▲ Trama Global Nro1 (Parte II)

Publicado por Whispers Vie Dic 18, 2015 9:44 pm

La chica rubia dijo el contenido completo de la nota y Gwendolyn sintió repentinamente como la gravedad ejercía más fuerza sobre ella. No era una buena idea, la muchacha no sabía lo que Austin y ella habían escuchado, nadie lo sabía, ni podía saberlo, porque la muerte era tratada de una forma tan fría que la chica comenzaba a pensar que todo aquello no era una novedad para muchas personas. Austin intentó ayudarla de alguna forma, pero Gwen no reaccionó ante eso, estaba demasiado ocupada haciendo que su cerebro trabajase a toda velocidad para asimilar lo que estaba ocurriendo. La profesora Ophelia explicó que la única razón por la que no quería que nadie saliese, era porque eran su responsabilidad, habría sonado muy bonito si la chica se lo hubiese creído. Gwendolyn era demasiado desconfiada, no confiaba en absolutamente nadie, y la única persona que le hacía dudar a veces de si lo hacía, no estaba allí, a excepción de Austin.

-¿De verdad creéis que es el momento de pelearos?- Preguntó algo estresada ante los dos alumnos que discutían, demasiada tensión sexual no resuelta en aquel lugar, y ella ya estaba bastante intranquila, aunque lo que pasó a continuación no fue demasiado tranquilizador, el proceso fue lento para ella ¿Y si estaba muerto? Y sí... Por un momento se preguntó que pasaría con los alumnos que estaban en las otras habitaciones decorando, se le hizo un nudo en la garganta, mientras miraba como Carol intentaba despertar al muchacho que estaba en el suelo, había una nota, otra más, Gwen se acercó despacio, no la cogió, simplemente quiso mirar lo que ponía y lo que leyó no era mucho más tranquilizador, miró a su alrededor, intentando averiguar si todo aquello era una broma, no lo parecía y ella misma dudaba de quién podría haber iniciado un juego así.

Después de todo, todo ser humano tiene el potencial necesario para convertirse en un monstruo, lo que jamás se ha logrado averiguar es: ¿Los monstruos nacen o se hacen? ¿Uno se convierte en un monstruo porque nace maldito, o son sus decisiones y experiencias lo que le convierten en un monstruo? Gwendolyn no estaba segura de nada de eso, lo único que sabía era que, cualquiera de las caras que veía cada día en aquel internado podría ser el que había hecho daño al muchacho que estaba en el suelo, y eso ya era prueba suficiente como para tomarlo en serio.

-¿Y ahora que hacemos? Parece que la seguridad no es el punto fuerte aquí.- No quería atacar a nadie, pero estaba asustada y no podía demostrarlo, las caras que uno tiene cuando está solo, son totalmente diferentes a las caras que pone cuando está acompañado, sobretodo si hay sentimientos que ocultar de por medio.

Off: Siento mucho la instrospección y la divagación personal... No pude evitarlo D: El pj es así de especialito (?¿) D:

Publicado por Gwendolyn P. Murdoch Sáb Ene 09, 2016 11:06 pm

No sabía qué hacer. Cuando Carol apareció tras él y se acercó a su hermano no apartó las manos de los hombros de Ezra pero la miró, totalmente angustiado. No le gustaba ver a la gente así, como si realmente hubiesen perdido. Cuando Ophelia llegó decidió que era el momento de alejarse de allí, dejando actuar más tarde a Grace. Le tocó el hombro a Carol y lo apretó, deseándole sin palabras que se mantuviese fuerte para su hermano. Seguramente él hubiese querido que fuese así si estuviese despierto.

Posó su mirada a Jack y sus ansias calmadas. Estaba claro que Austin nunca había cursado un curso de primeros auxilios ni de medicina nivel principiante. ¿A qué estaba jugando? Juzgando a toda la persona que actuaba de una forma que él no lograba entender. Por lo menos la gente ayudaba, pensó Austin. – Me alegra que sepas algo de conocimientos médicos y que no los ejecutes en ningún momento – miró hacia sus zapatillas y torció una sonrisa. Suspiró y su cuerpo se paró junto a Gwen. La cogió de los hombros y se postró detrás de ella, a su espalda. Era una posición totalmente protectora, no quería que la sorprendieran de ninguna manera, que le hiciesen daño físicamente o psicológicamente. Aunque allí todos estaban angustiados y traumados por los episodios que se habían dado hacía poco. Apretó ligeramente. – No te pasará nada Gwen. Antes pasarán por encima de mi cadáver. – había escuchado esa frase en alguna película y le había gustado, aunque pensó que en ese momento tendría otro significado. Ahora, junto a su hermana, recordó aquellas palabras que le quitaban toda la importancia a ese asunto, a las muertes, a todo. A nadie le importaban. Solo se podrían proteger ellos mismos los unos a los otros, si es que alguna persona dejaba de ser impertinente, pensó mirando en dirección a Jack.

