Your melody

Se había encontrado con Brennan el día anterior, de hecho el chico había asustado a Rose de una manera muy peculiar por los pasillos. La castaña caminaba con sus cuadernos abrazados, su mirada estaba perdida, sabía a donde iba y que no se desviaría pero sus pensamientos estaban lejos, específicamente en todo lo que había pasado; la cabaña, la chica pelirroja, Ophelia y todo lo que sucedió en el campamento y cierto chico de ojos claros que se repetía una y otra vez en sus recuerdos. Rose niega ante lo último, parecía una demente actuando sola mientras caminaba. La chica ve el camino justo cuando Gru se acerca corriendo, como siempre. El chico se hubiese caído de no haber disminuido la velocidad, Rose se queda de pie y lo espera con los ojos muy abiertos, Brennan frena justo frente a la chica arrancándole una sonrisa.

El joven es claro, le dice que tiene planes de ir a aquella pequeña playa que le había enseñado días antes con Cassie y unos amigos (donde seguro estaría Isak, Callie y todo el grupo que ya conocía) para tocar un poco de música y relajarse. Al parecer Brennan tenía la esperanza de que todo mejorara si ayudaba un poco. Rose asintió y aceptó ir, después de todo ya conocía el camino. Antes de que Brennan se fuera la chica preguntó si podía llevar a alguien a lo que el muchacho contestó dudoso que sí. Rosie no sabía si era por la pregunta en sí o porque la castaña nunca había tenido contacto con nadie. Finalmente Brennan se va y Rose decide ir a clases para luego ir a hacer su invitación, sabía que a Cole Green podía gustarle un evento como ese así ya tuviera su grupo de amigos.

La clase pasa rápido, mucho más de la cuenta. Era una de las materias favoritas de Rose así que la chica siempre sentía que estaba aprendiendo algo nuevo lo que hacía que el tiempo no fuese tan pesado. Al salir Rose sube las escaleras rumbo a la habitación de Cole. Sus pasos rápidos hacen que su cabello ondulado ondee al igual que su falda, al acercarse la chica va apurando la velocidad.

Rose no demora en llegar, ya sabía cuál era la habitación. La chica se acerca y toca la puerta exactamente tres veces, los toques se ven un poco desesperados así que no le extraña que la puerta se abra de golpe. Rose sabía que era una locura pero quizás ese evento pasado había sido un impulso, el chico era hombre y ella no supo cómo reaccionar, no significaba que se tuviese que repetir. Al verlo la chica sonríe con su amabilidad característica. —¡Cole!, yo... ¿qué tal?, quería invitarte a una reunión, con unos amigos, van a tocar música... pensé que... te gustaría.

Publicado por M. Rose Wood Mar Dic 01, 2015 9:36 pm

Ni había puesto la alarma para despertarse ese día, había optado porque no quería ver a nadie y eso era lo que lograría por mas de no haber avisado a nadie del día libre que se tomaba de la gente. Ya había pasado por eso, por mas miradas llenas de pena que lo miraban como si se tratara de un perro callejero en un día de lluvia, como si esperaran que se apareciera con los hombros caídos, la mirada gacha y llena de lagrimas. Cole odiaba ese día, pero era demasiado orgulloso para mostrarse de aquel modo, y demasiado arrogante como para que lo traten como una persona que ha sufrido y sigue sufriendo.

Cuando abrió los ojos nada había cambiado desde la noche, todo seguía en el mismo lugar, el libro sobre su pecho, los lentes sobre mas mantas que había dejado en un intento de dejarlos sobre la mesa de luz, su cuello se quejo cuando se enderezo, al igual que muchos de los músculos cercanos al hombro y a la nuca. Paso una mano por los mismos, y se termino de sentar, los lentes cayeron al piso y con cara de pocos amigos cerró el libro para poder tomarlos. Ya había amanecido y la luz se filtraba por la ventana cerrada, el horario lectivo ya había empezado y él aún seguí allí. Bostezo en silencio y se levanto para abrir las ventanas y dejar que toda la luz entrara por ellas, después de eso se puso unos jeans y bajo a las cocinas, para ver si podía hurtar algo para desayunar sin que lo mandaran a cumplir sus obligaciones.

