Byronic Hero (Clase Libre)

24 de febrero por la mañana

Clase, clase, clase. Estaba bastante emocionado ese día con dar clase, tocaba uno de sus autores favoritos. Sabía que allí había gente de todo el mundo pero si había que hablar del Romanticismo estaba claro como el agua para él de cual había que hablar. Vestido con su uniforme de profesor. Cosa que todavía no acababa de entender, pero no le molestaba: Menos que pensar por las mañanas. Había desayunado bien y como siempre, había llegado puntual. Era la primera clase de la mañana así que algunos alumnos tenían aspecto de estar todavía algo adormilados pero no le importaba. Si algo tenía Mark contagioso (Aparte de cierto incidente que es mejor no mencionar hace cinco años en África pero del que estaba completamente curado) era su energía. Parecía por momentos más emocionado que un niño ante su juguete nuevo.

No podía evitarlo, ver tanto joven, probablemente inteligente, atendiéndole era algo estimulante. Daba igual que realmente la mayoría estuvieran todavía en plena fase REM o pensando en las musarañas, con pensar que era así ya le bastaba.

-Bien ¡Buenos días, alumnos, alumnas, cosa indetederminada pero decididamente humana de la tercera fila! Hoy empezamos el Romanticismo y no se puede hablar de Romanticismo en inglés sin mencionar a Lord Byron. ¿Os suena? Un tipo con una vida apasionante. Nació con los pies deformes, en la universidad tuvo un mono de mascota  y era un campeón en esgrima y boxeo. Se liaba con chicos, con chicas... básicamente con cualquier cosa que se moviera. Menos el mono, claro. Creo. Las biografías no lo mencionan -dijo haciendo un gesto vago con la mano quitándole importancia al asunto mientras fruncía el ceño. No era hora de especular sobre si Lord Byron le iban esas cosas.

-Se casó pero se acabó separando porque se liaba con su medio hermana, además recibía acusaciones de sodomía (Completamente fundadas), locura (Ya más debatible) y poemas antipatrioticos, apoyaba a los revolucionarios y los católicos. Los que seais irlandeses comprenderéis porque esto último no era muy buena idea por esa época. Tras eso decidió largarse a vivir aventuras por Europa, acabando enrolado en rebeliones en Italia y Grecia, donde finalmente moriría. Cogió unas fiebres y le pusieron sanguijuelas hasta desangrarlo. Moraleja: No os vayáis nunca la guerra, no acaba bien.

Durante un momento los que estaban más cerca de la mesa del profesor quizás pudieron ver una sombra en sus ojos, puede que su sonrisa se congelara de manera poco natural durante apenas un instante. Pero siguió como si nada hubiese pasado.
-Así que con esta superresumida versión de su vida os podéis hacer una idea de la clase de persona que era y la clase de poesía que podía hacer. ¡PREGUNTA! -exclamó levantando la voz sensiblemente mientras paseaba entre los pupitres al estar justo al lado de uno que se había dormido- ¿Qué es un héroe byroriano? Y cuando alguien lo diga, decidme todos los ejemplos que se os ocurran.

Publicado por Mark Pratchett Miér Abr 13, 2016 6:41 pm

Publicado por Giannina I. Visconti Jue Abr 14, 2016 3:30 am

Grace se encontraba sentada al lado de Giannina. Su cuaderno aún estaba cerrado, su bolígrafo sobre el mismo, aún sin abrir. Miraba al profesor con la espalda pegada al respaldo de la silla y las piernas cruzadas, tratando de llenar su mente con las palabras que el mismo estaba diciendo. Era lo que venía haciendo por días. Pasar de fingir estar prestando atención, a prestar toda su atención. Últimamente sus pensamientos siempre terminaban en lo que estaba ocurriendo en el internado o peor, en aquella noche. La reacción que tenía cada vez que pensaba en eso era la misma que si abrieran una ventana y una corriente de aire helado llegara a ella.

