Mini Trama ▲ Brennan y Elizabeth

Publicado por Whispers Miér Feb 10, 2016 11:53 am

Los pasos de la castaña se hacían presentes solo cuando sus botas pisaban por error algún charquito de agua de los que se habían formado en el camino que Eliza había trazado ya mentalmente desde hacía más de una hora, cuando se decidió a salir de su habitación a escondidas y asaltar la cocina.

La idea fue: acercarse al recinto desde la parte trasera y entrar por una de las ventanas. Era peligroso, la chica se estaba arriesgando demasiado, pero necesitaba una más de esas galletas de avena que habían ofrecido en la cena, aunque, dadas las circunstancias, le valdría hacerse de cualquier cosa comestible. No era para ella; Elizabeth se había quedado sin nada disponible para darle de comer al ratoncito que desde hacía días aparecía en su habitación. Un animalito huidizo que solo hacía presencia cuando la castaña dejaba migas por las noches. Así que pensó, ya que estaba aburrida y sin municiones, salir a conseguir comida para los necesitados...o el necesitado Don Jerome, vamos, el ratón al que había bautizado así. Además, por la hora, sabía que la cocina estaría sola. El problema a evitar serían los vigilantes, si la encontraban, ni siquiera quería imaginar las consecuencias.

La idea de ser descubierta, flotando en su mente, la hizo pensar en desistir, pero se había decidido y ella sabía que no estaría traquila si de pronto dejaba la empresa a mitad del camino, así que caminó más de prisa; la lluvia no dejaba de caer y las gotas frías resbalaban por su cara provocando que su cabello húmedo se pegara a la piel de sus mejillas. Frustrada se limpió la cara y se atrevió a correr los últimos pasos acercándose a la ventana sin seguro, la deslizó lentamente hacia arriba, con el corazón a tope y sintiendo que sus oídos solo captaban el sonido de sus latidos que le parecía que en cualquier momento provocarían que la descubrieran. Tomó aire y lo dejó escapar lentamente preguntándose si aquella operación sería mejor con ayuda, alguien que le avisara si el enemigo se acercaba.

Se impulsó, metió una pierna y luego la otra apoyando los píes en una de las planchas del interior. Observó con atención a todos lados y se bajó escabulléndose entre algunos anaqueles tratando de adivinar dónde podrían guardar el pan. Unos pasos más en cuclillas de su parte y Elizabeth se quedó helada cuando un sonido cercano, al parecer del comedor contiguo, la hizo sentir que el fin había llegado. Pegó la espalda a uno de los estantes y se quedó muy quieta, esperando.

Publicado por Invitado Miér Feb 10, 2016 11:41 pm

Algún día tendría que aprender a dejar de apostar el postre. Sus posibilidades de perder eran casi todas y seguía aceptando. Perder contra Isak no era algo que le pudiera molestar en algún momento, pero ver ir su postre lo ponía un poco mal, no lo suficiente para dejar de gastar bromas hasta que todos en la mesa estuvieran riendo, pero lo suficiente para bajar a las cocinas después de darse una ducha. Bajó con la experiencia de alguien que saqueaba ese lugar todas las noches, aún cuando no lo hacía, sólo era noche por medio. La comida del internado solía ser abundante, pero el niño estaba en crecimiento y adoraba sacar comida de aquel lugar en penumbras, más cuando estaba escribiendo canciones o quería escribir canciones o cualquier excusa que se le fuera a la mente para bajar y sacar algo de las estanterías.

Una vez que llegó a destino, con cuidado de no ser atrapado, se sintió en total libertad para hacer ruido. Comenzó a silbar una canción por lo bajo y descuido totalmente los detalles que podían considerarse peligrosos. —And you get a head, a head full of dreams. You can see the change you want to, be what you want to be...— Giro para entrar en las cocinas y se encontró de cara con una persona que parecía estar escondida. La miró de arriba a abajo y la reconoció como una estudiante, o más bien supo que no era una docente y tampoco era del personal. Se inclinó para ver si había alguien más. —No hay moros en la costa. Soy Gru, un gusto. ¿Vienes a buscar comida?— Ni se molestó en hablar con voz baja. Ser atrapado en las cocinas no era algo malo después de todo y estaba bueno encontrarse con una persona, al menos tendría alguien con quien hablar que no fuera el mismo. Estiró el brazo mostrando el puño a la espera de que la chica lo golpeara como saludo de amigos.

