Where are your manners? —PRIV. Maya Ashes [FB]

21 de Marzo

No estaba muy conforme con la opinión de una de mis compañeras. Su visión acerca de la experimentación en los animales chocaba demasiado con la perspectiva que yo tenía, sin mencionar que a Benny no le había agradado nada el escuchar a la chica narrar de manera extensa su punto de vista. Debía respetar que ella tuviese otra forma de pensar, pues de eso se trataba la convivencia entre los seres humanos, pero quería pedirle, al menos como un pequeño favor, que utilizara detalles menos gráficos mientras Benny estuviese presente.

Me aclaré la garganta antes de dirigirme hacia donde se encontraba la chica en cuestión. Maya era… especial, por decir poco. Tenía un sentido del humor particular que no me dejaba descifrar si bromeaba o hablaba en serio sobre algunos temas controversiales. Yo de vez en cuando decía babosadas pero nunca con la intención negativa para dañar a alguien, a menos, claro, que se tratase de alguien por el cual no siento nada de agrado, esperaba que esta conexión con mi compañera no terminara igual.

— ¡Hola! — saludos tontos como los que yo daba no tenían comparación. — Soy Xavier, de tu grupo, ¿me recuerdas? — pura formalidad, por supuesto que me recordaba, o eso esperaba, ahora es cuando sale con que ni siquiera sabía que yo iba en este internado. —Quería… quería hablarte sobre algo que te escuché decir en clase el otro día, sobre, ya sabes, usar a los animales como conejillos de indias y eso. — mostré una sonrisa mezclada con una mueca de cierto desagrado, tampoco era de muy buen gusto considerando las cosas que han estado ocurriendo en el internado, era casi como faltarle el respeto a las tragedias que rodeaban este instituto.

Publicado por Xavier D. Rhodes Sáb Sep 10, 2016 5:51 pm

Para satisfacción de Maya, la clase que había tenido varios días atrás había sido de lo más interesante. No solía participar demasiado en los debates, la razón no era la timidez, pues Maya carecía de ella, pero normalmente los temas que se trataban no merecían su atención tanto como el de aquel día. Lo más probable es que para ninguno de sus compañeros fuera una sorpresa la extravagancia de sus gustos. Se podía notar que ella era poco común y que su curiosidad no conocía límites, incluso a veces podía rozar el sadismo. Quizá no fuese buena idea manifestarlo ante un público que más tarde se dedicaría a juzgarla, pero lo cierto era que a Maya le importaba bastante poco lo que pudieran pensar de ella.

Tras exponer sus argumentos en clase, no le sorprendió que bastantes personas se mostraran en desacuerdo con ella. Maya aprovechó entonces para regodearse en los detalles escabrosos del proceso. Incluso se atrevió a hablar del peculiar olor de la sangre. Uno de sus compañeros se acercó a ella, cuando la chica se hallaba recogiendo su material para asistir a la siguiente clase. -Uhum -Dijo después de que el chico la saludase y le recordase de quien se trataba. No hacía falta mencionar que ella no era muy habladora y que, por lo tanto, le molestaba cualquier método de sonsacarle palabras por pocas que fueran. Maya era lo suficiente observadora como para reconocer las caras con las que se había cruzado alguna vez, sin embargo, a veces era un poco confuso relacionarlas directamente con sus nombres de pila. -Entiendo. -Dijo, aunque en realidad no lo hacía. -Te parece fatal mi punto de vista y necesitas saber desesperadamente que todo fue una broma y que en realidad no pensaba nada de lo que dije. -Amontonó sus libros en una pila, los recogió y los apretó contra su pecho. -Lo siento, pero hablaba totalmente en serio.

Publicado por C. Maya Ashes Mar Sep 13, 2016 2:39 pm

Me esperaba muchas cosas, muchas respuestas potenciales de parte de una chica bonita como Maya lo era, también, por esa personalidad que se percibía en el aula, me esperaba comentarios extraños que me hiciesen pensar si estaba todavía bromeando o sus puntos de vista eran verdaderos. El tener una réplica tan directa y concisa me desubicó por unos momentos. La sonrisa desapareció del todo mientras daba golpecitos leves contra la pared a mi lado, mis dedos buscando crear alguna melodía contra la dura superficie, una que pudiese llenar el silencio extremadamente incómodo que se había formado entre nosotros, casi extirpado de mi cuerpo.

— Oh, ok. —asentí, ¿qué más podía decirle? ¿Iba a meterme en algún argumento acalorado con la chica? Pues… sí, lo veía posible, pero primero quería considerar que tenía un poco de tacto y consideración por nuestros compañeros. — Acepto tu opinión, en verdad que sí, me enseñaron a tolerar todas las perspectivas, incluso las correctas. — ¿estaba siendo sutil? No, ¿verdad? — Pero verás, creo que tenemos un par de compañeros más susceptibles, incluso mi amigo, Benjamin, ¿le conoces? Es muy… rarito. —reí, Benny era rarito, sí, pero era mi rarito, si le usaba ahora era para poder ganarme más rápido a Maya. — Pues a él no le gustó lo que dijiste, y preferiría si no sé, tuvieras un poco más de cuidado durante las próximas clases, para no herir la sensibilidad de algunos. —me encogí de hombros, tratando de hacer de este encuentro lo más informal posible.

