Unbreakable

Grace no era amiga del aire exterior, de los bosques, las caminatas y esas cosas, era mas amiga de los centros comerciales, los zapatos de tacón y de estar acompañada con gente vestida a la moda, por eso cuando parecía no soportar mas el ritmo del internado, se ponía el uniforme de soccer, peinaba su cabello en una coleta alta y salía a correr, era todo lo que le quedaba. Siempre había sido muy atlética, y si bien seguía prefiriendo la cinta, salir por aquel camino cementado no era tan malo. Solo se encontraba cansada, cansada de estar haciendo siempre lo mismo, la rutina tomaba sus ánimos y los aplastaba con fuerza, el uniforme diario comenzaba a agotarle y poder variar solo su peinado no era suficiente.

En realidad debería estar en soccer, pero la habían sacado por un tiempo, al parecer le había pegado demasiado fuerte a la otra chica, en una falta antideportiva. No había sido nada, la otra chica solo había caído mal y se había doblado el tobillo, sanaría en dos meses, tampoco era la muerte de nadie, la culpa era del capitán de su equipo que había puesto una marca tan básica para ella, cuando ella era buena, muy buena. Había sido ridículo y torpe, pero le habían dicho que era mejor que esa semana no fuera, otra cosa ridícula dado que lo que mas quería hacer la joven era faltar a esas clases que no servían para nada. Grace era una número uno, no se podía ser número uno si no competían contra alguien.

Se detuvo en una curva colocando sus manos sobre las rodillas. Tomaba aire a bocanadas, tratando de recuperar el que era necesario para sus pulmones. Levanto al vista al cielo, ya oscurecía, los estudiantes habrían salido de clases. Lo prudente seria regresar. La rubia desplazo la mirada por el bosque, sorprendente, cuando la luz bajaba un poco el bosque parecía siniestro.

Publicado por Grace L. Edwinson Vie Oct 30, 2015 4:11 am

El bosque era un lugar hermoso. Era el sitio al que acudía siempre que quería escaquearse de las clases, o al igual que el cementerio, lo utilizaba como fuente de inspiración para dibujar. Muchas otras veces pensaba que era una parte que la sostenía en el internado. Era el único sitio que olía a libertad. Estar encerrada casi todo el año, descontando algunos permisos y demás, la agobiaba demasiado.

Frances pensaba en lo ambigua que era su situación. Ella a veces sentía tanta ansiedad por su claustrofobia, que más de una vez había acabado corriendo hacía el bosque, sobretodo en la noche. A palo seco sonaba muy raro, y ella no tendría problemas en admitirlo, pero la frustración que sentía a veces era insostenible. Sinceramente la parte académica no la presionaba, sacar las mejores notas en clase es sinónimo de  buscar a alguien que te haga los trabajos, engañar a los profesores, manipular los controles y copiarse en los exámenes. El estar mucho tiempo bajo el mismo techo, si lo era.

Así que en días como hoy intentaba pasar tiempo en el exterior.

Estaba volviendo del bosque, pensaba en volver a su habitación para dejar la mochila que cargaba, como siempre, en su hombro derecho. Y de paso pillar una botella de agua de la cafetería, el bosque estaba relativamente cerca del internado. Muy relativamente. Cuando vio a Grace en una postura que se le antojaría bastante rara e incomoda si no estuviese vestida con ropa de deporte, le pareció raro ver a la rubia en otro papel que no fuese el de princesita de ciudad.

La pequeña Gracie estaba demasiado concentrada en respirar y mantenerse en pie con las manos en sus rodillas, y añadiendo la sutil sutileza de Cher, como para darse cuenta de que estaban apunto de cruzarse. A juzgar por Gracie intentando volver a la vida en ropa deportiva y la oscuridad que empezaba a bañar el cielo, ya habían acabado. El tiempo pasaba muy rápido cuando una estaba ocupada,  aunque ella tampoco tenía reloj para comprobarlo. A juzgar por la mirada moribunda de Grace, uno podría pensar que estaba asustada. Pero no. Ella conocía mejor que clase de persona era la pequeña Gracie. Una de dos,  estaba cautivada por el bosque o horrorizada por la ropa deportiva. O las dos.

-Impresionante ¿Eh?- susurró aun sin alcanzar a la rubia, pero lo suficiente alto como para que la escuchase. -Pero bueno, ¿Se te ha vuelto ha perder un pendiente, Grace?- intentó sonar horrorizada, burlándose de su posición -¿O vas  perderte en el bosque?- Terminó haciendo sonar a la segunda alternativa como lo más normal y atractivo, señalando a sus espaldas.

