▲ Trama Global Nro1 (Parte II)

Recuerdo del primer mensaje :

Parte II

▲ 24 de Diciembre, 15hs.
▲ Temperatura: Las bajas temperaturas se sintieron en especial con la helada de la mañana, pasado el mediodía las nevadas cesaron, pero a partir de ese momento el cielo comenzó a nublarse más y más.
▲ Participan en la trama: Grupo 2.

Con la imposibilidad de salir más allá de las instalaciones del internado, los alumnos debían pasar las fiestas en Dunkelheit, algo que para algunos era lo mismo y para otros, era una tortura. Ese mismo 24 de diciembre, y para entretener a los alumnos, los directivos separaron a los estudiantes en grupos para que adornaran aún más todo el lugar de manera que la fiesta se vuelva un poco más alegre. Se sacaron del sótano todas las cajas habidas y por haber que contenían adornos navideños y se repartieron de manera tal que había dos árboles de navidad principales. El del Hall de entrada y el del salón de estudio. En la azotea irían tantas luces como se pudiera, para que todos subieran allí a ver los fuegos artificiales que se veían desde una ciudad cercana. Tras el almuerzo, el trabajo comenzó.

Notas:
▲ Pedimos, por favor, que para que la trama sea mas fluida, traten de no extenderse de las veinte líneas on-rol.

Publicado por Whispers Vie Dic 18, 2015 9:44 pm

Había logrado salir y ya podía respirar el aire de la libertad y su curiosidad siendo saciada a medida que caminaba, estuvo cerca de derribar a un chico pero eso no le importó. No se dio cuenta de que su compañera la seguía hasta que escuchó los reclamos de la profesora Ophelia. Carol se dio la vuelta, no sin antes poner sus ojos en blanco y modular una que otra vulgaridad solo con sus labios, incluso un bufido es evidente, uno que proviene de su garganta y que ella es incapaz de omitir.

Carol camina con Gwendolyn de regreso, trata de sonreírle como puede, no esperaba que la siguiera pero eso no era malo, quizás la chica se había dado cuenta de la nota y solo quería acompañarla. Modula un sencillo "Gracias" con sus labios para su compañera, ella no era de muchas palabras.

Ya de regreso en el aula, Caroline ve a varias personas cerca de la puerta, sus ojos claros se abren de golpe distinguiendo a Ezra, no sabía que había causado tanto revuelo con su "partida misteriosa". Ya dentro del sitio la rubia se gira a ver la docente luego de escuchar todo lo que Gwen tenía que decir, no iba a meter a la chica en más líos ni menos profundizar una mentira que era ya era evidente, todos eran testigos y era mejor hablar o si no Carol acabaría por explotar. —A ver...—. La rubia alza sus manos pidiendo atención, preparando la fanfarria antes de contar todo —No me sentía mal ni nada por el estilo, solo encontré una nota bajo el árbol que decía "Tengo una propuesta para ti, si estás aburrido busca donde la madera no falta" y decidí averiguar que era sin molestarlos a todos—. No era la mejor estudiante de todas pero si tenía una memoria privilegiada, trata de resumir la historia como puede. La rubia ve la cara de los presentes y finaliza con la docente. —Usted sabe que las cosas no van muy bien en este lugar, yo solo quería averiguar, eso era lo que decía, la nota está en el suelo, donde estaba sentada, seguro la dejé caer y ella se dio cuenta, solo quería ayudarme seguramente—. Señala a Gwendolyn y arquea sus cejas tratando de explicarse lo mejor posible. —Ahora... ¿haremos algo al respecto?

Publicado por P. Carol Harrison Dom Dic 27, 2015 8:39 pm

Estaba detrás de Gwen en todo momento, con el ceño fruncido por la duda. Acababa de llegar y el espíritu navideño que irradiaba Ophelia con su atuendo se había disipado totalmente con la actitud severa de la profesora. Era cierto que era responsable de los alumnos y que tenía que llevar a cabo su cometido pero… No podía mandar a Gwendolyn a la sala de estudio, castigada.

- Profesora Ophelia… - intentó decir, gesticulando un “por favor” con sus labios. Su mano llegó al hombro de Gwen, quien mientras soltaba la retaila quizás no se dio cuenta de la presión de intento de protección que estaba realizando Austin.