Al regresar a su habitación ya con el estomago lleno, tomo con desgana el libro que había dejado sin terminar la noche anterior, y se recostó en la cama buscando la posición más cómoda. No supo cuanto tiempo paso, pero si bien la noche anterior solo había avanzado unos capítulos, ahora ya pasaba la mitad del libro. Unos golpes se escucharon en la puerta, los ignoro y se escucharon de nuevo. El joven de ojos claros solo alzo la mirada a la misma, esperando que dejaran de sonar, fingiendo que la habitación estaba vacía. Poco tiempo después los golpes se repitieron hasta que cesaron. Suspiro de alivio, odiando no poder tener sus auriculares consigo, necesitaba escuchar la música a volumen tan alto que no sea capaz de escuchar nada que ocurriera en su entorno, hasta que sus oídos dolieran y la música sea mas fuerte que sus pensamientos. Paso de página y se escucharon nuevos golpes en la puerta. Se puso de pie y abrió la puerta de un tirón. Tenía intenciones de decirle a la persona que sea que se marchara de inmediato, pero tras la puerta se encontraba la mirada clara de Rose Wood. Se quedo mudo, con las palabras que tenía pensadas atragantadas en su garganta. Rose fue mas rápida.

—No— Responde seco y frío ante la propuesta, siendo esa la verdad no estaba interesado, mucho menos ese día. Retrocedió un paso ante de cerrar la puerta, no tan fuerte para que se termine de cerrar de golpe, pero lo suficiente para que quede entreabierta y la figura de la muchacha desapareciera detrás de la misma. Se volvió a sentar en la cama tomando el libro, acomodo sus lentes y continuo la lectura.

Publicado por J. Cole Green Miér Dic 02, 2015 12:40 am

Rose temía verse muy desesperada tocando la puerta más veces de lo necesario. En su interior sabía que invitar al chico era una opción extraña viniendo de ella pero algo le decía que Cole necesitaba compartir un poco, quizás más allá del grupo de amistades que siempre parecían rodearlo y la idea de Brennan llamó su atención, especialmente luego de ver a Cole tocando la guitarra como lo hacía. Los primeros toques no fueron respondidos y luego del tercero el ceño de Rose se frunce con curiosidad, no lo había visto y el único lugar que quedaba era la habitación. Con un poco de pena encima la chica sigue tocando hasta que la puerta se abre y un chico vestido de manera muy casual le abre la puerta, un chico porque a simple vista no parecía ser el muchacho que intentó tranquilizarla días antes.

Los gestos de Cole eran cansinos, su pose incluso era de tedio, Rose se sintió torpe por un instante pensando si en verdad la idea había sido buena, parecía como si hubiese llegado en el momento menos indicado, ella estaba convencida de que había sido así. Sus ojos azules se abrieron de golpe cuando el chico apareció, habló muy rápido pero no sentía tanta culpa al estar entusiasmada. Sabía que quizás él diría un comentario poco sutil pero no tenía razones para decir que no. La respuesta que recibió era una que no esperaba, no de ese modo. La negativa salió tan seca como el mismo porte del chico, tanto que cuando se retiró Rose solo pudo fruncir el ceño de nuevo mientras un mar de preguntas cruzaban su mente intentando dar razones a lo que estaba pasando. Cole entra en la habitación cerrando la puerta en sus narices, Rose está cerca de dejar que la misma se cierre pero atraviesa su mano y pasa al cuarto cerrando la puerta a sus espaldas.

