▲ Trama Global Nro1 (Parte II)

Parte II

▲ 24 de Diciembre, 15hs.
▲ Temperatura: Las bajas temperaturas se sintieron en especial con la helada de la mañana, pasado el mediodía las nevadas cesaron, pero a partir de ese momento el cielo comenzó a nublarse más y más.
▲ Participan en la trama: Grupo 2.

Con la imposibilidad de salir más allá de las instalaciones del internado, los alumnos debían pasar las fiestas en Dunkelheit, algo que para algunos era lo mismo y para otros, era una tortura. Ese mismo 24 de diciembre, y para entretener a los alumnos, los directivos separaron a los estudiantes en grupos para que adornaran aún más todo el lugar de manera que la fiesta se vuelva un poco más alegre. Se sacaron del sótano todas las cajas habidas y por haber que contenían adornos navideños y se repartieron de manera tal que había dos árboles de navidad principales. El del Hall de entrada y el del salón de estudio. En la azotea irían tantas luces como se pudiera, para que todos subieran allí a ver los fuegos artificiales que se veían desde una ciudad cercana. Tras el almuerzo, el trabajo comenzó.

Notas:
▲ Pedimos, por favor, que para que la trama sea mas fluida, traten de no extenderse de las veinte líneas on-rol.

Publicado por Whispers Vie Dic 18, 2015 9:44 pm

El buen humor de Jack normalmente brillaba por su ausencia, pero ese día digamos que su estado anímico rozaba el subsuelo. Si bien al chico le gustaban tanto las clases como el internado, había albergado la esperanza de volver a casa por navidad. Y no es que simplemente le apeteciese perder de vista a sus compañeros, no. Su madre le había prometido en su cumpleaños que la guitarra que tanto deseaba lo estaría esperando bajo el árbol el día veinticinco; guitarra que no tocaría hasta verano por culpa del temporal.

Porque claro, ¡es muchísimo mejor plan quedarse en un internado donde aparecen cadáveres que tocar una Gibson SG roja en un cuarto tranquilo y caldeado!

Como un alma en pena, el muchacho comió en la más absoluta soledad. La mala cara que tenía -incluso un poco pálida por el disgusto, que después de todo Jack seguía siendo un crío- logró espantar a los alumnos más atrevidos que solían sentarse a su lado. “Disfrutó” de un almuerzo tranquilo, en el que se formó a su alrededor una especie de cerco invisible que nadie se atrevió a cruzar. Jack lo agradeció. Se hubiera comido la cabeza del primer graciosillo de turno que se hubiese intentado pasar de listillo con él.

La comida sin su guitarra nueva incluso parecía saber peor. Por más que masticaba, todo tenía regusto amargo. Y de la textura mejor ni hablar. Una suela de zapato le parecía más masticable.

Sí, señores, Jack tenía una rabieta. Pero, ¿quién no la tendría? Odiaba cuando faltaban a sus promesas, y a él se le había jurado que tocaría su guitarra nueva en navidad. ¡Falacias, estaba rodeado de falacias!

Con un jersey de renos como única muestra de que no era el Grinch, el chico abandonó el comedor arrastrando los pies. Desafortunadamente para él, cuando se disponía a subir a su cuarto a leer, darse cabezazos contra la pared o dejarse morir sin música, le avisaron de que tenía que acudir a la sala de estudio para “socializar”. Un tic nervioso apareció en su ojo mientras caminaba hasta allí con tantas ganas que hubiera podido reventar de emoción; con cara de alma en pena y las mismas ganas de vivir que un gusiluz moribundo.

No se dignó a ayudar ni un sólo minuto. Es que ni siquiera se le pasó por la cabeza tratar de ser simpático, colocar los adornos en la parte más alta del árbol -medir 1'84 servía para algo- o sonreír. Jack no tenía ganas de estar allí y no se esforzaba en disimularlo: cara larga, brazos cruzados y leve tic en el ojo al ver tanta felicidad en las caras de los demás. Los observaba apoyado contra la pared, a varios metros. No le apetecía respirar su mismo aire, no fuera a ser contagiosa aquella idiotez.

