Greek tragedy

Recuerdo del primer mensaje :

Sábado, antes del mediodía

La vida en si parecía un remolino, por lo menos Cole parecía tener un huracán en su cabeza con ideas que iban y venían. Trataba de olvidar algunos sucesos, recordar otros con mayor intensidad. Paso una mano por el pelo, en un gesto nervioso mientras se paraba frente a la sala que pertenecía a música, le había costado pedir permiso para poder tomada prestada una de las guitarras del internado, pero tenía deseos de volver a tocar, la razón por la que se lo habían permitido, era porque había jurado que no faltaría mas a clase a no ser que sea una necesidad de emergencia. No sabía como había logrado acceder a eso, debían ser las ganas que le habían dado de tocar, luego de que había estado ayudando a Wood con eso.

Se movió por las aulas buscando una que estuviera vacía, en sábado, debía ser pan comido, pero era un sábado donde afuera llovía de manera tal que parecía que el mundo se caería abajo o que el mundo acabaría dentro de una pecera, por lo tanto en las primeras aulas por las que paso encontró personas, algunos hablaban como si lo que dijeran fuera muy importante, otros estudiaban y alzaban la mirada cual ratas de laboratorio preguntándose quien osaba interrumpirlos, definitivamente Cole no se metería ahí, tanta rareza podía ser contagiosa. Al final paso por un aula de la cual emanaba una suave melodía, delicada, elegante, un figura se movía al compás, como una silueta que deseaba asemejarse al vuelo de una hoja en otoño.

Se quedo un buen momento observando por el cristal de la puerta cerrada, hasta que reconoció a la persona que bailaba, sus cejas se alzaron sorprendido de que fuera ella. Abrió la puerta con cuidado de no hacer ruido, y la cerró de la misma manera, se sentó en el suelo sin interrumpir.

Publicado por J. Cole Green Dom Nov 08, 2015 7:48 pm

Cole era de esas personas que pocas veces reían, sonríe, muchas veces, pero nunca reía, por eso lo consideraban una persona seria. Su cara podía expresar muchas cosas, pero lo mas normal era que estuviera en un estado entre aburrido y hastiado de la vida. En ese momento, estaba mas serio de lo que generalmente estaba, apenas pestañeaba y miraba a Rose con mucho detenimiento, en su mente miles de preguntas estallaban dando la sensación que su cabeza en cualquier momento iba a explotar. La pregunta principal era qué estaba haciendo, pero como no la podía contestar se limito a observar la reacción de la joven.

Aún podía sentir el sabor dulce de sus labios, por mas que solo se hubieran tocado por unos cortos segundos. Aún recordaba como su cuerpo chispeo como si tratara de que apareciera fuego. Aún recordaba sus deseos de acercarse mas y cortar todo espacio entre un cuerpo y el otro, pero diferente a eso, se había separado. Y ahí estaba observando siendo lo único que podía hacer. No aparta la vista cuando siente la mano de la joven sobre su cara, y su corazón golpea con fuerza cuando esto pasa, se mantiene en silencio, quieto, como si se hubiera congelado en ese instante, mientras se preguntaba que debía hacer ahora.

Rose es quien rompe el contacto visual y cuando esto pasa, se despierta de aquel ensueño, confuso sin saber que hacer o decir, pero seguro de que tenía que salir de ahí, llevaba demasiado tiempo sintiendo el aroma de la piel de la joven, mucho tiempo a su lado, estaba confundiendo las cosas.

—Bien— Responde relamiendo sus labios que sentía secos y tragando saliva, pues sentía su garganta de igual manera. —Entonces lo que te queda hacer es practicar— Le informa y con ayuda de una mano sobre el piso se pone de pie dejando a la joven en aquel lugar. —Puedes buscarme si necesitas ayuda— Le sugiere con un guiño de ojo y camina hasta la puerta, y ya cuando se encuentra en el umbral se gira golpeando el marco de la misma como si se olvidara de decir algo. —Cuando termines regresa la guitarra a la sala de música, la profesora me dijo que si no lo hacía me pondría tantos castigos que tendría que quedarme en el internado por diez años. No seas cruel— Le pide y luego desaparece en busca de aire.

Publicado por J. Cole Green Dom Nov 29, 2015 11:27 pm

Había estado cerca, tan pero tan cerca de cometer una acción que nunca había imaginado cometer. Si ya era difícil que Rose se imaginara en situaciones que pendieran del contacto humano, esa parecía ser imposible de solo mencionarla. Había que estar loco para no ver lo que había pasado y Rose incluso prefería pensar que estaba loca y que, efectivamente, todo había sido producto de su imaginación. Pudo rozar sus labios, pudo sentir la suavidad de los mismos y su cálido aliento. Sin embargo no solo era eso, en su interior Rose juraría que iba a explotar, como si no fueran suficiente las mil mariposas que se perdían en su estómago y el calor que poblaba cada una de sus extremidades.

Por otro lado su sorpresa fue mayor cuando no sintió el impulso de alejarse. Si, el miedo seguía latente y fuerte, pero era como si el tacto de Cole en su brazo y sus labios cerca la distrajera lo suficiente para omitir el tema del contacto entre ambos. Rose estaba en otro planeta, en uno donde solo estaba él y ella.

La chica reacciona lo suficiente para evitar que algo pase a mayores. Lo hace con sutileza, con timidez, así como es Rose. Lo hace consiente de que por dentro estaba muriendo y de que cada movimiento implicaba una duda más para su cerebro. Cole se levanta y ella solo alza sus ojos azules para verlo, se veía diferente, muy extraño. Ella no puede hacer nada así que atiende lo más que puede y asiente para asegurar que practicaría en cuanto pudiera. —Sí, claro, te buscaré—. Asegura un poco nerviosa.

Rose asiente ante lo de la guitarra y se despide con un gesto de su mano aún atontada. Ya sola la chica ve a su alrededor, todo parecía diferente; se veía solo y abandonado a diferencia que cuando Cole estaba. Rose pasa una mano por su cabello un tanto nerviosa y se levanta, toma su abrigo y se lo pone y luego se dirige a dejar la guitarra en su lugar, no quería que lo castigaran. En el camino seguía pensando en ello y de solo recordarlo su piel se erizaba y su corazón parecía querer salir de su pecho.

Publicado por M. Rose Wood Lun Nov 30, 2015 11:07 pm

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