Humedeció sus labios ante la pregunta que el profesor había dirigido hacia los estudiantes. Grace esperó paciente a que alguno de los demás compañeros que tenía dijeran la respuesta como los nerds que eran mientras ella miraba sus uñas de un color rojo. No estaba demasiado interesada en ser ella quien dijera la respuesta, y, esa vez, sabía la misma. Debía ser una paradoja que la rubia quien se suponía que debía ser la niña tonta del grupo supiera la respuesta que nadie más estaba mencionando en voz alta, pero era lo único que había sido capaz de hacer la semana pasada, deberes y leer cosas que verían esa semana. Había sido algo productivo, si se lo notaba en ese preciso momento.

Levantó la vista a sus compañeros y tras un momento de silencio dijo: —Un héroe byroniano es aquel que es tan perfecto como imperfecto. Es decir, el lector lo ve como algo perfecto, una meta que nunca llegaran a ser, pero que, a la vez, tiene sus defectos, como tener una tendencia autodestructiva.

Había leído esa información la semana pasada, y en su mente había recordado a Jack por una milésima de segundo antes de descartar la idea dado que ella no lo idealizaba, todo lo contrario, aunque aún tenía que hablar sobre el joven con respecto a lo que había pasado. Recordaba eso, dado que ahora le tocaba dar los ejemplos a la definición, corta y simple, que acababa de dar, y que esperaba que el profesor completara para que la atención fuera a parar a otro alumno.

—Supongo que no ha leído Crepúsculo o Cincuenta sombras de Gray— Acaba diciendo, pestañeando varias veces con fingida inocencia. Ninguno de los personajes masculinos de esas historias eran héroes literarios, pero que estaban idealizados, lo estaban, además de que tenían sus imperfecciones, y contaban con todas las características que tenían dichos héroes. Seguramente eran el sueño de todas las mujeres que no podían aspirar a nada mejor. Problema de todas las mujeres que no eran como ella o como Giannina, a quien le mostró una pequeña sonrisa. Ahora ya había hecho una buena acción al hablar en clase, podría volver a su vida de "no tengo idea de lo que el profesor esta diciendo", por lo que abrió su cuaderno y simuló estar atenta a cualquier información que se dijera a continuación.

Publicado por Grace L. Edwinson Jue Abr 14, 2016 10:36 am

Al final alguien respondió. Menos mal, nada quedaba peor que quedarse colgado en algo así, como cuando intentas chocar los cinco y te dejan con la mano ahí hasta que la vergüenza te puede. Él era el tipo de personas en lo que eso tardaba en suceder pero siempre hay un límite. De todas formas, había notado menos entusiasmo del que esperaba entre los alumnos. Era posible que muchos de ellos fuesen de esos alumnos de ciencias que miran con condescendencia las asignaturas de letras, considerándolas inútiles en la vida real. Bueno ¿Qué podía hacer él para cambiar eso? La gente era como era pero mientras hubiese una persona interesada en la clase, merecía la pena esforzarse, ignorando las miradas de los que evidentemente no tenían intención de atender a la lección.

-¡Premio para la señorita rubia de cuyo nombre no me acuerdo! ¿Me lo puedes decir? -preguntó mientras se sentaba finalmente en su escritorio y sacaba la lista de alumnos. La chica se merecía un punto positivo, él era de esos profesores que le daba bastante peso a esas cosas. ¿El hecho de saberlo? No era tan importante, probablemente varias personas más lo sabrían y habían decidido no decirlo. El auténtico valor era echarse para adelante y dar una respuesta, aunque sea equivocada. Como dice el lema de los SAS: ''Who dares wins''. Una vez hizo eso se levantó y volvió a pasear entre los pupitres de los alumnos a la vez que explicaba. Era algo casi inevitable en él: Tenía que dar clase andando. Así los de las últimas filas no se fiaban del todo.

-Hay una serie de rasgos que se pueden enumerar para identificarlo, se podría decir que es el precursor de la figura del antihéroe. Aparte de lo ya dicho, suelen ser sofisticados, inteligentes, unos ''fuera de ley'' y rasgos oscuros como el cinismo, la arrogancia o el deseo de soledad. Tienen a su vez normalmente un gran atractivo sexual. Se les llama héroes byronianos tanto por ser creados por Lord Byron como por el hecho de que él mismo es uno. El predecesor más aceptado es la figura de Lucifer en ''El paraíso perdido'' de John Milton.

