Oasis?

Recuerdo del primer mensaje :

Anoche tuve otra pesadilla, ocurre lo mismo de siempre. Todo se remonta a esa noche, cómo si el tiempo quisiera que no la olvidara cuando cada día las imágenes son más nítidas que el mismo pasado. Veo su rostro en todas partes, incluso en los cristales que decoran esa habitación, puedo escuchar su voz, aun cuando llueve tan fuerte escucho todo lo que dice, sus gritos, sus malas palabras. Trato de buscar la foto de mi madre como cuando era niña pero ella nunca está, ~~a veces siento que a ella si puedo olvidarla~~ Rosie tacha de inmediato como si fuera una error, un ultraje, toma un respiro y vuelve a escribir.

He pensado en lo que dijo Ophelia, quizás debería hablarlo con alguien pero, ¿no será igual que el doctor King del hospital? A veces lo recuerdo, nos decía locos, dementes, inútiles, recuerdo cuando volteo todo lo que Wes había ordenado... Había afincado el lapicero, tanto que su letra resaltaba en la parte trasera de la hoja. Rosie cierra el diario de un solo golpe y lo apoya en su pecho, aún sentada en el jardín siente que no puede seguir, incluso cuando había buscado ese lugar aprovechando su tiempo libre antes de la cena. Iba a tratar de continuar pero de repente unos brazos la rodean por la espalda con fuerza y ella por instinto se remueve asustada, se arrastra por el suelo rasguñando una de sus piernas. Escucha unas risas escandalosas, era unas chicas mayores, siempre molestaban, se creían muy superiores desde que tenía uso de razón. No faltaron las burlas y las risas, una de ellas, gruesa de contextura, se acercaba y hacia que la castaña siguiera retrocediendo en el suelo con sus ojos lleno de terror, luego de un momento se cansó y la dejaron no sin antes decirle unas cuantas vulgaridades. Rose trata de calmarse al percatarse que ellas están lejos, la chica estaba muy nerviosa, pálida, sus manos estaban sucias y su rodilla un poco herida. La castaña toma su diario, su primera acción es irse, irse lejos.

Mya llega al lago, estaba solitario a esa hora, ahí se da cuenta que su rodilla arde un poco, la misma que se había curado hacía unos días, su suerte no podía ser peor. No era para tanto así que la chica logra sentarse al borde de un árbol cerca del lago sin problemas. Levanta un poco su falda y examina, no había una gran abertura solo unos raspones finos que no brotaban sangre, cubre lo que puede y cierra sus ojos unos segundos. Al soltar el aire de sus pulmones vuelve a abrir sus pupilas azuladas, toma su diario, estaba sucio, enseguida empieza a limpiarlo con el borde de la manga del abrigo escolar, si Wes lo veía probablemente enloqueciera.

Publicado por M. Rose Wood Mar Sep 22, 2015 3:40 pm

Nunca había ido a otra casa, tampoco conocía otros lugares, la vida de Rose había transcurrido en tres escenarios muy precisos; su pequeña casa en California, el hospital psiquiátrico y ahora el internado, nada más. El gesto de Brennan de invitarla de vuelta a su lugar natal para ayudarla a ver el mundo de una manera diferente la hizo sentir muy bien, fue muy amable con ella y todo sería bueno si ese solo pensamiento no significara un enorme reto para Rosie, además ella no tenía a donde llegar, no tenía nada ni nadie, solo a su hermano menor. —Oye, pero algunas películas son buenas, eso no hay que negarlo—. Comenta queriendo ser un poco positiva, en el internado hacían lo que podían por ellos. —Me quedo acá, mis padres... fallecieron y no tengo otros familiares—. Se muerde el labio un poco apenada, él tenía todo y ella nada, se sentía un poco disgustada por no acertar en una respuesta. Tampoco podía mentir, ella nunca conoció a sus familiares, todos le dieron la espalda a sus padres y su vida eran ellos dos, nada más, de hecho su padre porque su madre había muerto antes de que ella tuviera uso de razón. —No he ido desde hace mucho pero... quizás sería lindo volver.

