Business things?

Recuerdo del primer mensaje :

Su última clase del día había durado menos tiempo de lo previsto, el profesor afirmaba sentirse mal así que no dudó en mandar los deberes y retirarse dando la asignatura por terminada. Rose tomó su cosas, iría a las salas de estudio a repasar un poco y aprovechar el tiempo, cuando llegara el momento se encontraría con Wes para ir a cenar. Rosie caminaba por los corredores con su mismo andar tímido, apretaba su diario en su pecho mientras mordía sus labios tratando de no tropezar con los miles de estudiantes que se mezclaban en las áreas comunes, que lanzaban cosas o se cruzaban simplemente sin poder evitarlo. La castaña llevaba su mochila en la espalda y solo alzó una mano para acomodar uno de los mechones de cabello que se había colado en su rostro, ese día no llevaba coletas ni tiaras, se había levantado un poco tarde luego de su primera conversación con el doctor Motka, bueno, básicamente había sido un monólogo de ayuda porque a Rosie le había costado mucho hablar.

Iba subiendo las escaleras cuando se encontró a Brennan, él iba bajando con el ceño fruncido pero aun así con una sonrisa que parecía no querer irse de su rostro, detrás de él había una mujer del personal. El chico cruzó miradas con Rosie y al darse cuenta de quién era se detuvo un segundo ante la mirada de reproche de la mujer. A penas lograba entender lo que el chico decía pero, en resumen, lo habían castigado y tenía que encontrarse con Calliope Rohmer, por la descripción era una de las chicas del día del bosque. Gru puso en las manos de Rosie un cuaderno, le dijo que era importante que Calliope lo tuviera que ella estaría en las aulas de estudio. Para suerte de Brennan, Rosy iba en esa dirección así que se despidió casi que a gritos de la chica mientras la mujer se lo llevaba.

Rose se queda estática por un momento, ve el cuaderno sin entender pero decide seguir con la tarea que el chico le había asignado. Mya sigue su camino hasta llegar a las aulas, había mucha gente así que busca con la mirada a la chica, se alza de puntas y es así como logra encontrarla. Rose acerca pasando entre las personas con cuidado y se posa tras la silla que estaba frente a la castaña. Carraspea un poco y sonríe con cierta amabilidad. —¿Calliope Rohmer, cierto? Soy Rose, me encontré a Brennan, a Gru, en el camino y me dijo que te diera esto—. Deja el cuaderno sobre la mesa por si las dudas. —Me dijo que te dijera que lo castigó la "del uniforme de minion", creo que era así—. Sonríe de lado con un poco de gracia mientras intenta ser lo más textual posible

Publicado por M. Rose Wood Lun Oct 12, 2015 7:06 pm

Rosie sonríe bajando la mirada, se daba cuenta de que Calliope no odiaba a Gru, solo le exasperaba y la castaña considera esa una opción bastante viable ya que el chico con su alegría constante y sus respuestas a todo podía ser mal visto por las personas que no son así y que no entienden del todo sus puntos de vista. Sin embargo palpaba dentro de una chica una amistad y cierto respecto hacia el chico. Rose pensaba que la parte donde Brennan estaba colado por la hermana de Callie tampoco ayudaba demasiado.

Mya la escucha y asiente, había escuchado ese rumor alguna vez en su vida pero, desde luego, no supo ubicar el rostro de la chica a la que culpaban de maltrato, nunca hubiese imaginado que estaría sentada frente a ella. —Si, estoy segura que escuché ese rumor alguna vez—. Comenta pasando algunas hebras tras su oreja. —Es como una cadena a la que todos le van sumando cosas conforme a su preferencia. Si algo me ha enseñado este lugar es que la mayoría no puede contar una historia como es, siempre le alteran algo. Perdería mucho tiempo si te empiezo a contar todo lo que dicen de mí; desde una enfermedad contagiosa hasta que me sacaron de un pantano donde estaba poseída por un demonio—. Rose tuerce los gestos, esos eran los peores cotilleos, su historia era miserable y esperaba que nunca se supiera, pero eso ya era demasiado ficción.