Se aclaró la garganta mientras fruncía el ceño, pensando en los ejemplos que le había dado la chica. Casi parecía que estaba haciendo cuentas numéricas en su cabeza. Él era de esa clase de gente que era bastante expresiva con su rostro. ¿Lo bueno de eso? Que era completamente consciente. En el mundo del engaño parecer muchas veces una persona incluso más alegre y bobalicona de la que en realidad eras es algo de un valor inestimable.

-No, no los he leído, pero sí estudios sobre ellos. El caso de Edward Cullen es correcto, el otro no. ¡CURIOSIDAD! -exclamó tratando de despertar a otro estudiante dormilón- 50 Sombras de Grey fue en su origen un fanfic de Crepúsculo, el nick de la autora era Snowqueen Icedragon. Una editorial lo leyó y quitando todo el rollo de vampiros ¡PUM! Best-seller. Moraleja: Cualquiera puede hacerse millonario con suerte.

El casi grito no había despertado a ese alumno, cosa que le sorprendió. Y despertó una parte maliciosa de él. Andando con naturalidad hacia la pizarra mientras seguía explicando, cogió un trozo de tiza no muy grande y con una puntería envidiable le dio justo en la nariz, despertándose el pobre estudiante con aspecto de no entender muy bien lo que acababa de pasar. Espero que piensen que ha sido un golpe de suerte.

-Ejemplos clásicos son el Capitán Nemo y Frollo, el del ''Jorobado de Notre Dame''. Ejemplos que es posible que conozcáis mejor son Snape y Sirius de Harry Potter. ¡PREGUNTA! ¿Que caracteriza el Romanticismo frente a su predecesor, el neoclasicisimo? Las características de los héroes byronianos os darán pistas.

Publicado por Mark Pratchett Jue Abr 14, 2016 11:40 am

Había tres razones por las cuales Cole prefería sentarse en última fila, primero, era demasiado alto y eso molestaba a sus compañeros, razón que solía dar a los profesores cuando preguntaban la causa de que se sentara en la última fila. La segunda razón era porque en el fondo, podía quedarse pensando en cualquier otra cosa menos en lo que se estaba dando en la clase, cosa que pasaba demasiado frecuente. La tercera razón, era una de las cuales estaba viviendo en ese momento, que el profesor caminara entre las filas. Si había algo que odiaba era tener que darse vuelta o no poder mirar al profesor mientras hablaba. Por lo tanto, siguió al profesor Pratchett mientras este realizaba un recorrido por la angosta sala.

En cuanto al tema que se desarrollaba, no era muy fan del mismo, prefería documentales y ese tipo de cosas antes que los temas que se solían tocar en clase, pero, dado que no había estado prestando mucha atención las últimas semanas, o por lo menos desde el incidente en el auditorio, prefirió regresar un poco de atención antes de encontrarse con un problema frente a su cara. Al parecer era un tema relativamente fácil de deducir, dado que las consecuencias podían ser llevadas a la realidad, como acababa de hacer Campanita quien había dado como ejemplo dos libros que si Cole llegaba a tener en la mano, pasarían de su mano a un bote de basura.

—Se esta olvidando que agregaron sexo, dejando en claro que algunas personas prefieren leerlo antes que hacerlo, lo cual es mucho más barato y entretenido— Comentó en voz alta sin mostrar signos de vergüenza ante tal mención, cosa que si pasaría con algunos de sus compañeros, ya lo sabía por experiencia. —Aunque no se puede culpar a la señorita Edwinson, no creo que tenga mucho material con el que trabajar cuando el... ¿catorce punto veintisiete? por ciento de los estudiantes son de su edad y la mitad de los estudiantes que se encuentran en ese grupo reducido, son mujeres.

Dedujo, claro, que en los siete cursos había la misma cantidad de estudiantes, y había un cincuenta y cincuenta de estudiantes femeninos y masculinos. Claro que se quedó con las ganas de verificar si su cuenta estaba bien hecha, pero era algo para cuando llegará a su habitación. Dejando ese tema por un lado, su ego se infló un poco al escuchar la definición o algo cercano a la misma, cuando explicaron que era bien un héroe Byroniano.

