I promise... [Katherine]

Vestuario: Gafas y orejeras de trabajo, ropa negra.
Fecha: 27 de mayo, por la mañana
Lugar: Patio

- Ni cinco minutos libres, ¡ni cinco minutos!- se quejaba la joven al escuchar que tenía que ir a cambiar las luces de secretaría ya que las bombillas habían dejado de funcionar. Venía de coger la caja de bombillas pero antes de eso había tenido que arreglar un interruptor de una de las habitaciones, ¿qué harían esos adolescentes para destrozar todo?

Caminando algo encorvada, como de costumbre, se acercaba al interior del edificio. Algún que otro adolescente la miraba, tal vez por sus andares, tal vez por las gafas anaranjadas o tal vez porque llevaba unas orejeras de obrero en el cuello, ¿pero dónde los iba a dejar? tarde o temprano los terminaría usando. Jacqueline devolvía una mirada desafiante a aquellos que la miraban, no tenía ganas de tener una amistad con un adolescente, suficientes había conocido y veía a diario para encima entablar una conversación.

Lugar: Secretaría

Sin que llegara a pasar mucho rato, llegó a secretaría, suspiró con fuerza e iba a dar dos golpes en la puerta, que estaba abierta, con la mano que tenía libre ya que con la otra sujetaba la caja con las bombillas. – No puede ser…- paró en seco, observando a la chica que había dentro, era una de las pocas personas que no pensaba que volvería a ver, alguien que había hecho cambiar su vida totalmente por una simple promesa.

Aprovechando que la chica no miraba, Jacqueline la seguía observando incrédula “¡Es qué no puede ser!” le decía una vocecilla “¡Pero, maldita sea, tiene qué ser ella!” le decía otra.
Pasándose la mano por la cara, con agobio, decidía como llamar, como saludarla, ya habían pasado años, tanto desde que se conocieron, como de su último encuentro y demasiados desde que Jacqueline se enamoró. “¡Han pasado más de diez años y sigue teniendo ese jodido efecto en mí!” no lo podía negar, cuando empezó a notar ese “efecto” ni habían hablado pero no era una cosa intelectual, era algo más místico, como si notara que sus almas tenían esa química especial, esa química que provocó que se encontraran años más tarde y la misma que hizo que se encontraran en ese internado.

- Perdona, si no vas a pasar, tengo que dar este papel.- un adolescente le mostraba un papel en sus manos pero Jacqueline no podía permitir que le interrumpiera ese momento, quería estar a solas y mucho menos quería que fuera un saco de hormonas quien le interrumpiera. – Lo siento pero voy a entrar yo, si quieres ya se lo doy yo.- le sonrió Jacqueline distraídamente, como no iba a estarlo teniendo a quién tenía a unos pocos metros – Pero necesita saber mi nombre.- la joven le miró rápidamente, - Pues dímelo.-

El adolescente, con duda en su mirada asintió – De acuerdo, dile que es de parte de John Kinnigan de tercero.- Jacqueline volvía a estar distraída, mirando hacia adentro pero cogió el papel y lo puso sobre la caja de bombillas – Muy bien… de parte de Tom.- hablaba sin demasiado sentido – Es John no To…- Jacqueline interrumpió – Que sí, que sí, no te preocupes.- miró al chico y le dio un par de palmadas en la mejilla sonriéndole – Ahora, voy a trabajar, ¿vale?- John, confuso, asintió y se fue sin saber bien que hacer, cosa que Jacqueline ignoró volviendo a su misión, tanto personal como laboral.

Decidida a todo dio un par de golpes a la puerta, - Buenos días.- dio la sonrisa más amplia que podía dar, - ¿Se puede pasar?- preguntó fingiendo no fijarse en quién era la chica que tenía enfrente. – He venido a cambiar las bombillas,- levantó la caja mostrando que realmente era lo que decía – y a traer un papel de un Tom de tercero.- continuó vagamente sacando el papel de la caja, por lo menos recordaba el curso del chico.

