Clear blue skies

Todos en algún momento de la vida, encontraban esa persona que significaba algo mas que un amigo, era un mejor amigo. Cuando Callie había conocido a Nate, ninguno de los dos se encontraba en perfectas condiciones para concentrarse en el trabajo de Derecho que les tocaba desarrollar, Callie aún sentía muy fuerte su claustrofobia, y aún permanecía latente la sensación de los ataques de pánico; Nate, Nate tenía sus problemas también, solo que juntos parecieron encontrar una salida. La castaña había descubierto una persona con quien hablar, alguien quien la entendía y la hacia sentir cómoda, sin sentir la culpa de que estaba preocupando a su hermana. Solían pasar los días juntos, algunas veces se quedaban a dormir en la habitación del otro, pero esos días habían quedado atrás, aún eran mejores amigos, solo que había ciertas cosas que habían dejado atrás, como ir a molestar al otro por las noches porque no se podía dormir, Call a veces extrañaba que las cosas seas así, pero los dos habían crecido y había que evitar los problemas.

Ese día los ojos de Callie se habían abierto a medianoche, y no se pudieron volver a cerrar, hasta bien entrada la madrugada. Cuando volvió a abrir los ojos, estaba sentada sobre la silla donde se había puesto a leer aburrida de dar vuelta tras vuelta en la cama. Aún era temprano y no servirían el desayuno en un buen rato. Se puso de pie para poder asomar la cabeza por la ventana, el cielo estaba claro, aún no terminaba de amanecer, pero ninguna nube irrumpía aquel manto celeste. Se vistió antes de tomar el libro que había dejado a medio leer, esperando encontrar un buen lugar para terminar su lectura, solo que sus pasos se detuvieron al pasar frente a la habitación de Nate. Una sonrisa corrió por su rostro mientras intentaba abrir la puerta con el menor ruido posible, y la cerraba tras ella. Dejo el libro sobre el escritorio del muchacho, y luego se tiro sobre la cama, cayendo sobre su amigo. —Ya se, extrañabas que te despierte de esta manera— Bromea esperando la reacción del joven.

Publicado por Calliope C. Rohmer Dom Nov 01, 2015 3:22 am

Nate no había logrado dormir sino hasta muy tarde, tenía deberes de historia y, aunque la materia le gustaba más de lo que podía admitir, el tema de por sí había sido muy pesado y, dados los entrenamientos, había tenido que dejar hasta el último momento la pesada tarea. Era ya medianoche y el moreno rascaba sus ojos bajo las gafas de lectura como si eso ayudara a que pudiese tenerlos abiertos por más tiempo, bostezaba y la soda que tenía en su escritorio no ayudaba para nada. Terminó un par de horas luego y solo cuando fue consciente de que no le faltaba nada, se tumbó en la cama tal cual como estaba vestido, ni siquiera se tomó la molestia de destender la cama.

Nathaniel estaba profundo, siempre había sido un chico que se movía constantemente hasta encontrar la posición adecuada para poder dormir; movía las almohadas y más de una vez se quitaba y se volvía a poner la sabana, sin embargo el cansancio de ese día era tal que se quedó así, boca arriba, con un brazo bajo su cabeza y una de sus piernas casi que fuera de la cama. Nate guardaba esa teoría de que mientras más uno quería dormir, menos podía hacerlo, el sueño le pasó en un chasquido de dedos ya que no supo cómo ni cuándo una figura se lanzó encima de él y con el peso lo despertó. Nate abre los ojos exageradamente dándose cuenta de que aún tiene las gafas puestas. —¡¿Qué...?!, ¡¿Qué pasa?!—. Solo es cuando mira de frente que se da cuenta de la melena castaña y el rostro de niña curiosa que tanto conocía. —Callie, por Dios, vas a matarme de un infarto—. Dijo aún con voz cansina dejando caer de nuevo su cabeza en la almohada quitándose las gafas y dejándolas a un lado. Vaya que lo había asustado, de hecho podía sentir su corazón casi que saliendo de su pecho.

