Laughters ending soon

Recuerdo del primer mensaje :

Su fuerte temperamento cambiante provocaba que se cabreara a la mínima con cualquier cosa que ocurriese. Al igual que se cabreaba, también se contentaba. Él era así. Nunca sabía cómo le ibas a pillar.
Esta vez, se había cabreado por el partido de fútbol que acababan de tener. Era fácil que se enfadara y más siendo un chico competitivo que no soportaba perder bajo ningún aspecto en su vida. Habían perdido y era muy mal perdedor. Le jodía perder, y más viendo que su compañero era el mismo que siempre la fastidiaba. No era la primera vez que por culpa de él, perdían ocasiones de gol. Le estaba cogiendo mucha tirria y manía. – Este chico es gilipollas. – Impulsivo, fue lo primero que soltó en voz alta, sin importar que le escuchara, cabreado y en caliente al ver que fallaba el tiro de gol. Si no sabe tirar, que la pase y deje de cagarla. - pensaba.  Samuel tenía tanta seguridad en sí mismo en el terreno de juego, que estaba seguro que él sí habría marcado ese gol.

- Venga, Samu. A la ducha y te relajas eh. - Vaciló un amigo suyo que también pertenecía en el equipo, que le conocía perfectamente y esa frase se la dijo para cabrearle más aún. Samuel solo le miró de mala hostia y se marchó. No se lo tomó en cuenta, él sabía que su amigo sabía que le jodía que le dijeran la palabra cálmate, relájate, o algo semejante. No soportaba que le dijeran lo que tenía que hacer. Fue el primero que se fue del terreno de juego, lejos de allí. No soportaba a nadie ahora mismo. Era mejor estar solo.

Se metió en la ducha y al salir y terminar de vestirse, fue directo a su habitación. Seguía con la necesidad de querer estar solo. Se echó en la cama, aún le sobraba unos minutos antes de tener que irse a cenar. Pero justo en este momento entró a su habitación su amigo vacilón de antes. - ¿Qué quieres? - Soltó borde Samuel, seguro que venía para alguna gilipollez. Su amigo, acostumbrado al mal humor de Samu, ignoró su bordería y se sentó en su cama para enseñarle una notita que le acababan de enviar.
Samuel se incorporó y se sentó en dicha cama. Leyó la nota y ambos comenzaron a reírse. Se trataba de una nota de papel que una chica le había enviado a su amigo, y que este lo más seguro era que la estuviera vacilando. - Si, si, pero mira mi respuesta, tio. - Le entregó otro papel con su respuesta. - ¿En serio? - Volvieron a reírse esta vez más fuerte. - ¡Estas loco!

- Ya verás, ya... - Respondió su amigo, que con ambas notitas, se levantó y salió de la habitación sin dejar de reírse.

- JAJAJA - Samuel rió a carcajadas sonoras al ver como su amigo acababa de salir de la puerta dispuesto a hacer esa locura.

Publicado por Invitado Sáb Jun 25, 2016 3:37 pm

Samuel era de hacer daño con sus palabras. Pero a veces, no hacía daño aposta, sino porque las decía sin pensar. Como ahora.

- Las mosquitas muertas suelen ser los peores. - Saltó a la defensiva por el comentario del profesor que ahora veía sospechoso a Samuel. Pero en realidad, un comentario que ni si quiera le sorprendió, porque a los que tenían fuerte carácter o ser tan impulsivos como Samuel solían ser de los primeros en sospechar. En realidad le daba igual lo que pensaran de él. Por lo demás, el profesor tenía toda la razón del mundo. Acusar de algo así, sin saber, era muy grave. Pero Samuel que no se callaba ni queriendo, saltó así, sin pensar, como la mayoría de las veces que hablaba impulsivamente.

