Colosal

Recuerdo del primer mensaje :

Apenas había logrado dormir, y al hacerlo, se despertó con una capa de sudor en su cuerpo, la respiración agitada y la mirada perdida. No se volvió a dormir. Quizá había dormido una hora o media, no recordaba bien, solo había visto en un momento que era la una de la madrugada, y ya eran las cuatro. Había dado vueltas en su cama, había puesto el tema de su cajita de música, había leído un libro que siempre leía para poder dormir, nada, pero tampoco quería volver a dormir. Paso una mano por su frente, sus ojos estaban abiertos, su cuerpo estaba cansado. Quería detenerse, quería detener sus pensamientos, sus miedos y sus preocupaciones.

Se puso de pie en la cama, y fue a tomar una ducha aprovechando que nadie las estaría usando en ese momento, se tomo todo su tiempo, dejo que el calor del agua golpeara contra su espalda, relajando sus músculos, dejo que el vapor subiera hasta sentir que ya no podía respirar. Termino de enjuagar su cabello y salió. Esperaba haber tardado lo suficiente para poder perder mas tiempo antes de que la hora del desayuno llegara, pero parecía ser un caso perdido, solo había estado menos de media hora bajo la ducha, lo que no servía de nada. Regreso a su habitación, ya tenía puesto el uniforme, estaba lista para comenzar un día al que aún le faltaba por llegar. Se quito la ropa de manera repentina, abrió su armario para sacar su propia ropa y se vistió rápido, tenía que hacer algo o su cabeza explotaría.

Ya fuera de su cuarto fue hasta las cocinas, tomo una manzana y salió afuera. Hacía mas frío del que había pensado. La joven que tenía unos pantalones de algodón, una remera manga corta y un buso arriba, se cruzo de brazos para poder mantener el calor. El viento azotaba con fuerza, mas cerca del lado, su cabello se movía de un lado a otro, se enredaba entre si, los rulos comenzaban a asomarse, y odio sentir aquel frío por tener el cabello húmedo, pero imagino que con ese viento se secaría mas rápido de lo que era capaz de imaginar. Se sentó ni bien llegó a la orilla del lago y comenzó a mordisquear la manzana. Aún no amanecía, faltaba para que esa hora llegaba, dejo caer su cuerpo hacía atrás, y observo como las estrellas esperaban el momento para desaparecer del firmamento.

Publicado por Calliope C. Rohmer Dom Nov 22, 2015 1:13 pm

En ese mar de confusión, nervios y preguntas, la felicidad barría todo. Nate siempre había sido su mejor amigo, solo que ahora no lo miraba como tal, no estaba bien segura de lo que estaba pasando entre ambos, pero confiaba en que juntos iban a llegar a algo. Tampoco quería pensarlo mucho, a veces le gustaba improvisar, ser espontanea, no tener las cosas planeadas y esperar que al final todo saliera bien, y en caso de que no se encaminaran para ese lado, ella misma empujaría. Solo quería pensar en ese momento, y en lo mucho que le gustaría que se detuviera el tiempo mientras los rayos de sol de aquel día alumbraban la cara de Nate, y sus ojos mostraban un atisbo de cuan profundos podían llegar a ser.

Agradece que fuera él quien dijera aquellas palabras, porque no tenía idea de como expresarlas, si debía, si correspondía. Siente que su mano es pequeña mientras recorre la mejilla del joven hasta que llega a los labios, los acaricia con suavidad. —Yo tampoco pensé que fuera así .... me gusto— Reconoce y sus propias mejillas toman colores rosados al admitir aquello, que en otro momento hubiera jurado enterrarlo en el cementerio del internado. Toma aire pensando aquellas palabras, a ella le encantarían tantas cosas más. La encantaría que ese momento durara por siempre, le encantaría volver a besar aquellos labios, le encantaría nunca tener que irse de allí, le encantaría poder expresarse con calma, le encantaría tener las palabras exactas que tocaba decir en el momento.

