¿Y tú eras...?

Recuerdo del primer mensaje :

1 de marzo a media tarde

Había dos cosas que se le daban fatal a Mark. Una era recordar a la gente. La otra, cocinar. Por eso cuando alguien, ya ni se acordaba quién, le había retado a hacer unas galletas caseras, el desastre estaba asegurado. No sabía muy bien como había pasado (Cuando cocinaba, no sabía muy bien NADA) pero una sartén (Él encontraba ''vanguardista'' darle un toque de fritura a las pasas) había empezado a arder mientras un rancio olor a caramelo quemado empezó a inundar toda la sala. Tras ver que no era la típica cosa que puedes apagar agitando un trapo o simplemente cortando el gas y que era al menos lo suficientemente sensato como para saber que si le echas agua a una cosa así lo más probable es que solo empeores el problema, acabó cogiendo uno de los extintores que había y cortando por lo sano.

Bien... me van a matar. El jefe de la cocina va a llegar, va a ver como he dejado esto como una fiesta de la espuma y me va a matar y alimentar con mi cadáver a los chavales. Tenía suerte de que en esos momentos casi todo el mundo estaba liado con las actividades extraescolares, así que se escabulló con su sigilo característico y tras tomar prestados unas cosas del armario de las fregonas (En serio, en ese sitio le ponían candados a todo ¿Y para qué? No era algo que cualquiera que supiese del tema no pudiese abrir en medio minuto).  Cuando llegó con todo lo necesario, se quedó mirando toda eso ¿Y qué se suponía que iba a hacer con eso? Al final decidió con el grifo monomando de fregar los platos remojar la espuma para que se ''disolviera'' y luego fregar lo resultante todo lo deprisa que podía. Sí, eso funcionaba, aunque estaba acabando calado.

Estaba apuntando con la ''alcachofa'' hacia la puerta cuando alguien entró de improviso. Por suerte solo era una nueva (No la conocía, tenía que ser nueva) y tampoco la había mojado tanto. Se llevó un dedo a la boca y le chistó para que no montara un espectáculo, mayor, se entiende.
-¡Novatadas sorpresa! Ayúdame a limpiar este desastre, es una tradición ancestral -dijo con toda el morro del mundo mientras le lanzaba una fregona. Si trabajaban rápido nadie se daría cuenta de lo que había pasado.

Publicado por Mark Pratchett Dom Abr 17, 2016 4:10 pm

¿Veis? Esto era divertido. Pasar a otra cosa ya no lo sería ya tanto. Como se suele decir, donde tengas la olla... eso. Nada se le antojaba más terrible que tener una mala relación con una ex o con un rollo pasajero en un lugar como el internado, donde había ¿Veinte? adultos y no había posibilidad de interaccionar con nadie más. No, definitivamente era una terrible idea intentar mantener una relación con una compañera de trabajo en general, en ese lugar era un suicidio. Pero mientras se pudiese bromear, se mantendría un buen ambiente que haría más agradable la estancia. Soltó una risilla malvada al ver cómo se sonrojaba la mujer.

-No considero nada a domicilio en este lugar que no sea en mi habitación -bromeó mientras le guiñaba un ojo. A decir verdad, por alguna razón las de los profesores y las del personal no decente estaban separadas. No entendía muy bien eso pero bueno ¿Qué más da? No le podía interesar menos las habitaciones del resto. En un lugar como ese había que respetar como lugares sagrados los pocos refugios a la intimidad que había. Él personalmente no tenía nada que ocultar en su cuarto. Lo único que podía delatar su pasado militar era la George Cross que siempre llevaba bajo la ropa.

-Sí, supongo que para las mujeres es más complicado el asunto -dijo tras soltar un chasquido con la lengua. Era algo que solo un ciego no vería en el ejército, todo era más putada si no eras un hombre. Para empezar, muchos puestos ni siquiera estaban disponibles. Él y Paul habían tenido que tener unas palabras poco agradables con algunos compañeros suyos sobre la hermana del segundo.
-Llevaré un par de semanas más que tú, no más. Tengo una excedencia, cuando me harte de esto, podré volver y santas pascuas -se encogió de hombros mientras hablaba. Todavía no sentía demasiado apego a ese lugar, nada parecido a lealtad a la institución. Sí a algunas personas pero ese era otro tema.

-En fin, esto ya está arreglado. Creo que tendríamos que irnos ya cada uno a nuestro respectivo cuarto y secarnos antes de que nos de un constipado.

Publicado por Mark Pratchett Jue Abr 21, 2016 4:32 pm

- En ese caso, no vuelvas a echar el cerrojo por las noches - repliqué, dando un paso más allá en el pequeño jardín en el que me había metido sin darme cuenta. Si la expresión de mi rostro hubiese estado cargada de confianza y de chulería, probablemente me habrían aplaudido después de ese arrebato, pero mucho me temía que, aunque intentase disimular, parecía un cervatillo sorprendido frente las luces de un camión que una femme fatale. Tampoco es que supiese cuál era su habitación exactamente, pero teniendo en cuenta que el internado era como un pueblo pequeño en el que todo el mundo se conocía, no me costaría demasiado averiguarlo en caso de querer saberlo.

Sonreí suavemente ante su comentario sobre las mujeres, complacida porque, al menos, él reconociese lo complicada que podía llegar a ser nuestra situación si dabas con los compañeros equivocados. En mi caso particular, no había tenido ningún incidente de gravedad en todos estos años, más allá de alguna broma pesada o algún comentario fuera de tono, pero las historias oscuras de algunas soldados darían para escribir más de un libro.