Rose no puede evitar dejar salir una risa cuando ve lo que está a punto de hacer, no puede negar incluso porque tiene que cubrir sus labios para ahogar una carcajada cuando lo observa golpear sus piernas y cantar con toda libertad, frunce el ceño pero la verdad no recuerda haber escuchado esa tonada nunca. —Oh por Dios, no, creo que me haces sentir del siglo pasado—. Sonríe pero había prestado suficiente atención a la letra. —¿Entonces dices que a las chicas nos gusta que nos digan que vayamos a ustedes porque necesitan amor y cariño?— Rose alza una de sus cejas, nunca había tenido novio pero le había causado gracia pensar eso.

—Verás, yo soy más de música clásica, ¿has escuchado algo de eso? Mis favoritas son las tonadas del cascanueces, son bellísimas—. Sus ojos brillan y Rosie junta sus manos como si fuera una niña pequeña soñando con lo que en verdad le gustaba.

Publicado por M. Rose Wood Lun Sep 28, 2015 10:21 pm

Cuando descubrió que los viernes por las noches el internado ofrecía una noche de cine, Brennan todo el cielo. Gustaba mucho de ver películas, mas si eran animadas o de comedia, le gustaba como avanzaban las gráficas y los efectos especiales. Era un chico del siglo veintiuno y eso se detectaba a la distancia. El primer día que se sentó con trece años frente a la imagen que generaba el proyector, se sintió como un niño feliz, hasta que comenzó una película en blanco y negro. Al principio no entendió que pasaba, pero ahí estaba, mirando una película que se debía haber estrenado antes de que sus padres nacieran. Luego comprendió que todas las películas eran así. Las maravillas de Marvel, Disney, Universal y todos esos lugares que habían ganado millones por sus exitosas películas en los últimos años, directamente eran desconocidos en aquel lugar. Una pena, una pena muy muy grande para el castaño que se veía todo ni bien ponía un pie en su casa. —Solo diré, que si tengo que ver 'Lo que el viento se llevo', nuevamente, voy a vomitar— Le confiesa sin perder su tono juguetón. Por mas que esa película se las tuvieran que dar en dos viernes y se haya dormido en ambas partes, y mas de una vez, dado que cada cierta cantidad de años, las volvían a repetir como si no tuvieran mas repertorio.

—Siento lo de tus padres— Es lo único que es capaz de decir tras haber escuchado sus palabras. Es difícil perder a alguien, yo perdí a mi hermano. Es lo que una vez susurra para que diga en voz alta, pero en cambio solo desvía la mirada al lado momentáneamente, dedicándose pura y exclusivamente a tomar aire. —En casa se te puede hacer un lugar, siempre hay lugares para amigos, además mamá hace los mejores brownies del mundo, es lo que mas extraño de casa, la comida, me alimentaban como cerdito, aquí, me matan de hambre, al menos sabemos que no nos comerán en ninguna de las navidades— Bromea intentando levantar el espíritu nuevamente. —Y no te sientas del siglo pasado, solo necesitas actualizarte y yo seré tu actualizador personal— Levanta la mano derecha, como si estuviera jurando por Dios, por la Biblia y no se acordaba por que mas juraban cuando estaban por tener un juicio. —Dudo que pueda tocar algo de eso en mi vida, pero a ver que te parece este tema— Toma nuevamente su cancionero y pasa las hojas rápido hasta que se detiene en una en particular. Se estira hacia atrás para tomar su guitarra. —Y todos necesitamos amor y cariño, para eso inventaron los abrazos— Le comenta mientras afina la guitarra y alza la mirada para guiñarle un ojo. Cuando esta todo listo se pone a cantar.

canción | letra.