[1]He leído lo de no extenderse cuando ya lo tenía escrito. No me pasaré en los siguientes, perdón. Para las introducciones soy la exageración personificada -.-

Publicado por Jack A. Hudson Sáb Dic 19, 2015 2:03 am

Navidad, no había festividad más mágica que esa, el momento oportuno para que todos saquen a la luz a ese pequeño niño interior que llevaban dentro. Ya desde temprano me había puesto un suéter verde con unos pantalones rojos y un gorro del mismo color, me había pasado por las cocinas ya sabiendo los planes de decoración que se harían ese día y preparé varias bandejas de galletas, que, después del almuerzo subí a la sala de estudio mientras separaba las cajas según su contenido para que sea más fácil organizarse. Las mesas de la sala de estudio tenían que moverse, por lo tanto, cuando los estudiantes comenzaron a llegar comencé a dar ordenes, ese lugar iba a quedar perfecto.

Una vez que el grupo estuvo organizado, comencé a ayudar con el árbol de navidad, llevaría bastante tiempo llenar el mismo de adornos y luces. —My father will be pacing the floor. Listen to the fireside roar— Cantaba en un tono tan bajo que ni me daba cuenta de que estaba tarareando una canción navideña mientras colocaba las bolas blancas distribuidas alrededor del árbol. Cada tanto levantaba la mirada para comprobar que todos los alumnos trabajaban, pero ya era la tercera vez que veía al mismo alumno contra la pared. Sonreí con amabilidad mientras dejaba mi trabajo y tomaba el plato de galletas para acercarlo al mismo. —Tomé una señor Hudson e intente integrarse al grupo, necesitaremos las manos de todos para que esta sala quede brillante— Mantuve la sonrisa con facilidad, era imposible estar triste en esos días, aunque tenía la sensación de que el año había pasado demasiado rápido, no se podía creer que ya fuera diciembre.

Publicado por Ophelia E. Westerberg Sáb Dic 19, 2015 2:25 am

Desde el momento en que habían anunciado que deberían quedarse en el internado para las fiestas, los ánimos de la joven como su humor iba de mal en peor. Tenía que ser una broma de mal gusto, porque estaba claro que muchas de las personas que estaban ahí no contaban con esmoquin o un vestido largo como para hacer de esa cena algo interesante. La joven ya se despedía de sus regalos, ya sean los de navidad y los de su cumpleaños que habían pasado ese mismo doce. Las cosas no parecían ir peor, y entonces les pidieron que se encarguen de la decoración del lugar.

—¿Es que no hay gente que se encargué de esto?— Le preguntaba a Ezra mientras caminaban al lugar indicado y luego seguían las ordenes de la profesora de química, a la cual Grace miraba desde lo alto con los brazos cruzados. —¿Ya has visto lo que tiene puesto?— Le susurro entre dientes a Ezra de modo que solo él pudiera escucharla, y tras decir eso volvió a mirar el atuendo de la profesora de arriba abajo. Busco una silla para poder desarmar las luces antes de poder colocarlas, en sueños iba a tocar ese árbol.

Alzó la mirada cuando escuchó a la profesora hablar a Jack, pobre, era tan ingenua dicha profesora. —No debería preocuparse profesora, seguro esta hablando con santa para que de regalo le traiga una cura contra su estupidez—

Publicado por Grace L. Edwinson Sáb Dic 19, 2015 2:46 pm

El tema de estar atrapada allí en navidad le hacía sentir de forma bipolar desde hacía días, una parte de ella quería ir a casa, pero otra se alegraba muchísimo de no tener que hacerlo, era difícil de explicar. Les habían hecho ir allí para decorar ellos el lugar, claramente, querían tenerlos entretenidos y controlados por alguna razón, lo que había escuchado día atrás sin querer aún seguía dando vueltas en su cabeza, aunque aún no había hablado de ello con Austin.