- Al final todo se resume en sobrevivir, así que no somos distintas de los demás - comenté, haciendo un gesto con la mano, no tanto para quitarle importancia al asunto, si no porque no me gustaba que me tomasen como una víctima - ¿Quieres volver? - me aventuré a preguntar, mirándole directamente. ¿Y por qué no iba a querer? A fin de cuentas, Mark tendría su propia historia y sus propios motivos para haberse tomado un descanso, que desde luego, no eran asunto mío. De manera inconsciente, me llevé la palma de la mano hasta el abdomen, colocándola justo sobre la cicatriz que tenía unos centímetros por debajo del pecho derecho, rozandola a través de la tela de mi camiseta.

De un pequeño saltito, me bajé de la encimera, caminando hacia el lugar donde había dejado abandonada mi bata minutos atrás - Y yo que pensaba que me ibas a enseñar tu habitación... - sin que sirviera de precedente, fui yo la que intenté volver a flirtear con él, en un intento por apartar los recuerdos de mi memoria y por no perder el buen ambiente que se había creado entre nosotros desde el primer momento. La frase no había estado tan mal, aunque seguía sin tener dominados los gestos y las expresiones para acompañar a mis palabras, pero oye, no podía aprenderlo todo en un rato.

Publicado por Gail Abernathy Sáb Abr 23, 2016 8:09 pm

Normalmente las mujeres como Gail solían ''rendirse'' antes pero ella parecía lo suficientemente cabezota como para seguir hasta... ¿Dónde? Era evidente para él que ella no era precisamente una experta en temas sociales y mucho menos el tipo de sociabilidad que se hace sin ropa pero estaba empeñada en seguirle el juego aún cuando parecía que estaba empezando a sentirse acorralada. Creía que se estaba pasando así que decidió no seguir con la broma más. Una cosa era reírse un poco, otra cosa era causar que la persona que tienes delante de verdad empiece a sentirse mal. Había conocido a demasiada gente que no podía ver dónde estaba la línea.
-Nah, es buena idea hacerlo. Nunca se sabe cuando unos alumnos van a intentar gastarte una broma, te recomiendo que lo compruebes por las noches[ -comentó con un tono algo fastidioso al decirlo. Realmente era una precaución básica ya que le habían comentado que habían habido desapariciones pero tampoco quería asustarla. No había sucedido ninguna desde que él había llegado, quizás ya había pasado todo.

-Sobrevivir es una palabra que no me gusta, es lo que hacen los animales salvajes. Somos personas, nos merecemos... vivir -dijo chasqueando un poco la lengua. Al fin y al cabo, ese era el punto del ejército ¿No? Mantener a la gente de tu país lo suficientemente a salvo como para que puedan tener una vida digna y sin miedo. Una mujer por el hecho de estar en el ejército no debería vivir con terror de sus propios compañeros por el simple hecho de ser mujer.
-Y no, no quiero volver. No por ahora pero siempre es bueno tener alternativas.

Sonrió mientras bajaba la mirada y finalmente tuvo que preguntarlo.
-¿Hasta donde hubieses llegado, eh? Porque sinceramente, se nota que no estás muy acostumbrada y que te falta práctica -le comentó con honestidad. Le había caído bien la mujer y siempre había tenido esa necesidad de ayudar a ''mejorar'' a la gente que tenía a su alrededor y tenía su simpatía. Incluso cuando no era su asunto en absoluto.
-De todas formas, te doy un buena nota por el esfuerzo, con esa camiseta mojada te hubieses llevado a cualquier otro a donde hubieses querido, venga, vamos a cambiarnos -dijo mientras le daba un par de palmaditas en el hombro y recogía el cubo, la fregona y todo lo demás para dejar eso sin ninguna prueba de lo que había sucedido allí.

Publicado por Mark Pratchett Dom Abr 24, 2016 7:42 am

Finalmente, no pude hacer otra cosa que echarme a reir. El hecho de que un alumno pudiera atacarme por la noche no era algo que me quitase el sueño, aunque supuse cuando eras profesor, convivir con tus pupilos podía ser un deporte de riesgo. Quién sabe cómo podrían llegar a reaccionar ante un suspenso o un castigo...

- Supongo que todo es cuestión de verlo con otra perspectiva - comenté, sonriendo con menos fuerza y más por costumbre que por ganas. Me costaba recordar una época en la que las cosas no hubiesen sido tan oscuras en mi vida como para llegar a apreciar realmente cada momento. Vivir y no sobrevivir, como bien había dicho Mark.
Después de lo ocurrido con Lyssa, las puertas habían estado abiertas para mí en caso de querer volver, pero yo solita las había ido cerrando y tapiando con el paso de los meses. Al final resultó ser verdad que no valías para esto.

Una vez más, Mark terminó siendo una distracción bastante eficaz, ya que no tardé demasiado en cambiar la expresión por una algo más traviesa. Y avergonzada. Me había pillado por completo, así que no pude evitar soltar una pequeña carcajada, levantando ambas manos en señal de rendición - ¿Qué me ha delatado? - bromeé, sin molestarme en negar lo evidente - Seguramente me habría escaqueado en la primera oportunidad antes de llegar a tu cuarto - puede que ligar no fuese lo mío, pero en el arte del escapismo era toda una experta.

Tras echarle un último vistazo a la cocina para asegurarme de que no dejábamos nada que pudiese delatarnos, eché a andar tras de Mark, riendo aún suavemente y sin perder el buen humor que había dominado nuestra tarde - La próxima vez no te quedará más remedio que ponerme un sobresaliente, profe - repliqué antes de perdernos por los pasillos. ¿Y la merienda dónde quedó?

Publicado por Gail Abernathy Mar Abr 26, 2016 6:59 pm

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