Día de los Inocentes (Grupo 2)

Recuerdo del primer mensaje :

Día de los Inocentes (Grupo 2)

Fecha y hora: 1 de Abril, 7:30 am.
Clima: Cielo despejado, temperaturas bajas pero en aumento.
Ubicación: Comedor Principal.

El día de los inocentes es un día que no se advierte, no se recuerda, es un día que todos se callan esperando poder atrapar a alguien con la guardia baja. Ese día por la mañana, al levantarse, todos encontraron una nota que habían pasado por debajo de la puerta de sus respectivos dormitorios. La nota de papel blanco decía de un lado: “recuerda que hoy es tu día”, mientras que al reverso decía: “feliz día de los inocentes”.

Reglas:
— Recuerden intentar que las respuestas sean menos de 20 líneas de manera que la trama sea más fluida.
— En caso de notar metarol, la administración anulara el mensaje hasta que sea editando.
— A aquellas personas que recibieron mp con cosas que pasaran a lo largo de la trama, les pedimos discreción por el momento.

Participan:
— Aria Freud
— Bo J. Hawkman
— Brennan F. Grunwald
— Calliope C. Rohmer
— Gail Abernathy
— Klaus Freud
— Marina A. Mahler
— P. Carol Harrison

Publicado por Whispers Jue Jun 09, 2016 10:00 pm

Todo pasó muy rápido y se sentó de un golpe al lado de Bo. El humo empezó a invadir la estancia y los presentes reaccionaron; algunos bien y algunos no tan bien. Vio a gente salir del comedor, otros pegarse a sus compañeros y otros, como Aria, empezaron a mover los brazos frente a ellos intentando dispersar el humo, cosa inútil pero a veces los actos reflejos tienen esas cosas. Escuchó la voz de su hermano y dio un pequeño brinco, alzándose de nuevo y entrecerró los ojos para lograr ver un poco más, cosa inútil también. No es que no pudiera ver nada, pero sí le costaba distinguir la parte donde el humo estaba más espeso. –¿¡Nik!?– gritó al instante de escucharle y miró en la dirección desde donde creía que había salido su voz.

–Vete– le dijo rápidamente al chico y empezó a moverse por el comedor como pollo sin cabeza. Se movía rápidamente, chocando con compañeros que buscaban la salida e ignorando las ordenes de su hermano y la otra mujer. Ella no se iría de allí sin él, ni hablar. –¡Niiiiik!– iba gritando con la ansiedad notable en su voz hasta que se encontró con una figura alta que se agitaba de un lado para otro del comedor. Corrió hacia él e instantáneamente le cogió de la mano, temblorosa. No dijo nada, se quedó así apretándole la mano con las yemas a su hermano y miró a los dos enfermeras. Si se pensaban que ella iba a salir de allí lo tenían claro. –Las ventanas– dijo muy flojito mientras su vista se centraba en esa especie de regal. Soltó a su hermano y dio un par de pasos para agacharse justo en frente del paquete, observándolo de cerca. –¿De quién es el cumpleaños?–.

Publicado por Invitado Sáb Jun 11, 2016 11:35 am

—Cinco minutos más —dije en un estado de ensoñación mientras daba vuelta entre las sábanas. Creo que repetí esa frase, pero eso no impidió que la alarma continuara sonando. Acabé por apagar aquel reloj a los manotazos y luego me estiré. Ahí iba, otro día de escuela, otro día sin Cassie, otro día donde intentaría hacer una nueva broma y ese día era ideal. Lo había marcado en mi calendario para poder preparar algo que fuera super, y aunque no había preparado nada, para eso estaban las primeras clases del día. Además se suponía que no tenían que llamar la atención de la falta de ciertas personas, y eso me recordaba que Rose ya no estaría para tener conmigo esas charlas largas y geniales que me hacían sentir mejor, aunque me sentía un poco culpable por no hablar con ella luego de haber golpeado a Cole.

De pie y vestido con el uniforme comencé a meter lo que necesitaba en la mochila antes de bajar a desayunar, un poco tarde, pero podía comer algo en diez minutos y tener tiempo suficiente para ir por otro panecillo para mantener mi boca llena en clases. Al entrar en el comedor, casi corriendo, busqué a Callie entre las masas.

