I just got this crazy feeling.

Recuerdo del primer mensaje :

El haber hablado con Gru sobre sus problemas amorosos levantó sospechas sobre sus propios sentimientos. Había alguien que desde el primer día había vigilado, escondido entre la multitud mientras admiraba su cabello moverse de un lado a otro cuando caminaba, o desde el asiento a su lado en Historia memorizando sus facciones para recordarlas cuando se sentía impotente a decir algo. Ante sus ojos no había forma de que la chica fuera imperfecta, como si tuviera en su universo un sol propio que hace que brille en cada momento. Pero dejemos de delirar por ella sin saber su nombre. Una pista, su cabello es un rubio tirando a plateado. No, no es Grace. Tiene un hermano con el color de cabello parecido. ¡Acertaste! Su nombre es Caroline, Carol como apodo, y es la dueña de los pensamientos del moreno en los momentos que su mente no está poblada por Lacrosse, estudios y Gru.

Desde la primera vez que la vio sintió su estómago revolverse intentando decirle algo, aunque pensó que fue un simple dolor de barriga. Estaba equivocado. Los días pasaron y cada vez que la veía, sonreía. En un momento pensó que estaba poseído por algún espíritu de la risa y miró su futuro en cartas. Triste para él las cartas dijeron que había perdido a alguien -su madre- y no mucho más. Entonces, ¿por qué se sentía así? Como el típico chico de diecisiete años no pensó en que sentía algo por la chica porque claro, ¿cómo iba a saberlo si nunca había sentido algo igual y lo más cercano a una chica era Callie? En las conversaciones con ella no tendían a hablar de sentimientos. Así que Callie es la culpable que Isak no entienda bien. Mal de tu parte, capitana.

¿Saben lo más gracioso de todo? Que lleva meses desde que la ha visto y no se ha atrevido, ni si quiera una vez, en hablar con ella. Una vez se acercó por su espalda para decirle algo pero se quedó afónico, por lo que tuvo que simular que estaba mirando a la ventana mientras contaba hasta diez. Si es que la chica no ha calificado como bobo a Isak es porque es buena gente. Eso o es que le tiene un apodo sinónimo de bobo.

A todo esto, ¿dónde está Isak? Practicando sus tiros en el campo de Lacrosse, su cuerpo embadurnado de sudor. Y eso no es lo peor, sino que de repente ve el cabello rubio de Carol y, como el bobo que es, se tropieza y cae de cara, comiéndose el pasto. Si es que Isak debería llevarse el award al más despistado T al que sabe dejarse mal en los peores momentos. Vamos, toda una estrella. Lo único que espera de toda la situación es que la chica no se acerque, porque, o se queda agónico de nuevo o dice cualquier estupidez. Y seamos sinceros, es mejor que no hable. Para cubrir el fallo que hizo se pone en el suelo de costado y lleva la mano del suelo a su cabeza, como si estuviera posando. ¿El fotógrafo? El aire. Y como no con una sonrisa para salir bien en la foto imaginaria.

Publicado por Isak T. Bruhn Vie Ene 22, 2016 12:29 pm

El haber tenido la oportunidad de compartir un momento especial con ella era suficiente para Isak. Había salido al campo a entrenar por matar el tiempo al no tener nada que hacer, nunca pensando que tendría una conversación con Carol—. A menos que tengan gustos parecidos a Motka, son tus fanáticos. Y suerte la tuya que yo no soy uno de esos raritos. —vamos, ¿creen que Isak y Motka puedan tener algo parecido? La piel no se le cae, no tiene pelo blanco. Capaz y tienen de parecido que tienen que llevar corbata y camisa, aunque a diferencia de Isak seguro Motka lo usa porque quiere y le gusta—. Okay, no de manera exagerada. Ya veré cómo es avergonzar de manera moderada. —¿otro comentario medio bobo? Sí, para eso sirve Isak.