¿Estaba loca? Probablemente sí, pero en tantos años de molestias nunca había visto a Cole de ese modo. Era como si estuviera en otro planeta y solo le hubiese respondido por inercia. Rose se queda apoyada de la puerta viendo como él se acuesta en la cama e intenta leer un libro frente a unas gafas que nunca había visto. —Nunca te había visto usando gafas—. ¡Qué comentario tan inteligente, Rose! No había sido una buena forma de empezar, desde luego. La castaña se muerde el interior de su labio mientras toma un respiro buscando que decir, él quería estar solo y ella buscaba entender que le pasaba.

Rose da unos cuantos pasos al interior del cuarto, lo conocía pero le gustaba mirar alrededor como si fuese a conseguir algo nuevo de un momento a otro. La habitación estaba impregnada con su aroma, el mismo que sintió aquella tarde en el aula. Rosie niega y lo ve desde su posición. —¿Quieres contarme qué te pasa?—. Ella estaba dando por entendido que a él le pasaba algo.

Publicado por M. Rose Wood Miér Dic 02, 2015 8:17 pm

Como acabar las conversaciones antes de que comiencen, el chico era capaz de sacar un máster, años evitando hablar con reporteros, evitando preguntas en entrevistas, todo había provocado que fuera mas sencillo. Quizá por la noche sintiera un poco de culpa y pena y luego le intentara pedir perdón a su manera, quizá al otro día ya no le importara nada, quizá era conveniente que volvieran a la relación que tenían antes. Se concentro en el libro, Cinco semanas en globo de Julio Verne, le gustaban aquellas lecturas, siempre tan detalladas, exactamente era capaz de describir cuantos nudos había en un barco. Era la clase de lectura que le gustaba, detalladas en los lugares exactos, una muestra de que podrían llegar a funcionar.

No había reparado en que Rose había entrado en la habitación hasta que hablo, y cuando lo hice, Cole corto la frase que leía por la mitad para escrutarla con la mirada. Suprimió un suspiro cansino, preguntar cualquiera de las preguntas que terminaban en un porqué no se iba. —¿Qué? Debería haberte mostrado como me quedaban cuando los tomaste de la mesita de luz— Espeta, en cambio, sin mucha gracia.

La pregunta lo descoloca, no tenía idea, Rose no tenía idea. Lo primero que hacen las personas cuando quieren saber sobre alguien es preguntar al resto, el resto lo sabía, por lo menos una parte considerable, Cole no había querido salir para saber que tan rápido eran capaces de correr los rumores, pero no habían llegado a Rose. No, ella no tan solo no escuchaba lo que se decía por lo bajo, sino que preguntaba de frente, incluso cuando esa pregunta se podía sentir como una cacheta. Deja el libro a un lado, y se inclina hacia delante, apoyando los brazos sobre las rodillas, la mira fijo, para que entienda que no mentía y que no iba a cambiar de opinión. —No pasa nada que sea de tus asuntos, pero aunque te pongas de rodillas y me lo pidas por favor no tocaré frente a un puñado de personas, y tampoco escucharé como alguno se creen unos genios y en realidad saben menos que tu—

Algunos a veces lo hacían adrede aparecer tocando la guitarra cantando cuando estaba cerca, como si fuera un milagro y llamaría a alguien para decir que había un genio de la música en ese internado, ni pensaba hacerlo. Tampoco iba a cantar en público, no de nuevo, no quería saber como se sentía, y se arrepintió de no haber terminado de buscar un lugar de soledad el otro día, si no hubiera cantado frente a ella, en ese momento no le estaría pidiendo eso. Pero Cole no estaba con ganas de andarse con rodeos, por lo tanto volvió a apoyar la espalda contra la pared. —Además, si crees que es una buena idea llevarme para hacer amigos, olvídalo, no ayudo a nadie—

Publicado por J. Cole Green Jue Dic 03, 2015 5:13 pm

Rose había reprimido los recuerdos de aquel encuentro, por lo menos la parte incómoda donde Cole marcó una distancia fuerte con ella. La chica prefirió quedarse con todo lo positivo y las pequeñas cosas que pudo aprender en esa habitación, contando solo con el chico y con una guitarra. Se sintió un poco intimidada al momento que Cole le hizo caer en cuenta de que ya debería saber lo de las gafas desde ese momento. La castaña no dijo nada, solo se mordió la cara interna del labio culpando lo imprudente que podía llegar a ser en ocasiones como esas. Rosie se queda cerca de la puerta, solo con ese comentario tan frío la muchacha entiende que no es tan bienvenida como pensaba. —Si, lo lamento, no lo recordaba—. Asegura jugando un poco con el par de anillos que portan sus dedos, los mismos parecían ser el único escape que tenía.