Publicado por Brennan F. Grunwald Lun Sep 28, 2015 11:35 pm

Rose no se quejaba de los días de películas porque básicamente era lo único que conocía. Su infancia no había sido muy normal que digamos, a duras penas había ido a ciertas escuelas y las dejaba constantemente, iba a la librería como si fuera un premio solo por el mero interés de aprender algo más que lo que había visto. El cine, los parques, todo estaba exento en esa lista porque su padre nunca estuvo interesado en darle lo que quería, mucho menos que la castaña estuviera feliz. Claro, no se quejaba porque fuesen películas viejas pero si le hubiera gustado que en algún momento dejaran de repetir las mismas proyecciones. —Esa es una de mis favoritas pero tienes razón, deberían cambiar un poco el repertorio.

Rosie niega con tranquilidad cuando Brennan se lamenta por lo que dijo. —No te preocupes, fue hace mucho—. No le cuesta decirlo porque realmente estaba más preocupada porque él hiciera preguntas. Rosie ríe, él parecía siempre estar de buen humor y eso le gustaba a la castaña. Nunca nadie la había invitado a su casa, no tenía muchos amigos, era nuevo para ella y de cierto modo la aterraba porque probablemente no sabría como comportarse, sin embargo asiente y aparta de nuevo algunas hebras castañas que se salen de la oreja de su oreja. —Vale, lo tendré en cuenta.

—¿Actualizador personal?—. Rosie frunce el ceño con una sonrisa mientras piensa si eso en verdad puede existir, no se sentía tan anticuada pero al lado de Brennan se daba cuenta de que estaba algo retrasada en lo que a la vida se refería. —Bien, aceptaré el reto, no creo que esté tan lejos de este siglo—. Se encoge de hombros, ¿qué tan malo podía ser?

La chica ve como se prepara y no puede evitar inclinar su rostro y apoyarlo sobre su mano mientras observa cual espectadora a la espera de una sorpresa. Se relame los labios y baja la mirada un poco apenada con su último comentario, ella no sabía que era eso pero prefería no decir nada. La canción le gusto, le llegó hasta el alma, era calmada y lenta como las que a ella le gustaban escuchar. Los ojos azules de Rose se fijan en Brennan y en su guitarra, se mantiene muy atenta y nota como se relaja y como todo el recuerdo de las chicas anteriores se dispersa con el viento, como si todo ese día hubiera sido bueno o mejorara muy progresivamente. Cuando termina ella solo puede suspirar, siente que va a dañarlo todo si habla. —Es... muy hermoso.

Sin embargo algo pasa por su mente. La castaña rasca su cuello de nuevo dejando finas líneas rojizas por su palidez y frunce el ceño mientras ve a Brennan. —¿Puedo... verla?—. Tocarla sería la palabra correcta pero quizás eso a él no le gustara así que se apresura a decir. —Solo si tú quieres... mi padre era músico y... hace mucho que no veo una.

Publicado por M. Rose Wood Mar Sep 29, 2015 1:52 pm

—Si esas es una de tus favoritas, hay que cruzar los dedos para que lleguen las vacaciones porque necesitas ver mas películas con urrrrrgencia— Dice en broma acentuando mas la erre en aquella última palabra. Gru era fanáticos de los efectos especiales, la tecnología y las películas que solo servían para engordar en un sillón mientras se comían pochoclos. Nada que dejará un mensaje importante o que hiciera que su corazón se encogiera. Y esperaba que las otras personas supieran apreciar su buen gusto en películas.

—Gracias— Agradece tras terminar de tocar el tema y hace un movimiento con la mano como si hiciera una reverencia sin mover sus piernas de lugar. —Tengo que confesar que si no conoces este tema estás bastante atrasada, no es que crea que naciste en los años veinte, pero este tema tiene ya ocho años— Bromea intentando no lastimar a la joven con aquellos comentarios, no quería forzarla a hablar sobre algo que no quería, pero eso no quería decir que su curiosidad picara en sus labios deseando hacer preguntas que sentía que no debía hacer solo por ser comprensible.