—Parece que alguien está intentando robar mi puesto de bromista— Le dije mostrando la nota que había encontrado. —Pero tú te salvas este día porque solo has quedado con Isak y conmigo, por lo tanto vas a tener que estar lista para la supervivencia toda la semana, pero tranquila, si tomas todo como una broma serás la persona más feliz del universo. Ahora cambia esa cara y cancela el entrenamiento doble porque hoy vamos a divertirnos con los de primero. ¿Ya has visto a Is? Necesitamos atacar el aula de cuarto que es donde hay química y bueno… el resto ya lo sabes. Estos panecillos son geniales alguien debería…

Me corté cuando noté el humo. ¿Humo? ¿Qué estaba pasando? Miré a Callie tomando su mano antes de ir donde estaban algunos adultos para ver de qué se trataba, y lo que vi, me sorprendió. —¿QUÉ? ¡ESTO ES IMPOSIBLE! Con Is hemos estado intentando saquear el aula de química para hacer bombas de humo desde el año pasado, y algún patán nos ha robado la idea. INJUSTI… Posiblemente no debería haber dicho eso en voz alta.

Guarde el resto de mi indignación mirando a los adultos con una sonrisa de niño que va a la iglesia todos los domingos.

Publicado por Brennan F. Grunwald Sáb Jun 11, 2016 12:56 pm

Narración

El regalo: Quien abra el presente encontrara fotografías de todos aquellos que fueron desaparecidos. Los mismos se encuentran desmejorados, delgados, mugrientos, aquellos que están muertos, desangrados. Los que mejor se encuentran son los jóvenes a los que encontraron al día de desaparecer (Isak y Nate), del resto, nada bueno se ve en las imágenes. Sobre las mismas alguien puso el estado de las personas.

— Thomas G. McMahon: Muerto.
— Olenna Vorobiova: Muerta.
— Ezra J. Harrison: Vivo.
— Alec T. Duerre: Muerto.
— Wesley H. Wood: Muerto.
— Carmen Cosials: Muerta.
— F. Evangeline Price: Muerta.
— Miriam E. Armstrong: Muerta.
— Isak T. Bruhn: Vivo.
— J. Nate Seeber: Vivo.
— Cassiopeia I. Rohmer: Tú decides.
— Nick Peterson: Tú decides.
— Austin J. Murdoch: Tú decides.

Si quieres ayudar a esos pobres chicos, puedes encontrarme en el lago, ahí te diré qué hacer.

Publicado por Whispers Sáb Jun 11, 2016 9:26 pm

Una mañana cualquiera, un día cualquiera. Odiaba Dunkelheit, odiaba su maldita rutina.

El humor de Caroline había empeorado notablemente los últimos días, estaba insoportable de la cabeza a los pies. Se limitaba a sus deberes y a no hablar con nadie ya que si lo hacía probablemente lo que saliera de su boca no sería muy agradable. Se supone que las cosas deberían de ser diferentes; su hermano había aparecido y el solo decirlo simbolizaba que la vida de la chica debería ser más tranquila a diferencia de aquellos cuyos seres queridos no habían aparecido, como Cassie por ejemplo.

Aquella nota no mejoró su humor, la dobló en sus manos y la dejó caer a un lado mientras salía de su habitación con su mochila a cuestas y el contoneo de caderas habitual, la melena rubia se movía conforme sus pasos, imaginar que solo estaba ella en el internado ayudaba a mejorar las cosas; nada le estorbaba.

Se sentó en el comedor sola, como era de esperarse, no tenía mucha hambre y pensaba en demasiadas cosas para concentrarse en algo o en una actividad en específico. La rubia estaba tomando una tostada cuando el humo empezó a salir y cubrió todos los rincones del lugar. —¿Qué mierda...?—. Pero tomó sus cosas y por mero acto reflejo buscó ir hacia donde estaban los demás, un lugar seguro al menos.

Aquello le causó alergia, estornudó un par de veces con el ceño fruncido mientras cubría su nariz con la manga de la camisa escolar; típico del día de los inocentes, unos pobres niños buscan hacer una broma que, más que risas, resulta patética. Se mantiene junto a los presentes y camina hacia lo único diferente que se ve en el salón: una caja de regalo.