Rose no era muy confiada y la duda la había asaltado de sobremanera cuando el doctor Motka se acercó a ella, aún no se acostumbraba al asunto de las terapias y más a tocar el tema como si fuera una conversación normal. Sin embargo el hombre sabía, mucho de hecho, era paciente, respetuoso y hablaba solo lo necesario, quizás por eso Rose seguía yendo aunque aún no se abría, aún no llegaban al meollo del asunto. —Creo que ya vivir es suficiente—. Rose se muestra un poco ausente al respecto pero vuelve a reaccionar y busca un lápiz que pueda usar. —Estoy de acuerdo contigo, creo que mientras menos pienses en lo que te duele es mejor aunque a veces creo que nadie puede olvidar, a ver, las cosas que pasan siempre se graban en tu memoria pero si logras perdonar o sacar algo bueno de ello quizás el peso no sea tan fuerte y con el tiempo no tendría que afectarte tanto—. Confiesa finalizando con una sonrisa.

Ya sabe cuál es la hermana de la chica así que asiente a medida que habla. —Si, se quién es, aunque si quieres mi opinión no se me parecen tanto, se lo dije a Brennan—. Ríe un poco con el comentario de Callie y rasca la punta de su propia nariz. —Tu hermana es como yo con Wes, a veces quisiera que nos pareciéramos. No somos hermanos, no de sangre, pocos lo saben—. Rose baja la mirada y juega con el lápiz entre sus dedos. —Nos conocimos hace tiempo, le tomé mucho cariño, creo que... decir que es mi familia le queda muy corto—. Rose sonríe con más amplitud y hace un pequeño garabato en la hoja. —Y por tu acento puedo concluir que no eres de Escocia.

Publicado por M. Rose Wood Miér Oct 21, 2015 2:32 pm

Si algo le había enseñado ese lugar a ella, era que nadie podía no estar hablando de otra persona. El internado en si era como una telaraña de rumores que se comentaban los unos a los otros, pero ¿De que mas iban a hablar? ¿De las clases? ¿Quién tenía ganas de hablar de las clases?, ¿Deporte? Algunas personas como ella lo hacían, pero no todas las personas eran iguales. Se podía hablar sobre libros, pero las personas que no sabían leer eran totalmente inútiles en ese tema, y para Call una persona que no sabe leer es una persona que no disfruta la compañía de un libro o comprende las emociones y sentimientos que el autor quiere trasmitir a partir de aquellas palabras. En resumen, solo queda un tema a disposición de todos, los chismes. Quién empezaba a salir con quien, a quién le gustaba Fulanita, quien estaba enamorado de Menganito, que travesura nueva había ocurrido en el internado esa vez. Frecuentaba escuchar esa clase de cosas la joven, incluso recordaba que cuando estaba en tercer año, los de primero habían hecho llorar a la profesora nueva, desgraciadamente era un rumor del que no pudo librarse ni hasta hoy en día, solo que ahora en lugar de parecer una profesora totalmente accesible es un perfecto disfraz que uno elegiría para la noche de miedo. ¿Qué mas se podía esperar de ellos? Incluso las dos castañas, ahí sentadas estaban hablando de otras personas. Supuso que la evolución humana era algo que estudiaban de manera constante y que parecían no aburrirse de ello.

—Espero que los ignores, porque las personas que dicen esas cosas es porque no tienen nada mejor que ver de que nuevo color se van a pintar las uñas— Alza ambas manos para acompañar sus palabras y mueve sus dedos haciendo ojitos. Rueda los ojos al acabar y vuelve a cruzar sus manos sobre la mesa, volviendo a inclinar su cuerpo un poco mas hacia delante. Casi de manera inconsciente pone sus pies en la silla para estar un poco mas alta.

Sus palabras la trasmiten a aquel lugar donde se quedo encerrada con su hermana. Las dos asomándose a las escaleras que bajaban hasta una oscuridad profunda, las dos deseando recuperar el balón. A veces no había a quien culpar, fue el viento quien cerro la puerta, fue el tiempo quien las encontró. Nada bueno había pasado de eso, no había nadie a quien culpar, solo había pasado, y eso era lo difícil de superar, cuando algo así pasaba, y no tenías nadie a quien señalar. —Me gustaría que fuera así, pero supongo que no siempre pasa. Creo que es mejor tener a alguien a quien culpar, por lo menos no pasas mucho tiempo preguntándote qué hice mal— Hace una mueca encogiéndose de hombros como si no importara. —Pero si, mantener la mente ocupada te libra de los temores, por lo menos hasta el momento en que vuelven a aparecer— Pero ese era el problema, solo servían de distracción, cuando la noche caía, las cosas podían cambiar, y eso la castaña lo sabía a la perfección.

