Stories in a Star

Por más que la sonrisa estuviera presente en mi rostro, por más que los chistes y las bromas surgieran a cada paso como todos los días, aún había una pregunta en mi mente que me impedía dormir. ¿Dónde está Cassie? Pasaban los días, pasaban uno tras otro y aún no había noticias de ella. Me preocupaba, me preocupaba demasiado no saber dónde podía estar, no saber si estaba a salvo, no saber si la podía ayudar. Me mataba por dentro. Era una muerte lenta y dolorosa. Era una tortura.

Ese día no había mejorado. Había intentado escribir una canción, una línea, algo, pero nada había surgido, solo esa pregunta que seguía en mi cabeza. ¿Cómo podía alguien vivir fingiendo que todo estaba bien? ¿Cómo podían caminar todos los días ir a clases y regresar cuando había personas que no podían regresar? Tenía miedo, temía por Cass y no lo podía ignorar. Después de darme por vencido por con la letra baje a cenar, esas cosas generalmente facilitaban todo. Hablar con otras personas era una buena distracción. Tome asiento al lado de Is, y comenzamos a hacer bromas acerca de la verruga de la profesora de física. Poco después sirvieron la comida, y mi rostro se descompuso al ver que se trataba del plato favorito de ella. ¿Por qué nosotros teníamos derecho a comer y ella no? ¿Por qué no estaba a nuestro lado aplaudiendo porque servían ese plato mostrando aquella sonrisa que hacía parecer que era la joven más feliz del internado? Pero no estaba. Busqué a Callie con la mirada pero no la encontré, baje la mirada al plato y comí con los ánimos caídos totalmente.

Después de la ducha nada cambio. Me acosté sobre la cama, pero mi mente estaba en otro lugar, deseando estar con otra persona. Recordando lo mal que me sentí al perder a mi hermano, y ahora también perdía a Cass. ¿Significaba algo? ¿Había hecho algo mal para merecer eso? A veces pensaba que tenía que ser así, porque no había otra explicación para justificar porque tenía que perder a esas personas que tanto amaba, porque ya no podían estar a mi lado. Me esforzaba día a día por ser un chico feliz, pero cuando la noche caía, sentía que la piel de mi cara también, y me mostraba tan consumido como estaba.

Tomé una chaqueta antes de salir de la habitación. No quería pescar un resfriado, pero no podía estar ahí. No sabiendo que Cass estaba en alguna otra parte. No podía salir a buscar a la joven esa misma noche, pero si podía ir a la azotea. Al llegar me acosté sobre el piso y observe el cielo estrellado. —Cuando vayas a dormir esta noche, recuerda que ambos yacemos bajo las mismas estrellas— Dije para ella. Se lo había cantado una vez y esperaba que sea capaz de recordarlo, porque la estaba esperando y la estaba buscando y haría lo que sea posible para que se encuentre nuevamente en mis brazos. No cerré los ojos, me quedé mirando las estrellas todo lo que podía. Quizá así el sueño llegará más rápido, y a mí no me importaba sentir el frío colándose por mi abrigo, sentir el frío en mis pies que helaban todo mi cuerpo. Podría quedarme allí por siempre, para ella.

Publicado por Brennan F. Grunwald Mar Abr 26, 2016 6:27 pm

Sentirlo cerca aún cuando él estaba a la distancia era posible, por lo menos con la música, la fiel música que tanto marcaba a Cole y que parecía ser eterna, lo único que perduraba en ese mundo tan confuso en el que vivían. No podía tener cerca al chico en ese momento, pero sus prácticas de guitarra basadas en muchas canciones del muchacho la hacían sentir como si lo tuviese al lado, tocando sus dedos para mejorar y tarareando las canciones cerca de su oído. Cole había quebrado la barrera del tacto hacia ella y lo que algún día le atemorizó, ahora se convertía en una necesidad.

Rose estuvo practicando todo el tiempo que podía. Pasaba sus dedos por las cuerdas mientras murmuraba las canciones a veces incompletas porque el trabajo le costaba, pero le iba mucho mejor que cuando empezó. Su cabello caía por su cara y se mantenía sentada y erguida como el mismo Green le había indicado. Una pausa hizo que se diera cuenta que se había saltado la hora de la cena una vez más, ya era tarde, la oscuridad bañaba los alrededores, ¿cuánto tiempo había estado de ese modo? Lo necesitaba más que nunca, no podía dormir, le costaba concentrarse en cualquier sueño placentero, no saber nada de Wes era peor que saber la más catastrófica noticia, ella necesitaba apoyo, más que nunca y no tener a Cole a su lado también afectaba. Desde que se había enterado las lágrimas no caían, parecían haberla abandonado.

