Shhhh...

Recuerdo del primer mensaje :



No podía dormir.
No es que eso fuese una novedad, ciertamente, pero tras los acontecimientos de la noche pasada, mi insomnio se había agravado considerablemente. Tras leer, releer, escuchar algo de música y dar tres mil vueltas en la cama, decidí echar mano de lo único que sabía que podía ayudarme. Sabía que no eran buenas y que algún día tendría que dejarlas, pero por el momento, tampoco veía nada malo en tomarme un par de píldoras para conciliar el sueño. Solo eran una ayuda, pero si me lo proponía, podría dormir sin ellas en cualquier momento. Claro que sí, Gail, claro que sí. Podría habérmelas tragado acumulando algo de saliva, pero aprovechando el paseo para despejar un poco la mente, decidí acercarme a la cocina a por un vaso de agua fría.

Era poco ortodoxo, pero teniendo en cuenta las horas que eran y las mínimas posibilidades de encontrarme con nadie, eché a andar por el pasillo descalza, con un pantalón de pijama largo y una camiseta de tirantes. El pelo lo tenía suelto, revuelto, pero de nuevo, no es como si tuviera que arreglarme para nadie.

Con sigilo, llegué por fin hasta la cocina, saliendo disparada en dirección a la nevera. Dejé las píldoras sobre la encimera, para a continuación servirme mi ansiado vaso de agua. Antes de bebérmela, me acerqué el recipiente al rostro, disfrutando del fresquito que se irradiaba a través del cristal, aún si el clima en el exterior no era precisamente veraniego que digamos. No creía tener fiebre, así que todo sería consecuencia de las pesadillas y la falta de sueño.
No llegué a coger las píldoras de nuevo, ya que de manera casi imperceptible, me pareció escuchar el sonido de unos pasos por el pasillo. Tenía que agudizar el oído al máximo, pero sí, ahí estaban. Casi sin pestañear, me quedé congelada en el sitio, como un cervatillo ante las luces de un camión, esperando a ver quién me había descubierto escaqueándome en mitad de la noche.

Publicado por Gail Abernathy Mar Mayo 31, 2016 3:12 pm

Cuando señaló en mi dirección me llevé las manos al rostro, descubriendo entonces el rastro que la gotita había ido dejando por la piel de mi barbilla hasta perderse un poco más abajo. Comencé a frotarme la zona furiosamente, como si en lugar de una simple gota, tuviese que eliminar mucha más cantidad de líquido, hasta que finalmente me di cuenta de que lo único que estaba haciendo era frotarme el pecho y ponerme aún más en evidencia... - Para - le advertí, antes de que se le ocurriese el enésimo comentario de la noche.

Finalmente me crucé de brazos, esperando que con el cambio de tema a asuntos realmente serios, fuese suficiente como para volver a recuperar la temperatura normal de mi rostro y mis orejas.

- Linternas como tal no tenemos en la enfermería, pero las que utilizamos para explorar los reflejos pupilares son bastante potentes. Tampoco tenemos cuerdas, pero las vendas podrían hacer la misma función... - contesté, tras sopesarlo durante unos instantes, pensando en voz alta más que otra cosa - Y lo del tema cloroformo déjamelo a mí - añadí. Si no lo encontraba como tal, estaba segura de poder conseguir algo que hiciese la misma función. Del resto iba a tener que encargarse él, ya que no tenía ni idea de dónde podía buscar el resto de ítems.

- Todo esto es de locos... - susurré después de unos segundos, frotándome el puente de la nariz entre los dedos índice y pulgar. Se supone que esto era un colegio, uno un poco peculiar, sí, pero un colegio al fin y al cabo - Esta visto que por muy lejos que me vaya, el ejército me va a seguir persiguiendo - comenté, ya que desde luego, no era función ni de enfermera ni de profesor el planificar lo que estábamos planeando. El hecho de que fuese por la noche y en la cocina, solo le daba un toque más clandestino a todo, aunque lo cierto era que el encuentro había sido fruto de una casualidad.

Publicado por Gail Abernathy Dom Jun 12, 2016 7:53 pm

Levantó las manos mostrando que era completamente inocente mientras rodaba los ojos. Ya hasta le echaban broncas preventivas, como si fuese culpa suya. Sin embargo, seguía siendo obvio que con ese asunto tenía que aguantarse la risa tonta. La gente era muy graciosa cuando se incomodaba con tonterías y cosas completamente naturales. Pero bueno, esas risas que él se llevaba. ¿Habíais visto lo roja que se estaba poniendo? Desternillante desde su punto de vista.

-Linternas tenemos los profesores para las patrullas de noche. Y el resto será sencillo, pues ya está. Qué fácil y qué rápido todo -dio mientras se cruzaba de brazos con sorna.
-La preparación, claro. Lo otro el 99% de las veces no es como habías planeado.
Los planes nunca sobrevivían al contacto con el enemigo, es por eso que en las situaciones más peligrosas, saber improvisar es vital. Tal vez por eso Mark no parecía sorprendido... básicamente nunca con cosas negativas. No es que las viera venir, es que no tenía sentido perder tiempo lamentándose. Hay que disfrutar lo bueno que venga y lo malo trabajar para cambiarlo.