Suspiro de alivio cuando la chica del pelo rubio blanquecino comenzó a relatar la razón de su intento de huida del proyecto “Decorar la Navidad” que habrían propuesto para pasar el rato. No es que le echase las culpas de ninguna manera, normal que quisiese salir de allí cuanto antes. Era Austin y ni había llegado a su hora. Pero había complicado las cosas para Gwen y no quería que su estancia allí se volviese peor que en su casa. En el internado al menos podía protegerla. Le daría igual que Ophelia le recriminase en algún momento. Gwen era su hermana, siempre sería su hermana. En cambio, ¿Ophelia sería siempre su amor?

Miró extrañado a la rubia. Alzó las cejas, incrédulo. - ¿Qué nota? ¿En serio? Todavía no puedo creer que sigan existiendo estos jueguecitos. ¿Obra de la directora, profesora Ophelia? – sonrió, intentando quitar tensión en el ambiente. - ¿Y si vamos todos juntos? Así nos puede seguir vigilando. Los adornos no se van a colocar solos, pero según el temporal habrá tiempo de sobra para decorar todo esto. – Toda esta mierda, quiso decir. Solo quería que Gwen estuviese bien aquella Navidad, porque era su primera Navidad desde hacía mucho tiempo con ella.

Publicado por Invitado Lun Dic 28, 2015 7:14 am

Jack, puesto manos a la obra en cuanto la profesora le dio la orden, se había mantenido al margen de los susurros y las idas y venidas de sus compañeros. El chico ignoró las excusas para abandonar la habitación, la reprimenda de la profesora y las referencias a la nota encontrada bajo el árbol. Si algo había aprendido en su vida era que los asuntos de uno son solo de uno, por redundante que suene.

Terminó de colocar la estrella en la copa del árbol, justo donde la niña rubia le había indicado, y sacó de la caja unos cuantos rollos de luces. Sin necesidad de tomar prestada una de las escaleras, deslizó los cables por las guirnaldas que uno de sus compañeros había enganchado en las paredes. A pesar de no sentir verdaderas ganas de trabajar, decidió poner todo su empeño en hacerlo correctamente. No quería llevarse otra reprimenda.

Pasados unos minutos, no logró esquivar las voces del resto, que empezaron a cobrar más fuerza. Aunque intentaba tararear mentalmente la primera canción que le vino a la cabeza, el chico captaba todas y cada una de las frases. Frunció el ceño, ligeramente molesto pero sin apartarse de la pared donde estaba trabajando. ¿Por qué tenía que aguantar tantas gilipolleces juntas?

—Yo de verdad flipo con la gente de este colegio. Encuentra una persona una nota y ya tienen que meter todos las narices en el asunto, como si fuera cosa suya. —habló consigo mismo con tono más alto del necesario. La reticencia que le causaban las personas que trataban de meterse en todos los asuntos que se les ponían por delante era superior a su buena educación.

Publicado por Jack A. Hudson Lun Dic 28, 2015 11:18 am

La profesora se dio cuenta antes de todos de lo que pasaba, impidiendo que Ezra vaya al baño y yendo a por las rubias para que vuelvan. Era inteligente, debía darle el punto en ello, pero se equivocó al, después de unos minutos, darle permiso a Ezra para ir al baño. Se quedó callado al ver que su hermana volvió, así terminó escuchando sobre la nota y lo que decía. ¿Qué se creía yendo a un lugar como ese después de lo ocurrido? Eso pasaba por ser pequeña y nueva en el internado, lo que le falta aprender... Ezra tomó un respiro y sonriéndole desde la puerta a Grace, dejó el salón de estudios. Lo bueno de todo eso era que los baños se encontraban al lado del aula de carpintería, era más que obvio que ese era el lugar de la nota.

Tras medio minuto en el baño (que dejaron a Ezra con una gran satisfacción) dio un giro diferente escapándose al aula de carpintería. ¿Qué podía ser lo que encontraría ahí? Tampoco podía ser nada malo, parecía que la profesora sabía algo de ello, o al menos eso es lo que llegó a entender Ezra. Solo por si acaso sacó de su bolsillo su moneda, lanzándola en el aire y dejando que cayera sobre la palma de su mano. Cara significaba que la suerte decidió que podía entrar, y llevando su mano derecha a la manilla, eso hizo.