Cada palabra era una ola fría que pasaba sobre su cuerpo y la acorralaba más y más sin darle la opción de saber qué hacer o cual camino tomar ante la actitud de Cole. Desconocía lo que le podía pasar aunque, basándose en su actitud, tenía que ser algo muy personal para que se volviera de un momento para otro en el mismo chico duro que ella conoció al inicio. Rose quería saber, le picaba la curiosidad, pero Cole estaba marcando una barrera fuerte, una que hacía que se olvidara de como se había abierto aquel día en las aulas y todo lo que pudo o no pasar. —No iba a ponerme de rodillas. Solo... quería que supieras que si querías hablar con alguien yo voy a estar ahí—. Sigue hablando con la misma calma aunque le cuesta en el alma tomar las cosas con tanta naturalidad cuando quería salir corriendo. —Son un grupo pequeño. No se trata de una competencia, Cole, no todo en la vida es por competir, era solo un compartir y pensé que te gustaría. Pero no estás obligado a ir—. Los ojos de la chica se fijan en él, sin embargo sus gestos están vacíos como si le hubiese arrancado de cuajo toda la emoción con la que había cruzado esa puerta.

Sin embargo Rose sentía que tenía que hablar y aclarar las cosas, una vieja manía con aquellos a los que les guardaba confianza. Otra chica se hubiese ido de inmediato sin dudarlo pero ella estaba ahí, parada cerca de la puerta sin poder retirarse para descansar su mente. —No me importa si tienes amigos, no los tienes o quieres o no hacer nuevos. Es más simple que eso, solo quería que me acompañaras porque pensé que quizás podíamos comportarnos de manera normal luego del otro día. No tenía otras intenciones, por lo menos hasta ahora que creo que necesitas despejarte. A veces la gente solo quiere ayudar porque si—. El ceño de Rose se frunce levemente aunque la chica toma un respiro y vuelve a verlo aunque le cuesta seguir de manera un tanto coherente. —Quería ayudar, ni tu mereces sentirte mal por cualquier razón—. La chica acomoda su cabello y un poco nerviosa se gira hacia la puerta, al parecer ya no le quedaba nada más por hacer ahí.

Publicado por M. Rose Wood Vie Dic 04, 2015 7:42 pm

Habían regresado al principio, cualquier avance que habían tenido en los últimos encuentros, desde que la joven se desmayó tras salir del despacho de Motka, hasta el día en la sala de baile, incluyendo aquel encuentro en los pasillos. Todo parecía haber desaparecido como la niebla cuando sale el sol. Cole observaba como se encogía ante cada frase nueva que le lanzaba, eran como antes, sin sentimientos. Luego del encuentro en los pasillos la había tratado un poco mejor, con mas delicadeza, pero todo eso se había desvanecido, su humor no estaba para nada, y aquel lugar donde encerraba sus sentimientos parecía estar a tope, amenazando con explotar.

Niega, sabía que no era una competencia, pero también sabía quien era él. No había entrado a la clase de música porque todos allí dentro conocían de tal cosa, sabían lo último, sabían su nombre y su historia, por lo menos la mayoría, y Cole se había alejado todo lo posible de su pasado, un intento de ser normal. En el internado casi podía sentirlo, no había cámaras, no había flashes, no había personas acumuladas contra una valla que gritaban cada vez que los veían. En ese lugar casi podía sentir que era otra persona, que nunca habían existido los Greenies, y por más que deseara explicarle eso a Rose para que no se sintiera mal, no sabría por donde empezar.