Publicado por Jacqueline C. Haught Sáb Sep 17, 2016 9:15 pm

Estaba encaramada sobre una de las sillas, buscando en lo más alto de los estantes los títulos de sus archivadores, mientras en su mano derecha cargaba otro par más con fechas similares. Con la situación de la vuelta a clases, varios docentes buscaban continuar con las materias pendientes, y ello significaba retomar el material que habían dejado. Sin embargo, la encargada de ello era Kate, ya que desde su llegada había dedicado día y noche a organizar la secretaría después del desastre de la secretaría anterior. Así que no iba a ser una tarea complicada.

-Adelante- respondió sin prestar atención a la puerta, intentado alcanzar el material de la clase de biología y música –Es la que está ahí, cerca de la ventana. La he pasado a llevar sin querer, perdona las molestias – continuaba leyendo los títulos de los archivadores, dando con el del taller de carpintería. Ahora solo quedaba el de pintura.

Descendió con cuidado, evitando caer de bruces con el material porque temía estallara en un sinfín de papeles, que ahí sí que tendría trabajo de sobra. Dejó la pila sobre su escritorio, y busco devolver la silla donde pertenecía. Así de organizaba resultaba Kate. Ahora rescataba otro par de archivadores, pero vacíos para colocar las copias que habían pedido de cada cosa. Entonces abrió la primera carpeta y en conjunto a su agenda, fue sacando aquellas guías específicas, dejándolas a un costado y anotando la cantidad de copias de cada una.

-¿Habías dicho algo?- preguntó luego de un rato, aún ensimismada en su labor, sin levantar el rostro –Algo sobre un alumno… tal vez... em- trastabilló sin poder recordar el nombre ni nada de lo que la persona le había comentado. Dudando si era algo urgente, tomó las guías y se encaminó en dirección a la fotocopiadora, dejando el primer documento encima y presionando la cantidad necesaria. Entonces fue que volvió la vista hacia mujer, notando vagamente su rostro debido a las gafas y poca iluminación del lugar. Había una sensación familiar en ella, pero que Kate no podía ubicar.

Publicado por Katherine Beauchamp-Frase Dom Sep 18, 2016 11:22 pm

Jacqueline observaba atentamente a la joven, que estaba subida en una silla, cosa que aprovechó para observar la anatomía de la chica que había hecho de su vida una cosa totalmente diferente. Era imposible no reconocerla, había mirado demasiadas veces ese cuerpo para no hacerlo.

Cuando la joven le dijo qué bombilla era, Jacqueline asintió y se acercó a la ventana, ya por la cercanía de la bombilla, aprovechó para mirar por la ventana soltando un fuerte suspiro. – No pasa nada.- respondió Jacqueline deseando que la chica que tenía a pocos metros se diese la vuelta.

En cuanto Jacqueline escuchó a la chica bajar de la silla, se dio la vuelta para mirarla de cara aunque esta parecía muy centrada, ni la miraba “¿Cuándo te girarás? ¡Maldita sea!” se quejaba poniéndose nerviosa al ver que trabajaba como si Jacqueline no estuviera ahí, tal vez lo hacía por respeto, tal vez por despiste pero lo único que estaba asegurado es que Jacqueline estaba cada vez más tensa, dando un bote cuando por fin le habló. – Sí.- fue lo único que pudo responder.

¿Cómo podía ser posible que una persona que le había visto robar en directo le pusiera tan nerviosa con unas simples palabras? La parte buena era que Jacqueline sabía mantener el tipo, intentaba estar serena y respondió con naturalidad – Tom, de tercero.- repitió, que, por suerte, volvió a decir bien el curso del adolescente.

La chica se fue hacia la fotocopiadora, Jacqueline no sabía que más decir ni donde dejar el papel y aún menos cuando vio que la joven estaba mirándola pero no decía nada, “¿No te acuerdas de mí?” se decía internamente “No me hagas esto, ¡soy yo la que se está haciendo la despistada!” meditó “¿Ahora qué hago?” y volvió a meditar hasta que se levantó las gafas poniéndoselas sobre la cabeza, - Te dejo el papel encima de la mesa.- dijo sin mirarla y haciendo lo que acababa de decir.