—¿Qué te trae a las cocinas? ¿No llegaste a la cena? ¿Quieres más postre? ¿Te parece que nos están alimentando como a los enfermos?— Pregunta tratando de deducir las razones por las que la joven podría estar ahí mientras caminaba por el lugar abriendo los estantes de la heladera hasta dar con algo que estaba buscando. —Vi cuando los hacían y hoy no estaban en el postre, tenía que estar en algún lado— Mostró un pote de helado de chocolate. —Creo que también hay de crema americana y frutilla— Le comenta mientras busca dos potes más pequeños y dos cucharas. —A algunas personas no les gusta que comamos directamente desde el pote grande, dicen que no tienen ganas de compartir saliva con otras personas y que es asqueroso, aunque usualmente no se enteran que eso fue lo que paso. Y en realidad esta bueno para una buena broma, poner algo en la comida sin que nadie se de cuenta y esperar a ver como reacciona cuando lo come. ¿Te imagines que pase en una cena? Podríamos poner una piedrita, mira si cae en el plato de un profesor. Sería legendario— ¿Por qué no se le había ocurrido esa idea antes? Ya la estaba anotando en su mente para llevarla a cabo algún día, porque no la metería en el helado. Sería pecado.

Publicado por Brennan F. Grunwald Vie Feb 12, 2016 11:37 am

Los estudiantes parecían estar a salvo en el lugar donde se encontraban, sin amagos de que aparezca un profesor o algún miembro del personal. Afuera, el aullido del viento callaba las voces de los jóvenes, más allá de la cocina. El chirrido de una puerta al abrir, molesta en los oídos. No muy lejos de ellos, una puerta se entreabre dando una vista de unos escalones descendentes que se pierden en la oscuridad. En la puerta un cartel indica: "Despensa". Y a lo lejos, comienzan a escucharse las pisadas de alguien al acercarse al lugar.

Publicado por Whispers Sáb Feb 13, 2016 11:26 am

Elizabeth suspiró con alivio cuando la cara de la persona que se acercaba resultó ser demasiado joven como para que fuera alguien de seguridad, su record no era totalmente limpio y no tenía ganas de enfrentarse a un regaño. Las cosas no estaban del todo agradables con su padre como para soportar una llamada de atención de su parte porque su hija había entrado a escodidas a las cocinas. Vamos, que a pesar de su pasado, ya no acostumbraba a moverse por esos caminos de la delincuencia.

Se levantó y miró asegurándose de que el chico dijera la verdad. Antes le parecía haberlo visto en los pasillos pero no estaba segura  — Soy Elizabeth  — se presentó elevando el mentón y regresando la atención al chico y chocó el puño con él, sonrió como resultado a ese saludo sintiéndose al instante en compañía de alguien de confianza  — Tengo un polizonte en mi habitación  — explicó la castaña sin dar demasiadas explicaciones, siguiendo los movimientos del rubio con la mirada y elevó una ceja poniendo una mueca gratamente sorprendida — Eso se ve bien. De haberlo sabido desde antes, hubiera explotado mejor la idea de los asaltos a las cocinas  — Aceptó meditando la idea, bien hubiera podido establecer un mercado negro con los postres que era lo que todos peleaban a la hora de la cena.

Sacó una moneda del bolsillo, se la mostró y torció los labios  — Tiraré la moneda, quien atine a cara o sol, decide qué echar en la comida  — Guiñó el ojo y le mmiró de manera cómplice hasta que el sonido de una puerta llamó su atención y su instinto le indicó que debía ponerse en alerta. Giró el rostro hacia el lugar del sonido y elevó las cejas al notar el letrero — Creo que dentro podríamos encontrar algo más interesante que eso  — espetó señalando los potes de heladocon la barbilla —¿Vienes? — preguntó comenzando a dirigirse con suma cautela hacia la puerta, luego de creer que no había nadie más, pero el sonido de unos pasos la hizo detenerse en seco y pegarse a la pared más cercana intentando ocultarse, de cualquier manera, no sería bueno que los encontraran ahí cuando se supone que tendrían que estar en sus habitaciones.