La castaña coloca la guitarra a un lado y se levanta para colocarse una ropa más cómoda, había olvidado ese detalle como también la cena, últimamente parecía un fantasma, si esa era la palabra, entendía a Callie más que nunca solo que ella no era tan fuerte. Rose desliza el pantalón de pijama por sus piernas y una camiseta de tirantes, encima se coloca un abrigo común que a veces usaba para dormir y otras veces para salir a caminar al aire libre. Saca sus cabellos del ajuste de la prenda superior y se ve en el espejo, se notaba cansada y muy, muy desgastada.

Sabiendo que no tenía las ganas suficientes para irse a dormir, Rose se coloca una calzado acorde y sale de su habitación, a veces era mejor caminar y esperar que Morfeo llegara de sorpresa que ir hacia él. Rosie camina un poco por los pasillos, no había nadie, incluso dentro de ella albergaba la esperanza de encontrarse con una cara conocida. La chica termina por subir a la azotea, pero se detiene en el marco de la puerta cuando se da cuenta de una presencia en el lugar; era Brennan.

Poco se encontraban últimamente y verlo era darse cuenta que no era el mismo chico de siempre, casi ni hablaba y menos que menos reía. Rose entendía que se trataba de Cassie, siempre había tenido ese pálpito en su corazón desde que los vio juntos, entendía a Callie e incluso a Gru, no podía decir nada al respecto, aunque le hubiese gustado tener las respuestas para llenar ese vacío. La chica pasa y, sin decir nada, se acuesta a su lado con el rostro fijo en las estrellas que bañaban el cielo. —Cuanto era pequeña las veía desde la rendija de mi ventana, me gustaba pensar que eran ojos, ojos de las personas que me querían y que cuidaban a la hora de dormir. También les contaba cosas y luego me quedaba dormida. Había una en especial que estaba sobre mi casa todas las noches, solía decir que era mamá, era bonito imaginarlo.

Publicado por M. Rose Wood Miér Abr 27, 2016 9:07 pm

Más de una vez había salido de campamento con toda mi familia, para ser exactos, todos los veranos desde que tenía uso de razón. Era una costumbre, subir una montaña, hacer noche en la cima, ver el atardecer, el amanecer, las estrellas, sentir el viento golpear contra la cara. De esos campamentos, la mejor parte siempre era recostarse para ver las estrellas, era hermoso. Al estar alejados de la ciudad, se podía ver todo, al estar tan alto sentías que podías tocar las mismas si tan solo te estirabas un poco más. Recordaba a mi madre poniéndome en sus brazos y contarme que las estrellas eran las almas de todas las personas que habían muerto y que a la distancia nos deseaban lo mejor y nos guiaban para ir por el camino correcto. Luego mi padre me dijo que eran realidad eran todas las oportunidades del mundo que esperaban ser tomadas en algún momento. Por un tiempo no supe que creer. Hasta que lo supe.

—Cada uno ve lo que necesita ver. Donde algunos ven solo un diente de león, otros ven un deseo. Lo mismo pasa con las estrellas, pueden ser cualquier cosa, desde soles de diferentes colores, hasta deseos— Respondo sin apartar la mirada del cielo oscuro, pero ya sintiendo la presencia de Rose a mi lado. La había escuchado entrar, pero como no estuvo acompañado del escándalo que los profesores solían hacer cuando mandaban a alguien a la cama, entonces me había quedado tranquilo. Debía ser un estudiante que me dejaría en paz o preguntaría si estaba bien. Me gustaba estar equivocado, hacía mucho que no estaba solo con Rose, no era algo que lamentara tampoco, la chica necesitaba amigos, y él ahora era uno más. Estaba feliz por ella. —Aunque, si lo pienso, tu idea me parece un poco espeluznante, ¿cómo podías dormir con esa idea en tu cabeza?

Pregunté un poco horrorizado al darme cuenta de la sensación que eso debía producir. Ojos mirándote por toda la noche. Sonaba como un buen argumento para una película de terror, no como algo a lo que acudes cuando quieres dormir. Y en caso de que la joven estuviera en lo cierto, Brennan no dormiría más, nunca – más – en – su – vida.

—En serio que tenías problemas cuando eras pequeña. La mayoría tiene amigos imaginarios para esas cosas, no ojos brillantes y de vez en cuando caen— Continúe hablando, pero siempre con mi tono de broma en mis palabras y soltando risas cada tanto. Una estrella fugaz pasó justo frente a ellos para asegurar la teoría del joven. —¡Mira! A Louisa se le acaba de caer un ojo— No pude aguantar la risa después de eso. Tuve que plegar mis rodillas para poder respirar mientras reía con todas las ganas, sintiendo que hacía mucho que mi piel no se estiraba de esa manera para poder sonreír. Con naturalidad. —Me asustas Wood.

