All the trees of the field will clap their hands

Recuerdo del primer mensaje :

Despertarme a causa de una pesadilla no era bueno para nadie. No era bueno para mí, que no podía pegar un ojo tras abrir los ojos. No era bueno para las personas que vivían en el internado que se amanecerían con el mejor estilo Grunwald. Normalmente era de las personas que dormían haya truenos, terremotos, aterrizara una nave extraterrestre, lo secuestrarán y lo enviarán a Plutón, pero cuando me despertaba, salvo que sea el horario para ir a estudiar, era incapaz de volver a dormirme, sean las dos de la mañana, las cinco o diez. Una vez que mis ojos se habían abierto, yo estaba despierto. No despierto del todo, tenía permitido un trance entre despierto y dormido y las ganas de volver a dormir, pero a veces me costaba demasiado. Además, patrocinado por la pesadilla del día, tenía la imagen de Cassie muerta en mi cabeza. Algo que quería olvidar demasiado, y hacer algo era la mejor opción, y ahí era donde venían todos problemas. Mi nombre es Brennan Grunwald.

Una persona con otro nombre en su identificación, primero, hubiera sido capaz de volver a dormir; segundo se dedicaría a hacer algo tranquilo que no despertará a los demás estudiantes. Yo era una mente creativa que no le gustaba repetir pasatiempo, a no ser que estoy estén englobados en: “la broma del año”, ya me imaginaba abriendo mis brazos mientras mostraba de lo que era capaz y sin duda tendría que escribir un discurso cuando reciba los agradecimientos de mis compañeros.

Comencé por las aulas de primer año y una buena cantidad de pegamento, obtenido del aula de carpintería. Un poco de pegamento en una puerta, otro en la otra puerta. Se cerraban y después de unos quince minutos no se volverían a abrir. En caso de accidentes, pasé pegamento por la ranura del piso hasta que quedara totalmente cubierta y por la ranura del techo, con la ayuda de una silla. Y eso era todo. Ahora los pequeños de primero no podrían ir a clase, lo que tenía sus beneficios porque no eran tan aburridos como los de séptimo que iban a hacer las suyas. Gritaban, jugaban, corrían, descontrol y risas que se esparcían por todo el internado. Lo que era necesario en ese momento.

Una vez que terminé con primer año, fui con los de segundo. Pensaba en hacer algo nuevo en cada aula, de todas formas eran las cinco y cuarto de la mañana, nadie se enteraría hasta que quisieran entrar a sus aulas para obtener sus respectivas clases. En segundo curso me dediqué a hacer una pirámide de bancos y pupitres que los faraones del antiguo Egipto adorarían y alabarían por su belleza y simetría. Estaba exagerando, se podía eliminar la simetría, y en realidad, esa era la broma. Había puesto todo de manera tal que, un movimiento en falso, traía como consecuencia un derrumbe. Implicaba que los alumnos perdieran clases, que escucháramos los gritos y risas de los de segundo mientras esperaban a poder ingresar y luego sus protestas de que ya no querían clases.

Soy un genio. Alguien tenía que admitir la verdad y era la única persona que se podía hacer cargo de esa labor, porque era la única persona en ese lugar. Sacudía mis manos, satisfecho, y luego los crucé. Debería tener una cámara en ese momento.

Publicado por Brennan F. Grunwald Jue Abr 28, 2016 11:52 pm

Y eso era aburrido. Mi reputación arruinada por un profesor que no prestaba atención a quienes eran los alumnos revoltosos de la clase. Aunque, si veía las cosas desde otro ángulo, eso podía ser bueno porque entonces, no sabría que las posibilidades de que yo hubiera hecho esa hermosa estructura eran tan grandes que casi rozaban el cien por ciento. Y ahora que lo pensaba, quizá esa era la razón por la que no me daba, aún, la hora y el día en que tendría que pasar por la sala de profesores para que algún adulto determinara la tarea que me tocaría hacer por las travesuras que me había mandado.

