Ashes, Chrystal Maya

▲ Edad: 17 años
▲ Grupo: Estudiantes
▲ Rango: 5to Curso
▲ Played by: Anya Podolko
▲ Deporte: Voley
▲ Actividad Extra: Artes Plásticas


▲ Fecha de Nacimiento: 19, Octubre, 1998.
▲ Lugar de Nacimiento: Londres, Inglaterra.


Maya es la tercera hija del matrimonió que componen Emerick y Galena Ashes. Sus padres tuvieron a sus dos primeras hijas a temprana edad, cuando la pareja tenía tan solo 22 años, nació Katja, la primogénita de la familia. Tres años tardo Galena en volver a dar a luz una segunda hija, Helena y aunque seguían siendo jóvenes, su economía había mejorado. 

Poco después del nacimiento de la mayor de sus hijas, Emerick y Galena emprendieron un negocio. Con los pocos ahorros de que disponían, alquilaron un local y lo convirtieron en uno de los prostíbulos mas importantes de la zona, lo encubrieron de forma que pareciera un hostal de lo mas corriente, solo unos pocos sabían lo que ocurría allí realmente.

Tardaron unos años en hacerse con una clientela fija, pero para cuando nació Helena, disponían de recursos suficientes para mantener a ambas niñas. No tenían pensamiento de agrandar la familia aun más, sin embargo, en un descuido, Galena volvió a quedarse embarazada, siete años mas tarde. Así nació Maya. Al ser un bebé no deseado, Galena desarrolló un odio irracional hacia ella. No le dio la atención que necesitaba, simplemente ignoraba su existencia. Fue Emerick quien se encargó de ella durante el tiempo que tenía libre, cuando él no podía lo hacían sus hermanas Katja y Helena. Dos años después del nacimiento de Maya, Galena volvió a quedarse embarazada, esta vez, decidió ligarse las trompas de falopio para no volver a dar a luz. La última de las hermanas Ashes se llamó Galena, como su madre.

Desde que era pequeña, Maya vivió alejada del amor de su madre. Lo único que recibía era el cariño a cuenta gotas que su padre podría darle. Sin embargo, las cuatro hermanas permanecieron muy unidas las veces que sus padres estaban fuera. Conforme el negocio crecía, hacían más obras en el local que hacía de prostíbulo. Tal era la carga de trabajo que tenían Emerick y Galena que terminaron construyendo un piso en la parte superior del local, desde donde las cuatro niñas podían escuchar los gritos de clientes y trabajadoras.

Cuando Katja cumplió una edad más o menos prudente, decidió que trabajaría para sus padres en el prostíbulo. En poco tiempo se convirtió en la más codiciada por la clientela. Helena, sin embargo, tenía otras aspiraciones en mente, era una chica estudiosa y responsable que quería ganarse la vida de forma legal.

Pocos días después del noveno cumpleaños de Maya, Emerick, Galena y Katja fueron arrestados e ingresados en prisión. Las tres hijas menores fueron a vivir a casa de sus tíos, donde la hermana de Emerick las acogió con sumo gusto.

Por primera vez en su vida, Maya sintió que tenía una familia en la que ningún miembro la odiaba, sin embargo, la ausencia de sus padres y de su hermana mayor le dolía más de lo que quería reconocer. A la edad de trece años, recibió una carta en la que la invitaban a un internado. No estaba segura de irse pero la atraía la idea de aquella oportunidad que le habían brindado. Quizá, después de todo, alguien se había percatado de su inteligencia. Con ellos podría demostrar a su madre que era digna de ser su hija.

Sus años en el internado fueron un suceso de impresiones poco esperadas. Los acontecimientos que tenían lugar en el mismo, no hacían más que acrecentar su curiosidad. Rara vez sintió miedo, tampoco asco. Se ajustó a las normas a la perfección, respetando la rutina a rajatabla. Lo único que ansiaba, era ser partícipe de algo que hiciera que su cuerpo se cargara de adrenalina. Siempre le había gustado las emociones fuertes.

▲ Familiares:
» Emerick Ashes: Padre, 49 años. Relación.
» Galena Batthork Ashes: Madre, 49 años. Relación.
» Katja Ashes: Hermana, 27 años. Relación.
» Helena Ashes: Hermana, 24 años. Relación.
» Galena Ashes: Hermana, 15 años. Relación.
» Garrard Spikelton: Tío, 45 años. Relación.
» Katherine Ashes Spikelton: Tía, 46 años. Relación.