—No sabía que no eran hermanos de sangre, al verlos solo creí que no eran muy parecidos, y que el había sacado las pecas por los dos— Bromea cambiando de tema rápidamente. —Yo no lo sé, no somos iguales en tantas cosas que preocuparme por el color de cabello u ojos es totalmente indiferente. Lo mas importante es que es mi hermana, y la querría aún venga rubia con ojos verdes— Sonríe a sus propios libros. Cassie era una de las únicas personas en su corta lista por las cuales haría cualquier cosa por ayudarla. Niega en silencio levantando la vista. —¿Te refieres a que no hablo como una osca persona que parece no tener deseos de entablar una conversación o al hecho de que no gruño cuando hablo?— Pregunta siendo un poco dura con aquel acento que para ella era demasiado bruto, por lo menos comparado con el británico. —Nací en Haworth, en Inglaterra, ¿Sabes dónde queda? Es al norte de Manchester y Leeds, ¿Ubicas la zona? ¿De dónde eres?— Pregunta alzando sus cejas cada vez mas en cada nueva pregunta.

Publicado por Calliope C. Rohmer Vie Oct 23, 2015 3:15 pm

Rosie ya era experta evitando los rumores de la gente del internado. Siempre había algo nuevo que decir, algo que contar, a veces incluso eran cotilleos de una misma persona solo en una semana, era algo tan constante que ya había perdido su atisbo de verdad y solo quedaba el entretenimiento que generaba hablar de otra persona. Rosie, por ser como era, formaba parte de ese pequeño grupo del que siempre hablaban. Generalmente inventaban cosas nuevas sobre su condición o le sacaban jugo a alguna de sus caídas o accidentes durante las clases, a veces los rumores eran hirientes, no podía negarlo, pero en ocasiones eran palabrerías tan absurdas que a Rose ya le daba completamente igual. —Lo sé, he aprendido a quitarle importancia a uno que otro comentario así, créeme—. La castaña hace un gesto con la mano y le quita importancia al asunto.

Rosie tenía sus distinciones en cuanto a lo que decía Calliope, sin embargo iban a un mismo punto, el distraerse para olvidar un problema grande. Hablar de ese tema sería largo para la chica Wood así que Rose prefiere estar de acuerdo con Callie y no enfrascarse en ese tema que lo que posiblemente traería sería recuerdos, unos que de por sí ya estaban en su cabeza desde el momento en que le platicó a la chica de su habilidad de perdonar para olvidar. Asiente y sonríe un poco. —Sí, claro.

Mya ríe cuando escucha el asunto de Wes, es una risa pura en la que tiene que taparse los labios y aque no esperaba una comparación similar. Si, había gente que bromeaba con las pecas de su hermano pero no había escuchado una comparación así. —Entiendo, me pasa lo mismo con Wesley—. Afirma ya recobrando un poco la compostura. —Lo quiero así no sea mi hermano de sangre, para mí lo es y eso lo que importa. Además creo que lo de la apariencia no ha significado demasiado ya que todos dan por sentado que somos hermanos como tal—. Rose sonríe como si estuviera satisfecha por eso, en realidad no le gustaba el tema de dar explicaciones.

Rose ríe de nuevo con la comparación de la castaña, un par de personas las miran pero Rosie no hace caso, en realidad nunca le había gustado el acento escocés. La castaña niega un par de veces, no conocía el lugar pero si había visto a Inglaterra en libros y mapas. —He visto referencias de Inglaterra, se ve genial, me gustaría ir algún día—. Cuando fuera libre, por ejemplo. —Yo soy americana, nací en California pero no cerca de las playas, en un pequeño vecindario lejos de los suburbios, creo que mi acento es neutro por eso—. Finaliza Rose encogiéndose de hombros.

Publicado por M. Rose Wood Vie Oct 23, 2015 9:24 pm

¿Importaban los rumores en realidad? No para Call, ella era como era, si bien sabía que no era perfecta, que no era hermosa, ni tenía el cuerpo perfecto, sabía que por mas de tener buenas calificaciones no sabía tanto como aparentaba o tanto como quisiera saber, era lista y muy buena en Lacrosse, pero aún así, siempre creía que podía ser mejor. Las personas tenían tendencia a agarrar lo malo de una persona y publicarlo en todos lados, para hacer sentir mal a las personas, para creerse mejor. Callie no buscaba ser mejor comparada con otros, quería ser mejor de lo que ella era el año anterior. Le gustaba aprender y superar sus metas, ella era así, era la chica agresiva que no se dejaba intimidar, que daba ponía el pecho cuando era necesario y que nunca daba marcha atrás, no le importaba lo que la gente dijera, ella no iba a cambiar, porque para ella había que evolucionar y la mejor manera de que eso se lograra era encontrando los errores en uno mismo, no en los demás.