Publicado por Invitado Vie Nov 06, 2015 10:10 pm

Su mirada estaba atenta al bosque, las formas que cobraban los árboles, las sombras que generaban sobre el suelo, las hojas del otoño que intentaban ser arrastradas por el viento. Aún había charcos de una vieja lluvia sobre el suelo. No solo se podía admirar el misterio, también se podía sentir la soledad en la humedad que rodeaba cada uno de los arboles, en como las últimas gotas de sol alumbraban los lados que querían. Era digno retrato para una pintura, una obra de arte. Incluso era atrapante para bailar al ritmo de una sinfonía.

Al escuchar una voz se enderezo de forma inmediata, sintiendo la queja de sus músculos al ser tratados de tal forma. Alzo una ceja, dispuesta a discutir sobre cualquier cosa antes que admitir que ese lugar podía resultar fascinante, pero en cambio su mirada se encontró con una muchacha. Su nombre era Frances, la había conocido hace tiempo, resultaba que las dos tenían gustos parecidos, en especial por las mentiras, si fuera por ambas cenarían eso todos los días, o, mejor, darían mentiras para que las tragasen otros estudiantes.

Acomodo el cabello que caía de su coleta.

—¿Tu crees que estaría aquí de haber perdido un pendiente?— Pregunta con siendo el vivo retrato de la incredulidad, si este tuviera cabello rubio y ojos claros. —¿Para que están los mocosos de años menores?—

No hace falta dar mas explicaciones, todos sabían que Grace era tan delicada como persuasiva, y si tenía que convencer a alguien de que salga a los bosques a buscar su pendiente, incluso cuando la noche estaba por caer, era capaz de lograrlo y encima lograr un masaje en el problema, para ella, claro estaba.

—Y tampoco estoy aquí para perderme en los bosques, si deseara morir buscaría algo mas rápido y efectivo, como una soga alrededor de mi cuello— Explica con un encoger sin temer a la respuesta que su amiga podía interpretar después de eso. Pone los ojos en blanco. —Ya sabes, como una princesa que soy buscaba un castillo con un príncipe azul, para perderme allí dentro para siempre— Miente hablando como si fuera una niña con el sueño de convertirse en princesa, señalando al bosque como si estuviera la dirección para la cual se había dirigido. Por lo menos en un castillo tendrían algo de versión y atención personalizada, y por supuesto, soledad. —¿Qué te trae a ti por estas zonas?—

Publicado por Grace L. Edwinson Dom Nov 08, 2015 4:57 am

Ríe brevemente cuando escucha a la rubia responder a sus bromas casi a a la defensiva —En realidad me burlaba de la ridícula posición que suelen adoptar las personas cuando...—Intenta explicarse, pero se interrumpe frunciendo el ceño, aún divertida por la reacción de Grace. —De todos modos si, ¿Para que otra cosa servirían más que para buscar pendientes perdidos?.— Responde sarcásticamente, aun cuando la rubia tenía razón.

Era la opción más fácil, y los estudiantes más jóvenes eran fáciles de manipular. En realidad mucho más que fáciles, eran simples e ingenuos. Cher no dudaba que cualquiera de ellos se dispondría a ir al bosque, aún cuando rivalizaba con los rumores e historietas sobre el bosque como las que Cole difundía cuando se encontraba muy aburrido o simplemente dispuesto a engañarlos.

Frances se  giró de forma que daba la espalda a la chica y quedaba justo en frente del bosque. Sintió pura discordancia cuando escuchó a Grace hablar sobre el hermoso paisaje que tenían delante, y aún más cuando sabía que estaba mintiendo descaradamente. Cualquier persona que valorase la belleza de cualquier tipo, veía los rasgos más atractivos del bosque aunque este en sí no los atrajese. Y la rubia era abiertamente superficial, lo cual la hacía observadora.

La escuchó hablar sobre castillos y princesas, mientras lo hacía, imaginó a Grace adaptándose al papel de princesa. Se enfrento a la rubia cuando esta termino preguntándole que hacía por ahí. —¿En serio Gracie, un príncipe azul? yo creía que a las niñas buenas os atraían más los chicos malos, ¿me equivoco?— preguntó socarrona arqueando una ceja.—Perdiéndome en el bosque— Respondió simplemente, el echo de que se encontraba ahí cuando los demás estaban en clase iba a ser algo obvio o iba a omitirlo.