La convivencia es uno de los aspectos más importantes de la vida, saber encajar con otras personas, socializar, relacionarse, huir de la soledad. Pero la convivencia más importante, aquella que nunca ha de faltar, pase lo que pase, esa que debe funcionar a la perfección es la de convivir con nosotros mismos. Maya tiene un problema, uno que no se puede solucionar a corto plazo, uno que debe trabajar con todos los sentidos y todas las ganas para poder solventarlo. Y es que al conseguir convivir a la perfección consigo misma, al comprender que ella sola se basta y se sobra, al darse cuenta de que la independencia es la mejor compañera y la conciencia la más fiel consejera, ha perdido el interés en las demás personas.

Tiene muy pocos amigos, pero para ella son más que suficientes, ni los necesita, ni los quiere. ¿Por qué? Muy sencillo. Le ha costado mucho llegar a la conclusión de que, tarde o temprano, las personas que ahora forman parte de su vida se esfumarán en algún momento.

Se trata de una persona autoritaria, con unas reglas preestablecidas y muy difíciles de modificar. Se ha creado una rutina de la que no se permite escapar, si lo hace, no duda en autocastigarse. Por lo pronto, no le gustan las víctimas, la gente débil, las personas que se lamentan de sí mismas, que se agobian con facilidad, que carecen de resiliencia. Las considera una abominación, personas no aptas para vivir en este mundo, gente descolocada que busca un lugar que nunca conseguirá, porque no merecen vivir, son despojos humanos. En lugar de burlarse de la condición de estas personas, les ignora completamente, como si no existieran, porque a su parecer, eso sucederá algún día, ella misma estaría orgullosa de encargarse de ello.

No disfruta con el dolor ajeno ni con el sufrimiento de los demás, pero si eso es una condición necesaria para que sus objetivos se vean cumplidos, no lo pensará dos veces antes de actuar. Rara vez siente remordimientos de sus acciones, puesto que carece casi por completo de empatía.

Si hay algo que no tiene, son pelos en la lengua. Es mejor decir las cosas tal y como son, duelan o no, sin mentiras. La cruel realidad es la mejor medicina para mantenerse con los pies en la tierra, hoy y siempre, para ella y para los que le rodean. Y a quien no le guste, que se mantenga al margen.

De pocas palabras, breve, concisa, decidida. Rara vez se la verá titubear. Es impulsiva, jamás se arrepiente de nada, eso es para la gente cobarde, para los que no merecen más que la muerte.

Sueña con limpiar el mundo, con ser una líder de personas que tengan las mismas creencias que ella. Quiere envenenar a quienes fingen tener una vida perfecta, exterminar a los transigentes, hacer desaparecer a los que nunca tienen problemas y a los que no los dan. Le parecen demasiado aburridos.

Como bien se puede ver, tiene muchas aspiraciones. Pero lo que más desea en este mundo, es iniciar el camino que la llevará a conseguirlas, una a una.

▲ Virtudes:
» Leal
» Paciente
» Resiliente

▲ Defectos:
» Elitista
» Agresiva
» Impulsiva


▲ Pertenencias:
» Un colgante de oro con cada una de las iniciales de los nombres de su familia.
» Su libro favorito, titulado: Buenos presagios.
» Una fotografía de sus tres hermanas con ella.

▲ Enfermedades, Miedos y Manías:
» Sufre de Anorexia nerviosa.
» Tiene miedo de defraudar a su familia.
» Se lima las uñas varias veces al día para mantenerlas afiladas, que no bonitas y redondeadas.

▲ Habilidades:
» Agilidad
» Fortaleza
» Rapidez

▲ ¿Sabías que...?: (Curiosidades sobre el personaje)
» De no ser por la carta del internado, probablemente Maya hubiese elegido la misma profesión que su hermana Katja.
» Tiene la esperanza de conseguir la aprobación de su madre, algún día.

▲ Bienvenida a Whispers in the Dark.
▲ Tu número de habitación es 226.
▲ Puedes realizar el registro obligatorio, relaciones y cronologías.