Publicado por Ezra J. Harrison Lun Dic 28, 2015 11:47 am

Narración

▲ Antes de que Ezra logre abrir la puerta alguien que no logra ver lo golpea por la espalda quedando este inconsciente, luego lo adentra en el salón de carpintería para dejarlo amarrado a la pata de una mesa y le tapa la boca. Encima del mismo dejan una nota escrita con la misma letra prolija de la anterior.

Todos juntos o nada. Si alguien más avanza solo, otro será el que pague.

Publicado por Whispers Mar Dic 29, 2015 3:18 am

Además de la curiosidad que vibraba en el ambiente, quería ayudar a su hermana. Quería que viese que realmente la apreciaba más de lo que había expresado los últimos años. ¿Cómo enmendar aquel error? A pesar de todo él había intentado ayudarla protegiéndola de sus actividades.

Frunció el ceño cuando una voz irritante se oyó al final de la sala. Miró por encima de todos y lo vio allí, decorando solo el puñetero árbol. – Así no ayudas, ¿sabes? – resopló y se peinó el pelo – Sea lo que sea que hagamos no mola nada que vuelvan a molestar con estas mierdas por mucho periodo de regalos que sea – dijo indicando la nota que la chica rubia sostenía. Él tenía miedo de ver la muerte de nuevo - ¿O prefieres que tu brazo aparezca…? – le gritó seguramente aterrando a todos los que estaban presenten. Quizás no había sido buena idea soltar aquella bomba, pero estaba cansado del mal carácter de la gente. Por ello mismo cortó la frase antes de finalizarla. Estaba su hermana delante, y recordaba que no había estado en aquel macabro incidente. Además, Ophelia… Seguramente se sentiría dolida, esperaba que no.

Entonces cayó en la cuenta que Ezra llevaba rato en el baño. ¿Habría sido tan tonto como para investigar la nota? ¿En serio? Resopló muy muy fuerte. - ¿Y ahora qué? Ezra seguramente habrá ido a investigar la maldita nota y no vuelve. - se cruzó de brazos, esperando una respuesta de los demás. Aunque no se atrevió a esperar mucho. Lanzó una mirada retadora a la profesora, sacándole la lengua y corriendo instantáneamente al baño de los chicos. Como hacía cuando salía de la línea de meta en las clases de atletismo. Esperaba que alguien le siguiese, ojalá Ophelia... Pero su carrera se paró en seco frente a la puerta del baño, pero no por querer entrar sino porque la puerta estaba entreabierta. Seguro que encontraría a Ezra allí.

Los ojos de Austin se abrieron desmesuradamente, corriendo hacia el cuerpo de Ezra. - ¡Joder, joder, joder! - gritaba demasiado bajo como para despertarlo de su inconsciencia. Las manos se le liaron hasta que consiguió deshacer los nudos y destapar su boca - ¿Ezra? ¿Pero qué mierdas? - Su mirada fue atraída por una nota, otro suceso asquerosamente de mal gusto. Pasó de ella y cogió a Ezra por los hombros, dándole pequeñas sacudidas - ¡Eh, tío!

Publicado por Invitado Mar Ene 05, 2016 8:30 am

Estaba enojada, no tenía sentido negarlo, pero aun así me sorprendieron las miradas que esperaban que los castigara. ¡Yo nunca haría una cosa así! Claro que eso no era obligatorio, pero estaban a mi cuidado, lo básico era esperar a que yo respondiera antes de salir por la puerta sin darme tiempo a nada, si algo les ocurría sería mi cabeza la que rodara, y no era que las cosas con los directivos fueran en viento en popa como para arriesgarme a algo. Pero los estudiantes no tenían la culpa, no podía pedir que entendieran algo que desconocían, algo que estaba más allá de sus límites.

—Cambien esas caras que no castigaré a nadie— Es lo primero que les digo, mirando a los aludidos. Tampoco tenía sentido fingir que los castigaría, no era de esas profesoras, nunca me habían gustado los castigos. —Esto no es obligatorio, Gwendolyn, pero con todo lo ocurrido no es bueno que las personas anden solas, se trata de seguridad y de entender que si algo les pasará yo soy la responsable de ustedes y de su salud— Explico para que la joven entendiera porque mi enojo inicial. —Eso va para usted también, Carol, ¿Cómo se te ocurre ir tras una nota como esta tras todo lo pasado? Se que pensar que nada de eso pasará aquí dentro es lo mejor, no les pido que tengan miedo y que no duerman por la noche, pero tienen que ser más precavidos— Y lo decía yo que había terminado atada a un árbol. Algunas veces pensaba que solo a mi me había afectado todo lo ocurrido en los bosques, y por acto reflejo pase mis manos por las muñecas.