Publicado por Invitado Dom Nov 08, 2015 7:57 pm

Entendió el punto de Frances cuando esta lo mencionó, soltó una risa cuando la escuchó comprender el suyo. Grace jamás se rebajaría a buscar un pendiente en esa zona, primero, no lo perdería, pero en ese caso buscaría a alguien mas que haga la tarea, y de tener que agacharse, seguro que se vería mucho mas hermosa que todos esos nerd que tenían un culo de botella como lentes porque les faltaba un paso para ser ciegos de verdad.

Vuelve a reír, solo que no responde de inmediato, solo se pone en la misma altura que su amiga observando la forma de un árbol que estaba frente a ellas. Había escuchado que los árboles contaban las historias de las personas, nunca había creído en nada de eso, pero al observar como el árbol entrelazaba sus ramas entre sí, pensó que ese árbol debía contar la historia de alguien como ella, de alguien que se amaba a si mismo. Se encogió de hombros luego de un momento, pensando en una respuesta que sonara inteligente viniendo de sus labios, al final optó por darle solo aire de misterio.

—No te equivocas, pero olvidas que están los príncipes de la maldad, y del reino de lo prohibido— Muerde su labio inferior recordando a Noel, no sabía como hacía para pasar las clases con él, aunque a veces jugaba y acordaba el largo de su falda bajo su pupitre solo para que el profesor lo notara, o desabrochaba de manera casual los botones de su escote. Ambos jugaban con el otro, sabiendo que según las normas no podrían estar juntos, porque era profesor, pero como tal, Grace le prestaba suma atención. —Además, me dirás que no son sexys, para que se necesita guarda la inocencia cuando alguien bien te la puede robar, eso se lo dejo a otras personas—

Hace un gesto con la mano, como si no quisiera encontrarse con una persona que fuera mas inocente que ella, solo que varias personas entraban en ese combo, por mas que fuera difícil de creer dado que Grace rara vez soltaba vulgaridades.

—Esperaba mas de ti Cher— Bromea volviendo a acomodar sus cabellos. —Entonces, ¿Hay algún plan o solamente perderse en los bosques? No estarás pensando en pasar la noche aquí, ¿Verdad?— Pregunta sin mostrar una preocupación que no sentía, sabía que la joven no estaba tan loca como para eso.

Publicado por Grace L. Edwinson Lun Nov 09, 2015 11:03 pm

Frances enarcó las cejas y torció una sonrisa divertida cuando la rubia finalmente comprendió el chiste. Ella sabía que a veces su tendencia al sarcasmo o las bromas que hacia a cada momento no las pillarían todos. Y es que no las hacía para que los otros se riesen con ella, sino para burlarse de ellos. Era aún más divertido cuando estos no sabían de que iba la ironía o el humor negro. Sin embargo, con Grace, sentía una camaradería que a primera vista no sería comprensible. Ella era así, impredecible.

Cuando la rubia se puso a su par y tardó en contestarle, Cher pensó que había dado en el clavo. Ahí había algo. En un principio pensó en no indagar. Ella no era del tipo que escuchaba los rumores de pasillo, aunque claramente, halla inventado más de uno. Obvio era, que fuese el que fuese el tipo de amistad que las rubias tenían, no era una relación en la que se hablase directamente sobre temas profundos o sentimientos.

—Cualquiera sirve para rey, casi nadie para solitario— Recitó, más para si misma que como respuesta, en un murmullo, la no-tan-célebre frase de Clarín. Así que no se molestó en explicar el dato del autor. Esto les ahorraría a ambas el tener que explicar quien fue Leopoldo Alas. De todos modos, figuraba que la rubia no se iba a molestar en preguntar por una pobre cita. Cuando la chica terminó tan altanera como siempre, la cuestión, Frances decidió molestarla un poco más.

—¿Quien fue el osado ladrón que se atrevió con aquella hazaña?— Preguntó socarrona, con una mueca de fingida sorpresa. En realidad solo estaba medio sorprendida por el giró inesperado que había dado la conversación. —Aunque por lo que me cuentas, si no me equivoco y pondría la mano en el fuego a que -como siempre- no me equivoco, la ''regalaste'' a muy buen provecho ¿cierto?— Terminó en el habitual tono petulante que utilizaba cuando algo le era bastante obvio.

