Unbreakable

Recuerdo del primer mensaje :

Grace no era amiga del aire exterior, de los bosques, las caminatas y esas cosas, era mas amiga de los centros comerciales, los zapatos de tacón y de estar acompañada con gente vestida a la moda, por eso cuando parecía no soportar mas el ritmo del internado, se ponía el uniforme de soccer, peinaba su cabello en una coleta alta y salía a correr, era todo lo que le quedaba. Siempre había sido muy atlética, y si bien seguía prefiriendo la cinta, salir por aquel camino cementado no era tan malo. Solo se encontraba cansada, cansada de estar haciendo siempre lo mismo, la rutina tomaba sus ánimos y los aplastaba con fuerza, el uniforme diario comenzaba a agotarle y poder variar solo su peinado no era suficiente.

En realidad debería estar en soccer, pero la habían sacado por un tiempo, al parecer le había pegado demasiado fuerte a la otra chica, en una falta antideportiva. No había sido nada, la otra chica solo había caído mal y se había doblado el tobillo, sanaría en dos meses, tampoco era la muerte de nadie, la culpa era del capitán de su equipo que había puesto una marca tan básica para ella, cuando ella era buena, muy buena. Había sido ridículo y torpe, pero le habían dicho que era mejor que esa semana no fuera, otra cosa ridícula dado que lo que mas quería hacer la joven era faltar a esas clases que no servían para nada. Grace era una número uno, no se podía ser número uno si no competían contra alguien.

Se detuvo en una curva colocando sus manos sobre las rodillas. Tomaba aire a bocanadas, tratando de recuperar el que era necesario para sus pulmones. Levanto al vista al cielo, ya oscurecía, los estudiantes habrían salido de clases. Lo prudente seria regresar. La rubia desplazo la mirada por el bosque, sorprendente, cuando la luz bajaba un poco el bosque parecía siniestro.

Publicado por Grace L. Edwinson Vie Oct 30, 2015 4:11 am

Conversaciones de chicos, qué chica había escapado de ellas, Grace definitivamente no. Todos la miraban y veían a la típica rubia de sociedad, rica, arrogante y con influencia sobre las masas menores, eso también había sucedido en su preparatoria anterior. Ella había pertenecido a ese grupo de abejas reinas que lideraban cada comentario que se hacía, las Odiosas, así era como las habían llamado un grupo de niñas iluminadas que creían ser muy originales al poner ese nombre. Ella, Amber, Stace y Tina eran las mejores amigas, las que hacían todo juntas, ir de compras, sacarse fotos, se conocían desde toda la vida, incluso Amber era su vecina. Había pasado mas de una noche en cualquiera de esas tres casas, habían hablado de todo y habían descubierto demasiadas cosas. Chicos entre tantas cosas. Le había sorprendido a Grace notar la sonrisa en el rostro de Frances, y sintió como si fuera la primera amiga con la que se topaba en ese lugar, se sintió aliviada de saber que a pesar de las mentiras que la chica soltaba, podía confiar en ella. La hubiera abrazado de no haber sido porque hubiera sido demasiado.

—Nada me lo garantiza, pero no es como si estuviéramos juntos, lo único que podría llegar a afectarme es que la otra este enferma— Comenta con saña, solo que estaba segura de que Noel no se buscaría otra muchacha, se había encargado de encantarlo demasiado, de hacer que se mantuviera a su merced por mas que él lo negara y por mas que ella se estuviera creyendo demasiado.