“Está bien, si no me vas a reconocer tú, lo haré yo.” Se dijo a si misma suspirando y mirándola, - Voy a cambiar la bom…- calló un par de segundos - ¿Katherine?- miró a la secretaria levantando una ceja y al instante sonriendo fingiendo sorpresa, aunque realmente tenía esa duda desde que la había visto - ¿Qué haces aquí?- se acercó a ella para tener una conversación más cercana, sin saber que iba a pasar ahora o qué le iba a decir después de tantos años. Al final, su plan había resultado mejor que fingir un desmayo por no ser ella la que reconociera primero a la otra, cosa que no descartaba hacer, ese plan lo guardó para otro momento.

Publicado por Jacqueline C. Haught Lun Sep 19, 2016 8:45 pm

Ser despistada era gran parte de la esencia de Katherine. Continuaba como si nada con su labor, cambiando las guías mientras rescataba las copias, contaba y ordenada sobre su escritorio. A pesar de ello, mantenía interés por lo que la joven comentaba acerca del alumno, ya que seguramente tenía que ser algo urgente si le había enviado un papel a ella.

-Sí, déjalo ahí. Gracias- respondió, ensimismada batallando con el teclado de la fotocopiadora que se había quedado pegado. Algo que sucedía muchas más veces de las que le gustaría, seguramente debido a sus años de uso y anticuada tecnología. No sabía cómo era posible que pudieran mantener a la cantidad de gente en el instituto, pero eran incapaces de comprar una fotocopiadora nueva (o menos usada).

Iba a dejar de lado lo que estaba haciendo para poder echar un vistazo a la hoja del supuesto Tom de tercero, cuando al oír su nombre, debió voltear encontrándose de frente con una imagen completamente familiar. Fue un viaje corto hacía el pasado. Ahí estaba ella, de vuelta en Liverpool, eran casi las 10 de la noche, horario habitual en que volvía a su departamento después del trabajo. Subió las escaleras, buscando no tropezar con las latas y la basura acumula de los molestos vecinos del segundo piso. Una vez en su pasillo, estaba preparando las llaves para abrir la puerta, pero para su desgracia, ésta ya se encontraba abierta. Con el terror y la rabia inundando sus mejillas, encendió la luz a fin de descubrir el desastre que le habrían dejado. No entendía que hacían en su habitación, si no contaba con nada de valor que pudiera ser al menos vendido en el mercado de segunda mano. Para su sorpresa, quien aguardaba dentro no era un ladrón cualquiera.

Demoró un par de segundos en reaccionar –Jaqueline- masculló, sin creerlo. Analizó el lugar asegurándose que estaba en su oficina y no en su antiguo departamento. Solo por instinto retrocedió, bajando las carpetas hasta su escritorio. –Vaya sorpresa. Lo mismo debería preguntarte ¿Cómo…? Esto….-debió recordar cómo era hablar normalmente con alguien –Perdón, no te reconocí con las gafas y eso. Estoy trabajando aquí desde hace dos años ¿Cuánto llevas tú?- Era imposible que dentro de todo ese tiempo, no hubieran topado antes, algo prácticamente improbable considerando que estabas obligado a transitar los mismos lugares una y otra vez, al menos haberse visto en el comedor o áreas comunes.

Publicado por Katherine Beauchamp-Frase Lun Sep 19, 2016 10:59 pm

Jacqueline miraba entretenida como Katherine empezaba una guerra contra la fotocopiadora, era divertido verla así pero realmente esa máquina parecía no ser demasiado nueva, seguramente no tendría ni garantía. Por unos segundos se planteaba ayudarla, no había trabajado mucho con impresoras pero no sería tan difícil pero en ese momento la chica la miró.

Esa sorpresa que mostró Katherine al verla hizo a Jacqueline recordar el día en el que todo cambió. Por unos segundos se sintió como si su alma hubiera desaparecido de allí, enfrente a esa mirada que tanto recordaba…

Flashback

Llevaba días fijándose en un pequeño departamento, era pequeño y no parecía tener gran cosa pero después de estar robando durante años Jacqueline había aprendido algo: las apariencias engañan. ¿Quién le decía que no vivía un hombre rico guardando sus bienes más preciados en un piso que pasaba tan desapercibido como una mota de polvo en el viento?