—Ah, no. En realidad, me estaba marchando cuando te vi— Respondió sinceramente a su broma. —Pensé que podrías entretenerme por un rato antes de que tengamos que volver a prisión— Respondió señalando con la cabeza, con aire de despreció, hacia el internado. —Y quien lo diría, la pequeña y dulce Gracie está por contarme como le robaron la jodida virginidad, esto se está poniendo realmente divertido. ¿Qué opinas?, ¿No es un buen plan?— Devolvió la pelota, chocando sus hombros juguetonamente, mientras volvía su rumbo.

Publicado por Invitado Dom Nov 15, 2015 4:57 pm

Repitió aquella frase en su mente, tomando cariño a la misma, por mas de no entenderla completamente. Deja escapar una risa que se pierde entre el sonido del viento que se movía entre los árboles provocando que sus hojas y ramas se movieran. Grace no imaginaba encontrarse con el amor de su vida, un príncipe azul que la deslumbrar a primera vista, si había conocido algo similar, pero estaba lejos de ser una historia digna de princesas. Se veía lejos de volver a enamorarse, de caer rendida ante alguien, pero aún así, no se veía pasando todas las noches en soledad. No quería un príncipe, por mas que exigiera uno, no era lo que quería, a veces sentía que lo que quería estaba muy lejos de su alcance, del alcance de cualquiera, y a la vez, estaba en cada latir de su corazón. Una tristeza la embargo al recordar a aquel chico que tanto logró cambiarla esos días, y cuando se dio cuenta supo que no quería hablar de ese tema, y agradeció no tener que hablar de él en aquella pregunta que Frances le había formulado.

—No se si quieres saberlo... muchas me tendrían demasiada envidia, pero a ti no te veo como una de esas— Se refería a las niñatas, a aquellas que creían que lo sabían todo y no sabían una cuarta parte de nada. Se reía cada vez que se hacían liquidas cuando Noel pasaba o sonreír e incluso cuando las saluda. Moría de risa en su interior, burlándose de aquellas inocentes palomitas. —No te negaré que me regalé un poco, tu también lo hubieras hecho de estar en mi lugar, muchas lo hubieran hecho— Agrega misterio a la respuesta, usualmente no hablaba de eso con nadie, pero quería cambiar de tema, y no era una opción hablar de él. Esperaba que aquellas palabras no llegarán al profesor, tampoco quería tener que confesar que ella también se humedecía cuando él pasaba cerca, era un bochorno que no pensaba confesar en voz alta.

—¿Qué tan sensual crees que es el profesor de Física?— Soltó como si fuera de manera casual. Aceptar que habían estado juntos algunas veces resultaba mucho mas fácil que cualquier otra cosa, además, nunca habían roto ninguna norma del colegio, quizá si del hospital, pero, habían salido exentos de aquel lugar. —Tampoco fue gran cosa, si fue mucho mas elegante que acabar en el asiento trasero de un auto rogando que no cayera nadie para arruinar la felicidad del momento— Cierra el tema ahí, por lo menos para ella eso era lo que se debía contar, tampoco se valía entrar en demasiados detalles, pero se alegraba de que hubiera sido Noel, incluso con aquel chico tonto con el que salía en el instituto hubiera sido una terrible equivocación, si no hubiera sido por el profesor, seguro hubiera acabado en el asiento trasero de un auto. Río ante aquella travesía, recordando aquel día que parecía que nunca se iba a olvidar de su mente. —Y dime... ¿Tu tienes alguna historia que contar?—

Publicado por Grace L. Edwinson Vie Nov 20, 2015 11:59 pm

Frances se abrazaba a si misma mientras escuchaba a la rubia hablar. La noche estaba por caer y al parecer la temperatura había seguido la misma dirección. Además, hacía mucho más frió en el punto en dónde se encontraban las dos, cerca del bosque. Estaba empezando a echar de menos algo con que abrigarse, pero se consoló con el pensamiento de que no tardarían mucho en volver al calor del interior del impertubable edificio que les resguardaban las espaldas en ese momento. Mentalmente se apuntó el traer consigo una chaqueta en sus próximas escapadas.

Volvió la vista hacía la chica, que se encontraba bastante entretenida consigo misma. Eligiendo minuciosamente las palabras que decidía compartir con Frances. No pasó desapercibido la omisión de Grace. Pero oye, le hacía un favor a la otra. En realidad no le interesaba la historia de su primera experiencia -Ni ninguna-. Así que no dudó en reír cuando escuchó a esta decidir acertadamente por ella. —Tienes mucha razón— Asintió, aprobando las palabras de Grace. No sabía de quien estaba hablando pero estaba segura de que de todos modos ella no sentiría ninguna envidia. Dudaba de que alguna vez se metería con alguien que hubiese preferido a Grace, pero no quería juzgar a nadie con esa observación. ¿Quien demonios sabe? Ciertamente, no sabía de quien hablaba.