Extiende la guitarra hacia adelante dejándola al alcance de la castaña. —Claro, ¿Sabes tocar?— La pregunta sale incluso antes de que pueda pensar si quería hacerla o no. Era su adoración por la música, podía antes que cualquier otra cosa. Se acerca un poco a la joven para poder hablar mejor. —Me la regalaron mis padres antes de venir para acá, decían que no podía irme sin algo de casa, creyeron que eran lo mejor. Decían que quizá tenía que traer otra cosa, pero al final dejaron que yo decidiera que traer y que no. Ropa fue un milagro que no dejaran traer, no me imagino como serían los armarios de las muchachas que no pueden estar sin cambiar sus vestuarios al menos tres veces al día— Broma nuevamente. —Ahora, si no sabes tocar, puedo enseñarte, es muy fácil mira, este es do— Indica, acercándose mas y colocando las manos en el mango para indicar la posición, luego se corre para que la joven lo intente por si sola.

Publicado por Brennan F. Grunwald Miér Sep 30, 2015 2:04 pm

En el fondo Rose ya imaginaba poder salir del instituto a otro sitio que no conociera, la propuesta de Brennan le agradaba y ya acariciaba la posibilidad de que quizás salir de los muros del internado no fuese tan malo, por lo menos no si estaba con aquel chico que parecía no ser ni un poco a como lo había imaginado. Ella sonríe y baja la mirada, la estaba pasando muy bien y con otra persona que no era Wes, estaba segura de que esa noche tendría que contárselo a su hermano.

—Digamos que cuando estuve en el hospital me perdí de mucho. Además que... tenía muchas restricciones de pequeña—. Es la única manera en la que podía explicarle a Brennan como él conocía tantas cosas y ella no a pesar de que tenían básicamente la misma edad, cómo él veía un mundo colorido y genial y ella solo veía recuerdos rotos. —Pero ya tengo a mí, ¿actualizador personal, no? Espero que eso no pase más—. Y poco a poco las palabras salían de sus labios y se acoplaba a una conversación más casual.

Luego de que Brennan tocara, Rosie tendría que esmerarse mucho para llegar a su nivel, especialmente porque solo tenía recuerdos de su padre con la guitarra. A veces él llevaba amigos a la casa y antes de tomar y perder la cordura se dedicaban a tocar música, eran las únicas veces que Rose veía la verdad en los ojos de su padre, por lo menos antes de que este le gritara y le dijera que se encerrara en su habitación y lo siguiente fueran botellas y escándalos.

Rose era de memoria visual, aprendía lo que veía, quizás por eso no necesitó una escuela permanente para aprender y tener el nivel que tenía en el internado. —Mi papá sabía, yo solo lo veía, pero recuerdo cuando hablaba de música con sus amigos, quizás eso sirva de algo—. La chica se encoge de hombros tomando la guitarra y apoyándola como cree que es correcto. Brennan se acerca pero sorprendentemente ella no se tensa, quizás porque fue un gesto muy rápido y la castaña solo tenía en mente como tocar algo decente. Rosie sonríe con su explicación —Tienes una vida muy bonita, Brennan—. Dice de la nada antes de ver las cuerdas y posar sus dedos finos sobre las mismas. —Vale, aunque creo que puedo intentarlo—. Asiente viéndolo con agradecimiento y luego se endereza un poco.

Había una canción que le gustaba y la había escuchado aun cuando estaba encerrada en el hospital, una de las pocas que se sabía, con eso y su poco conocimiento de las notas quizás podía sacar algo. Rose acomodó su cabello a un lado y empezó con los primeros acordes que fueron un desastre, ella tomó aire y llenó sus pulmones luego boto por su boca y empezó de nuevo, no era perfecto lo que hacía pero había mejorado un poco. Alza la mirada y ve a Brennan, sonríe de lado para transmitirle que estaría bien, poco a poco empieza a tocar su canción, no conoce mucho la letra pero en el coro y empieza a tararear un poco.