Carol no hace caso a las figuras presentes, pero la caja en sí le causa cierta curiosidad, era probable que fuese otra broma más del día de los inocentes, pero no tenía sentido. ¿Qué chiste se guarda en una caja? Uno muy malo de seguro. Carol se cansa de observar y camina unos pasos más. —Vale, debe ser otra estupidez más, ¿qué puede pasar?—. La chica se inclina frente a la caja dejando su bolso a un lado. Con la delicadeza que caracteriza sus manos la rubia suelta el lazo rojo de un solo movimiento y abre la caja dejando la cobertura a un lado; no, no era una broma y si lo era, era una muy pesada.

—¿Qué?—. El susurro de pierde porque ni ella misma es capaz de creer que puede escucharlo. Carol toma las fotos y empieza a pasarlas una tras de otra. —Tienen que ver esto—. Y alza la voz por si alguien se encuentra distante de esa esquina. No sabe cuántas veces pasa las fotografías entre sus dedos, pero lo cierto es que el hacerlo causaba un estremecimiento en su piel y un vacío en su pecho. Traga fuerte antes de leer lo último. —"Si quieres ayudar a esos pobres chicos, puedes encontrarme en el lago, ahí te diré qué hacer”—. No, no era una broma, estaban en un juego, en uno cruel, porque solo alguien de sangre helada les enviaría esas fotos. —El lago—. Porque es ahí donde deben ir.

Publicado por P. Carol Harrison Sáb Jun 11, 2016 9:56 pm

En el segundo en que una compañera le realizó la pregunta Bo asintió con una gran sonrisa repleta de sarcasmo. —La mejor invitación a una fiesta que me han hecho. —Porque de alguna forma todavía su mente estaba queriendo convencer al chico de que igual y era solo un evento loco organizado por el internado, ¿cada cuanto el instituto se concentraba en realizar celebraciones así? Pues casi nunca, pero para todo había una primera vez. —No debe ser nada. —Trató de tranquilizar, probablemente previo al secuestro de una persona tan cerca Bo hubiera realizado la broma y habría buscado la forma de hacer sentir a la chica atemorizada.

El tranquilo bullicio matutino se volvió caótico cuando el humo llenó el lugar y muchos de los alumnos y algunos empleados se largaron veloces fuera de ahí. Bo quería hacer lo mismo pero la chica que se había acercado a él gritó escandalizada un nombre y le advirtió que se fuera de ahí. ¡Buena idea!

Se levantó olvidando su comida en la mesa y caminó entre algunos compañeros que no temieron en empujarlo. —Te aprovechas porque sabes que te dejo.—-Soltó a uno mayor que él. Para alejarse de cualquier potencial conflicto con el chico de séptimo Bo caminó hacia otro lado, justo de donde venía el humo y donde estaban las enfermeras que le habían dado aquella plácida noche (eso sonaba porno, muy porno, porno y hetero). —No creo que deba abrir el regalo... —Susurró Bo a Gail, hablando con confianza respecto a Carol.

Pero lo abrió, y el contenido no era el más tierno del mundo. Bo, curioso, se acercó unos pasos, mirando fotografías que le dejaron un poco mareado. El terror es bueno en la ficción no en la realidad. La voz de Carol le quita la oportunidad a Bo de enfurecerse por ver fotografías de Ezra. —No creo que sea conveniente que... quieras ir, ¿sabes? Deberíamos buscar a tu hermano. —Comentó a la rubia, no la conocía casi, probablemente no tenía el derecho de decir esto pero... ¿se suponía que iba a dejar que fuera corriendo? ¡Podía ser una trampa al estilo de Saw! Y en el lago nunca pasan cosas buenas, Jason Voorhees lo sabe muy bien.

Publicado por Bo J. Hawkman Sáb Jun 11, 2016 10:43 pm

Marina intentó por todos los medios que Carol no abriese el regalo, pero nadie parecía escuchar. Alguien había abiertos las ventanas, las bombas de humo se estaban agotando y el color anaranjado que había tintado el aire comenzaba a desaparecer sin dejar más rastro a su paso que un poco de tinte en la ropa blanca. Y aunque lo que había en el regalo impresionó a Marina, dio gracias porque el humo hubiese sido sólo eso, humo.