—¿Qué persona paranoica se atrevería a pasear por los pasillos cuando personas han desaparecido? No concuerda con el perfil, pero si no le molesta, prefiero estar en desacuerdo con eso. Puede que las cosas tranquilas sean mejor, para los adultos, pero creo que algunas personas tienen que recordar como sonreír. Se suponía que el internado tenía que ser nuestro segundo hogar, y hasta hace unos meses los pasillos rebosaban de risas que rebotaban en las paredes y que se volvían contagiosas. Ahora son murmullos e historias capaces de congelar la sangre de las venas. No creo que divertirse un poco sea algo malo, incluso creo que vendría bastante bien. Puede que usted haya conocido a los estudiantes en una pendiente negativa que iba a la depresión, pero antes no era así, y no estaría mal que las cosas volvieran a ser como antes— Expliqué mi punto mientras le pasaba las sillas y mesas que iba desarmando. Ya bajando de nivel incluso algunas eran colocadas sobre el piso por mí mismo. —Y puede que Thomas Edison haya electrocutado a un elefante, pero aun así muestra que no está mal cometer errores, sino que lo que está mal es dejar de intentar. No se logra nada cuando los brazos caen.

Me encogí de hombros, y luego tapé mi boca para poder soltar un largo bostezo. Genial, ya me estaba dando sueño de nuevo, podría dormir al llegar a mi habitación. Al menos las pocos minutos que quedaban hasta que me tuviera que poner nuevamente de pie. Eso era una excelente noticia, porque amaba dormir, como todo adolescente.

Nuevamente mostré la perplejidad en mi rostro. Ceño fruncido, mirada confusa.

—Pero…— Tuve que callar cuando el profesor levantó la mano para indicarme que aún no había terminado con aquella sentencia que me parecía brutalmente injusta. Espere a que terminara, con ganas de poner cara de pocos amigos cuando terminó. Ahora juzgaban a las personas por la expresión de la cara. Ese tipo de pensamientos llevaban a pensar que el ladrón era el negro y no el rubio de ojos celestes. —Profesor, ¿de qué pegamento habla? Juro que no he sido yo, en verdad, al menos dígame por qué castigo está haciendo que vaya a perder mis tardes, porque no veo nada que tenga que ver con pegamento, solo veo un montón de sillas apiladas y ninguna está pegada.

Publicado por Brennan F. Grunwald Miér Jun 08, 2016 3:24 am

-Los profesores, para empezar, que tenemos que hacer patrullas sí o sí. La alternativa es que te echen lo cual... visto con cierto punto de vista no parece tan malo, pero mientras queramos cobrar, el caso es que tenemos que estar por aquí. Y puedes divertirlos, claro. Pero alguna manera, remota e improbable, habrá de hacerlo sin necesidad de romper las normas -dijo, pensando en si se daría cuenta que diciendo esas cosas cada vez se delataba más y más a sí mismo. Él en su época había sido igual que él pero nunca había estado en una situación tan tensa ni delicada como la que vivía el internado ahora. Y cuando era un poco más mayor pero igual de imbécil, en cuanto lo desplegaron en Kosovo ya supo que esa clase de tonterías tenían que desaparecer. No está mal ser un payaso pero hay momentos para cada cosa.

-''Alguien'' ha atracando la puerta de los de primero con pegamento. Y como a ti te he encontrado ''casualmente'' en el aula de segundo tras haberse realizado otra travesura. Eso es lo que quiero decir con que hay que parecer inocente aparte de serlo. Estar rompiendo las normas de toque de queda en un aula donde se ha realizado una trastada, automáticamente te transforma en el principal sospechoso de haber realizado otra trastada en la clase de al lado. Y como esto no es una democracia ni nada así, no necesito más que eso para castigarte. Una semana por las tardes, recogerás todo el equipamiento del equipo de soccer y llevarás los petos y todo eso a lavar, sudan bastante. Y en el caso absolutamente remoto de que no hubieses sido tú el del pegamento, te castigo por romper el toque de queda. Da gracias que no te castigo por lo de las sillas.