Publicado por M. Rose Wood Miér Sep 30, 2015 3:12 pm

Notaba como la joven entraba cada vez mas en confianza con su presencia. Notaba así, lo difícil que debía ser para ella. Para Brennan hablar con la gente era fácil, prácticamente entraba en confianza antes de conocer a alguien. Era su manera de ser, de pensar que todos eran buenas personas, además, casi nunca se decepcionaba de las personas, había aprendido que las personas entraban y salían de la vida, solo era cuestión de cómo y eso era todo, nada iba a durar para siempre, pero si así iba a hacer, era mejor comenzar desde el principio. —Exactamente, tu actualizador personal, o sea, mi persona, se encargara de ponerte al día en todo lo que es música y televisión y quizá un poco de chismes sobre los artistas— Agrego moviendo su mano como hacían algunas personas que querían demostrar que se habían pasado de lado y algo que a Gru le parecía ridículo. Las personas eran como eran, no tenían que exagerar para que el resto lo notara, pero no era su vida y por eso no le prestaba demasiado el asunto. —Tendremos que esperar a las vacaciones para eso, pero seguro que puedo hablar con Cass para que te pongamos al día con la parte de la música— Agrega cien por ciento seguro que la castaña también accedería.

La sonrisa se borra por un segundo en una mueca y luego se curva nuevamente en una sonrisa. —Eso dicen muchas personas— Dice como si nada. Por un momento recuerda como su hermana lo abrazaba a la espera de que sus padres llegaran y dieran la noticia que ya sabían. Sus ojos se pierden en el vació segundos, y lo que lo regresa es la música que comienza a tocar Rose. Comienza a escucharla cantar, y hace el coro con una sonrisa sin perder de vista las manos de la joven que se movían por la guitarra. Espera a que termine para aplaudir con ganas.

—"yo solo miraba"— Comenta imitando el tono de voz de Rose de una manera muy mala, pero dando lo mejor de si. —¡Mentirosa!— La acusa sin borrar la sonrisa de su rostro ni por un segundo. —Tu eres una mentirosa, si sabes tocar, y yo como un tonto ofreciéndome para enseñarte— Se pone de pie sin poder estar mas sentado, en realidad era porque la iba a sacudir, abrazar o cosas como esas que hacía cuando estaba demasiado entusiasmado. Le alegraba que Cass y él no sean los únicos que tocaban música, en realidad le encantaba conocer a cualquier persona que sea capaz de tocar porque le recordaba que en cualquier momento podrían juntarse y llenar el internado de canciones. —Eso... amiga... estuvo EX-CELEN-TE— Agrega separando las palabras para que la joven le quedara bien claro. —Cantas muy bien. Tu si sabes esconder secretos, ahora dime, ¿Escondes algo mas? ¿Tienes un pony?—

Publicado por Brennan F. Grunwald Lun Oct 12, 2015 10:55 pm

Tenía tiempo, meses, por no decir que años, que una persona no la trataba con tanta familiaridad, como si fuera alguien común, alguien como cualquier otro estudiante y no la chica rara del internado. Rose pensaba que con Gru pasaría lo mismo pero no fue así, ella se había creado una primera mala impresión de él y probablemente el chico hubiese hecho lo mismo en su momento. No dejaba de sonreír con sus comentarios, en el fondo estaba asustada pero era el susto previo a una gran aventura, a momentos que no conocía y que se sentía tentada a descubrir, esperaba que no fuera un sueño y que pisara tierra de la manera más brusca a los pocos días. Escucha a Brennan y abre mucho sus ojos. —Solo espero que tu amiga no piense que soy un fenómeno, van a pensar que me quedé en la prehistoria—. Ella ansiaba que aquella chica fuese tan buena como Brennan