—Hay quienes creen que los hogares están hechos de paredes y techos, para mi están hechos de un par de ojos y recuerdos— Confiesa con sinceridad. No se burlaba de la joven que acababa de decir que su hermano no era su hermano, pero lo quería como tal de igual manera. A veces le pasaba eso, no con Cass con otras personas, como el mismo Gru, ella lo quería, mas que un amigo, menos que una persona de la que uno se enamora, podían pelear pero siempre regresaban a lo misma, a aquella extraña amistad. Era lo mas cercano a un hermano que tenía. Cass era la mas femenina de los tres. —Hay experiencias que uno no olvida, pero la familia es aquel lugar donde te sientes en casa, estés donde estés, es donde estás cómoda porque puedes ser tu misma en tu totalidad, y sabes que te pueden juzgar, pero nunca te dejaran de lados por tus errores. No creo que se base en los apellidos que uno tenga, o que tan parecido es uno del otro, al fin y al cabo esas son cosas con las que nacemos, no con las que nos definimos— Su primer pensamiento mientras decía esas palabras, era que había ido a muchas sesiones con el doctor del internado, pero era lo que pensaba en realidad, sea tomado como sea tomado. Cass siempre sería su hermana, y lo sería por mas de tener otro apellido y otra cara, lo que ellas habían compartido toda una vida, no se comparaba con nada. Eran las únicas que sabían la verdad de la otra, y aún así habían pertenecido a su lado.

Sonríe, pero no lo hace con crueldad, lo hace con dulzura, como quien le habla a una persona que no tenía que conocer la verdad, pero que aún así se iba a enterar de ella. —Cariño,— Se inclina un poco mas para adelante. —Si tienes acento, es áspero, rápido y un poco cerrado para mi gusto, no lo tomes a mal, Wes habla de la misma manera, es solo que estoy acostumbra al lugar donde nací— Explica, para luego extender sus comisuras de los labios dejando a la vista sus hoyuelos. —Estoy segura que te gustara conocer Inglaterra, pero es muy similar a este lugar. Nublado, gris todo el tiempo, la diferencia es la historia, las personas y eso. A mi me gustaría conocer Rusia, tengo una fascinación por la historia Rusa, es increíble—

Publicado por Calliope C. Rohmer Lun Oct 26, 2015 12:39 am

Le gustaba la versión que Callie le daba a las cosas, precisamente porque era la misma idea que Rose tenía de la familia. Para la castaña Wes era su única familia, fuera de él no había nadie. Los doctores de psiquiátrico habían intentado "ayudarla" y en sus pésimas prácticas trataban de convencerla de que si tenía una familia y que debía amar y perdonar todo lo que recibió, aunque claro, ninguna consulta tenía su fin ni un hilo que la atara porque precisamente era para hacer de cuentas que en el hospital estaban dedicados a atender a los jóvenes cuando no era así.

Rose no podía amar ni perdonar a aquel hombre que fue asignado como su padre por complejos sociales, simplemente nunca lo fue. Rosie ideaba a su madre todas las noches porque dentro de su inocencia pensaba que Rose, su madre, pudo haber sido buena con ella, incluso antes de nacer. La castaña no podía amar a un hombre que se aprovechó de ella en muchos sentidos y que, de no haber pasado lo que pasó, podía haberla matado en un chasquido de dedos. —Si, siempre he opinado lo mismo. Realmente pienso que el hogar y la familia lo hacen las personas adecuadas y una sana convivencia. No tienes que vivir en una mansión de cristal para considerarla un hogar, tampoco tu familia de sangre siempre será la que te de amor y cariño, hay cosas que no cumplen con los prototipos sociales y son mejores que lo que acostumbramos a ver—. Finaliza la castaña con una sonrisa manteniendo su lápiz en la mano aún sin apuntar nada relevante. —Apuesto a que si hubiese tenido un hermano no hubiera sido tan perfecto como lo es Wes para mí. A veces pienso que él es el mayor entre ambos—. Dado, desde luego, el problema de Rose.

La chica ríe levemente mientras escucha la definición de su acento, ella no lo veía así pero era seguramente porque, como Calliope, vivía con esa manera de hablar. —Vale, siempre he pensado que mi acento era cualquier cosa. El tuyo es muy bonito, no se te nota tan marcado como las personas mayores pero me gusta ese "tah, ah" que ponen al final de las palabras—. Desde luego la expresión no le salió igual, pero hace su mejor esfuerzo.