Toma aire cuando termina de hablar, llena sus pulmones antes de largar todo el aire. Cierra el libro y se pone de pie. Pasa cerca de la joven y tira de la ventana para que entrara una corriente de aire, llevaba toda la mañana, no quería que el lugar apestara a encierro. Vuelve a cruzar la habitación y saca dos buzos de algodón, le tira uno a la joven. —No te tienes que ir, salvo que así lo quieras— Explica, antes de volver a sentarse en la cama. —Y no me refería a que buscaras amigos para mi, me refería a que buscaras amigos para ti— Cole no necesitaba un evento para conocer gente, ya la conocía por algún que otro medio, por estar por ahí, no tenía problemas en entablar conversaciones con extraños, en hablar con otras personas de cosas banales, la que tenía esos problemas era ella. Cuando habla no se muestra enojado, era lo que menos estaba, solo estaba agotado de todo, pero no le enojaba que la chica tratara de usarlo, sería lo de menos en toda la cuestión.

—No creo que haya nada malo en querer estar solo un día. No lo tomes a mal, tu no sueles ser mala compañía, pero entre toda la gente de este lugar es como si nunca pudiera existir un momento de paz. Era lo que buscaba hoy, entonces perdona por no querer ir con un grupito de personas que se creen demasiado músicos, no me interesa si es para hacer amigos, para morir de frío frente a una fogata a mitad del invierno o cualquiera sea la cosa. No tengo ganas de ir a ningún lado, hoy por lo menos— Le termina de explicar para que deje de insistir en que salga de su habitación, y cuando termina de hablar se pone el buzo para que no le de frío con la ventaba abierta.

Publicado por J. Cole Green Dom Dic 06, 2015 11:32 pm

Rose ya se retiraba con el poco orgullo que le quedaba. Estaba dando todo por vencido y quizás eso fuese lo mejor. Cole Green un día la trataba como a los mil demonios, otro era dulce con ella y otro volvía a lo mismo. El chico la hería con sus comentarios sin darse cuenta que, de alguna manera, estos le afectaban más de la cuenta, ella después de todo solo quería ayudar. No conocía nada de la vida ce Cole salvo uno que otro cotilleo, pero eso no le importaba, desde aquella vez en el salón de baile la castaña había comprendido cuantas ganas sentía de poder ayudarlo así tuviera un mar adentro cada vez que se acercara al chico.

Rose siente una ola de frío antes de tocar la puerta, la misma despeina sus cabellos y hace que la piel visible por el uniforme se erice. Las temperaturas estaban disminuyendo casi que de manera escandalosa pero ella no podía sentirlo porque estaba dentro del lugar. El hecho de que Cole abriera la ventana así de la nada dejaba entrar toda la ola de frío que la chica había estado evitando. Rose gira y ve con sus ojos azules como el chico toma un abrigo y se lo lanza, la chica logra atajarlo antes de que este toque el suelo e ignora lo que dice para colocárselo, le quedaba un poco más grande de lo que debería pero por lo menos estaba cubierta. Rose saca sus cabellos pisados y trata de peinarlos con sus dedos. —No tenía la intención de buscar amigos ya que a ellos los considero como tal desde hace un tiempo—. Admite, no iba a estar nadie que no conociera, o por lo menos no tanta gente que entrara en esa categoría. Cole seguía sin entender. —Quería que nos acompañaras porque quería compartir contigo. No la pasé mal ese día en la sala de baile, por lo menos no la mayor parte del tiempo—. "Tampoco los últimos momentos", pero eso era algo que Rose no iba a decir, no con tanta libertad. Aun así la chica se mantiene pegada de la puerta.

