimientos o pensamientos con facilidad, usualmente mostrando una máscara de indiferencia, hostilidad o altanería. Desconfiada y escéptica ante los otros sí se muestran afectuosos o amables hacia ella, pues piensa que las personas no dan nada a cambio de nada. Todos esperan algo, no hay buenas acciones, solo intercambios. Y ella ya está harta de estos. No tiene mucho tacto para decir las cosas, por lo que dice en muchas ocasiones suena cruel y sus actitudes también lo son en su mayoría. Es una cabezotas orgullosa y usualmente le gusta contradecir a los otros de tener oportunidad y argumentos. No tiene mucha ciencia, si dices blanco, ella dirá negro y no la sacarás de ahí, incluso cuando internamente sabe que se ha equivocado. Es de temperamento corto y bastante irritable. Pero cuando decimos corto, realmente queremos decir muy corto. Es valiente y leal, de encontrar a una persona que pase a través de sus muros (como sus hermanos) es capaz de dar todo por esas personas, volviéndose protectora con ésta persona... Aunque no lo demuestra de manera tan directa con aquellos que no sean sus hermanos o ciertos casos especiales y aislados.

▲ Virtudes:
» Es una virtuosa del arte del canto, el baile, la actuación y la percusión.
» Es bastante independiente.
» Es alguien muy trabajador.

▲ Defectos:
» Inaccesible en la mayor parte de los casos.
» Es rencorosa.
» Cuando está con alguno de sus hermanos (o con ciertas personas), se comporta de forma infantil.


▲ Pertenencias:
» Un par de baquetas de madera, grabadas con su nombre y algunos diseños pequeños que le regaló su hermano Martín.
» Placa pequeña de forma rectangular, al reverso tiene el nombre de su padre.
» Tiene una fotografía de su familia... Cuando ella aún estaba en el vientre de su madre; papá, mamá y sus dos hermanos.

▲ Enfermedades, Miedos y Manías:
» Es alérgica a la nuez, los brazos, rostro y cuello se llenan de manchitas que le son imposibles de no rascar como loca.
» Teme a enamorarse, mayormente a sufrir por ésta persona o no ser correspondida de la manera que espera. El entregar el poder para absoluto para destruirle con solo un movimiento. Le teme a eso. Teme al futuro, a no saber qué es lo que tiene preparado el destino para ella. Teme cometer errores por amor, y el embarazarce es uno de ellos... Más que nada, Teme convertirse en su madre y traer al mundo niños que sólo van a sufrir.
» No le gusta el silencio, le molesta en cierta forma, por lo que cuando hace silencio y está aburrida comienza a tamborilear por las superficies cercanas con los dedos o marcar el ritmo de alguna melodíaen su cabeza. Tiene la manía a siempre estar en movimiento. Todo el tiempo.

▲ Habilidades:
» La danza, y el canto son cosas que se le dan muy bien, sino que excelente, además de la actuación. Transmite sensaciones con cada una de éstas disciplinas, aunque en la que mejor se desempeña sea en el canto. Éstas -canto y baile- son las únicas actividades en las cuales se puede observar sin tapaderas quién es Marjorie, pues expresan con su cuerpo aquello que no puede decir.
» Agilidad: Resistencia, aguante, rapidez y velocidad...  Corre, salta y escala desde que es una niña, perfeccionando su resistencia y velocidad de reacción a lo largo de los años. Ésto lo utiliza, obviamente, en atletismo, baloncesto y baile, pero de darse la necesidad y huir es difícil que la alcancen... Al menos los oficiales de Brooklyn nunca la atraparon.
» Abrir cerraduras: Le es bastante sencillo abrir cerraduras con algunas cuantas cosillas, como horquillas. Sino, se las ingenia con lo que tenga a la mano, como forcejear una puerta... es extraño, pero muchas veces encuentra la forma de abrir lo que tenga enfrente.


▲ ¿Sabías que...?:
» Maryo sueña con volverse actriz de teatro e interpretar papeles en los musicales de Broadway
» A Pesar de sus marcados gustos (canto, baile y actuación), éste año decidió unirse a una actividad extra que fuera diferente, uniéndose a jardinaría. Ella dice que es para experimentar y aprender cosas nuevas, aunque la realidad teme que otros vean a la Maryo "real".

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