Rose quería conocer, no le importaba el lugar, quería salir y ver el mundo a su gusto, sin que la ataran. Sus ojos se iluminan, le encantaba la historia de cualquier país de Europa. —No tengo problema con el frío, creo que de hecho me gusta. A mí me gustaría conocer Alemania, me encanta su historia y se ve todo... blanco, brillante, no lo sé, también Inglaterra y Grecia, de todo un poco. A veces pienso que si pudiera ese sería mi viaje al salir de aquí. Aunque Brennan dice que debería volver a California y ver la parte "bonita"

Publicado por M. Rose Wood Lun Oct 26, 2015 1:00 pm

Supuso que esa teoría que decía en voz alta era la razón por la que no tenía problemas en decir que era una persona sin hogar. Ni ella ni su hermana tenían casa hacía ya cinco años, ella no lo sentía, vivían en el internado, aisladas de la sociedad, de las palabras que lastimaban a las personas, de los recuerdos que no querían revivir. Su mirada se pierde un segundo por la ventana, las copas de los árboles se movían al son del viento en un vals al que Callie no le podía encontrar un padrón. En silencio se preguntaba como sería todo allí afuera, recordó que esas debieron ser las razones por las que Cassie adoraba tanto a Gru, o por las cuales la castaña lo soportaba los primeros días, traía noticias, historias, cosas que pasaban fuera del internado, fuera de aquellas paredes que la protegían. Era curioso, que ella, siendo claustrofobia, estuviera encerrada sin darse cuenta. Vivía encerrada, en un burbuja que solo era afectada por el tiempo. Regreso la vista a Rose, ella debía ser como ella, vivía dentro de una burbuja, solo que mucho mas pequeña, una donde solo estaba ella, y a veces Wesley rompía para dejarse pasar.

—Dicen que es un problema que el hogar sea una persona— Comienza a decir en un volumen mucho mas bajo. Sin darse cuenta había llevado su espalda contra el respaldo, apoyando la pierna mas cercana a la pared en uno de los recovecos de la mesa que estaba entre ambas, su mano izquierda descansaba sobre la misma rodilla, agitando el lápiz que tenía en la mano, balanceándolo lentamente, como si se tratara de un subibaja. Su mirada se vuelve a perder por la ventana. El sol estaba cayendo, dando una capa de pintura dorada a toda superficie que tocaba. —Dicen que es un problema, porque si un hogar es una persona que ya no esta entre nosotros el alma se pierde— Callie leía, así era como pasaba sus vacaciones, escondida tras páginas viejas con un aroma maravilloso. Al leerlo por primera vez creyó que era tonto, pero luego recordó aquellas contadas veces donde a Cassie le pasaba algo y le avisaban que estaba en la enfermería, casi siempre por algo de soccer, o cuando la buscaba y no la encontraba. No sabía que haría si la perdía, por eso la protegía, quizá demasiado, quizá de manera egoísta. Cassie era su hogar, no podía perder a su hermanita, y perder a una persona siempre era mas fácil que perder una instalación de concreto. —Uno tiene la tendencia a protegerse a si mismo, para no salir lastimados, con Cassie nos escondimos aquí, ya casi no recuerdo como era andar rodeada de personas extrañas o el olor que salía de las verdulerias al pasar en bicicleta en una carrera para ver quien llegaba primero a casa. Solo se que acá estamos seguras, me cuesta imaginarnos viajando por el mundo, regresando a casa después de tantos años— Confiesa agachando la mirada, sonriendo con cierta mirada perdida.

—Algunas personas piensan en salir de aquí lo antes posible, me pregunto que piensan hacer allí fuera, a mi me gustaría quedarme, es como un cuento de princesas, comenzaría con un "había una vez, una princesa en una torre que se libero a si misma..."—

Publicado por Calliope C. Rohmer Vie Oct 30, 2015 2:32 am

Rose la entendía, y la entendía como nunca porque su único hogar era aquel donde Wes estuviera, de resto no era nada parecido a un hogar. Por eso se había mostrado tan insistente al principio, por esa misma razón había hablado casi que con todo el personal y se había plantado por días en la dirección para pedirle a la rectora que trajera a Wesley hacia ella. Al principio la mujer se mostró negada tratando de convencer a la castaña que solo los invitados pueden entrar, no fue sino hasta que Rose comentó el mal que padecía su hermano cuando Yvette en verdad pareció considerarlo. Eso alarmó un poco a Rose pero la chica supuso que todos estaban destinados a ayudarlos, así como lo estaban haciendo con ella, después de todo eran niños abandonados.