Encarno una ceja ante las insinuaciones. —¿De verdad crees en las coincidencias? Yo no, puede que me haya seguido o no, la verdad es que no lo se, se cómo llegué yo acá y lo que si te puedo asegurar era que no lo estaba siguiendo, siquiera esperaba volver a cruzarme con él alguna vez en la vida— Y eso era de lo mas segura que podía estar. Noel era demasiado reservado, nada fácil de leer, nada se podía sacar de aquella sonrisa torcida que tenía en sus labios y mucho menos de aquellos ojos color cielo. La mayoría de las veces aparentaba ser una pintura, provocaba muchos pensamientos y sentimientos, pero nunca estaba claro que era lo que se quería expresar en primer lugar. Grace no iba a negar que si la había seguido su ego se elevaría hasta las nubes, sería algo demasiado tierno y cariñoso, y algo enfermizo, lo más seguro, pero de tratarse de una coincidencia, eso era otro cantar. La joven ni siquiera sabía porque había recibido la carta en primer lugar, solo había aceptado y no mucho tiempo después se subía a un avión con un traje color lavanda, el mismo con el que había entrado al internado la primera vez, con grandes tacones negros y lentes que cubrían la mayor parte de su cara. —No tienes de que preocuparte, Frances, a lo sumo él será despedido y denunciado por pedofilia— Bromea soltando una risita sin poder contenerse.

Publicado por Grace L. Edwinson Dom Nov 29, 2015 1:06 am

Escuchó las palabras de la rubia mientras empezaban a recorrer el camino de cemento que llevaba hasta la entrada del internado. Frances no podía creerse lo que le estaba pasando. Ella y Gracie estaban hablando... ¿De chicos?. Y eso sin contar que habían llegado al puto punto del asunto de la virginidad de Gracie. Dios las salvó de haber omitido la historia. De verdad que si. La rubia mira hacia los lados, intentando disimular su creciente agobio. No era que la chica le cayese mal, por que no lo hacia, pero aveces la llevaba a terrenos que le hacia cuestionarse el deber hacer algo productivo con su vida. Aunque en cierto modo ella se había metido en el fregado, así que no podía coger y simplemente echarle toda la culpa a la chica. No era así de injusta y no tenía maldito sentido. En este punto Frances estaba por creer que todo este repensar y reconcomerse la cabeza por cada tontería que le pasaba o pensaba era fruto de la abstinencia. Las ansias de libertad que tenía.

Era en estos momentos cuando extrañaba esas noches oscuras y locas de Manchester. Aún cuando la mayoría de los recuerdos no eran del todos buenos y mucho menos algo que relacionar con el concepto de diversión. Pero por entonces era libre y esa era la cuestión. Si alguna vez se había equivocado, ella misma lo había elegido. ¿De que le serviría arrepentirse de todos modos?. Lo hecho, hecho estaba. Y ahora estaba ahí. Muerta en vida. Bueno. Tal vez estaba comportándose como una exagerada otra vez, o había pasado mucho tiempo con Grace. Sacudió la cabeza, asintió una vez y volvió su atención hacia la rubia.

—No importa— Sacude la cabeza y esboza una sonrisa ladina —De todos modos no iba a ser una... relación, es solo lo que es— Responde mirando hacia delante, subrayando las palabras de su compañera. Disimulando perfectamente su repentina incomodidad por la situación. Si Grace esperaba que respondiese como si fuese su mejor-amiga-para-siempre del instituto, no había captado a Frances de verdad. Si creía que era una de esas arpías que mantenían su atención y dirigían todo sus esfuerzos en material superficial, se equivocaba enormemente. Pero la chica no le parecía una mala person... Mala compañía. Y sinceramente, le parecía divertido el verla desenvolverse en sus temas. Incluso podría volverse una especie de terapia para escapar de su creciente aburrimiento. Aunque para Cher sonaba más como morir en el intento. Divertida con sus conclusiones, aligera el paso y levanta la vista hacia el cielo ya oscuro.

—Obviamente no creo en este tipo de coincidencias— Murmuró frunciendo el ceño mientras pensaba en el raro y supuestamente metódico proceso de selección del Dunkheilt. Que en los últimos años habían llegado a admitir a toda una generación de familiares. Era un tanto sospechoso. Y respecto a las coincidencias, estaba claro que estas existían, pero en un internado en el que todo parecía estar planificado a la perfección, al detalle, no podría haberlas, era ridículo. —Grace, siento decirte esto, y bajarte de tus ensoñaciones disney, pero ya tienes dieciocho años.— Explicó lentamente como lo haría a una niña pequeña y perdida, devolviendole la pelota —Las relaciones consentidas, son consentidas y punto, por mucho que tengas cara de niña. Así que os despedirían a los dos— Sonrió burlonamente a la rubia, Pensando en como se pondría Yvette si se enterase de que una de sus alumnas estaba acostándose con uno de sus queridos profesores.