Calliope Rohmer; su mejor amiga, casi su hermana, su debilidad mayor y a quien más cuidaba en el internado, eran pocas las palabras para describirla. Se conocieron cuando eran niños y crearon un nexo que logró cubrir todos los miedos y carencias que ambos experimentaban a esa edad que tenían. Nate la quería, más que nadie y, aunque los deberes los hubiesen absorbido últimamente, el chico dentro de su sueño se alegraba de verla.

Nate ve por un segundo hacia la ventana, aún no amanecía aunque el cielo estaba más claro que la noche. James toma a Callie por la cintura y la voltea haciéndola quedar del otro lado de la cama, hacia la pared, ahí se daba cuenta del dolor de su mano y lo tullidos que estaban sus músculos. —Si, si extrañaba que lo hicieras—. Afirma con una sonrisa ladina mientras ve a su amiga acomodándose un poco mejor en su cama. De pequeños solían hacer lo mismo, se escapaban a sus habitaciones, hasta que... bien, se dieron cuenta de que no eran unos niños. Nate acomoda con cierta torpeza un mechón del cabello de Calliope. —¿Te conseguiste otro mejor amigo ya?—. Pregunta arqueando una ceja.

Publicado por J. Nate Seeber Dom Nov 01, 2015 12:24 pm

La reacción de Nate era como la que esperaba, salvo por la parte de que el joven aún tenía puestos los lentes, frunció el ceño de manera automática, otra vez debía haber tenido problemas para dormir, no entendió porque no fue a despertarla con la cantidad de veces que ella había acudido a él. No responde nada, esperando a que termine de despertar. Sigue su mirada hasta la ventana, siempre había pensado que esa habitación tenía una de las mejores vistas. Afloja su cuerpo a pesar que el cosquilleo en su cintura indica que debería tensar todo sus músculos, y deja que Nate la mueva a su lado, haciendo que deje de sentir el cuerpo del joven bajo el suyo. Se acomoda en la cama acomodando sus manos frente a su cara para que no le impidan la vista del castaño. La sonrisa aflora cuando escucha la respuesta que quería, y se mantiene mientras sigue la mano que pasa por su cabello, solo desaparece al escuchar la pregunta. Estira el brazo para apoyar el puño en el pecho de Nate. —Que no— Dice antes de empujar un poco. No le pega, aunque ganas no le faltaron. —Tu eres único— Afirma antes de sacarle la lengua. Su voz era baja, como si temiera que alguien los escuchara en los pasillos y la regresaran a su cuarto.

Había lamentado que Nate no estuviera con ellos el día que ocurrió lo de la cabaña, Callie tampoco había dicho mucho, no sabía que pensar al respecto, solo a veces quería que alguien la abrazara y le dijera que todo iba a estar bien, que todo había sido producto de su imaginación, que no era nada malo, que estaban exagerando la situación. Las comisuras se hunden en una pequeña sonrisa, y pasa las yemas de los dedos por la cara de Nate, por el lugar donde habían quedado la marca de los lentes. A Callie también le había pasado, mas de una vez, era sumamente incomodo dormir con los lentes, a veces incluso se despertaba cuando las zonas donde el marco presionaba comenzaba a doler. —¿Tuviste problemas para dormir?— Pregunta en el mismo tono bajo que antes. Hace una mueca, no necesitaba escuchar la respuesta, las ojeras del joven, los lentes que antes tenía puesto eran suficientes, pero igual pregunta. —Podrías haber pasado por mi cuarto, tampoco pude dormir mucho que digamos— Explica tomando aire profundamente, dejando caer su cuerpo a un lado, observando el techo de la habitación.

Se pregunto en silencio porque habían perdido aquella costumbre, antes ocurría con tanta frecuencia que era natural. Callie no iba a negar que antes no sentía la adrenalina en su cuerpo, o su corazón que golpeaba con fuerza contra sus costillas como si estuvieran rompiendo todas las reglas juntas, pero aún así, se preguntaba porqué, era mejor que pensar en los cabellos rojos.