—Si, porque si se va es como si el hogar se fuera con ella y nada sería lo que era antes—. Completa Rose la idea principal a la que se refería Callie. Los ojos azules de la chica estaban perdidos en unos apuntes que no estaba completando ni que le interesaba completar a ciencia cierta. Rose a veces se preguntaba qué haría cuando ya no estuviera con Wes. Ambos aún eran niños dentro de lo que cabía, estarían juntos por un buen tiempo, pero llegaría un día en que Wes tendría la edad para tomar sus propias decisiones y ya no podrían estar en el internado, entonces tendrían que explorar el mundo y buscar que hacer. Por más que Rose quisiera que su hermano se quedara con ella toda la vida, la castaña sabía que no sería de ese modo y que Wes tendría una vida al igual que ella, o eso era lo que todos ansiaban al salir de la escuela y de la universidad. —No quiero pensar lo que pasará cuando Wes decida tomar su camino o yo tenga que tomar el mío, afortunadamente falta mucho para eso—. Era su único consuelo.

A diferencia de Callie, Rose si recordaba, y recordaba mucho, quizás porque no podía hablar de tranquilidad ni de paz sino de toda una vida llena de huecos y vacíos. El internado era como la parte bonita de la historia, la parte limpia, a pesar del encierro estaba segura. Pero los recuerdos que tenían de California eran oscuros; el olor nauseabundo de los sótanos del hospital, las calles llenas de autos, las alcantarillas desprendidas, las cocinas y el vapor del hospital, ni siquiera tenía recuerdos de su propia casa. Rosie ve a Callie y sonríe de lado como si quisiera brindarle una especie de apoyo. —Si te sirve de consuelo, yo recuerdo todo antes de venir al Internado, aunque no eran cosas muy buenas, creo que esa es la peor parte. Sin embargo soy feliz aquí y creo que eso es lo que cuenta—. No quería contar todo, como se lo había dicho a Cole, no quería la lástima de nadie y no ayudaba exponiendo su vida como si fuese un cuadro deprimente.

—Si me lo preguntas, yo me divido. A veces quiero quedarme aquí para siempre y no perder esta tranquilidad, pero a veces, solo a veces, quiero salir al mundo que nunca conocí. No todo puede ser malo, ¿cierto? Además que... tengo sueños, sueños que siempre tuve y que por más que sea no puedo cumplir aquí. Quiero ser maestra, de niños, siempre quise enseñar todo lo que aprendía y quizás ayudar a otros con lo que yo he vivido. No sé, es como cuando vez un cristal de muchos colores, colores oscuros y claros que se pierden y no sabes cuales son mayoría. Creo que el hecho es atreverse aunque no estaría mal tener un apoyo cuando lo hagas. Me gustaría contar con Wes, por lo menos hasta que sepa que él estará bien sin mí. Con todo lo de su orden y... mi problema. Ya sabes—. Comenta la chica encogiéndose de hombros como si le restara importancia.

Publicado por M. Rose Wood Dom Nov 01, 2015 11:08 am

Escucha sus dudas, sus inquietudes acerca de su hermano, comienza a negar en silencio, recordaba al pequeño en sus memorias demasiado nítido, cuando se presento ante ella y le hablo sobre lo genial y maravillosa que era su hermana, Rose no iba a perder a aquel joven solo porque tomaran caminos separados. Ambas eran capaces de perder a sus hermanos, pero, lo único que haría que no se volvieran a ver es que uno de los corazones dejara de latir, y esperaba que los cuatros llegaran a ser ancianitos de cabello blanco que tejen ropas para sus nietos antes de que eso pasara. —Seguirás caminando— Le dice, en cambio, hablando de la vida como si se tratara de un camino que empezaba, tenía muchas bifurcaciones, bajadas y subidas, pero al final todos terminaban en un mismo lugar. —No importa los caminos que Wes tomes, o que tu tomes, la distancia no se mide ni en metros ni en kilómetros cuando se trata del afecto que se le tiene a un ser querido, se mide en la fuerza de un abrazo cuando se vuelven a ver. No perderás a tu hermano, tienes que ofender a ese chico demasiado para que se enoje contigo, y, no lo tomes a mal, pero no te veo ofendiendo a nadie, por lo menos no adrede— Hace una mueca, a esa conclusión no llegaba por todo lo que las demás personas decían de ella, llegaba por las cosas que la misma Rose le había dicho ese mismo día.