-Las personas son lo que son. El trabajo es simplemente la herramienta con la que consiguen lo que suponga que quieran. Normalmente, ganarse la vida -dijo encogiéndose de hombros, no le importaba mucho el asunto. Ahora mismo no estaba pensando exactamente como un soldado, si no simplemente aprovechando sus conocimientos. Si pensara 100% así abandonaría la posición, informaría al mando y esperaría a refuerzos para solucionarlo de verdad, importándole entre 0 y nada el destino de los alumnos más allá de su integridad física inmediata.

Publicado por Mark Pratchett Lun Jun 13, 2016 8:31 am

- Míralo por el lado positivo, si solo tenemos un 1% de posibilidades de éxito con un plan detallado, ¿qué sería de nosotros si fuésemos a la aventura? - era una pregunta estúpida, sin fundamento alguno, ya que yo más que nadie sabía que muchas de las misiones más exitosas habían nacido de la improvisación en el último momento cuando todo lo demás había fallado. Era una cualidad muy preciada en cualquier soldado el tener la capacidad de reaccionar y adaptarse a los cambios en el medio.

La otra cuestión era realmente interesante. Las personas son lo que son... ¿y cuando te has pasado toda tu vida siendo una copia defectuosa de tu hermana? Me había pasado los últimos 4 años tratando de reencontrarme a mí misma, con un éxito moderado tirando a bajo, razón principal por la que había terminado en un internado en el culo del mundo. Pero bueno, ese era otro tema.

- ¿Nos volvemos a reunir dentro de dos noches? - propuse, dándonos un tiempo prudencial como para poder reunir todo lo necesario y darle un par de vueltas más a las ideas - Aquí mismo, para no comprometernos si nos pillan en la habitación del otro - la cocina era territorio neutral, además de un sitio extremadamente poco concurrido a horas raras. Seguramente, a nadie se le iba a ocurrir que pudiera ser nuestra base de operaciones, porque para empezar, ¿para qué iban a necesitar un centro logístico una enfermera y un profesor de literatura?

Publicado por Gail Abernathy Mar Jun 21, 2016 6:47 pm

-Los planes no tienen éxito. Igual que no lo tienen las armas, el equipamiento, ni nada de eso. Éxito tienen las personas. Claro que a las personas les viene bien tener esa clase de ayudas [/b]-dijo encogiéndose de hombro. Eso era una de las cosas que te inculcaban cuando empezabas a entrenar. Tú eras más valioso que cualquier cachivache que te dieran, que cualquier otra cosa aparte de la misión. El equipo de primera tecnología y los planes hechos por expertos estaban bien, pero al final tú eras el que tenía que usar esas cosas lo mejor que pudieras. Eso en parte alimentaba el sentimiento de orgullo entre los miembros de fuerzas especiales. Se entrenaba a todos los que se podían y aun así su tasa de éxito era ridículamente bajo. Así que a ojos del Estado, eras un recurso increíblemente valioso. Nada como eso para tener una buena motivación en el trabajo ¿Eh? Saber que te necesitan. Cosas como la de tener que soportar 36 horas seguidas de interrogatorio para demostrar que no hablarías te volvían testarudo, terco y orgulloso. Buenas cualidades para un soldado. La gente orgullosa cumple con su deber por pura cabezonería. Encuentra una manera, improvisa, hace lo que sea.

[b]-No lo puedo saber, pero de todas formas, no veo por qué nos comprometería lo otro. Las relaciones entre personal no están prohibidas según las normas. Y no tengo ningún problema con lo que puedan pensar al respecto -dijo encogiéndose de hombros, con un tono de total naturalidad al decirlo, nada que ver con el buen humor de antes. Si estaban hablando ahora de eso como una coartada, ya no era una broma, era parte de la misión. Por eso no le habían echado, sabía cuando ser profesional y ahora mismo estaba pensando completamente en la misión. Lo que pudieran decir las malas lenguas le importaba bastante poco al respecto.
-De todas formas, hay un par de cosas que quiero comprobar antes.

Quería ir a investigar el despacho de Yvette, a ver qué se encontraba. Probablemente iría con Ophelia, sonaba como una buena idea.

Publicado por Mark Pratchett Mar Jun 21, 2016 7:44 pm

Fruncí el ceño y arrugué levemente la nariz, signo inequívoco de que lo que estaba escuchando no cuadraba demasiado con mis pensamientos. Consecuenta inequívoca, también, de no haber tenido demasiadas relaciones interpersonales saludables a lo largo de mi vida.

- ¿No te preocupa que puedan relacionarte conmigo? - hasta ese momento, siempre habíamos estado bromeando al respecto, pero era algo entre los dos, que no iba a trascender nunca. En un lugar tan pequeño, sin embargo, un rumor así sería la comidilla de empleados y alumnos durante semanas.
Estaba tan acostumbrada a pertenecer al grupo de la gente non grata durante mi adolescencia, que ni siquiera en la edad adulta había conseguido quitarme de encima esa idea de que un hombre preferiría ser relacionado con un perro antes que conmigo. Por mucha cohartada que fuese y todo lo que tú quieras. Solo en el ejército había llegado a forjarme un pequeño espacio como miembro valioso de mi brigada. Y eso también se había terminado estropeando.