Lo ideal habría sido poder hacer que los alumnos se quedasen en el internado mientras los adultos iban al lago, a comprobar qué pasaba, pero eso habría sido demasiado pedir. Marina lo comprendía, entre los desaparecidos (varios de ellos ahora muertos, si se le hacía caso a la nota) había amigos e incluso familiares de los alumnos.

Le quitó las fotografías de la mano a la chica para enseñárselas a sus compañeros. No se molestó en ocultarlas de los ojos del resto del mundo, porque total, se iban a terminar enterando.

—Voy a ir a la enfermería a coger algunas cosas y luego pondré camino al lago —avisó. Tras todas las cosas que habían pasado en el internado, lo último que debía hacerse era tomar eso a la ligera. Si se hacía caso de todo aquello, tres vidas dependían de aquellos que habíamos visto esas fotografías.

Publicado por Invitado Dom Jun 12, 2016 4:48 am

En mitad del zafarrancho que se había montado, hubo algunos valientes (o incautos, según como se miré), que se resistieron a abandonar el comedor, y no solo eso, si no que se aventuraron a acercarse a donde estábamos Marina y yo. Al primero que reconocí fue a Bo, y ni sus palabras ni nuestras advertencias fueron suficientes como para impedir que otra chica abriese el regalo.
Las fotos consiguieron helarme la sangre, no tanto por la crudeza de las mismas (a la que estaba más que acostumbrada), sino por el hecho de pensar que eran tantas las víctimas de este psicópata desconocido que se había propuesto hacernos la vida imposible. Después de que Marina terminara de revisarlas, fue mi turno de coger el taco de fotos y examinarlas minuciosamente.

Marina y yo habíamos tenido el mismo pensamiento, así que asentí un par de veces con la cabeza ante sus palabras, dejándola marchar a la enfermería mientras que yo me quedaba en el comedor con los alumnos.

- No voy a intentar detenerte, pero si vamos al lago, vamos a ir todos juntos y vamos a ir preparados para lo que podamos encontrarnos - le advertí a Carol. A continuación le coloqué a Bo una mano en el hombro, en un intento por reconfortarle, mientras que me dirigía al resto de los presentes, encontrando alguna cara conocida más - Si alguien más quiere acompañarnos, que coja algún cuchillo u otro tipo de objeto que pueda ser utilizado como arma - no podíamos perder mucho más tiempo, así que en cuanto todos estuviésemos preparados, para bien o para mal, nos pondríamos en marcha.

Publicado por Gail Abernathy Dom Jun 12, 2016 6:28 am

Los imbéciles de los alumnos no se iban porque era más su curiosidad que su puñetera vida. Pues eso en un campo de batalla era la vida o la muerte, los segundos de ver como el traspasar una línea podías morir de un disparo, de una bomba o de una maldita mina escondida y por eso mismo la gilipollez de las personas al meter las narices donde no la llamaban lo ponían de mal humor. Vale que pudiera ser una broma pesada, pero teniendo en cuenta los acontecimientos recientes, esto lo veía más como una distracción que otra cosa.

Escuché los gritos de mi hermana entre el gentío y traté de buscarla hasta encontrarla viniendo hacia mí, agitada y preocupada. Mi primer acto fue abrazarla y susurrarle que no pasaba nada, que quizás era una broma y le dio un beso en la frente. Me susurró algo y la empujé suavemente a que las cerrara ella y se quitara de la trayectoria del foco del humo.- Ve tú, ciérralas y despeja el comedor y vete.- la miré con circunspección y me giré hacia el corrillo que se había formado en torno al humo y a una especie de caja de regalo, pero giré la cara hacia el chico que había hablado (Brennan)- Te has delatado tú solito y espero que esto no sea obra tuya.- sonreí sarcásticamente y me acerqué a las bombas, quitando la bata.- Esto puede arder, ¿sabes?- le dije a una de las enfermeras y retiré la prenda, metiendo las bombas en una caja del pan para que dejasen de desprender humo. En unos minutos las bombas se apagarían y eso hizo que pudiese ver mejor las fotos que sostenía la chica cuando nos llamó la atención. Las fotos mostraban algo que a mí ni de lejos me hubiese impactado al estar acostumbrado de ver todo eso en directo y cosas peores, pero el imaginarme que una de ellas podría haber sido mi hermana se me revolvía el estómago.