Publicado por Calliope C. Rohmer Lun Nov 02, 2015 1:08 am

No esperaba tener a Callie esa mañana a su lado, prácticamente despertando al mismo tiempo que él. Aunque hubiesen perdido la costumbre y hasta cierto punto fuera extraño, no podía negar que le gustaba la presencia de la castaña, de nuevo, como en los viejos tiempos. Esperaba el golpe, era una reacción típica de ella, sin embargo no duele aunque Nate hace una mueca como si así fuese. —Auch—. Se queja pasando su mano por el lugar donde había impactado el intento de puño. —Con amigos así ni enemigos me faltan—. Ríe frunciendo el ceño. —Lo sé, pero en verdad infla mi ego escucharlo de ti—. Aun con el cansancio reflejado en los ojos, Nate no puede evitar guiñarle un ojo a Callie, no tenía que decirle lo mismo, ella sabía que era única para él, siempre.

Nathaniel voltea a verla y se pierde por un instante en su rostro y en sus rasgos perfilados y dulces, no dice nada y se pierde en sus pensamientos. Cuando siente los dedos de Callie en su rostro puede jurar que experimenta internamente un picor, uno agradable, no dice nada al principio pero luego tuerce los gestos ante la pregunta de la joven. —Algo así, ya sabes, muchos deberes—. Dice restándole total importancia al asunto, no era la primera vez que se acostaba tarde por los deberes.

Lo de pasar por su cuarto era un tema que había preferido evitar, no lo hacía desde hace mucho tiempo y, aunque a veces lo había considerado, sabía que ambos habían dejado atrás ese hábito precisamente por los problemas que le había traído. No era problemas de pelea sino dilemas, dilemas que Nate nunca supo explicarse bien. Frunce el ceño y prefiere enfocarse en la última parte del comentario de Callie. —¿Qué pasó, Call?—. Se alza un poco apoyando parte de su espalda sobre la almohada intentando verla mejor, algo le decía que ignoraba algunos detalles. Sabía que su amiga tenía pesadillas pero cuando volvían solían hablarlo con naturalidad. Había cierto misterio en la voz de la chica Rohmer. —Creo que hay algo que no me has contado.

Publicado por J. Nate Seeber Lun Nov 02, 2015 2:07 pm

Pone los ojos en blanco ante las palabras de su amigo, esta vez si lo golpea, un poco mas fuerte, sin pedir disculpas por hacerlo. Quería a Nate, de verdad lo hacía, pero a veces sentía que tenía la necesidad de decirlo para que él escuchara, el problema era como reaccionaba después de que las palabras salían de la boca de la joven. Callie era una joven que cuando quería podía tener una expresión dulce y sonrisal, cuando no bueno, era mejor no encontrarla, salvo que generalmente estaba con un humor apagado, no era una princesa, siempre estaba preparada para cualquier ataque y para brindar cualquier clase de respuesta, con Nate no era así, era como con su hermana, dejaba salir aquel lado dulce y sentimental, y le molestaba que eso inflara el ego de su amigo, por mas que sea en broma, era como si se jactara de que con él si era bueno. También por eso no se abría mucho, las bromas solo podían venir de esos dos pelinegros.

Hace una mueca, deberes, Callie generalmente los dejaba para la mañana, una hora era mucho tiempo para desayunar, no era que hiciera los deberes a última hora, pero era el mejor momento para adelantar, eso o antes de la cena, no funcionaba cuando el sol caía y su panza estaba llena, era como si su cuerpo determinara que no iba a pensar, lo único que quedaba por hacer era recostarse y esperar a poder dormir un poco para comenzar un nuevo día a la mañana siguiente siguiente. —Creo que tenemos que volver a los días donde hacíamos los deberes juntos, así tu duermes por las noches y no siento pena de despertarte temprano— Cosa que Callie siempre hacía, no era de las personas que podían dormir hasta pasado el mediodía, nunca lo lograba, era como algo imposible. —Y antes de que digas que no, puedo ofrecer hacer una división de tareas, tu haces las de historia, geografía y derecho, yo las de física, matemática y química, luego compartimos y los dos somos felices. Acéptalo, soy una genio— Bromea tocando la punta de la nariz del joven con su dedo indice.