Esperaba que Ezra despertase y pudiese decirles algo del agresor. – Es cierto que yo soy el primero que no puede aguantar la curiosidad… No culpo a Ezra de intentar saber qué pasaba. – dijo apretando los hombros de Gwen. – Pero esto no parece una broma de los otros grupos, que estarán decorando tranquilamente todo el internado. – pausó un momento – Intento buscarle una lógica a todo esto pero no encuentro respuesta. Será oportuno que nos vigilemos las espaldas unos a los otros. No me fio de mucha gente, pero por lo menos sabemos que ninguno de nosotros atizó a Ezra hasta dejarlo inconsciente. - dejó un rato en silencio para que todo el mundo pensase lo que había dicho. Miró entonces a Ophelia, deseando que no se sintiese responsable de los alumnos porque ella misma había sido otra víctima más en aquel complejo asunto. Esperaba que identificara esa mirada como algo más que fuerza.

Publicado por Invitado Dom Ene 10, 2016 12:57 pm

Publicado por Whispers Dom Ene 10, 2016 10:36 pm

Tocó la manilla de la puerta, notando que estaba algo más cálida de lo que debería, alguien había estado dentro. Giró la manilla, curioso por qué podría haber en el interior cuando todo se volvió oscuro. Por un segundo, muy alejado de él, vio una luz. ¿Sería su final? No sintió como movían su cuerpo al interior del aula, ni como le ataban a la pata de una mesa. Simplemente estuvo rodeado de oscuridad, sin poder moverse, sin poder hablar. Pero sí escuchaba, y sabía lo que estaba escuchando. Gritos de su hermana. El día en que la chica cayó en coma durante meses. Todavía recuerda como abrazó a su hermana con fuerza, como intentó protegerla. Sin embargo todos esos esfuerzos fueron inútiles. También recuerda ver a Carol caer al suelo, con sus ojos cerrados. Las lágrimas caían a chorros, no podía ni con sí mismo. Y luego, todo se volvió negro de nuevo.

Abrió los ojos de sopetón, asustado, y llevando su cabeza hacia atrás. Su vista no estaba clara, veía diferentes borrones a su alrededor. Lo mismo con los ruidos, no podía entender muy bien lo que la gente decía, un pitido interfería con él. Podía oler algo incómodo y molesto, que tras unos segundos pudo descubrir: alcohol. Poco a poco su mirada se restablecía, empezando a razonar. Sentía un gran dolor en la nuca, justo en el lugar del golpe. Reconoció a Grace por su mano, la mano que aguantaba el alcohol. A su lado estaba Carol, y la profesora al otro. Había más gente, pero todavía no veía tan bien como debería. Abrió su boca para intentar hablar, pero ninguna palabra salió de ella debido al trauma del golpe.

Tomó un respiro y, con eso, estiró sus músculos. Seguía sentado, con dolor, pero algo mejor. Probó a hablar de nuevo, pero las palabras no salían. ¿Sería por el miedo, o por el golpe? Posiblemente los dos. Era la segunda vez que experimentaba algo como ello. Mentira, la primera, pues cuando estuvo junto a su hermana él mismo no dio más de sí y cayó, no por un golpe. En cierta manera entendió como su hermana se sintió en ese momento. Helpless. De algo estaba seguro, no pasaría por eso de nuevo, se negaba. Tomó otro respiro y giró su cabeza hacia Carol, soltando un pequeño quejido por el dolor, pero regalándole una sonrisa pues era lo máximo a lo que podía llegar. Quería que entienda que estaba bien, aunque todavía sintiera el dolor. Quería que entienda que no le iba a pasar nada, pues sabía que ella estaba preocupada.