No estaba segura de ir, pensando bien todo lo mejor era quedarse allí dentro, pero la directora había avisado de una sorpresa, ¿Sería esa? ¿Y si algo malo pasaba? Lancé una mirada a los estudiantes, ¿Querrían ir? Mis pensamientos se quedaron en seco cuando Austin salió de la sala tras aquel comentario sobre el estudiante que había permitido ir al baño. Mierda, lo había olvidado y Austin tenía razón, llevaba demasiado tiempo. —¡Austin!— Grite para llamar su atención, pero ya se había ido y seguro no había llegado a escucharme. —Muy bien. Vamos, pero todos juntos. ¡Vamos!— Les apure, preocupada por los estudiantes, por Austin y por Ezra.

Apure el paso adelantando a los estudiantes y siguiendo a Austin. Mi corazón se detuvo al ver al otro joven inconsciente. —Por todos los santos— Llegue a murmurar antes de activar. —Ayudame, hay que acostarlo y levantarle las piernas— Indique a Austin, mientras ayudaba a mover al joven. Ni me gaste en leer el papel, mi corazón ya estaba suficientemente acelerado y mis manos ya temblaban como agregar más a toda esa situación. Me gire a uno de los otros estudiantes. —Ve a la enfermería y toma un algodón, ponle alcohol y vuelve lo antes posible—

Off: Perdón por el largo, pero tenía que explicar mucho.

Publicado por Ophelia E. Westerberg Jue Ene 07, 2016 11:17 am

La lentitud le molestaba, la incompetencia aún más. Carol hacía las cosas por su cuenta precisamente por esa misma razón, porque sabía que no haría nada esperando por los demás y por los acuerdos grupales que, ocasionalmente, molestaban más de lo que podían ayudar. Había visto la nota y prefirió ir sola porque sabía de los rumores del internado y porque era mejor ir de manera silenciosa y averiguar que pasaba antes de crear una revuelta estudiantil donde todos acabaran peor de lo que empezaron. No culparía a la chica que la siguió ni a los demás, solo se culpaba a ella misma por dejar espacios en blanco y no estar afuera sino en el mismo sitio perdiendo el tiempo.

Ezra empezaba a demorar y eso hacía que Caroline se desesperara porque seguramente su hermano habría encontrado ya lo que ella quería buscar por su cuenta. De vez en cuando Carol lanzaba una mirada alrededor buscando algún tipo de reacción o a la misma puerta esperando que la melena platinada de Ezra terminara por entrar y por asegurar que había sido una tontería. La voz de la profesora pasó de ser calma a tempestad, pasó de ser angelical a convertirse en el peor chirrido que Carol pudo experimentar. La rubia cruzó sus brazos mientras ponía sus ojos claros en blanco y omitía varias palabras que querían salir de sus labios, en ese momento cualquier sermón entraba por su oído y salía por el otro.

Su espera fue en vano e iba a decir algo cuando Austin salió corriendo, Carol estuvo tentada a hacer lo mismo pero la profesora Ophelia los incitó a todos, la rubia no tuvo que esperar, estaba entrenada con el asunto del soccer así que salió corriendo al destino que todos habían acordado no sin antes indicarle a Gwen con la mirada que esta vez sí irían todos.

No tardó en llegar y la escena que sus ojos vieron la hicieron paralizarse. Austin intentaba ayudar a Ezra, a su hermano. Verlo de esa manera, inconsciente y débil, hizo que la piel de Carol se erizara y que su tez se tornara más pálida si eso era humanamente posible. Por un momento la chica pensó que no reaccionaría pero el instinto la ayudó hasta el punto que se acercó rápido y se inclinó al paradero de su hermano. —Ezra, Ezra…—. Mencionaba sin saber dónde colocar sus manos ni cómo moverse, no quería lastimarlo más de la cuenta. No iba a ser ella quien fuese a la enfermería, era la hermana y su lugar era ese. A esas alturas Carol no pensaba demasiado, no sabía lo que hacía. La chica dirige una mirada a Austin y a la profesora, no podían moverlo con tanta violencia. —Ez... Vamos, despierta—. Dice en un tono de voz más bajo mientras toca las mejillas del chico y palpa un poco su rostro.