Buscó con los ojos al chico pensando en que si estaba cerca lo atraería de brazo. Se le veía muy relajado, quizá era un alumno estrella que jamás había pasado por nada difícil en su vida, o esa impresión le daba a Eliza por su actitud pasada.

Publicado por Invitado Dom Feb 14, 2016 11:09 pm

Una vez dentro de la despensa, la escalera baja hasta un lugar con olor a polvo. Las luces encendidas dejan ver las enormes estanterías repletas de comida, las paredes de ladrillo y cada rincón de ese lugar frío y aislado. La mayoría de las paredes están cubiertas por estanterías, a excepción de una. En la pared del foro, se encuentran apiladas en una esquina varias cajas, un cuadro está apoyado en el piso y se ve claramente un pasillo, con piso las paredes y el piso grises y lisos, muy diferente al aspecto de la despensa, que sólo hacía ver que llevaba años desde la última reforma.

Publicado por Whispers Sáb Feb 20, 2016 5:22 pm

—¿Un polizonte?— Preguntó tras un segundo de silencio. —Quiero conocerlo, ¿Tiene nombre? Los animales tienen que tener nombres. ¿Es niña o niño? Si es niña podemos llamarla Pomona la polizonte, sino Carlos el polizonte, ¿Te gustan?— Pregunta de manera tal que no da espacio a respuestas hasta que termina. Le sirve un poco de helado de chocolate y se lo pasa a... —¿Cómo te dicen? ¿Eli? ¿Beth? ¿Bethy? ¿Liz?— Preguntó dado que el nombre le parecía demasiado largo para llamarla por el mismo. Largo no era la palabra, la palabra era: formal. Brennan odiaba las formalidades, las salteaba directamente. Por eso se presentaba a sí mismo directamente por su apodo, porque era más fácil que tener que explicar que su nombre de nacimiento era: Brennan Filip Grunwald Hasting, demasiado largo y aburrido. Además así le decía su padre cada vez que se enojaba por haberse mandado una de las suyas.

—¡Oye! Me gusta tu forma de pensar, ¿dónde te habías escondido todo este tiempo?— Pregunta abriendo los brazos antes de tomar el pote con su helado y darle una cucharada tan grande que congeló su cerebro, obligando a que el chico pestañeé varias veces antes y haga expresiones raras. —Se me acaban de congelar las neuronas, tengo que hacerlo nuevamente— Bromeó riendo con ganas. —Me hace acordar a...—

La frase quedó en el aire, dado que los dos se giraron a ver de donde provenía el sonido. Los ojos de Brennan se achinaron cuando vio aquella puerta abierta. Siempre estaba cerrada y, siempre, había querido bajar allí porque era la despensa, era el paraíso de las personas que aman comer tanto como él. —Por supuesto— Dijo arrastrando las palabras con sus ojos iluminados sólo por la curiosidad, igual tomó su pote de helado. No lo dejaría atrás, pobre René. Brennan le ponía nombre a todo. Estiró su brazo para que Eli lo tomara como en la edad media, y comenzaron a bajar. El lugar era algo como lo que imaginaba. Excepto por una cosa, que vio luego de recorrer con la mirada, y con sus pies, el lugar, mientras comía helado de chocolate. —Increíble. Mira esto— Gru no lo pensó dos veces que se metió dentro. —ECO— Su voz retumbó en el pasillo, y se giro para dejar el pote de helado en el piso. —Venga— Estiró la mano para que la chica entrara con él. —Esto va a ser divertido—

OFF: Perdón por haber tardado tanto en responder, intentaré que no se vuelva a repetir.