Rose tiene que respirar, sabe que quiere ayudar al chico por algún impulso colaborador de su parte pero él no se las estaba dejando tan fácil. Rose se acerca un poco mientras lo escucha, ¿por qué quería estar solo? Sabía que no tenía que hacer preguntas poco prudentes, ese era el primer paso para mejorar. Rose lo ve y nota como la cobertura de la cabeza del abrigo se queda un poco atorada en el lateral, ser hermana de Wes tenía sus desventajas en esa parte. Rose se acerca como si nada y toma esa parte para acomodarla. —No tienes que ir si no quieres, ¿vale? Entiendo que de vez en cuando uno desea estar solo—. La chica termina, mete sus manos en el bolsillo frontal del abrigo y se aleja un poco para verlo de frente. —Pero... ¿puedo estar aquí un rato?—. Inquiere viéndolo con sus profundos ojos azules. —Hablar nunca ha matado a nadie, Cole. Creo que lo peor que podría pasar es que te canses de mí y me digas que me vaya, y si sé que es de manera honesta voy a hacerlo sin problemas.

Publicado por M. Rose Wood Lun Dic 07, 2015 10:11 am

Por un momento no supo que hacer. Se sintió mal por la forma en la que estaba tratando a la joven, pero mal en el sentido de que sentía que iba a vomitar, pero por suerte fue una sensación. Le daba asco como trataba a la muchacha que aún así se mantenía cerca. Rose acerco y acomodo algo de su buzo, Cole solo la miro a ella, mientras realizaba aquel gesto que parecía involuntario, pero aún cuando acabo de hablar, no tenía ganas de soltar palabra de lo que estaba pasando. Y mientras pensaba que responder, tuvo él su propio gesto involuntario, de alzarse un poco para acomodar varias de las hebras de la muchacha, que se habían rebelado tras haberse puesto la prenda que le quedaba grande. Retira su mano al acabar y se vuelve a sentir en la cama, lo único que es capaz de responder es una sonrisa, por lo menos hasta el momento.

—¿La mayor parte del tiempo?— Pregunta alzando las cejas a modo interrogante. Intentó que la pregunta sonara casual, pero con su mente en otra parte, era un poco incapaz de mantener todo bajo control, y había algo en esas palabras que le daban ganas de encogerse. Dos sentimientos se encontraron la curiosidad y el deseo de no saber que era lo que había disgustado a la joven, y no sabía exactamente con cual quedarse. —Es un progreso, ¿No crees? Hace un tiempo decías que todo el tiempo que pasabas conmigo la pasabas mal— Bromea tras un momento para liberar a la chica de la pregunta, decidido a que era mejor no saber que era lo que había molestado a la joven. Bromear, era la mejor forma de fingir que nada había pasado, por mas que hubiera pensado en ello, en más ocasiones de las que tenía ganas de aceptar.

—No te ofendas Rose, pero ya se que si no tengo ganas de ir no voy a ir, tengo voluntad propia y soy bastante consciente de ella— Ese no era el problema, ni que le insista, aunque si insistía demasiado acabaría por decirle que se vaya de la habitación antes de que la conversación se tornara nada agradable. Ya de por si el joven era poco agradable, cuando lo sacaban de sus casillas, las cosas nunca salían bien. —Pero si puedes quedarte, no tengo problema— La resolución la toma antes de lo que incluso él esperaba, y se corre a un lado para hacerle un lugar en la cama y no tuviera que estar de pie, y por otro lado, la silla estaba sosteniendo una pila de libros que Cole no tenía ganas de retirar. —Puedes quedarte todo lo que quieras, pero, ¿Conoces ese juego donde no puedes decir una palabra en concreto? Bueno es lo mismo, pero no puedes preguntar que me pasa— Lanza una mirada de soslayo y casi suplica con la misma.

Publicado por J. Cole Green Lun Dic 07, 2015 7:40 pm

Rose observa como la mano del chico se acerca a ella y acomoda sus cabellos, puede sentir el contacto aunque no roce su piel. El corazón de la castaña se acelera un poco pero quizás no se trataba de la cercanía sino de lo que estaba sucediendo en sí. Rosie sigue todo con su mirada y ladea el rostro viendo como las hebras quedan en su lugar, luego mira a Cole y, por muy extraño que suene, responde a su sonrisa con cierta honestidad. A veces no entendía que causaba ese chico que a veces la trataba tan mal pero que, en momentos como esos, parecía tener miles de misterios en sus ojos. Él se sienta y Rose aún se mantiene en pie viéndolo.