Publicado por Ezra J. Harrison Lun Ene 11, 2016 9:37 pm

Suspiro aliviada al ver a Ezra abrir sus ojos. Estaba inclinada sobre el joven acercando el algodón alcoholizado a su nariz. Sus músculos se relajaron, pero no tanto como le hubiera gustado. ¿Qué estaba pasando en ese lugar? Primero aparecía una chica desarmada en medio del bosque, lugar al que habían llegado mediante eventos desafortunados. Ahora aparecía una nota y seguido aparecía Ezra inconsciente. Se llevó la mano libre a sus cabellos para llevarlos hacia atrás. Escuchó lo que Austin decía, pero no quería responder, solo pudo mirar con un poco de recelo a Jack, de todas las personas en el internado era en la que menos confiaba y en la que menos confiaría su espalda. Ya todos sabrían que la relación entre ambos no era la mejor, pero la joven no quería arriesgar a que tan mal se llevaban. Austin hablaba de que podían confiar en que en ese grupo nadie tenía nada que ver, pero era algo que Grace ya había concluido, porque muchos hablaban de querer golpear a alguien pero nadie lo terminaba haciendo. No respondió, se limitó a prestar más atención a Ezra. Al menos parecía estar bien.

—¿Qué te duele?— Le pregunta para ver si había alguna posibilidad para levantarlo sin que se corrieran riesgos innecesarios o si debían llamar a una enfermera y declarar un estado de alerta sobre el joven. A simple vista, Grace no podía decir nada. —¿Y en qué estabas pensando?— Agrega tras un segundo, hubiera deseado cruzar sus brazos, pero no estaba dentro de las posibilidades. Lo hubiera puteado de no ser porque había una profesora presente y otros estudiantes que podían notar que si se interesaba por algunas personas.

Publicado por Grace L. Edwinson Miér Ene 13, 2016 4:35 pm

—Será mejor que se quede recostado un momento— Dije ya más aliviada al ver que Ezra abría los ojos e intentaba moverse. Dedique una mirada a los alumnos, la mayoría había actuado más que bien ante la urgencia, por mi parte ahora podía tratar de serenarme para que me bajaran las pulsaciones a un ritmo normal, llevando una mano a la frente mientras me preguntaba que pasaba en ese lugar, todo ya comenzaba a estresarme demasiado. Esta situación donde todos nos encontrábamos no era más que para asegurar que nada se había terminado, y temía pensar que todo recién era el principio de un juego que alguien tenía ganar de jugar con nosotros, solo que esta vez el ataque había sido dentro del internado. Ojalá fuera solo un sueño, porque de ser ciertos, comenzaba a pensar que no tendríamos un respiro en los próximos días. —Hagan espacio para que pueda respirar— Les pedí mientras me separaba un poco del grupo, de seguir allí comenzaría a hacer preguntas sobre lo que estaba pasando. Al hacerlo, encontré la nota que antes estaba sobre Ezra. Sentí mis ojos humedecerse al leer la amenaza, tuve que pestañear muchas veces, se suponía que yo debía ser la madura de todo ese grupo, pero por dentro me preguntaba porqué no había quedado otro profesor a cargo.

¿Qué pasaba si el tiempo era limitado, si tendrían que cumplir con un horario? No sabía hasta donde llegarían los responsables de todos esos incidentes. No sabíamos de que eran capaces todavía. —Vamos a tener que buscar la siguiente pista— Comente en voz alta sin mirar a ningún estudiante. —Vamos a tener que jugar— Agregué mostrando aquella nota que indicaba que todos debían ir juntos. —Ezra, quédate sentado por el momento. Carol, quédate con tu hermano por si necesita algo. El resto, a separarse, mientras antes terminemos con esto será mejor—

Publicado por Ophelia E. Westerberg Dom Ene 17, 2016 2:55 pm

Ezra respondió a los intentos de los jóvenes de despertarlo. Desde su lugar en la pared Jack observaba la escena en silencio, cruzado de brazos y más pendiente de sus impresiones que del resto del grupo. No iba a implicarse en ayudar a nadie más de lo que fuera necesario. La tarea de salvamento le quedaba mejor a las buenas personas.
La situación empezaba a ponerle los vellos de punta, además de acentuar su mal humor. Su mente era un hervidero de pensamientos conspiranoicos, típico de él; le gustaba hacer montañas de granos de arena por pura diversión. No necesitaba que elementos externos azuzasen más el fuego.

La voz de Ophelia fue lo que lo sacó de sus pensamientos. Desvió la mirada del punto muerto en el que se estaba fijando para mirarla. Automáticamente sus ojos se posaron en la nota que tenía agarrada. Un escalofrío recorrió su espalda hasta perderse en su nuca, aunque el muchacho no se inmutó. Aquel trozo de papel le producía un efecto hipnótico; mitad intriga, mitad miedo.

—Genial. Nada mejor que un juego macabro para celebrar la navidad. —se quejó por lo bajo, fiel a su estilo ácido, aunque caminó hacia Ophelia sin perder tiempo. Jack era un amante de acertijos y enigmas, y cooperar con sus compañeros no le haría más mal del que podía causarle un tipo loco con ganas de molestar.

