Stories in a Star

Recuerdo del primer mensaje :

Por más que la sonrisa estuviera presente en mi rostro, por más que los chistes y las bromas surgieran a cada paso como todos los días, aún había una pregunta en mi mente que me impedía dormir. ¿Dónde está Cassie? Pasaban los días, pasaban uno tras otro y aún no había noticias de ella. Me preocupaba, me preocupaba demasiado no saber dónde podía estar, no saber si estaba a salvo, no saber si la podía ayudar. Me mataba por dentro. Era una muerte lenta y dolorosa. Era una tortura.

Ese día no había mejorado. Había intentado escribir una canción, una línea, algo, pero nada había surgido, solo esa pregunta que seguía en mi cabeza. ¿Cómo podía alguien vivir fingiendo que todo estaba bien? ¿Cómo podían caminar todos los días ir a clases y regresar cuando había personas que no podían regresar? Tenía miedo, temía por Cass y no lo podía ignorar. Después de darme por vencido por con la letra baje a cenar, esas cosas generalmente facilitaban todo. Hablar con otras personas era una buena distracción. Tome asiento al lado de Is, y comenzamos a hacer bromas acerca de la verruga de la profesora de física. Poco después sirvieron la comida, y mi rostro se descompuso al ver que se trataba del plato favorito de ella. ¿Por qué nosotros teníamos derecho a comer y ella no? ¿Por qué no estaba a nuestro lado aplaudiendo porque servían ese plato mostrando aquella sonrisa que hacía parecer que era la joven más feliz del internado? Pero no estaba. Busqué a Callie con la mirada pero no la encontré, baje la mirada al plato y comí con los ánimos caídos totalmente.

Después de la ducha nada cambio. Me acosté sobre la cama, pero mi mente estaba en otro lugar, deseando estar con otra persona. Recordando lo mal que me sentí al perder a mi hermano, y ahora también perdía a Cass. ¿Significaba algo? ¿Había hecho algo mal para merecer eso? A veces pensaba que tenía que ser así, porque no había otra explicación para justificar porque tenía que perder a esas personas que tanto amaba, porque ya no podían estar a mi lado. Me esforzaba día a día por ser un chico feliz, pero cuando la noche caía, sentía que la piel de mi cara también, y me mostraba tan consumido como estaba.

Tomé una chaqueta antes de salir de la habitación. No quería pescar un resfriado, pero no podía estar ahí. No sabiendo que Cass estaba en alguna otra parte. No podía salir a buscar a la joven esa misma noche, pero si podía ir a la azotea. Al llegar me acosté sobre el piso y observe el cielo estrellado. —Cuando vayas a dormir esta noche, recuerda que ambos yacemos bajo las mismas estrellas— Dije para ella. Se lo había cantado una vez y esperaba que sea capaz de recordarlo, porque la estaba esperando y la estaba buscando y haría lo que sea posible para que se encuentre nuevamente en mis brazos. No cerré los ojos, me quedé mirando las estrellas todo lo que podía. Quizá así el sueño llegará más rápido, y a mí no me importaba sentir el frío colándose por mi abrigo, sentir el frío en mis pies que helaban todo mi cuerpo. Podría quedarme allí por siempre, para ella.

Publicado por Brennan F. Grunwald Mar Abr 26, 2016 6:27 pm

Reí, esperaba que me creyera porque nunca le había mentido, porque nunca le mentiría más allá de decir que estaba bien cuando no lo estaba, pero en cambio la respuesta tuvo otro fundamento. Pensé en hacer una broma al respecto, pero decidí que se lo dejaría pasar, tenía que creer que íbamos a encontrar a su hermano, al igual que encontraríamos a Cassie, no importaba la razón, mientras lo creyera todo iba a estar bien. Si levanté un poco la cabeza al escuchar lo que decía, frunciendo el ceño a medida que avanzaba en aquella suposición.