Se tiene que sentar para poder pensar un poco mejor. Mientras estaba perdida en el mundo de Nate, el cielo había tomado unos colores naranjas dignos de un cuadro y el agua del lado los reflejaba tal espejo. El sol salía forzando a la joven a entrecerrar su mirada para no quedar ciega. No quería sentarse, pero lo necesitaba, necesitaba un momento lejos de su perfume tanto como ahora sentía que lo necesitaba a él. Gira su rostro para mostrarle una sonrisa, y busca tomar su mano. —No creo que necesitemos que nadie nos diga que va a pasar. Lo resolveremos— Responde regresando la mirada al lago. Debía ser uno de los últimos días de otoño, aún la nieve no caía, pero el destino les brindaba aquel hermoso día. Callie no podía pedir más. —Lo resolveremos juntos, pero— Se muerde el labio inferior antes de largar lo último, dubitativa, en vano, no tenía sentido dudar de eso y acabaría por pedirlo de todas formas. —Prométeme que no va a haber más secretos entre nosotros, ¿Si?—

Publicado por Calliope C. Rohmer Sáb Dic 12, 2015 3:30 am

Esos pequeños comentarios de Callie le hacían sentir sensaciones inexplicables en su estómago. Parecía un niño pequeño, un infante que abre los regalos por primera vez, que admira la belleza de las cosas por primera vez, que siente los latidos desbocados y sensaciones físicas por primera vez. Lo cierto de todo es que estaba experimentando cosas nuevas gracias a Callie, quizás era algo tan simple como un beso o como el contacto físico, pero todo se magnificaba al tratarse de la castaña. Nate nunca imagino que aquella chica, a la cuidaba como si se tratara de la pieza más delicada de cristal, despertara tantas cosas y ocasionara que su mente y su cuerpo se desconectaran por más tiempo del que debería ser. Separarse, definitivamente, había sido una buena opción ya que Nate solo quería ser bueno para ella, en cualquier sentido, no se perdonaría dañarla.

—Y a mí, créeme que a mí también—. Sus palabras suenan más honestas de lo que podían llegar a ser pero en parte eran así; puras y honestas. Nate trata de que ella entienda que no miente y que había sido, hasta ese momento, el mejor beso de toda su vida. Aún podía recordar la suavidad de los labios de Callie, su cabello, la forma de su cintura, su tez lisa y perfecta, el aroma que incluso había quedado impregnado en él. El chico sonríe de lado, le parecía muy tierno verla así, sonrojada. —Igual que me encantaría verte así por mucho tiempo. Sin ánimos de que los chicos de lacrosse vean que su capitana es capaz de sonrojarse—. Nate suelta una pequeña risa, sabía que a Callie no le gustaba demostrar tanto en público.

Nate se sienta justo cuando la chica toma su mano. Él la ve concentrado en lo que va a decir, Call siempre era la que hallaba las soluciones entre ambos así que Nathaniel consideró que preguntárselo, de manera directa o indirecta, no había sido una mala opción. El chico asiente con una leve sonrisa —Si, creo que podemos resolverlo—. O quizás ya la respuesta estaba ahí solo que era complejo llegar a ella. —Pero...—. Nate la ve con curiosidad esperando que termine aquella frase. Frunce el ceño a la espera, no le gustaba que ella omitiera cosas. Su respuesta final lo hace sonreír, él pasa una mano por su cabello y niega —Nunca van a haber más secretos, lo prometo—. Aunque un nudo se tensa en su estómago, hay ciertas cosas que él prefería no decir, cosas muy personales que no tenían que ver con Call.

Nate ve el amanecer que cada vez se alza con más fuerza, el espectáculo era perfecto, no podía negarlo. El chico gira de nuevo a Callie y toma un respiro. —Es mejor irnos, Rohmer. Pronto tendremos que ir a clases y no quisiera que te quedaras dormida en el intento—. El chico le da un beso en la frente y se levanta, tiende su mano para que ella la tome.

Publicado por J. Nate Seeber Sáb Dic 12, 2015 10:18 am

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