Rosie asiente rápido como si quisiera que su defensa fuera veloz y no dejara espacio para dudas, la verdad es que había sido un comentario un poco imprudente y no quería más incomodidades con el chico ni aclarar cosas que ella misma no entendía. Rose sonríe un poco bajando la mirada —Si, creo que hemos progresado en ese punto. No eres tan desagradable una vez que dejas que los demás se acerquen a ti.

—Nunca he dicho lo contrario, Cole—. No quería comentar más nada porque sabía que si lo hacía ambos continuarían hablando hasta que la conversación fuese un desastre y discutieran de nuevo. Rose acabaría por irse ante tantos problemas.

La castaña se sienta a su lado y se inclina un poco hacia atrás mientras mete las manos en el bolsillo delantero del abrigo, tenía mucho frío. —Me harás pensar que es un tema prohibido o algo así. O que es muy malo todo lo que te pasa—. La chica gira para verlo a los ojos, la segunda opción es la que más la alarmaba. —Pero está bien, lo entiendo—. Asiente para aceptar sus condiciones. Rose alza la mirada y ve el techo —Ya que no puedo preguntar y, al parecer, no decir demasiado...—. Rose vuelve a verlo. —¿Me contarías algo de ti? No sé, lo que quieras.

Publicado por M. Rose Wood Mar Dic 08, 2015 8:26 pm

Se encoge de hombros como respuesta, pues, lo único que podía pedirle era que no lo tome como algo personal, era así con todo el mundo, salvo con los chicos, ese pequeño grupo con el que compartía amistad. Pero decir eso en voz alta le recordaba viejas situaciones entre ambos, y no tenía ganas.

No hacía falta que Rose le dijera que tenía frío, el clima en esas fechas estaba para que todos tuvieran frío. Se para por un momento para tomar una de las mantas que estaba guardada en el placar. —Toma, no quiero que te mueras, pero quiero que circule un poco el aire— No solo porque no le gustaba estar encerrado, sino porque así podía pensar mejor, gruñir menos. Vuelve a ocupar la posición de antes, y mira a la joven y como esta llega a sus propias conclusiones. Alza las cejas ante las dos alternativas que había llegado. —Primera— Responde sin pensarlo, la segunda también era posible, pero sentía que eso traería más preguntas, en realidad por un segundo creyó estar seguro que estaba mintiendo al decir que era la primera, pero era complicado. No le molestaba hablar de sus hermanos, y había contado los acontecimientos muchas veces como para tenerlos asimilados, pero solamente no quería hablar del tema.

Mira a Rose con los ojos entrecerrados cuando pide lo que pide. La mira así porque de una manera u otra le estaba preguntando aquello de lo que no quería hablar. La banda había sido su vida, contar algo de él que no estuviera relacionado con la banda. Piensa en algo, algo que pueda servir para responder aquella pregunta, pero todas esas ideas apuntaban de manera directa. Al final solo ladea la cabeza hacia la joven, soltando todo el aire de una. —Me parece justo, pero con una condición, si yo digo algo, tu dices otra cosa.— Era un trato justo a su manera de ver, una forma de estar seguro de que no quedaría allí sentado como un idiota. También sabía que eso significaría comenzar, por más que podría haber usado esas mágicas palabras, las damas primero, y dejar que la joven entrara en debate interno, si es que lo hacía. Al final mira a la ventana antes de soltar las palabras. —Fui bajista de una banda— Confiesa regresando la mirada a ella, comprendiendo lo peligroso que esa charla podía llegar a ser.

Publicado por J. Cole Green Sáb Dic 12, 2015 10:27 pm

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