Se inclinó sobre la nota para leerla en voz baja, con las manos dentro de los bolsillos. En un primer momento arrugó la nariz, interrogante. Los juegos de lógica se le daban bien cuando no había más presión de por medio que la que él se aplicaba. Trató de concentrarse, de evadirse de las miles de estupideces que rondaban su cabeza, y volvió a leer el acertijo completo en voz alta. Tocaba jugar.
La curiosidad y el miedo parecieron evaporarse cuando se centró en aplicar la lógica para descubrir lo que ese tipo quería que hicieran. Poner a prueba su mente lograba evadirlo durante horas de la vida.

—"Todos marchan allí cuando la noche cae, todos en busca de paz y tranquilidad". Podría ser un dormitorio, pero me parece demasiado evidente. La noche cae... La noche que cae... Bien, creo que es una metáfora del fin de la vida. Como dicen en Abierto hasta el amanecer, "en la muerte tendrás la paz que no te pude dar en vida". —explicó mientras se encogía de hombros. Tomó aire durante unos segundos y releyó la siguiente frase, inclinado al lado de Ophelia. —”Hay más de una en el internado”. Hubo un incendio aquí hace un tiempo y, bueno, se construyó un pequeño cementerio. Lo vi hace poco. —añadió, recordando la visita al camposanto que, semanas atrás, había realizado mientras seguía a unos alumnos pequeños a los que le apetecía molestar. El muchacho liberó una de sus manos y empezó a mesarse la barbilla. Si bien el inicio del acertijo era aceptablemente sencillo, no podía decir lo mismo del final. —Sólo tenemos que ir a donde "el hidrógeno y el argón se unen". Y lo único que une al hidrógeno y el argón es la composición de un gas que se encuentra en las soldaduras de metal. A no ser que sea otra metáfora.

Se hubiera rebanado los sesos si con ello hubiese conseguido encontrar la respuesta que necesitaba. No se encontraba allí parado y tratando de ayudar con el acertijo porque le apeteciese ayudar a sus compañeros por un arrebato de humanidad. Simplemente odiaba quedarse a medias y parecer un idiota.

Alzó la cabeza durante un momento, lo suficiente para mirar a Ophelia de forma interrogante. Buscaba en ella la respuesta desde el punto de vista de la química, pero no se le ocurría nada. Trató de encontrar una conexión entre las dos palabras, de partirlas, de crear composiciones con las letras... No fue hasta que comenzó a repasar la tabla periódica mentalmente cuando cayó en la cuenta de que, sí, efectivamente tenía que unir algo, pero no las letras. No pudo evitar esbozar una sonrisa complaciente, digna de alguien bien pagado de sí mismo, y chasqueó los dedos con emoción. No venía a cuento ese arrebato de felicidad, era consciente de ello, mas... ¿Qué iba a hacer? Adoraba que su cerebro no fallase cuando realmente lo necesitaba.
Benditas clases de Química.

—Me explico. Cada elemento de la tabla periódica tiene un número atómico, en este caso son el uno y el dieciocho si no recuerdo mal. La unión de ellos da ciento dieciocho. “Donde el hidrógeno y el argón se unen”. Quizá sea la lápida ciento dieciocho, donde debe haber algo que quien quiera que sea desea que veamos si de verdad nos está conduciendo al cementerio. No obstante, si se trata de un cuarto, también estaría conduciendo al ciento dieciocho. No sé de quién sea pero podemos buscarlo para, muy amablemente, pedirle que nos deje abrir la puerta a patadas.

Publicado por Jack A. Hudson Dom Ene 17, 2016 4:57 pm

Gwendolyn estaba realmente sorprendida de lo que estaba ocurriendo, había un chico herido, una clara amenaza, y... La gente actuaba como si aquello fuese un juego, encima, la responsable a cargo habló por fin para soltar aquella frase y Gwen la miró con total incredulidad.

-¿Jugar? ¿Separarnos?- Definitivamente, la profesora los quería ver muertos, separarse era precisamente lo que siempre se gritaba que no hiciera a un protagonista en películas de miedo, esos que parecen tan estúpidos que a veces uno piensa que les matan con razón.- No me parece una buena idea separarse ¿Qué prisa tenemos? Ni siquiera estamos armados ¿Y vamos a separarnos? - La muchacha no podía creer lo que estaba escuchando, pero entonces, el chico del pelo largo habló y Gwen agradeció que su hermano estuviese allí, sujetándola y transmitiéndole algo de apoyo, porque si no, no estaba segura de que reacción habría tenido. Todo el mundo estaba loco. Y encima, todo lo que decían, les llevaba a lugares relacionados con ella, el cementerio, que era su lugar secreto, y...- Hey, hey, para un momento, Sherlock.- Gwen algó las manos, como intentando con ello calmar a las fieras salvajes en las que se habían convertido sus compañeros en aquel lugar.