Cualquier rastro de bromear había desaparecido, el hecho de que le estuviese vacilando en su cara ya había pasado de castaño oscuro. No está mal que a veces le eches morro a la vida pero evidentemente hay límites.
-Ahora te voy a acompañar hasta tu cuarto para garantizar que no te ''pierdes'' por el camino. Venga, vamos -dijo señalando la puerta con el pulgar mientras se levantaba de la mesa del profesor y encendía la linterna que llevaba consigo. Ahora mismo no parecía estar precisamente de humor, se había estirado demasiado el chicle.

Publicado por Mark Pratchett Miér Jun 08, 2016 10:41 am

Apunté las palabras del profesor, algo me decía que pronto podían serme de utilidad y no había nada más placentero en la vida, que responder a alguien con las palabras que la otra persona había utilizado. Eso hacía que las cosas sean increíblemente peligrosas, más cuando ya estaba al borde de un castigo, pero, hacer algo peligroso y estúpido era mi estilo.

La expresión en mi rostro era completamente opuesta a lo que quería mostrar, mi cara mostraba confusión, pena y sufrimiento por la persona que había hecho eso. En mi interior reír y me aplaudía a mí mismo porque el pegamento ya había secado y la idea había funcionado. Y ahí estaba el momento para usar las palabras del profesor, porque en ningún lugar de las normas indicaban que no se podía hacer una pirámide de sillas y pupitres, ni que no se podían trancar las puertas con pegamento, pero entonces, mencionó el toque de queda. Maldito toque de queda que me hice tragarme las palabras que tenía pensadas decir. No podía argumentar contra eso.

—Bien— Me mostré de acuerdo sin estar de acuerdo para nada. Allí iban mis tardes libres para hacer trastadas. Seguí la luz que salía de la linterna para salir del aula e ir a mi habitación, incluso cuando no tenía ni ganas de estar allí dentro. Lo bueno era que había sido con las cosas del equipo de soccer, conocía a la mitad de los jugadores aproximadamente, no podía ser tan malo. —Pero… ¿Al menos puede haber un desvió a las cocinas? Tengo hambre.

Mostré un puchero que duró un segundo antes de hacer una mueca al darme cuenta de que sería imposible hacer que el profesor se rindiera ante las peticiones de un estudiante. Pero antes de estar en el aula prefería ir a ponerme a ordenar las cosas de soccer ahora, o ir con el profesor amargado lo que quedaba de su patrulla. Nadie tenía que ir solo, ¿no? Lancé una mirada al profesor de lengua, cambie de idea, mejor era la habitación, al menos allí podía tocar la guitarra que no tocaba desde que Cassie había desaparecido o planear una nueva broma para divertir a las personas.

Publicado por Brennan F. Grunwald Jue Jun 09, 2016 7:18 pm

-Sobreestimas lo que la palabra ''desvío'' significa pero... bah, venga, vale. Así aprovecharé yo también para picar algo -dijo tras estar unos instantes pensándoselo. Total, eso no iba a hacer daño a nadie y además, estaba siendo una noche muy aburrida. Quedarse solo no parecía muy atractivo a esas horas de la madrugada. Echó a andar dirección a las cocinas, con una mano en los bolsillos y la otra en la linterna. Iba iluminando de manera muy metódica por donde pasaban, sin dejar nada al azar. Parecía que llevaba haciendo toda la vida cosas así. Se mantenía por el camino en silencio, estaba tratando de pensar cómo podrían dejar bien la puerta. La había conseguido abrir de una patada pero seguía arrastrando bastante. Probablemente tuvieran que desmontarla, lijarla y volver a colocarla para que se quedase perfecta.