Estaba dispuesta a continuar con ese estado jocoso, cuando la pregunta la golpea, haciendo que su guardia baje. Muerde el labio inferior, y se sienta también apoya parte de la espalda en la almohada. Era increíble que siempre supiera que pasaba con ella. No sabe si contarle o no, cómo contar todo lo que vieron. Su ceño se frunce sin que ella lo pensara, y se encuentra a si misma tomando aire, deseando que una respuesta llegara del aire. Se acerca a Nate para apoyarse en su hombro, con él podía darse el lujo de mostrarse completamente inocente. —Es cómplicado— Y siente que eso es lo único que es capaz de decir.

Publicado por Calliope C. Rohmer Mar Nov 03, 2015 12:46 am

La propuesta simplemente le parecía genial, sin embargo Nate temía repetir las escenas pasadas y que las dudas se atravesaran en medio de ambos para terminar por separarlos. Callie y él eran eso, inseparables. Desde que el chico de cabellos oscuros entró al internado se había aferrado a la castaña de una manera impresionante, no solo era su amiga, era como su hermana, la mitad que le faltaba, su confidente, su aliada... eran muchos los adjetivos que podía usar sin cansarse. Dormían juntos, se la pasaban juntos, sin embargo Nathaniel prefería pensar que la edad y la madurez los había separado; intereses diferentes, vidas diferentes... desde ese día que Nate sintió algo extraño en su estómago al despertar junto a Callie supo que era momento de separarse, no quería perjudicarla aunque no supiera como podía hacerlo.

Iba a negar buscando cualquier excusa creíble pero la chica, como siempre, se adelantó a lo que él iba a decir. La propuesta no estaba mal, de hecho le atraía muchísimo ya que ese era otro punto certero en su amistad, eran tan diferentes en ciertos aspectos que, al final del día, se complementaban de una manera increíble. Nate rasca su mentón con un gesto pensativo pero termina por verla y aceptar, después de todo, nada podía salir mal con aquella mínima aventura de estudio. —Es bien, Call, tu ganas, bueno, de hecho ganamos los dos, pero estoy de acuerdo—. Finaliza aquel trato.

Nate la observa, ve cada uno de sus gestos, él de por sí es muy observativo pero a Callie la desnudaba con los ojos; podía saber que algo le pasaba, que algo le enojaba, cuando estaba triste o confundida, solo que en ese instante Nate tenía el presentimiento de que era una peligrosa mezcla de todo y eso no hacía nada más que ponerle los pelos de punta. —Callie...—. Voltea y la ve esperando que le cuente, sus gestos no cambian aunque por dentro se moría de la curiosidad y de la tortura que algo le estuviese afectando a la joven. La castaña se apoya en su hombro, él no la pierde de vista, luego la escucha y el chico solo es capaz de fruncir el ceño realmente confundido.

No quería moverse, Nate no pretendía incomodarla pero necesitaba saber, ahora más que nunca sentía que algo estaba pasando y que ella no quisiera decirlo solo empeoraba las cosas. Nathaniel tenía dos caminos, alegrarla con una de sus ocurrencias y escabullirse del tema o hablarlo y ayudarla en lo que podía, ambas partes coincidían en socorrerla así que Nate busca hacer algo que incluya a ambas. —Call, se que algo te pasa, te conozco y quisiera saberlo para ayudarte, no creo que estés bien—. Nate tuerce los gestos y cruza un poco sus brazos en el pecho confundido por aquella situación. —Pero también siento que no quieres hablarlo, así que, si quieres, podemos hacer otra cosa, ¿te parece?