Acabo por decir cuando termino de contener la risa. Y luego me quedó en silencio, sin saber que decir. El hermano de la joven también estaba desaparecido, no había nada por hacer, nuevamente se encontraban con la verdad de que alguien más no estaba y seguían allí viendo las caras de los que sobrevivían. Tome la mano de Rose, y le mostré una sonrisa cálida, era lo único que me sentía capaz de hacer. —Me gusta ver las estrellas porque me recuerdan que todos podemos ser capaces de ver lo mismo, no de la misma manera, pero todos estamos debajo de este velo de estrellas, todos estamos unidos por algo.

Vuelvo a sonreír. La primera vez que había ido a la azotea para ver las estrellas era porque extrañaba a mi numerosa familia.

Publicado por Brennan F. Grunwald Jue Abr 28, 2016 11:31 pm

Se había mantenido distante de todos, de Brennan incluso, ahora se trataba de una elección, de una personal, Rose quería estar sola, completamente sola porque sabía que nadie sería capaz de entenderla y que ningún estudiante o profesor tendría las palabras necesarias para calmar su dolor. Desde el día que supo que su hermano estaba desaparecido, Rose había cambiado, las nubes oscuras cubrieron el cielo y todo parecía lleno de sombras, el sol se veía tan lejano como un cuento de hadas. Lloró, lloró mucho, también gritó, aún tenía pequeñas marcas en su cuello de sus uñas, marcas pequeñas que la habían ayudado a drenar lo mala hermana que había sido y lo poco que podía hacer en ese momento por Wes. Se alejó de todos, pidió estar sola, ahora era como un espectro que corría por las noches en el castillo, su mirada perdida delataba las lágrimas que querían salir, pero que ahora estaban escasas. Agradecía por lo menos ser esa chica y no tumbarse a llorar de nuevo en los brazos de Gru.

Pensó que todas sus palabras serían como su primer comentario, pero ahí estaba el mismo chico de siempre con sus palabras sin sentido que solo buscaban hacer reír a las personas. Rose no puede evitar que una curvatura cruce sus labios mientras mantiene la vista en el cielo —Vale, era una niña, estoy segura que a esa edad todo es válido—. Era una niña sola que buscaba juegos que otros no podían entender con claridad.

Rose empieza a reír conforme las palabras de Brennan avanzan, ya cuando llega a la parte de la estrella fugaz la chica no puede evitar soltar una carcajada que resuena en la azotea, tenía largos días sin reírse así y ahora no podía contenerse, todo el asunto la había tomado completamente desprevenida, así como el hecho que su amigo estuviera en ese mismo lugar. Rose se remueve en el suelo, Gru era un caso y ya no se sabía cuando hablaba en serio o cuando no, el punto era que siempre estaba ahí, con esa alegría que trataba de transmitir a los demás, Rose lo agradecía en su interior, aún quedaba parte del chico —¡Para, Brennan!, ¿es que no se puede hablar en serio contigo?—. Sus mejillas le dolían, se sentía un poco culpable, pero era algo que sencillamente no podía evitar.

Cuando solo queda el eco de sus risas, Rose logra serenarse y respirar con el mismo ritmo de siempre, sus mejillas estaban ruborizadas por el choque del frío y el calor. Cuando la mano de Brennan toma la suya ella gira un poco alarmada, no como antes, pero era algo que no podía evitar. No retira el contacto y lo ve a los ojos escuchando lo que dice, sabía a lo que se refería, los dos lo sabían muy bien, aún cuando fueron felices por un segundo no podían evitar el tema para siempre. La chica presiona un poco la mano de su amigo y asiente con un intento de sonrisa en sus labios. —Entonces Wes puede ver lo que yo veo—. Era una afirmación, una que ella necesitaba creer para no imaginar que su hermano estaba en cuarto encerrado en ese mismo momento. —Me gustaría que estuviera viendo lo mismo en este momento, Gru, es la única manera de saber que un pedazo de mí está con él—. Rose ve las estrellas de nuevo y toma un respiro. —Era un niño, tenían que… llevarme, no a él. Le gustaba este lugar, tenía la esperanza de que todo pasara. No se lo merecía—. Sus ojos se cristalizan, pero las lágrimas no caen.

Publicado por M. Rose Wood Mar Mayo 03, 2016 9:28 pm

La sensación que se produce cuando logras sacarle una sonrisa a aquella persona que esta triste, esa persona que necesita reír porque por dentro está rota, no tiene una forma de explicarse, no es alivio, ni alegría. Creo que más bien es satisfacción porque puedes lograr esas cosas. Siempre me gusto hacer reír a las personas, en especial a Rose, siempre se la veía tan sola, tímida, tan asustada, cuando era una persona que merecía que tuviera a su lado alguien que siempre la hiciera reír, que la hiciera sentir segura. Me gustaba ser esa persona, me gustaba haber ayudado a que consiguiera amigos, a que lograra abrirse con ciertas personas, incluso conmigo. Me gustaba verla reír y escuchar su risa. Si uno podía reír en aquellas circunstancias, entonces nada debía salir mal. Esa era la sensación, o al menos creo que es esa, es la sensación de esperanza.