—Con esa descripción, entonces, muchas estrellas de rock entran en la categoría— Agregó por más de que no tenía fines con el tema de conversación actual. Cole solía quedarse callado, pero en esos momentos, a veces prefería hacer comentarios que no tenían mucho que ver con la materia antes de que tomar el riesgo de quedarse dormido. —Incluso hay mujeres y hombres, estos en menos cantidad y algunos de sexualidad dudosa, que los llaman héroes.

Eso último ya lo decía por experiencia propia, pero no pensaba agregar más comentarios al respecto que dejaran en claro que él sabía lo que era estar sobre un escenario, y tampoco dejaría ver que se estaba sintiendo identificado.

—El romanticismo es la causa de que los estereotipos sean eliminados, el no amar algo por su apariencia sino por los sentimientos que tengan o algo parecido. y es la base de muchas novelas románticas como la que mencionó mi compañera, solo que algunas son solo basura por traer al mundo vampiros que brillan con la luz, donde una manada de felinos, digo mujeres, que creen que eso es interesante— Odiaba el romanticismo, y por supuesto también odiaba esa basura de novelas que se creía demasiado por haber vendido muchos libros. —En resumen, el romanticismo trae que cualquier persona se puede enamorar de cualquiera, o enamorar a cualquiera, porque lo que importa son los sentimientos que son capaces de expresar.

Publicado por J. Cole Green Jue Abr 14, 2016 3:11 pm

Publicado por Giannina I. Visconti Jue Abr 14, 2016 6:56 pm

-Venga, no te pases con la señorita Edwinson. Le pueden gustar los más jóvenes que ella o las chicas, lo cual abriría muchas más posibilidades a las que has calculado -dijo quitándole importancia al asunto con la mano, un gesto un muy suyo-, y no vamos a hablar del sexo en la literatura. Sería un tema fascinante pero probablemente la subdirectora me arrancaría la cabeza y no precisamente al estilo mantis religiosa.

No había tenido demasiado trato con ella pero cuando te clavaba la mirada notabas como la temperatura empezaba a bajar. Le recordaba a una guerrillera kosova con la que había coincidido a la que había visto acuchillar a un tipo que era como el doble de grande que ella. El tipo de mujer que temes que tenga un cepo para osos entre las piernas y sabes que es mejor huir.

-Respecto a lo otro, se podría decir que sí. El heroe byroniano representa el arquetipo del ''rebelde'', el cual resulta cada vez más atractivo en nuestra sociedad, sobre todo entre la juventud. Siempre he creído que un joven que no quiere rebelar contra algo ya ha nacido viejo -dijo con una sonrisa torcida mientras hacía rodar sus ojos de manera indescifrable. Cuando creces te das cuenta de que muchas cosas en las que creías no eran tal y como pensabas y más importante: Aprendes que antes de rebelarte contra algo, tienes que rebelarte ante ti mismo. Si no, eras un estúpido toda tu vida.

Iba a corregir la definición del chico cuando una chica levantó la mano. Se subió la cremallera sin el más signo de vergüenza pasando por su rostro mientras la escuchaba, rascándose la barba. Se le habría olvidado, tenía una memoria pésima y era un eterno despistado en su vida civil. Asintió finalmente a lo que había respondido la italiana.
-Gracias por avisarme, me tomaré como un cumplido que te hayas fijado en esa parte de mi anatomía en específico. Les pedí si podía llevar falda como vosotras para que esto no me pasara pero se ve que este sitio no es tan escocés como yo pensaba. Y sí, una gran respuesta. El romanticismo exalta la naturaleza, los sentimientos, las cosas más primitivas de nuestro psique. ¿Con qué movimiento político se vinculó el Romanticismo? Como pista, la vida de Lord Byron otra vez.

Por eso le gustaba tanto explicar ese autor en específico. Su biografía era casi un truco mnemotécnico del Romanticismo, lo había vivido todo y hecho de todo. Por otro lado, que se hubiesen reído de él no le importaba demasiado. Al fin y al cabo, no es como si no pudiera devolvérsela cuando le diera la gana a cada uno de ellos.

