El toque de queda.

Recuerdo del primer mensaje :



Había entendido perfectamente: debíamos vigilar los corredores del instituto en busca de alumnos que no entendiesen las reglas. El límite era a las 21 horas, no más. A partir de esa débil franja dorada de tiempo las cosas se ponían un tanto más complejas e interesantes. Éramos los adultos precisamente quienes teníamos el deber de pasear y hacer turnos de vigilia por las noches. Hoy me tocaba a mi, otra vez.

Cerré la puerta de la biblioteca menor, donde había permanecido casi todo el día, y me dirigí escaleras abajo para terminar de arreglar asuntos y asumir mi turno tras la cena. Procuré servirme una buena porción de todo, dado que el frío me impregnaba un sueño mayor del que ya tenía y de por sí no era precisamente de aquellos que amasen mantener los ojos abiertos pasada la medianoche. Tenía en mano mis auriculares y música encendida, mi débil estrategia para no dormirme en medio del pasillo.

—Hola, ¿estarás conmigo en el turno de hoy? —pregunté a la joven enfermera que se acercaba. Ya habían tocado las nueve de la noche y todos emprendían el viaje a sus cuartos.




Volví a mirar el reloj. Sorprendentemente eran las once en punto. Suspiré de nuevo y volví a levantar mi cabeza para observar los pasillos largos del instituto. Me había alejado de Gail para comprobar que los ruidos cercanos al hall de entrada no eran más que viento. Cuando volví hacia atrás dirigí mis pasos hacia su encuentro nuevamente. El silencio del lugar era por demás lúgubre y arrullador. Mis ojos se entrecerraban con cada paso que daba, poco certero y algo desparramado.

Publicado por Brian Downer Miér Jun 01, 2016 7:58 pm

Una falsa mueca de ofensa apareció en el rostro de Bo.— ¿Bello Durmiente? Siempre creí que era más como… Principe Eric o Flynn, ya saben… el de Rapunzel. —explicó con una sonrisa, que Ezra no le escuchara hablar de Disney o seguramente saldría de su estado y se reiría de él por eso. Aunque tan mala idea no sonaba, estaba dispuesto a sacrificar un poco de su dignidad si así lograba hacerlo sentir más como su antiguo yo.

Ambos empleados contestaron a Bo en un tono bastante agradable que le hizo sentirse en más confianza con ellos. Miró a Marina por unos momentos, pues ella se había quedado en silencio.— ¿Es esta otra táctica para hacerme salir mejor en los exámenes? Porque mira que si quieren que me haga de la vista gorda y pretenda que todo está bien… —sus palabras reflejaban molestia, pero su actitud era distinta, estaba bromeando. Estar precisamente con esos adultos que le otorgaban una interacción tan positiva le permitía olvidar también por unos momentos la presión que tenía encima.

Sí, era presión aparentar que todo estaba bien cuando tenías a tu mejor amigo (a falta de un mejor término) en un estado tan mal.— Si alguna vez me necesitan pueden contar conmigo, aunque no soy muy bueno para muchas cosas… pero puedo dar comentarios inútiles sobre películas de terror, escribir sus memorias o tocar el piano para crear tensión. O correr, eso siempre puedo hacerlo. —habló casi de forma hiperactiva justo antes de llegar al área.

Miró hacia el interior. Sí, no le gustaba tanto silencio, era casi lúgubre. Asintió a las palabras de Brian y le vio apartarse.— Oh, soy Bo, por cierto. Bo Hawkman, chico de sexto, futuro gran escritor que se morirá de hambre pero será feliz porque hace lo que quiere con su vida. —continuó hablando a las enfermeras, la simpática sonrisa en verdad que revelaba lo mucho que le había encantado tener a alguien con quien hablar, alguien que no estuviera preocupado por las reglas.

Publicado por Bo J. Hawkman Miér Jun 22, 2016 4:26 am

La conversación entre los otros tres fue haciéndose cada vez más relajada y, aunque Marina no participaba, le calmaba escucharlos, e incluso pensó que no le costaría dormirse después de haberse relajado y comido algo. No era muy sociable fuera de su trabajo, así que una vez cumplido el cometido de recuperar la somnolencia sólo quería volver a su habitación.