—No. De ninguna manera. Nunca me vas a escuchar hablar seriamente, menos cuando me cuentas algo tan pervertido como eso. No me quiero imaginar que dentro de esas personas había un viejo verde de setenta años porque juro que me empezaras a dar miedo— Río con ella, porque quiero seguir escuchando esa risa, era el mejor sonido que podía escuchar en ese momento. El sonido de alguien riendo. —Además no sé qué tiene de malo, ahora hay una persona tuerta mirándote desde el cielo. Un sentimiento gratificante.

La ironía en ese momento era lo mejor. No solía ser muy irónico o sarcástico, pero algunas veces me salía con naturalidad. Ese era uno de esos momentos. Solía ver la ironía como algo mal intencionado, como una burla a las otras personas, me gustaban más bien los comentarios que hacían hacer reír a la otra persona, sin ser ofensivo. Esperaba que no lo tomara de esa manera.

La mano de Rose se endurece dentro de la mía, pero no la aparta, y lo tomo como algo bueno. No podía cuidar a una persona, o decir que todo iba a estar bien sin alguna muestra de afecto, era de las personas que regalaban abrazos, las palabras no eran lo mío. La joven no tarda en entender el tema al que me refería. Lo relaciona directamente con su hermano, así como yo lo hacía con Cass e incluso pensaba lo mismos que yo. Siento la mueca recorrer mi cara al escuchar cómo su tono de voz se debilita. No quería que llorara, quería que siguiera riendo, pero también sabía que a veces era necesario. Desconocía si la joven tenía alguien con quien descargar todo lo que tenía dentro, pero me agradaba que me lo contara, porque me sentía de la misma manera, solo que no lo digo, porque no sería una buena forma de ser bueno escuchando. Sabía las reglas, mi madre me las había enseñado.

—No digas eso. No digas que te debieron llevar a ti porque puede que si se lo llevaron fue para que lo encuentres, y si piensas de esa manera solo será peor. Y no era un niño, Rose. Es un niño. Te prometo que vamos a encontrar a Wes, y vamos a encontrar a Cass y vamos a encontrar a todas las personas que desaparecieron. Van a aparecer nuevamente y vamos a poder recordar lo felices que éramos a su lado, y aún mejor, vamos a ser más felices cuando los encontremos nuevamente.— Al menos eso era lo que pensaba cada vez que intentaba dormir, cada vez que pensaba que todo estaba perdido. Era lo que recordaba y repetía, era lo que necesitaba escuchar, y ahora lo que Rose necesitaba escuchar. Necesitaba escuchar que todo iba a estar bien, porque por más que no fuera así, aún estaba la posibilidad de encontrar a las personas que habíamos perdido, y yo me iba a jugar por eso, a que aún era posible que vuelvan a ser encontradas. —Ven, Rose. Por un momento pretende que no odias que te toquen. Necesitas un abrazo.

Con todo el cuidado que puedo, y sin soltar su mano, la paso sobre sus hombros, pasando sobre su cabeza, y me muevo para que la misma quede sobre mi pecho. Todos necesitábamos un abrazo. Un consuelo. Ella, ahora, más que nadie, porque nadie te podía preparar para perder un hermano, nadie te podía preparar para sentir toda esa oleada de arrepentimiento que te invade cada vez que recuerdas todo lo que has dicho, todo lo que has callado.

—No voy a lastimarte, juro que no voy a lastimarte— Es lo único que se me ocurre decir, y con la mano libre froto su brazo, aunque no sabía si la joven tenía frío o no. —Ellos van a volver a nuestras vidas, lo prometo.

Publicado por Brennan F. Grunwald Miér Mayo 04, 2016 6:10 pm

Gracias a personas como Brennan había aprendido lo que era reír con ganas, lo que era soltar carcajadas que resonaran en cada rincón de la habitación, dejar salir lágrimas de alegría y, lo más importante, sentir ese cosquilleo en la panza que a veces dolía, pero que al pensarlo resultaba placentero. Rose había abandonado la idea de ser un fantasma para convertirse en una chica normal como todas, una chica que podía tener amigos, que podía compartir, una que no tenía miedo y que sabía que la vida es un constante compartir con los demás. Para su fortuna, no solo había logrado socializar sino que, además, había hecho un grupo de amigos increíble; personas como Gru, Callie, Cassie, Nate, Isak, Cole incluso Jack le enseñaban que el mundo era un lugar bueno y que todavía hay cosas que pueden valer la pena. Reír de una manera tan liberadora había venido de ellos, pero más de Brennan.