Publicado por Brennan F. Grunwald Jue Feb 25, 2016 9:38 pm

El pasadizo se extiende por un largo tramo hasta separarse en dos caminos. Apenas hay luz entre los lugares, pero se alcanza a ver que las paredes son de ladrillos a la vista, están cuidados, bien cuidados. En el silencio, un sonido se escucha, pero antes de que el joven reaccione una mano tapa la boca del chico.

—Camina —le indica la fiera voz de Yvette, y apoya en su espalda un objeto que fácilmente es reconocible como una pistola—. Ni pienses en dar un paso en falso.

Empuja al joven por el pasillo, alumbrando el camino con una linterna de luz blanca. La apaga un momento, y tras un par de curvas, la vuelve a prender frente a una puerta. La mujer hace un gesto con la cabeza para que el muchacho entre.

La sala no tiene casi nada, solo una cama y una mesa de luz. Yvette prende la luz y le hace señas para que se siente.


Nota: Dado que el personaje de Elizabeth entró en el grupo de inactivos, la mini-trama continuará de manera individual.

Publicado por Whispers Miér Mar 09, 2016 10:15 am

La diversión duró poco. Antes de que Gru fuera capaz de reaccionar, alguien lo atrapa por detrás. El chico deja caer el bote con helado ante el susto, y sus ojos se abren al sentir el arma. Se suponía que Yvette se había ido, había dejado el internado, pero ahí estaba, escondida entre la oscuridad, al acecho de que alguien como él. Estaba muerto, ese fue su pensamiento, él sería la siguiente persona en morir. Con las manos levantadas siguió el camino que le marcaban, procurando no tropezar al avanzar.

Cuando la luz se apaga, Gru se tropieza, levantándose rápidamente para no levantar sospecha. Tenía tantas preguntas por hacer y la garganta seca. No podía hablar ni podía comentar nada al respecto. No podía hacer todo aquello que tenía tantas ganas de hacer. Lo único de lo que se sentía capaz era de seguir avanzando, sintiendo el corazón colgando de una de las manos que tenía levantadas. La sangre había huido de su rostro, y su respiración era agitada. El joven estaba seguro que iba a morir y en lo único que podía pensar es que le hubiera gustado despedirse de las otras personas.

Yvette lo hizo ingresar en una sala. El joven la miró, procurando buscar algo con lo que defenderse, pero allí no había nada. Tomó asiento como le habían indicado.

—¿Cómo…? —comenzó a preguntar sin saber muy bien que pregunta elegir. ¿Qué hacía ahí? ¿Por qué había dicho que se había ido? ¿Motka lo sabía? ¿Por qué se había ido? ¿Era verdad lo que habían descubierto? ¿Estaba loca? ¿Sus padres estaban locos? ¿De verdad había hecho esas cosas? ¿Había matado a Alina y Georgia? El muchacho levantó la mirada a la mujer—. ¿Qué…? ¿Qué va a pasar? .

No pudo preguntar otra cosa, tenía que saberlo, tenía que saber qué iba a pasar con él. Si iba a morir, allí, ese día, entonces no valía la pena hacer preguntas. Solo saciará la curiosidad, pero esa información no llegaría a nadie.

Publicado por Brennan F. Grunwald Miér Mar 16, 2016 12:57 pm

Yvette le miró a la espera de que las preguntas comenzaron, y sonrió al escuchar qué era lo que el joven quería saber. Se sentó en el piso, apoyando la espalda contra la pared, moviendo el arma de una mano a otra.

—Lo que va a pasar es que haremos un trato. —La mujer levantó las cejas mostrando una de sus sonrisas seductoras—. Eso es lo que va a pasar. Pero antes de que me preguntes “¿qué trato?”, te ahorraré las molestias. Hay alguien que se va a encargar de hacer sus vidas miserables, ¿matarlos? No, eso sería muy simple y no dolería, tanto. Algo muy malo se acerca y las muertes de Alina y Georgia no son el principio, son una advertencia. Entonces, querido Brennan, seré yo quien preguntaré: ¿qué estarías dispuesto a hacer por tus amigos?.

Publicado por Whispers Vie Mar 18, 2016 8:36 am

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