Publicado por Mark Pratchett Vie Abr 15, 2016 2:05 pm

Una sonrisa maliciosa de su parte fue dirigida al último banco de la clase donde Green se encontraba sentado. Un insulto hubiera volado a su dirección de tratarse de otro lugar y si el profesor no estaría frente a la sala con la posibilidad de castigarla el resto de la clase. Pero no olvidaría, Grace nunca olvidaba, eso estaba claro en la mirada que acababa de enviar. Una sutil advertencia que venía acompañada de una sutil sugerencia a mantener su vida fuera de esa miserable clase, y de todas las demás miserables clases.

Poniendo sus ojos en blanco por un segundo, se volvió al profesor y su comentario sobre rebelarse. En eso ella no estaba de acuerdo, a veces era mejor mantener una postura pacífica y no armar un jadeo por ciertas cosas, mantener la paz o como quieran que sea llamado. Algunas cosas impuestas simplemente debían ser aceptadas, porque estaban bien, aunque en el momento no se viera con buenos ojos. Era como la pirámide social, había quienes la odiaban y quienes decían la verdad, solo había que aceptar la realidad de que había personas que eran inferiores a otras. Claro que, como la joven no tenía deseos de contradecir al profesor, simplemente anotó sus palabras en su cuaderno con una letra redonda y apretada, para poder recordarlo a la hora de hacer el examen.

El siguiente sonido que soltó fue una pequeña risa ante el comentario de Giannina, la amiga que acababa de hacerle el día y que, posteriormente, tendrían algo de lo que hablar cuando se encontraran pintándose las uñas por la tarde y recordando todo lo que había pasado en el día con cierta maldad y crueldad fijada sobre las otras personas.

Se quedó callada nuevamente al escuchar la pregunta, dibujando al margen de la hoja unas pequeñas flores y evitando contacto visual con el profesor mientras intentaba recordar que era lo que había pasado en esas fechas, el problema estaba en que no recordaba el siglo en el que se había desarrollado el romanticismo, y tampoco estaba segura de que hubiera sido dicho en clase, por lo tanto solo podía apelar a su memoria para poder hacer un comentario medianamente decente.

Después de un momento de silencio dijo: —¿Puede que sean las revoluciones?

Se suponía que tenía que ser una afirmación, pero le salió como una pregunta, porque no estaba verdaderamente segura. Nunca le prestaba atención a esos detalles y, se podía decir, que lengua no era su mayor fuerte, nunca le había gustado leer. Era incapaz de ser como esos estudiantes que siempre tenían un libro nuevo en la mano con el cual pasar el rato. Incluso había llegado a envidiarlos, porque, a diferencia de ella, siempre tenían algo que hacer, mientras ella a veces sufría el aburrimiento que aquel lugar sin conexión a WIFI le ofrecía.

Publicado por Grace L. Edwinson Dom Abr 24, 2016 9:30 am

Volvió la mirada a la chica rubia que se había atrevido a responder. Respetaba el valor de todos los alumnos que hacían eso pero eso no quitaba que cuando se equivocaban, a veces no pudiese evitar ser algo mordaz. Este era uno de esos momentos.
-Llevan existiendo revoluciones desde que existe la historia pero realmente no has ido tan desencaminada ¡El nacionalismo! La idea romántica de la patria, la reivindicación del folklore y la autodeterminación. A esas guerras fue Byron a Italia y Grecia. Por un lado, la unificación de Italia y por otro, la independencia de Grecia frente a los ''opresores Otomanos'' eran vistas como causas justas a las que ayudar. Existe algo... -la mirada del profesor se quedó perdida por un momento- poderoso en la idea de pelear por la libertad de tu pueblo. ¿No creéis?

Se rascó la mejilla por un momento mientras hacía como que revisaba los desordenados papeles de notas que tenía encima de la mesa. En cierta manera, él había sido el ''villano'' de lo que en otras circunstancias habrían sido héroes románticos perfectos. Al fin y al cabo él había representado la fría e inflexible respuesta de un poder enorme frente a uno infinitamente más pequeño. Sin embargo, no tardó mucho en recomponerse, apenas un instante ''raro'' en él.