No sabía demasiado del chico pero, en el fondo, Rose sentía que ninguna historia podía ser peor que la suya. La castaña trata de concentrarse en la guitarra, de vez en cuando cierra sus ojos intentando recordar los dedos de su padre en su guitarra desgastada, la canción se la sabía y creía que podía hacerlo bien. Los primeros acordes fueron terribles pero, al momento, Rose se acopló con facilidad e incluso dejó salir algunos coros de sus labios aunque su voz no era perfecta, casi al final de la canción le resultaba algo fácil y completamente manejable. Termina y, por un instante, le cuesta creer que esa fue ella, solo Brennan llama su atención y ella no puede evitar reirse y tapar su boca con su mano. —Te juro que no pensé que lo haría decente, en serio.

Rose se queda con la guitarra aún apoyada sobre sus piernas, ve a Brennan levantarse y frunce la vista ya que el sol del atardecer a penas la dejaba ver en esa posición, sonríe con amplitud, era un gusto que ese comentario viniera del chico, ella agradece inclinando su rostro y encogiéndose de hombros después. —No estuvo mal—. Rosie se ríe con lo siguiente, sus pensamientos iban hacia otro lado pero Brennan no se merecía sus miedos o malos recuerdos, tampoco los contaría así que la chica lo piensa por un momento y se muerde el labio viendo al suelo dubitativa, finalmente una luz cubre sus ojos y ve de nuevo al chico. —Un tatuaje, tengo un tatuaje—. Finalmente logra recordarlo, era algo insignificante pero a la vez importante y no era un mal recuerdo, al contrario, era una de esas cosas que podía decir sin problemas, por lo menos solo a personas que le importaran.

Publicado por M. Rose Wood Mar Oct 13, 2015 6:30 pm

Alzo las cejas observando a la castaña de arriba a abajo como si estuviera analizando algo que ella, ni él, sabían. Luego niega de manera inmediata. Conocía a las mellizas desde el primer año, cinco años si que habían marcado la diferencia y eso se notaba en la confianza que los tres manejaban, y por eso y muchas mas razones que se acumularon en su mente en ese instante, tuvo que negar la idea que rondaba por la mente de Rose. —Primero— Dice levantando el dedo indice para indicar que iba numerar todas las razones, o por lo menos lo iba a intentar, de porque no creía que ni Cass ni Call la fuera a juzgar. —Estamos hablando de una de las mellizas, no se si sabías que una es Cass, Cassie y la otra es Call, Callie. Tarde un par de meses en darme cuenta cual era cual, pero es fácil darte cuenta, la que siempre esta con un humor de perros es Callie, y ni ella diría que eres un fenómeno. Segundo, Cassie es demasiado coooooool— Dice arrastrando esa palabra para darle mas estilo a su amiga mas vieja. —No dirá nada agresivo contra ti, y estará contenta de poder tener una excusa para poder pasar una tarde de música de la buena.— Siempre había disfrutado la compañía de esas dos, mas cuando Callie no estaba intentando matarlo, o lo estaba golpeando o estaba amenazando con dejar sus balones en la garganta. Definitivamente prefería mas la compañía de Cass.

Tiro su cabeza hacia atrás al escuchar eso. —¿Nunca te has escuchado cantar? Cantas bien, tienes que pulir algunas entonaciones, pero esas son cosas que si no te marcan no te enteras, y que, además, se aprenden con un poco de práctica. Entonces, o yo no se nada de música, que lo dudo; o escuchar cantar a Callie me dejo sordo, eso es probable; o de verdad cantas bien y tendrás que creerme porque quedaré profundamente dolido si me dices que no me crees. Mi corazón ... se romperá en pedacitos pequeños que todos ignoraran y alguien de limpieza terminará tirando en un bote de basura— Se frena al tiempo en el que agotaba la última molécula de oxigeno que disponía para hablar, y toma una bocanada de aire apresurada. Gru podía ser dramático cuando se lo proponía, muy dramático. Se vuelve a sentar en el suelo demostrando lo niño inquieto que podía llegar a ser. —¿Un tatuaje?— Pregunta tratando de mostrar tranquilidad antes de que la joven pensara que estaba completa y totalmente loco, por lo menos esperaba que tardaran mas de dos días en llegar a esa conclusión a la que todos terminaban concluyendo. —Siempre me quise hacer un tatuaje, pero una de esas agujas llega a dejar una marca en mi piel, y el día que mi madre se entere me corta la cabeza y me hace un estofado. También me dan miedo las agujas, como a todo el mundo, o a la mayoría, pero es mejor culpar a mi madre, esta tan loca como yo—