Mientras Gail, Brian y Bo hablaban de las cosas que estaban ocurriendo llegaron al comedor. Bo no dejaba de hablar, como si el silencio le pusiese nervioso, y muchas de las cosas que decía eran bromas o tonterías. Para Marina, cuyo trabajo había incluido mucha psicología, estaba claro que el chico no estaba tan feliz y campante como pretendía aparentar, y que esa era su forma de ocultarlo e intentar calmar sus nervios. No podía culparle, la situación del internado en ese momento crispaba a cualquiera.

—Chocolate suena genial —dijo finalmente en un susurro. Al contrario que Bo, a ella el silencio no le molestaba, y con las voces de sus compañeros había más que ruido suficiente—. Trae también leche, si no es molestia —pidió a Brien antes de que se fuese hacia las cocinas.

Se sentó en una de las mesas y apoyó el rostro sobre sus manos. Algo de chocolate, un buen tazón de leche y, con suerte y si las pesadillas no volvían para atormentarla, dormiría como un bebé, al menos unas horas hasta que tuviese que ponerse en pie para trabajar de nuevo. Aunque su turno era de tarde, quizás podría echar una cabezada al día siguiente en el despacho de la enfermería mientras sus compañeras hacían su turno.

Publicado por Invitado Miér Jun 22, 2016 6:19 am

Quizá sería de esperar que una persona de mi edad (aunque tampoco era TAN mayor) no pillase esas referencia de Disney, pero habiéndome criado desde mi más tierna infancia con esas películas, me había mantenido al día con el paso de los años y la llegada de los nuevos personajes - Creo que Flynn te pega más, sí - respondí escuetamente, con una sonrisilla dibujada en los labios. Flynn era un bandido, y aunque Bo no había robado nada, ese espíritu de pillo le iba como un guante ahora mismo.

Una vez en el comedor, tomé asiento sobre una de las mesas, pasando olímpicamente de las sillas. Siendo las horas que eran, supuse que a nadie le iba a importar que nos saltásemos los modales y la etiqueta un ratito, y menos cuando estábamos entre compañeros y un alumno. Por otro lado, el ver el comedor desierto daba una falsa sensación de libertad y de paz, por lo que no pude más que asentir a la afirmación de Brian. Para no cargar mucho a mi compañero, no sumé ninguna petición más para que trajese algo más de la cocina.

- Yo soy Gail, enfermera. Vigilante nocturno en mis ratos libres - contesté a la presentación de Bo, aún a pesar de que era más que probable que ya supiera tanto nuestros nombres como nuestras ocupaciones. A fin de cuentas, era mucho más sencillo memorizar los datos de un puñado de adultos que los de varias decenas de estudiantes. Estaba... relajada. Porque, ¡qué narices! Yo me había apuntado a esto para cuidar posibles enfermos, no para tener que hacer labores de policía. Así que sí, me encargaría de que el alumno regresara a su habitación, pero tampoco me iba a poner borde por ello - No pierdas la esperanza, seguro que la tía que escribió Harry Potter tampoco pensaba en hacerse multimillonaria, y mira - repliqué.

Aún estando sumida en la conversación, tenía una oreja puesta en el exterior, ya que tras los acontecimientos del bosque, tampoco me hacía demasiada gracia que Brian andase por ahí solo, por mucho que la cocina estuviese al lado.

Publicado por Gail Abernathy Jue Jun 30, 2016 10:54 am

En medio del camino a la cocina asentí con la cabeza, escuchando los pedidos. Debería cargar todo en bandeja si quería hacer un solo camino. Me adentré a la enorme cocina y busqué el interruptor de la luz. Las luces se prendieron una a una, en hilera. Track, track. Me sorprendí bastante al notar la prolijidad y pulcritud blanca de aquel lugar. Así daba gusto, si señor.

De la alacena y una de las heladeras tomé uno a uno los pedidos de leche, galletas y bebidas, haciendo de las veces de equilibrista. En hilera y en equilibrio, apagué las luces y me encaminé a la mesa donde se encontraban reunidos hablando. Habíamos, sin quererlo, organizado una reunión nocturna entre desconocidos.