No sabía que su comentario iba a traer esa consecuencia en su amigo, ella no se quedaba atrás, al contrario, reía a carcajadas imaginando toda la situación de una manera muy gráfica, no podía evitarlo, lo único que se escuchaba eran sus risas. Rosie, por unos segundos, se olvidó de todos los tormentos que la perseguían y que hacían eco en cada pared, en cada habitación, a veces la castaña deseaba saber si era la única que sentía a sus espaldas todas esas pesadillas.

Sus promesas le eran familiares, eran las mismas que ella le había hecho a Calliope cuando se presentó a su habitación con el tema de Cassie. Decirlo parecía tan sencillo, pero escucharlo y estar en medio de la situación era muy, muy diferente, todo se escuchaba tan lejano que le costaba creerlo; Rose veía buenas oportunidades con la misma fuerza que imaginaba todo lo peor que podía pasar. —Eso me gustaría—. Contesta con un hilo de voz, su tono la delata y hace ver que ni ella misma creía posible lo que estaba diciendo.

Rose gira el rostro y lo ve con sus ojos azules muy abiertos cuando él plantea la posibilidad de abrazarla. La castaña se debate por unos segundos, hasta ese momento solo Cole podía hacerlo, pero lo cierto es que Brennan era un buen amigo y dudaba que quisiera hacerle daño, desde un inicio le había demostrado que solo quería cosas buenas para ella. Cuando él empieza a moverse, la chica tensa su cuerpo de inmediato, sin embargo, cede un poco y deja que él se acomode para ella quedar con la cabeza apoyada en su pecho y su mano a una altura similar. En un principio le incomoda, no podía negarlo, afortunadamente Gru empieza a hablar y la distrae.

—Sé que no me lastimarías, Brennan, lo sé—. Afirma intentando pensar en otra cosa mientras el chico frota su brazo para evitar el frío. Sus últimas palabras hacen que un par de lágrimas broten de los ojos de Rose, ella aprieta con su mano el abrigo del chico y se acomoda sobre su pecho. —Quisiera hacer algo para ayudar, me siento tan inútil sin saber nada de él, de Cassie... de todos, Gru. Me da miedo pensar que alguno de nosotros pueda ser el siguiente, me da miedo que alguien busque que no quede nadie en este lugar—. Se remueve un poco viendo a un punto perdido, tenía tantas ideas en la cabeza que el asomo de cualquiera de ellas causaba un indicio de migraña en la castaña. —No quisiera estar hablando de esto, siento que deberíamos estar hablando de otras cosas, no lo sé, nadie está preparado para algo así.

Publicado por M. Rose Wood Miér Mayo 04, 2016 8:13 pm

Al escuchar su voz, pude sentir la pena que en verdad traía con ella. Se podía ver desde antes, su rostro que delataba las pocas horas de sueño, o en su mirada, triste, lejana. Me recordaba la persona que había visto por primera vez en el comedor, cuando accidentalmente chocamos. Me recordaba a una persona con el miedo a flor de piel, intentando ser contenido lo máximo que era posible. Me recordaba a mí mismo, porque en el fondo, sabía que debíamos estar pasando por algo similar. A ambos nos habían arrancado una parte de nuestra alma, una que era alegría y cariño, y la reemplazaron por tristeza y dolor.

La aprieto más contra mi cuerpo, intentando mantener a Rose en una pieza, con miedo a que se rompa. Más personas no podían caer. Menos si eran personas dignas de ser admiradas, como lo eran Rose y Callie, ambas habían perdido a sus hermanos, y aun así habían juntado toda la fuerza para que sus emociones no se reflejaran en ellas, para que aquellos que no las conocían no se dieran cuenta de cuánto sufrían en realidad. Pero lo había visto, Callie me había dejado ver su tristeza, aquella chica fuerte que se escondía detrás de una coraza de sarcasmo y comentarios ácidos, siempre me dejaba ver cómo era en realidad. Lo mismo me ocurría con Rose, en poco tiempo, me hizo considerarla una persona digna de admiración, pero si no había caído por todo lo que había pasado por su vida, entonces tampoco debería caer por eso. Era el momento en que todos mostraran que tan fuertes podían llegar a ser. Y sabía que yo había fracasado, pero iba a intentar nuevamente, no me iba a rendir. Nadie debía renunciar. Menos Rose. Ella debía encontrar a su hermano, porque si existía un Dios, no la iba a dejar sufriendo de esa manera, sacando de ella las pequeñas alegrías que había conseguido tener.