Fue allí y la verdad se sentía con ganas, estaba contenta, bastante contenta, hacía mucho que no se la veía de esa forma, pero aquello era totalmente eclipsado si alguien se fijaba en la profesora Ophelia, sin duda, llevaba el espíritu navideño en la sangre esa mujer o eso parecía, Gwen observó detenidamente a la gente que estaba cerca de ella, un chico, que parecía estar en el mismísimo infierno, y una chica rubia, de aspecto elegante y que parecía ser algo parecida a Olenna en actitud, en opinión de la rubia, aunque claro, eso eran apariencias, que al insultar sutilmente al chico, parecían ser algo acertadas. No quería estar cerca de situaciones de hostilidad, así que buscó con la mirada a alguien que conociera y se dio cuenta de que seguramente habrían metido a sus amigos o conocidos en otros grupos, chasqueó la lengua, no era divertido poner decoraciones de navidad si estaba separada de la gente con la que quería celebrarla. Así que se quedó en silencio, algo apartada mientras colocaba algunas decoraciones sola.

Publicado por Gwendolyn P. Murdoch Dom Dic 20, 2015 7:25 pm

Caroline nunca había sido la responsable de colocar la navidad en su casa. Aquel cuadro de los padres en pijama con sus hijos organizando las decoraciones mientras el perro se llevaba las luces en la boca era solo una simple referencia de películas norteamericanas para ella. Carol había tenido tantos lujos y dinero en su vida que, al abrir los ojos en diciembre, el árbol ya estaba puesto por los numerosos miembros de servicio de su casa, era como arte de magia, claramente. Por esa misma razón, que les exigieran tener que decorar ellos mismos los espacios del internado le causaba un enorme pesar, por no decir otras palabras más vulgares.

La rubia bajo netamente por inercia y con una total ausencia de voluntad propia. Sus cabellos estaban húmedos y se balanceaban con el viento mientras descendía por las escaleras, había optado por unos leggins y un abrigo largo de tela bordado de color azul cielo, ese día su palidez brillaba más que nunca. Ella decidió llevar un abrigo más grande por si las temperaturas jugaban en su contra. Que Ezra estuviese ahí no ayudaba a la situación así que la chica se distanció un poco, él parecía estar bien acompañado por otra chica rubia. Carol decide empezar antes de que la profesora Westerberg atentara contra ella con su brillante espíritu navideño que hacía ruido en medio de aquel salón.

Carol estaba colocando algunos adornos que, si bien parecían de cristal, eran solo de plástico, a veces metía sus manos entre las ramas cuando creía que las luces estaban en un lugar inapropiado, se basaba por sus gustos claramente ya que ni recordaba la decoración del último árbol que vio en casa antes de que su hermano se fuera.

Carol aguanta la risa ante el regaño de la profesora al chico de cabellos largos, alza la mirada para ver pero luego vuelve a su tarea mientras tararea una canción de manera muy baja, solo para ella. Cerca estaba una chica rubia, parecía ser un poco menor y a la vez estaba tan solitaria como ella. —¿Siempre son así en este lugar?—. Pregunta solo para ella, después de todo Carol era nueva y ya de por sí esa costumbre no le estaba gustando mucho.

Publicado por P. Carol Harrison Dom Dic 20, 2015 8:56 pm

La única persona que podía conseguir que Jack dejase de mostrar abiertamente que tenía vinagre en lugar de saliva fue precisamente la que se acercó a él. Si bien el muchacho hubiera mandado a freír espárragos a cualquier alumno que le invitase a participar en la actividad, su fuerte sentido de la responsabilidad y el respeto para/con los profesores logró que asintiese con la cabeza a las palabras de Ophelia. Se apartó de la pared en cuanto vio su sonrisa afable y decidió coger una de las galletas del plato que le ofrecía, aunque realmente no le apetecía comer ninguna. Negarse a acatar las órdenes de sus superiores no era su estilo.