—Aquí traigo todo... —apoyé la bandeja que tambaleó. —Tomen sus pedidos, espero no haber olvidado nada —me senté y abrí mi jugo de manzana. —Cinco minutos apenas que debemos regresar a vigilar —miré a Gail, con una sonrisa pícara. Miré de costado a la otra enfermera que parecía más callada y luego al animado alumno. Si bien no era de aquellos sujetos carismáticos y sociables, de vez en tanto me agradaba conocer gente. De hoy en más, aquellos sujetos que en los saludos cordiales por los pasillos no eran más que desconocidos, a partir de hoy, serían algo diferente, quizá. Compañeros de aventura y de un secreto.

—Esto será como una especie de secreto, ¿verdad? Nadie debería estar aquí, tomando nada... —me sonreí. —Es interesante porque es un secreto que aunque lo es por prohibido no deja de parecer divertido y hasta motivante... —hablé, sin darme cuenta que mis palabras podían estar cargadas de un dejo de entusiasmo infantil, como quien juega a los detectives.


*Alguien puede decir que vamos volviendo e ir cerrando quizá (:

Publicado por Brian Downer Vie Jul 01, 2016 2:29 pm

Una vez en la posición más cómoda Bo miró a Marina con una sonrisa, ahora que la veía mejor le recordaba a una vecina simpática de vuelta en su vecindario, de esas que salían con su perro por las mañanas y saludaban a todo momento a Bo y a su madre, incluso cuando su madre la ignoraba.— Y… ¿puedo preguntar de dónde son? Yo nací en la gran nación de Canadá. Sí, somos así de pacíficos como lo ven en Internet. —bromeó el joven, nunca había entendido el chiste pues en realidad había bastante trato hostil en Toronto, pero suponía que se referían a la ausencia de grandes tragedias y crímenes como en otros países.

Miró a la enfermera más relajada, Gail, y soltó una pequeña risa ante el comentario de vigilante nocturno.— Me he imaginado a Batman con un uniforme de enfermera. —agregó divertido y se entusiasmó con las nuevas palabras, sinceramente todo podía pasar en el futuro y comprendía que dependía de su determinación, talento y las oportunidades que tomara, muy pocas veces la suerte tenía algo que ver.— Pues si me vuelvo multimillonario… lo que haré será cerrar este lugar. —cambió por completo el rumbo de la conversación, su sonrisa desapareció por unos momentos para indicar cuanto detestaba el internado, debía cerrar y ser derribado por completo.

Por suerte la conversación no se tornó muy pesada, el bibliotecario regresó con lo que habían pedido y Bo mostró una sonrisa, tomó lo suyo y bebió asintiendo a lo que decía.— No lo diré a nadie, no se preocupen, tampoco tengo muchas personas a las que decirle de esto. —confesó contento, como si aquello fuera algo por lo cual estar feliz, la ausencia de más personas a su lado.— Eso sí, dejará de ser un secreto divertido si dejan que algo me pase a mí o a mis amigos. —señaló con el dedo con una falsa seriedad que pronto acabó por su sonrisa y comentario.— Es broma, no diré nada. Gracias por esto. —finalizó, terminando su leche y sonriendo con los rastros del líquido blanco sobre su labio. Lo limpió con el dorso de la mano y la satisfacción le hizo pensar que al menos podría descansar al volver a la habitación.

Publicado por Bo J. Hawkman Vie Jul 01, 2016 4:11 pm

No sabía por qué, Marina se ponía cada vez más nerviosa. Conforme más iban hablando de internado, conforme alguna frase le hacía recordar que en ese sitio estaban pasando cosas que no deberían pasar, la sensación de tranquilidad que había tenido en el cuerpo en compañía de los que estaban allí se iba deshaciendo.

Claro que era un secreto, porque el toque de queda y las guardias estaban por un motivo, uno que todos tenían muy presente por cómo hablaban del tema. Le dio otro sorbo a su chocolate caliente. De repente la idea de volver a su habitación le parecía a la vez la mejor y la peor opción, porque con esa tensión en su mente no podría dormir, estaba bastante segura.

—Creo... —musitó; y luego alzó la voz para ser escuchada—. Creo que yo voy a ir volviendo. Ya me vuelve a entrar el sueño —mintió—, y no sería nada bueno que alguien nos pillase rondando por aquí. Ha sido entretenido —admitió también—, espero que nos veamos más.

Y, tras apurar su tazón, que al menos le templó el cuerpo, se levantó y se dispuso a volver a su habitación, lo más rápido posible. Los pasillos oscuros del internado por la noche no era de lo más apetecible.

Publicado por Invitado Dom Jul 03, 2016 8:21 am

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