Publicado por P. Carol Harrison Sáb Ene 09, 2016 3:47 pm

Hizo oídos sordos a todo lo que pasaba a continuación, ni siquiera quería escucharlo. A veces era capaz de hacer eso, abstraerse en un lugar e ignorar todo lo que pasaba en su entorno, era bastante útil, más en circunstancias como era esa. Solo levanto la vista cuando vio como Ez se paraba a su lado y pedía permiso para ir a los sanitarios, permiso que fue negado por la profesora. —¿Crees que su vestimenta ya haya afectado su juicio?— Pregunta a su amigo aprovechando que la profesora de química ya no se encontraba entre ellos. Sopeso la posibilidad de salir de allí a sus anchas y regresar a su habitación, o a la sala de baile, no sería nada malo, poder practicar un poco algo de danza.

Para su mala suerte, la profesora entró antes de que llegara a tomar una decisión, y no llegó a despotricar dado que notó que regresaba con tres estudiantes que parecía que se habían dado a la fuga. Agradeció no haberse marchado, aunque ver a esa profesora castigar a alguien sería algo digno de ver. Estaba esperando que pasara eso, casi que lo imploraba, pero todo fue por el camino opuesto. No solo no había castigo sino que la profesora aprovechaba para hablar sobre responsabilidades. Si Ezra no se hubiera ido al baño cuando su hermana termino de hablar, seguro habría sido testigo de las opiniones que tenía ganas de soltar contra Ophelia.

Lo importante parecía ser una nota que habían encontrado y algunos pensaban que podía tratarse de otro juego. Murdoch hizo su jugada al abrir la boca de más. Grace fingió sorpresa al notar que Jack no solo era odiado por ella. Se movió en silencio por el aula, ella quería ir, cualquier cosa por salir de aquella condena. —En tu lugar tendría cuidado, tu humor no hace que muchas personas quieran cuidar tu espalda— Bromea con un poco de crueldad lo suficiente cerca de Jack para que este sea capaz de escucharla. Hubiera hecho otro comentario, pero Austin salió corriendo, la profesora dio la orden y al parecer sus sueños se hacían realidad, al fin podrían salir de allí.

Siguió al grupo, solo por curiosidad de saber que se iba a encontrar, y aquella sonrisa mofa desapareció cuando se dio cuenta de que alguien gritaba algo que no comprendía y cuando logró abrirse paso, vio el motivo del escándalo. Ezra estaba inconsciente. No dudo cuando Ophelia pidió a alguien que fuera por alcohol, y corrió tan rápido que sintió todos sus músculos arder. Ya en la enfermería tiro un par de cosas al suelo antes de encontrar lo que necesitaba y volver a bajar con el grupo. Humedeció una bola de algodón con el líquido y la llevó a la nariz de su amigo. Ya le habían hecho eso una vez, Ez no sentiría un buen aroma, pero al menos despertaría o eso era lo que esperaba.

Publicado por Grace L. Edwinson Sáb Ene 09, 2016 8:26 pm

Jack se consideraba especialmente bueno en dos campos: cumpliendo su deber e ignorando las palabras de los demás. El muchacho continuó colgando las luces en las guirnaldas tal y como había prometido, apartado y en silencio. Entablar otra discusión más acabaría convirtiéndolo en el próximo castigado de Ophelia, cartel que no quería grabarse en la frente.

La última sesión con el doctor Motka había relajado ligeramente la ansiedad que sentía cuando pensaba en la noche de Halloween, y en esos momentos se estaba obligando a sí mismo a mantener la mente fría. Los comentarios y la nota lo desestabilizaban tanto como a cualquiera, mas el psicólogo le había dejado muy claro que aumentarían la seguridad del internado y que rastrearían piedra por piedra hasta dar con el culpable del asesinato. ¿Por qué no iba a darle un voto de confianza a pesar de no apellidarse Hudson?