—Eh, sí, vale, profesora. Gracias. Pero hágame un favor. Dígale a la rubia esa que vaya a añadir a su carta a Santa Claus que necesita una personalidad urgente y un bozal. Igual nos pega la rabia a todos. —sabía que ignorar las palabras de Grace hubiera sido un movimiento inteligente pero, enfadado como estaba, el chico se tomaba cualquier palabra como una provocación. Era tan humano como cualquier otro.

Señaló a la rubia con la galleta, dejando claro a quién se refería -por si quedaba alguna duda-, y decidió acercarse al árbol que estaba siendo decorado por algunas de sus compañeras mientras se la llevaba a la boca. Cuanto más lejos estuviera de Grace mejor, o acabaría explotando. A duras penas, tratando de tragarse su mal humor y la brusca forma con la que siempre hablaba, el chico miró las decoraciones que colocaban dos de las muchachas. Decir que logró controlar sus formas sería estar alejado de la realidad, pero al menos lo intentó. Cosas de ser navidad.

—¿Necesitáis ayuda para poner guirnaldas en alto o algo así?

Publicado por Jack A. Hudson Dom Dic 20, 2015 10:13 pm

Quería matar a los directivo por no dejarles salir de Escocia para navidades. ¿No entendían que lo peor que podía pasarle era quedarse encerrado en el internado un mes más? ¡Necesitaba su tecnología! Al menos podrían darles sus móviles, así podrían hablar con sus padres, navegar por internet o simplemente tomarse fotos. Mucho tiempo sin un móvil podía darle un ataque al plateado. Oh, y no entremos en el tema de los regalos. ¡Le iban a regalar un coche! Claro, lo había planeado el mayordomo, pero intentaba ignorar esa parte que no la hubiera pasado con sus padres.

Le molestó que le hayan separado de Olenna, pero al menos estaba Grace ahí para apoyarle. ¿Lo más gracioso de todo? ¡También estaba Jack! Y los Murdoch, la química y... y su hermana. Se dio un facepalm en su cara cuando leyó el nombre de su hermana en la misma lista que él. ¿Se habían olvidado que no hablaba con ella? Habían hablado hace unos días, pero eso no cuenta—. Rocking around the Christmas Tree at the Christmas party hop. —empezó a tararear mientras caminaba al lado de Grace, por un momento ignorando a la chica. Tras terminar una carrera con su voz al final de la canción se giró para mirarla, olvidándose que no cantaba en público—. En estas vacaciones somos los nuevos empleados. ¿Lo mejor? Trabajamos gratis. —puso la sonrisa más falsa que tenía, no estaba feliz con tener que compararse con inferiores—. Pero si es el elfo de Santa. —no creía en el viejo gordo, pero tampoco iba por ahí destruyendo los sueños de la gente, así que solo Grace lo escuchó.

Su vestimenta era más casual que la de los demás, y quedaba a la perfección. ¿Había algo que pudiera quedarle mal? Se rió por lo bajo ante el intento de Jack de burlarse de Grace—. Yo ya le desee a Santa que le corte el pelo. Eso, o que le engorde. Así tendríamos un Hagrid en el internado que acompañe a Einarr en el bosque. —si no fuera por el cabello Ezra hubiera coqueteado con Jack aunque le vayan las mujeres. Pero esa apariencia, además del odio que su amiga tenía hacia él, no ayudaba. Miró a Carol desde su lugar, parecía que ella también quería alejarse.

Outfit

Publicado por Ezra J. Harrison Lun Dic 21, 2015 1:28 am

Todo lo que Caroline acomodaba iba de la mano con sus gustos ya que era evidente que la chica no conocía lo tradicional que podía llegar a ser la navidad y el estricto orden de las cosas que había establecido un gordo vestido de rojo con barba hasta las rodillas. La rubia metía sus manos para cambiar lo que ella creía conveniente y buscaba con su iris claro alguno que otro adorno que pudiera servir y que no tuviese la palabra "antigüedad" de frente. Caroline quería un árbol que valiera la pena pero lo que tenía a la mano no le ayudaba a lograr ese objetivo. De vez en cuando la rubia arrugaba la nariz pensando en que usar y que no.