Publicado por J. Nate Seeber Mar Nov 03, 2015 8:28 pm

Noto las ganas de protesta de Nate, nunca había entendido el porqué y odiaba no entender las cosas, pero tampoco había preguntado, como si en el fondo supiera que no era una de las respuestas que iba a desear escuchar. Pensó en las palabras que le había dicho a Rose, pisa el pasado, sigue adelante, demuestra ser la mejor. No quería que hubiera mas distancia entre ellos, era como si hubiera un secreto, y no era el que ella guardaba, era algo mas. Asiente cuando acepta, y sonríe. —Perfecto, comenzamos cuando bajemos y terminemos de desayunar, saber que pienso poco con la cabeza vacía— Responde, ya haciendo una lista mental de las pocas cosas que debía terminar y preguntándose que era lo que debía el chico. —Supongo que también me dejarás ayudarte en Soccer, o olvidas que sigo siendo tan buena como cuando lo era antes— En su tono estaba aquel de una niña deseosa de jugar. Habían compartido un año en ese deporte, juntos, pero no era algo que Callie olvidaba, si bien ahora jugaba con un palo, cada vez que la pelota tocaba su pie, los recuerdos aparecían fugaces, listos para un nuevo ataque.

—No es que no quiero hablar— Se defiende levantando la cabeza para mirar los ojos marrones de Nate, ya estaba preocupado por ella, no quería eso, era lo que menos quería, si ya estaba así sin saber nada no se quería imaginar luego, pero le tenía que contar, era con la persona que mejor se llevaba sacando a su hermana, si de encontrar una respuesta se trataba era su primera alternativa, porque nunca metería en problemas a Cass, lo necesitaba, mas que nunca lo necesitaba. —Solo es que no se como empezar. Es como cuando intento pensar porqué nos distanciamos un poco, era mi mejor amigo, mi hermano, y de pronto los dos parecimos tomar una vida, y aunque estábamos para el otro las cosas eran diferentes. Nunca le encontré sentido a eso, al igual que no le encuentro sentido a esto— Su mano pasa por su frente. —Solo quiero resolverlo todo—

Se sienta mas erguida, flexionando sus piernas y abrazándolas con sus brazos. Ya no podía ver a su amigo, suponía que era lo mejor. —El otro día, nos llego el mensaje de que teníamos que planear la broma para los de primero. Fuimos al bosque y terminamos en una cabaña, estaba Cass, Isak, Gru, Rose, principalmente, la cabaña estaba abandonada, forzamos la puerta y entramos. Después vino Motka y nos saco, volvimos por estupidez.— Se gira para observar a su amigo. Su expresión era de miedo, intentaba sacar la historia lo antes posible antes de que su voz se quebrara, antes de que sus sentimientos sean mas fuertes. —No habíamos entrado a la habitación, y creemos que allí había un cuerpo porque cuando volvimos, Motka y Erizalde se estaban llevando un cuerpo. Era una chica, una estudiante, tenía el uniforme. Solo sabemos que su pelo era rojo, rojo como el fuego— Se vuelve al frente, apoyando su mentón en las rodillas. —Me carcome, me esta consumiendo—

Publicado por Calliope C. Rohmer Miér Nov 04, 2015 1:03 am

Nate asiente aceptando el plan de Callie, la verdad es que las preguntas seguían rondando su cabeza pensando si aceptar todo aquello había sido lo mejor, sin embargo lanzó todo a la borda cuando concluyó que era la única manera de volver a pasar tiempo de calidad con su amiga, llevaban algunas semanas separados por distintas razones. El chico ríe mientras rueda los ojos, la castaña no tenía remedio, siempre buscaba que hacer. —¿Ayudarme?—. Inquiere arqueando sus cejas mientras la ve. —He mejorado mucho desde la última vez que fuiste a verme a uno de mis juegos, ya hasta hay rumores de que quieren nombrarme capitán—. Afirma con una sonrisa orgullosa, no sabía nada de rumores ni comentarios por el estilo pero no estaba de más fanfarronear un poco, aunque en esencia estaba seguro de lo que decía, había mejorado mucho.