- Bueno, cuando lo tengas todo listo sabes dónde encontrarme - añadí. Puede que aún no fuese consciente de la verdadera magnitud que tenían los secretos ocultos en el internado, pero aún así, no estaba dispuesta a dejarme intimidar por nada ni por nadie.
Cuando habías estado en el infierno y habías sido capaz de regresar de una pieza (más o menos) había pocas cosas que realmente consiguieran hacerte retroceder.

Publicado por Gail Abernathy Miér Jun 22, 2016 11:02 am

El capitán se quedó mirando a Gail durante unos largos momentos tratando de averiguar si ella estaba bromeando o no. Porque no le cabía en su cabeza que pudiese ser una pregunta seria, pero en fin, hay gente para todo y la falta de autoestima era por lo que había observado un común denominador entre muchos de los trabajadores del centro. Probablemente tampoco fuese lo más sano tener un ego tamaño continental como Mark, pero...
-Tienes razón. Cómo se me puede haber ocurrido. La gente dejará de sentarse conmigo en el comedor, me encerrarán en la taquilla, la jefa de las animadoras ya no querrá ir conmigo, el quarterback del equipo, al baile de graduación. Pero al final dará igual, porque finalmente tú aparecerás en el baile maquillada, con el pelo alisado y sin esas gafas de empollona y todo el mundo sabrá que en el fondo siempre molaste -dijo con toda la seriedad del mundo, como si acabase de dar el parte del tiempo en un telediario especialmente aburrido. Se llevó la mano a la frente un momento y soltó un suspiro de exasperación. No podía soportar que la gente se apreciara tan poco. Probablemente porque él apreciaba prácticamente a todo el mundo y era como una ''afrenta'' que no vieran en sí mismos lo que él si veía.

-Gail, solo te lo voy a decir una vez porque no me gustan mucho las gilipolleces. Era una mujer inteligente, sexy y divertida, casi todo el mundo solo por eso ya mataría porque la gente la relacionara contigo. Así que como vuelvas a hacer un comentario de ese estilo, me enfadaré. Por supuesto NO me importaría que hablaran de ello -dijo con un tono sorprendentemente enfadado. Él podía ser a veces en exceso orgullo, pero no le gustaba que la gente se sintiese impotente ni nada así a su alrededor.

Soltó un segundo suspiro y volvió a su actitud seria pero serena de antes. Para que luego se le pasara el mosqueó, aprovechó y robó dos magdalenas de una de las despensas. Luego se las comería si le volvía el enfado en la cama.
-Bien, reuniré todo lo que pueda. No creo que tengamos problemas.

Publicado por Mark Pratchett Miér Jun 22, 2016 4:40 pm

Miré hacia otro lado ante su primer pack de ironías y sarcasmos, en una mezcla entre verguenza por lo ridículo que sonaba todo al escucharlo de sus labios, e incomodidad por tocar un tema que no me gustaba tratar.

- Tengo mis razones para decir lo que digo... - murmuré. Aunque empezaba a quedarme claro que aquí podía empezar como una persona nueva, sin ningún bagaje arrastrado del pasado, no era tan sencillo dejar ir a esa persona y quitarse esas gafas de empollona.

Con su siguiente pack, ahora sin ironías (o no que yo pudiera detectar al menos), volví a clavar mi mirada en él. Probablemente me habría sonrojado de pies a cabeza de no ser porque me acababa de quedar pasmada ante semejante arranque de halagos, con ese tono duro que no dejaba lugar a la duda. Había sido algo... inesperado. Finalmente, volví a retirar la vista, dejando que un amago de risotada escapase de mis labios, soltando una cantidad de aire considerable por la nariz y produciendo un ruido algo extraño - Tranquilo, no me atrevería a arriesgarme a enfadar al gran quarterback - añadí, utilizando el nombre por el que él mismo se había denominado. Tras juguetear con las puntas de mi pelo durante unos segundos y colocar un mechón rebelde que se empeñaba en reaparecer constantemente frente a mis ojos, dibujé una media sonrisa en mis labios - Gracias, Mark.

Asentí un par de veces con la cabeza, comprometiéndome sin palabras a cumplir con mi parte del plan. Dando el encuentro clandestino por finalizado, recuperé mis pastillas y me las metí en la boca, tragándomelas sin necesidad de beber agua y calculando que en una media hora empezaría a sentir su efecto.

Me acerqué a Mark en mi camino a la salida de la cocina, dudando en si debía hacer "algo" fuera de lo normal como... no se... ¿agradecimiento? Tras amagar durante unos instantes, me limité a darle un par de palmaditas afectuosas sobre el pectoral - Buenas noches, anda. Y deja de comer tanto o al final terminarás perdiendo la línea y te quedarás atascado en alguno de esos lugares "estrechos, oscuros y húmedos"...

Publicado por Gail Abernathy Jue Jun 23, 2016 11:27 am

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