Tratar de ignorar a Ezra en un espacio tan reducido era toda una tarea. Era inevitable que las miradas de ambos hermanos no coincidieran aunque, cuando eso pasaba, Carol decidía voltear y no hacer caso, no podía negar esa sensación de incomodidad, ¿acaso había sido todo planificado y había de fondo un comité tratando de unirlos? Carol colocaba un adorno cuando sus ojos se toparon con los de su hermano, por suerte tuvo que alzar la vista para responderle al chico de cabellos largos. —Creo que necesitamos ayuda con todo pero si no quieres sentarte y decorar las ramitas del árbol puedes colocarle luces a aquellas guirnaldas, ¿cierto?—. Carol mira a la otra chica rubia antes para saber si estaba haciendo un buen trabajo y su orden no era tan desastroso. Caroline señala las guirnaldas que no estaban lejos, la chica tenía una pequeña decoración enroscada en su dedo que colgaba con gracia.

—Te ayudaría pero la navidad no es mi tema, si me encargo de varias cosas esto va a acabar siendo la cueva del grich y no un "cálido salón"—. La rubia hace las comillas con sus dedos y tuerce su boca aclarando que no estaba nada cómoda con el asunto.

Publicado por P. Carol Harrison Lun Dic 21, 2015 11:53 am

Podría decirse que a esas alturas, Gwendolyn ya debería haberse acostumbrado a las frivolidades y a los intercambios con palabras cargadas de navajas con doble filo. Sin embargo, desde que había llegado al internado, siempre se podría aprender algo nuevo si uno observaba con atención, aunque no se esperaba que la muchacha rubia, que no había visto hasta que le habló, sacase de su mente una pregunta para decirla en voz alta. Gwen miró a la chica, y sonrió encogiéndose de hombros, la verdad, no tenía mucha idea, ya que no entablaba mucha relación con nadie, no por imposición de sus padres, por primera vez se podría decir algo como eso. Ella se había ido volviendo cada vez más retraída, más desconfiada.

-No sé si siempre son así, pero al menos hay que admitir que el intercambio de insultos es de lo más original.- Dijo mientras volvía a su trabajo de intentar distribuir los adornos sin que aquel árbol pareciese recién salido de un burdel, después de todo, parecía que a alguien se le había ido un poco la mano con el espumillón rojo. El muchacho de pelo largo se acercó hacia ellas, como si suplicase algo de ayuda para no tener que dirigir la palabra a la chica con la que se mostraba tan hostil.- ¿Podrías ayudarme a poner esa estrella roja un poco más arriba? Creo que así podríamos lograr que se vea un poco de verde del árbol entre tanta decoración. Si puedes, cuando acabes con las girnaldas quiero decir.- A Gwen le encantaba la decoración de navidad, pero tampoco llenar cada centímetro de aquel reducido espacio con algo que brillase, cantase o se pudiese comer, aunque claro, eso último tampoco era tan malo. Alguien más habló y Gwen se fijó en que se trataba del chico que había "golpeado" el día de nieve. Si no se equivocaba, la chica rubia y él parecían tener algún tipo de relación difícil de descifrar, le recordó a Austin y a lo complicado que era todo. Se dio cuenta de que tenía algo en uno de sus dedos y lo quitó mientras escuchaba a Carol, era agradable, se alegraba de que estuviese allí. - Me gusta la decoración y eso, pero creo que colocarla cuando uno no está de buen humor, cuenta como castigo...- Confesó la chica, sabiendo que allí había más de un alumno que odiaba el tener que quedarse en navidad en el internado.

Publicado por Gwendolyn P. Murdoch Lun Dic 21, 2015 1:19 pm

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