En cuanto ella empieza, Nate trata de acomodarse para poder verla mejor, frunce un poco el ceño lleno de curiosidad y ganas de saber que había pasado con la chica. Trata de omitir el ejemplo que Callie había usado, no era porque le molestara, al contrario, siempre sintió que le debía una explicación pero lo cierto es que se sentía incapaz de dársela ya que ni el mismo entendía las razones fundamentales por las que había pasado todo lo que pasó, menos se las iba a poder explicar. Ablandó sus gestos para hacerla entrar en confianza, sin embargo no perdía su atención hacia la muchacha. Nate aparta con cuidado la mano que la chica pasa por su frente —A veces no podemos resolver muchas de las cosas que nos proponemos, Call, eso lo sabes—. Estaba seguro de lo que decía y es lo que trata de transmitirle a la chica antes que se empiece a sentir culpable.

Nathaniel se queda en la posición en la que está y solo alza su mirada para ver a la chica y no perder detalle de lo que decía. —Si, me llegó pero no pude asistir—. Dejó sus deberes para última hora más su entrenamiento de ese día, quizás por eso ahora Nate prefería madrugar. Reconoció a Cassie, dese luego, era su mejor amiga y eso solo hizo que se irguiera un poco más. Gru, también, a Isak lo conocía, la otra chica también le sonaba.

Al principio todo era sencillo sin embargo cuando escuchó lo del cuerpo arrugó la frente. Lo siguiente no se lo esperaba, además que Callie lo dijo tan sencillo que fue como un balde de agua fría, no esperaba esa noticia. —¿Una chica... muerta?—. Nate se sentó a un lado de la chica mientras seguía procesando la historia. —¿Estás segura?—. Pero eso era algo que no tenía que confirmar, la verdad estaba en los ojos de Callie. —Vale, esto es peor de lo que pensé—. Nate pasa una mano por su cabello y resopla. —¿Qué crees que sea?, ¿Crees que Motka esté involucrado? Un cadáver en el internado, eso... eso no puede ser por nada, ¿estás de acuerdo no?—. Nate ve a Callie, solo estaba ayudando a confundirla más, pone su mano sobre uno de los brazos de la chica. —Jamás ibas a poder entender eso tu sola, Call.

Publicado por J. Nate Seeber Miér Nov 04, 2015 9:28 am

Una sonrisa fiera asoma por sus labios al escuchar eso. —¡Eso es bueno! Supongo que agradeces que me haya ido para dejarte el puesto— Dice con un guiño. Callie siempre iba a por todo, nunca le gustaba dejar nada atrás, cuando había entrado a Soccer pensaba en ser capitana, en ser la mejor, pero luego se cambio a Lacrosse, las cosas no cambiaron, siguió tan competitiva como era, y por mas que tuvo que aprender lo hizo, y también quería la capitanía. También iba por eso.

Si las miradas fueran cuchillos, Nate ya tendría uno clavado en su frente desde el momento en que le pregunto si estaba segura de sus palabras, los ojos marrones de Callie se hundieron en los de su amigo, esperando que remediara la pregunta de manera rápida. Si estaba segura, al principio lo había negado, pero tras hablar con Isak, no podía quedar ninguna duda al respecto. La joven estaba muerta, no sabían las causas, ni las razones, ni porqué nadie había sabido nada, pero esa era la realidad, estuvieron a punto de encontrar a una joven muerta en una cabaña olvidada en el medio de la nada, y eso se sumaba a una de las tantas historias de terror que había escuchado la joven sobre el internado, deseaba no haber prestado atención a ninguna, deseaba que sus mente estuviera libre de cada una de aquellas historias que ahora le erizaban la piel, por mas que antes no habían tenido ningún efecto en ella.

Espera impaciente a que Nate haga todas las preguntas, trata de no prestar atención, porque sabe que no es capaz de responderlas, y no sabe por cuanto tiempo las cosas seguirán de esa manera. Se relaja ante el contacto con el chico, y se inclina un poco hacia él, en busca de un abrazo que no pide ni da, solo se queda allí, esperando. —Ya no se que pensar al respecto, pero por otro lado siento que tenemos que hacer algo. Pensé en hablar con la directora, siempre esta tan pendiente de que todo sea perfecto que creí que me podría dar una solución, pero luego por la misma razón lo negué, incluso puede que esa sea la razón por la que nadie sabe nada. Eso es lo mas extraño, tu no te enteraste de la muerte o desaparición de nadie hasta ahora, hasta que te conté esto, y no eres el único, nadie sabe nada—