-¿Habláis en serio? No tenemos ni idea de que le ha pasado a Ezra, ni mucho menos de que es lo que ocurrirá si encontramos lo que sea quien sea esa persona quiera enseñarnos o hacernos. ¿De verdad creéis que esto es un juego? Yo también he pensado en lo mismo que tú pero seamos honestos, hay muchas más cosas que signifiquen la unión del Argón y el hidrógeno, no solamente hablamos de soldaduras, esa combinación se usa para varias cosas, hasta para la datación de núcleos de hielo y aguas subterráneas. Y aunque realmente tuviésemos la solución a ese acertijo ¿Realmente vamos a acceder a algo así, sin ni siquiera llamar a la policía?- Por supuesto que creía que aquel acertijo tenía solución, una bien simple en realidad, pero lo importante era que se mantuviesen alejados del cementerio, y sobretodo, de la habitación 118.

- Y lo de las habitaciones, es una locura ¿Qué demonios ganaría un asesino jugando acertijos para esconder cosas en la habitación de un alumno? Y antes de que lo digas, sí, la 118 es mi habitación y...-"Te cortaré las piernas antes de que intentes patear mi puerta" terminó en su cabeza, pero no lo dijo en voz alta, no podía hacer eso, por culpa de ese chico, podrían empezar a sospechar de ella.- Nadie va a entrar en mi habitación, y mucho menos cuando la "orden registro" es una nota escrita por un desconocido y encontrada sobre el cuerpo inconsciente de un chico.- No, su habitación no era un lugar al que pudiese dejarles entrar, no con los problemas que eso podría acarrearle.- ¿Queréis ir al cementerio, donde nadie pueda ayudarnos si algo ocurre, y todo para averiguar cosas de un juego que igual no es más que una broma o peor aún, una trampa? Muy bien, vayamos, que nos maten, pero mi habitación no está dentro del tablero de juego.

Publicado por Gwendolyn P. Murdoch Dom Ene 17, 2016 5:57 pm

Publicado por P. Carol Harrison Lun Ene 18, 2016 9:37 am

No podía culpar a alguien, todos debíamos tener el corazón encogido por el miedo y yo me contaba entre esas personas. Interpretar mal las cosas, solo era un efecto colateral, aunque lo más probable era que yo me hubiera expresado de manera incorrecta, por eso le mostré una sonrisa a la más joven del grupo. —Me refería a separarnos aquí dentro para buscar la siguiente pista, nadie se alejara más del alcance de mi vista, se que no es muy alentador, pero no dejaré que nada les pase si están a mi cuidado o por lo menos voy a hacer todo lo que este en mis manos para protegerlos— Explicó con sinceridad sin sentir temor en ese momento, porque no me importaba resultar golpeada o cualquiera sea el destino que tenga en mente la persona responsable de todo eso, no mientras los alumnos estuvieran bien.

La pista fue encontrada y rápidamente comenzaron a sacarse conjeturas. Jack expuso una idea en la que ella estaba pensando, dado el nivel de complejidad del tema que abarcaba las uniones de hidrógeno con argón. Gwendolyn también aportó en datos, y mis cejas se alzaron ante la sorpresa de notar alumnos que tan interesados estaban por la química para investigar más allá de mis clases. —Creo que los más probable es que sea algo con ciento dieciocho, si bien algunos de ustedes son conocedores de temas avanzados, estos temas no están en el programa de la materia, es de un nivel universitario. Eso nos deja con dos opciones, o es lo que ustedes dicen, o quien este a cargo de esto sabe que estoy entre ustedes, y me decantó más por la primera opción, no creo que quiera dejar a los alumnos fuera de esto— Solté un suspiro cansino al terminar, pasando una mano por mi nuca, quería saber que era lo que estaba pasando y a la vez me negaba a querer saberlo, comenzaba a creer que sólo quería que se terminará. —Puede que sea cualquiera de las dos opciones, no estoy muy segura, pero podemos ir al cementerio y probar suerte— Tuve que tragar saliva al escuchar el viento fuera del internado. Al menos no era de noche. —Cojan sus abrigos, vamos todos juntos— Dí la orden rápido, antes de que me arrepintiera. —Ezra, ¿Puedes intentar ponerte de pie?—

Publicado por Ophelia E. Westerberg Mar Ene 19, 2016 10:25 am

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