Rápidamente llegaron a la puerta del internado. A Frances le daba pereza el solo pensar que tendrían que subir todas las escaleras hasta sus habitaciones. Que eran continuas la una a la otra. —Dios, ¿Es que nadie ha pensado en instalar un ascensor?, ¿Escaleras mecánicas?— Pensó en voz alta, mientras estiraba los brazos por encima de su cabeza. Indignada. Con todos los alumnos que estarían dispuestos a soltar pasta por no tener que andar todo el día correteando por las escaleras, pensó. Estaba agotadísima.

Publicado por Invitado Lun Dic 07, 2015 2:35 pm

Suelta un bufido ante la respuesta. No estaba segura, pero antes podría asegurar que Frances no era de las fanáticas de las historias de amor y de las cursilerias, ni nada por el estilo, pero si sintió la protección de la misma al remarcar las cosas como eran. Quizá si se había excedido un poco, odiaba el internado muchas veces, pero también era su salvación, su escape, el lugar donde podía fingir que muchas cosas no habían pasado, que nada en realidad había pasado. Decía que se quería ir, pero en realidad deseaba no tener que irse nunca, solo que sabía que cuando el momento llegara, podía ir a cualquier universidad del mundo que sus padres la pagarían sin chitar, chistarían pero no tanto, solo se quejarían de la cantidad de kilómetros que la joven decida tomar de distancia.

Se encoge de hombros. —Vamos, estoy segura que un par de buenos abogados se pueden entretener con el tema— Bromea sin pensarlo, Grace siempre obtenía lo que quería, y si por el momento deseaba quedarse en ese lugar quejándose de las cosas que no podía tener, entonces allí iba a estar, vestida con el uniforme todas las mañana y cambiando su ropa en la menor oportunidad que tuviera.

Agradeció el cambio de tema al llegar a las puertas del internado, y sus hombros cayeron al notar la verdad que eso traía. —No me sorprende que no tengan nada de eso, parece que los avances no llegaron a esta zona olvidada, o también puede ser un método para que bajemos la comida llena de grasa que nos dan en el comedor, a veces no puedo creer que llamen a eso comida— Bromea abriendo las puertas para dejar pasar a la joven primero. Ya dentro siendo capaz de sentir el calor del internado, se libero el cabello acomodando al mismo con sus dedos. —Supongo que tocará descubrir dentro de poco que toca para hoy, una nueva agonía— Agrega poniendo los ojos en blanco. —Pero te veré en el comedor, ahora me tengo que ir a dar una ducha. Hasta luego Fran— Se despidió antes de escaparse por uno de los pasillos laterales intentando evitar a toda la gente posible.

Publicado por Grace L. Edwinson Vie Dic 11, 2015 1:27 am

Frances negó con la cabeza en reacción a las palabras de la rubia. Sus labios se curvaron en una sonrisa sarcástica, le echó una mirada divertida a su compañera y dio unos pasos hacía la escalera principal.

—Hasta luego, pequeña Gracie— Se despidió de la chica, que se adentro en uno de los pasillos alternativos con agilidad y rapidez. Dos segundos después, ella emprendió su propio camino hacía su habitación en la última planta. Oh, dios. Ahora mismo odiaba los aspectos más antiguos del edificio. Contradiciendo su opinión que generalmente admiraba los aspectos más rudimentarios y los detalles cuidadosamente diseñados de la estructura arquitectónica. Con un suspiro, alejó sus absurdos deseos que nunca se verían cumplidos, y siendo sincera, sería algo de lo que se arrepentiría después. A veces, pequeños sacrificios en la comodidad merecían la pena por conservar la belleza en su estado original así como una parte del pasado como historia. Y siempre sería así para ella.

Publicado por Invitado Sáb Dic 19, 2015 7:01 pm

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