Una mueca se hace mas presente al escuchar aquellas palabras, su ceño se frunce, su mirada busca descifrar que era lo que había pasado en la vida de la joven, pero no encuentra nada, tampoco deja volar su imaginación demasiado, solo es capaz de ver dolor y tristeza, y entre ambas aparecía el miedo. Cuando las miradas se cruzan Callie es capaz de reconocer la suya propias, solo que en vez de con orbes marrones, con orbes celestes. ¿Qué pasaría si le contaba lo que ella misma había vivido, si le decía que no era la única que tenía miedo? Ella temía a la oscuridad, a los espacios pequeños, a tener otro ataque de pánico, también temía al pasado que cuando la acosaba hacía que se despertara a los gritos y con una capa de sudor en su piel. Todos temían a algo, todos habían quedado tocados por algo en la vida, solo que algunos eran tocados por luz, otros eran tocados por oscuridad. Niega para si misma, no era el momento, y por mas que podía confiar en la joven, hacía menos de dos horas, no sabía nada de ella, por lo menos no las cosas que sabía ahora. —No te estoy diciendo que recuerde todo, te estoy diciendo que olvido algunas cosas, generalmente son las cosas buenas, es una tendencia, ¿Sabes por qué?— Puntualiza antes de hacer esa pregunta. —Porque no somos capaces de olvidar los momentos que marcaron nuestra vida, porque esas cosas hicieron que seamos las personas que somos ahora, podemos olvidar de que color era aquella prenda que nos regalaron en navidad, pero si algo importante acontece, algo que cambia tu forma de ver las cosas, es imposible que lo olvides. Esas cosas yo no las olvido— Nota que su voz se hace profunda, puede incluso sentir el temblor de la misma mientras se recuerda a ella misma y a su hermana gritando, implorando que alguien las ayude, pero solo había oscuridad, una oscuridad que tomaba forma y las abrazaba, como si ese fuera el único consuelo que podría obtener. Opta por cambiar de tema. —Por ejemplo, como la primera vez que anote el gol ganador. Tenía ocho años, era un partido entre escuelas, íbamos empatando, el tiempo termino, teníamos que ir a penales. Como eramos pequeños, se hacía uno a uno para terminar rápido, de donde soy somos bastantes fanáticos por el fútbol. Me tocaba a mi, el otro chico había errado, si anotaba, ganábamos, y lo hice, pero eso no es la razón por la que recuerdo ese día, lo recuerdo por la cara de orgullo de mi familia, como si fuera un milagro. A partir de ese día me di cuenta de que ganar era algo bueno, no he perdido nada desde entonces, solo mi cabeza... algunas veces— Bromea con un encoger de hombros.

—Todos nos iremos de aquí en algún momento, no es a dónde ir, sino cuando y qué haremos. Temo a ambas cosas—

Publicado por Calliope C. Rohmer Mar Nov 03, 2015 12:24 am

Rose no puede evitar sonreír cuando Calliope hace ademan de pensar que ella no le haría daño a nadie. Baja la mirada y marca uno de los hoyuelos de los laterales de su rostro, le agradaba aquello porque era cierto y porque ella misma lo había expresado, no se trataba de rumores sino de lo que ella en verdad era y demostraba ante los demás casi que a diario. —Tienes razón, no es lo que quisiera, ya sabes, lastimar a otra persona—. Rose tenía un pasado, uno que llevaba claro como si fuera una gargantilla de uso diario, sin embargo esos avances con las personas le hacían re pensar las cosas una, dos y hasta tres veces ya que tanto Callie como Brennan habían sido seres inesperados en su vida.

Callie tenía razón, no era posible olvidar las cosas que marcan la vida precisamente por eso, porque de alguna y otra forma marcan y eso es lo que cuenta, bueno o malo ¿qué importa eso? Te dejan una huella que no puedes borrar, sin embargo el detalle de Rose era ese, ¿alguna vez algo bueno había marcado su vida? Wes, desde luego, o eso era lo que la castaña pensaba inmediatamente, pero lejos de su hermano no habían buenos momentos que recordar, quizás su llegada al internado pero ni eso. Rose no había conocido a su madre, su padre era su peor tormento y en el hospital solo se aprovechaban de ella para que ganara dinero o que con su rostro hermoso convenciera a otros que ese era el lugar ideal, nada más, no recordaba nada más. —Hay cosas que marcan, sí, pero para mí la mayoría no son positivas. No tengo buenos recuerdos, Callie—. Afirma viendo a la chica como si no quisiera profundizar en el tema mientras la ve. —Recuerdo cuando pintaba botellas en una de mis escuelas, me gustaba porque veía el color a través de ellas por mi ventana. Vivía en un barrio minúsculo, no había mucha luz, siempre sentí que decoraban mi habitación. Y... mi padre, me gustaba verlo por las noches cuando estaba solo, solía sentarse cerca de la ventana en una de las sillas, ponía sus botas negras en el marco de la ventana y tocaba su guitarra. Él podía pasar horas así, ¿sabes? a veces creo que se perdía y que solo volvía cuando se daba cuenta de que no estaba solo—. Rose se muerde el labio y escabulle la mirada, toma un respiro y trata de sonreír para volver a ver a la chica. —Aunque creo que he tenido mejores recuerdos últimamente que cuando era pequeña.