—Sé que no juegas en ningún equipo, pero lo que dices me recuerda a algo. Cuando te sacan del juego, cuando te encuentras en la banca y no puedes salir a jugar, y en la pista están tus amigos y les están dado una paliza, y aunque podrías hacer algo, no puedes, porque estás fuera del juego — Explico con paciencia, recordando las veces que me había pasado, más cuando era pequeño y no me querían meter por ser tan joven. Por suerte eso nunca me había pasado en el internado. Siempre jugábamos todos en aquellos partidos improvisados que se hacían. Siempre estaba presente. Y lo agradecía, porque no sabía qué tanto podría soportar que a Isak y a Callie les estuvieran ganando por afano, sin poder hacer algo para darle una mano a mis amigos. —Es lo que suele pasar, Rose. A veces estamos viendo un partido que no es el nuestro y en el que no podemos participar. A veces solo estamos en la platea, hinchando por las personas que si están jugando. Creo que esa es nuestra posición en este momento. Estamos viendo desde la banca un juego que no es nuestro. Y quizá alguien sea llamado a entrar, y tengamos miedo de que entre, pero una vez que lo hace. Es su trabajo jugar, y lo único que podemos seguir haciendo, es seguir alentando. Rose, los vamos a encontrar. Sé que si Wes esta con Cassie, nada malo le va a pasar. Cassie no dejaría que nada malo le pase a ese pequeño, ¿sí? Ten fe. No pierdas la esperanza.

Dejo un beso en la frente de la joven una vez que termino de hablar. Todo iba a estar bien. Si seguía repitiendo esas palabras en mi mente, tal vez, algún día, se volverían realidad. Tenían que volverse realidad en algún momento. Lo malo nunca duraba para siempre.

Lanzo una mirada a Rose desde mi posición, y la alterno con el cielo estrellado una vez, buscando un tema de que hablar, pero no puedo evitar darse cuenta lo cerca que estábamos, y eso ahogaba los pensamientos que podía llegar a tener. Muchas veces comparaba a Rose con Callie, no porque fueran diferentes, lo eran, pero sino porque me hacían sentir cosas similares. Eran mis amigas, casi que podía considerar a ambas mis hermanas, pero había pasado menos tiempo con la primera, y se preguntaba algo, algo tonto. Quizá demasiado tonto. —¿Alguna vez te preguntaste qué hubiera pasado si hubiéramos decidido estar juntos?— Pregunto en voz alta, y la miro con detenimiento. No esperaba hacer ningún movimiento, en realidad era incapaz de hacer algo como eso. No ahora. No cuando era en Cass en lo único que podía llegar a pensar. —No te espantes. Me refiero a ti y a mí, como una pareja. Creo que hubiéramos sido una linda pareja. Pero ahora tu estas con Cole, y mi corazón le pertenece a Cass.

Publicado por Brennan F. Grunwald Lun Mayo 09, 2016 3:02 pm

Entendía su punto, la explicación de Brennan en ese momento era lo más certero que Rose había escuchado en semanas, era exactamente lo que ella sentía y que a la vez no podía explicar, lo que estaba pasando y lo que no podía revolver, por lo menos no de una mantera tan fácil ni en un chasquido de dedos. Lo escucha con sus ojos claros perdidos en la noche y asiente al final del discurso del chico. —Si, entiendo todo lo que quieres decir, Brennan, desde aquí estoy alentando a mi equipo porque en el fondo quiero que gane, deseo con todas mis fuerzas que lo haga—. Sin querer aprieta un poco más la camisa del muchacho porque ella sabía que la comparación con un equipo cualquiera estaba lejos, muy lejos. —Pero aun así siento esa impotencia de no poder hacer nada, de estar al otro lado sin hacer algo para que la situación cambie a mi favor, a lo que yo quiero. Es eso lo que no me deja dormir, lo que no me deja pensar en nada más que no sea mi hermano. Sé que si esta con Cassie ella lo cuidará como nunca, pero quiero que este conmigo, con nadie más—. Una lágrima solitaria se pierde por su mejilla, una de las tantas que había botado esa noche al lado de su amigo.

No quería perder la fe, desde luego que no, pero cada día que pasaba la aplastaba más, más y más. Cada hora que no sabía de Wes era un paso que la distanciaba de su hermano, los recuerdos se agolpaban toda la noche y Rose había llegado a pensar que daría todo lo que tenía y más solo por volver a estar con él, así fuera en el hospital donde se habían conocido. No quería caer en lo mismo que Callie, incluso cuando ella misma se lo había aconsejado, pero a veces Rose pensaba que quizás si no hubiese llevado a Wes a ese internado las cosas serían diferentes.