—¿De qué hablas Grace? si no tenemos profesor de física. Se supone que aun no han contratado a ningún sustituto. ¿No?— Preguntó intentando ocultar su ansiedad y fracasando al momento. No podía ser. Cher había visto mentir a la rubia muuuchas veces, y estaba segura de que esta no era una de esas. Y eso sin contar lo patético que sería decir que te has enrollado con un profesor que no... ¿Existe? —Espera, espera— Frunció el ceño con una expresión de desconcierto total que solo le duró dos segundos. La consciencia iluminó el rostro de la rubia y se sintió sorprendida tanto con las conclusiones que había llegado como con la revelación de Gracie.

—¿Yo no sabía que teníamos profesor de física y tu ya te has enrollado con el?— Preguntó riéndose de la situación, dejando la preocupación de la asignatura a un lado. Ya tendría tiempo para eso, de veras que lo tendría. —Entonces, Te has enrollado con el profeso, que ha sido tu ''primero''— Preguntó señalando unas comillas con sus dedos en la última palabra. Dos cuestiones: O Grace se había equivocado y le había hecho pensar cosas que no eran o la chica se había tirado por primera vez a alguien y este había sido su profesor. Cualquier opción aseguraba drama.

—No estoy hecha para esto ¿eh?, no se mucho de cotilleos y rumores de este tipo— Dijo esbozando una sonrisa burlona, adelantándose al pensamiento de la rubia. —Pero si esto es verdad, vaya embrollo en el que te has metido— Acabó señalándola acusatoriamente, riéndose de la chica que parecía regocijarse de su hazaña. —Estas cosas nunca salen bien—  Pensó en voz alta mientras cambiaba el peso de su cuerpo de una pierna a la otra. —Y no te atrevas a preguntarme si tengo alguna historia, estas en un buen lío pequeña Grace— Bromeó. Las dos sabían que Frances no iba a decir nada a nadie. Por supuesto que se vería condicionado por el comportamiento de la rubia con ella, pero viendo el panorama y como iban las cosas, estas no iban a cambiar.

Publicado por Invitado Mar Nov 24, 2015 4:47 pm

La respuesta de Frances no se hace esperar, y la rubia mantiene su mirada al frente mientras sus pómulos se levantan al esbozar una sonrisa contenida. Pensó en su madre y todas las veces que fue a hacer las revisiones al hospital, que pensaría que no solo revisaban su corazón sino todas las partes que nunca habían sido tocadas por el sol. Espera a que se calme y largue todo lo que había pasado por la mente de su amiga antes de comenzar a responder, pero claramente algunas respuestas eran descartadas al recordar el torso de quien ahora era profesor, una desgracia que sea profesor, podría haber sido enfermero y hacer la tarea de ella mas sencilla.

—En realidad creo que ya es oficial, por lo menos por el momento— Responde sobre el tema del profesor de Física, su primer encuentro, allí frente a la dirección, se pregunto que había hecho para ser aceptado, porqué eran aceptados todos los presentes, pero principalmente se pregunto porque había abandonado el hospital. No era que se quejara, le agradaba tenerlo consigo, pero aún así era molesto que la sacara de sus casillas por mero aburrimiento.

Pone los ojos en blanco cuando sabe que es hora de comenzar a responder, mostrarse aburrida era una forma de demostrar lo poco que le importaba. —No era mi profesor cuando lo conocí, era mi enfermero— Aclara, aunque cree que eso no haría mas que empeorar las cosas. Después de ver tantas veces a Noel con traje, dudaba que se volviera a acostumbrar a la visión de verlo con esos trajes de médico de blanco inmaculado, a veces hasta aquellos recuerdos se borroneaban en su mente, cómo si los actuales fueran mas fuerte que cualquier otro.

—No esperaba menos de ti Frances, tampoco es que quiero que me saquen mi juguete con el que me estoy divirtiendo, y deja de hablar como si te estuviera diciendo que es el amor de mi vida— Agrega divertida volviendo a poner sus ojos en blanco, por lo menos aún no veía a Noel de esa forma. Cuando lo veía su corazón palpitaba con fuerza y sentía el reflejo de querer contener la respiración, sentía las cosquillas en su vientre que deseaba ser llenado, pero ninguna de esas reacciones las tomaba como amor, nada de mariposas en la boca del estomago ni mejillas sonrojadas. Ella no lo amaba, solo lo deseaba, quizá mas de lo que estaba permitido.