Rose sonríe de manera amigable, quiere tomar la mano de la chica ofreciendo una especie de apoyo pero sabe que no puede lograrlo. —No creo que lo que hagas en un futuro sea malo, creo que, al contrario, estas destinada a algo muy bueno, solo tienes que desearlo con fuerzas, ¿no hay algo que quieras hacer al salir de aquí?

Publicado por M. Rose Wood Mar Nov 03, 2015 7:58 pm

Su ceño se vuelve a fruncir, si volvía a decir que para ella las cosas eran diferentes por alguna iluminación del cielo, Callie acabaría por golpearla con algo. Todos tenían una tragedia anotada en la historia, podía ser desaprobar un examen como acabar encerrada en un sótano por días, no era la gravedad, sino que para esa persona significaba el fin del mundo, por mas que no lo fuera, por mas que luego se levantaría y posiblemente pasara por algo peor y se daría cuenta de que eso no era nada. No era del hecho en si, sino de cuanto afectaba a la persona, por mas mínimo que fuera.

Se aclara la garganta. —No te sientas especial, Rose. Algunas personas también tenemos malos recuerdos en nuestras mentes, y no por eso tenemos que dar pena. Eres una mujer deberías mostrar fortaleza no tratar de dar pena— Explica como si ese actuar ofendiera al genero en el que ambas caían. —Se que para ti, sea lo que sea que te haya pasado, pienses que sea lo peor, y mires a las personas y piensen que no tienen idea de lo que es sufrir, que no saben lo que es tener miedo, sentir la desesperación en las venas, y sentir que nadie te va a comprender por mas que todos dicen entender tu dolor. Pero que tu sientas eso, no quiere decir que seas la única— Comienza a decir dejando de lado el tono dulce con el que hablaba. No quería que supiera que no tenía que tener pena por si misma, era que no tenía que dejar que las personas la vieran así, tenía que seguir adelante, por ella, por las personas de al lado, no podía caer en un pozo donde solo se lamentaba por ella, era lo mas egoísta que había escuchado en su vida.

—Escucha, no se que paso en tu vida, pero si te puedo decir que es lo que pasa cuando te muestras débil, las personas aprovechan esa oportunidad para pisarte y pasar por encima tuyo, no tienes que permitirlo, eres mas fuerte de lo que piensas, solo que estás demasiado asustada para darte cuenta de eso— Era algo que había entendido a primeras, pero porque ella había tenido a su hermana desde el principio, había tenido que ser fuerte desde el principio, por Cass. —Mira, la vida no es un sueño, tienes que despertar de él, no todos tendrán pena por ti, tienes miedo a que te toquen, bien, vive con ello. Yo le tengo miedo a la oscuridad, hay noches en las que no puedo dormir y por mas que mis ojeras sean azules me levanto voy a clase y demuestro que por mas de no dormir en una semana puedo patear los traseros y seguir siendo una de las mejores de la clase— Acaba por ponerse a ella misma como ejemplo, era algo con lo que estaba segura de decir la verdad. —Si no tienes buenos recuerdos, entonces sal y haz unos nuevos, y si puedes mirar al pasado, encárgate de sacarle el dedo, y que te importe una mierda lo que paso. El pasado esta atrás, mira adelante, porque cuando quieras darte cuenta, el futuro se volvió pasado y el tiempo es algo que no se puede recuperar— No tenía idea de porque le daba esos consejos, posiblemente porque se había reconocido del otro lado, pero se los daba, como si fuera su mejor amiga y no quisiera ver como se quedaba atrás porque la tristeza era mas grande que ella.

—No se que es lo que quiero hacer al salir— Dice de manera brusca, apoyándose en el respaldo nuevamente. —Pensaba en estudiar genética o ingeniería civil, me gusta todo lo que es arquitectura, pero el arte no es lo mío. No lo sé. Por las dudas me aplico bien en todas las asignaturas—

Publicado por Calliope C. Rohmer Miér Nov 04, 2015 12:49 am

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