La noche había llegado y las luces del piso no se habían encendido ni una vez, estaba vacío, eso lo sabía por seguro, Jacqueline llevaba bastantes días esperando a ver a qué hora se encendían y apagaban las luces, tenía una media hora antes de que llegara el dueño del departamento, lo justo para que los vecinos no se alteraran de que hubiera llegado antes de hora y para poder coger lo que sea antes de que llegara nadie más.

Jacqueline iba vestida de negro con un gorro a conjunto que llevaba desde que era adolescente, sus botas negras y una camisa de tirantes negra debajo de la chaqueta.

Subió intentando no hacer mucho ruido a la puerta y, asegurándose de que no hubiera nadie cerca metió un punzón por la entrada de la llave mientras la empujaba suavemente hasta que la puerta cedió. Ajustó la puerta detrás de ella sin llegar a cerrarla por si tenía que salir corriendo y se puso a mirar con la ayuda de su linterna.

- No fastidies…- todo a su alrededor no parecía ser de gran valor. Miró los cajones, en el armario incluso dentro de la nevera pero nada. No se podía creer que no hubiera nada, siempre había alguna cosa con valor aunque fuera una sola cosa. Se agachó a mirar debajo de la cama pero seguía sin haber nada y, cuando se levantó, la luz se encendió, asustando a Jacqueline, que se dio la vuelta apuntando a la persona de la puerta con una pistola. – Mierda.- fue lo único capaz de decir al ver a Katherine enfrente de ella, no se lo podía creer, la única persona que había hecho a Jacqueline sentir que no podía tener todo lo que quería estaba viéndola robar en su propio piso.

Al momento bajó la pistola, no iba a engañar a nadie, no era de verdad. Sabía bien que la multa por robo no se parecía en nada a la de entrar en una casa amenazando con una pistola así que llevaba una de juguete pero que parecía real, era impresionante la similitud con la que hacían algunos juguetes.

No sabía qué hacer ni que decir, se quedó mirando a Katherine, asustada de su reacción más que de lo que podría llegar a pasar si avisara a la policía y esperó a que fuera ella la que dijera algo.

Actualidad

Katherine recordaba su nombre, como no iba a hacerlo, pero Jacqueline le dio una sonrisa cuando lo pronunció. Pero vio como retrocedía, alterada y la joven la miró frunciendo el ceño sin acabar de entender lo que estaba pasando, ¿le tenía miedo? Al momento le respondió sin parecer que hubiera tanta tensión y eso alegró a Jacqueline, - ¿Qué?- rio cuando Katherine no sabía cómo continuar la frase, le encantaba la torpeza de la chica.

Levantó los hombros ante el comentario de sus gafas – No pasa nada, nunca me habías visto con gafas, es normal.- sonrió continuando con la respuesta – Menos que tú, bastante menos en realidad, no llevo mucho más de medio año.- Se sentó en la mesa, era algo que siempre hacía cuando hablaba con alguien con quién se sentía cómoda aunque Katherine hiciera que sus fuerzas se fueran y que el miedo la inundara.

- Bueno, cuéntame, ¿qué ha sido de tu vida todo este tiempo? ¿Y qué es vivir en un sitio como este?- se rascó la nuca sin saber si debía decir algo más, Katherine cambió completamente su vida y merecía saberlo. – Por cierto, muchas gracias.- dio media sonrisa, aunque con la cabeza algo baja por el miedo que le provocaba el qué podría responder ella, - Gracias a ti me puse a trabajar, por eso estoy aquí y sin robar nada.- la miró con una cara que desde la adolescencia no ponía, cuando agradecía a alguien el haberle hecho un favor.

Vestuario del Flashback y comparación con la adolescencia:

Publicado por Jacqueline C. Haught Lun Sep 26, 2016 6:43 am

Publicado por Contenido patrocinado