Lanza una mirada a Frances, para poder responder lo último, si estaba metida en un buen lío, Grace lo disimulaba bastante bien, tanto que paso un brazos por el de la joven, para tomarlo como si fueran a caminar a algún lado, lo que era su intención. —No te preocupes por mis problemas, se salir de ellos sin problemas, olvidas que aún tengo rostro de niña, creo que la mayoría piensa que quiero mantener mi castidad hasta el día de mi boda— Suelta una risa fría, mientras cómoda sus cabellos. —¿Podemos caminar? Mirar lo mismo todo el tiempo comienza a aburrirme—

Publicado por Grace L. Edwinson Vie Nov 27, 2015 10:46 pm

Se lo temía. Frances asiente en cuanto escucha a la rubia confirmas su más horribles sospechas. Joder, tenía que ponerse al día. Y lo peor de todo es que tendría que buscar al profesor para rogarle que no le descontase nada en la nota final. Temía que no se lo pusiera fácil, a juzgar por las palabras de Grace, debía de ser una persona con... ¿Carácter?. Esta casi segura de ello, a las chicas les gustaba esos tipos de chicos ¿No era cierto?. Los que iban de malos, con sus chupas de cuero y  mas clichés hollywoodienses. Y seguro que la tenía tan enganchada por ello. Por que eran los dos unos cabezotas. No quería decir que estaba enamorada, pero se notaba que era alguien más o menos importante para su vida. O mejor dicho, para su juego. Era obvio que veía a Grace como una persona difícil de enamorar. Los demás podrían confundirse, pensar que todo era una fachada por parte de la chica, pero no era así. Claro que no todo eran mentiras pero si las dos eran tan parecidas como pensaban ambas, no sería fácil de conquistar. Es más, rayaba lo imposible. No hay beneficios en el amor. Podría parecer cruel si dijese que incluso el amor fraternal tenía connotaciones negativas, pero esa era la realidad. Las había. Si encadenarte con una persona a la que eliges puede llevarte a la ruina, ¿Cómo no puede serlo el tener a alguien unido a ti de por vida, sin poder desencadenarte?. Pero bueno, se estaba yendo por las ramas. En definitiva, para Frances, todo el asunto va sobre esclavitud y promesas que generalmente no se cumplen. Ella era partidaria de mentir por beneficios pero si hacía una promesa de verdad, la mantenía hasta la muerte. Claro, siempre y cuando esta fuese a alguien a quien amara. Lo cual la hacía independiente como el infierno. Como le gustaba a ella.

Frances volvió a la realidad en cuanto escuchó la voz de Grace contarle lo del enfermero, esta no se cortó un pelo y se hecho a reír —Dios, eso es muy...— Intentó buscar una palabra que no sonase mal —Fantástico, si entiendes lo que quiero decir— Enarcó las cejas y miró hacia la chica, esperando a que esta lo pillase —De película—Añadió frunciendo los labios con diversión, Por si acaso no lo pillaba.

Cher no quería meterse en donde no la llamaban y de todos modos se alegraba por ambas. Grace conseguiría echarse todos los polvos que quisiera y Frances tendría a un profesor menos amargado que el resto. Magnífico, simplemente magnífico. Volvió su vista hacia el internado mientras la rubia seguía contestando sus preguntas. Es hora de regresar, Pensó Cher. —Creo que nadie lo va a hacer— Respondió sinceramente —Ahora, ¿Quién o qué te garantiza que el no vaya a buscar más hoyos para su cinturón?— Preguntó como si fuese lo más obvio del mundo. Si le preocupaba la exclusividad, debió de empezar por allí.

Siguió los gestos de la chica mientras está enganchaba su brazo con el suyo, la dejó hacer y respondió con una sonrisa contenida —¿Estás segura pequeña Gracie?, ¿De verdad?— Rió con regocijo, mientras empezaban a encaminarse hacia el internado. —¿Sabes que? Estoy empezando a pensar que tienes una vagina mágica, No había caído en que te ha seguido hasta aquí. Me encantan las casualidades, siempre tan misteriosas ¿Verdad?— Concluyó volviendo su vista hacía el rostro de la chica, mirándola fijamente a los ojos, con la diversión dibujada en el rostro. Si le ocultaba algo, lo iba a saber. Lo vería en sus ojos.

Publicado por Invitado Sáb Nov 28, 2015 8:45 pm

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