Cuando Carol choca su mano con la de Is, el moreno casi salta de la emoción, pero logra con su peso de oso panda quedarse en el suelo. No podía avergonzarse a sí mismo más, ya tenía tiempo en el próximo entrenamiento de la rubia. Por un segundo Isak se preocupa cuando Carol dice que capaz y se olvide de la conversación, pero su hermosa y brillante sonrisa le muestra lo contrario—. Uy, si eso pasa capaz a mí se me olvide que prometí avergonzarte de manera moderada y se convierta en exagerada. —Isak ríe un poco, sus ojos brillando por ello y sus comisuras alzadas. Isak se da cuenta al igual que Carol que sus manos siguen juntas, y la echa hacia atrás cunado se separa de la de ella. Parpadea un poco y siente una brisa golpear sus brazos, dándole un pequeño escalofrío.

Sí que hace frío. Brrr. —cruza sus manos apoyándolas sobre sus hombros en forma de equis. Se levanta después de Carol para ir a recoger los palos y la pelota que están al otro lado del abrigo de la chica. Cuando se gira la misma ya tiene el abrigo puesto, e Isak no puede evitar sonreír—. Gracias. —su sonrisa se cierra un poco, mostrando que es sincera. Seguro la rubia sospechaba de los pensamientos de Is hacia ella, pero en verdad agradecía que haya aceptado pasar tiempo junto a él.

Publicado por Isak T. Bruhn Jue Mar 31, 2016 1:21 am

Sonríe porque el comentario del chico causa que lo haga, sonríe de una manera auténtica que la hace sentir extraña de momento porque tenía años sin hacerlo así, tan simple, tan... tonto quizás. Para muchos era algo normal, pero para ella era revelar parte de lo que era, parte de lo que la debilitaba y hablaba de su pasado y otras cosas a las que no se quería referir, a veces sentía que actuaba como una maquina planificadora, pero lo cierto es que tenía tantos meses siendo así que ya era mera costumbre, había sido la postura adquirida luego de despertar, de despertar de su profundo sueño que la hizo crecer de golpe. Tiene que moderarse, por eso le da la espalda y busca sus cosas, no quiere seguir con el asunto de las tontas sonrisas y el contacto excesivo.

Carol ya estaba lista para irse, necesitaba descansar luego de aquel entrenamiento fuera de lo común. Quién diría que empezaría por querer ir a trotar y acabaría en una improvisada práctica de lacrosse con el raro chico Bruhn. La rubia estaba pensando qué decir para irse cuando un agradecimiento sale de los labios del muchacho. Carol frunce el ceño en un primer momento y lo ve con curiosidad, ¿por qué le estaba agradeciendo?

Pero la respuesta llegó rápido, llegó demasiado rápido porque Carol no era tonta y algunas cosas para ella eran obvias. Siempre veía a Isak, siempre él la estaba viendo con ojos de borrego y una mueca tonta, cada vez que cruzaba un pasillo él estaba ahí y la seguía, ella podía sentirlo. El entrenamiento, el contacto, la torpeza, no había que tener cinco dedos de frente para suponerlo o darse cuenta. El solo pensarlo la incomoda, quizás podía usar esa arma para inflar su ego, pero el punto es que Carol se siente terriblemente incómoda por dar aquello por sentado. Ella no era la princesa de cuentos que él necesitaba, estaba lejos de serlo, no era la chica que nadie esperaba y estaba tan feliz por ello que distorsionar la idea la enojaba. —¿Gracias por qué? No tienes que agradecer nada, puedes dar las gracias el día que te de una paliza y que no sea tan torpe como hoy—. El orgullo reluce de nuevo en sus finos labios. Carol baja la mirada y mete sus manos en los bolsillos del abrigo prestando atención en la muñeca lastimada. —Fue un buen rato, pero no te acostumbres—. Advierte arqueando una de sus cejas.

Carol finaliza con una sonrisa ladina y empieza a caminar pasando a un lado de Isak. —Adios, Isak—. Se gira por un momento y luego sigue el camino hacia su habitación, tendría que colocarse un poco de crema en la muñeca para asegurar que estaría bien, prefería pensar en eso de todos modos.

Publicado por P. Carol Harrison Sáb Abr 02, 2016 11:56 pm

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