—Rose, no te ofendas, pero no me conoces nada si crees que algún día dejaría que Callie le pateara la cabeza a alguien— Esta vez mi tono fue muy serio. Podía gastar bromas todo el tiempo, pero de ahí a la violencia había una gran distancia. Nunca golpearía a alguien, nunca había golpeado a alguien en mi vida y esperaba que se mantuviera aquel récord de manera eterna. Entre las bromas y la violencia había un abismo, al primero lo amaba, al segundo lo aborrecía, lo odiaba, me repugnaba. Nunca nada se había solucionado a los golpes, nada. Y confiaba en mis amigos para que comprendieran que la violencia no iba a solucionar nada. No dejaría que nunca golpearan a nadie sino era por una excelente razón, y la única razón para eso era que su vida dependiera de ese golpe. Una cosa era lacrosse, otra la vida real. —Preferiría que me pegara a mi antes de que intentara solucionar los problemas a los golpes. La puedo alentar a que rompa las reglas, a que se salga de aquella estructura que tiene, puedo bromear sobre ella pegando a otra persona, pero nunca, nunca dejaría que intentara las cosas por ese camino. Pegarle a alguien nunca resuelve nada, solo empeora las cosas, y todo el mundo lo sabe. Y si Callie quisiera golpear a alguien, no buscaría a nadie, directamente lo haría, ya la debes conocer, cuando una idea se le mete en la cabeza es difícil que cambie de opinión.

Si sonó como un regaño no me importaba, pero odiaba la violencia y todo lo que simbolizaba. De solo pensar que había padres que pegaban a sus niños, personas que golpeaban a las personas que decían amar en público, personas que creían que ver el sufrimiento en la otra persona resolvería algún conflicto. Si había pensado en golpear algo desde que Cassie había desaparecido, pero siempre había mirado mi almohada con cariño o incluso la pared, nunca me desquitaría con alguien, no sería justo. Tomé la iniciativa para volver al tema donde todo era bromas y risas.

—Ahora si lo que querías decir es que Callie te buscaría si lo que quisiera es hablar de temas femeninos, no creería que sea capaz de ello— Reí, cortando la seriedad de raíz, volviendo a ser ese chico que tenía una sonrisa en su rostro y una broma a mano para cualquier momento o cualquier situación. No me ponía celoso de que Call tuviera otra amiga más, no me molestaba, más si se trataba de Rose, solo bromearía con eso, por lo rápido que las jóvenes se habían vuelto tan cercanas, lo rápido que habían aprendido a confiar en la otra sin dudar. Me había gustado ver nacer esa amistad, era uno de los valores que más me gustaba, una de las cosas con las que creía que ninguna persona podría sobrevivir sin ella. —Es broma, sé que no me buscaría para eso, al igual que yo no la buscaría para hablar de cosas de chicos, somos como hermanos, nunca nos metemos en las cosas que hace el otro, y si son sobre Nate no me quiero enterar de qué le está haciendo a mi hermanita, ya suficiente que me enteré que durmieron en la misma cama más de una vez. Casi que me da un infarto.

Con el tema de las relaciones había muchos casos, por ahora solo había sentido celos de los chicos que se acercaban a Cassie, pero cuando se acercaban a Callie, sentía la necesidad de ponerme en el medio para que no corrompieran lo que quedaba de su inocencia. Algo que seguramente ameritaba una buena paliza de la susodicha, por eso no se lo decía a nadie más que Rose.

Tuve que pensar un momento el comentario de Rose. Estábamos en la boca del lobo y la joven sugería llegar hasta el estómago. Nada fuera de lo común. No me gustaba el ritmo que tomaban las cosas, y no me gustaba no haber comentado lo que me había pasado en las despensas, pero no lo diría en ese momento. Decirlo implicaba creerlo, y no lo creería. Tendría que volver a casa y escuchar la noticia de boca de mis padres para creer que eso era cierto, mientras tanto me lo quedaría, yo solo lo sabría hasta que estuviera confirmado. —Yo también estoy dispuesto, linda. Lo peor que nos puede pasar es descubrir que no estaba tan oscuro como pensábamos y nos demos cuenta cuando caigamos en la verdadera oscuridad. Pero haría lo que fuera para ayudarlos a ustedes y a Cass. Haría lo que sea necesario.

Publicado por Brennan F. Grunwald Miér Jun 08, 2016 3:05 am