Publicado por Brennan F. Grunwald Sáb Oct 17, 2015 12:29 am

Rose atiende a la explicación de Brennan con atención. Aunque no tratara a muchas personas, a simple vista podía reconocerlas con cierta facilidad, por lo menos usando rasgos característicos como el color de cabello, estatura, color de piel, entre otros. Sabía de las chicas de las que hablaba el muchacho, eran hermanas pero, para ella, siempre fueron muy distintas, por lo menos por lo que físicamente podía ver, incluso por sus actitudes, sin embargo las explicaciones de Brennan la ayudan a entender quién es quién y, sobre todo, que ambas eran muy amigas suyas. La castaña ríe cuando lo ve expresarse de una de sus amigas con tanta admiración —Vale, vale, creo que estoy entiendo lo que quieres decir—. Le hacía ilusión la compañía, en especial si era de personas como Brennan y como la chica que pintaba, ella nunca había estado rodeada de amigos pero no le molestaba empezar desde ese punto, así sea haciendo gala de su extraña voz y sorpresiva manera de tocar música. —Bueno, creo que entonces no tengo problema, tu solo avísame y yo estaré ahí.

Rosie siempre pensó que lo suyo era el baile, nada más. La castaña tenía un amor profundo por el ballet desde que empezó a escuchar la música clásica y desde que lo llevó a la práctica en el internado, así pensara que ese tipo de uniformes que llevaba eran un verdadero estorbo. Nunca consideró que la música también estuviese entre sus talentos o que pudiera hacer algo decente frente a las personas, aunque Brennan afirmaba que ella era buena, Rosie necesitaría de tiempo para poder creerselo. La castaña va a abriendo los ojos progresivamente mientras ve como el chico se va quedando sin aire al hablar tan rápido. —Ok, ok, entiendo, pero tranquilo, respira—. La chica hace señas como si le pidiera que respirara con ella. —Y exhala—. Hace el movimiento contrario. —Voy a creer lo que dices pero es algo que tendré que practicar entonces. Solo hice lo que recuerdo que hacía mi padre—. En ese momento sus ojos no viajan al pasado de nuevo sino que se mantiene concentrada en Brennan y en su nuevo descubrimiento. —Y tranquilo, no dejaré que tu corazón acabe pulverizado en la papelera, o en el suelo porque cayó del contenedor de la basura creando un camino de migas—. Pero no puede evitar soltar una risa con solo decir todo aquello.

Rosie asiente con una sonrisa. Ella no lo culpaba, en su momento la misma castaña creyó que estaba loca por marcar su piel de manera permanente, pero fue toda una aventura, en especial por su temor a ser tocada aunque la chica que la había tatuado había sido muy amable en tocarla lo menos posible. Las agujas no fueron el problema, Rose pensó que aquello era mejor que las manos humanas y la tatuadora tenía cuidado en parar cuando ella se lo decía. Había sido fruto de las sobras que le daban en el hospital luego hacer sus "labores", era una niña, una niña que quería tener algo permanente y significativo con ella. —Bueno, si duele un poco, no te lo voy a negar, dependiendo del área. Era una niña cuando me lo hice, bastante pequeña quizás pero me hice amiga de la chica que tatuaba, la conocí en la calle y... le expliqué lo que quería, creo que lo entendió porque cedió de inmediato y fue muy buena conmigo, ya sabes, por mi condición—. Rosie mueve las manos mientras habla y aparta su cabello de nuevo de su rostro. —Era importante para mí así que el dolor es lo de menos, aunque ver tres o cuatro agujas perforando tu piel no es muy bonito. Creo que memoricé los colores de los cuadros de las paredes de la tienda y todo—. Rosie sonríe mientras se apoya de la guitarra. —¿Tu que te harías? De tener la oportunidad y que tu madre no te matara en el intento.