La pregunta de Brennan la hace fruncir el ceño en un primer momento. Rose se queda en su posición y lo escucha; una pequeña sonrisa es lo primero que se forja en sus labios. Nunca pensó que fuese a llegar a tener una amistad con aquel chico y ahora la tenía, la idea de un noviazgo con Gru nunca se le había ocurrido, pero con lo bueno que era con ella no decantaba que hubiese sido algo positivo en su vida. Cole había llegado a dar giros violentos en su mundo y, aunque a veces la hiciera infeliz, Rose estaba segura de cuanto lo quería, así él pensara que era una mala influencia para la castaña de ojos claros. Era cuestión de tiempo para que cambiara o eso deseaba Rose con todas sus fuerzas, ella estaría ahí para cerciorarse de que así fuera.

Rosie alza la mirada apoyándose de uno de sus hombros para ver a Brennan, su sonrisa era honesta y sus mejillas estaban un poco ruborizadas. —Habría sido algo lindo, Gru, muy lindo. Así como confío en Cole, confío en que tú nunca me habrías hecho daño, fuiste la primera persona que me hizo sentir como lo que soy, una chica normal—. Rose le da un corto beso en la mejilla y vuelve a su posición anterior, sabía que debía de estar destrozado por lo de Cassie. La castaña se remueve un poco por la temperatura. —¿Sabes? Cuando ellos regresen quizás tendremos pruebas, comentarios de sus paraderos, tenemos que saber qué hacer con esa información, Gru.

Publicado por M. Rose Wood Miér Mayo 11, 2016 3:59 pm

Froto el brazo de la joven. La vida era injusta. ¿Cuántas veces habían mencionado eso y sin embargo solo lo recordábamos cuando pasaba algo de esa índole? La vida era injusta y nos hacía quedarnos sentados cuando lo que queríamos hacer era dar vuelta al mundo de una sola corrida. Teníamos que ser sometidos a eso, de una manera que causaba dolor y sufrimiento. La vida era injusta, porque teníamos que ver a nuestros amigos y seres queridos ser derrotados, sin poder hacer nada más que esperar a que regresaran a nosotros para poder dar un abrazo reconfortante y recordar que todo iba a estar bien y que un tropezón no es caída.

—Hay que ser positivo, no te puedes quedar solo con lo que va mal en la vida. Cierto, no estas allí con él, te lo sacaron de tu lado, no lo puedes proteger, pero estás aquí, y si esa fue la decisión de alguien es porque creen que es lo mejor.— Besa su cabeza una vez más. Agradecía haber sido bien educado por mi familia, que me enseñaran el optimismo y que tropezón no era caída, que me enseñaran a abrazar a las personas para hacer que se sintieran mejor. Era lo mejor que me podrían haber dado. Una vida que me ayudara a ayudar a los demás cuando fuera necesario. —Dicen que lo único que no tiene solución, es la muerte. Ellos están vivos y nosotros también, los vamos a encontrar, vamos a encontrar esa solución por más que sea la última, por más de que esté escondida en el lugar más recóndito del internado. La vamos a encontrar y vamos a dinamitar esa oportunidad para sacar todo el provecho de ella..

Lo iban a lograr y no se iban a rendir. Iban a intentar una vez y otra hasta que fuera necesario, porque eso era lo que había que hacer. Había que mantenerse en pie e intentar, una vez y otra, y fallar una vez, fallar mejor e intentar no fallar de la misma forma dos veces. No decía que iba a ser fácil o lo tuviéramos regalado, pero si sabía que no íbamos a bajar los brazos, porque amamos demasiado a esas personas para dejar que las tomen sin presentar una justa batalla por ellas. Rose debería saber, debería saber que no estaba sola y que todos estábamos disponibles para hacer lo necesario, para dar todo. Yo lo haría, lo haría por Cass, por Wes y por todas las personas que habían desaparecido.

Sonrío ante la respuesta de Rose. Los dos habíamos tomado caminos diferentes, pero aún manteníamos la confianza para hablar de eso con libertad, y era feliz de que ella sintiera la libertad de hablar con cualquier persona. —Rose, ¿te puedo contar un secreto? De cerca nadie es normal— Me inclino para poder mirar su cara y mostrar una sonrisa algo torcida. Era algo que me gustaba repetir y me gustaba creer y si algún día necesitaba tener un lema, posiblemente fuera ese o uno al estilo de, “no te rindas”. —Solo me encargué de mostrarte que eres querible eres como eres, solo tenías que abrirte a la posibilidad de hacer nuevos amigos. Aunque quiero mi reembolso, ahora que lo recuerdo, necesito recuperar a una amiga llamada Callie que me dejó por una persona llamada Rose, ¿puedes creerlo? Cinco años de mi más cariñosa y abrazable amistad y me reemplaza por una desconocida solo porque es más lista que yo.

Bromeo para poder sacar otra sonrisa en su rostro. No creí haber hecho nada para ayudar a Rose, solo le di una oportunidad y ella la tomó, esa era la verdadera historia y la única historia. El trabajo había salido todo de su parte, yo no había hecho nada.