Marina hizo que las viese mejor y cogí unas cuantas para verlas. Mi mandíbula se había apretado demasiado y la rabia de mi interior comenzó a florecer un poco.- Esto puede ser una trampa, ¿lo sabéis?- paré a Gail y a Marina antes de que se fueran.- El asesino quiere exactamente esto y por eso mismo es mejor que nos dividamos. Unos que se queden en la retaguardia y los otros que avancen.- me giré hacia los alumnos congregados y pude ver como mi hermana no se había ido si no que se había quedado.- Vete a tu habitación, Aria.- le increpé y luego les dije a los demás.- Id a la cocina y coged armas y comida.- mi vena de soldado estaba saliendo a la luz.- Vosotras id a por las medicinas.- asentí.

Publicado por Invitado Dom Jun 12, 2016 2:08 pm

Una chica había aparecido de la nada y le había quitado de delante el regalo que estaba mirando, así que bufó y fue a abrir las ventanas como le había mandado su hermano para luego volver donde estaba antes. Habían abierto el regalo y dentro del paquete había unas fotografías que parecían de película, una obra macabra en toda regla. Aria las miró poniéndose de puntillas, sin tocarlas y apretó los labios. Eso no podía estar pasando, eso no podía ser real ni una broma pesada. Cogió aire, apartó la vista de estas y la ira empezó a crecer dentro de ella al notar que se la empezaba a mantener al margen, cosa que odiaba. –Estos críos son más pequeños que yo –dijo señalando con el dedo a los otros alumnos que estaban allí, sin ningún pudor, –Así que no, no me pienso ir a mi habitación Niklaus, hazte a la idea –refunfuñó con semblante serio y arqueó una ceja haciendo una mueca de desagrado con los labios, típica de cuando estaba enfadada.

Escuchó atenta las ordenes y observó al séquito que se había formado delante de sus narices. Eran un poco de chiste todos juntos, ella incluida; pero debían hacer algo con lo que decía la nota del paquete y no iba a dejar que lo hicieran sin su presencia. ¿Podia ser una trampa? sí, pero también había la vida de gente en juego, así que la decisión era fácil; iban a ir. Fue corriendo a la cocina, entrando por la puerta que estaba dentro del comedor y cogió varios cuchillos, sartenes y utensilios filosos y punzantes que encontró. Volvió donde estaban los reunidos y paró en seco observándoles y soltándolo todo encima de una mesa, –Rápido, no podemos perder tiempo –cogió una sartén y un cuchillo y, dio unos golpes en el suelo con la planta del pie. Esto la ponía nerviosa y ansiosa, pero debía mantenerse serena por el bien de todos.

Publicado por Invitado Dom Jun 12, 2016 3:01 pm

Cuando llegué Klaus todo empezó a ponerse un poco en orden. Su voz fuerte y estricta hacía que todos lo obedeciésemos como conejillos asustados porque, al final, tenía razón en todo lo que decía. Podía ser una trama, pero a mí me había cegado el hecho de que alguien pudiese estar en peligro. Como siempre, en una situación así mi primer instinto era correr a ayudar.

—Sí, es cierto... los adultos deberíamos ir primero, y los alumnos después. —Eran nuestra responsabilidad, al menos en parte. Debíamos protegerlos, porque además eran los que más habían sido víctimas de muertes y desapariciones. Parecían estar en el punto de mira de quien fuese que hacía esas cosas.

Me dirigí junto a mi compañera a la enfermería y armé una pequeña bolsa-botiquín con vendas, alcohol y antibióticos, lo que más pensaba poder necesitar en esta situación. De última hora también cogí un par de gomas elásticas, por si había que hacer algún torniquete de urgencia, y luego volví al salón, donde todos se iban reuniendo.

Publicado por Invitado Dom Jun 12, 2016 4:25 pm

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