- Vale. Sí. Ya me callo. - Reconoció, le costaba callarse. Aquel comentario sobraba. Y dejar caer que Bo podía ser un asesino, también sobró. Y ahora si saliera un perdón de su boca, quedaría todo zanjado y arreglado, pero no... a Samuel esa palabra le costaba tanto que no lo haría sin haberlo escuchado antes de Bo. Porque él fue el que empezó todo esto. Acusando sin saber y alterando más al joven que ya estaba cabreado del partido. Samuel era muy complicado y muy mal humorado con estas cosas. Y complicado en general, por no decir en todo. Era la complicación en persona.

Asintió con su cabeza al escuchar el castigo y sus días. Le pareció razonable. - Ninguna. - Respondió a la pregunta del profesor. No había nada más que preguntar ni añadir.

Publicado por Invitado Vie Jul 01, 2016 4:58 pm

Agradeció el comentario del profesor. Asintió prestando todavía atención a lo que decía. Le gustaba que no se pusiera paranoico por acusaciones sin sentido. Samuel agregó que las mosquitas muertas siempre eran las peores y lo único que pudo hacer fue cerrar los ojos y tranquilizarse para evitar gritarle de nuevo, quería que esto acabara y listo. Bo sabía que le caía mal a varias personas del internado, a veces su comportamiento era inmaduro y sus comentarios eran inapropiados, pero tampoco pensaba que alguien tuviera esa imagen de él, un “mosquita muerta”. Era peligroso que lo pensaran sin duda.

Se quedó en silencio, asintiendo frente a las palabras comprensibles de Mark. Ahora como castigo tendría que perder cinco días que muy bien podría haber utilizado para acompañar a Ezra. Bueno, le podía pedir ayuda con eso a Evan, y no es como si Ezra no tuviera a sus propias personas, ¿no? No podía girar toda la vida de Bo alrededor de la del chico… y menos si era un inepto en cuestiones de ayuda.

Miró al profesor ante la nueva información. Lo había dicho más como una broma, no trataba de hablar por todos los asesinos seriales del planeta, pero no pensaba aclarar algo sobre el tema de los rastros que los locos dejaban detrás, ya había sido suficiente por un día y todavía tenía el susto y la sorpresa encima.

— Gracias. —respondió a Mark, el profesor había sugerido colocar un par de carteles por si alguien encontraba su cuaderno, era en momentos como ese donde lamentaba no tener uno con un candado, o tener que escribirlo todo sobre el papel, ¿por qué no había sido más astuto? Era un idiota, un idiota colosal.— Entendido, ahí estaré sin falta. —Esperaba no tener que compartir parte de su castigo con Samuel o la situación sólo podría traer más problemas, ya había tenido bastante conversación con el chico por el resto de su existencia.

Antes de salir de la habitación miró a Samuel una vez más, quería decirle que lo sentía pero tampoco parecía ser merecedor de una disculpa. Si se hubiera tomado la situación de manera distinta, bien, pero había llegado a joder con la cuestión de los asesinatos, y eso se relacionaba con los secuestros… llegar a ser culpado por eso, incluso en broma, le parecía asqueroso, más teniendo en cuenta lo sucedido con Harvey.

Y por lo tanto el “lo siento” nunca llegó. Miró al profesor Pretchett y le dedicó una sonrisa respetuosa antes de salir de la habitación. Escuchó a los segundos la puerta cerrarse, asumiendo que Mark había dejado a Samuel dentro.
Nervioso e incómodo Bo regresó con la cabeza gacha hasta su habitación. Fue ahí donde se tiró al colchón de su cama y miró el techo, trató de acomodarse mejor pero sólo escuchó un extraño sonido que provenía de detrás de la cama. Confundido se movió y deslizó el colchón, notando que detrás, entre la pared y la cama, se encontraba su pluma insertada entre los espirales de su cuaderno.

¡Sí! ¡Su cuaderno había estado ahí desde el inicio!

Bo soltó un bufido y lo tomó, notando que no estaba nada fuera del lugar.

Al final si era un bueno para nada como Samuel le decía.

Publicado por Bo J. Hawkman Vie Jul 01, 2016 9:11 pm

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