Publicado por M. Rose Wood Sáb Oct 17, 2015 11:27 am

Hace una corta reverencia al escuchar lo que la joven decía. —Gracias, gracias— Es decir, siempre era bueno saber que alguien intentaría cuidarlo, al fin y al cabo el mismo Gru se había acostumbrado a eso. Basta una mirada que se cruza con aquellos ojos azules y se pregunta como es que la joven tenía tan pocos amigos. Tenía un problema, como todos, demás estaba decir, pero era amable, divertida y si se le daba un poco de paciencia hasta te olvidabas que no se la debía tocar, pero después era una chica totalmente ordinaria en el todo buen sentido de la palabra. Se pregunto como hubiera sido su vida si al entrar en el internado se hubiera mostrado cabizbajo como los primeros meses tras la muerte de su hermano, consumido, un chico que solo mostraba unas ojeras oscuras y pocas ganas de vivir. Gru siempre creía que la primer impresión que se le daba a las personas era muy importante, porque era la imagen que se hacían de uno, y no hablaba de la ropa o como el aspecto que uno tuviera, era una cuestión de personalidad, cuando uno mostraba ser de una forma era extraño que lo identificaran cuando actuaba de otra. Por ejemplo, una persona que se deja manipular con facilidad y lo demuestra, es difícil que evite que traten de manipularla. Eso le pasaba a aquellos que prestaban carpetas y decían que no pasaba nada, luego la gente pretendía que todo siga de esa manera. Él iba a todos lados con su sonrisa, eso era algo muy característico de él, y por eso siempre le preguntaban varias veces si estaba bien cuando se mostraba demasiado serio. Supuso que eso le había pasado a la joven, había entrado asustada, y las personas abusaron de ese miedo que mostraba, se hicieron una idea de ella y jamás la cambiaron. Hazte la fama y échate a dormir decía el dicho, era eso ni mas ni menos.

Medito la pregunta que la joven le hacía. Nunca le había pasado por la mente hacerse un tatuaje, si rayaba su piel con bolígrafos, incluso la de Isak, Cass y Callie cuando les tocaba sentarse a su lado y quería molestarlos, pero nunca algo permanente. ¿Que se haría? Lo tuvo que pensar un buen rato. ¿Una guitarra? ¿Una nota musical? ¿Algo relacionado con la música que era su vida? Lo medito, pero pensó que mejor no, si después comenzaba a amar otra cosa, el lacrosse también era bueno, si cambiaba de hobbie, entonces no tendría sentido. Tenía que ser algo que sintiera siempre. Por primera vez en toda la conversación, el ceño del chico se frunció dejando arrugas en toda su frente, se quedo callado, pensando, hasta que al final alzo la mirada, pero no mostró ninguna sonrisa. —Seguro que Callie te daría un premio por hacerme pensar— Bromea, y aún así, su sonrisa es triste. Toma un palito del suelo y lo mueve por la tierra dibujando un 87 en un pedazo de tierra que había cerca de los dos. —Ese sería mi tatuaje— Confirma observando los números que eran muy feos, pero que se asemejaban a los que estaban en la parte de atrás de las camisetas. Solo ahí muestra una pequeña sonrisa, una de las suyas, tan propia.

Publicado por Brennan F. Grunwald Dom Oct 18, 2015 10:40 pm

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