—Si, puede ser. Puede que vengan con algunas respuestas, aunque espero que vengan con más respuestas y no más preguntas, porque si vienen con más preguntas desearé que los problemas se desvanezcan sin que alguien tenga que hacer algo— Eso no había sonado bien, incluso había sonado negativo, eso estaba mal viniendo de mi parte, pero era lo que sentía, por más que fuera negativo, solo quería que regresaran y todo volviera a la realidad donde no había insomnio, falta de apetito o pesadillas. —¿No tienes la sensación de que estamos caminando en línea recta hacia la boca del lobo? A veces lo pienso así, vamos derecho, derecho, derecho.

Publicado por Brennan F. Grunwald Mar Mayo 17, 2016 2:27 am

O quizás alguien había estado esperando para que ella se llevara la peor parte de la historia. En los últimas días, Rose había abandonado por completo su voluntad y positivismo, simplemente no podía verle el lado bueno a las cosas porque de un chasquido de dedos le habían arrancado lo que ella más amaba. La castaña no podía evitar pensar que quizás la situación iría empeorando y que uno a uno caería en situaciones sospechosas cuyo trasfondo se desconocía. En otra oportunidad hubiese dicho lo contrario y habría culpado a cualquiera que adquiriera la posición que ella misma mantenía en ese momento, pero era imposible, sin su hermano, sin esa parte de su corazón... Rose estaba quebrada, simplemente quebrada. Tenía miedo de que de un día para otro todos empezaran a desaparecer hasta quedar ella sola, completamente sola. Rose aprieta la camisa de Gru sin darse cuenta ante ese pensamiento, no podía evitarlo. —Voy a creerte, porque en este momento es lo único que me queda. Si sigo pensando en cosas peores probablemente enloquezca y solo vea que estamos perdidos. Quiero encontrar a mi hermano, es lo único que sé.

Él había sido su amigo cuando nadie quería serlo, cuando la misma Rose se cerraba a conocer personas por temor de que la juzgaran constantemente por su extraño comportamiento. Brennan le había dado la posibilidad de surgir y de darse cuenta que el mundo es un lugar bueno y que muchas personas valen la pena. No podía quejarse, ahora tenía a muchas personas buenas a su lado. Rose era afortunada, completamente afortunada.

Tenía tanta confianza con él como nunca imaginó con otras personas. Rose sabía que podía contarle cualquier cosa a Gru y él probablemente tendría las palabras adecuadas o incluso cualquier palabra graciosa para alegrarle el día. Los ojos azules de la castaña se alzan ante su amigo y sonríe puesto que no esperaba un comentario así precisamente. —Igual te lo agradezco, Gru—. Era una de las pocas veces que lo llamaba por ese apodo. —Pero en mi defensa soy una chica y probablemente le diga a Callie cosas diferentes a las que tu le dirías. Por ejemplo, si ella quiere patearle la cara a alguien tú la alentarías o planearías con Isak una estrategia para que su trabajo sea más sencillo, yo simplemente le haría ver que eso no soluciona nada... quizás no valga la pena, ella buscaría hacerlo de todos modos—. Sonríe con la mirada baja al sentir cierta nostalgia, ojalá las cosas fueran tan sencillas como pensar en esos eventos.

Asiente, en el fondo ella pensaba lo mismo. Inconscientemente ambos chicos ya habían dado por sentado que Cassie y Wes aparecerían lo antes posible, pero ahora el detalle parecía ser que los chicos, en lugar de aparecer con cualquier pista, llegaran sin saber nada, sonada egoísta hasta cierto punto, pero era la verdad, todos necesitaban respuestas, aunque fuesen datos mínimos. Rose asiente incluso antes de que Gru termine, ella más que nadie sentía que cada paso que daban los llevaba a un destino incierto donde esperaban conseguir respuestas, pero que a la vez los ponía en peligro. Estaba asustada, no podía negarlo, pero tenía la ansiedad de encontrar a sus seres queridos y eso parecía ser más importante sin pensar si quiera un segundo en los riesgos que estaban corriendo. —Pero en el fondo creo que es eso lo que queremos—. De esa manera sonaba como si fuese una completa locura. —Una vez escuché que para llegar al fondo del asunto tienes que llegar literalmente al fondo. En este caso es un lugar desconocido y probablemente oscuro, pero si no nos sumergimos en él creo que no vamos a encontrar respuestas, Gru. No podemos hallar a Cass y a Wes sin indagar en las profundidades, o en la boca del lobo como tú dices—. Se remueve un poco, la idea incluso era una locura para ella. —Pero tenemos que hacerlo, hay que hacerlo... el detalle está en si estamos dispuestos o no, yo lo estoy.

Publicado por M. Rose Wood Miér Mayo 18, 2016 7:59 pm

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