No entendía qué ganaba ella con este comportamiento, la situación en el internado era muy delicada y aparentar que los comentarios de esa naturaleza no dañaban a algunas personas estaba mal, muy mal. En verdad que no quería complicar mi relación con ella pero tampoco me iba a quedar tranquilo, seguro que algún profesor le podría poner en perspectiva si no lograba hacerlo yo.

Publicado por Xavier D. Rhodes Vie Sep 16, 2016 12:15 am

No, no cedería, ¿por qué habría de hacerlo? Maya no era una chica común y corriente, lo sabía, lo sabían. ¿Acaso tenía que cambiar su manera de pensar y comportarse para agradar a los demás o evitar malas miradas? Definitivamente, no. Se balanceó a sí misma de forma distraída, columpiándose sobre sus talones mientras abrazaba los cuatro libros que acababa de recoger de la mesa. No tenía pelos en la lengua, decía las cosas tal y como eran, sin filtros, sin importar si hacían daño o no, eran palabras o pensamientos que habían rondado por su cabeza, como consecuencia, para la chica eran una realidad bastante clara. ¿Por qué no iba a escupir todo lo que sentía y le oprimía el estómago? Mejor fuera que dentro.

Maya se esforzó por sonreír a aquel chico, una sonrisa que se notaba que era forzada, lo intentó pero no salió tan bien como hubiera deseado. -Pues no lo parece. -Espetó con más brusquedad de la deseada. Suspiró al darse cuenta de lo rudo que había sido su comentario. -Mira, lo siento, pero ya es hora de que tú y tus amiguitos os deis de bruces con el mundo real. -Explicó con toda tranquilidad. -No sé que tipo de películas veréis o habréis visto, pero resulta que no molesta ver sangre en esos casos, cabezas cortadas, cuerpos mutilados... ¿Por qué? ¿Por qué es Ketchup? -Negó con la cabeza. -En el mundo real eso también ocurre, y lo único en que se diferencia la sangre del Ketchup es en el sabor, no sé si me explico... -Alzó ambas cejas, esperaba haber aclarado el asunto. Con todo lo que estaba sucediendo en el internado, hablar de experimentos con aimales debía de ser algo de lo más natural, no un tema que hiriera la sensibilidad de algunas personas. Blandengues. Débiles todos. Se sintió asqueada por un momento, asustada de que todo aquello pudiera pegársele. -Os sugiero que os preocupéis más por vuestras vidas y menos por lo que puedan herir unas simples palabras. -Ladeó la cabeza, mirándolo con ojos llenos se conocimiento, repasó todas y cada una de sus palabras, todas eran perfectamente lógicas.

Publicado por C. Maya Ashes Mar Sep 20, 2016 1:02 pm

Mi carácter fue cambiando conforme la chica siguió hablando. Se sentía muy segura de sus palabras, confiada y con cierto aire de superioridad que veía como incorrecto teniendo en cuenta la situación del internado. Creía saber nuestras vidas y vivencias, como si hubiésemos vivido encerrados en alguna burbuja impenetrable donde la crudeza del mundo nunca ha llegado a impactarnos de manera frontal, justo a nuestros rostros, estampándonos contra el asfalto. Me enfurecí casi al instante por todo lo que asumía, de mí y de Benny, y todo aquel al que no le agradase escuchar las retorcidas descripciones que Maya decía en mitad de la clase.

Había mejores frases que decir, argumentos con fuerza que podían contradecir su punto de vista a la perfección, también podía hacer algo tan sencillo como desearle un buen día, darme la vuelta y no volver a hablar con ella por el resto de mi existencia. Oh, pero no, no, nada de eso fue lo que hice, en su lugar inicié mi respuesta con un claro y conciso:

— Eres una perra. Lo siento, pero esa es la realidad. Eres una persona desagradable que no se pone a pensar en el resto de sus iguales. —y recalqué esa palabra, que no se creyese todo el teatrito de que ella podía ser superior a alguno de ellos, tal vez un par habían tenido pasados tranquilos pero el hecho de que todos ellos estuviesen aquí por aceptar la invitación a un internado que les aislaba en su totalidad de su familia, era básicamente porque algo iba mal con ellos. Nadie era ajeno al dolor que seguía hiriendo en el presente de cada uno. Y Maya no veía eso, no, le valía la situación por la que los demás estuviesen pasando.

— ¿Qué pasaría si un niño te escuchara? ¿Le vas a decir que abra los ojos y deje de ser un tonto inocente? ¿Le vas a hacer escucharte hablar sobre experimentos y la debilidad humana? — ¿para qué rayos preguntaba eso? ¡Seguro que sí! ¡Seguro que Maya se carcajearía con las lágrimas del infante.

— El hecho de que te pida esto no significa que he llevado una vida color de rosa, ¿me entiendes? Y sé muy bien como luce la sangre, el aroma que queda en tus dedos cuando se manchan de ésta… eso no quiere decir que desee repetirlo, eso no quiere decir que quiera que el resto lo viva. — me atreví a contar, no porque estuviese buscando un momento de comprensión o empatía, sino para callarle la boca.

Publicado por Xavier D. Rhodes Vie Sep 23, 2016 9:26 pm

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