Una vez llegaron a las cocinas, las inspeccionó rápidamente. Bien, nadie quería darse un tentempié nocturno. Encendió la luz y fue directo a donde estaba la fruta, cogiendo una pera y dándole un mordisco.
-Coge lo que quieras sin abusar y vamos directos a tu cuarto. Encima que ni siquiera revisamos demasiado si os metéis en los cuartos de otros... Ya podríais entreteneros así -dijo suspirando. Había numerosas maneras de divertirse en el cuarto de otra persona y sorprendentemente, la mayoría ni siquiera eran sexuales ni nada de eso. Nunca le había gustado demasiado entretenerse solo, siempre buscaba de manera instintiva estar con otras personas para divertirse así que el comportamiento de Brennan le descolocaba un poco. Sí, él había hecho travesuras, pero en compañía. Así era mil veces mejor.

Publicado por Mark Pratchett Vie Jun 10, 2016 1:15 pm

—Ya saben lo que dicen, con hambre no se puede dormir, sino se puede dormir da hambre— Comente mostrando la felicidad de un niño que al menos podía ir por comida a pesar de estar castigado. Llegamos rápido a las mismas donde tomé un panecillo y le puse manteca una vez que lo partí a la mitad, pasando un poco de azúcar sobre ambas partes con la habilidad de quien desayunaba eso todas las mañanas, la diferencia estaba en que mi desayuno consistía en cinco de esos panes con manteca y azúcar. Solían bromear que tenía la lombriz solitaria dentro de mi panza, comía por dos o tres personas, seguía siendo flaco como un palo.

—De eso ya se ha dado cuenta todo el mundo— Coincidí hablando con la boca llena, dado que me había mandado toda una mitad a la boca. —Después de que alguien irrumpió en la habitación de Isak para dejar un mensaje, éste se pasó a la mía porque no se sentía cómodo allí dentro. No sé si se dieron cuenta de eso y no la dejaron pasar o nunca se dieron cuenta, pero voy a asumir que no se dan cuenta porque Callie y Cassie también suelen ir a verse por las noches y nunca he escuchado que las hayan castigado por eso y… creo que no debía decir eso. Mejor me callo. ¿Vamos a mi habitación? Puedo prometerle que el camino es hermoso.

Cambié de tema rápido al darme cuenta que, posiblemente, había metido la pata. Yo y mi bocaza, el día que aprenda a estar con la boca cerrada sería el día en que las vacas volaran.

Publicado por Brennan F. Grunwald Dom Jun 26, 2016 3:21 am

Una sonrisa algo cínica se le escapó con eso de que no puedes dormir con hambre. Claro que se podía, solo que no era agradable. Pero si no hay más remedio, puedes hacer casi de todo con hambre. Sin embargo, él era el primero que era un comilón de primera así que tampoco vio razón para llevarle la contraria. No solo hay que sobrevivir, hay que vivir. Y con el estómago lleno, se vive mucho mejor. Se terminó la pera y la tiró de donde estaba al cubo de basura, acertando. Si no tuviese puntería, no hubiese sobrevivido tanto tiempo. Cogió una segunda pera (No eran muy grandes) la cual mordisqueó mientras escuchaba al alumno hablar.
-No sé si se han dado cuenta o no el resto, pero te aseguro que por mí, como si os montáis una bacanal romana mientras estéis en una habitación y no molestéis a los demás -dijo con cierta indiferencia mientras los restos de la segunda pera acababan junto a su compañera. Había que ser prácticos: Si estaban en habitaciones de otros, no solo estarían más seguros si no que además se entretendrían sin ir a los peligrosos pasillos. De hecho, él lo primero que hubiese hecho de haber estado al mando de esa situación hubiese sido juntarlos por parejas o incluso tríos.

El camino hasta la habitación de Brennan no le parecía especialmente hermoso, sin embargo, lo escoltó hasta su habitación yendo directo. Por supuesto, necesitó que lo guiaran. No se sabía los nombres de los alumnos, se iba a acordar algún día de las habitaciones, je. Una vez estuvo delante de la puerta esperó a verlo a entrar.
-Y la próxima vez, piensa dos veces antes de hacer estas cosas.

Publicado por Mark Pratchett Dom Jun 26, 2016 8:39 am

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