Busca tomar todo el aire que puede, cerrando sus ojos. Ojala nunca hubiera ido, ojala se hubiera quedado en su habitación, de todas formas las bromas pasaron a sus espaldas y nadie pudo participar por mas que morían de ganas de hacerlo. —Supongo que es es lo que me ha tenido perdida todos estos días, la razón por la que anoche no pude dormir o antenoche, es como si no pudiera dejar de pensar en eso, como si me estuviera perdiendo algo, como si no lo viera y estuviera justo frente a mis ojos— Expresa su frustración al respecto gesticulando con las manos.

Publicado por Calliope C. Rohmer Sáb Nov 07, 2015 1:03 am

Nate esboza una sonrisa honesta mientras rasca su nuca en el proceso, Callie no había cambiado en lo absoluto. —Agradezco que te hayas ido para no terminar nuestra amistad compitiendo por quien era capitán y quien el segundo al mando—. Aclara. Nathaniel era muy competitivo, en extremo, eso le daba puntos con Calliope y a la vez le restaba ya que ambos eran buena dupla pero, cuando tenían que enfrentarse, cada uno daba el todo por el todo para poder ganar y eran tercos, tercos cuando perdían y cuando se debatían en medio de la pista.

Nate estaba atónito, sus gestos no reflejaban ni la mitad de dilemas que estaban pasando por su mente de manera rápida. El chico quería atajar uno de esos pensamientos para sentirse más o menos coherente en su búsqueda de la verdad, pero no podía. Enseguida se imagino a Callie, a Cassie, a Gru y a todos los demás en esa situación cuando él mismo no había querido ir, la impotencia por no estar llegó a él y Nate, imperceptiblemente, no pudo evitar endurecer sus gestos. ¿Qué estaba pasando?

El internado para él siempre había sido un sitio neutro. No le gustaba demasiado pero por lo menos le ofrecia aquella calma que nunca tuvo cuando vivió en NY, sumado a que no tenía todos esos problemas en sus manos y eso lo hacía respirar más tranquilo, punto a favor del lugar. No podía imaginar a un cadaver en los alrededores o todas esas cosas que ahora Callie le estaba comentando. La chica se acerca y él no tiene que pensar mucho para entender, se acomoda a su lado y la estrecha hacia él como puede, con fuerza, como si quisiera protegerla de todo, enseguida vuelve a sentir aquel dulce aroma, se sentía cómodo con la chica, no podía negarlo.

—Call, no quiero ser pesimista, en verdad, pero sabiendo cómo es la directora, ¿crees que se le hubiese escapado una chica fallecida? Además, por lo que dices, hasta Motka lo sabía, es imposible que él no se lo haya dicho, es un cadáver, no es cualquier cosa—. Afirma acariciando cómo puede el hombro de la chica. —No quiero sacar conjeturas falsas pero o Yvette lo sabía y tuvo que cubrirlo o Motka no se lo dijo y ella lo ignora. Alguien tiene que estar cubriendo esto o saberlo muy de fondo y no decir nada—. Él no había estado ahí pero quizás esa distancia le daba una perspectiva mucho más fresca.

Nate la escucha, no estaba seguro de lo que iba a decir pero sale de su corazón y eso basta para que no lo dude. Los ojos del chico se pierden en la puerta de su habitación mientras deja su mano sobre el hombro de Callie. Toma un respiro y baja la mirada intentando ver a la chica. —Puedes venir cuando quieras, Callie, en verdad, si no puedes dormir puede venir acá conmigo o buscarme y yo iré contigo. No quiero que estés así, en verdad—. Pero no solo era eso, era mucho más, Nate aparta un cabello de la muchacha que se pierde en el orden. —Y te ayudaré en lo que necesites saber... Callie, esto no está bien. Un muerto en cualquier escuela no está bien.

Publicado por J. Nate Seeber Sáb Nov 07, 2015 11:27 am

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