Ay, Jack, Jack. Pues precisamente porque las palabras pesan muy poco. El viento se las lleva como si fueran hojas secas en pleno otoño antes de que tengas tiempo de parpadear.

—Mi deber es ayudar a decorar la sala. Lo que ocurra fuera de aquí no es de mi incumbencia. Además, mi brazo continuará en su sitio si no me hago el listo y salgo corriendo a la primera de cambio. —respondió a los gritos de Austin sin alterarse lo más mínimo. No se dignó a mirarlo mientras le hablaba, pues le parecía más importante continuar anudando el cable para evitar que se despeñase sobre un alumno de primero que pasase por allí. Ya lo he dicho, Jack estaba plenamente convencido de que todo se trataba de una jugarreta que algún listillo había ideado para dejar su tarea antes de tiempo.

La Grace Kelly de pacotilla aprovechó la tensión del momento para acercársele por detrás y soltar uno de esos comentarios que la hacían mantenerse -y con creces- en el trono a la más petarda del internado. El chico rodó los ojos por instinto. Empezaba incluso él a lamentarse de su suerte. No sólo lo ponían a decorar las paredes de un sitio en el que no le apetecía estar, sino que también le tocaba aguantar las tonterías de dos rubios mononeuronales. ¿Tanto pedía al querer pasar una navidad en casa, tranquilo y sin más complicaciones que averiguar cómo zamparse medio pavo él solo?

—¿Tanto te preocupa que me pase algo que te pones a contar cuánta gente me salvaría? Porque deberías empezar a cuidar de ti misma y dejar de espiar a los demás. A ver quién se arriesga por salvarte a ti, Barbie de "Todo a cien". —dejó caer en la caja el último de los cables antes de girarse hacia el resto de "decoradores", aunque mirando a Grace con los ojos entornados. No sentía frío pero se metió ambas manos en los bolsillos del pantalón. Si no pensaban dejarlo trabajar está bien, no continuaría toqueteando luces. Ni siquiera le servía como experiencia positiva para el futuro.

Antes de que Jack continuase replicándole a quien se le pusiera por delante, Austin salió corriendo de la habitación. El chico desvió la mirada hacia la puerta, enarcando una ceja de forma interrogante. No entendía cómo habían evolucionado las cosas tanto en tan poco tiempo: habían pasado de gritar por una nota a escapar del aula por... ¿Por qué?
Sí, Jack a veces era muy lento a la hora de captar lo que sucedía a su alrededor; especialmente, cuando no prestaba atención.

Las órdenes de Ophelia no tardaron en llegar. Saldrían de allí, pero todos juntos. Y a Jack no le quedó más remedio que obedecerla. Después de todo, era su profesora.

—Ya lo que me faltaba, tener que correr como un idiota porque ha aparecido una puta nota que a saber quién la ha escrito. —farfulló, hastiado, mientras comenzaba a caminar detrás de sus compañeros. Aceleró el paso sin llegar a correr por los pasillos; lo suficiente para no perderlos de vista.

Al girar la última esquina el vocerío se hizo aún más fuerte. Sus compañeros se encontraban apiñados junto al suelo, algunos resollando por la carrerita dada. Un escalofrío recorrió en ese momento la espalda de Jack, bajándole de una vez a tierra e impidiendo que siguiese con su teoría de “es una broma”. Algo gordo acababa de pasar. Corrió hasta ponerse a la altura de los demás y trató de ver qué era lo que habían encontrado. Ophelia estaba dando nuevas órdenes y Jack pudo ver a Ezra en el suelo cuando Grace se abrió paso para correr hacia la enfermería. Su ceño se frunció al instante, sintiendo un repentino sentimiento de culpabilidad. Escasos minutos atrás se había mofado de sus compañeros por pensar en ataques, ¿cómo no iba a sentirse un poco mal?

—Intentad no moverle mucho la cabeza. Si el golpe le ha producido un derrame con los movimientos bruscos lo complicaríais más. —murmuró mientras se apoyaba contra la pared. Apretó los puños con fuerza, los cuales seguían dentro de los bolsillos del pantalón. En su próxima reunión con Motka, si es que llegaba vivo, tendría que soltarle un par de cosas acerca del significado de “seguridad”.

Publicado por Jack A. Hudson Sáb Ene 09, 2016 9:18 pm

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