-Bien, este movimiento nacionalista hizo que se desarrollaran en gran medida las lenguas regionales. Sin el romanticismo, probablemente las lenguas cooficiales de Irlanda, Gales y mismamente, Escocia, estarían mucho menos extendidas de lo que están hoy. Como podéis ver, literatura e historia van de la mano. Al fin y al cabo, por desgracia, todavía no se ha encontrado literatura que pueda hacerse fuera de un contexto histórico concreto. Tal vez metiendo a un bebé en una especie de zona aislada durante toda su educación se podría pero como no queremos romper Convenciones de Derechos humanos, lo dejaremos en pura especulación

Eh, al menos yo no rompí de esas. Ya es más de lo que muchos que conozco pueden decir.

Se sentó de un saltito en la mesa mientras miraba a los alumnos, buscando alguna mirada suspicaz en ellos. No le hubiese gustado que empezaran a elucubrar cosas erróneas de su lapsus de antes. O incluso peor: Cosas correctas.
-En fin, era algo injusta esta situación, ahora os toca a vosotros ¿Alguna pregunta?

Publicado por Mark Pratchett Sáb Abr 30, 2016 8:27 pm

Posiblemente la única razón por la que le interesaba la literatura, era por la poesía. Única razón. Y todo porque en realidad las letras de una canción no eran muy diferentes a un poema. Rompían varias de esas reglas, pero seguían sin ser muy diferentes. La poesía la gustaba. Leer novelas, no tanto. Salvo que hayan sido escritos por Julio Verne, escritor favorito del muchacho, no era muy buen lector. Y esa afirmación seguro no le sorprendía a nadie. Cole era de las personas prácticas, no le gustaba leer sobre magia y criaturas fantásticas cuando sabía que no existían. No iba a leer de amor, si sabía que podía salir de esa misma aula y experimentarlo por sus propios medios. Por eso le gustaba leer historia, era lo único que no podía vivir por sus propios medios, hasta que inventaran una máquina para viajar al pasado y hasta que eso ocurriera, Cole podía morir, o sus hijos, o sus nietos.

Sacando eso de lado. No entendía demasiado el punto, es decir, lo entendía, pero la idea del amor por el país en el que habían nacido y la relación entre la historia y la literatura, no le interesaban nada. Y eso no tenía que ver con el profesor, no tenía la culpa de que se trataran de temas que Cole obviaría porque no le gustaba la idea de perder el tiempo con algo tan aburrido.

Una nueva pregunta se formuló. Y, al no querer participar más en la clase, Cole se entretuvo doblando el borde de la hoja donde estaba escribiendo. Abstrayéndose de la clase, tal y como hacía la mayoría de las veces que podía. A no ser que le dirigieran la pregunta directamente a él. Mientras tanto mantendría la boca cerrada. Nadie respondió, hasta que Grace lo hizo. Respuesta equivocada, pensó antes de que el profesor le hiciera ver que su respuesta era errónea. Que hayan sido las revoluciones era demasiado simple, aunque podría haber sonado como una respuesta posible para no quedar mal parado. Y en efecto, al parecer la rubia había quedado bien en clase. Bien por ella. Salvo que ahora tenían que responder a la nueva pregunta, que parecía ser más difícil que las anteriores.

Cuando los profesores preguntaban si había dudas, Cole estaba seguro que esperaba que preguntaran un montón de cosas, pero lo que seguro el profesor no sabía, era que con suerte la mitad de los estudiantes habían leído el material de lectura, lo que implicaba que la mitad de la clase ya estaba fuera de juego. Y luego estaban los que no habían prestado atención en clase, cuyo número también debería ser considerable teniendo en cuenta lo aburrido que era el tema. Por lo tanto, no había mucho que preguntar. El tema era simple, hasta donde habían visto.

Cole echó un vistazo a la hora. —¿Hay tarea?— Preguntó con poca seguridad en su voz, dado que no iba a hacer preguntas del tema, pero al parecer tampoco nadie lo haría. Era como saltar a la parte importante de la clase, había algo para la otra clase o todo lo visto podía ser eliminado y enviado a la papelera de reciclaje.

Publicado por J. Cole Green Mar Mayo 10, 2016 9:01 pm

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